Archivo de la categoría: Despertando al projimo

Tazría y Metzorá מצורע–תזריע

 

Esta semana se leen juntas las parshiot Tazría y Metzorá. En ambas se trata el tema del afectado por la enfermedad de מצורע – metzorá.
Ésta era una antigua dolencia que se manifestaba con espantosas manchas y lesiones en la piel. Se la confunde con “lepra”, sin serla.
Según dicen los Sabios, en el Talmud (Erajín 15b), aparecía como resultado de la conducta gravemente negativa. Son mencionadas las siguientes imperfecciones en su origen: maledicencia, asesinato, inmoralidad sexual, falso juramento, arrogancia, robo y avaricia. Reconocemos que son acciones causadas por el יצר הרע – Ietzer hará (EGO) que controla a la persona.
A partir de esta enumeración, la tradición (midrash Tanjuma Metzorá), ha considerado que el foco principal es el מוציא שם רע – motzi shem rá, difamar, que es decir públicamente mentiras respecto de otro con la intención de perjudicarlo.

Quizás había algún virus, una bacteria, un hongo, o alguna lesión cutánea involucrados, pero el gatillo que disparaba la afección física era el uso de la palabra para agredir a otra persona.
Suena raro, ¿no?

Realmente no, si apreciamos el poder de la palabra.
Según relata la propia Torá, el poderío del habla es inmenso. Recordemos que el Eterno “habló” y el universo fue creado. Cada etapa de la creación era precedida por una locución de Dios.
A escala mucho menor, los hombres también podemos crear y destruir mundos a través del lenguaje. Una palabra amable puede animar al decaído, fortalecer al agotado, dar vida al abandonado. En tanto que una palabra destructora tiene la capacidad de derrumbar, echar abajo, angustiar, amargar.
Según dice el salmista: “¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.” (Tehilim / Salmos 34:13-15).
¡Cuánto cuidado debemos poner al hablar!

Además, tomemos en cuenta que nuestra comprensión del mundo se estructura a través del lenguaje. De acuerdo a nuestro acervo idiomático será nuestra capacidad para percibir y relacionarnos con la realidad. Al respecto dijo Ludwig Wittgenstein : “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”. Es decir, nuestra mente alcanza hasta donde nuestra lengua nos permite describir, delimitar, reconocer, nombrar.

Una persona que emplea esta herramienta poderosa para arruinar, para provocar el caos, para herir, necesariamente se está poniendo en una situación terrible. Causa el mal a otros, corrompe el entorno (natural o social), pero básicamente demuestra que está alterada en su interior. Carece de paz interna, está sofocada por el EGO. Esto es enfermedad a nivel moral, emocional, mental, social que contamina también al cuerpo.
Lo de fuera termina por mostrar lo de dentro.
Al decir de Miguel de Unamuno: “La lengua no es la envoltura del pensamiento sino el pensamiento mismo”. El pensamiento negativo, la palabra vil, la conducta perversa viste al cuerpo –la persona- de metzorá.

Somos amos de nuestro silencio y esclavos de nuestra palabra, ¡gran verdad!

 

 

Agujereando el alma

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así en los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta de que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

– Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y deficiente carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter.

Basado en relato de León Tolstoi

 

Reflexionamos juntos

1. ¿Cuál es la moraleja del cuento?

2. ¿Cómo lo relacionas con el comentario que hicimos de la parashá?

3. ¿Te pasó alguna vez que quisiste borrar algo que recién dijiste?

4. ¿Cuál te parece era la reacción de la gente al ver a un enfermo de metzorá?

5. ¿Por qué metzorá atacaba la piel y no algún órgano interno, que no fuera visible?

6. ¿Cómo podemos hacer para usar la palabra para construir shalom?

Siete mil millones de mundos

Permíteme una pregunta; ¿estás despierto o dormido?

A diario veo personas hablando, paseando, murmurando, criticando, sonriendo, a veces llorando, a veces gritando.

Cada uno en el centro de su mundo.

Miles de creencias, supersticiones, suposiciones y “certezas”; miles de ilusiones, sueños, esperanzas. Miles de acciones buenas, malas y regulares. De envidias y de amores.

Hay tantas “realidades” como seres vivos y cada uno es el protagonista de la suya. Con sus aciertos y sus errores. Con sus juicios y prejuicios, con sus exclusiones e inclusiones.

Así, a través del filtro de nuestro propio mundo, vemos los millones de otros mundos que igualmente nos observan a través de sus personales filtros,  repitiéndose  por cada una de unas siete mil millones de personas y de aún muchos más seres vivos.

Miles de millones de intereses, de verdades y mentiras, de distracciones y grandes dosis de futilidad y de egoísmo.

Te voy a pedir que te respondas a las siguientes cuestiones:

¿Sobre qué basas “tu realidad”?, ¿sobre qué apoyas “tu mundo”?. Y los otros siete mil millones de “mundos”, ¿qué haces con ellos?

¿Qué importa realmente en la vida?                                                                           

 Tómate unos segundos. Mira a tu alrededor. Respira profundamente. Oye atentamente los sonidos que te envuelven, siente lo que te rodea y en especial a quienes te rodean aunque no estén en el mismo lugar que tú.

Y ahora… ¿Cuántas realidades hay y cuántas te han vendido?

“Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.”

Heráclito (535 AEC- 484 AEC aprox.)

Filósofo griego

Nuevamente te pregunto;  ¿estas dormido o despierto? ¿Estás en “tu mundo” o en el mundo? ¿Estás en uno de esos siete mil millones de mundos o en el mundo de esos siete mil millones?

Si sabes donde te encuentras, verás que hay mucho trabajo por hacer para que este lugar único y único lugar sea cada día un mundo mejor para todos y cada uno de los que en él estamos.

Si todavía sigues encerrado en “tu mundo”, salte y únete al nuestro, al de todos y  ayuda a convertirlo en el paraíso que puede llegar a ser.

Por favor, no busques más excusas y empieza a trabajar ya en ello. Haz hasta donde puedas, hasta donde sepas, pero haz algo. 

Muertos y muertos. De la Shoá y la guerra

Antes, durante y al finalizar la Segunda Guerra Mundial murieron millones de personas por su causa.
Algunos de ellos eran combatientes, gente que lucharon y murieron. Parte lamentable de todas las guerras. Padres, hijos, hermanos, amigos que se fueron, que dejaron corazones quebrantados. De uno y otro bando. Más o menos comprometidos con valores trascendentes o con lo más aberrante del ser humano. Como sea, miles, o quizás millones, de personas enfrascadas en lucha que perecieron.
Entre estos también hubo prisioneros de guerra, soldados que debieran ser preservados con vida y buen estado de salud, en respeto a normas internacionales, pero que igualmente fueron masacrados, generalmente por los asesinos nazis ensañados contra soldados indefensos, prisioneros de guerra soviéticos.
Otros de los muertos no eran combatientes, ni enrolados en ejércitos, ni comandos paramilitares, ni partisanos, pero estaban en actividades directamente relacionadas con la maquinaria bélica y sus muertes ocurrieron como consecuencia de su participación. Trabajadores en fábricas de armas y municiones, colaboracionistas, espías, gobernantes títeres, traidores, entre otros.

A causa de la misma guerra fallecieron otros millones de personas, los que no luchaban directamente, los civiles.
Terribles bajas, espantosas muertes, las que ocasionan los enfrentamientos armados en gente que no está armada y hasta quizás en oposición al derramamiento de sangre.
Estas muertes, imperdonables, injustificables, entran dentro de la ecuación horrorosa de las guerras, no son sorprendentes, son esperables, aunque no deseables.
Así pues, la maldad de Hitler y sus socios llevaron muerte, destrucción, devastación, dolor a millones de hogares, en decenas de países durante años y más años. No solo entre sus enemigos (rusos, polacos, británicos, franceses, etc.), sino también entre sus seguidores y connacionales.

La infernal estructura nazi decidió aniquilar a grupos que no estaban ni directa ni indirectamente vinculados a la guerra.
Aprovecharon la ocasión para deshacerse de gente y grupos que a sus intereses resultaban molestos.
Así pues, se despacharon sin piedad a alemanes “arios” que eran opositores al régimen, por lo general gente de izquierda o librepensadores, pero también personas con cierta influencia que podían obstaculizar el dominio de la ideología nazi.
Eliminaron discapacitados, gente con síndrome Down, deformes, y homosexuales (a los que rotulaban como enfermos), para de esa manera perfeccionar la “pureza” genética de la raza aria.
Aniquilaron gitanos junto a criminales, para así quitar lo que los nazis consideraban lacras sociales, vistos por los nazis como parásitos que corrompían con sus actos y estilo de vida a la sociedad “pura” que ellos anhelaban.
Así pues, a la búsqueda de la pureza política, mental, genética, social y moral asesinaron a mansalva a cientos, miles de personas inocentes de cualquier crimen o falta.
Asesinatos maliciosos, imperdonables, basados en la pura maldad mas que en la pureza de intenciones, pero que se escuda en una supuesta finalidad “superior”, en conseguir alguna ventaja en la práctica.

Pero hubo un grupo al cual se le destacó para hacerlo desaparecer por completo de la tierra.
Un grupo que fue escogido para ser destruido, evaporado, erradicado por completo.
Un grupo que recibió especial atención y esfuerzos, aún en medio de los contratiempos en los frentes de batalla, para ser sistemáticamente masacrados, pero antes embrutecidos, esclavizados, mortificados, negados en su condición humana.
Un grupo que incluía gente sin religión, de religiones diversas, aunque mayoritariamente eran fieles a alguna corriente judaica.
Un grupo de personas mayormente saludables, socialmente productivas y ajustadas a las normas sociales. Muchos de ellos con altos estudios, trabajos dignos y provechosos, destacadas participaciones en las ciencias, las artes, las industrias, la enseñanza, con vidas familiares correctas.
Un grupo leal a su patria, con testimonios de valor y fidelidad a su nación en la Gran Guerra y a lo largo de los años.
Gente que no daba mayores problemas sociales, pues no había entre ellos infractores, ni criminales, ni adictos, ni perversos, más bien todo lo contrario.
Gente que se distinguía por su proceder “civilizado”, positivo, respetable.
Gente que no se metía en dificultades ni boicoteaba a su patria.
Gente que era asesinada salvajemente pero con gran conocimiento científico.
Gente que moría en la guerra, pero no a causa de ella, ni por ser víctimas de ella, ni por participar de ella, sino que eran arrancados de la vida a causa del EGO, de lo más oscuro del alma de la persona.
Los judíos, asesinados sin motivo, sin ganancia, sin excusas. Solamente asesinados por ser judíos.
Es incomparable el asesinato organizado, metódicos, desalmado con cualquier otro de los crímenes, tanto de aquel período como de cualquier otro.
No tiene puntos siquiera de semejanza la industria de la deshumanización y aniquilamiento que se hizo contra los judíos con cualquier otra situación de guerra, conflicto, persecución real o supuesta en ningún otro momento o lugar, del pasado o del presente.

Poner las cosas en claro, recordar, no permitir que se corrompa el recuerdo ni se lo mal use para promover imperialismo (como el árabe-musulmán, por ejemplo), es parte de nuestra tarea como constructores de shalom.

https://www.google.com.uy/search?q=aushwitz&oe=utf-8&rls=org.mozilla:es-AR:unofficial&client=firefox-a&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=QZmQT-LDCMq2twex7OzZBA&biw=1067&bih=508&sei=Q5mQT4mlO8zMtgeIuM3SBA

Promover la Paz

“La práctica de conceder a otros el beneficio de la duda es esencial para el buen mantenimiento de relaciones humanas pacíficas.
Los seres humanos interactúan constantemente con otras personas y es inevitable que en ocasiones alguien sienta que fue denigrado o lastimado por otra persona.
Sin embargo, cuando reflexionamos un poco, la conducta que a primera vista pareció ser maliciosa o insensible, en ocasiones podría ser interpretada de distinta manera.
Si en este tipo de situaciones la persona considera todas las posibilidades e interpreta ese acto aparentemente malicioso de una manera generosa, no solo evitará conflictos innecesarios, sino que también se salvará de numerosas transgresiones que con frecuencia aparecen cuando hay conflictos; por ejemplo, hablar mal de los demás, el odio injustificado, el rencor y la venganza.”

Extraído de la “Enciclopedia de Taryag Mitzvot”, página 197,  citando a Sefer HaJinuj; Maharal, Derej Jaim a Abot 1:6-7; Noam HaMitzvot

Sheminí – שמיני

Está escrito en nuestra parashá:

«No hagáis detestables (אל תשקצו) vuestras personas por causa de ningún reptil. No os contaminéis con ellos, ni os hagáis impuros por causa de ellos. Porque Yo soy el Eterno vuestro Elokim, vosotros os santificaréis; y seréis santos, porque Yo soy santo. No contaminéis vuestras almas…
(Vaikrá / Levítico 11:43-44).

Específicamente se está refiriendo la Torá a que la persona judía no ingiera partes de ningún reptil, porque esto “contamina el alma”, lo cual impide “ser santo, tal como Dios es santo”.
Recalco que es ordenanza para personas judías exclusivamente, al respecto de cuestiones vinculadas a la identidad espiritual judía, tal como el resto de las reglas alimentarias del kashrut que se citan en este capítulo y en otros de similar temática en la Torá.
Según comprobamos está escrito como introducción obligatoria al tema:

«El Eterno habló a Moshé [Moisés] y a Aarón diciendo: ‘Hablad a los Hijos de Israel y decidles que éstos son los animales que podréis comer… »
(Vaikrá / Levítico 11:1-2)

Y luego:

«Vosotros sois hijos del Eterno vuestro Elokim… Porque tú eres un pueblo santo para el Eterno tu Elokim; el Eterno te ha escogido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que le seas un pueblo especial. No comeréis ninguna cosa abominable. Éstos son los animales que podéis comer…»
(Devarim / Deuteronomio 14:1-4)

Es importante tener en claro y en cuenta esta exclusividad dictada por Dios para los judíos.
Son reglas de la alimentación espiritual que rigen exclusivamente para los judíos, para los hijos de la nación que Él ha escogido para ser Sus siervos. No son preceptos para las naciones, no son reglas requeridas para los gentiles.
El gentil está perfectamente habilitado para comer cerdo, mariscos, pulpo, erizo, carne junto con leche, etc., puesto que la única ordenanza espiritual que los gentiles han recibido de Dios en lo que respecta a los alimentos es la prohibición de comer parte de animal que aún está con vida.
Me he encontrado con mucho gentil bien intencionado que pretende apropiarse de los mandamientos alimentarios del judaísmo, porque de esa manera pretenden sentirse o hacerse más espirituales. En los hechos, tal cual corroboramos con una veloz y comprensiva lectura de la Palabra de Dios, el gentil no está obligado a nada de lo que el judío está obligado en lo que respecta a la alimentación. En principio no hay ventaja espiritual o de otro tipo directa para el gentil que presuma de seguir la dieta alimenticia que Dios ha destinado para los judíos. (Aunque pudiera haber algún beneficio secundario, que no mencionaré ahora).
Así pues, el gentil que ama a Dios y anhela cumplir con Su Voluntad, no andará torturando su existencia al obligarse a seguir una dieta que le es ajena y no necesaria, ni presumirá de alcanzar grados de espiritualidad superiores por hacerlo, ya que no es parte de su herencia espiritual ni lo que Dios le demanda como estilo de vida. Es apropiado para el judío porque Dios lo ha decretado así. Seguramente que porque el alimento no kasher puede ocasionar algún desbalance en el sistema espiritual de la persona judía, pero no produce ningún efecto adverso en el sistema espiritual del gentil. Tal como el gluten afecta negativamente a la persona que padece la enfermedad celíaca, pero no altera a la persona sana. Tal como la gasolina común es la apropiada para el motor de combustión común, y el Diesel lo es para los motores a gasoil. Tal como Windows sirve para PC y no para las computadoras de Apple. No hay mejor o peor, sino lo que es acorde a las características de cada uno.
Si el gentil quiere comer kasher, bienvenido sea, pero que no se angustie si no lo hace, ni carcoma su corazón para hacerlo.

Ahora, retomando la primer cita que trajimos.
Vamos a realizar un breve análisis para aclarar conceptos y de esta forma alcanzar una mayor sabiduría y una mejor praxis.

¿Qué es contaminar el alma?
Más aun, ¿qué es alma?
¿Qué es ser santo?
¿Cómo se puede comprender esto en lenguaje moderno?

Comencemos explicando brevemente que נפש – “alma”, actualmente se define como energía vital, aquella que posibilita los procesos biológicos que nos sostienen con vida.
En el pasado se le atribuían cualidades místicas, porque el conocimiento científico, racional, mensurable, comprobable, era muy limitado y los antiguos no tenían cabal noción de la existencia de la energía y su relación con la vida. Sin embargo, en escritos de venerable data y valía se emplean en ocasiones imágenes, metáforas en donde se habla de luz, haces de luz, emanaciones, que son las maneras que los sabios de tiempos atrás podían expresar “energía”, pues la idea en sí estaba por fuera de su lenguaje y comprensión.
Por ser el factor esencial que determina la vida, se puede usar la voz nefesh para referirse al individuo (animal o humano), tal como a la persona.
Debemos hacer notar que alma no es idéntico a espíritu, si bien en ocasiones se confunden los conceptos.
Neshamá –espíritu- es una instancia diferente, asociada a la información propia de la persona, a sus recuerdos, experiencias, conocimientos, las huellas que se marcan por su pasaje por la vida. Es la neshamá la que perdura tras la muerte, la información que queda registrada y activa en la memoria celestial. Es la neshamá el nexo intenso que une al hombre con su Creador, así como con el resto del universo… pero, nos hemos desviado del tema central de este estudio (igualmente, de esto ya hemos explicado bastante en otras ocasiones, busca si deseas, seguramente encontrarás algo para ti).
Retornemos al recapitular: alma = energía.

Pasemos al siguiente vocablo que queríamos analizar.
תטמאו que tradujimos como “contaminen”.
¿Qué es טמא?
Generalmente se traduce como “impuro”, lo que lleva a numerosos mal entendidos, como por ejemplo la suposición de que se trata de algo sucio, inmundo, asqueroso.
Por ello escogimos “contaminar”, para darle más claridad al texto, mayor comprensión y practicidad, sin por ello perder el sentido original.
Contaminar, es alterar negativamente las condiciones normales.
Precisamente así se ha de comprender la voz “impuro”, en el contexto de la tradición sagrada.
Impuro es lo que está alterado en su armonía, lo que está fuera de su foco normal, siendo más precisos es lo que introduce muerte/caos en lo que debe contener vida/orden.
Por ello se llama “impura” a la menstruación, por ejemplo. NO por ser ella algo sucio, asqueroso, despreciable, ¡nada que ver con esto! Sino porque el cuerpo de la mujer ha perdido una oportunidad de procrear, se ha introducido momentáneamente la muerte (en potencia) al cancelarse la opción de traer una nueva vida.
Por ello lo más impuro que hay es un cadáver humano, porque se alteró al grado máximo la condición normal de vida.
Y sin embargo, el estar en estado de impureza no implica de por sí ningún pecado, no es un acto en contra del Eterno ni contra la persona (Ver “Moré Nebujim” 3:47).
Quizás cueste comprender un poco este concepto, por lo que es bueno releerlo, repensarlo, des-aprender las creencias antiguas y erradas para darse el placer de aprender lo que es bueno (busca en el sitio, encontrarás que ya trabajamos este tema también en otras ocasiones).

Si tomamos en cuenta lo que te expliqué recién junto a lo anterior, contaminar el alma puede entenderse como “desorganizar la armonía energética de la persona”.
O sea, provocar que la energía de vida no esté fluyendo en su máximo potencial.
Impedir que la persona alcance su mejor nivel de vida, de estabilidad, de salud multidimensional.
Recuerda, estar en estado de impureza, por el motivo que fuera, no es de por sí un pecado, sin embargo, ¡cuánto mejor se puede estar si uno se mantiene, o recobra, el estado de pureza!
Y, recuerda, pureza: estado de armonía energética. Estado en el cual no se introduce la sombra de muerte allí en donde solo debe haber luz de vida.
Si hay algo que te cuesta comprender, no sigas, por favor vuelve a leer y mastica el pan hasta que lo digieras con gozo y te de vitalidad y bendición.

Para ponerlo de otra manera, vivir de acuerdo al AMOR es vida, es pureza. Pasar por la vida esclavizado al EGO es muerte en vida, es lo impuro.
La persona que pauta su existencia de acuerdo al EGO, contamina su alma, la empobrece, la llena de oscuridad, se debilita, proclama la muerte en lugar de celebrar la vida. Son los que se aferran a sus máscaras del Yo Vivido, los que son títeres de sus caretas, ignoran su verdadero rostro o lo niegan, por lo cual están en estado de impureza, puesto que no tienen armonía multidimensional.
Por el contrario, los que conocen sus máscaras y deciden usarlas en concordancia con su Yo Auténtico, están doblegando a su EGO, están viviendo en realidad.
Cuanto más permitamos al EGO esclavizarnos, mayores manchas recubrirán nuestra Luz interior, menos energía tendremos disponible para disfrutar, para ayudar, para desarrollarnos.
Si nos aferramos al EGO nos hacemos detestables para nosotros mismos y para los demás. Aunque usemos el disfraz de bien adaptados, aunque nos crean exitosos, aunque tengamos cientos de excusas que demuestren nuestro control y poderío, en verdad nuestra alma está fuera de sincronía, suena como una orquesta enloquecida y sin director.
Es cierto, no debemos contaminar nuestras almas, no solamente con alimentos que no son apropiados, sino tampoco con conductas que nos hundan en el abismo, que nos mantengan en la celdita mental, a merced del EGO.

Ahora, regresemos a la primera de las citas que trajimos, porque queríamos comprender algunos de los conceptos.
Nos queda saber qué es “santo”.
Dentro de la tradición judía lo קדושsanto es aquello que es diferente y distinguido de lo corriente, de lo habitual. Precisamente por esto Dios es santo por excelencia, porque no hay nada ni nadie que se parezca o pueda ser semejante a Él. Tenemos el Shabat como día santo, porque es especial, sin par entre los otros días de la semana. Ierushalaim, es la ciudad santa, porque fue escogida para servir como único lugar para el Santuario del Eterno. El pueblo judío es santo, porque ha sido elegido por Dios para que sea Su pueblo de siervos, servidores, los que deben estar primeros en la fila para servirLo tal y como Él dictamina. Las exigencias de Dios para con los judíos es mayor, la severidad para medir sus acciones también, porque es una elección que conlleva mayor esfuerzo, más trabajo, más carga y responsabilidad y no precisamente mejores beneficios o licencias.
Asimismo, cada uno de nosotros está llamado a ser santo.

¿Cómo se consigue esta santidad personal?
Se puede ser santo por la conexión que se tiene con Dios y Sus cosas. Esto lo consigue el gentil al conocer y cumplir cabalmente con los Siete Mandamientos Fundamentales, que son el camino sagrado que Dios ha marcado para que las naciones sean santas, trascendentes, con sentido espiritual. Es un camino completo, pleno, perfecto. Es un camino marcado por el Amor y Sabiduría de Dios. Es la senda celestial que todo gentil debiera transitar si realmente anhela a Dios y desea serLe fiel, y por tanto alcanzar la santidad.
No es el judaísmo el camino para el gentil, sino el noajismo.
No está en las costumbres judías la identidad del gentil, ni su patrimonio.
Tampoco halla el sentido de su vida en las cuestiones de los judíos, sino que desarrolla su sentido de vida, su trascendencia, al construir Shalom en cada momento, desde dentro y hacia fuera. Al andar con fidelidad por la autopista del noajismo, diseñada y codificada por Dios mismo. Básicamente es una existencia signada por el AMOR y no por el EGO. Una conducta plena de bondad, de justicia y de fidelidad a Dios. Sin religiosidad barata, sin espectáculos bizarros, sin ropajes extravagantes, sin palabrería extraña, sin reuniones de murmuradores, sin diezmos a clérigos engordados por el vicio. Sino, AMOR, plenitud, solidaridad, altruismo, el bien propio junto al del prójimo. La Era Mesiánica cada día de vida, gracias a que nosotros lo hacemos posible con nuestras acciones.
El paraíso en la tierra, no por obra de milagros o gracia divina, sino como resultado de nuestro trabajo.

Por su parte, la persona judía debe andar por su propia senda, la del judaísmo, tratando de cumplir cabalmente con aquellos mandamientos que le conciernen dentro de los 613 que Dios ha dictado para el pueblo judío.
Cada uno en su propia senda, ambos con el mismo sentido y objetivo. Ni uno mejor que el otro, diferentes pero igualmente valiosos.

Aquel que no puede creer en Dios, que le cuesta compenetrarse con Su existencia o Presencia, aquel que ha sido criado sin Dios (el verdadero), no por ello está abandonado y sin “salvación”.
A Dios no le importa tanto que se crea en Él, sino que la persona se se comporte como Él quiere que sea. Si se cree y se Lo sirve directamente, ¡qué bueno! Si no se cree, si no se Lo sirve directamente… bueno… igualmente hay “salvación”, hay maneras de alcanzar un grado de santidad (sí, santidad incluso sin contar a Dios directamente en la ecuación).
¿Cómo?
También por la perfección de la propia conducta, esto es, a través de las acciones que estén en sintonía con lo que es bueno y justo, y por tanto marquen un contraste, una distinción con el vivir de forma ritual, automática, carente de sentido. Al hacer las cosas de manera consciente, con la voluntad de desarrollar nuestras potencialidades positivas, estamos siendo santos. Hay constructores de Shalom también entre los que no creen en Dios, o dicen no creer…
Al respecto de esta santidad dentro de lo mundano se extendió el gran maestro de generaciones, el venerable Rab Abraham Itzjac Kook, por ejemplo al enseñar que:

צריך שכל איש ידע ויבין, שבתוך תוכו דולק נר, ואין נרו שלו כנר חברו, ואין איש שאין לו נר. וצריך שכל איש ידע ויבין, שעליו לעמול ולגלות
את אור הנר ברבים, ולהדליקו לאבוקה גדולה ולהאיר את העולם כולו.

Es necesario que toda persona conozca y entienda que dentro de cada uno hay encendida una vela, y la vela de uno es diferente de la del otro, y no hay persona que no tenga su propia vela. Y es necesario conozca y comprenda que tiene sobre sí el deber de esforzarse para descubrir la luz de su vela para los demás, y hacer que arda como una gran antorcha que alumbre al mundo por completo.

Así es, dentro de cada uno está la neshamá pura, esa luz que nos conecta con el Creador, esa vela que alumbra sin pausa. Está en cada uno descubrirla, hacerla arder con fuerza, que irradie su presencia para todos. Por supuesto que la manera excelente es a través del conocimiento de Dios y de Sus mandamientos, por medio del cual el hombre encuentra la senda privilegiada para la perfección. Pero, si no se puede, si hay obstáculos emocionales/mentales/sociales, si algo impide a la persona reconocer a Dios (al verdadero, no a las fantasías producto del EGO que la gente llama “dios”), igualmente tiene dentro de sí la llama sagrada, igualmente puede alcanzar la santidad, una de menor grado, pero santidad al fin.
Y en Orot haTeshuvá 17 claramente enseña:

גם מתוך החול יגלה הקודש, גם מתוך החופש הפרוץ יבוא העול האהוב, זו תהיה הפליאה הגדולה של חזון הגאולה

También de dentro de lo profano se revelará lo santo, también de la libertad desinhibida vendrá el yugo del amor, está será la maravilla más grande de la visión de la redención.

Sí, de lo profano puede surgir lo santo. El desenfreno se puede canalizar para ordenarlo y hacer que mane la responsabilidad, el amor, el compromiso.
Si ocurre así, es una evidencia de la Era Mesiánica, cuando no se precisan de milagros ni actos prodigiosos para reconocerla, sino que por distinguir la supremacía del AMOR por sobre el EGO.

El ideal está en vivir con bondad, justicia y lealtad a Dios, pero si la persona no alcanza el grado de conocimiento de Él y de servicio a Él, en tanto sea íntegro con el prójimo, evapore en la medida de lo posible la tiranía del EGO, estará en el rumbo correcto, quizás no de plenitud (pues falta un nexo consciente con Dios), pero sí de bendición.

Visto lo cual, es necesario respetar al prójimo allí en donde está, ayudarlo a avanzar, rescatarlo del mal, no juzgarlo (aunque llevarlo a juicio de ser necesario, ante las autoridades competentes), pero tampoco podemos ser cómplices de la idolatría, del engaño, de la estafa, del crimen. Es una posición media, de bondad y justicia, la que no se afilia al EGO sino al AMOR.

Ahora que hemos analizado algunos conceptos básicos y fundamentales, estamos en condiciones para descubrir si hay formas de aumentar nuestra energía de vida al evitar cosas detestables, tales como conflictos y malestares innecesarios con nosotros mismos y con el prójimo.

Amor materno religioso

Hace un rato veo el siguiente mensaje en el chat de FULVIDA.com:

Invitado_4580 : Por favor me puede decir por qué razón cuando le participé a mi madre esta nueva forma de acercarme a Dios como lo es el noajismo, me mandó mucho al infierno? Sinceramente me dolieron sus palabras porque es mi madre.

Hacía más de siete horas que estaba publicado, la persona ya no estaba en línea para recibir respuesta, igualmente respondí como sigue:

Yehuda Ribco : hola invitado, que triste que una madre mande al infierno a un hijo porque éste desea servir a Dios con amor y respeto… que triste… oremos por su mama, para que esté libre pronto de las garras de la religión que la tiene esclavizada y enferma… ¡shalom!

Sí, ciertamente es una situación sumamente triste, lamentable, terrible, que no debiera suceder.
Pero…. sucede… ¡y cuánto!

Tenemos dos opciones a cada momento para escoger, y debemos hacerlo.

“Mira, Yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal;  pues te ordeno hoy amar al Eterno tu Dios, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques…”
(Devarim/Deuteronomio 30:15-16)

Por un lado está el EGO, con el sentimiento de impotencia por detrás, por lo tanto la desesperación, la angustia, el malestar, el miedo, el deseo de poder, la manipulación, la mentira, el engaño, la opresión, el ataque sin motivo trascendente, la destrucción, el afán por sentirse en control, la negación del prójimo, el pensamiento positivo falaz, la imposición de dioses en lugar de Dios, la veneración al EGO en cualquiera de sus formas y modos, la muerte en vida, el vacío, la perversión, la burla, la religión… la total esclavitud.

En el otro lado está el AMOR, con el sentimiento de valía, respeto, autonomía, sensibilidad, ética, pensamiento positivo del verdadero, la comunicación auténtica, responsabilidad, compromiso, altruismo, solidaridad, servicio a Dios, espiritualidad, construcción de shalom, conocimiento, plenitud de vida, hacer del mundo un paraíso, sembrar para el deleite eterno, equilibrio… la libertad multidimensional.

Lo más frecuente es escoger el EGO.
Sí, resulta extraño cuando uno se pone a ver las cosas desde una perspectiva amplia.
¿Cómo puede ser que la gente, tú y yo, andemos por la senda de la oscuridad, del dolor, del malestar, cuando tenemos al alcance la senda de la Luz?
Realmente cómo puede ser, no interesa tanto ahora responderlo, sino constatar que es así.
Vamos por la vida estrechos, apocados, empobrecidos, disfrazados, sufrientes, esclavos, bajo el imperio del EGO, siendo que tenemos al AMOR al alcance de la mano.

Como una madre, capaz de maldecir con el peor de las maldiciones a su hijo por el simple “pecado” de que este escoge a Dios y no a un ídolo, prefiere ser libre y no esclavo, declara su deseo de ser pleno y no una sombra muerta en vida.
La madre esclava del EGO no tolera siquiera el amago del hijo para ser liberado por el AMOR.
Lo retiene, le corta las alas, le coarta el alma, le impide la plenitud, lo manipula, le inyecta terrores hacia lo inexistente, lo infecta de religión, le mata… le mata…

Este es uno de los tantos resultados de pasar la vida encerrados en celditas mentales, adorando al EGO, siendo religiosos.

Tú puedes mantenerte en el mismo rumbo de oscuridad, es tu elección.
O puedes salir del rebaño, no ser más una de las ovejas que ciegas siguen la mentira.
Te traerá enemigos, gente que murmurará, tu propia familia te rechazará porque para ellos es más valioso el castigo del EGO que la caricia del AMOR.
Puedes volver al rebaño, llenarte de drogas, perderte, esconderte, puedes volver a tu celdita… tantos lo hacen a diario… apenas si unos pocos son los que despiertan y se mantienen conscientes.

Al final de cuentas, cuando toda la payasada terrenal culmine, cuando sea hora de presentar facturas ante el Creador, ¿qué excusas tendrás si has pasado tu vida bajo el EGO en lugar de llevado por el AMOR?

Cuando uno cruza la línea

¿A que me refiero con este título? Pues básicamente me refiero a cuando uno pasa del pensar al hecho. Por ejemplo cuando uno tiene que ir al trabajo o cualquier otro lugar a cierto horario especifico y tiene que tomar un colectivo pero lo que sucede es que todos los colectivos que paran están llenos y no dejan subir a nadie. Usted llegado un momento entra en desesperación y cuando uno de estos medios de transporte lleno se detiene para dejar bajar gente usted al ver que no abre la puerta del frente para dejarlo subir toma la tonta decisión de colocarse, es decir pararse frente al colectivo ósea se sitúa frente al mismo, la pregunta aquí es ¿Qué gana usted con esto? Yo le voy a decir lector lo que gana con la siguiente lista:

-Pone en peligro su vida al arriesgar a que este transporte lo pise, lo atropelle, incluso lo mate.

-Perjudica la parte laboral del conductor.

-Afecta el horario de las personas que están en este medio, ya que algunas si bien pueden estar volviendo de sus actividades, por lo tanto no están sujeto a un horario otras si pueden estar cumpliendo sus obligaciones ya sean laborales o de otra clase.

Luego de leer la sección anterior usted me va a decir que no hay gente así pero le informo que lo que escribí anteriormente no fue una situación hipotética sino que lo vi y al ver eso ¿cómo se puede sentir uno? Cualquiera se quedaría nervioso, consternado entre otras emociones mas y como para no sentirlas; pudiste ver a alguien ser aplastado por un bus, ¡un bus! Un medio de transporte que usamos todos los días, si obviamente que soy consciente que es un hecho que este tipo de vehículo puede matar a alguien pero lo que yo planteo es que cómo uno se busca ciertos problemas.

Además hay que considerar un par de cosas, primero quizás ustedes lectores no, pero si hay mucha, demasiada gente que piensan en ellos y no piensan en los otros, en la sociedad, en los que lo rodean. Segundo que uno piensa que su problema es el más grave y esto lo lleva a cometer acciones realmente radicales como la mencionada en el texto.

Para terminar voy a finalizar diciendo que no es bueno pensar y luego actuar radicalmente ya que esto puede llevar a desenlaces terribles y desagradables que por su puesto podrían haberse evitado. Y debo mencionar cuando uno ósea nosotros cruzamos la línea no solo nos perjudicamos a nosotros mismos, sino también a los que nos rodean en definitiva a los que integran la sociedad en que vivimos.

 

 

 

Amenaza mundial

En vista de los acontecimientos que suceden en medio oriente, pero que nos incumben a todos, y al ver que ni una sola voz hace eco en las conciencias de las personas, creo que es necesario compartir unas palabras contigo apreciado lector, palabras importantes, que tienen que ver con tu seguridad, de hecho con la de todos a nivel mundial.

No tiene que ver con conspiraciones al estilo de las webs paranoicas que hablan de planes malévolos para dominar el mundo, las palabras que quiero compartir contigo, son de algo muy concreto muy real y muy importante, y que probablemente cambiara el mundo tal como lo conocemos hoy en día.

Todo esto viene a partir de las amenazas dementes y genocidas del presidente iraní Ahmadinejad que ha declarado que va a borrar el estado de Israel junto con todos sus habitantes dentro.

Este imbécil ha sobrepasado los límites que cualquier loco, criminal o demente haya tocado en la historia, de forma expresa ha dicho que NIÑOS, MUJERES Y ANCIANOS van a desaparecer de la faz de la tierra, amenazar a la familia de alguien es algo muy delicado y muy serio, eso cualquiera lo sabe, y las amenazas se tornan mucho más peligrosas cuando este demente está construyendo bombas nucleares, que bien pueden hacer realidad su sueño obsceno de asesinar a una nación completa.

Pero sabes querido amigo que estás leyendo estas líneas, este imbécil con sueños de omnipotencia, no es diferente al delincuente que te asalta en la calle y amaga a tu familia con un arma, o el cartel criminal que te extorsiona cuando secuestra a un familiar querido, o cualquier otro imbécil que se aproveche de ti porque estas en una situación de desventaja, no de hecho este es un criminal común y corriente como todos los demás, lo único que lo hace diferente es que tiene el poder para llevar al delito a otro nivel, a un nivel diferente, un delincuente común puede asesinar una o diez personas, pero este sujeto puede ¡asesinar naciones! (tiene bastante capacidad nuclear y es el mandatario de un país entero) y si………. Si tiene el poder de hacerlo, puede asesinar una nación entera, puede llevar el crimen a un nivel distinto, el nivel llamado GENOCIDIO.

Si tú eres hijo, hija, padre, madre, hermano, hermana, abuelo, abuela, sobrino etc., sabrás lo que significa que amenacen a tu familia con asesinarla, pero al intentar llevar el delito al máximo nivel, este sujeto pone a prueba los valores que como seres humanos todos poseemos, y aún más allá de eso, este sujeto pondrá a prueba a toda la humanidad, porque está retando lo mejor que todos llevamos dentro, esa chispa de bondad y justicia que nos caracteriza como seres humanos, independientemente de nuestra raza, ideología o creencia.

Se dice en muchos lugares que estos son tiempos importantes, especiales…….. tiempos de cambio, que incluso estamos por presenciar importantes cambios a nivel mundial, fundamentales en las vidas de todos nosotros, pero el cambio importante, vital, e histórico es de hecho el que todos llevamos a cabo dentro de nosotros mismos.

Un hombre poderoso como el presidente de Irán Ahmadinejad desafía los valores fundamentales de toda la humanidad, pero al mismo tiempo nos da la oportunidad de reafirmarnos como lo mejor que hay en la creación, de fortalecer nuestros valores y de solidificar nuestras virtudes, este bravucón nos da la oportunidad de mostrarle a los asesinos y delincuentes que si estamos unidos su dominio del terror caerá, pues su poder se ha basado principalmente en nuestra debilidad de valores, en nuestra flaqueza de virtudes, este demente y potencial genocida hoy amenaza a Israel con borrarlo del mapa, mañana puede ser cualquier país, México, Francia, Argentina porque una vez que se pierde el respeto por la vida HUMANA los limites se desvanecen y nadie estará a salvo, tenemos como ejemplo claro y vivido al maldito Hitler que asesino millones de personas mientras el mundo solo era un pasivo espectador, pero cuando la amenaza se tornó más seria entonces los otros países intervinieron, este querido amigo puede ser el inicio de un cambio importante para todos, de un fortalecimiento global en la ética humana, porque si todos levantamos la voz en contra de este potencial asesino, y si la ley y la justicia prevalecen entonces la injusticia habrá perdido bastante terreno, lo cual redundara en un fortalecimiento ético global que puede llevarnos a cosas muy positivas a nivel general.

Y si tal vez este sea el inicio de un cambio importante para la humanidad…………………

Un cambio importante para todos nosotros.

Zeitgeist

Año 1382 EC.  , Toledo (Reino de Castilla). Un hombre camina con decisión desde la Sinagoga a la Corte, en la que es reconocido y respetado como un influyente consejero.

Admirado en su comunidad, tanto su vida como la de los suyos es próspera y llena de bendiciones. Disfruta de la compañía de sus pequeños y de la de su buena esposa, así como de una caritativa familia. No le falta que comer y es agradecido.

Año 1591 EC., a poca distancia del mismo lugar, un descendiente de aquel hombre camina vacilante, dolorido y atormentado. Apenas se mantiene en pie, es empujado y humillado públicamente en la mismísima catedral para que sirva de escarnio.

 Está a punto de ser juzgado y condenado en un juicio “justo” oficiado por la “Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición.”

La confesión había sido previamente obtenida como legalmente correspondía. Es decir, que tras sufrir la asfixiante y dolorosa cuerda alrededor de su pecho en un pequeño asiento mientras prensaban sus pulmones para lograr que se delatara, tras tumbarlo en el “potro” asiendo su cabeza con una fría argolla y estirar sus miembros hasta dislocarlos; como decía antes, después de  seguir el procedimiento habitual para estos reos, habían conseguido su declaración.

Ciertamente y sin ningún lugar a duda, había estado judaizando y desviando del “recto camino a los hombres de bien”.

Cuando la pira de leña comenzó a arder y el humo ascendía inundando sus pulmones  robándole el poco aire que le quedaba, mientras una multitud enrabietada lo insultaba e increpaba,  ese hombre asustado pensaba dentro de lo que su extremo padecimiento le dejaba, “¿Cómo hemos llegado a esto?, ¿Cómo es esto posible?

Año 1917 EC., Berlín, Alemania. El viejo médico se dirige hacia Rykestrasse donde se ubica la sinagoga. A su salida y mientras se encamina a su domicilio, conversa con su joven hijo y le instruye en aspectos puntuales de su oficio.

Es un hombre dichoso en un hogar feliz.

El respetable doctor  es muy querido por la gente del lugar. Se siente afortunado de poder ayudarlos y de sentir el agradecimiento de esas personas.

Sabe que hace lo que debe y lo realiza gustosamente…

Año 1944 EC., Auschwitz II (Birkenau). Un individuo delgado y escuálido, arrastra sus pies heridos y encallecidos siguiendo a la multitud de personas que como él,  desnutridos, magullados y con sus cuerpos desnudos y endebles se dejan llevar por las indicaciones que una voz autoritaria de un soldado les dicta.

Recuerda las charlas con su padre, camino de casa, cuando era un niño radiante y lleno de mil ilusiones. Su rostro se ensombrece y su mente es asaltada por imágenes que le trasladan a la funesta noche de aquel 9 de noviembre de 1938. Aquellos hombres golpeando a su tío, destrozando el taller en el que tantas horas había trabajado. La noche en la que todo empezó; la  Noche de los Cristales Rotos.

Cuando las puertas de la gigantesca sala de duchas se cerraron tras ellos, sabía que algo no iba bien. Al ver a las otras personas que le rodeaban caer al suelo retorciéndose de dolor y miedo a medida que eran envueltos por una tétrica niebla química, pensó…- “¿Cómo esta pasando esto?, ¿por qué?, ¿cómo se ha llegado hasta aquí?

Estas son dos historias ficticias pero con grandes paralelismos a lo que millones de personas han sufrido a lo largo de la historia por el simple “delito” de ser judíos, de pensar diferente, o de ser críticos.

Podría seguir con la ficción y situarla en Roma, en la Rusia revolucionaria, en las Cruzadas, en Polonia, casi en cualquier país de Europa, incluso en Hebrón.

La lista es tristemente larga.

Año 2012 EC., cualquier lugar del mundo. Muchas personas creen que una conspiración sionista-norteamericana-occidental,  quiere el control mundial y esclavizar al resto del “mundo libre” controlando a todos los países que en nombre de su legitima religión-ideas-ateismo-etc. (intereses) se le oponen.

Es un sentimiento, una contagiosa manera de ver el mundo, que cada día crece y se expande utilizando nuestros miedos más ancestrales y que disfrazándose de pensamiento crítico, no es sino un nuevo sectarismo.

Para ello no dudan en mezclar sionismo con Israel, con judío, con hebreo, con terrorismo  y con muchas cosas más, porque la historia les ha demostrado, que no hace falta que sea verdad.

 Solo necesitan repetirlo mucho y a mucha gente para que se convierta en su (de ellos) verdad. Una que sea fácilmente digerible, con culpables que disimulen su ineficacia y sus errores. Sobre todo que sea excluyente, que apele al sentimentalismo, ha de ser dogmática y que sirva bien a sus intereses (petróleo, energía, poder, expansión,…) pero sobre todo, tiene que haber un o unos culpables claramente definidos.

Debe de ocultar que en realidad en el mundo actúan muchos grupos de diversa ideología y religión por el control de los recursos naturales y ha de parecer que todo es ejecutado por esa “conspiración (da igual lo que pongamos siempre que añadamos sionista o judeo)”.

El título que he elegido para este texto no es casual. Es una palabra alemana que viene a designar el clima social y cultural de una época.

Ahora, estamos viviendo una, muchas han sido y otras serán.

La mayoría no somos judíos. Tampoco lo eran los causantes de los lamentables y  verdaderos dramas antes recreados ni los de hoy en día.  Es por eso que tenemos aún más responsabilidad en que ello no vuelva a ocurrir.

Año 2020 EC, o 2030 EC, o 2040 EC, ¿Qué vamos a dejar que pase?, ¿hasta donde llegaremos esta vez?

Dejo una cita para la reflexión:

“Los judíos fueron acusados por los nacionalistas de ser generadores del comunismo; por los comunistas de regir el capitalismo. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Cuando gastan su dinero, se les reprocha ser ostentosos; cuando no lo gastan, ser avaros. Son tildados de cosmopolitas sin raíces o de chauvinistas empedernidos. Si se asimilan al medio, se les acusa de quintacolumnistas, si no, de recluirse en sí mismos.”

Gustavo Perednik, España descarrilada, 2005.

¿Hasta cuándo?

Al morir

Los que parten del mundo dejan aquí sus posesiones, títulos, propiedades, amistades, familiares, cuerpo.
Quedan de este lado también los recuerdos en aquellos que fueron influidos por su presencia.
Y continúan aquí las acciones (buenas o no), así como los efectos en cadena a partir de ellas.
Casi todo queda en este mundo, para ser reciclado, para ser absorbido, para ser continuado, para reintegrarse y volver a ser.

Pero hay algo que parte, se va, no se ancla al mundo, el espíritu.
La esencia de cada uno retorna a la Fuente de Vidas.
El espíritu con la información (teórica y práctica) recogida en cada instante de existencia mundana.
Se podría decir que los difuntos se llevan consigo sus recuerdos, todos ellos, hasta los que el cerebro tenía escondidos u olvidados. Memorias de datos, pero especialmente de experiencias, de vivencias, de todo eso que permite experimentar la multidimensionalidad del ser humano y que no tiene cabida en una existencia de solo espíritu.

Los que han partido están en un mundo sin cuerpo, sin cambios, sin tiempo. Es todo tiempo y todo lugar, y ninguno a la vez.
Es un lugar que no ocupa lugar, un tiempo que no corre.
Es, sin dudas, una realidad alternativa y diferente a la que nuestros sentidos nos brindan, a la que nuestro cerebro puede alcanzar a comprender.
Es un mundo hecho de información, de todo tiempo y lugar, de cada ser vivo.
Un mundo de unidad.
No hay separación física ni temporal, todo es unidad.
En lo espiritual la separatividad se manifiesta por la falta de armonía, por el desequilibrio.

Siendo así, cuando la persona ha logrado unificar su existencia aquí, encuentra placer allí.
Esa es la idea madura que subyace a la infantil imagen de “premio y castigo” en el más allá.
El castigo es consecuencia de la separatividad, del desequilibrio, del exilio, de la falta de conexión consigo mismo y por ello ruptura con Dios y el prójimo.
El premio, por su parte, es consecuencia de la armonía del ser, de sintonizar el Yo Vivido con sus múltiples caretas al faro sagrado del Yo Esencial.
Si ha trabajado su ser para armonizarlo, se ha quitado las cadenas del EGO de encima, ha despertado su conciencia, se ha unificado entre sus dimensiones, entonces ha conseguido aquello que le brinda el máximo placer en la eternidad.
La clave sagrada para el despertar de la conciencia y la unificación es el vivir con bondad, justicia y lealtad. Es el estar siempre dentro del marco de los mandamientos que de acuerdo a Dios corresponden a cada uno (siete para los gentiles, 613 para el pueblo judío).

Cuando la persona que parte ha quedado en desarmonía, sus recuerdos acumulan oscuridad, sus emociones están cargadas de negatividad, su Yo Auténtico empalidecía debajo de multitud de máscaras de falsedad, el EGO era su amo, entonces tiene que pasar por un proceso de refinamiento, de hasta once meses terrestres, un curso acelerado de corrección.
No es un infierno, no es un limbo, no es un purgatorio, es un estado espiritual de "fermentación", de depuración, hasta que los recuerdos pierdan su carga emotiva negativa, y pueda poner en armonía lo que no pudo lograr en vida.
Luego, se conecta en armonía a la Fuente de Vidas, a la unidad completa.
Hay pleno conocimiento, conciencia.
Esa es la existencia en paz.