Nunca es tarde para arrepentirse
y para perdonar.
Hasta el último instante
se tiene abierta la puerta del Arrepentimiento y del Perdón.
Nunca es tarde para arrepentirse
y para perdonar.
Hasta el último instante
se tiene abierta la puerta del Arrepentimiento y del Perdón.
Antes de comenzar, una advertencia.
Ya he enseñado en numerosas ocasiones que no existe algo así como «religión» judía (ni noájica), pero empleamos este término por una comodidad del lenguaje y no como una afirmación de que realmente haya «religión» judía (ni noájica).
En verdad el judaísmo es LA manera de vivir adecuada exclusivamente para las personas con identidad espiritual judía (sea por nacimiento de madre judía, o por haberse convertido al judaísmo formal y legalmente).
Así pues, el judaísmo es LA manera de vivir que corresponde a la esencia espiritual judía, y NO es una religión, ni una raza, ni una cultura, ni una moda, ni un club abierto.
De manera idéntica, el noajísmo es LA manera de vivir adecuada para los gentiles, pues tal es lo que el Eterno ha provisto como excelente para los descendientes de Noaj.
Dicho lo cual, pasemos al tema que nos compete en este momento, que es responder a esta pregunta:
Te aseguro que muchas de las cosas que te expondré a continuación, tú las sabes, o las presientes. Incluso, si eres sincero contigo mismo, te verás reflejado en alguna de las descripciones.
Como sabemos el ser humano está formado por cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.
Veremos cómo de acuerdo a cada uno de estos planos, existen motivos de afiliación a la religión.
Físico.
La persona ha nacido en determinada familia, en determinada confesión religiosa, que le es impuesta.
No se le da a optar, no se le inculca en elegir su religión, sino que se le somete a los dictados de la misma.
A la religión que pertenezcan los padres, se atará el hijo.
O la religión del padre «fuerte», será la religión del hijo.
Es una determinación férrea, sin espacios para dudas o cuestionamientos.
Te dicen: «somos cristianos», por ejemplo, y ya está. No se aceptan preguntas, ni críticas, ni pensamiento propio.
Otro motivo, dentro del plano físico, lo encontramos en aquellas personas que buscan su religión a partir de hechos concretos, que sean evidentes desde el plano material.
Así pues, están los que se han convertido a tal o cual religión por haber sido curados (supuestamente) de alguna enfermedad o dolencia, por ejemplo.
O los que abandonan la fe de sus antepasados por no encontrar evidencias físicas que avalen las doctrinas de la fe.
Pretenden validar o invalidar la religión con pruebas.
Emocional.
Se mantienen aferrados a la religión por temor a la reacción de familiares y conocidos, o peor, la que tendrá el pastor o clérigo a cargo de su comunidad.
O, son adeptos de su religión a causa de las amenazas de infiernos y tormentos que recibirán de convertirse en traidores por abandonar la religión, así como se les promete toda clase de beneficios por ser fieles a la misma.
Por supuesto que en este plano juega muchísimo la manipulación emocional, a la que gran número de personas se ven sometidos desde diversos ángulos.
Se repiten lemas y eslóganes, se cantan repetitivas cantinelas de reforzamiento, se emplean palabras claves para inyectar con más fuerza la influencia de la religión en la vida personal.
¿No es gracioso que cuando decimos «alelusha hermano», de inmediato pensamos en evangélicos?
El motivo emocional es, por tanto, el deseo de recibir gozo y rechazar el dolor, cosas que promete la religión a la cual se afilia.
He conocido varias personas que saltan de una religión a otra, un día son católicos, al siguiente testigos de jehová, al siguiente evangélicos, luego mesiánicos, y así hasta que encuentran o la paz que brinda el noajísmo, o alguna religión con fuertes hilos de manipulación, a la cual se abroquelan.
Social.
A causa de la presión social, no tienen más remedio que formar parte del rebaño de alguna religión.
Recientemente una persona noájida de Nicaragua me contó de las terribles dificultades que están sufriendo las personas que no se confiesan cristianas.
Algo similar me refirieron personas de otras zonas de América Latina, como de Colombia, Venezuela o Paraguay (entre otros).
A veces esta prisión/presión social está velada, no se manifiesta públicamente, pero se conoce, se siente y se vive de acuerdo a ella.
Intelectual.
La persona medita, analiza, estudia, indaga, critica, cuestiona, consulta, razona hasta que encuentra que la religión es saludable y provechosa para sí.
Conozco a varios noájidas, ex esclavos de las religiones, que han alcanzado su libertad a partir del uso de su intelecto, del ejercicio de sus facultades mentales. Muy a pesar de sus antiguos pastores y camaradas, estos noájidas se atrevieron a dudar, a investigar, a exponer sus dudas… y por eso fueron silenciados, humillados, degradados, excomulgados, etc.
Pero, tristemente la mayoría de las veces las personas usan su potencia mental al servicio de sus emociones, o de los mandatos sociales.
Entonces, inventan mil y una excusas, elaboran complejos dogmas incomprensibles, pintan fantásticos cuadros que hacen pasar por realidades, todo para mantenerse dentro de los marcos de su religión.
Por supuesto que usando el intelecto positivamente, podemos encontrar mil y un razones y demostraciones que indican a claras luces la pureza y verdad de la Torá, la exactitud de la Revelación en Sinaí, etc.
Espiritual.
La persona conoce lo que tiene para conocer de su religión, sabe datos, conecta con capacidad evidencias, razona que todo lo que ha recibido es bueno y justo.
Pero, da un paso más… confía cuando ya no tiene herramientas para conocer.
La confianza es el paso que supera al conocimiento, pero se sustenta en éste.
Así pues, desde este plano espiritual, la persona escoge ser parte de su religión.
No sigue cual oveja al pastor,
ni se deja apretar por el rebaño,
no busca huir de sus temores o hacer realidad sus deseos,
analiza, critica, estudia y conoce;
y especialmente,
confía.
Sin obsesionarse por encontrar respuestas allá en donde su mente no puede ingresar.
Es una persona con convicción, ha ejercitado sus facultades para no ser víctima de la fe ciega (que es algo emocional), ni sometida a los designios de otras personas (social o emocional), ni un corcho a merced de la tormenta de la incredulidad.
Hasta aquí esta breve descripción.
Te aconsejo que trates de encontrarte en alguno de estos planos, sé sincero contigo mismo.
Sería bonísimo si notas que te ligas a tu religión a través del plano espiritual (sin que esto entre en contradicción con el intelectual).
Por otra parte, si estás atado por los planos físico, emocional o social a tu religión, es hora de que te dediques a indagar en profundidad en los contenidos de este sitio para ir creciendo espiritualmente.
Quedo a tus órdenes.
Lo que estás haciendo «ahora»
es lo más importante de tu vida.
Solamente pregúntate
si esto en el futuro te dará placer o bendición.
Te recomiendo que a la mañana y al irte a dormir leas y te compenetres con esta meditación:
Soy hijo y heredero de Noaj.
Como tal, acepto la responsabilidad que me ha dado nuestro Padre Celestial en la construcción de un mundo de paz y hermandad
entre las naciones.
Entiendo que es una tarea para todos los días, en todo lugar y en cualquier momento y
circunstancia.
Con alegría y perseverancia, ocuparé mis energías en hacer lo
que es justo y bueno.
Andaré por el camino del cumplimiento de los Siete Preceptos Fundamentales que me fueron
ordenados por el Padre Celestial.
Mandamientos que fueron aceptados por Adam y por Noaj.
Que luego fueron nuevamente recibidos por Moshé para ser preservados y trasmitidos por Israel para bendición de las naciones.
Este es mi compromiso:
1º) Adoraré y serviré solamente al Eterno, el Uno y Único, Creador de cielos y tierra, el único Redentor.
Rechazaré toda clase de idolatría, me apartaré de todas las doctrinas y prácticas religiosas que no hayan sido dictadas por el Eterno a Moshé.
No bendeciré en nombre de intermediarios, ángeles, potencias u otros seres.
Tengo una conexión constante con mi Padre Celestial, por lo que no preciso que nada ni nadie actúe como intermediario.
2º) Santificaré y reverenciaré exclusivamente el Santo Nombre del Eterno.
Expulsaré de mí, aquellas palabras y acciones que puedan inducirme a apartarme de Él y execrar Su Bendito Nombre.
3º) Seré promotor de vida, salud y bienestar.
Es mi deber cuidar de mi vida e integridad, así como ayudar a proveer a otros que estén necesitados.
Respetaré y haré lo posible para mejorar la vida humana en todas su formas.
No asesinaré al inocente, ni directa ni indirectamente.
4º) No mantendré relaciones sexuales ilícitas y respetaré la institución del matrimonio.
5º) Confiaré en que el Eterno es el Proveedor de toda vida y bendición.
No robaré, pues no he de tomar lo que no me pertenece por derecho.
6º) Cuidaré y protegeré Su Creación, no causaré sufrimientos innecesarios a ninguna criatura.
No comeré partes de animal con vida.
7º) Promoveré el juicio y la justicia manteniendo cortes que establezcan y hagan cumplir las leyes necesarias que garanticen que estamos actuando como socios de Su Creación.
No admitiré el soborno, la corrupción, ni cualquier otro vicio de carácter que daña al individuo y la sociedad.
Anhelo que pronto podamos hacer según Su Voluntad:
Que las naciones conviertan sus espadas en rejas de arado.
Que el lobo esté junto con el cordero.
Que la tierra se llene de sabiduría de Torá tal como las aguas cubren el fondo de los océanos.
(Con la colaboración de Ramón Sánchez Bolaños)
El día de hoy, con emoción y alegría, le damos la bienvenida a FULVIDA a Nicaragua.
Nuestro coordinador allá es a partir de la fecha el Sr. Freddy (505 6378817, beneinoajni@yahoo.es).
Todos los habitantes de la hermosa Nicaragua que deseen colaborar con nosotros, que busquen orientación, que quieran encontrarse con otros noájidas, por favor pónganse en contacto con el Sr. Freddy.
Confiamos que con la ayuda del Eterno destaparemos Luz para Nicaragua y seguiremos creciendo para traer bendición y edificación al mundo.
Los noájidas en otros países que deseen contactos nacionales, por favor busquen en la lista de nuestras filiales que aparece aquí: http://fulvida.com/?page_id=236
Saludos y bendición para todos
La cercanía más grande con el Eterno
la tienes cuando te das cuenta
de cuánto Lo necesitas
y cuanto Él te da.
Muchas personas me han consultado qué pasa con las personas que
dicen creer que Jesús (con cualquiera de sus alias, ieshu, yeshua,
etc.) no es un dios, pero que es el Mesías.
¿Ellos son idólatras?
La respuesta es: SÍ.
Primero, porque dicen no creer en la deidad de tal mítico personaje,
pero comparten dogmas, ritos y libros «sagrados» con las religiones que
adoran a Jesús como deidad.
Dicen no creer en su deidad, pero le
rezan; o bendicen en su nombre; entre otras conductas netamente
idolátricas y belicosas en contra del Eterno.
REZAN EN SU NOMBRE, porque su idolátrico libro dice «que sobre todo nombre». LE REZAN a Jesús.
Eso, lisa y llanamente es idolatría.
Sabemos que los que son fieles del Eterno únicamente le rezan (oran, imploran, claman, etc.) al Eterno, a nada ni nadie más.
Sin intermediarios, sin santos, sin hijos, ni ángeles.
Porque poner a alguien en el medio es idolatría, o un turbulento camino que conduce directamente a ella.
Segundo. Siguen con devota fidelidad a un dios de una religión ajena
a Dios. Aunque sinceramente no crean que Jesús sea una deidad (cosa que
dudo, porque hasta ahora todos los que dicen eso, finalmente creen que
es una deidad), están tomando como referencia fundamental en su vida a
un mítico personaje que ha sido deificado por sus fieles.
Eso es, por supuesto, idolatría.
Por ejemplo, si una persona no come carne de vaca, porque es vegetariano y no quiere matar animales para comer, no hay problema.
Pero si uno no come carne de vaca porque para los hindúes es una deidad, ¿no está actuando motivado por creencias idolátricas?
Quizás
con sinceridad diga que no cree que la vaca sea una deidad, es algo
ridículo pensar eso… pero está igualmente incurriendo en idolatría.
Tercero. Supongamos que Jesús haya existido, y haya sido un rabino
(ambas cosas SABEMOS que son falsas, pues, no existió el personaje
adorado por millones, ni fue rabino); ¿cuál fue su aporte positivo por
lo cual debiéramos tenerlo presente?
La respuesta: ninguna.
Lo
que el libro mítico y mitológico llamado nuevo testamento menciona como
«grandes enseñanzas» de este personaje, carecen de cualquier novedad o
valor.
Ni en las cosas buenas, ni en las cosas malas.
Nada, pero NADA, de lo que se dice que dijo es original o guarda alguna validez.
De
hecho, lo poquito rescatable de sus prédicas, queda manchado
groseramente por sus pérfidas prédicas de desprecio por la Torá, rencor
en contra de Israel, blasfemia.
Por tanto, en esta postura, seguir a Jesús, es andar por un camino que lleva directamente a lo que se opone al Eterno.
Por tanto, tobogán a la idolatría.
Cuarta. Hay personas que con sinceridad creen la mentira de que
Jesús ha sido el Mesías. Pero, si se tomaran el tiempo para estudiar
las evidencias que presentamos en este sitio, así como las otras
publicadas por personas de valor, encontrarán que Jesús en nada cumplió
las profecías mesiánicas. NO fue el Mesías, por la sencilla razón que
jamás fue rey de Israel, ni tuvo la capacidad para ejercer el rol que
las profecías indican para el Mesías.
Por lo cual, ser seguidor de
Jesús por admitir el delirio y engaño de que fue el Mesías es vivir en
una nube de mentiras, que rechazan las profecías, que repudian el orden
que el Eterno ha impuesto.
Quizás a primera vista esto no fuera
idolatría, pero indudablemente NO es el camino de santidad que el
Eterno ha dictado para las personas.
Por otra parte, esta vida de
falsedad, de apego a la mentira absurda, finalmente termina arrastrando
a los dogmas de la idolatría, que adoran a este personaje como si fuera
una deidad.
Les aconsejo que estudien las decenas de textos que hemos escrito,
tanto las que demuestran el engaño que es Jesús, así como la verdadera
identidad del Mashiaj, para que adquieran sabiduría y entiendan el
peligro en el cual se ponen al abrazar, aunque sea mínimamente, el
error y el pecado de Jesús.
En conclusión, las personas (judías o gentiles) que aman y respetan al Eterno,
se apartan completamente de cualquier adhesión,
por mínima que sea,
a Jesús (o cualquiera de sus alias que usen).
Espero que quede claro, y más personas se aparten del mal para hacer el bien.
Mira bien «la familia» con la cual te casarás.
Ten en cuenta que no te casas solamente con tu pareja,
sino en cierta forma con todos ellos.
Con la que severidad que juzgas,
desde lo Alto eres juzgado.
Hay gente que busca a Satanás en todos lados.
¿Será que no soportan lo que ellos tienen en su interior,
que tratan de proyectarlo fuera de sí?