«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unira a su mujer, y serán una sola carne…Gen. 2:24.»
Hoy todos los noajidas inconcientes (y otros concientes) conmemoran el día de los enamorados (conocido como san valentin, pero no quiero explayarme en el tema de la idolatria).
Un día como cualquier otro, pero con un poco mas de ázucar y dulzura para la relación y el valor del conyuge. En la actualidad esta de moda andar de novios (por lo menos en mi país, le pueden preguntar a la familia Ortiz o al Moré), pero, cabe la pregunta: ¿Cual es la finalidad de la relacion, de la unión especial entre dos personas? Más allá de lo que piensa la sociedad moderna (el sexo) miremos a la relación de los conyuges desde la perspectiva de la Torá:
Es simple, la finalidad es la familia, construir un hogar y cimientos sólidos con hijos temerosos de Dios para un mundo mejor, para hacer del mundo una morada para Dios.
La persona (hombre o mujer) debe dejar su hogar (padre y madre), buscar un conyuge, de su agrado, con la cual se sienta bien, donde exista el cariño, la preocupacion por el otro, el amor, para refinar a su ego que busca satisfacción personal y trascender en altruismo. Luego (y seran una sola carne) edificar hijos temerosos de Dios, que lo respeten y respeten al projimo, a la vez enseñar a los mismos a criar chicos en pos de la sagrada tarea de construir Shalom. Es una tarea dificil, pero linda y dulce.
Es un tema para un libro, pero en resumen: ¿Con quien construir? ¿Que tipo de familia deseas? ¿Cuales son tus objetivos e ideales?…son preguntas que debieras empezar a responder y a llevar a la practica tus respuestas.
Si eres soltero o soltera, deberias buscar un conyuge para crecer, compartir, disfrutar, mejorar. Si tienes pareja, se prudente. Si tienes hijos, enseñales su legado, su patrimonio, dale buen pan espiritual para que construya.
En cualquiera de los casos, construye Shalom.
“”¡Si aún no eres parte de la comunidad de Fieles a Dios, eres la pieza del rompecabezas que falta!”»