Hay tramposos y tramposos.
Los peores son los que se disfrazan de buena gente y que con cariñosas palabras y abrazos te llevan hacia la maldición.
De estos malabaristas perversos están los que se aprovechan de un par de versículos mal explicados, de uno o dos consejos de sabio verdaderos que trucan según sus intereses, de todo lo que puedan usar para engañar pero tenga pinta de santo y respetable.
Ejemplo,
el pastor, líder, supuesto rabino mesiánico, predicador, evangelista, el usurpador, etc.
que usa el versículo en Devarim / Deuteronomio 14:22 (luego te lo cito completo),
al que le suman su propia versión trucada de una opinión de un rabino talmúdico sobre ese pasaje,
para llevarte al extremo de tener que padecer y sufrir con tal de darles el diezmo a ellos.
Te prometen plenas riquezas, no pasar por la miseria y pobreza, ser millonario,
pero la condición es que les des a ellos tu diezmo, “tu sedacá” (como les gusta decir en jerigonza hebraica-aramaica),
tú debes llenarlo los bolsillos a ellos antes,
debes desprenderte de todas tus posesiones, vivir sacrificadamente y en pobreza,
para que ellos sean ricos y dichosos.
Ah… sí… te prometieron riquezas y no más pobreza… lo que pasa es que tú has sido egoísta, te has quedado con dinero y objetos,
no has dado suficiente aún, tienes el bicho satánico dentro,
y ni permites que Dios te bendiga a causa de tu maldad.
Debes dar más, sacrificarte más… eso es lo que ellos te dicen que Dios les revela a ellos.
¿O eres tonto, poseso, demoníaco, hereje que te atreves a dudar y cuestionarlos?
¿No ves que ellos tienen “la biblia” en sus manos y te disparan sin piedad versos tras versos?
¿Eres tan necio que no te das cuenta que se saben de memoria lo que dijo tal y cual rabino y santo y tú todavía osas a dudar?
Sí, tienes un problema grave… eres un pecador, un hijo de Belihal, un demonio en forma humana, un incrédulo, un farsante fariseo… Dios te castigará, a no ser que te arrepientas y des dinero, relojes, joyas, celulares, carros… ¡esto un asalto en nombre de Dios! Pero es para que tú seas “salvo”…
¿Te suena conocido todo esto?
Y si te suena conocido, ¿por qué sigues actuando como oveja detrás del pastor malvado?
Te prometen no “ver más pobreza en tu vida”, a cambio de que te sacrifiques hasta la miseria pero no dejes de darles su dinero a ellos.
Ah, esos hábiles pastores… esos “rabinos mesiánicos”… esos líderes noájicos adámicos… esos netzaritas ministeriales… esos místicos de pacotilla que te inventan cualquier cosa para que tú sigas aferrado a ellos…
Y lo peor… tú sigues aferrado a ellos, o vas saltando de uno a otro, siempre embrutecido y nunca haciéndote cargo de tu vida.
Vayamos al versículo en cuestión, en su contexto obviamente, que dice:
«Sin falta darás el diezmo de todo el producto de tu semilla que el campo rinda año tras año.
Delante del Eterno tu Elokim, en el lugar que Él haya escogido para hacer habitar allí Su nombre, comerás el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, de los primerizos de tu ganado y de tu rebaño, a fin de que aprendas a prestar completa atención al Eterno tu Elokim, todos los días.»
(Devarim / Deuteronomio 14:22-23)
Bueno, por lo visto cuando el versículo se lee completo y sin vendas de idolatría y negociados, fácilmente se descubre que el brujo mentiroso hace de las suyas.
No se está hablando de dar diezmos en dinero, no se habla de enriquecer al pastor, no se trata de llenar el bolsillo del “rabino”, ni de cooperar con “la iglesia o sinagoga”.
Claramente se habla de retirar el 10% del producto del campo, animal y vegetal, pero no para darlo al pobre o al mentiroso pastor.
¿Qué dice claramente la Palabra de Dios?
Dice, para llevarlo al Templo de Jerusalén, aquel que escogió Dios y construyó en un primer momento el rey Salomón, y que comas allí ese diezmo.
No dice que sea para que te enriquezcas, ¿o sí?
Dice Dios que es para que te sirva de lección y aprendas a reverenciarlo todos los días de tu vida, que Él sea el centro de tu vida, y no tu pasión por el dinero, tu deseo de bienestar, tu EGO.
Así que resumamos:
- El diezmo refiere aquí a productos de la producción agropecuaria de tu campo en la tierra de Israel.
- Para ser llevado y comido por ti y los tuyos en el Templo de Dios en Jerusalén, allí en donde ahora usurpa el lugar el Domo Dorado.
- Para que aprendas a ser consciente de la Presencia de Dios y atender a Sus Palabras.
Sobre esto hay mucho más para explicar, reglas, detalles, etc.
Como por ejemplo que es un mandamiento para los judíos y que no aplica en modo alguno a los gentiles.
Como que es solo en la tierra de Israel, no para fuera de ella.
Como que es para cosecha y nacimientos del campo.
Como que no aplica ahora por no haber Templo.
Como se separa el diezmo legalmente.
Y muchísimas reglas más, ninguna de las cuales habilita al ladrón del pastor a prometerte que Dios te hará rico si tú le sigues dando el dinero a él…
Pero alto… nos falta eso que presume el pastor y sus compinches, de que el rabino “Yohanán dice que “Dando el 10% para Tzedaká, tú te harás rico” (Taanit 9ª). Otra versión lo traduce así: “Diezma, para que te enriquezcas”. Quien se esfuerce hasta el sacrificio para poder dar Tzedaká, no verá más pobreza en su vida.”
Primero y ante todo, veamos qué dice realmente el Rabí Iojanán en el Talmud (Taanit 9a): “Da el diezmo para que puedas enriquecer”.
Bueno, no dice que se de el diezmo como caridad, pues no era la finalidad del versículo. Así pues, cuando el pastor mentiroso añade que es “para Tzedaká”, está pervirtiendo el mensaje original. Ya está la mentira instalada y tú te la crees. Luego, como es muy hábil te dice al pasar una versión más atinada, que no menciona para nada “la caridad para el pastor”. Pero la deja como un comentario al margen, como una opción secundaria, como algo que está ahí pero sin importancia.
Claro, el pastor mentiroso es un hábil mago de circo, por eso te muestra una mano pero el truco lo hace con la otra… ¿o no es así como te hacen la trampa los magos?
Mira aquí, pues aquí es todo legal, en tanto allí está la trampa que no quiero que veas… tan típico…
Ya te instaló la mentira de que debes dar caridad, el diezmo, y por supuesto que te inducirá o directamente ordenará que sea para él… ¿no es así?
Y si no das, pues vienen las amenazas, insultos, presiones grupales, maldiciones, etc.
Ya con esto queda desbaratado el pastor mentiroso.
En cuanto al fraude de llegar al sacrificio, al sufrimiento, a la penuria para diezmar y engordar al pastor… ¿algo de eso está mencionado?
Más bien, todo lo contrario.
Se habla de disfrutar de la propia producción, de uno gozar de lo permitido, de uno pasarlo bien con su familia y los verdaderos necesitados, de uno tener un buen carro y no dárselo al pastor y su familia-amigotes.
Si te sacrificas para enriquecer al pastor… te compadezco… ¿Qué más te puedo decir?
Lo haces porque tienes ganas, y más ahora que lo sabes y te lo he repetido hasta el cansancio.
Tú sigues manteniendo al pastor, no te quejes…
(Ah… te oigo quejarte otra vez, dices que soy muy agresivo contigo, que por eso te fuiste de FULVIDA… bueno… perdona, eres muy lindo, muy bueno, muy inteligente, el señor celestial te adora, tendrás muchas riquezas y salud, nadie morirá ni se enfermará de la gente que tu quieres, el paraíso es tuyo, ya mismo se harán milagros para ti… así te gusta más, supongo…
¡Quéjate, insúltame, miente al respecto de mí y de este sagrado hogar FULVIDA, difama, engaña al respecto de mi persona, pero no me pidas que sea cómplice de tus mentiras y las de tu pastor!
Gracias.)
Pero tú ahora estás siendo inteligente y me preguntarás: ¿Pero no dice el rabino Iojanán que el que diezma se enriquece?
Sí, claro que lo dice.
Pero te reitero, se trata de diez porciento de ganado, de cosecha, de tu campo, de lo que produjiste en el año, en tu parcela de la tierra de Israel, para ser comido, para ser disfrutado en Jerusalén, en el Templo…
No estamos hablando de lo mismo que el pastor te quiere hacer creer, ¿te das cuenta?
(De paso, si tuviera tiempo te explicaría con más detalles como la opinión del Rabí Iojanán es muy valiosa, pero no implica que sea LEY, ni un destino prefijado, ni una fórmula secreta para el éxito. Es un interesante juego de palabras en hebreo entre la palabra “diezmar”-“teaser” y “enriquecerte”-“teasher”. No es momento ahora para explicarlo. Como tampoco hacer referencias a los pasajes en el Talmud Shabbat 119a y Rosh HaShaná 8a, ni a las explicaciones de los sabios exégetas in situ del versículo citado)
En resumen, deja de ser esclavo del pastor.
Guarda tu dinero, compártelo conmigo mejor… con el pobre, con el necesitado, con el que labora por un mundo mejor, con tu familia… ¡con tu familia!
Hay tanto que puedes hacer, pero no haces por seguir siendo una oveja del pastor.
Te deseo lo mejor, especialmente que aprendas a ser libre, a disfrutar de la vida y a darte cuenta de lo millonario que ya eres pero ni lo sabes.
Hasta luego…