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Plegaria

Señor te pido, no por los muertos
te pido por los que caminan y están
por ellos te pido, para que resuciten
para que vuelvan a la vida
para que regresen de donde esten
en mi pais, hay muchos muertos caminando
esperan horas y horas en un hospital
en donde sus derechos humanos
terminan en donde se lee: Emergencia
y en donde se convierten en un número de suerte
te pido por aquellos que han sido robados
por la humillación enorme de ir a una comisaria
en donde el derecho a ser protegido
Se pierde en el letrero de: Bienvenido
en donde tienes que buscar en tus recuerdos
que existes mal, para provocar al otro
que existe de mal gusto, para ser atacado
que señal permitiste que al otro le dio permiso
en donde distinguidos comisarios
se dan el placer de gritar a mujeres
que vienen en solicitud de ayuda
en donde debes ir medicatura forense
para que te den el sello y sellado
de que si, fuiste herido
y aún asi: culpable
Ah, mi Venezuela, donde la cuarta
es mucho mejor que la quinta
en donde esta quinta
es mucho rancho y mentira
en donde ahora los pobres somos todos
Señor: Resucita los muertos de esta tierra.

El Rey escoge que vivas… ¿y tú qué haces con tu tiempo de vida?

Hoy temprano enseñaba a unos jóvenes la primer plegaria que se debe decir al despertar, el «modé aní», que dice:

«Agradezco ante ti, Rey vivo y eterno, que me devolviste mi espíritu, con compasión amable lo hiciste, pues mucha es tu confianza (en mí).»

Tal el sencillo y profundo rezo con el cual todos (judíos y gentiles) debíeramos comenzar nuestra jornada.
Muchas son las enseñanzas que íbamos compartiendo con los casi cien jovencitos. Palabra tras palabra, profundizando y elevándonos, dando ejemplos y analizando, hallando caminos para conocer, comprender y cumplir.

Entonces, surgió una pregunta: ¿por qué se denomina aquí a Dios como «Rey», y no con cualquiera de Sus nombres o roles con respecto a Su creación?
Entre las varias respuestas que íbamos elaborando con los muchachitos, se mencionó el poder absoluto que disponía el rey (el de carne y hueso) en la época que el rezo fue fijado en sus palabras.

Entonces, nos dimos cuenta de que el Rey de reyes, Dios, nos estaba dejando despertar nuevamente con graciosa y compasiva majestad.
En Sus manos está el poder de cancelarnos la vida en este mundo, cuando Él disponga, sin tener nosotros el mínimo derecho a protestar o negociar Su autoridad y elección.
Por eso, cuando nos despertamos a diario, es de gran persona reconocer Su bondad, Su confianza en mí, pues pudiendo matarme Él escogió dejarme con vida.
Y si Él me deja vivir, por algo es; ya que Dios no hace cosas porque sí o por un antojo del momento. Dios no es hombre para dejarse llevar por pasiones o gustos.
Si despierto y vivo es por elección de Dios, que con Su real autoridad decreta que tenga un tiempo más de vida, para hacer algo positivo con la misma.

Ya con esto, nuevamente tenemos una profunda e intensa enseñanza. Podríamos darnos por más que satisfechos con esto.
Pero, del grupo de despiertos alumnos se alzó una voz: ¿si es Dios quien decide cuando dejamos de vivir, cómo se explican los asesinatos?
Realmente, una pregunta brillante para un niño-joven pre-Bar Mitzvá.

La respuesta que brindamos fue simple.
Dios no quiere que el asesino asesine, y eso lo sabemos todo.
No se puede argumentar que el asesino es un instrumento de Dios, un títere que cumple con la voluntad de quitar la vida a aquel que le llegó su hora.
Pero, ¿cómo es que lo sabemos todos?
Pues, porque tanto para judíos como gentiles existe el mandamiento sagrado de no asesinar al inocente.
Algunos no lo reconocen como mandamiento sagrado, sino como ley de la sociedad, o mandato ético, o pauta de vida, o el motivo que fuera.
Pero, para los que anhelamos a Dios y serLe leales, es sabido y comprendido que es un imperativo ético pero al mismo tiempo legislado como mandamiento de origen divino.
Por tanto, Dios ha decretado que la persona viva, por eso le ha dado vida; Dios ha decretado que la persona no muera a manos de un asesino; por tanto, cuando alguien comete un crimen, no es Dios el que determinó el final de una vida inocente, sino que una perrsona rompió el equilibrio cósmico, interrumpió una vida que debía proseguir.
Así pues, quien asesina no solamente está actuando de manera abominable en contra del prójimo, por lo cual es merecedor de los peores castigos de parte del Juez, sino que además deberá ser ajusticiado por quebrar doblemente y voluntariamente la decisión de Dios de que la víctima viva.

Con el mandamiento de no asesinar como ejemplo, se puede extrapolar para el resto de todos los otros mandamientos.

¿Lo entiendes?
Dios dio la ley, marcó el camino, determinó los límites, para que el mundo anduviera de acuerdo al Plan de Dios.
Si las personas acatan los mandamientos (los Siete Universales para los gentiles, los 613 de la Torá para los judíos), entonces el Plan de Dios se cumple a la perfección y podríamos vivir en un verdadero paraíso terrenal.
Pero, cuando la persona quiebra alguno de los mandamientos, está rompiendo el equilibrio del cosmos, está corrompiendo la armonía universal, está sometiendo al Plan a una alternativa que no estaba determinada por Dios.
Esto genera conflictos, dolores, angustias, malestares, alteraciones, y muchos etcéteras más que son pesados y terribles.
Es por ello que existen las justas retribuciones divinas (castigos, como se les suele llamar), que son modos de compensar el desequilibrio.
Existe también la «teshuvá», el arrepentimiento sincero, que procura reencaminar por la senda adecuada los asuntos.

Así pues, para conseguir un mundo de Shalom, cada cual debe conocer sus mandamientos que le corresponde y cumplirlos cabalmente. Sin excusas, sin dejarse llevar por el EGO, sin aditamentos fatales.

Unas últimas aclaraciones.
Por supuesto que Dios es todopoderoso, pero Él limitó Su poder para darnos oportunidad de vivir realmente con libre albedrío. Por tanto, quien quiebra un mandamiento no lo hace llevado por el destino, ni es por obra de Dios, sino que es su propia responsabilidad.

Por supuesto que los «pecados» de las personas y sociedades a simple vista parecen entorpecer el Plan de Dios, llevarlo por otros carriles, en apariencia someter al mundo a un estancamiento o alejamiento de «la» meta a la cual Dios quiere que lleguemos. Es así, pero el Plan de Dios se cumplirá finalmente.

Por supuesto que nada de lo que hagamos o dejemos de hacer afecta a Dios o Lo cambia o Lo anula o Lo imposibilita, Él está absolutamente más allá de toda interferencia o accidente. No vive en nuestra realidad, no es afectado por tiempo, espacio o accidentes. Lo que hacemos de acuerdo a nuestro libre albedrío es nuestra obra, pero nada sorprende a Dios, nada lo hace cambiar, nada lo mueve a nada… aunque a veces lo digamos así o lo pensemos.

Finalizando, cuántas cosas tan profundas y elevadas es posible estudiar cuando la persona es humilde, receptiva, sincera, respetuosa, anhelante del saber.

695 – Resp. ¿Puedo orar por idolatra agonizante?

giuseppina lopardo nos consulta:

Samuel Elias Sifonte L. 27, Computación, Carúpano, Venezuela

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¿El rezo como bálsamo mágico?

Hay gente que tiene la idea que con rezos, solamente con ellos o quizás también con un poco de buena voluntad, se encuentra la solución a las situaciones de la vida.
Entonces, se reza para pedir por salud, oraciones para prosperar, más plegarias para tener hijos y encaminarlos, liturgia para encontrar salvación espiritual y muchos etcéteras más.
Ahora, ¿qué enseñanza nos puede brindar la Torá (en porción admisible para noájidas) al respecto?

Veamos el ejemplo del tercero de los patriarcas de los judíos, quien era un notable noájida.
Nos referimos a Iaacov, patriarca de los judíos.
Prestemos atención a estos párrafos:

«Allí levantó un altar y llamó su nombre kEl-Elohei-Israel.
Entonces Dina, la hija que Lea había dado a luz a Iaacov [Jacob], salió para ver a las jóvenes del lugar.
Y la vio Siquem, el hijo de Hamor el heveo, príncipe de aquella tierra. Él la tomó, se acostó con ella y la violó.»
(Bereshit / Génesis 33:20-2)

A estos también:

«Iaacov [Jacob] y toda la gente que le acompañaba llegaron a Luz, es decir, a Betel, en la tierra de Canaán, y allí edificó un altar. Llamó al lugar kEl-betel, porque allí se le había revelado Elokim cuando huía de su hermano.
Entonces murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de Betel, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut.»
(Bereshit / Génesis 35:6-8)

Y a estos:

«Entonces Iaacov [Jacob] erigió una piedra en el lugar donde Elokim había hablado con él, una piedra memorial. Sobre ella derramó una libación, y echó sobre ella aceite.
Iaacov [Jacob] llamó Betel al lugar donde Elokim había hablado con él.
Partieron de Betel, y faltando aún cierta distancia para llegar a Efrata, Raquel [Rajel] dio a luz tras un parto muy difícil.
Y aconteció que como había dificultad en su parto, le dijo la partera: -No temas, porque también tendrás este hijo.
Y sucedió que al salírsele el alma, porque murió…»
(Bereshit / Génesis 35:14-18)

¿Has encontrado algo en común en estos tres breves relatos de momentos en la vida del patriarca?

El sabio hombre, el noájida que luchaba contra sus tendencias naturales y contra el medio que lo rodeaba para ser constructor de shalom, erigía monumentos en honor al Eterno, hacía rituales de consagración, que eran algunas de las maneras primitivas de la oración, ¿y qué sucedía a continuación?
Violaron a su hija, murió una mujer sumamente valiosa para su familia, falleció su amada esposa al dar a la luz…
Tragedias, dolores, terribles sucesos que afectaban al patriarca y a los suyos, a pesar de haber orado con intensidad y devoción ratos antes.

¿Qué podemos aprender de esto?

Pues, que el rezo no es la llave exclusiva para una vida de felicidad, o dicho en otras palabras, que Dios no quitará el trago amargo solamente porque devotamente elevemos nuestras voces y ruegos a Él.
Por supuesto que el rezo es poderoso, que es una vía dorada para comunicarnos con Él, que nos permite reencontrarnos con nuestra esencia, que en ocasiones tiene resultados estupendos.
Pero, aquel que deposita su fe en el exclusivo poder de la oración, está poniendo su vida en un estado que no es el recomendado por los sabios, pues ellos han afirmado con claridad: «No debes vivir dependiendo de milagros» (TB Pesajim 64b; Nidá 31a).
Esto es, cada uno tiene su parte que hacer como socio de Dios en la creación, en la construcción de shalom, en perfeccionar al mundo bajo la égida del Padre Celestial. Por supuesto que habremos de confiar al 100% en Él, pero eso no nos quita nuestra parte de deber, de responsabilidad, de labor.
Aquel que se cree que por orar, y solamente esto, ya tiene realizada su tarea, está en un gran error.
Ejemplo, si alguno está enfermo, que oré, claro está, pero que vaya al médico y siga la prescripción.
Si alguien está sin trabajo, que pida ayuda desde lo Alto, pero que no deje de procurar conseguir su digno ingreso.
Si uno está afanado en alguna tarea, que alce su pedido a los Cielos, pero que no deje caer en desánimo su actividad.
Si alguno está solo, que ruegue por su media naranja en tanto hace lo que le toca para hallarla y reconocerla.
Y así con cada aspecto de la vida.

Así pues, el rezo acompañado por la actividad necesaria es lo correcto.
Sin olvidar una poderosa herramienta, sumamente poderosa, que es la bondad y misericordia hacia el prójimo.
Esto es, dar caridad al necesitado, confortar al sufrido, ser solidario con quien lo precisa, asociarse a causas sagradas como FULVIDA, y así por el estilo.
Pues, cuando se domina al EGO, se aprende el verdadero valor de las cosas y de las personas, lo que posibilita una manera trascendente y mejorada de vivir.

Todo esto no lo suponemos nosotros, sino que el propio texto sagrado, versos adelante o atrás de los párrafos ya citados, lo enseña con meridiana claridad.
Atiende:

«Luego dijo Iaacov [Jacob]: -Elokim de mi padre Avraham [Abraham], Elokim de mi padre Itzjac [Isaac], oh Eterno, que me dijiste: ‘Vuelve a tu tierra y a tu parentela, y Yo te prosperaré’, yo no soy digno de todas las misericordias y de toda la fidelidad con que has actuado para con Tu siervo… Rescátame, Te lo ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esav [Esaú], porque le temo
… Iaacov [Jacob] pasó allí aquella noche, y tomó de lo que tenía a mano un presente para su hermano Esav [Esaú]:
200 cabras y 20 machos cabríos, 200 ovejas y 20 carneros, 30 camellas que estaban dando de mamar y sus crías, 40 vacas y 10 toros, 20 asnas y 10 borriquillos.
Entregó cada rebaño a sus siervos por separado, y les dijo: -Id delante de mí guardando cierta distancia entre rebaño y rebaño.
Mandó al primero diciendo: -Cuando Esav [Esaú] mi hermano te encuentre y te pregunte diciendo: ‘¿De quién eres tú? ¿Y adónde vas? ¿De quién es eso que llevas delante de ti?’, le dirás: ‘De tu siervo Iaacov [Jacob]; es un presente que envía a mi señor Esav [Esaú]. Y he aquí que él también viene detrás de nosotros.’
Mandó también al segundo, al tercero, y a todos los que iban detrás de los rebaños, diciendo: -Así hablaréis a Esav [Esaú] cuando lo encontréis.
También le diréis: ‘He aquí que tu siervo Iaacov [Jacob] viene detrás de nosotros.’ Pues pensó: ‘Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, para que después pueda yo verle; quizás él me acepte.'»
(Bereshit / Génesis 32:10-21)

En este ejemplo, a diferencia de los anteriores, vemos un rezo profundo y sincero, que proviene de las mismas entrañas del hombre y se eleva directamente a «oídos» de Dios, ni nada más fórmulas rituales.
En este caso, además, el rezo va asociado a una tarea metódica en el plano de la diplomacia.
Esto es, Iaacov no se conformó con solamente rezar, sino que además envió presentes y elogios a su hermano.
El resultado de ambas acciones (y algunas más que no detallamos para no irnos de tema), fue que ambos hermanos se reencontraron, luego de décadas de rencor y deseos de muerte, y se fundieron en un abrazo de reconciliación.
El rezo surtió efecto positivo… ¿pero solamente el rezo?

Así como este caso, hay muchisimos más, en los cuales reconocemos que el rezo es de valor inmenso, pero que pierde su sentido cuando se transforma en un aliciente para la pereza, o peor aún, para creerse el amo de Dios, en donde uno ordena o mandata y Dios cumple como si fuera esclavo y no el Rey de reyes.

Es habitual entre los idólatras tener a los rezos, o plegarias, en un sitial supremo, más allá de cualquier otra acción.
Es común que demanden de Dios y le ordenen tal o cual cosa y esperan el milagro (y a veces efectivamente pasan cosas que pudieran parecer maravillosas, algunas pocas veces).

Pero, el noájida debe apartarse de tales modos de existencia.
El noájida tiene un rol definido como constructor de Shalom, y como tal no se siente a esperar, no haraganea esperando que le llueva la misericordia divina o la caridad humana. No vive de los diezmos o de las estafas espirituales o de la carroña, tal como acostumbran hacer los clérigos de la mentira (por supuesto que falsos rabinos mesiánicos a la cabeza de tales).
El noájida trabaja, se ocupa más que se preocupa de las cosas, comparte, es solidario, se esfuerza, es responsable, reconoce sus faltas pero no por ello se angustia, y sí… también reza… porque es importante rezar, es vital estar conectado a la Fuente de vidas y obtener dones celestiales (merecidos o no).

En resumen, lo que aprendimos hoy es…

Resp. 680 – Curiosidad en la plegaria y Respeto.

Nahuel nos consulta:

Maestro Saludos!
1 – ¿Tiene algún significado el que te pique la nariz sin parar en el momento de la plegaria?
2 – Despues de terminada la plegaria, por respeto, estoy acostumbrado a dar tres pasos hacia atrás e inclinarme. Señal de saludo hacia HaShem. ¿Hay algún problema en que haga tal acto, que según tengo entendido es parte del saludo de un judío hacia El Sagrado, Bendito sea?.
Muchas gracias Maestro. Un abrazo!
Nahuel Orué 20 Mozo Bs As Argentina

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La enseñanza de Moshé Rabenu

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La Enseñanza de Moshé Rabenu.

El Líder de Israel, el hombre Moshé Rabenu, el carismático y humilde sabio, escribió: «Sirvan a Dios con alegría, vengan ante Su presencia con regocijo…Salm. 100:2».

Hay momentos de tristeza, hay momentos en que no están canalizados y armonizados nuestros cinco planos de existencia. Hay momentos de baja autoestima, de depresión, hay momentos y momentos.

Pero, ¿Que nos transmite Moshé, que te esta comunicando el líder a ti lector?, ¿Que te enseña?

El Estudio y la Acción.

Estoy seguro que muchos de los visitantes de la página esperan encontrar cosas nuevas, artículos o post nuevos. Nutrirse con el estudio, con experiencias de vida, con artículos que contengan historias, relatos, enseñanzas, versículos o historias jasidicas. Y eso es bueno, pues el alma desea llenarse con conocimiento pero también depende del cuerpo el llevar a la práctica el estudio del alma.

Llegas aquí, abres un post, te llenas, te nutres de buen pan espiritual. El cuerpo debe y tiene la obligación de llevar a la acción lo que el alma aprendió. Se aprende con el estudio, pero cuanto más se aprende con la acción. No necesitas de versículos, de enseñanzas, de relatos, NO  es malo que aprendas de ellos, pues para tal fin están. Pero cuanto más y mucho más aprendes con la acción, con las buenas intenciones, con la humildad, con la alegría.

La Alegría.

El líder de antaño nos enseña a presentarnos delante de Dios con alegría, ¿qué tipo de alegría?, ¿Qué es la alegría?:

La alegría es un estado emocional que surge a partir de una experiencia o sensación de bienestar. Al momento de presentarnos en plegaria o rezos diarios delante de Dios debe ser un momento propicio para sentir la verdadera alegría pues, ¿no estamos delante de la Providencia Divina?.

Servir a Dios es alegría, conectarse con Él es alegría, tener lágrimas en los ojos por no comprender sus Planes pero entender que lo que  Él hace es para bien, eso es alegría. Servirlo sin segundas intenciones sino solo por el hecho de que El así espera de nosotros, eso es alegría.

Te alegras cuando escuchas la música que te agrada, te alegras cuando la persona que te agrada te dice que te quiere, te alegras cuando te sientes bien, cuanto más debes alegrarte por que conoces los Siete Preceptos y sirves al Amo de la Vida correctamente y de la manera que Él espera de ti.

Una alegría mayor y mucho más mejor te esta esperando, al realizar una plegaria, al hacer caridad, al ser bondadoso y generoso, al actuar correctamente, ¿Que esperas para sentirla y sentir el placer de disfrutarla?

Moshé Rabenu la experimentó años atrás, HOY es el día de que tú la experimentes y la transmitas tal como él. Hoy, mañana y todos los días de tu vida es la oportunidad de ser alegre, de ser feliz, de ser un constructor de Shalom, de vivir a pleno y con dicha el regocijo de ser un siervo de Dios, alguien de bien, un Noajida.

Saludos!