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El populacho en ti.

El pueblo de Dios, los escogidos para recibir la Torá, los que participaron en persona y como pueblo de la Revelación Divina constante desde el Éxodo, los que eran sostenidos por el maravilloso alimento celestial denominado “maná”, ellos eran los que menos pudieran quejarse o dudar de Dios y Su actuación en el mundo.
Para ellos la Presencia del Eterno no era cuestión de fe, de confiar en libros o relatos, de creer en doctrinas religiosas; para ellos la Presencia de Dios era una manifestación constante.
Desde el amanecer hasta el anochecer Dios estaba con ellos, en medio de ellos, protegiéndolos, alimentándolos, conduciéndolos, castigándolos, amándolos, siempre Él estaba allí.
Nadie lo dudaba.
No había “ateos” ni “agnósticos” entre ellos.
Pero, el EGO igualmente ejercía su poder oscuro sobre las mentes y corazones.
Ese EGO traicionero que desde el comienzo de nuestra vida en este mundo nos acompaña y que al principio nos sirve con lealtad, pero que luego se transforma en un ogro interno, en un malvado Faraón, en un corrupto que se hace pasar por deidad y salvador.
Ahí está, en nosotros, como nosotros, y también estaba en aquellos que eran liberados directamente por Dios y llevados por Él.
Por supuesto que Dios es Todopoderoso, nada ni nadie se Le compara.
Y a pesar de ello, el EGO podía corroer desde adentro a las personas para llevarlos a caminos de error, de desconocimiento de Dios, aunque no de negarLo.
El EGO que es el amo de la mayoría de las personas, el que motiva el origen y persistencia de toda idolatría y pecado. El EGO, que no es un dios, no es un ángel, no es un ser espiritual, sino que es una mera partecita de cada uno de nosotros, una función necesaria para el recién nacido, ese EGO es lo que nos lleva a la derrota, al error, al mal.
En estos días pudimos contemplar en la Torá varios ejemplos, uno de los cuales menciona que:

«Entonces el populacho
que había entre ellos
se dejó llevar por la gula.
Y también los Hijos de Israel volvieron a llorar diciendo: -¡Quién nos diera de comer carne!»
(Bemidbar / Números 11:4)

El “populacho” en la historia “bíblica” refiere a los gentiles que salieron de Egipto adosados al lado del pueblo judío.
Era una masa de personas de diversas nacionalidades y contextos, que tuvieron la viveza de reconocer la ventaja de escapar a la esclavitud en Egipto para recibir “de rebote” las bendiciones que provenían para Israel.
Ese populacho agitador había provocado en varias oportunidades obstáculos, problemas, rebeliones para la relación de los hebreos con Dios.
Porque no se adherían a sus propios mandamientos, no actuaban con la lealtad del noájida que corresponde a los gentiles de todas las eras, sino que hacían su vida según sus ideas y doctrinas. Por ese vicio espiritual se involucraban negativamente con los judíos y provocaban disturbios un día y al otro también.
Pero la misericordia de Moshé los toleraba, permitía que siguieran adosados a los judíos, que se beneficiaran de los bienes de los judíos, porque Moshé no quería encerrar a los judíos en “guetos”, ni excluir del bienestar a los gentiles. Sin embargo, había “olvidado” que el bien sin la justicia no es lleva a un estado de salud, de equilibrio, sino que promueve el descontrol, el caos. Y así, los gentiles revoltosos se enroscaban en disputas, en controversias, en pasiones, y llevaban hacia la zona de oscuridad a los judíos que les prestaban atención.
Tal el “populacho” en su sentido literal.
Pero podemos contemplar que puede ser también una imagen simbólica del “ajeno” que nos acompaña, que nos sigue, que nos perturba con sus demostraciones fuera de límites. El populacho simboliza al EGO.
El EGO se deja llevar por sus apetencias.
Quiere demostrar su “poder” por encima de la impotencia que lo domina en realidad, para lo cual emplea sus rudimentarias herramientas de subsistencia.
El jaleo, el grito, la revuelta, el golpe, la malicia es una de ellas.
Entonces la persona –los hijos de Israel en el relato- cuando es dirigido por los apetitos oscuros del EGO actúa con egoísmo, de manera individualista, como una isla que se niega a contactarse con el mundo, que destrata al otro, que reniega de las reglas, que solamente busca satisfacer su anhelo de “poder”, sea como sea.
Así pues, la persona se queja, llora, reclama, grita, insulta, reniega de la realidad, demanda, es desagradecida, no contempla todo lo bueno y más que ya tiene porque se obsesiona con obtener eso otro que no le corresponde.
Así nos pasa a nosotros, a cada rato, cuando dejamos al EGO en el control de nuestras vidas.
Podemos estar llenos de todo lo bueno pero no disfrutamos de nada, siempre ansiando lo que no tenemos ni nos corresponde.
Llegamos a amasar una fortuna y queremos el doble.
Nuestra relación familiar es cordial, pero la quebramos por disputas que se originan por tonterías.
Nuestro cónyuge es una espectacular compañía, pero corremos detrás de amantes y perdición.
Así andamos por la vida, sometidos a la esclavitud del EGO, atendiendo al populacho en nuestro interior en lugar de encaminar nuestra vida hacia la Luz.
Seguimos las reglas del caos en vez de organizarnos y andar en la senda del Eterno.
Queremos y queremos, ambicionamos, nos desvivimos, negamos lo que nos toca y siempre el pasto del vecino está más verde y lloramos por tenerlo, o matamos para obtenerlo.
Como el gentil que desprecia su noajismo porque le parece “poco”, “no bíblico”, “sin Torá”, y por ello se disfraza de judío, se revuelca en su vómito pero lo dice en hebreo, se apropia de festividades y rituales judaicos, y todo ello porque en verdad el EGO es su dios, porque pone al EGO en lugar de Dios.
O el gentil que reniega de todo lo santo para hundirse hasta el fondo en cualquier idolatría o doctrina que aparta de la senda del Eterno, y ni siquiera se tiene “la excusa” de pretender más de parte de Dios.
Ahí está el EGO, siempre el EGO.
Ya podemos resultar un poco aburridos con el asunto del EGO, sin embargo es tan fundamental comprenderlo y hacer lo posible para liberarnos que prefiero aburrir hasta que el mensaje dé frutos.

Conocer este origen de la malicia humana es uno de los ingredientes para ser libres y por tanto gozar de la plenitud de la bendición constante que recibimos de lo Alto.
Ahora, ¿qué hacer?
No hay respuesta simple.
Estamos dando varias a lo largo de nuestros encuentros, espero que estés leyendo, estudiando, recopilando y aplicando las enseñanzas al respecto.

Hay una duda muy interesante que merece ser atendida.
¿Solamente cumplir con los mandamientos (7 para la persona gentil, 613 para la nación judía) alcanza?
No, es evidente que es importante, es obligatorio, pero con ello no se alcanza romper el yugo del EGO.

Podemos notar que el salmista inspirado nos iluminó con la siguiente verdad: «El hacer tu voluntad, oh Elokim mío, me ha agradado; y Tu Torá está en medio de mi corazón.» (Tehilim / Salmos 40:9).
Es necesario hacer la Voluntad de Dios, aquella que nos corresponde.
Al hacer nuestra voluntad la Voluntad de Dios, estamos rompiendo el liderazgo del EGO sobre nuestra vida.
El centrar en nuestro corazón la Torá (instrucción, ley, la noájida para gentiles, la que corresponde a judíos para judíos), es un mecanismo excelente para desplazar de él al EGO.
Cuando está la Luz del Eterno en nuestro corazón, el EGO queda arrinconado, su poder imaginario queda desarmado.

Pero, no para combatir al EGO es que debemos cumplir los mandamientos y servir al Eterno al hacer Su Voluntad.
Tengamos esto bien en claro.
NO ES para ser libres del EGO, sino que esto es un beneficio secundario.
Cumplir mandamientos (lo que nos corresponden), hacer nuestra la Voluntad de Dios, es nuestro deber, nuestra misión original, y no un remedio para el primado del EGO sobre nuestra vida.
¿Se comprende?

Esta armonización de la persona con los mandamientos del Eterno, con Su Voluntad es esencial, pero no lo único.
Es imprescindible conocer lo que vivifica a cada uno de nuestras dimensiones, para que nuestro organismo integral esté nutrido y en balance.
Nuestro ser multidimensional armonizado está libre del EGO.
Acallar las voces del populacho por medio de proferir palabras de santidad.
Limpiar las emociones caóticas del populacho por medio del aprendizaje de respuestas emocionales saludables.
El adquirir el lugar social noble para no depender de falsas presunciones.
En fin, son varios los frentes de batalla para derrocar el reinado del EGO, su efervescente populacho que nos domina.

Me gustaría que me ayudaras a ayudar a más personas.
Puedes colaborar con anécdotas personales, reflexiones, con dinero para sostener la actividad de FULVIDA, con difundir nuestra existencia y mensaje de Shalom.
Es una gran forma de combatir al EGO y hacer brillar la Luz del Eterno.

Decálogo

El Decálogo, lo que común y erróneamente se denomina como “Diez Mandamientos” fue entregado y ordenado por Dios para los judíos.
Son muchísimas las enseñanzas que obtenemos y derivamos de estas diez frases, que corresponden en realidad a catorce mandamientos divinos para los judíos.
Algunas de las ideas y especialmente reglas son específicas para las personas judías, pero muchas de ellas tienen un valor universal, que es compartible y aplicable por cualquier persona que desee andar por la Senda del Eterno, a la Luz de su Palabra.
No es mi intención extenderme demasiado, sino tan solo concretarme a la introducción  de una fascinante enseñanza que se desprende de analizar los enunciados en un contexto “topográfico”.
Permíteme que te lo muestre.

Máximo EGO
El individuo está aislado, centrado en sí mismo, víctima de su impotencia y los delirios de poder. Es esclavo de su EGO.

Tableta B
Relación entre el hombre y el hombre

Idea central
Desarrollo de la personalidad

Tableta A
Relación entre el hombre y Dios

No asesinar

Aceptación de la existencia de Otro

Saber que Dios existe

No al adulterio

Aceptación de la relación con Otro

No adorar dioses ajenos

No secuestrar

Aceptación de la otredad del Otro

No usar el nombre de Dios en vano

No testimoniar en falso

Aceptación del poder del Otro

Recordar el Shabbat

No codiciar lo del prójimo

Coexistencia armoniosa con Otro

Honrar a los padres

Máxima CONEXIÓN
La persona está integrada como sujeto, como miembro de la sociedad, en su relación con Dios.
Es altruista, solidario, responsable, comprometido, bueno, justo y leal.

Ahora, un breve desarrollo para aumentar la comprensión.
Nacemos siendo impotentes, es condición básica de todo ser humano.
Contamos con una herramientas rudimentaria para sobrevivir, el EGO.
Sus métodos bruscos para llamar la atención suelen ser efectivos para que alguien se encargue del bebe, lo alimente, lo cambie, lo consuele, lo divierta, lo duerma, etc.
Si el llamado de atención no funciona, o el adulto no está disponible o dispuesto, el EGO “desconecta” al niño de la realidad dolorosa, lo lleva a un mundo de fantasías, el sueño.
Por supuesto que en esa etapa de vida el EGO es un gran amigo y así se va presentando a la naciente conciencia del ser.
El EGO se pone en lugar de un “salvador”, cosa que es cierta, de cierta forma.
El problema se avecina cuando el EGO se mantiene en el control del niño, siendo que éste va adquiriendo otros instrumentos y formas de conectarse con los demás y con la realidad, además de operar sobre ella.
El EGO en funcionamiento, cuando ya no es necesario, lleva a la persona a aislarse, a manipular a los demás, a situaciones de conflicto interno y externo, a multitud de desequilibrios, a una vida caótica y de desconexión con la realidad más o menos intensa.
Es necesario que el niño sea educado correctamente para que el EGO se vaya reduciendo, para que quede en su rol de herramienta útil en situaciones de extrema necesidad, cuando la impotencia gana nuevamente a la persona y no tiene prácticamente ninguna otra opción que recurrir a él.
Nuestro Creador, que es también es nuestro Maestro, nos brinda instrumentos de liberación del EGO, nos instala en nuestro lugar, nos fortalece en nuestra identidad, pero no de forma mágica o milagrosa, sino a través de un mapa de conductas que debemos conocer y aplicar, para que de esa forma podamos crecer integralmente, derrocar al EGO situado como dios al cual servimos en esclavitud.
El mapa de conductas se denomina “Torá”, que en hebreo quiere decir “instrucción”, “guía”, “ley”.
La Torá noájica es oral, se compone de siete mandamientos fundamentales, así como el relato de la entrega de los mismos por parte de Dios al patriarca Noaj.
La Torá judía es tanto oral como escrita, uno de cuyos componentes es el Decálogo, que estamos comentando en esta oportunidad. Los catorce mandamientos que componen el Decálogo están incluidos dentro del conjunto de 613 mandamientos que Dios ha dado para la nación judía, para ellos y no para el resto de las naciones. Así como la Torá que Él ha dado a los judíos es para ellos, y no para los gentiles.
Sin embargo, ambos tienen el mismo peso, similar valor, idénticas intenciones: conducir a la persona y a la sociedad hacia un mundo de Shalom, de plenitud, armonía, gozo consciente de la Presencia de Dios y Su bendición constante.
Si los gentiles conocen y viven sus siete mandamientos, así como el pueblo judío se hace cargo de sus 613 mandamientos, se estará en un mundo que no se encuentre bajo el dominio del EGO, y por consiguiente plagado de personas impotentes y caóticas, sino en un mundo solidario, espléndido, gozoso.
(Sin embargo, el cumplimiento por sí solo no basta para llevar una vida íntegra. Será necesario retomar este tema en otra oportunidad, o buscar lo que ya tenemos publicado al respecto).

El Decálogo, como hemos dicho al comienzo, es para el pueblo judío, pero algunas de sus enseñanzas son aplicables y saludables para el gentil también.
Esto que te enseño ahora es para compartir por ambos.

Estábamos en el relato del comienzo de la vida del individuo, que queda bajo el mando del EGO.
Un estado de caos, de desconexión, de soledad, de dolor, de falsedad, de fantasías, de delirios, de locura, de malicia, de robo, un mundo enfermo por dentro y por fuera.
El primer paso hacia el derrocamiento del EGO lo vemos en la tabla que presentamos más arriba: aceptar la existencia del Otro, sea Dios o el prójimo.
Si el Otro no es más que “algo” para satisfacernos, para ser manipulado, para estar a nuestro servicio, para llenar nuestras apetencias, no le estamos reconociendo una real existencia, sino una funcionalidad, que bien puede ser “usa y bota”. ¿No te ha pasado que alguna persona te haya hecho sentir así? ¿Qué eras “apreciado” mientras le servías de algo, pero luego fuiste borrado del mapa? ¿O quizás eres tú el que así ha hecho con alguien?
El Otro “no existe”, porque no le das lugar en tu corazón.
El bebe no está capacitado pues su sistema nervioso no se ha desarrollado, por tanto es normal que no sea consciente de la existencia de otros… pero tú, ¿qué excusas puedes dar?
Viene Dios y te enseña: “Yo existo, no preciso mandarte que lo creas, ni que tengas “fe”, sino solamente basta con decírtelo. Viste Mis obras, Yo soy quien te sacó de Egipto. Sin embargo, no me interesa que hagamos doctorados en teología, para Mí es más importante que sepas que el prójimo también existe. A Mí no me cambia en nada si tú Me sirves o no, pero a tu prójimo sí le puede afectar del modo en que te comportas con Él. no lo niegues. No lo asesines, ni siquiera simbólicamente. Admite que Yo existo, admite que el prójimo existe. No somos tus sirvientes, no somos tus títeres, Yo soy tu Dios, y él es tú prójimo.”

Cuando se avanza al siguiente escalón se descubre que admitir la existencia del Otro no basta, se debe admitir que existen las relaciones y que no siempre éstas tienen algo que ver conmigo.
El Otro tiene su vida independiente, aunque me cueste admitirlo. El otro tiene sus relaciones y no siempre soy bienvenido en ellas.
Ahora que sé que existe una mamá y un papá, debo aceptar que ellos mantienen una relación que me tiene por fuera y no debo entrar a ella.
Y eso irá pasando en lo sucesivo, con otras personas, con otras relaciones que establezca.
Esto que me limita, también me libera.
Yo también tengo mis relaciones, mis cuestiones privadas en donde yo establezco quien entra y quien no.
Dios también tiene ese “derecho”, el derecho a que no le seamos infieles, que no nos prostituyamos con falsos dioses, ni siquiera movidos por buenas excusas.
Tenemos una relación particular con Él y cuando metemos en medio a dioses, ángeles, mediadores, “salvadores”, ídolos, Jesúses, vírgenes, santos rabinos difuntos, seudo profetas, gurús, etc., estamos haciendo algo incorrecto. Estamos quebrando la fidelidad de la relación que tenemos con Él.
Así como existe el Otro y debemos tomar conciencia y aceptarlo, igualmente con las relaciones que el Otro mantiene, sea que estemos incluidos en ellas o no.

Está el Otro, las relaciones del Otro, estamos nosotros y nuestras relaciones. Está la conciencia de todo esto.
El siguiente paso en la escala del crecimiento es aceptar que el Otro es otro, que tiene derecho a su identidad, a sus decisiones, a ser él mismo, nos guste o no.
No está para darnos placer, no está para que lo manipulemos, tampoco para que nosotros seamos manipulados o nos arrastremos para satisfacerlos.
Él tiene su vida, me guste o no. Sea mi hijo o mi hija, mi alumno o mi empleado, él debe hacer su vida y yo debo respetarlo.
Por supuesto que el sirviente del EGO pretenderá tener bajo su control a todos y todo, no admite que le contradigan, no acepta que le marquen sus errores, no quiere voces disonantes. Él es el amo, aunque en realidad sea un pobrecito esclavo de su EGO.
Sin embargo, la persona que anda a la Luz del Eterno, que está en la escalera de la plenitud no buscará dominar a otros, no negará a los demás sus derechos, no impondrá su voluntad de forma injusta, reconocerá qué puede controlar y que no y no se angustiará por saberse impotente en ciertos aspectos, sino que más bien eso le dará libertad y serenidad.

El siguiente escalón ya incluye admitir que el otro no solamente existe, mantiene sus relaciones que no nos incluyen y otras que sí, es independiente de nuestra voluntad, sino además que el Otro es poderoso sin necesitarnos.
Debe ser duro despertar un día y darse cuenta de que ese mundo que habíamos imaginado en el cual somos el centro, del cual todo depende, que se caería si faltáramos, en realidad sigue tan firme y funcional cuando faltamos.
Más de uno habrá fantaseado con que el mundo nació el día que uno nació, que el mundo es mejor por estar uno aquí, etc., pero en los hechos el mundo gira estemos en él o no.
Somos importantes, sin dudas, pero una partícula de polvo cósmicos en un universo que aparece como infinito.
Somos valiosos, pero mejor es sí nos bajamos del pedestal y admitimos que el otro puede vivir perfectamente sin nuestra presencia.
Ni el divorcio, ni la muerte, ni el alejamiento son el fin para el otro, al menos no debiera serlo.
Dios sigue siendo Dios, con nuestros rezos o sin ellos.
El otro seguirá para adelante, contigo o sin ti.
Es duro, ¿no?
Algunos se niegan a reconocerlo, pobres prisioneros de sus EGOS y se andan imaginando que el mundo se caerá el día que ellos desaparezcan, que Dios tiembla de solo pensar que él no cree en Él… conocemos a varios sujetos así, cabalisteros, magos de las palabras que corrompen lo espiritual, gurús, falsos rabinos, entre otros. Incluso gente de renombre, que se desviven por tener a quien manipular, por ser el centro en la vida de alguien, por recibir el dinero como diezmos, etc.
Eso no es lo que Dios quiere del hombre.

Hasta el cuarto grado hemos llegado a reconocer al otro en su completitud, falta el quinto escalón, en el cual podamos llevar una vida de conexión con el prójimo y con Dios.
Entendemos que el otro es otro en TODOS los aspectos, aunque cueste, aunque duela.
Podemos apreciar lo que posee, en todos los aspectos, pero haremos el esfuerzo para no corrompernos anhelando lo que no es nuestro.
Podremos buscar nuestra propia forma de ser felices, nuestro camino para la plenitud, nuestro sentido de vida.
Claro que podremos hacerlo, cuando no estemos encerrados en las celditas mentales de nuestro EGO.
Al salir de esas paredes maltrechas podemos respetar al prójimo, amarlo, serle fiel, estar conectados.

Pero, mientras no avancemos estos cinco grados, seremos aún esclavos, de una u otra manera. Esclavos en fin.
Está en ti seguir tu camino, ese que Dios te ha marcado, o seguir el camino del EGO.

Enseñando valores y algo más…

Los cuentos no son sólo para niños, pero como niños podemos aprender mucho, entonces aprovechemos para hacerlo a través de este cuento que quise compartirles:

Los experimentos de la señorita Elisa

La señorita Elisa aquel fin de semana les propuso uno de sus famosos trabajos sobre experimentos. A sus alumnos les encantaba aquella forma de enseñar, en la que ellos mismos tenían que pensar experimentos que ayudaran a comprender las cosas. Muchos tenían que ver con las ciencias o la química, pero otros, los que más famosa la habían hecho, tenían que ver con las personas y sus comportamientos.

Y aquella vez el tema era realmente difícil: la libertad. ¿Cómo puede hacerse un experimento sobre la libertad? ¿Qué se podría enseñar sobre la libertad a través de experimentos?

Estas y otras preguntas parecidas se hacían los alumnos camino de sus casas. Pero ya se habían lucido con otros experimentos difíciles, y aquella vez no fue una excepción. El lunes llegaron con sus experimentos listos, y fueron mostrándolos uno a uno. Fueron muy interesantes, pero para no hacer muy larga la historia, la señorita Elisa me ha pedido que sólo cuente los experimentos de Amaya, Carlos y Andrea, que le gustaron mucho.

Amaya llevó 5 cajas de colores y le dio a elegir a la profesora. La maestra, agradecida, escogió la caja rosa con una sonrisa. Luego Amaya sacó 5 cajas amarillas, se acercó a Carlos y le dio a elegir. Carlos contrariado, tomó una cualquiera. La señorita Elisa, divertida, preguntó a Amaya cómo se llamaba el experimento.

– Lo he titulado «Opciones». Para que exista libertad hay que elegir entre distintas opciones. Por eso Carlos se ha enfadado un poco, porque al ser las cajas iguales realmente no le he dejado elegir. Sin embargo la señorita Elisa estaba muy contenta porque pudo elegir la caja que más le gustó.

Carlos había preparado otro tipo de ejercicio más movido: hizo subir a la pizarra a la maestra, a Lucas, un chico listo pero vaguete, y a Pablo, uno de los peores de la clase.

Entonces, dividió la clase en tres grupos y dijo dirigiéndose al primer grupo:

– Voy a haceros una pregunta dificilísima; podéis elegir a cualquiera de los tres de la pizarra para que os ayude a contestarla. Quien acierte se llevará una gran bolsa de golosinas.
Todos eligieron a la maestra. Entonces Carlos dijo a los del segundo grupo:

– La misma pregunta va a ser para vosotros, pero tenéis que saber que a Pablo, antes de empezar, le he dado un papel con la pregunta y la respuesta.
Entre las quejas de los del primer grupo, los del segundo eligieron sonrientes a Pablo.

Luego Carlos siguió con los últimos:
– Os toca a vosotros. Lo que les he contado a los del segundo grupo era mentira. El papel se lo había dado a Lucas.
Y entre abucheos de unos y risas de otros, Pablo mostró las manos vacías y Lucas enseñó el papel con la pregunta y la respuesta. Po supuesto, fue el único que acertó la difícil pregunta que ni la maestra ni Pablo supieron responder. Mientras los ganadores repartían las golosinas entre todos, Carlos explicó:
– Este experimento se llama «Sin verdad no hay libertad». Demuestra que sólo podemos elegir libremente si conocemos toda la verdad y tenemos toda la información. Los grupos 1 y 2 parecía que eran libres para elegir a quien quisieran, pero al no saber la verdad, realmente no eran libres, aun sin saberlo, cuando eligieron. Si lo hubieran sabido su elección habría sido otra

El experimento de Andrea fue muy diferente. Apareció en la clase con Lalo, su hámster, y unos trozos de queso y pan, y preparó distintas pruebas.
En la primera puso un trozo de queso, cubierto con un vaso de cristal, y al lado un pedazo de pan al aire libre. Cuando soltó a Lalo, este fue directo al queso, golpeándose contra el vaso. Trató de llegar al queso durante un buen rato, pero al no conseguirlo, terminó comiendo el pan. Andrea siguió haciendo pruebas parecidas durante un rato, un pelín crueles, pero muy divertidas, en las  que el pobre Lalo no podía alcanzar el queso y terminaba comiendo su pan. Finalmente, colocó un trozo de queso y otro pan, ambos sueltos, y Lalo, aburrido, ignoró el queso y fue directamente a comer el pan. El experimento gustó mucho a todos, y mientras la señorita Elisa premiaba a Lalo con el queso que tanto se había merecido, Andrea explicó:
– El experimento se llama «Límites». Demuestra que, lo sepamos o no, nuestra libertad siempre tiene límites, y que no sólo pueden estar fuera, sino dentro de nosotros, como con mi querido Lalo, que pensaba que no sería capaz de coger el queso aunque estuviera suelto.

Muchos más experimentos interesantes se vieron ese día, y puede que alguna vez los contemos, pero lo que está claro es que los niños de la clase de la señorita Elisa terminaron sabiendo de la libertad más que muchos mayores.
Autor.. Pedro Pablo Sacristán

 

Ahora pensemos como niños; para enseñar que: 

 “cuando el  EGO está al mando de nuestra vida, nos priva de la verdadera libertad”

 

Un abrazo, y que sepamos construir shalom.

Tú que dices que eres judío…

El otro día vi unas fotos de un “amigo” en Facebook, en el cual unos gentiles (disfrazados de lo que ellos creen es un judío) celebraban una boda “judía”, con su “rabino” incluido.
Gente muy simpática de nuestra bella América, que conocieron la existencia del noajismo, que les fueron señalados los groseros errores del falso judaísmo mesiánico, que se les advirtió de no vivir una vida de payasos espirituales, pero que sin embargo siguen escogiendo ser quienes no son.

Esto puede generar en los que anhelamos la paz (y por tanto amamos la verdad) diferentes emociones: enojo, desprecio, despecho, vergüenza ajena, horror, entre otras posibilidades, pero esta vez me dio solamente mucha pena.

Gente que anda por la vida en completa oscuridad, encerrados en sus celditas mentales, que se creen mejores por aparentar ser judíos.
Pobres almas que se desesperan por adquirir a precios de oro objetos que ellos creen les darán pátina judaica, que les pagan horrores a supuestos rabinos y malos “doctores” en letras para que les confirmen su “judaísmo”, que se meten en cualquier foro judío para decir “chalom iom tov chaver”, que se cambian los nombres, que festejan cuestiones que no comprenden ni les pertenecen, que sinceramente hacen de payasos por la vida pero con toda unción y ceremonioso ritual.
Claro está, no faltan los que se aprovechan de ellos para obtener dinero, prestigio, dominio, poder, importancia. Aparecen como hongos entre el estiércol húmero aquellos que son falsos rabinos, rabis reformistas o similares, pastores que se hacen pasar por rabinos, rabinos titulados pero que son piratas de la fe, líderes de sectas, cabalisteros varios, entre otra multitud de desprolijos y amanerados sedientos de ser complacidos por estas pobres almas infelices.

Es  bien cierto el dicho popular: “No hay más sordo que aquel que no quiere oír”, y esta gente, las pobres almas que se aferran a sus delirios personales (y compartidos) de ser judíos, son gente que está sordo porque no quieren oír, porque desde pequeños les han inculcado el desprecio a ellos mismos, porque detestan sus vidas pero no se atreven a enfrentar los cambios que en verdad deben hacer, porque prefieren la mentira golosa a la verdad insípida.

Pobre gente, veo sus tristes caras sonriendo debajo de “kipás”, sus espaldas cargadas de mentiras tapadas por “talis”, veo sus falsos nombres, sus falsas identidades, sus falsas imposturas y solamente veo un dolor inmenso, la impotencia en su máxima expresión.

No dudo de que en su mayoría son buena gente, de que son tan desgraciados en su esclavitud que no tienen otro modo de sobrevivir, tal como un pobre esquizofrénico se refugia en su locura, estos otros enfermos espirituales/emocionales se escudan detrás de sus vidas inventadas.
No puedo enojarme con ellos, aunque lo que hacen es malo, malísimo para ellos y para los verdaderos judíos.
No puedo más que entristecerme por ver la degradación de la persona cuando no está en armonía, cuando se llena de supersticiones en vez de vida.

A los malvados que se aprovechan de ellos, a esos “judíos profesionales” que les venden historietas y falsas conversiones, habría que deportarlos a un país de eternas sombras; a los pastores negociantes que un día son rabinos y al otro gurús, habría que encerrarlos en donde no hicieran más daños; pero no será así… los malvados seguirán haciendo su negocio en tanto los que pueden hacer algo callan, miran para otro lado o peor aún… los festejan y les reconocen alguna entidad.

Para finalizar, unas palabras muy simples, bíblicas:

(Tomado de aquí)

El texto en hebreo es esencial para dejar claro por completo el sentido legal de lo expresado.
Dice que cada uno debía traer la documentación legal de su linaje y testimonios de su nacimiento de determinada mujer, para de esa manera estar vinculados a su correspondiente tribu.
No había cuestiones de sentimentalismos, me parece, siento, creo, el espíritu me dice, un rabino Cukier-algo me dijo, el haham Hernández profetiza, el gobierno de tal me asegura, la sangre de aquel me injerta al tronco, etc… nada de delirios, nada de negociados, únicamente documentos y testimonios que sean válidos y presentados ante las autoridades espirituales correspondientes.
El resto: circo.

Para ser judío es necesario haber nacido de madre judía, verdaderamente judía;
o,
convertirse ante un tribunal de personas judías que sean estudiosas de Torá y respetuosas de los mandamientos.
Eso es para SER judío.
Es decir, no vale de nada el apellido, ni si alguna vez en la casa alguien dijo que el tío aquel dijo que en una época éramos judíos, ni tener antiguos ascendientes de España en la época de la inquisición, ni tener un apellido con Z, ni sentirse judío, ni gustar mucho de las cosas judías, ni tener sueños “proféticos” en los cuales se confirma que uno es judío, ni haber leído cosas judías, ni saber hebreo, ni tener amigos judíos, ni haberse no-convertido con un falso rabino, ni por medio de “corrientes” judías que no son respetuosas de los mandamientos ni guardianes de la Torá, ni haber visitado el estado de Israel, ni creerse miembro de las tribus perdidas, ni que el pastor te diga que eres “efraimita”, ni creer en Jesús y por tanto eres judío espiritual, ni… tantas otras mentiras delirantes que algunos inventan o se inventan.
Judío ES quien ha nacido de madre judía, o quien se ha convertido leal y legalmente al judaísmo,
Y, para ser admitido dentro de la familia judía, es necesario que lo pueda demostrar en caso de serle solicitado.
Que tenga documentación que avale su linaje judío, documentación que para quien es judío es posible conseguir.
O la documentación que demuestre que uno se ha convertido leal y legalmente al judaísmo, judaísmo verdadero y no a “corrientes” o falsos judaísmos.

Tal es el requerimiento bíblico para demostrar la pertenencia de uno a la nación de Israel.

Así pues, la verdad es simple, es clara, es pura, es pacífica.
Pueden seguir dando tumbos por la vida, disfrazarse de lo que se les dé la gana, pero al final de cuentas es a Dios a quien se le debe rendir cuentas…

Es una pena por ustedes, por sus familias, pero mucha mayor dolor es por el nefasto daño que le están haciendo a los judíos y al judaísmo…
Sus obras demuestran el gran rechazo que sienten hacia ustedes mismos, hacia quienes son en verdad; y dejan a la vista de los que comprenden cuanto es el enorme odio y repudio que sienten en lo profundo hacia los judíos y el judaísmo.

En definitiva, sus desgraciadas vidas no pasan sin consecuencias, que serán muy oscuras para ustedes en el mundo por venir, pues ¿cómo existir en un mundo de plena verdad con recuerdos de una vida pasada en completa mentira?
Lo terrible es que perjudiquen a víctimas inocentes, a los que están siendo usurpados por ustedes y que terminan siendo condenados por vuestras malas acciones.

Quien quiera oír, oirá.
Quien quiera seguir siendo sordo, seguirá siendo un payaso espiritual y un asesino de almas.

Mis cariños para todos.

La Voz

«Siete semanas y llega el gran momento, acontecimiento único en la historia de la humanidad: D-os se dispone a hablar, a revelar su Ley, a hacer oir su Voz. Rayos y truenos para quienes dormitan en sus camas. Mientras, el tiempo y el corazon de los hombres se abren para recibir la llamada de Aquel que confiere al yo, Su misterio.
Luego, silencio. Y desde el fondo del silencio, una Voz.
D-os está hablando. ¿De que? ¿De su obra secreta, de sus intenciones imperceptibles por siempre jamas?
No, habla de las relaciones entre los hombres, de los deberes de cada individuo para con los otros individuos.
En ese instante unico, D-os prefiere hablar de relaciones humanas y no de teologia…»

Elie Wiesel Premio Nobel 1986, en Celebración Biblica.

Ascender como la luz de la Menorá

Compartimos un comentario y un relato a partir de la sección Behaalotejá, que esta semana leen de manera oficiosa entre los hijos del pueblo judío.

Seleccionamos de la parashá

1. La importancia de mantener encendida la menorá en el Templo.

2. Los levitas reemplazan en el servicio del Templo a los primogénitos.

3. Alcanzar la paz para disfrutar de la bendición constante.

4. La maledicencia acarrea muchas maldiciones.

5. El Sanedrín –Senado judío- como central en la organización nacional en su carácter legislativo y judicial.

6. La humildad –conocer las propias limitaciones, los logros y potencialidades- es indispensable para vivir en armonía.

7. Moshé como el máximo profeta de todas las épocas y lugares.

 

Dice el sagrado texto del pueblo judío:

"…Cuando asciendas las lámparas…"

(Bemidbar / Números 8:2)

El fuego de la Menorá debía encenderse para que ascendiera hasta su máxima altura posible. Que su llama descubriera los límites de su plenitud y no que solamente ardiera hasta extinguirse.

Esto representa la meta personal de alcanzar la plenitud en cada plano de la vida.

¿Cómo se podría conseguir?

Preguntándose y respondiéndose:

1. ¿Quién soy, aquí y ahora?

2. ¿Cuál sentido de vida estoy construyendo con mi forma de ser?

3. ¿Estoy haciendo mi parte para alcanzar la plenitud?

4. ¿Cómo puedo ayudar al prójimo en lugar de concentrarme en mi egoísmo?

5. ¿Qué tengo que dejar de hacer y qué tengo que hacer?

 

Relato: El valor del billete de 50

Alfredo, con el rostro entristecido se reúne con su amiga Marisa a tomar un café. Angustiado le contó sus pesares: que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación…todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
– Alfredo, ¿quieres este billete?
Él, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
– Claro Marisa…son 50 dólares, ¿quién no los querría?
Entonces Marisa tomó el billete y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bolita. Luego se la mostró a su amigo y volvió a preguntarle:
– Y ahora, ¿lo quieres?
– Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
– ¿Lo sigues queriendo?
– Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor…
– Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo hayas sido. Lo que debes conocer es lo que vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Alfredo se quedó mirando a Marisa sin decir palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
– Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal, pero me debes un billete nuevo de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite.

 

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cuál es la moraleja de este relato?

2. ¿Cómo lo relacionas con el comentario que ofrecimos más arriba?

3. ¿Te parece que tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?

4. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

Pregunta desde Guadalajara México

Rigo nos pregunta:

Hola Ramon,me inetersan los cursos que mencionas ¿es posible recibirlos por este medio -email? pues radico en Guadalajara y no puedo viajar por razones economicas
o me sugieres otra alternativa?

Bienvenido Rigo y gracias por tu interesante pregunta.

Los cursos de Fulvida México tienen la finalidad de difundir la practica de los siete principios universales así como ayudar a las personas a romper celditas mentales/emocionales que no permiten a la persona alcanzar la plenitud de sus potencialidades y capacidades.

Esto es un trabajo personal que requiere de estudio el cual puede ser por diferentes medios incluidos e-mail pero más aún requiere de practica. Pues cada persona vive un proceso diferente en su ascenso hacia una nueva forma de vivir.

El trabajo en las sesiones requiere entre otras cosas de alimentar adecuadamente los cinco planos por lo que por ahora nos concentramos a que existan en el plano fisico escuelas de los siete. Esto porque una de las finalidades de la filial en México es tener el estudio por internet como segundo apoyo, siendo las reuniones físicas el medio principal de comunicación entre los estudiantes en México.

Así pues le hago la invitación de que nos visite en el momento que se le facilite de acuerdo a sus circunstancias y de esta forma posteriormente le podemos ayudar a aperturar una tienda noajica en su estado ya que esa es una de las finalidades de Fulvida México. Aperturar escuelas de noajismo más físicas que virtuales.

Mientras tanto puede leer los textos de fulvida, bajar los libros en pdf u optar por aperturar una filial en su estado.

Espero sea de ayuda mi sugerencia y recuerde que el noajismo también es acción en el plano físico por lo que lo invitamos a que haga el esfuerzo por visitarnos y ser parte de las escuelas que se estan aperturando en nuestro país.

Que sepamos construir Shalom

¿Noajismo o religión?

El Noajismo y la religión tienen una sola cosa en común, ambos se proclaman como el camino para encontrar a Dios, el Noajismo fue enunciado por Dios mismo y la religión fue creada por el hombre una diferencia fundamental.

Lo negativo de la religión es por demás abundante, aberraciones de lo más degradante se efectúan en el nombre del dios cristiano, toda la ausencia de vida, de luz, de bondad es motivada en las religiones, solo piensa en los sacerdotes pederastas que abusan de los alumnos, o de los pastores que se acuestan con las esposas de los miembros de la congregación, o de las estafas inhumanas con la promesa de soluciones milagrosas a gente hambrienta de cambiar su vida o vayamos aún más a fondo todos los asesinatos en nombre de jesus cuantos judíos muertos(mujeres, hombres y niños) por las cruzadas, la inquisición el holocausto.

La religión caracteriza toda la ausencia de vida en este mundo, caracteriza la muerte y la oscuridad.

Veamos algunas diferencias fundamentales entre el cristianismo y el Noajismo

Noajismo “No idolatría (no servir a otra cosa que no sea Dios)”

Cristianismo “Adorar a un hombre como si fuera un dios

Noajismo “No asesinar (fomentar la vida)”

Cristianismo “convertir a los que no son de su “fe”, asesinar en nombre de dios, asesinatos en masa llámense cruzadas, inquisiciones, guerras santas etc., hacer cualquier cosa aunque esta sea ruin y reprobable en nombre del dios cristiano (jesus).”

Noajismo “No robar”

Cristianismo “una característica peculiar del cristianismo es que toma(roba) las escrituras hebreas propiedad precisamente de esa nación para sostener su credo aun cuando esto es una enorme contradicción porque el cristianismo niega el pacto eterno entre Dios e Israel”

Noajismo “No relaciones sexuales ilícitas”

Cristianismo “la sexualidad esta normada a como bien entienda el individuo sin reglas claras y específicas sobre el tema, no es raro ver en esta sociedad que la infidelidad incluso es algo “cool” de moda”

Noajismo “No blasfemar u ofender al Creador y a sus escogidos”

Cristianismo “no existe respeto a Dios porque incluso Su misma voluntad es agredida e ignorada, al darle la espalda al pacto del arcoíris la alianza eterna entre Dios y las naciones”

Noajismo “No comer parte de animal con vida”

Cristianismo “la crueldad es parte del credo pues el dios de esa religión aparece crucificado y ensangrentado en una cruz”

Noajismo “Establecer cortes y leyes de justicia”

Cristianismo “El clero es la máxima autoridad y sus decisiones son irreprochables aun cuando vayan en contra de las leyes de justicia”

Los postulados éticos y morales que enuncio el Creador del mundo en los 7 mandamientos universales son de gran beneficio para la humanidad, fomentan la paz y la armonía entre todos los que vivimos en este mundo.

El cristianismo ha sido utilizado para “justificar” actos de lo más bajo y ruin, todo con el pretexto de que “con fe serás salvo” dejando de lado aspectos fundamentales como el respeto a la vida, el ejercicio de una sexualidad saludable, el respeto a la  propiedad ajena entre otras cosas más.

Como te puedes dar cuenta la diferencia entre el Noajismo y el cristianismo es estratosférica pero no nos podemos quedar solo con palabras basta con que eches un vistazo a la calle y veas el mundo lleno de cristianismo y también de corrupción.

El Noajismo con sus 7 mandamientos fundamentales es el camino hacia una era donde la paz y la armonía dejen de ser solo palabras bonitas que pronuncia la gente.

El Noajismo es el camino para encontrar la luz, la verdad y la vida.

imagen tomada de granadablogs.com

 

 

 

Ese… es mi Ego

El  aporte que los temas del Ego tienen para nuestras vidas es inmenso.  En cada nueva entrega hay tanto que aprender, que descubrir, que analizar, que aplicar…

Y ¿por qué estudiar al Ego?, acaso ¿no es suficiente con que ya seamos noájidas?, pues yo te diría que NO, NO ES SUFICIENTE, aun cuando conocemos nuestra esencia, nuestra identidad y también nuestra misión, y sabemos que hemos de construir shalom; también hemos de estudiar al Ego.

Ahora sé que:   “cuando entendí mi esencia y descubrí mi identidad real como noájida, empecé a ser libre de tanta mentira, y a buscar crecer en lo que me correspondía para vivir de ese modo, PERO AHORA me doy cuenta que no basta con ese simple conocimiento, que de por sí, ya es  grandioso.

Para crecer y vivir sanamente en nuestra identidad; también hace falta ir más allá, al ser, a la esencia, a la persona misma, y porque no al Ego”.

Y es que, en realidad:

NO somos esclavos solamente de las religiones, ó de las mentiras que otros ofrecen, sino que aquello que nos hace vulnerables, débiles, serviles, esclavos, se encuentra anclado en nuestros deseos más profundos, no es afuera sino adentro, no es una fuerza misteriosa, nada mítico, nada de superstición, es el EGO, nuestro Ego.

Que puede ser  llevado a niveles, que no conocemos, por “nuestra impotencia”; esa  condición humana inherente a nuestro ser , que nos recuerda lo limitados, lo pequeños, lo dependientes del Creador.

Es precisamente, esa impotencia; la “chispa” que enciende y alimenta el fuego del Ego, que luego consciente ó inconscientemente nos maneja.

Ahora que empiezo a comprender mi ego, y descubro actitudes inadvertidas, a las que poco prestaba atención, los ejemplos abundan, cada acción, cada respuesta automática, esta sutilmente dirigida por mi ego.  Citare sólo un ejemplo, de la enorme lista que acompañan mi entendimiento del mismo.

Hace tres meses mi hijo de 2 años le empezó una virosis, que de un día para otro se le convirtió en bronconeumonía, debía cuidar de  él,  acompañarlo en sus terapias, hacer nebulizaciones en casa, administrar medicamentos, inhaladores, limpiezas nasales, en fin una serie de tareas que se convertían en todo un reto donde debía hacerlo pese a la negativa y resistencia de mi hijo, el tiempo parecía tan corto, demasiado corto, para todas las tareas que debía realizar, en el día y también en la noche.  Sumado a eso presentaba una deposición tipo diarrea que lo acompaño todo este tiempo.

Claro, cabe anotar que también  tenía otro bebe que en ese momento tenía  2 meses, y obviamente necesitaba de mi cuidado.

Hubo días difíciles, momentos en que aparecía “el ego de mis pequeños:  como esa herramienta necesaria e indispensable  para recibir de mi: atención;  para manifestar su inconformidad, su dolor, su desánimo, su cansancio, su impotencia, aparecía entonces haciendo uso de  gritos, de  llanto, de pataletas y en mi bebe más pequeño la herramienta para escapar a mi inatención  luego del llanto no atendido, era el sueño.  Era impresionante, ver pero entender que todo esto era el resultado del Ego, necesario sin duda,  muy necesario para ellos. Era su salvador, su gran defensor.

Y allí, en el mismo escenario también pude verle, pude descubrirle y percatarme de su presencia, de “mi Ego”, aquel que no quería dejarse manejar por el ego de mis hijos, que quería mostrar cuán grande era, cuán potente, cuan fuerte,  pero para ser sinceros, mi Ego me hacía ver  más infantil que a mis pequeños.

Ante la manifestación del ego de mis hijos, mi ego usaba entre todo su arsenal,  la fuerza para obligar a recibir un medicamento, los gritos, el llanto, la súplica, las quejas, …

¡Uff! … Sin duda nos vemos tan, pero tan serviles.

Y reconocerle, tomar conciencia de ello, me daba un respiro, intentaba comprender mi impotencia y entenderla, pero evitar caer en las reacciones automáticas ofrecidas por mi ego.  No es fácil, caí… pero ya le conozco y cuando lo veo en acción y puedo tomar conciencia de ello, puedo dejar de seguir su juego.

Por esa misma razón es tan importante conocer y entender al ego, al propio y al ajeno.  Pues podríamos  ver al  Ego, como “esa sombra que acompaña nuestro ser, pero que ante la luz podemos descubrir , entender y caminar con ella, sin dejar que ella nos envuelva y nos arroje a la oscuridad más profunda para no verle, mientras nos maneja.

Sé que continúa el proceso de libertad, aquel  que arrancó con el conocimiento de mi identidad, y busco aprender a conocerme y vivir realmente aprendiendo a dominar esas reacciones automáticas ofrecidas por mi ego, que también “sé que me acompaña y estará allí siempre”.  No sólo con mis hijos, sino en mi hogar, con mis amigos, con familiares, en el trabajo, en el supermercado, en la calle, y aún en la soledad.

Y al entenderlo se hace más real la construcción de shalom “de adentro hacia afuera”, porque aprendo a conocerme y puedo ver con otros ojos las reacciones propias y las de los demás.

Sin duda este conocimiento del Ego, aporta muchísimos beneficios para  nuestra Salud y Crecimiento, para quitar las máscaras, para mostrarnos cuan humanos podemos ser, y bajo esa condición entender que nuestra impotencia, es una herramienta increíble para conocer la enorme potencia de Dios.  No dudes en compartir este conocimiento del Ego, pues ello se convierte en una herramienta que FULVIDA ofrece para construir shalom.

Un Abrazo, y que sepamos construir shalom.