Archivo de la categoría: Ciclo de vida

El compendio de sabiduría universal

El conjunto de Mandamientos Universales ordenado a las naciones comúnmente denominado Noajismo (fue ordenado a Noaj y a sus descendientes) es un compendio condensado de la sabiduría universal, expresado en 7 enunciado básicos y fundamentales.

A simple vista estos Mandamientos pueden parecer simples y aburridos, carentes de liturgia o religiosidad, no obstante ello fueron ordenados por el mismo Eterno, lo cual no es poca cosa, estos Mandamientos fueron fraguados en la mente del Eterno (por decirlo así, en realidad Dios no tiene forma mucho menos partes, el Rambam lo explica en los 13 principios de fidelidad a Dios) esto ya de inicio nos da una leve pista de la enorme complejidad de los mismos, sin embargo son fáciles de cumplir y accesibles de entender, por favor recuérdalo muy bien.

Escuche hace poco de un ilustrado Rabino decir de los requerimientos básicos para que el mundo pueda continuar existiendo, que si las expresiones básicas de ética y moral son ignoradas, el mundo se colapsaría, tal como vemos hoy día con tanta criminalidad en el mundo, imaginemos que un maleante entra en una casa (Dios no permita) y asesina a una familia entera y se lleva todas sus posesiones, ¿Qué seguridad podría haber para todos? Si las reglas básicas de respeto y convivencia son francamente ignoradas, acciones como el asesinato, adulterio, robo son cosas que alteran el sano equilibrio con el que mundo funciona, son cosas que se contraponen a los requerimientos básicos que necesita el mundo para seguir existiendo, ahora recordemos bien que la tesis del Noajismo no solo la sostiene el More Yehuda sino que el 99% de los Rabinos, cuando menos de la auténtica ortodoxia o que en verdad practican la Tora, opinan de la misma manera, de hecho cualquiera que lo medite un poco vera que los Mandamientos son los requerimientos básicos de una existencia sana, aunque ello no es el mojón principal por lo cual el Noajismo es real, sino que su existencia y efectividad radica en la vida misma.

Pero tampoco es la autenticidad del Noajismo lo que me mueve a escribir estas líneas, sino más bien, tratar de desmenuzar un poco la sabiduría universal que contienen los 7 Mandamientos y ver que dentro de su sencillez radica su grandeza.

El Eterno no hace pedidos absurdos o tontos que llevan al hombre a la necedad e ignorancia, sino más bien que Sus instrucciones educan y perfeccionan al hombre.

Tomemos el Mandamiento que dice “No a las relaciones sexuales ilícitas”  y veamos un poco de su contenido.

Cada acción humana lleva detrás de sí una enorme cantidad de procesos desde los biológico-naturales hasta los abstractos como el pensamiento, desde el surgimiento del deseo por hacer algo hasta la acción concreta que lo refleja.

El orden podría ser el siguiente no como una regla, pero si como una referencia en general.

  • El deseo motiva al cerebro, este a su vez procesa el impulso a través de los diferentes filtros que nosotros hemos adquirido a lo largo del tiempo, esto da origen a una emoción y esta a su vez nos impulsa a efectuar una acción ya en concreto.

Esto explica de una forma muy general el proceso detrás de cada acción.

Entonces que sucede con el Mandamiento señalado más arriba.

¿Cómo encaja dicho proceso señalado más arriba, en el contexto que regula este Mandamiento?

Podemos ver una aplicación inteligente de un impulso natural en el ser humano que es el deseo sexual, El Eterno NO TE DICE ABSTENTE DE TENER RELACIONES SEXUALES sino más bien orienta correctamente tu deseo sexual, entonces bajo esta premisa podemos decir que las cosas bajo este Mandamiento, deberían de darse del siguiente modo.

  • Emerge el deseo sexual por cualquier razón y el impulso es procesado o más bien “razonado” por el cerebro a través de filtros, que nosotros ya deberíamos de tener instalados “diferenciadores entre lo que es correcto y lo que no lo es” esto a su vez motivara o encenderá una emoción, que dará un impulso aun mayor a la posterior acción física que será (o tal vez no) una relación sexual, pero enmarcada dentro de lo licito, dentro de lo que es correcto (según el Eterno), este proceso es o se asemeja más a lo sano y correcto para ejercer una sexualidad de forma positiva, las relaciones sexuales compulsivas e ilícitas suelen tener siempre detrás algún tipo de desorden mental.

La sexualidad ejercida dentro de un marco saludable y de respeto, es un elemento positivo que permite la continuidad de la raza humana, el polo opuesto que es una sexualidad compulsiva o animal lleva por senderos faltos de vida, desintegración familiar, odios y rencores, además de todas las repercusiones negativas de un engaño o adulterio.

Es francamente impresionante como un Mandamiento tan sencillo lleva implícitos procesos tan complejos.

  • Integridad del ser
  • Armonizar las distintas cualidades que nos distinguen como seres humanos

Pero no te confundas, por pensar que por la complejidad de los procesos son ordenes difíciles de cumplir, pues cuando emerge el deseo solo es cuestión de orientarlo en la dirección correcta (relaciones sexuales licitas) para hacer de este aspecto natural una cualidad espiritual, recuerda espiritual no religiosa.

Este texto nació una madrugada en la que cuidaba a mi padre en el hospital, quiera el Eterno (Bendito Es) que el mérito de este modesto trabajo cuente para su recuperación y que El haga brillar todo lo bueno en la vida de manuel hijo de ana.

Amo de tus Emociones

La emoción está en ti para que
la reconozcas,
identifiques que la causa,
la uses como señal o alerta,
en este sentido es muy útil pues es una herramienta más para vincularte con otros y aprender a conocerte a ti mismo. La emocional es una dimensión de la persona, una que es necesaria, buena, pero no la única ni la más importante de todas.
Pero es perjudicial en cuanto
te atas a una emoción específica o conjunto de ellas y no tienes flexibilidad,
te identificas a ti mismo por completo con ella, por ejemplo al decir soy una persona triste,
te dejas llevar,
te eternizas en ella.
Porque, no somos solamente seres emocionales, sino multidimensionales, lo emocional es un componente más de la compleja fórmula que somos cada uno de nosotros.

Negar la emoción,
clasificarla erróneamente,
esconderla debajo de la alfombra,
apegarse a ella,
la sensiblería,
la victimización,
entronizarla,
sus desbordes,
entre otros errores suelen ser algunos de los que vamos cometiendo.
Por supuesto que estos modos provienen del EGO y sirven a sus finalidades.
Ten presente que el EGO te hace sentir la impotencia
pero te hace creer que eres todopoderoso, entonces fracasas cuando te confrontas con la realidad y niegas tal hecho;
o te hace sentir que eres una piltrafa, por lo cual estás imposibilitado de salir por tu mismo con esfuerzo, compromiso y confianza.
Tanto si vas por la ruta de la prepotencia como por el de la debilidad, estás en una espiral viciosa, porque sales de la impotencia para volver a ella, pero aumentada, complejizada, llena de mayores sufrimientos y cadenas que te esclavizan.

Con lo que recién te expuse puedes comprender este pasaje:

"Entonces el Eterno dijo a Caín: -¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante?
Si te enmiendas, ¿no serás enaltecido? Pero si no te enmiendas, yacerá el pecado a la puerta. Y hacia ti será su deseo; pero tú lo puedes dominar."
(Bereshit / Génesis 4:6-7)

No desmerezcas tus emociones, tampoco las eleves al sitial de mando, simplemente tenlas presente, conócelas, ordénalas, úsalas para aquello que han sido diseñadas por el Creador.
Te servirán para revelar cuestiones de ti, de tu cuerpo, de tus relaciones, de tus expectativas. Es un instrumento, el termómetro para medir tu situación. Por ejemplo, lees acerca de una persona violenta, la información la comprendes, la ubicas en los casilleros correspondientes, está todo clasificado e intelectualmente deglutido. Pero de pronto, una persona violenta te agrede, ahora no hay teoría, sino experiencia, sensaciones, emociones. Lo que leíste tiene mayor sentido ahora, mayor contenido. De manera similar a la inversa, con situaciones placenteras, agradables.
En parte para esto vinimos la mundo, para completar la información fría y sin emoción con las experiencias que proveen nuestro interactuar mundanal, terrenal.
Nos vamos llenando de experiencias, de recuerdos, y la idea del Creador es que estos sean positivos, beneficiosos, luminosos, de placer, de dicha, de estima, porque serán la “materia prima” de nuestra estadía en el reino espiritual. De aquí la idea de vivir con sentido multidimensional, orientados por lo espiritual. Por ello la “ganancia” de apartarse del mal y de hacer el bien, porque no solo nos permite vivir con bondad en este mundo, sino también disfrutar de placeres sin par en el más allá.
Pero, si contaminas tu registro mnémico con acciones negativas, con maldades, con rebeliones, con groserías, con ondas negativas, entonces tu tesoro para la eternidad se ve corrompido, el placer se diluye para dar lugar al malestar, a aquello que algunos denominan “infierno”.

Por lo cual, es altamente recomendable llenarte de bien, de bondad, de justicia, de lealtad, para que tus recuerdos no sean perturbadores.
Recuerda, en el mundo de la Verdad no hay excusas, ni mentiras, ni olvidos. Todo es revelado ante el potente ojo del Eterno.
Por supuesto que Su Misericordia lava, compone, repara, absuelve; pero es preferible no comer del pan de la vergüenza, de la impotencia real, sino asociarnos a Él para que aquello que gozamos sea por derecho, bien adquirido por nuestras acciones que son buenas y justas.

Entonces, si comprendes bien lo que te estoy explicando, podrás valorar en su infinito poder la necesidad de llevar una vida en sintonía con los mandamientos que te corresponde según decisión de Dios. Si eres gentil, es decir no judío, tienes los Siete Mandamientos Fundamentales. Si eres judío, tienes aquellos que aplican para ti de los 613 del pueblo judío.

En palabras del gran rabino y sabio contemporáneo Aryeh Kaplan:

“Imagínate estando parado desnudo frente a D-os, con tu memoria completamente abierta, transparente sin ningún mecanismo de protección o válvula reductora que disminuya esta fuerza.  Vas a recordar todo lo que has hecho y lo verás bajo una luz diferente.   Lo verás bajo la luz de espíritu sin sombra, o bajo la luz de D-os que alumbra de un extremo de la creación al otro.  La memoria de cada buena acción y mitzvá será el placer más sublime como lo dice nuestra tradición sobre el mundo venidero.

Pero tu memoria también estará abierta a todo las cosas de las cuales te avergüenzas.  No pueden ser racionalizadas o expulsadas.  Te enfrentarás a ti mismo, completamente consciente de las consecuencias de todos tus actos.  Todos sabemos la terrible pena y humillación experimentaba cuando se nos cacha haciendo algo malo.  Imagínate ser atrapado por la memoria sin lugar a escapar….”
(“La inmortalidad del espíritu”)

Ahora, ¿qué puedes hacer cuanto la emoción negativa brota?
Sin dudas que dejarse llevar por ella no es lo mejor en la inmensa mayoría de las situaciones. En lugar de mejorar o componer, la emoción negativa al timón te lleva a mayores dramas, al naufragio.
De hecho, son las emociones las que controla con habilidad del EGO para mantenerte subordinado, esclavizado, siendo un títere en su mano.
Entonces, te enroscas en ideas enfermizas, en creencias truculentas, en deseos banales, en pasiones decadentes, en miedos. Desgastas tu energía, corroes tu alma, pierdes tu preciosa vida en emociones y no en construir una vida con sentido de plenitud.
Y te carcomes pensando en el pasado, en echar culpas, en echarte culpas, en sentirte culpable, en que hizo o dejo de hacer tal o cual persona, en cómo le faltaron a tu honor, en… vacío.
Y lo mismo con la corrida del foco hacia el futuro, pendiente de ilusiones, impedido de avanzar por miedos, angustiado por fantasmas que nunca existieron, preparando guiones que nunca actuarás… vacío.

¿Qué hacer?
Surge la emoción y no reaccionas, no haces nada, no dices nada, te quedas quieto (si con ello no te pones en riesgo de vida o salud).
Respira.
Respira lentamente, tan lento y profundo como puedas.
Aún no digas nada, no expreses nada, no hagas nada.
Respira, precisarás alrededor de diez segundos de esta respiración reconcentrada en ella misma. No pienses en lo que te hicieron, lo que te parece que te han hecho, en lo que harás, en nada de ello. Solo respira y concéntrate en tu respiración, en aspirar con calma, en llenar tus pulmones plenamente con aire.
Respira.
Si el otro trata de hacerte reaccionar con insultos, gestos, golpes, o lo que fuera, tú sigue concentrado en tu respiración. Por supuesto que si la agresión es física y hay riesgo de salud o vida, deberás hacer lo necesario para prevenirte de daños.
Ahora, estarás con mayor poder sobre tus acciones.
Podrás escoger cómo y con qué accionar, y ya no solamente reaccionar de forma automática. Ahora estarás más en poder de tus acciones, no en manos del EGO.
Entonces, quizás optes por quedarte en silencio, porque te das cuenta de lo poco que sirve decir o hacer algo cuando no aporta a la construcción de la plenitud.
Tal vez quieras sonreír al comprender lo patético que es el agresor, lo impotente que realmente es.
O por ahí en lugar de insultar o maldecir, digas palabras bondadosas, benditas, inesperadamente favorables para quien te agredió.
O… la acción que decidas emprender, viéndote en el espejo que te puso el otro ante ti y que se ve en la emoción que te brotó en ese momento.
Porque al ver tu emoción, no estarás viendo al otro y lo que te hizo, sino viéndote a ti, atisbando qué es aquello que tienes débil en ti y que pretende aparentar fuerza o esclavizarse por medio de la emoción negativa.

Recuerda, cuando en un debate se levanta la voz, es porque no hay argumentos ni razón.
Cuando se insulta, es porque no se cuenta con la capacidad como para ser fuerte.
La emoción negativa no está hablando realmente del otro, sino de ti mismo.

En vez de atarte a una emoción, la reconoces y la liberas. No por medio de una explosión con sus consecuencias desagradables, sino por liberar aquello que la provocó. Eso interno que se molestó con la provocación del medio o de otra persona.

Entonces, cuando te haces amo de tus emociones, estarás espiritualizando otra dimensión de tu ser, llenando de placer tu memoria, construyendo shalom.

Noajidas en Toluca de Lerdo

¡Buenas noticias!

En estos días recientes, hubo un acercamiento con un compañero de fulvida de la ciudad vecina de Toluca de Lerdo, en realidad hoy día no es tan común encontrarse Noajidas consientes por estos rumbos, sin embargo hubo este acercamiento y dio frutos………….

El pasado día viernes nos reunimos en un restaurante de la ciudad de Toluca para platicar, tomar un café y cenar algo, entre otras cosas hablamos de este sitio de estudio, de las experiencias que nos acompañan y de las demás cosas que implican la vivencia Noajica.

Me parece que hay inquietud de formar algo por estos rumbos, nada en concreto pero esperemos a ver que se da.

Le comente una idea que desde hace tiempo viene resonando por mi mente, la de seleccionar algunos textos de este sitio para imprimirlos y regalarlos en algún  centro con buena afluencia de personas, devolverle su identidad Noajica a las personas en palabras sencillas, esta idea le pareció buena al compañero y me dio una respuesta positiva para realizarlo.

También quedamos en que en determinado día de la semana nos reuniríamos para charlar un rato y tomar café.

Quiero enfatizar como se lo comente a él, que las horas se pasaron rapidísimo entre platica y platica y cuando nos dimos cuenta ya se había hecho de noche, la reunión estuvo excelente, la plática muy amena y las conclusiones de lujo.

Me parece que habrá resultados positivos de esta reunión en los días subsecuentes.

El Noajida consiente y observante es un motor de cambio donde quiera que se encuentre y ahora con la ayuda del Eterno habrá fortalecimiento Noajico en este punto cardinal del Estado de México.

Hace un par de años el More Yehuda a través de la organización fulvida internacional me dio un encargo, el de difundir la existencia de este sitio, así como de publicar sus diversas actividades, Encargado de comunicaciones eso es lo que soy, y precisamente eso es lo que me mueve en gran parte de mis actividades, dar a conocer su identidad verdadera de las personas y devolverlas al verdadero camino que Dios marco para ellos.

Por lo mientras ya está aperturado un grupo en Facebook que se llama Noajidas en Toluca México  esperemos que haya buena actividad en él.

 

Lo espiritual

Ya explicamos al respecto de “espiritual” (rujaní) en otras oportunidades, especialmente en su su carácter de estilo de vida en armonía con los mandamientos que el Eterno ha decretado para cada cual según su identidad espiritual. De esto se desprende con claridad su oposición de base a lo que es religión o religiosidad.
Puedes repasar aquí: http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/espiritual y http://fulvida.com/id-noajica/identidad/espiritual-te-lo-repito

Ahora quisiera hacer una especie de síntesis para comprender a “lo espiritual” (neshamá), como aquella dimensión que integra al ser humano.
Cómo entender el concepto cuando estamos hablando de la dimensión espiritual como formadora del hombre.
En esta ocasión solamente enumeraré las diferentes maneras correctas de entender este concepto, estando en el interés del lector buscar-encontrar-leer-estudiar aquello que ya está publicado al respecto en este sagrado hogar.

Lo espiritual:

  1. Lo que recibe en la gestación el hombre directamente de Dios y no de sus padres o de los nutrientes.
  2. No es material, no es parte de la naturaleza, está por fuera de espacio-tiempo.
  3. Lo que somos como personas, más allá del cuerpo o lazos sociales.
  4. La información personal, única, irrepetible, de cada uno como obra en construcción irremplazable. Información que en buena medida se registra en nuestro sistema nervioso como memoria, pero que también es “subido a la Red espiritual”, y allí queda indeleble, imborrable, protegida en los “discos duros” de la eternidad.
  5. La conexión metafísica (más allá de lo físico) con el Cosmos, con el prójimo, con Dios.
  6. Lo que permite al hombre el libre albedrío (capacidad de elegir libremente entre hacer el bien o hacer el mal).
  7. Lo que queda del hombre tras su muerte terrenal.
  8. El Yo Esencial, parte medular del Yo Auténtico.

Yo, tú, otro, uno

En tu origen eres completamente otros.
Presta atención, cuando el espermatozoide de tu padre penetra la membrana del ovocito de tu madre y ambos se combinan, en ese preciso instante sagrado de la fecundación, eres una célula microscópica, solo una célula es todo lo que eres, una célula absolutamente formada por materia de una célula de tu madre y una de tu padre.
Eso y solamente eso.
¿Te das cuenta que en tu inicio eres absolutamente otros?
Esa célula se divide, luego la división se continúa y el maravilloso de la gestación sigue su curso.
De la célula inicial se forman cientos, miles, millones, que van adquiriendo su forma y funcionalidad de acuerdo a un programa específico diseñado para la especie.
Al día 40, considera la Tradición (TB Menajot 99b), que el espíritu se integra al feto. De acuerdo a Rashi in situ, “el feto adquiere forma humana”. En este momento está consagrado el Yo Auténtico.

Al nacer el bebe entra en contacto directo con otras personas, hasta ese momento su único contacto era reducido, con su líquido amniótico y placenta; con esporádicos contactos con el afuera mediatizados a través de su madre; con sonidos, posiciones, sustancias que provenían de su madre.
Pero al nacer, todos los sentidos se ven invadidos de ajenidad. Sonidos, aromas, caricias, movimientos, formas, sabores, palabras, mandatos… el otro, lo otro, se impone por doquier. Todo es otro. Hasta el mismo es otro, ya que no tiene conciencia de ser ni tampoco de la existencia de algo que es otro. Todo es una masa multiforme, extraña, cambiante, aterrorizante a veces y placentera otras. Todo mezclado, sin formas, sin contenidos, sin sentido. Cosas que están y desaparecen, pero tampoco se sabe que es una cosa y que es la otra.

Al irse desarrollando su cerebro y al estar sumergido en un océano de experiencias, su memoria se va plasmando con información, que muy lentamente va siendo ordenada, sistematizada, adquiriendo asociaciones, desarrollando sentidos. Muy lentamente.
Sus pensamientos, que son corporales, de movimiento, de sensaciones, provienen del afuera.
Cuando adquiere la capacidad de simbolizar, de expresar ruiditos comunicantes, más tarde palabras y luego un lenguaje, también es producto del afuera que se incorpora y se va sistematizando dentro.
Tus ideas no son tuyas originalmente, son retazos que pediste prestado a otros y compusiste para que parecieran tuyas. A veces surge un rayo de inspiración, algo que modifica por completo lo anterior, pero cuando vemos detenidamente encontramos que no hay tal desaparición de lo viejo, sino que aquello permanece, de una u otra forma sosteniendo lo nuevo y en apariencia original. Solo Dios crea algo de la nada, nosotros solamente damos forma a lo que ya está creado. Vamos desarrollando, modificando, pero siempre en base a lo anterior.
Por lo general, aquello que hemos introducido de fuera es asumido como realmente propio, como sustancial para la vida, como bastión a defender incluso al riesgo de matar o morir. Pero, son solo creencias, ideas, vapor que viene de fuera y te impregna hasta parecer verdadero.
Todo viene de otro, aunque lo único auténtico en ti es el Yo Auténtico, y hasta éste es esencialmente Otro.

Nos vamos construyendo con nuestras experiencias, en nuestras relaciones con el entorno y con otras personas.
Vamos tomando prestados roles, creencias, lemas, ideas, gustos, hábitos, como si fueran producto de experiencia personal, cuando realmente es una marejada continua del afuera que se va adquiriendo. Es cierto, cada uno es individual, es uno, pero formado por otros, con otros, de otros. Hasta cierto punto, y tal como indican las fuentes esotéricas de la Tradición, todos somos uno, unificados, somos cosmos, somos uno.
Ya no solamente uno en nuestra multidimensionalidad, sino uno con el prójimo, uno con el extraño, uno con lo que fue y lo que será, unificados en esa dimensión denominada “Iejidá”, donde se comprende que todos somos extensiones con apariencia de individualidad, pero realmente un solo ente universal. Pero claro, llegar a comprender y asumir esto, no es para todos, ni se pretende que se acepte esta idea y se viva acorde a lo que exige. De hacerlo, la senda es la del AMOR, no el del romance, no el de los poemas, no el infantil, no el que se disfraza para ocultar la miseria egoísta. El AMOR en su comprensión de la unidad del ser, de la unicidad de la aparente diversidad.

Nuestro camino individual está ligado al de los que nos rodean. 
Lo queramos o no, estemos de acuerdo o no.

En nuestro origen somos otros, nos vamos construyendo como otros, en un nivel profundo somos uno con todo.

El MESÍAS de tu vida

Nacemos sin sentimientos negativos, vengativos o autodestructivos; pero tampoco sin sentimientos de unidad, valoración o construcción.
No traemos programados sentimientos en el ADN, aunque se comienzan a formar ni bien estamos por entrar al mundo.
No nacemos con odio, no nacemos para odiar tampoco.
Por el contrario, nacemos por amor y para el amor, porque nuestra dimensión espiritual, nuestro Yo Esencial, es nexo con Dios y el cosmos, canal de amor, unidad sin fracturas. Tal esencia, que es AMOR, es nuestra existencia.
Ten en cuenta que cuando nuestro ropaje terrenal (nuestra conducta que son actos, palabras, actitudes, emociones) no se encuentra en armonía con el espíritu, estamos en exilio, experimentamos el fracaso, somos apartados del amor, aunque hablemos de espiritualidad, amor y cosas que suenan bonitas.

Nacemos y nuestro estado es puro; libre de toda mala intención; nadie nace para ser un hombre malo, todos nacemos para actuar con bien y justicia, para ser emisarios del AMOR.
Esa esencia permanece pura, la neshamá (espíritu) no se altera ni afecta ni por el paso del tiempo, ni por accidentes, ni por enfermedades, ni por experiencias, ni por el entrenamiento.
El “pecado” no afecta en modo alguno al espíritu ni la santidad intrínseca de la persona.
Pero, alrededor de la neshamá se forma como una costra endurecida, oscura, que tapa la irradiación espiritual, silencia la voz de la conciencia universal, nos obstruye nuestro encuentro con nuestro verdadero ser. Nos hace vivir en estado de apariencia, como actores en un mal teatro, como payasos amargados, como personajes sin más presencia que la máscara que representa.
Tal es el “pecado”, que es la desviación de la senda, el andar por caminos alternativos que nada tienen que ver con la majestuosa carretera que está preparada a nuestros pies.
Sin embargo, por más acciones perversas, por más cáscaras que nos esconden de nuestra identidad esencial, allá en el fondo permanece inalterada la neshamá.
Es nuestro Yo Esencial que resiste a todo cambio, que no muta, que no se vende al precio de la necesidad ni de la pasión.
Estamos destinados para el AMOR.
Entonces, ¿cómo comprender tanto odio, enojo, malestar, enfermedad, destrucción, violencia, acciones despiadadas, sentimientos falsos, sufrimiento? (Inquirimos sobre lo que el hombre provoca con sus acciones y omisiones, no por lo que son avatares de la naturaleza o accidentes reales).
¿Dónde está la falla?
¿Dónde se origina la ruptura?
¿Qué es lo que nos mantiene en el exilio de nuestro ser, alejados de nuestra verdadera identidad y sentido?
¿Por qué estamos inmersos en el caos, si estamos destinados al AMOR?
¿Por qué seguimos esclavizados, traumatizados, dañando y dañándonos si nuestra esencia nos impulsa a ser buenos y justos?

Al nacer nos acompañan unas funciones instintivas alojadas en el cerebro primitivo del hombre que sirven para sobrevivir a la indefensión natal.
Procuran llamar la atención para que el recién nacido reciba satisfacción a sus necesidades.
Es el grito, el llanto y el pataleo. Que alarman y anuncian la impotencia del infante, su rústico pedido de auxilio, de rescate, de anhelo por supervivir.
Cuando la atención no es alcanzada, el sistema se desconecta de las percepciones, para no seguir padeciendo y para ahorrar energía (más adelante también para fantasear o delirar con haberse sobrepuesto a la impotencia y haber satisfecho la necesidad).
Estas funciones básicas e instintivas las podemos denominar Ietzer HaRá, o también EGO.
El EGO, nuestro primer amigo que está listo para proveernos de salvación, para servir de intermediario en la satisfacción de necesidades, para aparecer como el que resuelve los miedos y aleja la impotencia.
Qué bueno es contar con el EGO en ese momento, y en los inmediatos subsiguientes (hasta alcanzar cierta maduración neurológica y aprendizajes, como para responder de manera alternativa y asertiva), así como en las ocasiones de impotencia real y cuasi absoluta, cuando estamos impedidos de elaborar alguna respuesta a las crisis o eventos peligrosos que nos ocurren.

Pero, el EGO se establece como patrón, en lugar de quedar en las sombras como último mecanismo de supervivencia.
Es oportuno esclarecer el modo por el cual el EGO se hace intruso perenne en la conducta y percepción del hombre.

Los hábitos se forman por la repetición de conductas.
Un estímulo se asocia a una determinada acción, y esta asociación se va reforzando a través de la repetición, del entrenamiento.
Se crea así una nueva entidad neuronal, un patrón de conducta, un hábito, una naturaleza incorporada que se hace propia.
Del acto se pasa a la actitud, a una forma de percibir, comprender y reaccionar ante la vida.

El niño con los mecanismos del EGO obtiene atención y con ella satisfacción a sus necesidades.
El sentimiento, real o imaginario, de impotencia se ve por momentos adormecido gracias a la manipulación que produce el EGO en la conducta de los otros.
Las herramientas del EGO manipulan a la otra persona, la hacen actuar según el propio deseo.
El bebe se siente “poderoso” de esta manera, obtiene lo que desea, llama la atención, va formando un hábito.
Llanto y/o grito y/o pataleo dan como resultado que se la atienda, que se le satisfaga.
La repetición, una y otra vez, de esto crea el hábito.
El niño ha aprendido a manipular.
Aún ni siquiera reconocer que es otro, diferente a los demás; mucho menos identifica quien es el otro, si es mamá, papá o algún dios; pero sí va marcando profundamente la huella de su hábito, forjando su futuro a través del entrenamiento constante en la manipulación.
Si lloro, pataleo, golpeo y luego también finjo, entonces voy obteniendo un cierto poder, no es realmente mío, pero es como si lo fuera. Manejo las vidas de otros, me siento en control de todo, el mundo se confabula para calmar mis angustias, abrazar mis temores y consolar mis pérdidas. Sí, el EGO me induce a creerme el centro del universo, a que si solamente pienso y pienso con ganas, entonces todo el universo se orquestará para venir a satisfacerme.
Soy un gran bebe, impedido de todo, pero que se cree en control hasta de los mismos dioses (los padres, mayores, el dios familiar, etc.).

No lo hace por maldad, es así como se va entrenando, va ejercitando su área de influencia y poder.
Aprende que a los gritos, con llantos, con golpes, enmascarando la realidad es como se obtiene lo que se desea.
Así va luego actuando por la vida, movido por su EGO. Ese mismo que le hace sentir impotente, incluso allí en donde no lo es, pero le hace creer que es poderoso.
¿Y cómo no creerse poderoso, si desde chiquito ha manejado a los otros para que corran a satisfacerle?

Nuevamente, el bebe, así como el niño pequeño no lo hace por maldad, tampoco con sentido egoísta, simplemente lo hace.
Durante un cierto tiempo no tiene otros recursos.
Solo cuenta con el EGO para llamar la atención.
Luego, cuando zonas más sofisticadas del cerebro se van desarrollando y nuevas experiencias se van incorporando, igualmente el hábito negativo ya se ha implantado.

Ya aprendió a jugar con las reglas del EGO, no con finalidad malvada, sino porque es lo que se ha convertido en su naturaleza responsiva.

A esto sumemos la sensación de impotencia que atraviesa en cada circunstancia de la vida. En las cosas cotidianas y en las extraordinarias, en las relevantes y en las insignificantes. Una tapa de bebida es muchas veces un estorbo a nuestra potencia, el no poder dormir, alguna enfermedad pasajera, el tránsito atascado, el ascensor que paró en algún piso y no viene aunque insistimos en tocar el botón, el vecino que hace ruidos, la alarma del auto que se disparó y suena toda la noche, el mosquito, el huracán, la demora del vuelo, la azafata malhumorada, la esposa antipática, el marido indiferente, la suegra siempre presente, la enfermedad mortal, la sombra perenne de la muerte… todo, a cada rato, hasta en donde no somos consciente, allí está la impotencia, real o fantaseada. Es un compañero del cual no nos podemos despegar, el sentimiento de impotencia.
La primera reacción ante esto, la que es natural, la que ha sido además incorporada con el entrenamiento del hábito, es la reacción del EGO.
El enojo, el miedo, el deseo, la manipulación.

Crecemos y aprendemos a mejorar nuestras estrategias y técnicas de manipulación.
Nos volvemos más refinados en ese oscuro arte.
Se vuelve todo un juego de hilos de marioneta, mascaradas, antifaces, un ajedrez mortal y real.
A las reacciones directas, evidentes, visibles (llantos, golpes, gritos todos ellos con sus derivados), se les suman las que son sutiles: la agresión pasiva, el echar culpas, el pretender que otro se haga cargo, la queja indirecta, la amenaza que no es manifiesta sino velada que llena de miedo e irritación.
Sí, terrible el poder del hacer lo posible para que el otro siente culpa allí en donde no tiene responsabilidad; tal como dramático es mantener relaciones sostenidas en el miedo (recordemos viejas enseñanzas que ya hemos dado acerca de los cinco miedos básicos).

Pero… ¿dónde está el mal en todo esto?
Podemos admitir egoísmo (atender el propio interés sin importarle lo que ocurre con los demás o el entorno), egocentrismo (creerse el centro del mundo y despreciar lo que ocurre a los demás), egolatría (veneración religiosa de uno mismo) quizás, ¿pero maldad?
Esto no parece maldad, aunque las actitudes y conductas sean chocantes, deplorables, desprovistas de solidaridad.
En fin, no es lo mismo egoísmo y sus primos a maldad… ¿o sí?

De hecho, los sabios reconocen que hay un fondo de bien en la existencia del Ietzer HaRá, cuando al respecto dijeron: "En el Génesis (1:31) cuando dice "es bueno" hace referencia a la tendencia buena del ser humano, en tanto que cuando dice que "es muy bueno", hace referencia al Ietzer HaRá, para enseñarnos que si no fuera por esta inclinación, la persona no construiría su casa, no desposaría mujer, ni tendría hijos" (Kohelet Rabá 3:16).
Así pues, en la mirada de los Sabios no solamente es bueno para el niño pequeño que su cerebro reptiliano (base neurológica del EGO) esté activo, sino que es también necesario en la vida adulta. Tiene su función, si faltara estaríamos incompletos, puesto que nos permite ser completamente humanos, con nuestra lucha interna, con nuestras tendencias opuestas, con nuestro afán por satisfacer nuestras apetencias narcisistas naturales.

Entonces, ¿de dónde surge el mal en la persona?
Tal vez un aforismo de Michel de Montaigne nos dé una idea: "Ningún hombre esta exento de decir tonterías; la maldad consiste en decirlas deliberadamente.".

Es decir, el mal surge cuando escogemos actuar de acuerdo al EGO y/o causando daño injustificado a otro (u otros, o al ambiente).
Ser egoísta no es malo, tampoco es bueno. Pero cuando la actitud y/o acto egoísta me lleva a causar perjuicio innecesario, entonces es malo.
Querer mi propiedad, no tiene nada de malo; pero si para conseguirla robo, mato, lastimo, estafo, miento, etc., entonces ya pasa a ser un acto malo.

De aquí podríamos sacar numerosas conclusiones, algunas que podrían llevarnos muy lejos del camino ético, de construcción de shalom que proponemos para todas las personas sin excepción.
Por lo cual, debemos considerar un patrón de medición que no se vea alterado por el EGO, ni por el propio ni por el social.
Este patrón inalterable son los Siete Mandamientos Universales, que son la línea de base, la raíz, el piso indispensable para la vida moral y ética.
En realidad, son la enunciación divina de la ética espiritual que Él ha implantado en el corazón de cada persona.
No es un código impuesto desde fuera, no es algo ajeno a la persona, sino que es parte de nuestro “sistema operativo”, venimos de fábrica con la ética que se corresponde a los Siete Mandamientos.
El EGO, tanto el personal como el social, puede desdibujar la realidad y hacernos sentir al código noájico como “Ley” elaborada por rabinos, como normas de conducta “religiosas” que se nos insta u ordena cumplir, como otra forma más de “nueva espiritualidad”; pero ciertamente no son así.
Son parte de nuestra esencia espiritual, venimos con ellas en nuestro ser.
Al vivir de acuerdo a ellos (los gentiles) están encontrando el sendero a su verdadera identidad y no una máscara más que se recoge de fuera y se inyecta al interior y se la fuerza a ocupar el lugar del propio rostro.
Que se entienda, para el gentil el código noájico es el modo de recuperar su identidad, de evaporar las ataduras del EGO, de encontrar la armonía interna-externa, de sintonizar el Yo Vivido con el Yo Auténtico.

Tal sería la idea que está detrás de la afirmación legislativa de Maimónides, cuando expresa: "Todo gentil que reciba para sí el cumplimiento de los siete mandamientos y sea cuidadoso con ellos, es uno de los justos de las naciones del mundo, y tiene su porción en el Mundo Venidero. Esto es así siempre y cuando los reciba y los cumpla pues tal ordenó el Eterno en la Torá y manifestó a través de Moshé, nuestro maestro, que desde antiguo los benei Noaj (noájidas) estaban obligados a ellos. Pero, si los hace a causa de que les parece razonables (y no las asume como obligaciones de origen divino), entonces no se le puede considerar como justo de las naciones del mundo, sino un seguidor de sus sabios.” (Mishné Torá, Hiljot Melajim 8:11).
Si el noájida actúa éticamente, vive conforme al código noájico, pero sin admitir su origen divino, entonces está muy bien, es una gran persona, pero no logra alcanzar la cima de su nivel espiritual a la que podría arribar. No logra desplazar por completo su EGO y permitir que gobierne el AMOR. Porque vive la ética de los sabios, las instrucciones buenas y justas de los hombres que le precedieron y supieron enseñar modos de vida saludables. Sin embargo, para lograr la sintonía de su Yo Vivido con su Yo Auténtico, es menester que admita el origen divino del código noájico y lo viva a pleno. Cuando así hace, es un “justo de las naciones”, alguien que vive a través de su ética natural, originaria, que irradia de su esencia espiritual.
Entonces, vivir una vida ética sin admisión del origen divino, está bien, es algo meritorio y de inmenso valor.
Pero vivirlo la vida ética aceptando que es de origen celestial, entonces es dar un paso más, ascender más, perfeccionar su existencia más. Ojalá y fuera lo común para toda la humanidad.

Pero, lo común es manipular, es vivir a la sombra del EGO, en celditas mentales, temerosos, echando culpas, jugando jueguitos perversos, agrediendo, violentando, usurpando, disfrazándose, huyendo de la realidad (escapando de sí mismo).
Se tiene al EGO como un dios, como EL dios y como un redentor y salvador, como EL mesías.
Sobre estos temas ya hemos trabajado anteriormente, son muy importantes, por eso te invito a que busques, encuentres, leas, estudies, critiques, preguntes y lo incorpores a tu vida.

El EGO queda al mando de tu vida.
Vives sumergido en sentimiento de impotencia, manipulas, sientes miedo, escapas, disfrazas tu realidad, buscas dioses fuera, o líderes fuertes, cosas a las cuales aferrarte (supersticiones, religiones, partidos políticos, hinchadas deportivas, equipos deportivos, etc.) que te hagan mitigar tus pesadillas y angustias.
Tristemente nos recuerda el sabio proverbista: "Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean." (Mishlei / Proverbios 10:24).
Así es querido amigo, lo que el EGO te lleva a temer, suele ser lo que te sobrevendrá. Si te escapas de la soledad, manipulas para no estar solo, te escondes del aislamiento, terminarás tarde o temprano solo, aunque estés rodeado de gente. Aunque hagas cualquier sortilegio y fórmula mágica pretendiendo controlar a tu dios y de ese modo milagrosamente te sentirás controlando al universo, terminarás avasallado por las fuerzas que no puedes controlar… si ni siquiera puedes controlar lo que sientes, cómo te sientes, cómo te sometes al EGO…
Y así con cada pesadilla que se te cruce, tarde o temprano se hará realidad. A no ser que cambies la pisada, que evapores al EGO, que vivas de acuerdo al AMOR.

Espero que hayas entendido nuestro planteo de cómo funciona el deseo "religioso" en las personas, lo que los lleva a vincularse tóxicamente con sectas, adherirse a grupejos religiosos, someterse a religiones "oficiales", degradarse en todo tipo de extravíos.
Con ello, de manera retorcida, buscan el poder, poder para no angustiarse más con el sentimiento de impotencia, poder para controlar el destino, poder sobre la muerte, poder sobre sus dioses, y creen sinceramente (en muchos casos) encontrarlo. Pero es solo ilusoriamente, es mentira que nace de la desconexión con la realidad que produce el EGO. Es falso poder. Similar falso poder de los imperios que dominan por la fuerza de las armas, de las mafias que atormentan con su violencia, de los grupos de influencia que dictaminan orientaciones con manejos económicos, etc.
Detrás de todas estas máscaras de poder, detrás de todos estos uniformes de dominio, hay hombres débiles, paupérrimos, desgraciados, temerosos, incapaces de vencer a su EGO.
Gente pendiente de lo que otra gente ve, opina, juzga, critica, proclama, denuncia, reclama, ordena, manipula.
Un viene y va, jueguito recíproco de manipulaciones, en donde alternativamente podemos ser víctima, agresor o salvador. Y vamos dando tumbos, buscando salvadores, salvando o agrediendo y detrás de estas tres imposturas, siempre el EGO.
Ya lo dijo el enorme sabio, luz para su nación y las naciones, el Rav Kook: “hay gente libre que tiene alma de esclavo y hay esclavos que están sus almas llenas de libertad; quien confía en sí mismo es libre, en tanto que el que está pendiente de la aprobación y beneplácito de otros, es un esclavo.
Todos nacimos para ser libres, solamente atados a los mandamientos del Eterno.
Pero allí, en medio, se interpuso el EGO. Éste nos lleva a buscar a quien manipular y por quien ser manipulado. Si viviéramos con confianza en nuestra misión sagrada, con amor y respeto por nuestra identidad, con aprecio a nuestro legado, entonces no estaríamos en derrota, en exilio, esclavizados. Pero, no confiamos, no amamos, no respetamos, no cuidamos, y por ello nos sometemos. Nos amparamos en dogmas y doctrinas, creencias y religiones, filosofías e idealismos, proponemos dar otras mejillas pero alzamos las armas, clamamos por paz pero estamos manchados de sangre, nos envolvemos con rituales pero carecemos de solidaridad. Es una imagen que se repite, una y otra vez, en cada época, en cada lugar. Desde antaño los profetas la denuncian y profetizan: "Dice el Eterno: ‘¿De qué Me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis Mis atrios?
No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también las lunas nuevas, los shabatot y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar iniquidad con asamblea festiva!
Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una carga; estoy cansado de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis ojos. Dejad de hacer el mal.
Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda.
" (Ieshaiá / Isaías 1:11-17).

Así dice el profeta, dice Dios.
Basta de ritualismo, de religión, de rigidez falta de humanidad.
Seguir los mandamientos es lo correcto, tanto los que conciernen a la relación del hombre con Dios, como a los que son de relación entre personas.
No sirve hacer como aquellos dogmáticos, religiosos, que se ponen enfáticos en los mandamientos que vinculan con Dios, en las cosas rituales, que abruman con detalles y menudencias. Pero, a la hora de tratar con el prójimo, son descarados, vergonzantes, agresivos sin necesidad, maltratadores, etc.
Así no marcha la cosa, pues ambos modos de mandamientos son requeridos.
Pero el EGO, ah el EGO, ese astuto amigo de la infancia hace ver las cosas a través de su lente distorsionada.
Hace presumir de poder, hacer creer que se controla a Dios con sacrificios, cánticos e inciensos, como si a Dios se lo comprara con espejitos de colores.
El EGO que lleva a creerse el centro del universo, el amo de Dios.
Es el que nos hace despreciar al prójimo, vivir en desarmonía.
Y no, eso no sirve. Eso lleva al mal.
Tal como relata el profeta.
No el mal etiquetado por la sociedad, o el que uno valora como tal, ni el de los filósofos.
El mal según criterio de Dios y expresado en Su Torá y explicado por los maestros que tienen el conocimiento y la virtud para aprender y enseñar.
Así pues, hay que arrepentirse, es decir, volver a la senda correcta.
Dejar el pecado, que quiere decir desvío del camino correcto, cosa que produce el EGO.

El mismo Rav Kook, que ya mencionamos, instruye: “el primer arrepentimiento (o retorno) es que el hombre se perdone a sí mismo (o también: vuelva a sí mismo).
Comencemos la construcción de Shalom por nosotros mismos, dejando de lado la identificación con las máscaras del Yo Vivido y encontrando el rumbo hacia nuestro Yo Auténtico.
Perdonemos, perdonémonos, aprendamos a vivir mirando el aquí y ahora con bondad y justicia, sin olvidar el pasado, sin vilipendiar el futuro, pero aprovechando a pleno este momento y este lugar. El presente es el único tiempo que existe, el único real, el único para disfrutar.

Gracias a Dios que el Noajismo no es una secta o religión, tampoco una filosofía o un compendio de leyes. Noajismo es la humanidad en su plenitud, en su integralidad.
(Tal como el judaísmo lo es para esa porción minúscula de la humanidad que se denomina Familia Judía).
Noajismo es el camino de regreso a casa. Es la herramienta sagrada para hacer de este mundo un paraíso terrenal. Es el modo que Dios ha dado para que cada uno salga del exilio espiritual y alcance su tierra prometida personal, la Era Mesiánica propia, el Mesías en su vida.
Con acciones concretas, absteniéndose del mal, haciendo el bien.
Pero también cultivando la interioridad, construyendo shalom desde dentro, dejando la discordia por la empatía.

Es triste saber que la inmensa mayoría de los humanos (gentiles y judíos) están desconectados de su esencia, en desequilibrio, realmente enfermos en su multidimensionalidad. Están abrumados por el EGO, alicaídos en sus emociones, corrompidos en sus creencias y anhelos, machacados por el miedo y el deseo que nace del EGO.
Es doloroso saberlo, porque son hermanos, gente cercana, hijos de la misma Familia.
Mientras estas personas están en el exilio espiritual, desconectados de su esencia, el Exilio se resiste a morir. No hay Era Mesiánica, porque tantos hijos están fuera de la senda, en caos, desafinando en la sinfonía cósmica.
Si bien nuestro propio EGO nos puede impulsar al enojo, al reclamo amargo, a la disputa inútil, a la agresividad innecesaria, así no se resolvería nada, sino que se acrecentaría el drama.
Por tanto, comencemos construyendo shalom en nuestro interior, admitiendo sus posturas, que aunque erróneas y lastimosas son las que ellos consideran válidas.
No respondamos desde el EGO, sino desde el AMOR.
Para ello debemos cultivarnos, trabajar en nosotros, romper el primado del EGO en nuestra vida, así podremos tender lazo de unificación con nuestros hermanos y con los extranjeros también.
Es el largo camino de regreso al hogar, de restablecer el paraíso terrenal como antaño, como nunca fue en la realidad.
En unidad, armonía, resplandor, amor.
Somos unidad, aunque la manifestación física nos haga separados y diferentes y hasta divergentes.
Encontrar el nexo que nos une, es el camino del AMOR, aquel que debemos estar dispuestos a andar.
Sin por ello olvidar que existen leyes, normas, mandamientos que no siempre son suaves, no siempre vienen con caricias, en ocasiones son severos y con penalidades duras. Es parte de la vida en Este Mundo, que hemos de aceptar y así trabajar por construir Shalom, con luz y con sombras. Pero siempre construyendo shalom.

Texto que aconsejo leer y estudiar con detenimiento: http://serjudio.com/cterapia/cab060808.htm

Siempre de moda

Escuchando algunos comentarios sobre las tradiciones de los pueblos de las comunidades y el cómo estas a través del tiempo van cambiando o bien van desapareciendo, salió a flote un tema muy interesante, te lo comparto.

Comento este joven que hablaba sobre estos temas, que un personaje de la crítica había dicho que los 10 mandamientos eran para interpretarse tal cual están escritos, lo que quiso decir es que se deberían de interpretar literalmente tal como están escritos.

En conjunto con el tema que se tocó primero, le dije que las tradiciones cambiaban se modifican al paso del tiempo o bien desaparecían, pero en el caso de los 7 Mandamientos universales enunciados por Dios mismo, esos nunca se modificaban y eran vigentes para toda la vida, por ejemplo una tradición antigua dictaría que el hombre debería dedicarse exclusivamente a la agricultura o a la pesca, pero hoy día hay muchas más actividades para emplearse, entonces esta tradición hoy día resulta ineficaz sin sentido, sin en cambio un Mandamiento no es así, digamos la prohibición a las relaciones sexuales ilícitas, hoy como hace mil años o mucho más atrás resultaría enormemente positiva, serle fiel al conyugue redunda en armonía y tranquilidad tanto hoy en día, como hace 500 años, claro las tradiciones son hechas por hombres y son diseñadas de acuerdo a la época y a los lugares, pero los Mandamientos fueron diseñados para todos los tiempos (Dios mismo lo dice), es la diferencia entre algo que hace el hombre y algo que hace Dios.

Los 7 Mandamientos universales son aplicables en cualquier época, en cualquier lugar y en cualquier momento, son guías para tener estabilidad y crecimiento tanto individual como colectivo, aunque no deber ser ello la razón por la cual deben ser cumplidos, sin embargo también es cierto que son muy benéficos para la sociedad en general.

No tener relaciones sexuales ilícitas, es una excelente práctica para fortalecer la familia.

No asesinar, es muy positivo para vivir con tranquilidad.

No robar, también es muy positivo para la tranquilidad.

No cometer idolatría, es muy bueno para alejarse de supersticiones que no acarrean nada bueno a la vida.

No blasfemar, es una excelente práctica para entrenar el respeto que le debemos al Creador del mundo.

No comer parte de animal con vida, es una práctica de gente civilizada y consiente del respeto hacia cualquier ser vivo que habite este mundo.

Y por último establecer cortes y leyes de justicia, es favorable para sustentar en armonía y paz a la sociedad en general.

Los beneficios que señale en cada uno de los Mandamientos, son meramente superficiales y tal vez no son los efectos principales, no tocan en profundidad los efectos de los Mandamientos en la vida, porque los 7 en conjunto son un sistema de crecimiento y estabilidad.

Aunque tampoco es mi intención “venderles” estos mandamientos, sino solo meditar un poco en los efectos positivos de los mismos, cumplirlos solo porque nos traen beneficios no me parece muy saludable, tal vez sea positivo en algún aspecto pero no deja de ser un trueque, algo nacido del ego, es mejor cumplirlos solo porque fueron ordenados y ya.

Y como conclusión, los Mandamientos no son como las tradiciones pasajeras, pues estos se aplican en cada circunstancia cada momento sea hoy o hace 5 mil años.

¡Saludos!

El consejo diario 384

Todos morimos, pero algunos están muertos en vida, viven muriendo, mueren por no vivir.
Pobres personas que pasan por la vida sin que la vida pase por ellos.

Creo que lo importante es vivir a pleno, hacer de cada instante un monumento a la vida, un legado a la posteridad.
Puedes ser la gota que roza el espejo de aguas y produce un efecto multiplicador de ondas, que se expanden, que se retrasmiten el mensaje, que siguen moviéndose y aplicando la enseñanza aunque la gota inicial (tú) hace rato ya no esté más activa, hace tiempo haya retornado al océano del cual salió.

Vive ahora, no esperes a un ilusorio porvenir, no te aferres a esperanzas, no idealices nada, rompe con los ídolos sobre pedestales de barro.
Vive ahora, conócete, ámate, respétate, comparte la vida, como una llama que se extiende en otras mechas sin por ello restar a su propia luz.

Emor, ser salvos

Ni arriba ni abajo, en tu lugar
Al EGO no le sirve que crezcamos.
Le conviene hacernos sentir impotentes y que nos creamos todopoderosos o absolutamente incapaces, para que de esa forma soportemos constantes tropiezos, contrariedades, sufrimientos.
Es que, si la persona se siente capaz, libre, responsable, apta, con el sano orgullo de poder lo que puede, bien pronto se quita de encima la bota tiránica del EGO.
Entonces, el EGO lo somete a la tortura de sentirse ignorando, poca cosa, fracasado, imposibilitado, destinado al dolor y sin mecanismos para sobresalir. O le hace fantasear con tener poderes que realmente no tiene, dominios que le son ajenos, y por consiguiente chocará tarde o temprano con la realidad que le dice: “no, tú no puedes”. En esa circunstancia ya no es solamente un sentimiento de impotencia, sino la impotencia concreta, materializada, el límite de nuestras capacidades reales.
Entonces, se suma el sentimiento, la creencia fantástica y la realidad, se hace un combo amargo que degustar.
La soberbia, el creerse más de lo que uno realmente es y puede llegar a ser; tal como la falsa modestia, el rebajar el propio estatus a un nivel inaceptable, incongruente con la real capacidad y potencial; son caras de la misma terrible moneda del EGO.
Imaginar y hasta delirar con estar a un nivel que no se está, ni se puede llegar, sea alto o bajo, son formas del EGO para mantenerte en impotencia, sometido, esclavizado, ajeno a tu verdadera identidad, aferrado a máscaras del Yo Vivido en lugar de abrazado y en paz a tu Yo Auténtico.
Es triste, pero es la regla casi general de la humanidad. Pocos son los que saben y pueden zafar de la esclavitud del EGO y potenciar su vida al máximo.
Al conocimiento de su real valor y lugar, a la autoestima adecuada, en la Tradición se le suele nombrar como “humildad”.

El origen de la religión
Nuestras primeras reacciones ante la impotencia inicial, en el traumático momento del nacimiento, son instintivas.
Son las herramientas básicas del EGO: grito, llanto, pataleo y desconexión de la realidad.
Con ellas procura mantenernos con vida, sortear el amargo trago de la impotencia y sobrevivir.
Desde ese instante nos vamos  programando, a partir de estas herramientas, a través de las relaciones con el medio y las otras personas.
Vamos usando ciertos instrumentos, los vamos conociendo, perfeccionando, cambiando, desechando, mejorando. Pero la raíz permanece la misma: llanto, grito, golpe, inconsciencia.
Vamos sumando los mandatos de la sociedad, a reaccionar de acuerdo a lo que nuestros padres nos entrenan.
Vamos formando creencias, decodificando al mundo de acuerdo a lo que estamos conocimiento y entendiendo, se tejen redes neuronales, nos vamos haciendo como personas.
Allí en el fondo está nuestro primer salvador, el EGO, con sus demandas, con sus exigencias, sus manipulaciones. Es un “dios” que se interpone a nuestra conciencia de Dios, son las múltiples cáscaras que recubren nuestra neshamá (esencia espiritual), para que no tomemos contacto, para que no nos conectemos, para que no seamos uno y unificados.
Allí fuera están los primeros “dioses” que vamos adorando, por lo general la madre (o más bien debiera decirse la o las personas que cumplen la función materna de proteger, alimentar, higienizar, etc.).
El dios interno, el EGO, se presenta como el dios externo, las personas de nuestro entorno en nuestras edades más tiernas.
En esos momentos aprendemos a manejarnos con los dioses, a manipularlos, a ser manipulados. A conseguir las cosas que deseamos con rabietas, con enojos, con estafas emocionales. Esos dioses están a nuestro servicio, pero dependemos por completo de ellos. Es como una relación bastante enfermiza, sin ellos morimos, ellos sin nosotros es como que no tienen sentido de ser.
Así es como, en general, vamos fabricando el sentimiento religioso en nuestro ser.
Por ello decimos que la religión, la fe ciega, es derivado del EGO. Porque no se asienta en la espiritualidad, en la conexión, en la unidad, en el ser en plenitud, sino en el toma y daca, en el negociado, en las necesidades de ambas partes, en jueguitos de poder y dominio. Eso es la religión, nada sagrada, nada trascendente, puro EGO.
Así comprendemos cómo en el nombre de las religiones se hacen las peores barbaridades, se excusan la peores miserias humanas. En este siglo y en todos los anteriores.
Porque, si la religión fuera del reino espiritual, nunca estarían a la defensa de la corrupción, de los “poderosos”, de la amenaza como mecanismo, etc.

El eterno volver
Si pudieras ver tu vida desde fuera, desapasionadamente, con frialdad, con desapego, encontrarías que una y otra vez repites conductas.
Como si estuvieras programado a volver a repetir lo que ya viviste con apenas variaciones.
Pueden ser las mismas u otras caras, pero en el fondo las situaciones se repiten, apenas si con cambios.
La tonada es la misma, aunque sean otros los instrumentos que la ejecutan.
Y vuelven, o quizás nunca se van, los mismos sentimientos de desamor, de impotencia, de limitación, de desamparo, de apego, de desconexión de no poder ni valer, de fracaso.
Parece que decides, pero no.
Haces de cuenta que eres libre, pero estás esclavizado al EGO, y sigues mandatos externos, creencias infantiles, programas que te hacen ejecutar automáticamente las cosas.
En las pequeñas y en las grandes cosas, allí saltan los programas a los que nos hemos acostumbrado, que son nuestra “segunda naturaleza”.
Observa, pero con desapego, desde fuera, sin reaccionar, sin responder, sin querer tener el control, observa… ¿qué ves?

Observa y registra
Observa cómo actúas, como un personaje de obra teatral, como siguiendo un libreto escrito por ajenos.
Obsérvate en tu multidimensionalidad:

  • qué sientes en tu cuerpo, en qué parte precisamente;
  • cómo te sientes emocionalmente; cómo te valoras; cuáles personas, cosas, situaciones, ideas te hacen sentir esas cosas;
  • de quién te ocultas o a quién quieres vencer; qué posesión quieres obtener para sentirte apreciado; qué trofeo quieres demostrar;
  • cuáles son tus pensamientos; qué afirmas acerca de ti mismo y de las cosas; qué recuerdas, qué esperas; qué inventaste para excusarte;
  • cómo actúas, qué dices, qué callas, con qué lo asocias.

Observa con calma, sin pasiones, sin justificar, sin excusas, sin negar, sin rechazar.
Observa y admite lo qué estás viendo. Regístralo, no confíes en tu memoria, te hará trampas el EGO.
Por el mero hecho de hacer esto, de tomar distancia, de no apegarte, de aceptar lo que sucede, de fluir, ya estarás aprovechando mejor tus energías vitales.
Aún no habrás hecho nada, activamente, pero estás en la onda del cambio positivo.
Tomar conciencia, despertar, saber lo qué sucede es uno de los primeros pasos para tu liberación.
Antes está el admitir que uno está mal, en desbalance, fuera de foco, no sincronizado con la existencia, sufriendo. Porque si estamos anestesiados al punto de ni siquiera reconocer nuestro malestar, difícilmente emprendamos un camino hacia la redención personal.

Entrénate
Puedes ir descubriendo los patrones de conducta que se repiten, que son cadenas que te atrapan en la esclavitud al EGO.
Revelar los pensamientos negativos, las creencias falsas, las infantiles fantasías de poder, el egoísmo, la falta de solidaridad, el perpetuo jueguito por alcanzar el poder y ser sumiso, entre otras cosas.
Ir despertando, es un paso esencial.
Te da más energía, te abre la cabeza, de limpia el pecho de opresiones.
Pero, aún está lejano el mar Rojo para que se abra y te deje pasar fuera de la celdita mental del EGO y aún más lejana la Tierra Prometida, de paz y placer.
Es necesario entrenarse y no dejarse arrastrar por el hábito, no someterse al guión, salir del esquemita mental repetitivo.

Es evidente que no podrás hacer esto de buenas a primeras, a fuerza de buena voluntad o pensamientos positivos.
No existe la magia.
Tienes años enroscado a una cadena, no esperes quitártela de encima de un momento al otro.
Te advierto que muchos han tomado conciencia para luego volver a dormir, aún más pesadamente que antes.
Es que, el EGO atenaza con fuerza, a pesar de que es intrínsecamente débil.
Precisarás esfuerzo, constancia, trabajo, alegría, optimismo, agradecimiento, valor, paciencia, amor, respeto entre otras cosas para seguir adelante, para ser libre, para obtener paz, para gozar, para estar unificado y en armonía interna y externa.
Sí, muchos quedan por el camino, la mayoría quizás, pero eso no es excusa para que tú no seas de los que alcanzan la Tierra Prometida y disfrutan de ella.
Todo lo que crees que te cuesta, lo que te pierdes, lo que te esfuerzas igualmente será poco, barato, comparado con lo que gastas manteniéndote en la celdita mental del EGO, con lo que malgastas y derrochas para tapar agujeros, con lo que desperdicias al pasar por la vida sin vivirla realmente.

Entrénate en valorar al prójimo, en hacerlo sentir bien sin esperar nada a cambio, en ser justo, en no responder automáticamente sino desde un punto de vista que beneficie a ti y al prójimo.
No quieras ser el que tiene la última palabra, no pretendas ser el que domina, no pidas la cabeza del otro, no trabajes para el EGO.
Disfruta de aquello que está a tu alcance y propón al otro que haga lo mismo.
Deja fluir aquello que no puedes ni debes controlar.
Repara lo que está bajo tu dominio para que funcione correctamente.
Relájate, no quieras comandar todo y a todos.
Entrénate para ser bueno y justo, gozar de lo permitido y apartarte de lo nocivo.
Haz esto, entonces estarás en camino a la Salvación, a la Redención, a la Era Mesiánica, a la Tierra Prometida.

Emor
Para los judíos, en la lectura semanal que corresponde a este Shabbat (parashat Emor) encontramos:

"Guardad, pues, Mis mandamientos y ponedlos por obra. Yo soy el Eterno.
No profanéis Mi santo nombre, pues Yo he de ser santificado en medio de los Hijos de Israel.
Yo soy el Eterno, el que os santifico, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Elokim.
Yo soy el Eterno.’"
(Vaikrá / Levítico 22:31-33)

Se nos muestra la puerta para salir de nuestra celdita mental, de la tiranía del EGO.
Es Dios el que quiere nuestra salvación.
Pero somos nosotros los que debemos levantarnos, abrir la puerta –que está sin llave-, y pasar a la libertad.
No seremos arrancados de la prisión, nadie vendrá a sacarnos. Debemos salir por nuestros medios.
Tenemos la ayuda de Arriba, contamos con la fuerza interna, se nos brindan hermosos consejos, se nos dio la oportunidad.
Ahora, a avanzar.
Si no llegas a la Tierra Prometida pero hiciste tu parte, santificaste tu vida por medio de la bondad y la justicia, entonces ten por seguro que desde lo Alto serás buenamente recompensado. Será completada tu travesía, no en esta vida, pero si en la eterna.
Cada paso que des, cada obra que realices, cada instante que saborees la libertad de forma comprometida, estarás sembrando gozo eterno.
Ahora, levántate y avanza.
Actúa, sé solidario, haz el bien, ¿a qué esperas? ¿A que tu EGO te dé permiso?
A construir Shalom.

A ti ¿quién te manda?

Una historia antes de hacer un comentario

Un poderoso rey gozaba de muchas riquezas y territorios en todo el mundo, pero no sabía a cuál de sus seis hijos cederle el trono.

¿Qué hizo?

Decidió ponerles un difícil reto, en el que ellos tenían que conseguir diamantes de la mejor calidad; quien obtuviera la mayor cantidad de diamantes seria el sucesor al trono.

Este inteligente rey les explico durante una larga platica hacia donde debían ir y por donde no deberían pasar, que joyas comprar y cuáles no, con quien sí, y con quien no, como saber si un diamante era autentico o no, etc. Mientras tanto, para la competencia mando hacer copias escritas de todo aquello que había indicado a sus hijos verbalmente antes de su viaje.

Antes de que partieran les advirtió:

-el camino que están por recorrer es largo y peligroso. Es muy probable que para cuando lleguen a su destino estas enseñanzas ya se les hayan borrado de la mente; es por eso que les hago entrega de estas copias de las clases que les impartí. Sean inteligentes y a menudo repasen lo estudiado, pues de otro modo hallaran muchas dificultades en su empresa. En esos escritos se encuentran, entre otras cosas, mapas, atajos y direcciones de gente a la que pedirán el dinero para comprar los diamantes. Sigan mis reglas y no se aparten de mis enseñanzas, ni para un lado ni para el otro. Tomen mis consejos al pie de la letra y estoy seguro de que tendrán mucho éxito en su misión. Hijos míos, soy ya un hombre viejo; el tiempo no me favorece demasiado. ¡Es por eso que les pido que se apresuren y al cumplir con su objetivo retornen inmediatamente!

Estos hijos partieron rápidamente a cumplir con la voluntad de su padre. Fue un viaje largo; muchas semanas vagaron por el bosque, otras en el desierto, y después de tres largos meses por fin llegaron a su destino. Se trataba de una gran ciudad, que les resultaba bastante ajena.

Ya estando allí, se separaron y cada uno tomo su rumbo. El primero siguió los sabios consejos de su padre y constantemente revisaba los escritos y los estudiaba con mucho esmero; los tenia a la mano en todo momento y para cada decisión que tomaba se fijaba nuevamente en ellos. Fue por eso que con rapidez hallo el lugar en el que estaba el dinero, proporciono las claves para que se lo entregaran, llego al lugar ideal para comprar las joyas y supo diferenciar entre los diamantes reales y los de fantasía, sin dejarse engañar, y camino por túneles y pasadizos ocultos para que no pudieran los ladrones darse cuenta de su presencia.

El segundo hijo de vez en cuando veía las instrucciones, por lo que no le fue tan sencillo dar con su objetivo y en ocasiones perdía la pista; pero el tercero, quien no había siquiera abierto el manual más que en contadas ocasiones, tardo en encontrar el dinero y todo le resulto más difícil.

El cuarto hijo ni siquiera hojeo sus escritos durante todo el viaje, pero por lo menos los tenía consigo, y naturalmente tuvo más dificultad que el anterior.

El quinto hijo perdió los papeles al poco tiempo de haber llegado, pero por lo menos alcanzo a verlos una vez y memorizo el lugar en que estaba una parte del dinero. No alcanzo su objetivo, pero al menos no sufrió pobrezas ni hambres, difícilmente pudo retornar al palacio con bien. Pero el último de los hermanos no corrió con esa suerte y, para su desgracia, aparte de que no estudio sus escritos, los perdió antes de llegar a la ciudad, por lo que jamás encontró nada y se vio en la necesidad de quedarse en esa ciudad a pedir limosna y pasar hambres, pues no contaba con el suficiente dinero siquiera para regresar.

El Creador del mundo desde el inicio de los tiempos, le otorgó al ser humano las instrucciones básicas para que su estancia en este mundo fuera provechosa, tristemente las personas prefirieron las religiones, las creencias, “el ego” en lugar de los sabios consejos del Creador del mundo.

Los 7 Mandamientos constituyen las mejores herramientas para poder desplegar una existencia saludable y prospera en todos los aspectos de la vida, sin embargo no es por ello que debemos acatar dichos Mandamientos sino porque estos son órdenes del Creador del mundo hacia nosotros, pero como el Eterno es Bueno, cualquier cosa que provenga de El invariablemente es para nuestro propio bien, como en el caso de los Mandamientos que nos permiten propiciar las circunstancias óptimas para tener buenas vidas en este mundo, sobre esto se ha escrito en abundancia y todo el material está disponible aquí en este sitio, pero no está de más recordar que estas órdenes son los mejores consejos de un Padre hacia sus hijos.

Recuerda que el Creador te manda pero no porque sea un cruel tirano sino para tu propio beneficio.

¡Hasta pronto!