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EL NOÁJIDA ADVERTIDO parte II

Cómo debe actuar un Noájida advertido:

¿Cuál debe ser nuestra postura en este tiempo y en esta generación dominada por los vicios y la vanidad? ¿Cómo debe actuar un Noájida advertido? Es en este punto donde cobran vigor y relevancia las tres cualidades que se le exige al Noájida de hoy: sobriedad, fuerza de voluntad y paciencia.

Sobriedadpara medir con justa precisión nuestras actividades diarias, lo cual implica, organizar y distribuir productivamente las 24 horas del día, es decir: una parte para el desarrollo espiritual, que incluye la práctica de la bondad; otra parte para el esfuerzo laboral, siempre apuntando a la productividad; y una última parte para el descanso y el relax. “Quien no mide y organiza los días que le son dados por el cielo no podrá penetrar en los Misterios del Eterno, ni escalar los Niveles más elevados del Mundo de la Luz”. “La Luz atrae a la Luz y el caos genera más caos”.

Aunado a esto, debemos ejercitar la fuerza de nuestra conciencia, para evitar lo ruin, lo pasajero e impropio, tanto del pensamiento como de la palabra y la acción, pues “un hombre terminará siendo y actuando conforme son los pensamientos que deja anidar en su mente y según acostumbra a hablar”.

No menos importante es el empleo de la paciencia, que señala el camino a la refinación del carácter, a la elevación intelectual y moral de los Noájidas, hasta volverlos almas educadas y generadoras de bienestar social e integral.

¿Descárgalo aquí?

No sólo en lo que a descargas de archivos se refiere, sino que también en múltiples ámbitos, nuestra cultura ha ido desarrollando un culto a lo inmediato. La gratificación instantánea ha pasado a ser uno de los principales argumentos de influencia en la venta de productos.

Tómate esto, haz aquello, compra el producto, descárgalo de Internet, invierte en este negocio, que en muy corto tiempo… obtendrás lo que quieres.

Es, en cierto sentido, un mundo artificial. Y desde la experiencia de lo instantáneo pasamos a esperar lo mismo de todo lo que hacemos.

Queremos finanzas «haz click» (pulsa un botón y listo, disfruta de tus ganancias); relaciones instantáneas; cuerpos espectaculares de «cajita»; éxito en segundos.

A veces perdemos perspectiva y se nos olvida que los sistemas naturales funcionan en ciclos y según leyes inmutables. Primavera, verano, otoño e invierno. Siembra y cosecha.

Es posible acelerar las cosas. Podemos lograr más rápido lo que a otros les ha tomado años. Pero de lo que no escapamos es de lo siguiente:

Todo lo que realmente tiene valor y trascendencia en la vida requiere de nuestra disposición a pagar el precio para vivirlo.

Todo requiere un precio. No hablo de sufrimiento, ni sacrificios – estos son opcionales. Me refiero a la base de una de las leyes fundamentales de la vida: lo que obtenemos depende (en gran medida) de lo que damos; si queremos obtener más, tenemos que estar dispuestos a dar más.

Si quremos lo mejor de la vida, tenemos que estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros.

Es el precio, en ocasiones, de la paciencia. De la perseverancia. Del enfoque apasionado y eficazmente productivo. De no soltar cuando se tiene la tentación de abandonar. De confiar en el proceso. De apostarle a la cosecha que vendrá como resultado de la siembra.

Quizá no ahora. Quizá no en segundos. Porque aunque estemos en la era del «haz click», conseguir archivos sin virus que dañen el computador requiere su tiempo.

¿Estamos dispuestos a vivir el proceso del logro de lo que queremos, aunque tome su tiempo?

Disfrutemos de lo inmediato pero no dejemos de construir lo que, aún lejano, trascenderá en nuestra vida.

Comer sangre, mujer de tu prójimo, contexto histórico

Hace unos dias que queria hacer las siguientes preguntas y tambien compartir con ustedes estas ideas que me suguieron luego de leer la Torah.

En una Torah que poseo cuyo autor es Jacob Benzaquen Sananes ( Caracas 1991 ) que contiene comentarios de Rashi,Ramban y otros sabios dice tectualmente en Genesis IX-7 los siguiente.

4- Solo carne con su alma, que es su sangre no comerás.

Esto lo dice dirigiéndose a Noé como pacto eterno. Siempre según la traducción al español desde el hebreo en la misma hoja.Según entiendo todas las Torah judías son idénticas. ¿Opuden existir divergencias? 

Pregunto. ¿No esta prohibiendo a Noé comer sangre? ¿Esto no se tendría que extender a los Noajidas?

Hace poco alguien pregunto al moré porque no existía el mandamiento de no desear a la mujer de tu prójimo entre los siete preceptos. El maestro respondió sabiamente que no hacia falta ya que era una extensión de no robar, al leer esto me cerro pero no del todo, además pensé que a algunas amigas feministas que conozco  no le gustaría para nada. Luego leyendo la Torah me imagine una época en que las mujeres eran tratadas como objetos de posesión por los hombres, además una mujer bonita como para ser deseada por otros seguramente seria la joya mas preciada para su hombre, en una época como esta es fácil entender que no robar incluya a no desear a la mujer de tu prójimo, seguramente en épocas de Moisés la mujer ya era menos vista como un objeto de propiedad de sus hombres. Ahora pregunto ¿Esta bien este tipo de interpretación de los mandamientos según el contexto cultural  del tiempo en que fue dado ? Lo pregunto porque interpretarlo de esta manera me llevo a la siguiente duda.  Si esta prohibido comer sangre para los judíos y en aquella época no existían  las transfusiones de sangre no debería extenderse esta prohibición a las transfusiones actualmente? Como se me metió esta duda comencé a leer sobre ADN y esto me llevo a los peligros de la comida transgenica (Investigue si al comer podía existir algún tipo de intercambio genético. Yo sabia que con las transfusiones y transplantes de órganos si existía intercambio genético mínimo  y localizado según estudios médicos) Fue grande mi sorpresa cuando leyendo me entere que no es al código genético humano el peligro para los hombres o la humanidad de cualquier manera siempre lo estamos intercambiando al concebir hijos, el verdadero peligro es el código genético no humano y especialmente el modificado por el hombre que podría llegar de alguna manera a introducirse en nosotros. Entonces los Rabi están en lo cierto una ves mas en su interpretación de la Torah al no prohibir las transfusiones y transplantes de órganos. La pregunta es ¿Debemos interpretar los mandamientos en el contexto histórico en que fueron dados o debemos interpretar literalmente como si fuera dados hoy para nosotros?  Saludos.

El consejo diario 208

El tiempo del arca de Noé pasó,
ahora es el tiempo del mundo.
Puede que sean pocos los que sean salvados al final,
pero mientras tanto no podemos repetir el error de Noé
que se conformó con estar a salvo él y los suyos,
mientras el mundo reventaba.
La indiferencia al cumplimiento de la propia tarea asignada por lo Alto
es severamente juzgada por el Juez.

Resp. 394 – Torá y gentiles

Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas pero quiero tener su segura palabra en este tema. Gracias.

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Efectos del cannabis sobre la salud mental 2

Segunda parte del articulo… se los recomiendo. Y ya saben cualquier duda, comentario, sugerencia, queja, etc pueden hacerlo sin ningun problema. Saludos!!

 

Síndrome amotivacional

· Se define como un estado de pasividad e indiferencia, caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales[1]. El consumo del cannabis durante años esos signos persistirán una vez interrumpido dicho consumo.

· El paciente se vuelve apático, sin energía, sin interés, suele ganar peso y parece extremadamente perezoso. Desgana para hacer cualquier actividad prolongada que requiera atención o tenacidad.

· Dificultades para el estudio y aprendizaje[2], afecta sus reflejos, actividad motora y capacidad de coordinación.

La existencia de este síndrome no ha sido discutida, pero si su naturaleza crónica[3], y la DSM IV no lo recoge como entidad nosológica independiente, pero si refleja que en consumidores crónicos puede aparecer un síndrome distimico que cursaría con letargia, anhedonia[4], y alteraciones de humor.

 

Trastornos inducidos por el cannabis

Intoxicación aguda. En este cuadro encontramos síntomas físicos como boca reseca, taquicardia, aumento de la presión arterial inyección conjuntival, aumento del apetito, sequedad de la boca, cierta torpeza en la coordinación del movimiento y el equilibrio, y reacciones o reflejos lentos2. Síntomas psíquicos más frecuentes son cambios conductuales con euforia y ansiedad, síntomas de suspicacia e ideación paranoide, sensación de lentitud en la percepción del tiempo y retraimiento. Aumento en la sensibilidad a los estímulos externos, los colores se perciben más brillantes y los sonidos más intensos, psicosis breve. A dosis más altas pueden darse episodios de despersonalización o desrealización[5].

Estados psicóticos persistentes (psicosis cannabica). Hoy en día continua vigente la controversia[6], sobre si el consumo prolongado de dosis elevadas de THC (tasa en sangre mayor de 15 mg) origina psicosis típicas o se trata del primer episodio de una psicosis funcional (esquizofrénica o afectiva) coincidente con la intoxicación cannibica.[7] [8]

En el estudio de Dunedin se encontró que los individuos que consumían cannabis a las edades de 15 y 18 años tuvieron tasas elevadas de síntomas psicóticos a los 26 años en comparación con los no consumidores. El efecto fue más fuerte con el consumo más temprano.[9]

Un riesgo dos veces mayor de desarrollar en el futuro esquizofrenia grave, después de ajustar por 13 posibles factores de confusión. Se estima que alrededor del 8% de esquizofrenias podrían prevenirse mediante la eliminación del consumo de cannabis.

 

Efectos del cannabis en pacientes con predisposición esquizofrénica

La OMS admite que el consumo persistente de THC en relación con la esquizofrenia[10], precipita su inicio, sobre todo en quienes empezaron a exponerse a cannabis antes de los 18 años. El consumo de cannabis es más elevado en la población esquizofrénica que en la población en general.

El cannabis aumenta el riesgo de sufrir síntomas psicóticos[11] en especial las alucinaciones e incrementa los trastornos de conducta y la agresividad, y dificulta el tratamiento, con un mayor grado de incumplimiento terapéutico (respecto al tratamiento de la enfermedad y al de la dependencia) y un aumento en el numero de la hospitalización.


[1] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edición, Barcelona, 1991: 91-101

[2] Hall W, Solowij N, Lemon J. The health and psychological effects of cannabis use. National drug strategy Monograph series no. 25. Australian Government publication service, Canberra, Australia. 1994.

[3] Sole J. Tratamiento del paciente cannabico. Adicciones 2000; 12 (supl 2): 301-314.

[4] Bovasso GB. Cannabis abuse as a risk factor for depressive symptoms. Am j psychiatry 2001; 158:2033-2037.

[5] Mathew RJ, Wilson WH, Humphreys D, Lowe JV, Weithe KE. Depersonalization after marijuana smoking. Boil psychiatry 1993; 33:431-41

[6] Negrete JC. Effect of cannabis use on health acta psiquiatr psicol am lat 1983; 229:267-76.

[7] Court JM. Cannabis and brain function. J paediatr child health 1998; 34:1-5

[8] Campbell J. cannabis: the evidence. Nurs stand 1999; 13:45-7.

[9] Arseneault L, Cannon M, Poulton R, Murray R, Caspi A, Moffitt TE. Cannabis use in adolescence and risk for adult psychosis: longitudinal prospective study. Bmj 2002; 325:1212-3

[10] Division of mental health and prevention of substance abuse. World health organization. Cannabis: a health perspective and research agenda. WHO/MSA/PSA/97.4, English only distr: general, Geneva, 1997

[11] Schuckit MA, segal DS. Opiod drug abuse and dependence. En: braunwald E, Fauci AS, Kasper DL, Hauser S, Longo D, Jameson J (eds.) Harrison’s Principles of internal medicine textbook. 15th edition. New York: McGraw-Hill, 2001.


Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.

Efectos del cannabis sobre la salud mental

Bueno, este artículo lo tenía mi novia Norma (estudiante de medicina) y en verdad me pareció que valía la pena publicarlo. Como el articulo me pareció muy largo he decidido dividirlo en 3 partes, para que puedan leerlo tranquilamente y sin aburrirse.

Preguntas, traumas, aclaraciones, dudas, pueden hacerlas, yo no sé las responderé sino Norma hehehe, saludos!

 

El cannabis ha sido considerado a veces como una droga relativamente menos peligrosa que otras, además que se le han atribuido otras finalidades como la creatividad en distintas áreas como en la música, el arte, el pensamiento, etc. Además de buscar efectos terapéuticos (analgésico, anticonvulsivo, sedante, antidepresivo, etc.). Sin embargo, en los últimos años existe una creciente evidencia epidemiológica de la existencia de efectos adversos a la salud psíquica a medio y largo plazo, además de los derivados de la dependencia y abstinencia.

 

Trastornos psiquiátricos en consumidores de Cannabis

 

Hace poco mas de 50 años (1948) la Organización Mundial de Salud (OMS) llego a la conclusión de que el uso de cannabis era peligrosa física, mental y socialmente, pese a ello hoy nos encontramos ante un fenómeno de tolerancia social en el que el consumo de cannabis se ha desmadratizado y desmitificado.[1]

Hace años, algunos autores señalaban que su uso intenso y prolongado (100 a 300 mg/día durante más de seis meses) producía en adultos deterioro mental y físico y en adolescentes impedía la adecuada maduración de la personalidad.[2]

En las más recientes clasificaciones internacionales de trastornos mentales[3] [4] se recogen diversos cuadros psiquiátricos inducidos por cannabis (Abuso, intoxicación, delirium, dependencia, trastorno psíquico), sin embargo estos cuadros comparten diagnósticos con otras drogas, por lo que son poco específicos.

 

Consecuencias del consumo de cannabis a largo plazo

El consumo frecuente de cannabis se asocia a una conducta desadaptativa. Es común que las personas que usan la marihuana sientan gran interés por estímulos visuales, auditivos, o gustativos, de que de otra manera serian ordinarios. Los sucesos triviales podrían parecer sumamente interesantes o graciosos. El tiempo parece transcurrir mucho mas lento, y a veces la droga puede causar sensaciones intensas de hambre y sed.

· La marihuana deteriora la memoria a corto plazo.

· Con el uso de las variedades más potentes de la droga, pueden surgir problemas para realizar incluso tareas sencillas.

· La droga afecta las percepciones y los reflejos, también pueden ser causa de accidentes de tráfico.

· Aumenta la propensión a conductas de riesgo para adquirir enfermedades de transmisión sexual.

· El seguimiento de personas expuestas a tetrahidrocannabinol (THC) desde el inicio de la adolescencia demostró que en 5 años después eran más propensos a abandonar los estudios e involucrarse en otras drogas.

Dependencia y síndrome de abstinencia

El debate sobre la capacidad adictiva del cannabis es un tanto artificioso, ya que en animales presenta claramente tolerancia, síndrome de abstinencia y provoca dependencia. Estudios en animales y humanos demostraron efectos leves de tolerancia[5] y que la supresión del consumo de THC se acompañaba de un conjunto de síntomas característicos, con una duración media de 8 días[6] [7].

Su alta liposolubilidad se traduce a una vida media de aproximadamente siete días lo que impide una caída brusca de concentraciones plasmáticas, responsable de la aparición brusca e intensa de la abstinencia. El organismo puede tardar un par de meses en quedar totalmente libre de THC. Por otra parte su similitud clínica con cuadros ansiosos o depresivos facilita que pase desapercibido.

En 1999 se publicaron dos trabajos [8] [9] que demostraban que el consumo de cannabis a dosis crecientes generaba síntomas de abstinencia que diferían en función de que fuese fumado o ingerido vía oral. Eso se deduce que una de las causas para seguir consumiendo cannabis es evitar la aparición del síndrome de abstinencia. Por otro lado el placer asociado a fumarlo puede convertirse en un importante refuerzo psíquico[10].

La clínica del síndrome de abstinencia del cannabis es variada y depende de la dosis, el tiempo y la frecuencia del consumo y la personalidad previa [11] 9. En consumidores diarios de cannabis durante más de 70 meses apareció ansiedad, tensión, insomnio, anorexia, cansancio, dificultad de concentración, irritabilidad disforia y agresividad[12], así como síntomas y signos físicos (sudoración, temblor, mialgias, nauseas y diarreas)7.

Existe un deterioro social, laboral y físico desarrollando un menor logro educativo y un empeoramiento de la calidad de vida[13]. El mayor riesgo de desarrollarlo se da en aquellos consumidores crónicos que suspenden bruscamente el consumo de cannabis[14].

Se encontró que un 35% de los usuarios afirmaban que no pudieron dejar el consumo cuando quisieron, el 24% continuaron usándolo a pesar de los problemas que atribuyeron la droga y el 13% sintieron que no podían controlar su consumo. Por tanto, se puede concluir que el cannabis provoca síndrome de abstinencia, es decir produce dependencia física.

En un estudio con 200 usuarios experimentados, entre un 62% y un 77% presentaban signos de dependencia de acuerdo con cuatro protocolos distintos[15].

Sobre otra muestra de 229 usuarios apareció dependencia en un 78.6% y síndrome de abstinencia en dos tercios. En otro trabajo con 243 consumidores con frecuencia de consumo de 3-4 veces por semana encontró una dependencia del 57% según criterios del DSM-III-R[16]


[1] World Health Organization. Programme on substance abuse. Cannabis: a health perspective and research agenda. World Health Organization, Geneva, 1948.

[2] Nahas G. Haschis, cannabis et marijuana. Premier edition, Vendome (France), Presses Universitaires de Fance 1976: 243-95.

[3] Organización mundial de la salud. F10-F19 “Trastornos mentales psicotrópicas”. En decima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnostico. Editorial Meditor y JJ Lopez Ibor, Madrid, 1992. Pp 97-112

[4] DSM-IV-TR. Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales. Ed Masson. Barcelona, 2002.

[5] Adams IB and Martin BR. Cannabis: pharmacology and toxicology in animals and humans. Addiction 1996; 91: 1585- 1614

[6] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edicion, Barcelona, 1991: 91-101.

[7] Wiesbeck GA, Schuckit MA, Kalmijn JA, Tipp JE, Bucholz KK, Smith TL. An Evaluation of the History of a Marijuana Withdrawal Syndrome in a Large Population. Addiction 1996; 91:1469-1478.

[8] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following smoked marijuana in humans. Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 395-404.

[9] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following oral THC administration to humans. .Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 385-94

[10] Navarro M, y Rodriguez de Fonseca F. Cannabinoides y conducta adictiva. Adicciones 2000; 12:97-108.

[11] Brook J.S, Balka E.B, Whiteman M. The risk for late adolescence of early adolescent marijuana use. Am J Public Health 1999; 89: 1549-54.

[12] Kouri EM, Pope HG Jr, Lukas SE. changes in aggressive behavior during withdrawal from long-term marijuana use. Psychopharmacology.

[13] Gruber AJ, Pope HG, Hudson JI, Yurgelun-Todd. Caracteristicas a largo plazo de los consumidores de cannabis: un studio de casos controlados. Psychological medicine 2003; 33:1415-1422.

[14] Thomas H. A community survey of adverse effects of cannabis use. Drug alcohol depend 1996; 42: 201-7

[15] Swift W, Hall W, Copeland J. Characteristics of Long-Term Cannabis Users in Sydney, Australia. European Addicction Research 1998; 4:190-197.

[16] Swift W, Hall W, Didcott P, Reilly D. Patterns and Correlates of Cannabis Dependence among Long-term. Users in an Australian Rural Area. Addiction 1998; 93: 1149-60.

Resp. 392 – Los costos de la vida

APRECIADO MORÉ Y AMIGOS TODOS MI PREGUNTA ES LA SIGUIENTE, POR QUE? SE DEBE COLABORAR ECONOMICAMENTE EN LA ARDUA TAREA DE CONSTRIR SHALOM, ESTO ES POR QUE MI NOVIA DE NOMBRE TUNDRA ENTRO A LA PAGINA Y ME HIZO LA OBSERVACIÓN COMPARANDONOS CON PIRATAS DE LA FÉ QUE YA CONOCEMOS, MI FALTA DE ERUDICIÓN O TAL VEZ MI ELEVADO AMOR POR ELLA NO ME DEJO RESPONDERLE(CUANDO DEBERIA SER LO CONTRARIO TAL VEZ, EL MORÉ PODRIA ORIENTARNOS) A LO QUE LES PIDO PUEDAN PUBLICAR ALGO QUE LE DE EL NORTE DE SU POR QUÉ?

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En tiempos de turbulencias…

Voy a tratar de conectarme en la medida que pueda, no me es fàcil. He leìdo creo en algunos de los cosejos diarios, esto de tiempos de turbulencia o algo parecido. Me llamò la atenciòn el tìtulo, y me quedè pensando. Què dificil son estos tiempos, porque cuando llegan a veces olvidamos quièn nos acompaña y quièn es la razòn de nuestra vida.

Comenzamos a buscar personas que nos sotengan, empezamos a mirar a nuestro alrededor y creer que ya ni personas nos acompañana en este tiempo. Què dificil. Se supone que somos constructores de un mundo que necesita gente diferente. Hablamos de las necesidad que hay en este ir y venir de la vida y allì tenemos que estar.

Hoy me tocò a mi, y lo escribo para que nos demeos cuenta, todos (porque seguramente yo tambièn he caido en este error) porque no buscamos al que està ausente. He pasado y estoy pasando tiempos dificiles, y me he sentido muy sola, casi por tirar la toalla (como dirìa Jaime). Tengo que reconocer que el ausentarme me hizo extraviarme en el camino, y no saber a donde pararme. Me falta mucho crecimiento. Me hubiera gustado que alguno me escribiese, cuando uno empieza este camino, necesita del apoyo de quienes tienen mucho tiempo en èl. Es muy duro encontrarte que nadie puede entenderte y te sentìs solo, como me he sentido yo.

Creo, que en tiempos de turbulencia, debemos acercarnos àquel que quizà con una palabra, pueda levantarse de la oscuridad en que se encuentran.

Siempre alguna lìnea le he mandado a Morè Yehuda, porque no querìa ser de las que desaparecen, pues como muchos, mucho le debo.

Dios, me sostuvo, me sostiene, pero nada es fàcil. Sè que son tiempos difìciles para todos. Pero creo que una palabra de aliento para cualquiera que sepamos que lo necesita no viene mal.

Yo los extraños, los he aprendido a querer  y me tomo este espacio para decìrselos. Como siempre les hablo desde el corazòn, no puedo ser de otra manera. Hasta pronto.