En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes, a los diecisiete días del mes, en este día se rompieron todas las fuentes del abismo grande, y las ventanas de los cielos se abrieron.
Y fue la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
(Breshit/Génesis 7: 11-12)
Sumerios, Acadios, Griegos, Hindúes, Chinos, Mayas y Aztecas, Incas y otras civilizaciones relatan sobre un diluvio de aguas que ocultó las cimas de los montes; estas civilizaciones cuentan además que un solo hombre fue informado del suceso, y que éste y su familia fueron los únicos sobrevivientes, además explican que se valió de una nave para navegar sobre las aguas, protegiendo dentro de esta a animales.
Pero es interesante denotar que ninguno de los relatos diluvianos de otras civilizaciones indican cuáles fueron los motivos para que este hecho ocurriera, no son claros en las palabras que se dijeron a los sobrevivientes luego del diluvio, afirman que antes de este hecho había gigantes, pero no dicen que esa generación se había pervertido y se había vuelto violenta, que la vida se había tornado insostenible, por el daño que se le había causado a la creación; afirman que luego del diluvio se le ordenó al sobreviviente ser piadoso, pero se afirma que debía también construir templos para los dioses…
¿Por qué la humanidad no tomó debida conciencia de que el Diluvio fue una segunda oportunidad para enmendar errores pasados?
El único relato que no cuenta solamente la historia de un diluvio, sino que explica el motivo por el cual se originó dicho cataclismo y además deja claro el mensaje que D’’s quiso transmitir con dicho hecho, afirmando cuales son los preceptos que el hombre tiene que poner en práctica para evitar que ocurra otro diluvio, es el de la Torah.
Las razones son obvias, la Torah no es un libro de anales, que sirva para recordar un hecho histórico sin entender la trascendencia del acontecimiento, es un manual, dado por D’’s, para la vida saludable y provechosa en este mundo, un manual que le fue entregado por custodia al pueblo de Israel, como herencia y legado familiar eterno, pero que es útil para toda la humanidad, pues en él también hay aguas vivas que debemos nosotros tomar también.
Lo que podemos entender de esto es que ¿para qué sirve que recordemos un acontecimiento, si nada aprendemos de él?
El Diluvio representa la Misericordia de D’’s para con aquellos que practican la justicia, como Noé, significa la alianza que D’’s ha hecho con nosotros de salvaguardar nuestras vidas, significa el compromiso que hemos adquirido con nuestro Creador de respetar y velar por el cumplimiento de los preceptos universales, el Diluvio es una oportunidad para nosotros, una oportunidad para retornar a Él, para poner nuestras cuentas en orden, para mejorar, para buscar la trascendencia.
No esperemos más, no miremos vanamente lo que rodea al hecho, escuchemos el mensaje implícito en él.