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Luz original en tu interior, estudio cabalístico

El espíritu de santidad invistió al salmista cuando expresó:

"Los que amáis al Eterno, aborreced el mal. Él guarda la vida de sus fieles; los libra de manos de los impíos.
La luz está sembrada para el justo, la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, oh justos, en el Eterno; celebrad la memoria de su santidad."
(Tehilim / Salmos 97:10-12)

Al respecto, en el Zohar encontramos:

“R. Isaac dijo: La radiación que Dios produjo en el tiempo de la Creación iluminó al mundo de un confín al otro, pero fue retirada para que los pecadores del mundo no la gozaran, y se halla atesorada para el justo, es decir, para el Tzadik, como está escrito: “La luz es sembrada para el Tzadik”; entonces los mundos se hallarán firmemente establecidos y formarán un todo único, pero hasta que emerja el mundo futuro esta luz permanece oculta y almacenada. Esta luz salió de la oscuridad que fue tallada por los golpes del Más Recóndito; y de manera similar, de esa que fue almacenada fue tallada por algún proceso oculto la oscuridad del mundo inferior en la que reside la luz. Esta oscuridad inferior es llamada “noche”  en el versículo: “Y a la oscuridad llamó noche””.
(Zohar, Bereshit 56)

La Luz está sembrada para cada uno, pero solamente los justos pueden gozar de ella.
La Luz es nuestra esencia espiritual, nuestra conexión sagrada con el Eterno, nuestra identidad perenne.
Pero está oculta.
Se encuentra debajo de máscaras y cáscaras que nos han ido poniendo o hemos ido asumiendo.
Allí permanece, intacta, eterna, perfecta, irradiando su perfección original, pero no la podemos gozar, puesto que está oculta por nuestras acciones, creencias, pensamientos, palabras, emociones.

Como la Luz no alcanza a alumbrar nuestra vida, es que no contamos con la dicha sincera y pura.
Podemos tener momentos de alegría, pero generalmente pasajera. Nos alegramos con trofeos, algún triunfo material, de esos que manifiestan nuestro poder y nos apartan del temor a la impotencia.
Pero, el gozo verdadero, esa dicha reservada para los rectos de corazón, pareciera como si estuviera lejos.

Es necesario hacer el trabajo de unificar nuestra multidimensionalidad.
Establecer nuestros mundos, nuestras dimensiones, para formar un todo unificado, un atisbo de mundo venidero.
Porque en ese mundo venidero interior está reservada la Luz, el goce de la bendición constante que resplandece sobre nosotros.

Es que, los pecadores, los que se extravían de la ruta prefijada por el Eterno, tienen imposibilitado el gozo esencial.
Todos somos pecadores, no hay uno que sea perfecto y esté libre.
Porque el pecado no es una acción inmoral, no es una falta grave, no es un corte con Dios, no implica un infierno terrible, sino sencillamente el apartarse de nuestra esencia, aferrarnos a fantasías de Yoes Vividos como si fueran la realidad, como si fueran nuestra auténtica identidad.

Por supuesto que no existe un pecado original del que no somos responsables pero se nos echan todas las culpas.
¡No! Eso es parte de un mito que la idolatría usa para someter a la gente.
No estamos hablando de pecados originales, ni de abismos infranqueables, ni de desconexión permanente con Dios.

Estamos hablando de vivir en estado transitorio, como personajes en una obra de teatro, como sombras, en lugar de ser integrados, unificados, constructores de Shalom.
Al encontrar la armonía en nuestro ser, al construir shalom interna, estamos alcanzando la redención, la Era Mesiánica personal, que asemeja a la era universal de Shalom.

Pero, en tanto no armonicemos nuestra multidimensionalidad, permanecemos en noche, en caos, en confusión, en mezclas de sombras y algunos rayos difusos de luz.

Emprendamos el camino de la unificación, de la integración.
Amemos al Eterno, ¿cómo? Cada cual cumpliendo aquellos mandamientos que Él ha dispuesto para cada uno.
Seamos leales a nuestra esencia espiritual, si somos judíos a través del judaísmo, si somos gentiles a través del noajismo.
Seamos buenos, amemos al prójimo sinceramente, generosamente, sin esperar NADA a cambio.
Seamos justos, promoviendo el acercamiento, el orden, los valores éticos.

Tal es lo que aprendemos que expresa el salmista a través de su inspirada meditación, lo que cotejamos en el conocimiento cabalístico del Zohar.
Como una y otra vez venimos pregonando, invariablemente, desde hace años: construir shalom, siendo buenos, justos y leales.

La Luz del Eterno, la Luz de Vida que da nombre a nuestra Fundación y Hogar, es la que está allí, oculta, dentro de ti, en cada uno.
¿Quieres disfrutar de ella o permanecer en las sombras, en la noche?

El valor de la Torá (Escrita y Oral), la postura de una persona fiel

Pensando en que tenemos amistades/contactos en el facebook que siguen los conceptos de los caraítas, realicé esta pequeña recopilación para orientarles/ayudarles a que entiendan el valor que tiene la Torá Oral, que es el mismo valor que la Torá Escrita, que una no puede estar sin la otra, y de ésta manera conozcan los motivos por el cual se considera herejía las enseñanzas del caraísmo, que a veces es comparada con el cristianismo.

Sin ánimos de polemizar, ni hacer sentir mal, ni de imponer, ni de censurar nada.
Solamente tenderles una mano, una ayuda, que bien pueden aceptar o rechazar, tener en cuenta o hacer caso omiso. Como seres humanos tenemos libre albedrío, se puede obedecer al Eterno o a nuestro entendimiento.

Espero que estos textos les sea de utilidad.

¿Parashá para Noájidas?
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/rap001/rap021.htm

Educacion para la justicia
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/educacin-para-la-justicia

El Sanhedrín y los 7 mandatos
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/dnoam/rap128.htm

Moré
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/more

¿Cuando un judío deja de ser judío?
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/rap001/rap011.htm

Cauces que llegan al océano
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap701_750/rap704.htm

Cercos de la Torá
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/dnoam/rap29.htm

Divergencias no son peleas
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap1251_1300/rap1256.htm

Torá de Moshé
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap1601_1650/rap1611.htm

Según el ojo…
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/rap201_250/rap236.htm

Isaías 29:13
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/ajenos/misioneros/isaas-2913

Resp. 3661 – Amonestación a los falsos sabios
Por: Yehuda Ribco
http://serjudio.com/exclusivo/respuestas-a-preguntas/resp-3661-amonestacion-a-los-falsos-sabios

Hijos de Noaj: La religión, el peligro!
Por: Jonathan Ortiz
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/hijos-de-noaj-la-religion-el-peligro

Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el gentil en relatos del Talmud
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/conversion-al-judaismo-y-estudio-de-tora-para-el-gentil-en-relatos-del-talmud

La Torá no es para el noájida
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/la-tora-no-es-para-el-noajida

Resp. 725 – El noájida que es comparado con el sumo sacerdote?
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/resp-724-el-noajida-que-es-comparado-con-el-sumo-sacerdote

Resp. 784 – quien puede guiarme para estudiar Torá?
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/id-noajica/identidad/resp-784-quien-puede-guiarme-para-estudiar-tora

Breve recopilación sobre el ego

Este es una muy breve recopilación sobre una temática que se ha estado llevando a cabo en este sitio, tomando en consideración que a medida que va pasando el tiempo, tenemos más y más visitantes nuevos, o antiguos que vuelven, estos son algunas de las publicaciones más básicas para conocer del tema.

 

El Yo y el EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=17359

Impotencia y EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=15200

Reconocer al EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=15402

Herramientas del EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=15593

La Fe del EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=17318

Los trofeos del EGO
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=16673

El EGO según Salomón el rey
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=17578

EGO y Yo en la parashá Toldot
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=17536

Ay el Ego
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=15291

En la base
Por: Yehuda Ribco
http://fulvida.com/?p=115

Las consecuencias del EGO
Por: Felipe G. FLORES
http://fulvida.com/?p=15730

Ese… es mi Ego
Por: Elizabeth Fernández
http://fulvida.com/?p=16466

Saliendo de Israel. El Ego y una esclavitud noajica.
Por: David Russomanno
http://fulvida.com/?p=15919

Ego una presencia constante
Por: talmidim
http://fulvida.com/?p=17410

El Ego…
Por: Jonathan Ovares Calvo
http://fulvida.com/?p=6536

Eres feliz? (ego- )
Por: Ricardo Rodríguez
http://fulvida.com/?p=17973

No olviden continuar leyendo la serie http://fulvida.com/series/ego-2

Abrazos para todos.

No tendrás dioses ajenos delante de Mí

«No tendrás dioses ajenos delante de Mí.»
(Shemot / Éxodo 20:3)

Este es uno de los famosos mandamientos que componen el Decálogo, al que erróneamente se menciona como “Diez Mandamientos”, cuando en realidad son “Diez Frases”, con catorce mandamientos (para los judíos) en ellas.
Éste es uno de los 613 mandamientos para los judíos, uno bastante peculiar puesto que no requiere de acción o abstención de una, sino que remite al mundo de las creencias, de lo intangible.
Si bien no es mandamiento para los noájidas, es una regla a tener en cuenta, como derivado del mandamiento universal de “no adorar dioses que no son Dios”.

A primera vista es una norma fácilmente comprensible, pero cuando somos delicados en el análisis descubrimos la hondura.
Prestemos atención.

Ante todo, donde dice “dioses” en el original se lee “Elohim”, que es “dioses”, pero también EL Dios (Uno y Único), también poderosos, también gobernantes.
Ya con este conocimiento comprendemos que el mandamiento se complejiza.
¿De qué se está hablando?
De falsos dioses, de Dios pero que está “ajeno”, de dioses ajenos, de dioses que ajenos creen en ellos, de poderosos… ¿de qué?

El EGO toma el control en las situaciones de impotencia real, cuando no quedan otros recursos para implementar.
Esa es su función natural.
Sin embargo, en la mayoría de las personas continúa gobernando, usando y abusando de las otras herramientas y potencias con que cuenta la persona: intelecto, imaginación, emociones, relaciones, posesiones, etc.

Resulta necesario que la persona se vea sometida a la sensación de impotencia, sea real o fantaseada, para que el EGO siga al mando.
Por ello, casi a cada rato nos vemos involucrados en situaciones en las que sentimos no poder, en las que no tenemos recursos propios para resolver, en los que dependemos de auxilio externo, en los que se evidencia nuestra inoperancia, nuestra falla, nuestra debilidad, nuestra culpa, nuestra falta de sentido, entonces recurrimos a hundirnos en el EGO: huimos de la realidad, lloramos, gritamos, pataleamos (y todos los posibles derivados de estas herramientas básicas del EGO).

Que te quede claro, cuando dices “todo me sale mal”, “soy un inútil”, “nadie me quiere”, “soy un fracasado”, “no sirvo para nada”, “no puedo”, “tengo mala suerte”, “es mi destino”, “es el pecado original”, “solo un milagro me puede salvar”, “solo cristo salva”, “clamemos para sanación, trabajo, prosperidad, marido, etc.”, “recemos para que se cure”, o similares, estás expresando tu impotencia (seguramente fantaseada), estás bajo el yugo del EGO.
Entonces, te aferras al EGO, que es tu dios.
Sí, es tu dios.
Aunque digas creer en Dios (el Uno y Único), o en cualquier dios o diosito, sin embargo es el EGO tu dios, puesto que es al único que adoras, sirves y esperas en él tu salvación.
Sí, aunque digas que eres ateo, y estés plenamente convencido del poder de tu razonamiento y lógica, absolutamente firme en que no adoras ninguna deidad y te opones a ella, igualmente estás adorando a tu EGO, aunque no lo admitas ni siquiera se te cruce por la mente la posibilidad de ser “religioso”.

Para que lo entiendas, las religiones son la manifestación externa, visible, socializada, cultural, del EGO en su lugar de deidad salvadora.
Todos los dioses son reflejos externos de ese EGO interno.
Todos, incluso Dios (tristemente) es puesto (en la mente y creencias) como títere manipulado por el EGO.
De allí que la frase diga: «No tendrás dioses ajenos delante de Mí.» (Shemot / Éxodo 20:3).
Que se puede entender de la siguiente forma: aunque creas en Mí, aunque digas reverenciarMe, no pongas entre Mí y tú dioses ajenos, aquello que la gente adora como una deidad.
Nada que se interponga entre tu Padre y tú, porque entonces ya no estás en comunión con Él, sino con un “artefacto”, un intermediario, algo que interrumpe el flujo santo.

Más adelante Él ordena: «No recurráis a los ídolos, ni os hagáis dioses de fundición. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.» (Vaikrá / Levítico 19:4).
Donde dice “dioses de fundición”, en el original expresa: “masejá”, que puede entenderse también como “máscara”.
El versículo diría entonces: «No recurráis a los ídolos, (a esos que evidentemente son falsedades, vanidades, ilusiones, pobreza) ni os hagáis dioses – máscara (que se presentan como si fueran Yo), porque solo Yo soy el Eterno, vuestro Elokim”.
Ni EGO, ni Jesús, ni cualquier otro que se ponga entre tú y tu Hacedor y Sostenedor.
Pero, eres tú aquel que debe despojarse de máscaras, de cáscaras, de interferencias, para que fluya la Luz santa en todo su esplendor.

Entonces, el camino a la integridad, a la felicidad, al gozo, a la dicha, al disfrute de la bendición no pasa por ser religioso, ni someterse a rituales innecesarios, ni sumergirse en plegarias sin fin.
El camino está en apartar al EGO, encontrar la armonía interna y externa, equilibrar nuestros planos para estar en paz, conectados, siendo uno.

Fácil de decirlo, pero muy difícil de tomar conciencia y más aún de perseverar para no volver a la celdita mental que nos tiene preparado el EGO.

Rabino Obed Avrej: Noájidas y Torá (video)

El Rabino Obed Avrej conversa con el Moré Yehuda Ribco acerca de un interesante y recurrente tema: la relación del noájida con la Torá.

Qué estudiar, con quién, como.
Qué aplica y que no. Cuáles pueden ser los peligros. Qué personas están capacitadas para enseñar. Qué corresponde aprender al noajida.
Como la Torá puede ser de vida, o de muerte. Todo en este interesante video.

Resp. 1069 – Puede un Noajista llegar a ser proselito recto?

perseval7 nos consulta:

Puede un Noajista llegar a ser un proselito recto?, me inquieta esta respuesta, ya que considero lo mas hermoso en mi vida la tora y el judaismo, es como pararse frente al mar y ver lo hermoso que es,pero sin entrarse, pero los que entran en el y conocen su belleza y profundidad, entran en otra dimension.

Seguir leyendo Resp. 1069 – Puede un Noajista llegar a ser proselito recto?

El Predicador y tus metas

A veces nos proponemos ciertas metas.

Para algunas nunca comenzamos  a recorrer el camino para alcanzarlas.
Para otras damos unos pasos, y nos quedamos allí. Tal vez nos desviamos, tal vez retrocedemos, tal vez simplemente nos quedamos quietos. Muy comúnmente nos olvidamos de qué queríamos alcanzar, también perdemos conciencia de que habíamos fijado cierto rumbo, simplemente se esfuma.
Para otras damos pasos directamente en la dirección contraria.
A veces, no sé cómo, llegamos a la meta.

Entonces, no bajamos de peso, ni siquiera pisamos el gimnasio, dejamos de fumar 2 minutos, la dieta nos duró del lunes al lunes por la tarde, seguimos aferrados a sentimientos oscuros, mantenemos hirientes disputas con la pareja, nos excusamos para continuar en ese trabajo que detestamos y no reditúa, posponemos rendir aquel examen, apareció un bultito bastante feo pero no concurrimos al médico, sabemos que teneos actitudes para superar y nos quedamos (con suerte) en saberlo, etc.

Estas metas nacen de distintos deseos.
Los cálculos de la mente.
Los mandatos sociales.
Las presiones, manipulaciones, que nos demandan y coaccionan.
Las apetencias sensoriales.
Las pasiones fuera de límite.
Esa vocecita tenue que desde lo profundo nos indica la senda hacia la Luz.
Las punzadas del EGO, con sus miedos, desvalorizaciones, egocentrismo, ceguera, necedad, agresión, disgusto.
Sí, son muchas las fuentes de las que surgen las metas.

En gran cantidad de estas metas encontramos el anhelo de tapar brechas, llenar huecos, huir de la pobreza que sentimos dentro. Dejar de angustiarnos con la impotencia para tener la ilusión de poder.
Sí, las metas son demostraciones de poder.
De poder.
Pero llegados allí, en su inmensa mayoría, descubrimos –si somos conscientes- que el hambre sigue apretando, que la felicidad fue pasajera, que la frustración está a la vuelta de la esquina, que la meta no fue el final. Des-cubrimos, si nos atrevemos, que no tenemos paz.
Entonces, puede que nos hundamos. Puede que nos excitemos y propongamos ya otras metas. Puede que hagamos manifestación de nuestro poder, sonriendo con fuerza, para tapar el dolor. Puede que tomemos distancia. Puede…
Y el impulso sigue vibrante, nos requiere más, y pareciera que no hay océano que apague su ardor.

Así, ni la sabiduría, ni los triunfos, ni el romance, ni los hijos, ni el trabajo, ni el título, ni la batalla vencida, ni la medalla alcanzada, ni los millones de dólares, ni la luhjuria, ni las comilonas, ni el cuerpo perfecto, ni los récords mundiales, ni… nada de ello es suficiente.
Siempre habrá más, otra meta.
Esto es bueno, pero no lo es.

Por más que sigamos luchando, nunca lograremos llenar nuestro vacío.
Porque es la brecha que media entre nuestro Yo Auténtico y la capa del Yo Vivido.
Mientras exista esa separación, esa falta de armonía, ninguna meta, ningún trofeo, ningún “éxito” será el definitivo ni la cura para el malestar existencial. Seguirá habiendo miedo, sentimiento de impotencia, agresión, pobreza…

Sobre esto escribió el inspirado autor de Kohelet/Eclesiastés.
El rey Salomón experimentó todo, pasó por todas las modas, conoció el placer sensual, el lujo, la miseria, el intelecto, lo sagrado y lo profano, las bondades de una vida fácil, el exilio, la desesperación y la calma.
Todo ello lo va reflejando en su maduro y profundísimo Kohelet.
Cada capítulo es otra prueba que el hombre para encontrar sentido a su vida, para hallar la dicha verdadera, para estar en shalom.
Y con cada prueba, con cada meta, con cada trofeo, se eleva nuevamente la decepción.
Sí, el buen rey se acostó con miles de hermosas mujeres, pero no disfrutó del amor. Poseyó bienes incalculables, pero seguía hundido en la pobreza. Alternó con los nobles, poetas, filósofos, estrellas del Hollywood de aquella época, y no tenía momento de verdadera dicha. Rezó, estudió, repitió lemas sagrados pero igual se sentía vacío, en la separatividad del ser. Sin unidad, sin unicidad, sin alegría.
Allí está Kohelet, para quien tiene la clave de su estudio. Lleno de sabiduría, teórica y práctica. Llena de vacío y el hombre haciendo todo lo que tiene a mano para llenarlo, y ver que es insignificante, impotente.

Finalmente la clave para vencer la impotencia, para disipar la separatividad, para sentir dicha, para estar pleno la resume de la siguiente manera:

«(8) Porque si el hombre vive muchos años, que se alegre en todos ellos; pero que recuerde los días de oscuridad, que serán muchos… y que todo lo que vendrá es insignificancia.
(9) Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tenga placer tu corazón en los días de tu juventud. Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Elokim te traerá a juicio.
(10) Quita, pues, de tu corazón la ira, y aleja de tu cuerpo el mal; porque la adolescencia y la juventud son insignificancia.»
(Kohelet / Predicador 11:8-10)

«(12) Además de esto, hijo mío, queda advertido: El hacer muchos libros [especulativos] es algo sin fin, y la charlatanería fatiga el cuerpo.
(13) La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Sé consciente de Elokim (el Todopoderoso) y guarda Sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.
(14) Porque Elokim traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.»
(Kohelet / Predicador 12:12-14)

No, no está en libros de filosofía, ni en religiones, ni en la charlatanería, ni en repetir palabras estrambóticas, ni en fatigar al cuerpo con rituales. No, allí no se encuentra la dicha, la meta más elevada y eterna del hombre.

Se trata de:

  • vivir a pleno
  • gozar de TODO  lo permitido
  • alejarse de lo prohibido
  • no aferrase a lo que daña
  • aprovechar el aquí y ahora al máximo, porque no hay otro tiempo ni lugar que el aquí y ahora, sin embargo, que los hechos sean responsables, armoniosos
  • tomar conciencia de Dios
  • cumplir los mandamientos que Él ha dado a cada uno

Es un estilo de vida completo, saludable.
Su fortaleza está en admitir todo lo del hombre, lo bueno como lo malo, pero sin derivarse hacia lo malo. Está en nutrir cada dimensión del ser, no parcializarlo, no fracturarlo. Impone un sistema de vida en el cual se reconoce al goce en su dimensión sagrada.
Propone la unidad del ser, la armonía entre sus distintos Yoes.
No dejarse someter por el EGO, sino que estar pendiente del Eterno y hacer de sus mandamientos el código de existencia.

Este método conecta, a ti contigo mismo, con el prójimo, con el cosmos, con Dios.
Te permite abrirte a la bendición que de continuo recibes de lo Alto. Así disfrutarás de abundancia, bienestar, amor, expansión, gratitud, paz.

Recuerda, no permitas a la charlatanería religiosa envolverte con su tela de araña. No precisas de libros sofisticados, ni de filosofías complicadas, ni de religiones.
La clave está en ti, en unificar tu ser. En conectarte. En aceptarte. En amarte. En repararte. En abrir la puerta de la celdita mental y ser libre del EGO y su tiranía.

Estoy seguro que tu mente ya está inventado justificaciones para seguir como antes. Dirás que suena muy lindo pero tienes cuentas que pagar. Que muy “espiritual” pero tu trabajo, tu suegra, tu esposa, tu enfermedad, etc., es insufrible.

Sí, la mente está aliada al EGO, más bien, es su sierva.
Trabaja para someterte, si es que no la tienes entrenada para sintonizar con tu esencia espiritual.

Tómate tu tiempo para ver por qué sigues en relaciones tóxicas, qué te mantiene en lugares que te asfixian, qué temes que no cambias, que no sueltas y te retiene como ancla al naufragio, qué no has querido o podido des-aprender para aprender a ver Luz en ti y hacer que irradie y se difunda.

Hasta ahora tus metas no te han servido para alcanzar la dicha, ¿no?
Sigues enfrascado en el dolor.
Sí, por supuesto, hay días menos malos, otros que parecen bastante bonitos, pero presientes que estás actuando en una mala obra de cabaret, en vez de estar disfrutando a pleno de tu potencial sagrado.

Alcanzar la dicha, es tu meta.
Es lo que Dios quiere para ti.
¿Quieres colaborar con Él y construir shalom para ser dichoso?

Es tu decisión.

Ahora, ¿cómo contarás lo que te sucede?

Como cuentas las cosas, tiene su importancia en los resultados.

Según reporta la “Journal of Psychological Science”, un estudio de la Universidad de Columbia, del año 2005, indica que las personas que cuentan sus malas experiencias pasadas en tercera persona, como si le hubiera ocurrido a otro, presentan mayor confianza y optimismo, en contraste con aquellos que las contaron como recuerdos personales.

Es un dato interesante.
Pareciera contradecir a ciertas corrientes de psicología que demandan que se cuente todo en primera persona, como forma de apropiarse de sus conductas, sentimientos, recuerdos, deseos, etc.

Creo que ambas opciones son acertadas, de acuerdo al uso que hagamos.

Veamos un poco lo que quiero enseñarte.
(Es oportuno que leas antes esto: http://fulvida.com/fortalecimiento/feliz-septimo/yo-soy-el-que-soy)

Tú haces, no hay relatos, sino acciones.
Pueden ser acciones internas, de las que ni tienes conciencia (funcionamiento de los órganos, fluir sanguíneo, etc.), o de las que sí tomas conocimiento.
Acciones externas, conscientes (un acto voluntario, por ejemplo) o no (tamborileo de los dedos como tic, movimiento de las piernas al caminar, etc.).
Es el mundo del hacer, sin más.
No hay cuento.

Luego, sientes, percibes y te comunicas.
Allí cuentas TU historia. Eres el personaje. A ti le suceden, a ti te hicieron, tú fuiste y volviste.
Estás envuelto en la narrativa, eres la narrativa, eres el mundo.
Te afectas por tu relato, tu relato te afecta.
Tu cerebro no distingue entre relato y realidad, entre recuerdo y suceso. Se entreveran tus hilos narrativos, te emocionas, actúas el pesar, ya no sabes si estás contando o siendo contado.
Estás en un tobogán, ¡no! Es una montaña rusa.
Todo gira en torno a “yo”, mí, mío. Sí, allí están los demás, pero son títeres, no tienen consistencia real, no son personas.
Hay expresión, hay relato, hay manipulación, pero siempre centrado en el yo.
Hay un cuento en primerísima persona.

Pero entonces subes un peldaño.
Te separas un poco de ti mismo y te duplicas (sin saberlo estás viajando el denso viaje hacia la unificación, hacia la unidad).
Ahora distingues los personajes, ya no eres el único intérprete de la obra. Estás tú, está el otro, estamos nosotros, y ellos.
Está el dar, el recibir, el compartir, el negar, el mendigar, el reclamar, el demandar, el exigir… la relación es lo que prevalece.
Juzgas, perdonas. Eres generoso, retienes. Te relacionas y te ubicas al relacionarte.
Entonces el relato ya no se hace midiendo lo que sientes, lo que haces, sino lo que estás siendo en tu relación con otros.
Hay un cuento ambivalente, en primera persona con participaciones estelares de los invitados a la fiesta.

Y allí subes otro peldaño en la integración de tu personalidad multidimensional, aunque aún está en el mundo de las dualidades, de las polaridades, de la confusión.
En este grado logramos hablar en tercera persona, aún de los sucesos personales.
Porque la mente permite tomar distancia, a la vez que acerca lo lejano.
En este plano analizamos, encasillamos, encuadramos, relacionamos con mayor perspectiva.
Vemos las causas y consecuencias… tomamos distancia, aunque no sé si tomamos conciencia.
Es una herramienta poderosa, porque se involucra la fantasías, la imaginación, la creatividad. Pero al mismo tiempo se inventan excusas, se rebuscan justificativos, se amparan errores, se somete al frío y la lógica aquello que debiera ser cálido y tierno.
Aquí hay un cuento aséptico, impersonal, en tercera persona.

Por último, se alcanza el peldaño de la unificación, de la unidad.
Uno es uno, pero es todo.
Se está en conexión permanente.
Se es consciente, más allá de los pensamientos y las razones.
Se deja de lado el juicio, la manipulación es intolerable, las mentiras son derretidas, las máscaras pierden sustancia.
Es el plano de la verdad absoluta, de la autenticidad plena.
El dolor y el gozo se encuentran, pero no afectan.
Aquí el relato existe como total aceptación.

Con esta breve descripción que proviene de lo más profundo de las enseñanzas cabalísticas, estarías en condiciones para comprender el resultado de la investigación que te mencioné al comienzo, así como los dictados de las corrientes de psicología también señaladas.

De paso, esta enseñanza te podría habilitar a conocerte un poco mejor, por tanto a amarte un poco más, y así acercarte a la meta sagrada de la persona: ser feliz por llevar una vida de servicio al Eterno, por medio del amor a sí mismo y al prójimo.

Ahora, ¿cómo contarás lo que te sucede?

Te propongo que hagas el experimento. Cuenta un suceso “dramático” en primera persona. Luego cuenta el mismo pero como si le hubiera pasado a otro. Observa las diferencias en tus reacciones emocionales.
¿Lo harás y nos contarás?

De paso, recuerdo otra técnica que te he brindado hace un tiempo atrás, la de contar lo dramático pero en tono de humor. Como en un “stand-up”. Pruébalo, te resultará de sanidad.

Gracias por acompañarme en la lectura hasta aquí.

Soy exitoso… si quiero

Perdonen mi candor por lo que compartiré a continuación.

En mi diccionario (basado en la sagrada Tradición), por "éxito" se entiende la medida de cuanto bien y justicia se ha hecho (en el día, el período, la vida, etc.).

El “triunfo” es la lealtad a su esencia eterna (su espíritu), que se alcanza al sintonizar y armonizar todas las dimensiones de nuestra vida con ella.

Lo demás, son LOGROS, cuestiones pasajeras, y muchas veces trofeos del EGO.
La marca del carro, las habitaciones de tu casa, los parajes recorridos, las vacaciones costosas, la esposa modelo publicitaria, el marido musculoso y galante, el dinero en tu cuenta de banco, los adversarios vencidos, las disputas en las que tuviste la última palabra… logros, que te pueden dar un paladeo del placer, pero nunca la alegría.

Pero claro, en este mundo que el éxito se mide por lo económico, por el aplauso social, por el poder sobre otras personas, ¿vale de algo mi inocente idea?

¿A ti q te parece?
¿Cómo definen los “pastores” al éxito, según tu experiencia personal?
Esos que son muy religiosos porque reciben “dones y milagros”, porque su dios muere para salvarlos a ellos de sus propios pecados, ¿qué creen que es ser exitoso?


Real Academia de la Lengua:

éxito.

(Del lat. exĭtus, salida).

1. m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.

2. m. Buena aceptación que tiene alguien o algo.

3. m. p. us. Fin o terminación de un negocio o asunto.

 

triunfar.

(Del lat. triumphāre).

1. intr. Quedar victorioso.

2. intr. Tener éxito.

3. intr. En ciertos juegos de naipes, jugar del palo del triunfo.

4. intr. Gastar mucho y aparatosamente.

5. intr. En la Roma antigua, dicho del vencedor de los enemigos de la República: Entrar con gran pompa y acompañamiento.

Acepta hoy la bendición

La gente, nosotros buscamos el camino fácil, y por esto nos complicamos tanto la vida.

Es paradójico.
Nos afanamos por alcanzar la comodidad, el placer instantáneo, el no tener que esforzarnos
PERO es precisamente esta actitud la que nos niega la alegría y nos cierra el paso al bienestar.
Entonces inventamos excusas en abundancia para negar lo que es evidente.
Nos llenamos de palabrería y creencias, para seguir sometidos a nuestra complicación en lugar de ser felices.

No me creas a mí, créele al santo predicador:

"Considera que solamente he hallado esto: que Elokim (Dios) hizo al hombre recto, pero ellos se han buscado muchas excusas.’"
(Kohelet / Predicador 7:29)

Dios hizo al humano y le dio el camino derechito hacia la plenitud, el bienestar, la alegría.
Estaba todo preparado para que el hombre fuera dichoso por siempre.
Pero el hombre no quiso andar recto por la senda de Dios, sino que de inmediato empezó con cálculos, conveniencias, jueguitos mentales para obtener el supuesto poder.
Y fracasó de manera estrepitosa.
Eso no le pasó solamente a Adam y Java (Adán y Eva), es algo que nos pasa cada día.
Piénsalo y te darás cuenta de que es así.

Está todo listo para que seas bendito, pero decidiste dar esa vuelta de más, ese rebusque innecesario, esa cosita que nadie te pidió o te demandó el pastor… y entonces perdiste el rumbo.
Ya no te diriges más a la bendición, sino a la complicación, a bailotear entre la polaridad del dolor.

El ejemplo es evidente en el noajismo.
Dios ha dado Siete Principios básicos, fundamentales, simples de comprender, sencillos de transmitir, fáciles de cumplir, evidentes, naturales.
Son el camino de la humanidad para ser espirituales.

Pero, ¿qué hizo la gente, desde el mismo comienzo de la historia humana?
Se inventó religiones.
Impusieron creencias, dictaron dogmas, establecieron inquisiciones, encendieron hogueras para quemar herejes, erradicaron a los que pensaran diferente, jugaron a ser dioses, fueron payasescos con los rituales que elaboraron… y así seguimos actualmente.
La gente se complica innecesariamente.
Se llenan de rituales y de doctrinas en lugar de aferrarse a su verdadera esencia espiritual y a su camino de Luz.

Te propongo que seas simple en verdad, de forma auténtica.
Si eres gentil (no judío) entonces conoce los Siete Principios fundamentales y haz de ellos el parámetro de tu vida.
Así serás realmente espiritual.
Entonces, serás bendito y de bendición, serás feliz, tendrás alegría y, lo que para muchos parece indispensable, la promesa de una vida eterna llena de placer.

Hazlo por ti, sí hazlo de forma egoísta: vive como noájida para ser feliz aquí y en el paraíso.
No lo hagas porque eso es lo que te manda Dios.
No lo hagas porque es lo correcto, es la raíz de toda ética.
No lo hagas para ser auténtico, armonizado en ti mismo.
No lo hagas para beneficiar al prójimo, a la sociedad.
No lo hagas por nada trascendente. ((Todo esto ya te lo propuse antes y no lo admitiste ni integraste a tu vida))
¡No!
Hazlo para ser feliz, para ser bendito, para ser salvo, para obtener muchos bienestar.
¿Sí?
¿Lo harás entonces?
Vamos, es lo que Dios quiere para ti. Quiere que seas feliz. Ha diseñado todo para que lo seas. Pero tú tienes que abrirte a recibir esa Luz, esa paz, ese shalom.
¿Sí?
¿Lo harás?

Vamos, sé simple en verdad.
No a la manera del EGO, que todo complica pero hace creer que facilita.
Vamos, la bendición se derrama sobre ti a cada instante, ¿te negarás a recibirla en abundancia?

Abre tu corazón, deja de pensar en lo que te han enseñado en tus iglesias.
La salvación ya está lista para ti, con toda la bendición.
Pero la debes aceptar.