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Ese punto azul pálido… ¡La tierra!

Al mirar la historia de la humanidad, su devenir parece estar tan fuera de nuestro alcance, el mundo y lo que nos depara a sus habitantes parece incierto cuando nos asomamos para descubrir las páginas atroces y tristes  que hablan de nuestra historia, en su mayoría son producto de las cubiertas que le envuelven al ser dominado por el Ego.…

Quizás reconocerlo, nos haría pensar en la importancia de re – descubrirnos, de vivir a plenitud, de tratarnos bien los unos con los otros; de preservar y cuidar  de “este punto azul” mientras trabajamos desde nuestra limitada y a la vez potente condición para convertirlo en el paraíso terrenal…

La  fotografía que acompaña éste texto es de la Tierra, tomada por la sonda espacial Voyager 1 y que es conocida  en el ámbito científico como “Un punto azul pálido”.  Fue registrada desde 6.000  millones de kilómetros de distancia y  muestra a la Tierra como una mota o punto de luz casi imperceptible debido al fulgor del Sol.   La foto fue tomada el 14 de febrero de 1990, una pieza que bien prodía servirnos  para reflexionar, para reconocer nuestra minúscula posición en el universo.

La reflexión de Carl Sagan a partir de ésta imagen, no deja de tocar parte de esa sensibilidad que me invita a reflexionar en la razón por la que existimos, y sobre todo en lo que hacemos mientras vivimos.

“Tuvimos éxito en tomar esta fotografía, y al verla, ves un punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros…

 Desde este punto de vista lejano, la Tierra puede carecer  de cualquier interés particular. Pero, para nosotros, es diferente. Consideremos de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso somos nosotros. En él,  todos los que amamos, todos los que conoces, y  todos los seres humanos que han existido.

El conjunto  de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada plebeyo, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió allí  – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol. La Tierra no es más que un pequeñísimo grano que forma parte de una vasta arena cósmica.

Piensa en los ríos de sangre derramados por cientos de  generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de éste píxel hicieran sobre  los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina del punto. La frecuencia de  sus malentendidos, cuán ávidos están por matarse los unos a los otros, cuán  fervientes son sus odios.

Nuestras posturas, nuestra presunción imaginada, la falsa  ilusión que tenemos de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… son  desafiadas  por este pálido punto de luz. Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la inmensa oscuridad cósmica que todo lo envuelve. En toda esta inmensa oscuridad -en toda esta vastedad-, no hay ningún  indicio de que la ayuda vendrá de otra parte  para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora capaz de albergar vida. No existe  ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar.

¿Visitar?, …sí.  ¿Colonizar?, … aún no.

Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia constructora de humildad, y formadora del carácter. En mi opinión, no hay quizá mejor demostración de la locura de la presunción  humana  que “esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo”.

Para mí, recalca nuestra responsabilidad de compartir más amablemente  los unos con  los otros y de preservar y cuidar  ese punto azul pálido, el único hogar que  hemos conocido”.  

Carl Sagan 1934 – 1996.

 Video:  Ese punto azul pálido  

 ¡Por un mundo más noájida!, Construyamos shalom en nosotros y hagamos lo que esté a nuestro alcance para construir allí… afuera, donde también es imprescindible, necesario y urgente.

¡Un abrazo!  y que sepamos construir Shalom.

«Un insecto humano o una masa tóxica de sociópatas».

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Recuerdo, cuando ocurrieron los atentados del 11 de septiembre, que mi reacción fue: ‘Bueno, he sido superado por la humanidad’.

Pero estaba equivocado. No sé qué será revelado detrás de todo este caos. Un insecto humano o una masa tóxica de sociópatas.

Pero esto es lo que SÍ sé. Sea una persona o sean CIEN personas, el número no es más que una fracción de una fracción de una fracción de un porcentaje de la población del planeta. Ves los videos de la tragedia y lo que se observa son personas corriendo EN DIRECCIÓN a la destrucción para ayudar. Este es un planeta gigante y tenemos la suerte de vivir en él, pero hay precios y castigos que debemos afrontar a cambio del milagro cotidiano de la existencia. Uno de ellos es que, de vez en cuando, los mecanismos de una pequeña astilla de la especie se tuercen y apuntan hacia la oscuridad.

Pero la gran mayoría resiste ante la oscuridad y, de la misma forma que los glóbulos blancos atacan a un virus, diluyen, debilitan y finalmente limpian a los malvados y, más importante, el daño que causan. Esto va más allá de la religión, del credo o de la nacionalidad. No estaríamos aquí si la humanidad fuera inherentemente mala. Nos hubiéramos comido vivos hace mucho tiempo.

Entonces, cuando detectes violencia, fanatismo, intolerancia, miedo o sentimientos más comunes como la misoginia, el odio o la ignorancia, míralos a los ojos y piensa que los buenos los superamos en número y siempre lo haremos”.

 

Actor y comediante estadounidense Patton Oswalt.

Yom Ha Shoá, 28 de Nisan de 5773

Recordando Shoá

Hoy en la mañana me desperté con un profundo pesar que no es típico en mí, curiosamente no sé por qué, cuando alguien está a punto de morir y de alguna forma me enteraré de ello o tendré un contacto con el fallecido, en el sentido que le veré su cadáver o que fue una personalidad importante, amanezco con una depresión profunda, sin embargo  la de hoy fue doble, pues no sólo recordamos el Holocausto, término que no me gusta utilizar en lo personal, pues prefiero Shoá, pues lo que se dio no fue ningún sacrificio al estilo del sacrificio de animales en el Templo sino una masacre sin sentido e infundada completamente, producto de unas mentes torcidas que buscaron aniquilar a los judíos, Dios nos libre de semejante tragedia.

Entonces todas los días de recordatorio de esa masacre, desde que recuerdo haberlo asociado con esa hecho y entender el por qué de la depresión, hacen que me despierte con un profundo pesar, algo que ya de por sí es normal para esta fecha, pero para esta Shoá en especial, sentí un pesar como pocas veces lo he sentido y no sabía qué hacer. Me desperté temprano y me volví a dormir un par de horas hasta que la alerta del teléfono  del New York Times me despertó y solo atiné a ver el nombre de Margaret Thatcher en el titular para asociar mi profundo pesar con la muerte de ella, no sé cómo pasó, solamente sé que era así y cuando terminé de leer el titular confirmé mi corazonada.

Hoy el diario israelí Yediot Aharonot  tiene el titular “Ex Primera Ministra Margaret Thatcher muere”. Curiosamente justo ayer en la noche trataba de explicar matemáticamente y por medio de la ciencia la consecuencia de nuestras acciones. Lo hice porque sentí un vacío, una corazonada y creí que lo mejor del caso era analizar nuestro actuar para poder presentarle al mundo una hipótesis para que realmente se entienda que es lo que nuestro mal actuar hace, no porque seamos santos límpidos de todo vestigio del mal actuar sino para que racionalicemos nuestra conducta y que exista prueba indisputable de ello, así no habrá lugar para que se dé otra Shoá.

Aunque soy muy quisquilloso a la hora de citar el Talmud porque no es algo que los noájidas debamos estudiar, hay partes de la Torá que nuestro querido Moré nos ha enseñado y que son de beneficio para todos y el ejemplo de la tahará, es decir, del alargamiento de la proximidad anterior de la conexión del ser con Dios, obedece a que el cadáver representa ausencia de vida, la energía cinética que otrora formara parte de la vida de esa persona se ha trasladado, ya Margaret Thatcher pasó a otro plano y su inerte cuerpo es ahora un cadáver, pero no por ello el espíritu de Margaret Thatcher ha desaparecido.

A decir verdad no sabemos cuál será el destino que seguirá en su camino de ascenso y eventual unión con el Todo, sin embargo sí sabemos lo que hizo, fue una amiga de Israel y de los judíos y puso en alto el nombre de Gran Bretaña a la hora de hacer que la Corona se solidarizara con Israel. Decían los sabios que el que vive pensando que siempre habrá un mañana nunca hará nada grande hoy, porque siempre postergará las cosas y lo resumían en la expresión “arrepiéntete antes de tu muerte” y entonces las personas preguntan, ¿pero cómo es eso, cómo voy a arrepentirme un día antes de mi muerte sino sé cuándo voy a morir? Precisamente ese es el punto, como sabemos si moriremos hoy, mañana, pasado mañana, el día que sigue o dentro de cincuenta años, entonces tenemos que arrepentirnos todos los días.

No pensemos en un arrepentimiento al estilo de los creencias idólatras sino pensemos en Teshuvá, que sería bueno recordar el proceso de regreso que se compone de nueve pasos:

  1. Saber que X acción está mal.
  2. Saber que uno ha hecho tal acción mala.
  3. Reconocer que uno la ha realizado, sin dar excusas, sin justificarse, admitiendo el hecho, la seriedad del mismo, la responsabilidad por lo efectuado y sus consecuencias.
  4. Querer enmendar la situación provocada por el pecado.
  5. Hacer lo posible para corregir, mejorar, reparar, restaurar lo que se ha dañado con la acción negativa.
  6. Admitir la acción y pedir sinceramente perdón a la persona que ha sido agraviada y luego a Dios. En caso de ser un pecado contra Dios, pedir de Él el perdón. De nada sirve pedir perdón a Dios si no se ha pedido primero de la persona ofendida (de ser posible) y si no se ha tratado de corregir lo roto por nuestra acción.
  7. Aceptar las consecuencias legales o materiales de los hechos que hemos desencadenado.
  8. Comprometerse a no volver a incurrir en esa acción en el futuro.
  9. Perdonarse, no torturarse con sentimientos de culpa, negaciones, remordimientos. Dejar libre, fluir, no esclavizarse.

(Fuente:  Teshuvá: La salvación mesiánica).  Lic. Yehuda Ribco, junio 2012)

El recordatorio de la masacre judía no es solamente con el propósito que los gentiles nos arrepintamos de haber masacrado a nuestros hermanos sin razón alguna, sino también para comprender que la vida es preciosa y que hay que vivirla en todo momento, hay que estar consciente de cada momento y no desperdiciarlo en bribonadas o bobadas. Se trata de estar alegres porque la alegría es el combustible de la energía positiva y es lo que hace que el péndulo oscile hacia el lado positivo y que nuestras vidas sean plenas y llenas. El rabino Weinberg decía en Los 48 caminos hacia la sabiduría “Si te quedaran cinco años qué harías? Usa este concepto para corregir tu relación con tu esposa, tus padres, amigos, vecinos, inclusive extraños. Trátalos de una manera correcta el día de hoy”.

Yom Ha Shoá, es decir, el día del recordatorio de la masacre que se realizó injustamente en perjuicio de los judíos deja otra enseñanza y es que no podemos desbocarnos, tenemos que ser lentos y precavidos a la hora de hablar y de tomar decisiones. El caballo que se desboca y sale corriendo usualmente termina lastimándose porque tenemos una cierta inercia que debemos respetar y no podemos ir en contra de las leyes del a Física, y tampoco tomemos decisiones a la velocidad de la tortuga. Los sabios judíos enseñaban que existen cuatro pasos que se pueden aplicar para tomar una decisión y esto se da cuando analizamos una idea cuatro veces:

1-      Sembrar: Cuando uno se encuentra con una idea por primera vez debe tratar de entenderla, eso es como hacer un hoyo en la tierra;

2-      Plantar: La segunda vez, la idea comienza a tener sentido, entonces estamos plantando la semilla en tierra fértil;

3-      Cosechar: La tercera vez, obtenemos un entendimiento completo, es decir, estamos cosechando el trigo;

4-      Digerir: La cuarta vez integramos la idea a la vida, digerimos la idea y ella nos nutre el alma y pasa a formar parte de nosotros

(Fuente: Los 48 Caminos hacia la Sabiduría.  Rav. Noah Weinberg)

Entonces no debemos dejarnos llevar por el populismo ni buscar ser los más populares tampoco, en muchas ocasiones la ex Primera Ministra Thatcher tomó decisiones que no eran populares pero que eran buenas para la patria, como por ejemplo, el eliminar los excesivos privilegios de los sindicatos o el enviar soldados británicos al Golfo Pérsico para evitar que Saddam Hussein creara una masacre de mayor escala. Inclusive el mismo Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que ella era una gran amiga de Israel.

Muchos criticarán su actuar cuando expulsó a un agente de inteligencia israelí del Reino Unido quien dejó uno sobre con unos pasaportes alterados en una casetilla de teléfono en Alemania con pasaportes británicos falsificados y su relación de amor-odio con el ex Primer Ministro israelí Menachem Begin, sin embargo, a través de su mandato fueron muchas más las ocasiones en que la Dama de Acero, como se le conoce en el Reino Unido, actuó a favor de Israel.

Eleanor Roosevelt decía que uno debía hacer lo que creía conveniente porque sería maldecido si lo hacía y sería maldecido sino lo hacía, entiéndase conveniente como correcto, y esto debe de servirnos de ejemplo hoy que recordamos la Shoá y el deceso concomitante de una “firme amiga de Israel”, como bien lo dijera el Primer Ministro Netanyahu. Como líderes que somos en nuestras comunidades, en nuestros hogares, en nuestros estados o provincias y países, tenemos una labor de apegarnos a nuestros  buenos  principios y de no tergiversarlos, siempre actuando en pos de los depositantes de la autoridad.

Debemos también analizar cuatro veces nuestras ideas, ahora que los hermanos venezolanos se disponen a votar el próximo catorce de abril, les insto a que voten utilizando esta sabia forma de pensar, siembren, planten, cosechen y digieran la idea de votar, no voten por emoción ni por hígado o bilis, voten con razón, voten porque realmente creen que es lo mejor.

La Shoá fue el resultado de un energúmeno de palabra hábil y un pueblo altanero que se pensaba más inteligente que los demás y, por ende, exento de pensar. Cuando más creamos que sabemos las cosas es cuando más debemos de cuestionárnoslas porque es ahí donde se da la costumbre y así como una costumbre podría significar un buen hábito así también podría ser un hábito errado o una maña.

He aquí siete herramientas para mejor analizar las cosas y tomar decisiones más acertadas, acorde con la realidad y con los Siete Mandamientos Universales:

1-      Repaso nocturno: Antes de disponernos a dormir debemos de repasar las acciones y los eventos del día, anticipemos lo que esperamos para el día y la semana siguiente. Seamos disciplinados y no nos demos por vencidos. Aunque el consejo original era para los judíos, podríamos adaptarlo a los noájidas diciendo que sería bueno hacer esto cada día antes de acostarnos, cada noche del Séptimo y cada día antes de la noche del Rosh Hashaná;

2-                  Capturar y materializar: Cuando tengamos un momento de claridad lejos de dejarlo escapar, tomemos esa claridad e incorporémosla a nuestro ser, hagámosla parte de nosotros para que así podamos ver con claridad en cuanto a ese aspecto en el futuro. Por ej., Hace un tiempo un amigo que es un millonario me dijo, Felipe, si tienes deudas es porque le estás pidiendo prestado a otros para que tú trabajes para ellos, entonces por qué mejor no prestarte a ti mismo. Si quieres tener dinero préstate a ti mismo y no le pidas prestado a los demás.  Resulta ser que le escuché pero no le hice caso sino hasta hace poco que decidí hacerme mi propia línea de crédito y cada vez que utilizo dinero de mi salario, si no es para suplir necesidades básicas de acuerdo a la pirámide de Maslow, entonces utilizo el dinero pero a manera de préstamo, de hecho me cobro un interés anual del cincuenta por ciento a sesenta meses plazos y trato todos los meses de hacer pagos mínimos a mi línea de crédito. Tengo que decir que está un poco alta porque me estoy financiando la universidad a mí mismo entonces me hice un préstamo a mí mismo que tengo que pagar. El momento de claridad no se dio cuando Tom, mi amigo, me dijo que me pidiera prestado a mí mismo sino cuando iba en el bus y comencé a hacer un análisis de cuánto dinero había invertido en la carrera. PT Barnum decía que nuestra relación con el dinero funciona así, de un lado están aquellos muchos que trabajan para el dinero, porque el interés diario que se devenga por sus préstamos hace que tenga que dedicar buena parte de su vida para ir a trabajar para poder pagar sus deudas, en tanto que un segmento muy pequeño de la población vive por su dinero, porque el dinero es amo o es esclavo. Cuando es esclavo todos los días trabaja devengando un poco más de interés a favor nuestro en tanto que cuando es amo hace que nosotros tengamos que trabajar para él. Ese fue mi momento de claridad, lo tomé, lo analicé y lo incorporé a mi vida;

3-                  Pensar antes de hablar: El Rey Salomón decía, no te apresures a responder. Un buen consejo que me dieron una vez a la hora de litigar es que en vez de contestar de inmediato a las preguntas del tribunal, lo mejor es bajar la mirada de tres a cinco segundos para darle un respiro al cuerpo y luego contestar. Cuando nos critican nos enojamos, sale nuestro EGO a relucir y no nos gusta que nos digan las cosas de frente, dice el rabino Weinberg que una reflexión cuidadosa hace que la respuesta que demo sea mucho más sabia ah, y se me olvidaba, si no sabemos algo simplemente digamos que no sabemos;

4-                  Analizar la información: Tenemos que identificar y resumir lo que hemos escuchado. Más de uno por ahí dirá, ja el burro hablando de orejas. Vamos por dos mil palabras leídas, para mí eso no es un resumen. Y tienen toda la razón, todos tenemos áreas de desempeño y de mejora, la mía es la de la sumarización, pero bueno, el caso es que tenemos que aprender. Si vale la pena invertir tiempo para estudiar algo también vale la pena meditar sobre ello. Sigamos el ejemplo de los periodistas a la hora de escribir un encabezado, utilicemos las preguntas quién, qué, cuándo, dónde y por qué y luego que hagamos el encabezado sentémonos con hoja en mano y analicemos los pros y los contras de esa información y recordemos que la práctica hace al maestro, entonces conforme más frecuentemente hagamos este ejercicio más rápido y mejor lo haremos;

5-                  Prepararse: Antes de enfrentarnos a cualquier situación es bueno prepararnos, con buena estrategia y viendo hacia el futuro al menos tres pasos hacia adelante;

6-                  Claridad:  No es lo mismo estar dentro del redondel que ver los toros desde la barrera. Cuando se está en el medio del aguacero uno se moja y le da frío en tanto que si se retira un poco podrá guarecerse y ver que el aguacero no era un diluvio sino un aguacero. Para obtener claridad hay que alejarse de la situación y regresar después. Mucha gente va a dormir en la noche con problemas y amanecen con soluciones;

7-                  No paralizarse: Todo lo que no se mueve se pudre, es decir, la vida parte de ese objeto o persona porque no hay movimiento que dé lugar a la energía cinética. Lo más conveniente es no dejar de movernos pero sabiendo que debemos obrar bien y no mal, pues ambas traen consecuencias.

(Fuente: Los48 Caminos hacia la Sabiduría. Rav. Noah Weinberg).

 

                La Shoá entonces no solo debe ser un tiempo de recuerdo de la masacre ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial y otras anteriores como los pogromos o las persecuciones de romanos hacia judíos, etc., sino también un momento de reflexión para adoptar nuevos hábitos que nos permitan tomar decisiones sabias e inteligentes que nos ayuden a construir paz y armonía. Por eso decidí incluir este aspecto hoy y también unirlo con el de Margaret Thatcher, porque el valor más precioso que tenemos en este mundo es la vida y debemos hacer todo lo posible para mantenerla y disfrutarla, después de todo recordemos que una de las vertientes de nuestra misión en la Tierra es disfrutar y deleitarnos en la Creación de nuestro Hacedor.

 

El movimiento pendular de nuestro actuar y la necesidad del movimiento constante

Una de las cosas más bellas que tiene la ciencia es precisamente la descripción de la realidad a través de la evidencia indiscutible. Hay que dejar la energía fluir porque si no comienza un proceso de putrefacción. Hay que estar consciente en todo momento y entender que nos movemos por un péndulo que no está exento por las leyes de la física. Es un movimiento de oscilación que no percibimos a simple vista pero que no es imaginario, por eso es que existen los altibajos, porque todo en la vida es una ecuación y necesita ser  calibrado, la ecuación debe de ser balanceada, si el paso se da a la izquierda, el péndulo oscilará hacia la derecha igual  en igual forma y cruzará ese segmento de curva hasta llegar al punto inicial pero dependiendo del largo de la cuerda desde el péndulo en un ángulo de noventa grados, la energía cinética será la máxima mientras que la energía potencial será la mínima.

Esa energía de impacto inicial es la que va a poner en movimiento el péndulo y dependiendo del tamaño de la cuerda y del péndulo en sí, así será la inercia con la que el péndulo regrese. Una querida amiga decía que la matemática es el lenguaje del universo y definitivamente tiene mucha razón, pues el impacto que sentimos en nuestro actuar y que podemos probar matemáticamente, si partimos de la premisa que toda acción tiene una reacción, puede ser explicado por medio de la Matemática. Entonces si imaginamos que esto se da por un esquema pendular, podemos ver porqué es que las acciones siempre se devuelven con creces.

Sigamos con el ejemplo del péndulo. Imaginemos una línea perpendicular y una transversal, en la parte de abajo el péndulo está quieto y este cruza un segmento de trayectoria de una circunferencia de 0 grados a los 90 grados con cierta fuerza de impacto, cuando el péndulo regresa viene con una mayor inercia que hace que el impacto se sienta con mayor fuerza.  Ese movimiento pendular es el que caracteriza a la acción.

El secreto de la inercia dependerá de tomar la masa del péndulo y multiplicarlo por la velocidad, entonces tenemos que esa oscilación con la que el péndulo regresará creará ese impacto mayor que la fuerza con que el péndulo llegó a los noventa grados donde la energía potencial es máxima, para el ejemplo en asunto,  y la energía cinética es cero. Conforme el péndulo avanza por el segmento de circunferencia de noventa grados, al tomar en cuenta los factores de la masa y de la velocidad, que aumentarán esa inercia, la fuerza de impacto aumenta, siendo este nuestro punto de partida podemos entonces hipotetizar que si aplicáramos este ejemplo a la premisa mayor del movimiento pendular de las acciones que toman lugar en el tiempo y en el espacio, entonces una buena acción va compuesta de dos componentes, en primer lugar la masa de la acción y en segundo lugar qué tan lejos se llevó esa acción, es decir, la amplitud que será determinada por el largo de la cuerda.

Podría ser una acción de gran tamaño pero que apenas y se movió unos pocos grados, entonces, pese a que la acción es grande, al no haberse realizado mucho esfuerzo, entonces el movimiento pendular mínimo que requirió un esfuerzo mínimo, hará que inercia de la oscilación del péndulo sea mucho menor que si se hiciera un mayor esfuerzo en llevar a cabo la acción, pues ello implicaría que la potencialidad de la energía aumentaría y que la gravedad surtiendo efecto sobre el péndulo, en una amplitud máxima de noventa grados, generaría una inercia mayor y, por tanto, la fuerza de impacto una vez que el péndulo regresa sería mucho mayor, sea para bien o para mal.

Tomemos un ejemplo. Asumamos que recibo un salario de $1000 mensuales, y resulta ser que saqué un dólar para caridad. Entonces ese dólar que yo saqué representa una milésima de mi esfuerzo para darlo en caridad, o sea, que si yo dedico doscientas horas mensuales entre las horas que laboro y los tiempos de traslado para generar mil dólares de salario y de mi salario bruto doy un dólar, entonces ello equivaldría a aproximadamente a doce minutos de mi tiempo de todo aquél destinado para la obtención de mi sustento. Como vemos doce minutos de doscientas horas no es la gran cosa y, por ende, la amplitud, es decir, qué tan lejos se movió el péndulo resulta mínima.

Si tomamos ese valor de una milésima y lo calculamos dentro de la amplitud del segmento de circunferencia de cero a noventa grados, tenemos que ese dólar no movió el péndulo ni siquiera un grado. Ahora bien, si yo doy un diez por ciento de mi ingreso bruto en caridad, ello implica que destiné veinte horas para el bien de los demás, entonces la acción sigue siendo buena, o sea, el tamaño del péndulo es grande y como di caridad con un esfuerzo mayor, entonces la amplitud dentro de la curva de oscilación va a ser mayor, alrededor de casi diez grados y esto aunado a la masa del péndulo, genera mayor energía potencial que por efecto de la gravedad va a ser que la inercia sea mayor y, por ende, la fuerza de impacto también, ante lo cual percibimos que la buena acción se multiplicó y, en efecto, lo hizo.

Surge una nueva pregunta, entonces si la acción va de la mano con el tamaño del péndulo y el esfuerzo representa la amplitud de la curva de oscilación, ¿no se puede hablar entonces de una variable más que sería la longitud de la cuerda que conecta a la línea perpendicular en su extremo más alto con el péndulo en sí?

Esa variable, a mi parecer debería ser el grado de interés o, más bien, de desinterés con que la persona realice la acción, en el caso de la buena acción, cuanto mayor sea el desinterés, mayor será la longitud de la cuerda y, como es una ecuación, en el caso de lo negativo, cuanto mayor sea el interés en hacer el mal, mayor será la longitud de la cuerda, pues la longitud de la cuerda debe de ser ponderada a la hora de determinar la amplitud, es decir, la distancia más larga de cero grados y a noventa grados dentro de la curva de oscilación de cuarenta y cinco grados.  ¿Qué pasa si la buena acción busca generar una buena reacción? Al llevar un interés de recompensa se acorta la longitud de la cuerda y, por ende, se disminuye la inercia de la reacción, ante lo cual la fuerza de impacto del regreso del péndulo disminuye.  Caso contrario ocurre con la mala acción que aumenta conforme el interés en hacer el mal incrementa también.

En resumen, si se va actuar para  hacer algo bueno hay que hacerlo sin interés de recompensa, pues esto aumenta la inercia y la fuerza de impacto de la buena reacción en tanto que si se comete una mala acción, cosa que no debería ser así pero que sería iluso pensar que no lo haríamos en algún momento, se debe disminuir al máximo la saña. Creo que este ejemplo lo podríamos aplicar al caso de los administradores de justicia. No porque se condene a alguien por haber cometido un delito, ello implique que el juez tenga que ensañarse, porque  la saña transforma la loable labor de impartir justicia en una de daño hacia una persona más allá del necesario que se ocuparía para remediar las cosas.

Surge un hecho de vital importancia y es que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma y al ser así entonces se transforma en energía potencial o cinética donde la cinética requiere de una fuerza, de un movimiento que dependiendo del tamaño del objeto generará cierta inercia. Ahora viene la siguiente premisa, si este mundo yace en el lado de la parte material, ello implica que por la fuerza de gravedad serán los objetos de naturaleza material los que sean atraídos con mayor fuerza hacia la materialidad entonces es por eso que se siente que la mala acción, es decir, aquella que se aleja de lo divino y se acerca más a lo material, va a sentirse con mucho más fuerza en el mundo material y, por ende, su inercia va a ser mayor,  pues el tamaño del objeto material en el mundo tridimensional, tiene un cierto tamaño en masa que debido a la proximidad polar negativa, va a ser que atraiga con mayor fuerza a ese objeto material hacia la tridimensionalidad.

Usemos un ejemplo muy básico, si una roca tiene X tamaño pesará x kilogramos en la Tierra donde la fuerza de gravedad es mayor y p kilogramos en Júpiter donde la fuerza de gravedad es menor. Es un ejemplo inexacto pero me parece que de alguna forma viene a clarificar un poco la idea que trato de transmitir.

Viene ahora la otra interrogante ¿qué hace que el péndulo se mueva? Es la energía resultante de la interacción de nosotros como seres humanos quienes estamos en constante movimiento, inclusive cuando reposamos. Si no actuáramos y permaneciéramos en un estado de reposo total esa energía cinética pasaría a convertirse en energía potencial y al estar en energía potencial el péndulo estaría en posición perpendicular y no habría movimiento, al no haber movimiento no habría vida pues la vida  en sí misma implica movimiento.

Surge otra pregunta, entonces ¿cuál es el efecto del cese del movimiento y, por ende, de la vida? Lo bueno es aquello que se acerca a la vida mientras que lo malo es lo que nos aleja de ella, en este caso lo bueno es lo que nos acerca, o sea, la energía cinética en tanto que la potencial tiene un valor, pero su valor es un valor futuro y no actual. Al no ser actual no se puede realmente medir, pues potencialmente el péndulo podría oscilar en una amplitud de hasta noventa grados pero esa es su máxima potencialidad, asumiendo, claro está, que exista un tope para la oscilación del péndulo dentro de un ángulo recto que bien podría ser inclusive obtuso pero que para efectos de nuestro ejemplo complicaría más aún las cosas.

Inclusive cuando descansamos, lejos de estar a cero grados dentro de la oscilación, estamos en realidad suspendidos dentro de la trayectoria bien sea a cinco, diez, veinte, noventa grados pero nos suspendemos guardando energía potencial para oscilar hacia el ángulo cero y de vuelta. En realidad el péndulo posee un ápex de ciento ochenta grados que es donde definitivamente maximizamos nuestro potencial y nuestro actuar pero que debido a la gravedad hará que en algún momento el péndulo tenga que regresar a su posición original aunque con mayor inercia para pasar de un hemisferio a otro, quizás por eso es que tengamos épocas oscuras y épocas doradas a través de la Historia.

En resumen, para poder mantener la vida y que no se dé una muerte de nuestro plano tridimensional es necesario mantener la energía cinética y esto se logra a través del movimiento, como vemos el secreto está en actuar bien y con desinterés para potenciar y aumentar la inercia del péndulo no solo para nuestro beneficio sino para el de los demás. Claro que dentro de las leyes que rigen este universo no solo está decirlo de los dientes para afuera sino que tiene que ser algo que el corazón y la mente entiendan bien, pues va más allá de la simple racionalización de las cosas, primero hay que dejar que sea el cerebro el que a través del pensamiento consciente gobierne la acción para que de esta manera pueda darse una acción auténtica y no sintética.

Quedo a la espera que los amigos de este sagrado hogar realicen las correcciones necesarias pues sé que los errores sobrarán al no ser ésta mi área de experiencia, sin embargo, hago este intento porque no se puede ir en contra de la Ciencia ni de la Tecnología y en nuestra labor de construir Shalom sería bueno el desarrollar modelos explicativos que no den lugar al cuestionamiento innecesario, no por una cuestión de EGO, sino más bien para coartarle las posibilidades a los que siguen encarcelados en sus celdas mentales y que recurren a la misma Ciencia y a la Tecnología para desvirtuar nuestros alegatos, lo cual menoscaba nuestra labor de buscar la construcción de un mundo de paz y de armonía.

 

Shoá y Sheminí: Recordar para comprometerse con la vida

El próximo domingo, que será 27 de Nisán, recordaremos de manera solemne a las víctimas y a los héroes de la Shoá. Desde 1959 es el “Iom hazikarón laShoá velaGuevurá”
“יום הזיכרון לשואה ולגבורה” “Día de recordación del Holocausto y el heroísmo”, según ley aprobada por la Knesset (parlamento israelí). Ésta es la fecha oficialmente marcada, porque es necesario tener un momento especial, único, que quede establecido como símbolo para todo los tiempos. También, porque no es bueno estar de duelo siempre, hay tiempo para el llanto y tiempo para la risa, tiempo para penar y otro para gozar, según enseña el rey Salomón en el Tanaj.
Pero, lo cierto es que cada día puede emplearse para el recuerdo y muy especialmente para comprometerse a que no vuelva a suceder algo similar, nunca más.
Pocos días atrás cantamos en el Seder de Pésaj, durante la recitación de la Hagadá:
“שלא אחד בלבד עמד עלינו לכלותינו” “Shelo ejad vilvad amad aleinu lejaloteinu” “Porque no fue solamente uno el que se alzó en nuestra contra para extinguirnos”. En cada época surge otro Amán el amalecita, otro Labán el arameo, otro Faraón, otro Antíoco, otro Tito, otro Arafat una y otra vez. Han intentado de todo: extirpar el judaísmo de los judíos, suprimir a los judíos del mundo, apartar del mundo a los judíos, sustraer a los judíos del judaísmo. Esto y otras tácticas más, terribles, espantosas, dolorosas, con mayor o menor “éxito”, con efectos que pueden perdurar durante largas generaciones. Pero ante esto hallamos una constante: la nación judía ha logrado prevalecer, puede haber caído, sufrido tremendas bajas, pero como nación se ha mantenido durante milenios, fiel a sí misma, a su origen, a su destino, a su esencia. “Am Israel jai vekaiam” “La nación de Israel vive y perdura”.
Recordar para comprometerse con la vida, es uno de los lemas que siempre acompañó al judaísmo.

Precisamente en la parashá que estamos comentando, Sheminí, encontramos el siguiente párrafo (Vaikrá/Levítico 11:44):

“Porque Yo soy Hashem, el que te hizo subir de la tierra de Egipto, para ser tu Dios. Por tanto, serán santos, porque Yo soy santo”.

“כִּי אֲנִי ה’, הַמַּעֲלֶה אֶתְכֶם מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם, לִהְיֹת לָכֶם, לֵאלֹהִים; וִהְיִיתֶם קְדֹשִׁים, כִּי קָדוֹשׁ אָנִי”

“קָדוֹשׁ” “Kadosh” “Santo o sagrado”, en la tradición hebrea se entiende como aquello que está cercano al Eterno. También se comprende, en un sentido más general, como aquello que está separado y es en cierto modo único. “Lekadesh” es santificar, pero también apartar para dedicarlo a una situación o función particular. Por ejemplo, el esposo está santificado para su esposa y viceversa. Shabat es el día santificado para el pueblo judío y recíprocamente. Ierushalaim es la ciudad de la santidad, con alguna cualidad que la hace diferente y más cercana al Eterno.
Siendo así, ¿cómo puede el hombre, cualquier hombre, ser santo? ¿Se precisan de milagros, hechos maravillosos, una fe intensa, negar las cosas del mundo, vivir encerrado entre libros y soledad? ¿Qué es lo que exactamente hace sagrada la existencia de la persona?
Una de las posibles respuestas la brinda el versículo que hemos citado:

  1. Recordar la esclavitud que sufrimos, sea la de Egipto o cualquier otra (personal o colectiva).
  2. Tener presente que es el Eterno quien nos eleva de cada una de nuestras angustias.
  3. Mantener un vínculo cercano con el Eterno, fuente de toda vida y bendición.
  4. Actuar de tal modo que nuestras acciones se encuadren dentro del marco de la santidad (tal como lo define la Torá).

Recordar, pero no para estar anclado al pasado, con culpas o remordimientos, sino como trampolín para una buena vida aquí y ahora, proyectándose positivamente al futuro.

Resp. 1104 – ¿Genocidio y robo a pueblos originarios de América?

Ernesto Jean Pierre nos consulta:

Buen día Moré:
Mucho se habla (y con justa razón) de los 6 millones de judíos exterminados por Hitler, pero ¿de los más de 20 millones de nativoamericanos exterminados y saqueados por los europeos en toda Améri? parecen un fantasma en la historia, en honor a la justicia ¿no deberíamos devolverles sus tierras a los pocos que quedan o al menos a sus descendientes bastardos producto de las violaciones cometidas por los españoles? o hacemos borrón y cuenta nueva, agradezco su respuesta de antemano.
Ernesto Jean Pierre U. 30 médico Arequipa Perú

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Nazaret. La ciudad que se imaginó

Nazaret es un nombre interesante, se suele asociar a dos cosas a Jesús llamado de Nazaret y a la población de Nazaret. Lo que vamos a tratar tiene que ver con ambos, pero de entrada nos centraremos en la viabilidad del nombre Nazaret como topónimo urbano.

Con Nazaret sucede una cosa curiosa, sabemos que existe como aldea en el siglo IV EC y que es entonces cuando adquiere su fama como población de origen de Jesús de Nazaret, sabemos también que esta poblada a mediados del siglo II EC pero… sabemos también que no lo esta anteriormente. En otras palabras, no existía ni ciudad, ni población, ni siquiera aldea alguna -a lo sumo alguna granja en la zona- en el sitio de Nazaret entre los reinados de Octavio César Augusto y Tiberio César, época en la que se supone que vivió Jesús de Nazaret y en la que, según la totalidad de los evangelios canónicos –tanto los sinópticos como Juan- existía esa población y, además, siguiendo a Lucas –por ejemplo- como toda una ciudad en la que el propio Jesús tendrá sus más y sus menos con sus paisanos –o supuestos paisanos, tan supuestos como él mismo-.

Hay que decir que eso resultaría ser milagroso, al menos entre los reinados de Octavio César Augusto y Tiberio César, porque Jesús se estaría moviendo en una ciudad inexistente habitada por fantasmas o personajes imaginarios que habrían encarnado como él.

Secuencia arqueológica de Nazaret

El caso es que en el lugar que existe la actual Nazaret no hay vestigio alguno de una ciudad anterior al 135 EC, es decir, anterior a la rebelión de Bar Kobcha. Veamos cuales son los estratos que nos ofrece la Arqueología respecto a Nazaret y sus alrededores:

Mesolítico: 13 esqueletos humanos y diversos artefactos, localizados en una cueva situada en el Monte del Precipicio.

Edad de Bronce: Tres tumbas datadas entre el 2000 y el 1200 aEC, únicamente restos de cerámica funeraria.

Edad de Hierro (entre 1200 y 586 aEC): Diferentes restos cerámicos, casi todo en fragmentos, se cuentan cinco vasos, jarras y tinajas, parte del material puede ser funerario y otro no lo es. Estos restos se hallaron en cuevas y cavidades cercanas a la Iglesia de la Anunciación.

Entre el 586 y el 37 aEC: Ningún resto datado.

Entre el 37 aEC y el 70 EC: Aquí aparecen restos de lámparas funerarias, entre seis y diez lámparas de aceite en fragmentos, todas de ajuares de enterramientos. La datación puede ser la indicada pero hay ciertas dudas que podrían situar a todas o alguna de ellas en el 150 EC. Se localizaron bajo la Iglesia de la Anunciación y en grutas cercanas a ella. En el 2009 se descubre algunos restos de lo que pudiera ser una granja aislada en la zona, la datación de las estructuras es difícil pero algunos utensilios se sitúan entre el  siglo I aEC y el I EC, a inicios del siglo II EC esta estructura está fuera de uso -desaparece la granja-.

Entre el 70 y el 180 EC: Más material funerario –cuatro lámparas- y un total de tres tumbas-

Entre el 180 y el 324 EC: Siete lámparas en dos tumbas. También cerámica y fragmentos de vidrio de los siglos III y IV EC, todo ello material funerario. Aquí aparecen los restos de un edificio del período romano tardoantiguo –siglo IV EC- y una moneda romana –también del siglo IV EC-.

Los comienzos de la actual Nazaret

Tenemos pues que Nazaret es solo una población de muertos –una necrópolis- entre los siglos I aEC y el II EC y alguna posible granja -no un pueblo, menos una ciudad- . Bien ¿por qué hasta el II EC? Pues porque la Arqueología nos ofrece otra prueba que nos remite al II EC, justo tras la II Guerra Judía, en concreto se trata de una piedra de mármol hallada en la sinagoga de Cesárea Marítima que ofrece un listado de familias sacerdotales que buscan refugio tras la guerra con Adriano y los lugares dónde se ubican, entre ellos hay esta cita:

“El décimo octavo curso sacerdotal (llamado) Hapizzes, relocalizado en Nazaret”

De los veinticuatro “cursos” sacerdotales que se mencionan uno de ellos, el dieciocho, se refugia en Nazaret. Que entonces era básicamente una necrópolis utilizada sobre todo por la cercana Japha. Se remueven las tumbas y se instala una aldea con los refugiados. Nazaret quedaba cerca de Sephoris pero, a la vez, estaba fuera de la mencionada ciudad, cosa que convenía a las familias sacerdotales dado que Sephoris era una ciudad gentil.

Los descendientes de esos refugiados son los que habitaban la –ahora sí- aldea –ciudad no lo era- de Nazaret cuando es “descubierta” por la topografía cristiana en el siglo IV EC. A partir de ese momento comienza una presencia cristiana alrededor del llamado “pozo de María”, localizado algo al norte de la primera aldea judía, el poblamiento cristiano acaba por imponerse al judío, aunque algunos habitantes judíos vuelven a aparecer en el valle para ser definitivamente expulsados en el siglo VII EC.

En cualquier caso Nazaret solo es habitada comunalmente a partir del siglo II EC, lo es como una pequeña aldea hasta que en el siglo IV se produce una expansión y la generación de una ciudad cristiana tras la “consagración” del lugar como el de la “ciudad originaria” de Jesús de Nazaret, quedando constituido como punto de peregrinación.

Nazaret en los evangelios

Esos son los datos de la Arqueología y la Historia, ahora bien, es fácilmente observable que estos datos no coinciden con los que ofrecen los textos básicos del cristianismo, es decir, con aquello que dicen los cuatro evangelios canónicos –unos con más y otros con menos detalle- sobre una ciudad de Galilea –y hablan de “ciudad” no de aldea o caserío- llamada “Nazaret”, especialmente el texto de Lucas se extiende al respecto. Veamos las referencias evangélicas.

En el evangelio de Mateo:

“y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: = Será llamado Nazoreo. =” (Mateo 2:23, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

“καὶ ἐλθὼν κατῴκησεν εἰς πόλιν λεγομένην ναζαρέτ, ὅπως πληρωθῇ τὸ ῥηθὲν διὰ τῶν προφητῶν ὅτι ναζωραῖος κληθήσεται.” (Mateo 2:23, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición)

La Biblia de Jerusalén traduce κληθήσεται por “Nazoreo” pero es muy usual utilizar la voz “Nazareno”. La palabra ναζαρέτ se traduce por “Nazaret”.

“Y dejando Nazará, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí” (Mateo 4:13, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

“καὶ καταλιπὼν τὴν ναζαρὰ ἐλθὼν κατῴκησεν εἰς καφαρναοὺμ τὴν παραθαλασσίαν ἐν ὁρίοις ζαβουλὼν καὶ νεφθαλίμ· “(Mateo 4:13, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Aquí la voz ναζαρὰ es la que se traduce por “Nazará”.

“Y la gente decía: «Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.»” (Mateo 21:11, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

“οἱ δὲ ὄχλοι ἔλεγον, οὖτός ἐστιν ὁ προφήτης ἰησοῦς ὁ ἀπὸ ναζαρὲθ τῆς γαλιλαίας.” (Mateo 21:11, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Ahora es el término griego ναζαρὲθ lo que se traduce por “Nazaret”.

En el evangelio de Marcos:

“Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.” (Marcos 1:9, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

“καὶ ἐγένετο ἐν ἐκείναις ταῖς ἡμέραις ἦλθεν ἰησοῦς ἀπὸ ναζαρὲτ τῆς γαλιλαίας καὶ ἐβαπτίσθη εἰς τὸν ἰορδάνην ὑπὸ ἰωάννου.” (Marcos 1:9, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

La palabra ναζαρὲτ es la que se traduce por “Nazaret”.

En el evangelio de Lucas:

“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret” (Lucas 1:26, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

“ἐν δὲ τῶ μηνὶ τῶ ἕκτῳ ἀπεστάλη ὁ ἄγγελος γαβριὴλ ἀπὸ τοῦ θεοῦ εἰς πόλιν τῆς γαλιλαίας ᾗ ὄνομα ναζαρὲθ” (Lucas 1:26, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Es ναζαρὲθ lo que se traduce por “Nazaret”.

“Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David” (Lucas 2:4, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

“ἀνέβη δὲ καὶ ἰωσὴφ ἀπὸ τῆς γαλιλαίας ἐκ πόλεως ναζαρὲθ εἰς τὴν ἰουδαίαν εἰς πόλιν δαυὶδ ἥτις καλεῖται βηθλέεμ, διὰ τὸ εἶναι αὐτὸν ἐξ οἴκου καὶ πατριᾶς δαυίδ,” (Lucas 2:4, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Nuevamente ναζαρὲθ es “Nazaret”.

“Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret” (Lucas 2:39, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

“καὶ ὡς ἐτέλεσαν πάντα τὰ κατὰ τὸν νόμον κυρίου, ἐπέστρεψαν εἰς τὴν γαλιλαίαν εἰς πόλιν ἑαυτῶν ναζαρέθ.” (Lucas 2:39, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Vuelve ναζαρὲθ a ser “Nazaret”.

“Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón” (Lucas 2:51, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

“καὶ κατέβη μετ᾽ αὐτῶν καὶ ἦλθεν εἰς ναζαρέθ, καὶ ἦν ὑποτασσόμενος αὐτοῖς. καὶ ἡ μήτηρ αὐτοῦ διετήρει πάντα τὰ ῥήματα ἐν τῇ καρδίᾳ αὐτῆς.” (Lucas 2:51, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Otra vez ναζαρὲθ se traduce por “Nazaret”.

“14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.

15 El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos =

19 = y proclamar un año de gracia del Señor. =

20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»

22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»

24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;

26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.

30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”

(Lucas 4:14-30, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

14 καὶ ὑπέστρεψεν ὁ ἰησοῦς ἐν τῇ δυνάμει τοῦ πνεύματος εἰς τὴν γαλιλαίαν. καὶ φήμη ἐξῆλθεν καθ᾽ ὅλης τῆς περιχώρου περὶ αὐτοῦ.

15 καὶ αὐτὸς ἐδίδασκεν ἐν ταῖς συναγωγαῖς αὐτῶν, δοξαζόμενος ὑπὸ πάντων.

16 καὶ ἦλθεν εἰς ναζαρά, οὖ ἦν τεθραμμένος, καὶ εἰσῆλθεν κατὰ τὸ εἰωθὸς αὐτῶ ἐν τῇ ἡμέρᾳ τῶν σαββάτων εἰς τὴν συναγωγήν, καὶ ἀνέστη ἀναγνῶναι.

17 καὶ ἐπεδόθη αὐτῶ βιβλίον τοῦ προφήτου ἠσαΐου, καὶ ἀναπτύξας τὸ βιβλίον εὖρεν τὸν τόπον οὖ ἦν γεγραμμένον,

18 πνεῦμα κυρίου ἐπ᾽ ἐμέ, οὖ εἵνεκεν ἔχρισέν με εὐαγγελίσασθαι πτωχοῖς, ἀπέσταλκέν με κηρύξαι αἰχμαλώτοις ἄφεσιν καὶ τυφλοῖς ἀνάβλεψιν, ἀποστεῖλαι τεθραυσμένους ἐν ἀφέσει,

19 κηρύξαι ἐνιαυτὸν κυρίου δεκτόν.

20 καὶ πτύξας τὸ βιβλίον ἀποδοὺς τῶ ὑπηρέτῃ ἐκάθισεν· καὶ πάντων οἱ ὀφθαλμοὶ ἐν τῇ συναγωγῇ ἦσαν ἀτενίζοντες αὐτῶ.

21 ἤρξατο δὲ λέγειν πρὸς αὐτοὺς ὅτι σήμερον πεπλήρωται ἡ γραφὴ αὕτη ἐν τοῖς ὠσὶν ὑμῶν.

22 καὶ πάντες ἐμαρτύρουν αὐτῶ καὶ ἐθαύμαζον ἐπὶ τοῖς λόγοις τῆς χάριτος τοῖς ἐκπορευομένοις ἐκ τοῦ στόματος αὐτοῦ, καὶ ἔλεγον, οὐχὶ υἱός ἐστιν ἰωσὴφ οὖτος;

23 καὶ εἶπεν πρὸς αὐτούς, πάντως ἐρεῖτέ μοι τὴν παραβολὴν ταύτην· ἰατρέ, θεράπευσον σεαυτόν· ὅσα ἠκούσαμεν γενόμενα εἰς τὴν καφαρναοὺμ ποίησον καὶ ὧδε ἐν τῇ πατρίδι σου.

24 εἶπεν δέ, ἀμὴν λέγω ὑμῖν ὅτι οὐδεὶς προφήτης δεκτός ἐστιν ἐν τῇ πατρίδι αὐτοῦ.

25 ἐπ᾽ ἀληθείας δὲ λέγω ὑμῖν, πολλαὶ χῆραι ἦσαν ἐν ταῖς ἡμέραις ἠλίου ἐν τῶ ἰσραήλ, ὅτε ἐκλείσθη ὁ οὐρανὸς ἐπὶ ἔτη τρία καὶ μῆνας ἕξ, ὡς ἐγένετο λιμὸς μέγας ἐπὶ πᾶσαν τὴν γῆν,

26 καὶ πρὸς οὐδεμίαν αὐτῶν ἐπέμφθη ἠλίας εἰ μὴ εἰς σάρεπτα τῆς σιδωνίας πρὸς γυναῖκα χήραν.

27 καὶ πολλοὶ λεπροὶ ἦσαν ἐν τῶ ἰσραὴλ ἐπὶ ἐλισαίου τοῦ προφήτου, καὶ οὐδεὶς αὐτῶν ἐκαθαρίσθη εἰ μὴ ναιμὰν ὁ σύρος.

28 καὶ ἐπλήσθησαν πάντες θυμοῦ ἐν τῇ συναγωγῇ ἀκούοντες ταῦτα,

29 καὶ ἀναστάντες ἐξέβαλον αὐτὸν ἔξω τῆς πόλεως, καὶ ἤγαγον αὐτὸν ἕως ὀφρύος τοῦ ὄρους ἐφ᾽ οὖ ἡ πόλις ᾠκοδόμητο αὐτῶν, ὥστε κατακρημνίσαι αὐτόν·

30 αὐτὸς δὲ διελθὼν διὰ μέσου αὐτῶν ἐπορεύετο.

(Lucas 4:14-30, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Aquí es ναζαρά la voz que traducida queda como “Nazará”.

En el evangelio de Juan:

“45 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret.»

46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.»”

(Juan 1:45-46, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

“45 εὑρίσκει φίλιππος τὸν ναθαναὴλ καὶ λέγει αὐτῶ, ὃν ἔγραψεν μωϊσῆς ἐν τῶ νόμῳ καὶ οἱ προφῆται εὑρήκαμεν, ἰησοῦν υἱὸν τοῦ ἰωσὴφ τὸν ἀπὸ ναζαρέτ.

46 καὶ εἶπεν αὐτῶ ναθαναήλ, ἐκ ναζαρὲτ δύναταί τι ἀγαθὸν εἶναι; λέγει αὐτῶ [ὁ]
φίλιππος, ἔρχου καὶ ἴδε.” (Juan 1:45-46, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

El término ναζαρὲτ es aquí “Nazaret”.

Nazaret, Nazará y Nazareno

En todos los casos tanto “Nazará” como “Nazaret” hacen en estos versículos referencia a la misma teórica población –recordemos que con categoría de “ciudad”-, en griego se usa ναζαρά para “Nazará”, y ναζαρὲτ o ναζαρὲθ para “Nazaret”. Sin embargo es otra palabra la que nos acerca a la clave del misterio y… a la demostración de la construcción del texto en distintas etapas –unas muy tardías-, se trata de κληθήσεται, que puede traducirse por “Nazoreo” o “Nazareno”, porque si κληθήσεται puede ser “Nazareno” también lo puede ser ναζαρηνέ –término que aparece, por ejemplo, en Marcos 1:24 o en Lucas 4:34-, lo mismo que ναζαρηνός –que aparece en Marcos 10:47-, sucede que ναζαρηνέ o ναζαρηνός se puede traducir por “Nazareno” o –teóricamente- desglosarse en la expresión “de Nazaret”. Y tal vez parezca lo mismo “Jesús nazareno” que “Jesús de Nazaret”, pero… resulta que no lo es, y por aquí se entiende que pasó y como, forzosamente, al menos una parte de los textos evangélicos son… del siglo IV EC, Y de paso que su contenido es de dudosa fiabilidad histórica,

La clave del significado de “nazareno” la aporta un texto gnóstico de filiación valentiniana, se trata del Evangelio de Felipe, que forma parte de la Biblioteca de Nag Hammadi y está redactado en copto, el versículo 47 dice:

“Los apóstoles que nos precedieron le llamaban así: Jesús el nazareno° Mesías— es decir, Jesús el nazareno Cristo. El último nombre es Cristo, el primero es Jesús, el de en medio es [nazareno]. Mesías tiene dos significaciones: tanto ungido como medición. Jesús en hebreo, es la salvación. Nazara es la verdad [en hebreo], por eso el nazareno es el verdadero. El Cristo es la medición, el [nazareno] y Jesús son los medidos.”

(Evangelio de Felipe, 47, Textos de Nag Hammadi)

El evangelio de Felipe se data en el siglo III EC, no deja de resultar curioso que alguien del siglo III EC este informado de los significados de los términos “Jesús”, “nazareno” y “Mesías” o “Cristo” mientras que autores supuestamente anteriores no sólo no lo saben sino que hasta embarcan al personaje en vivencias y conflictos en,,, ¡una necrópolis!

El autor del evangelio de Felipe es consciente de los significados crípticos de cada término –y obsérvese que cada uno de ellos es un título que refleja una cualidad o un conocimiento, ninguno es un nombre, ni de persona ni de topónimo-. Tenemos aquí la “salvación”, la “verdad” y la “medida” –que también unge-. También tenemos una clave: como funciona la fórmula que se construye a partir de unos títulos –que elemento mide y cuales son medidos. La resultante es que “La salvación verdadera unge” y, también, “La salvación verdadera es medida”. Lo que no tenemos es ni un nombre de persona, ni un nombre de ciudad, ni tampoco un ungido sino una unción –un acto, no una persona-. Y, todo ello, ¿quién lo explica? Pues un texto gnóstico valentiniano del siglo III EC que le enmienda la plana a los evangelistas canónicos del… siglo IV EC.

Pero no solo sucede con un texto gnóstico, también sucede con uno helenista, así la única mención que hace Celso –pese a que recoge las versiones cristianas de su época, finales del siglo II EC o principios del siglo III EC- a “nazareno” es una mención a “titulatura” o a “cualidad” no a gentilicio, es la que sigue:

“¿Por qué los amenaza él, si desobedecieron sus mandamientos, de tratarlos como enemigos declarados mientras que el Hijo, el Nazareno, formula preceptos completamente opuestos…?”

(Celso, El discurso verdadero contra los cristianos, 88)

En Celso aparece frecuentemente la palabra “Jesús” –que curiosamente no aparece cuando al comienzo relata el “affaire” Ben Panthera-, una vez “Nazareno” y ninguna una supuesta población llamada “Nazaret”.

Otra posibilidad que se apunta es que si Iesous o Iosous – ησοῦς- es la transliteración al griego de Yeshúa –ישׁוע- que significa “salvador” o “salvación”, Nazoraios o Nazarenos – ναζαρηνέ- sea la transliteración al griego del hebreo “netser” o “netzer” -סניף- que significa “rama”. Lo que no dejaría de implicar otra referencia a titulatura, dado que quedaría así: “La salvación [brota] de la rama”. Y ese significado, relativamente críptico, nos lleva de vuelta al gnosticismo y sus características.

No obstante, respecto a esta interpretación hay algunas objeciones lingüísticas derivadas de la transliteración del hebreo al griego, según esto no se utiliza la zeta sino la sigma para transliterar la letra hebrea tzade.

La “hipótesis toponímica”

Si vamos a otras fuentes en busca de referencia toponímica vemos que Flavio Josefo –que fue comandante en jefe de las fuerzas judías en Galilea- menciona a la cercana Japha –a poco más de kilómetro y medio al suroeste de la actual Nazaret- pero no menciona para nada a una “Nazaret”, pese a que hace un recuento y menciona a cuarenta y cinco ciudades y pueblos de Galilea –véase Flavio Josefo, Guerra Judía, especialmente para los incidentes de Jotapata y Japha Libro III-.

El Talmud menciona a sesenta y tres ciudades de Galilea, no aparece allí Nazaret, tampoco lo hace en ninguna fuente de la literatura rabínica antigua y… tampoco la menor referencia en el Tanaj.

La primera referencia situando Nazaret como un lugar geográfica real -Orígenes había intentado desentenderse de la cuestión por la vía del lugar mítico-, viene de la mano de Eusebio de Cesárea -la misma mano que despliega tanta inventiva como desprecio a la veracidad al generar el «Testimonium Flavianum». Así, en su obra “Onomasticon” Eusebio presenta una lista geográfica de los lugares santos mencionados en la Biblia, allí aparece Nazaret. Bien, al margen de la fiabilidad de Eusebio tenemos la cronología, el santo «Padre de la Iglesia» vive en el siglo IV EC, entonces sí se podía mencionar una Nazaret.

Para “salvar” la “hipótesis toponímica” los autores cristianos se remiten constantemente a una “insignificante aldea”, pero es que eso tampoco funciona siguiendo lo que explican los textos, especialmente lo referido en el evangelio de Lucas 4:14-30, recordémoslo:

“14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.

15 El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos =

19 = y proclamar un año de gracia del Señor. =

20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»

22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»

24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;

26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.

30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”

(Lucas 4:14-30, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

¿Tenemos aquí un mero villorrio que no llega a aldea? Parece que no, tenemos una sinagoga en funcionamiento y no solo parientes –caso que sucedería en algo de las dimensiones de un caserío- sino paisanos, que no dudan en intentar despeñarle por un acantilado.

Por otra parte tanto el texto de Lucas como el de Mateo llaman “ciudad” a “Nazaret”, no hablan de ningún villorrio.

Luego lo que explica el texto no coincide en absoluto con una supuesta y minimalista aldea que, por otro lado, resulta que… tampoco aparece a través de la evidencia arqueológica, a partir de ella solo aparecen dos tipos de habitantes: los de las tumbas y los de una granja.

Conclusiones

¿Qué significado puede tener todo eso? Pues diverso. El primero es cronológico y remite a que la redacción definitiva de los cuatro evangelios canónicos forzosamente es posterior a mediados del siglo II EC y lo más probable centrada en el siglo IV EC –cuando “Nazaret” aparece en la topografía cristiana sacra-. El segundo es que los redactores de esas versiones de los evangelios canónicos ya han perdido de vista el significado de “nazareno”, al punto que lo confunden con un gentilicio cuando no lo es. El tercero es que la inclusión de las falsas referencias toponímicas que se derivan de “nazareno” muestran que la información que aparece en los evangelios canónicos no solo no es relativamente contemporánea a los supuestos relatados sino que, además, no es fiable. Cuarto, que resulta imposible mantener la hipótesis Q para los sinópticos en todo aquello que aparece “Nazaret” en cuanto ciudad y topónimo y “nazareno” entendido como gentilicio –en el mejor de los casos serían interpolaciones tardías y del todo alejadas en el tiempo-. Quinto, que si “nazareno” significa “el verdadero” y deriva de “nazara” –“la verdad”, transliteración del hebreo אמת o האמת – nos encontraríamos ante un planteamiento enteramente gnóstico –como el que muestra el valentiniano evangelio de Felipe-. Sexto, es igualmente un planteamiento gnóstico el que remite a “netser” en cuanto a título que complementa el contenido etimológico de “Yeshúa” –que también funcionaría en ese caso como título y no como nombre propio-.

Resp. 1084 – Inmoralidad sexual en la generación de Adam?

elbergaleano nos consulta:

Buenas noches Moré y amigos de fulvida tengan bendiciones y que Has´em los bendiga, estudiando el día de hoy me acoje una pregunta y quisiera que con su conocimiendo me ayudaran a resolver, conociendo la ley de inmoralidad sexual en la que una persona no puede tener relaciones con algunos parientes cercanos, en la era de adam como se justifico esta ley si los unicos humanos que se podian procrear eran familiares en primera linea de consanguinidad, agradezco sus comentarios y sabias respuestas
Elber Galeano, 28 Años, Arquitecto, Montería, Colombia

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Jesús, Iesous y Yeshúa

Yeshua o Yeshúa es un nombre teofórico –que alude a la divinidad- hebreo y que significa “el Salvador” –en sentido más estricto “YHVH salva” o “YHVH es salvación”-.

Puede encontrarse referido en la literatura hebrea, sin ir más lejos el autor del Eclesiástico se llamaba Yeshúa ben Sirac –Jesús hijo de Sirac- y Flavio Josefo menciona a otro Jesús –que no es el supuesto nazareno aunque en algunas cosas lo recuerda sospechosamente- en la “Guerra de los Judíos”. Si en el Eclesiástico el nombre aparece en su forma original hebrea –ישׁוע– en la obra de Josefo aparece en su versión griega – ἰησοῦ- que es la misma forma en la que aparece en el NT.

En realidad la referencia original al Jesús figura del cristianismo es el término griego ἰησοῦ, que si transliteramos es “Iesous” –fonéticamente sonaría así en castellano y, también, se transcribiría así al alfabeto latino-, por lo cual eso de “volver a las raíces” respecto al nombre en cuestión aplicado al personaje en cuestión llamándolo “Yeshúa” es cualquier cosa… menos acudir a las raíces de ese personaje, que son ni más ni menos que ἰησοῦ.

Otra cosa es que de los originales del texto griego –véase la versión Nestle-Aland- se derive lógicamente que ese nombre sea una traducción del nombre hebreo “Yeshúa”, es muy probable, pero el caso es que la fuente original para ese Jesús es la que es y no otra.

No obstante, no conviene perder de vista la etimología hebrea del nombre Yeshúa, esto es “el Salvador”, porque puede ser sospechosamente significativa –“sospechosamente”, es decir, no más allá de la sospecha-.

Tanto los autores del conjunto del Nuevo Testamento como los de los Evangelios muestran un conocimiento de lo judío y del judaísmo, eso queda claro leyendo sus exposiciones, ahora, eso no significa ni que sean judíos ni que asuman el judaísmo. Eso es una extrapolación aventurada y hasta se diría que un tanto gratuita, cuando menos en función del contenido doctrinal del NT y de la manera que ese conocimiento del judaísmo no se usa para presentar una “variante” del judaísmo sino para presentar una creencia sincrética profundamente diferente, eso puede observarse en varias cosas, no es la menor sino la mayor la utilización de las formas nominativas de la divinidad –en lo más cercano que hay a la formulación del perdido Shem Hamephorash- para presentar a “Yeshúa” –recordemos “el Salvador”- no como relacionado o enviado por la divinidad sino como la divinidad misma, esto es, Dios encarnado.

La idea de la encarnación de Dios es completamente ajena al judaísmo y no puede haber surgido de él, por el contrario es perfectamente compatible en otros entornos, como el helenístico –aun cuando en sus formulaciones más elaboradas filosóficamente esto se descarta-y en otros todavía más antiguos como los propios de Mesopotamia. Si esa encarnación se fusiona con el arquetipo del héroe salvífico tenemos una poderosa imagen y, una imagen, que cuadra bastante bien en sus características con las que definen a la figura central del cristianismo.

El héroe, por lo tanto, es el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales. (…). El héroe ha muerto en cuanto a hombre moderno; pero como hombre eterno —perfecto, no específico, universal— ha vuelto a nacer. Su segunda tarea y hazaña for­mal ha de ser (como Toynbee declara y como todas las mitologías de la humanidad indican) volver a nosotros, transfigurado y enseñar las lecciones que ha aprendido sobre la renovación de la vida.”

(Joseph Campbell, El Héroe de las mil caras)

Campbell resalta también otras cualidades arquetípicas de la figura de Jesús, lo hace mostrando paralelismos con el Buda y, en concreto, recalca la dimensión salvadora:

El Buddha debajo del Árbol de la Iluminación (el Árbol Bo) y Cristo bajo el Árbol de la Redención son figuras análogas, incorporadas al arquetípico Salvador del Mundo, al motivo del Árbol del Mundo, que es de inmemorial antigüedad. Muchas otras variantes del tema se encontrarán en episodios subsecuentes. El Punto Inmóvil y el Monte Calvario, son las imágenes del Ombligo del Mundo o el Eje del Mundo”

(Joseph Campbell, El Héroe de las mil caras)

Pero el punto culminante de la redención es la identificación con la divinidad, la fusión o encarnación con la misma que, en este planteamiento, es condición “sine qua non” para llevar a buen puerto la misión de la salvación:

Han de distinguirse dos grados de iniciación en la mansión del padre. Del primero, el hijo vuelve como emisario; del segundo, con el conocimiento de que “yo y mi padre somos uno.” Los héroes de esta segunda y más alta iluminación son los redentores del mundo, las así llamadas encarnaciones, en su más alto sentido.”

(Joseph Campbell, El Héroe de las mil caras)

Lo anterior, aplicado a la figura de Jesús, nos revela un héroe de tipo salvífico, un redentor del mundo que, para serlo, precisa de una encarnación, mostrar una identidad entre su ser y el de la deidad misma. En esa condición no de mensajero sino de Dios es en la que realiza su labor, su misión, entre otras cosas sin esa condición no la podría realizar. Esa identificación es la que le convierte en medio, incluso material, para la realización de ese fin. La sangre sacrificial sirve para la redención por ser divina.

Por otra parte el conocimiento –gnosis- de esa concreta esencia de Jesús es el que contiene la clave de la salvación de sus seguidores:

En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra.

A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo.

En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa”

(Epístola a los Efesios 1:7-13)

Por eso el Jesús del cristianismo – ἰησοῦ- responde bien a la etimología de la versión hebrea de ese nombre –ישׁוע-. Es, en definitiva, un salvador.

Llegados a este punto ¿resulta casual que el nombre propio del personaje refleje su principal función en relación a la humanidad? Puede ser, el nombre, en su formulación judía, es un nombre hebreo prexistente, ahora bien, su condición teofórica y la alusión concreta de cualidad resaltada dentro de la misma –la salvación, el papel salvador- dan que pensar en otro sentido.

Quede claro que ese sentido solo puede ser formulado como hipótesis indiciaria –refrendada por ciertos indicios externos al cristianismo, cierto, pero, a fin de cuentas… meros indicios-. A ese nivel que “Yeshúa” signifique “el Salvador” nos remite no a la condición de nombre propio sino de título, es decir, nos encontraríamos no ante un nombre sino ante un título aun cuando ello no excluya su aplicación como nombre propio en determinados contextos –en el propio cristiano en ciertas referencias a “Jesucristo” o “Cristo”, en un ejemplo extracristiano sucederá con “César”, que es nombre propio que deviene en título y, desde ahí, en ocasiones se personaliza en cuanto nombre nuevamente-.

Resulta, no obstante, llamativo ver que ocurre si se sustituye el sentido nominativo de “Jesús” por su significado etimológico hebreo y se lee en esa relación la referencia a “Jesús”, no en cuanto persona concreta sino en cuanto función relativa al título o cargo aludido.

Bien, en ese caso, resulta que no tenemos las acciones “biográficas” de una persona sino la actuación de un personaje, no tenemos las sentencias sapienciales de una persona sino una serie de máximas “personificadas”. Las consecuencias de eso tendrían un alcance que iría mucho más allá de lo meramente formal.

Si examinamos esta cuestión a la luz de otro rasgo propio del gnosticismo, como lo es la presentación de cualquier conocimiento con cierto nivel de secretismo y encriptación, resulta también significativa la elección del nombre “Jesús”. Éste correspondería muy bien a la “encriptación” del conocimiento –esencial- del papel de la figura –la salvación-, además nos da junto a la “encriptación” la clave para desentrañarla: la etimología hebrea de un nombre prexistente y escogido no de manera azarosa.

Pese a que esa clave –si es tal- no sea algo extraordinariamente complicado queda sujeta a una primera y obvia capa de “ocultamiento”, el hecho de que se trate de un nombre real, ahora, su significado metalingüístico –que es un nombre que no se refiera a un nombre de persona sino a una función- quedaría reservado para aquellos que tuviesen el grado de iniciación suficiente.

Si atendemos a otra evolución conocida de cierta titulatura a partir del nombre de “Jesús” vemos que esa pauta –supuesta- continua presentándose perfectamente.

El encriptamiento –éste sí público y conocido- de Ἰησοῦς Χριστός, Θεοῦ Υἱός, Σωτήρ, esto es “Jesús Cristo Hijo de Dios Salvador” en la palabra “pez” – ἸΧΘΥΣ- es en principio un acrónimo de ocultamiento, no en base a ocultar un conocimiento por hermetismo sino, a priori, por algo mucho más pragmático y vital: evitar que perseguidores romanos identificasen a grupos cristianos como tales. Eso, al tiempo, que esos grupos podían mediante ese ardid exaltar y honrar a su deidad,

Esa es una función perfectamente lógica y aceptable del porqué de la formulación de ese acrónimo, sin embargo, el mantenimiento de ese planteamiento no anula –o niega- la posible existencia de otros junto al mismo.

Si observamos los componentes de la secuencia se aprecia que la totalidad de los mismos son títulos, todos menos el primero… en apariencia. Esto es así si entendemos que Ἰησοῦς es meramente y tal cual un nombre propio, ahora bien, si se desarrolla hasta el contenido etimológico del nombre hebreo del que se deriva la forma griega “Iesous”, lo que tendríamos no es “Jesús Cristo Hijo de Dios Salvador” sino “El Salvador Cristo Hijo de Dios Salvador”, es decir, una sucesión de títulos cuyo inicio y final –recordando al eterno retorno y no a lo lineal- seria el mismo ¿es esto infactible? No, pero tampoco es algo que se pueda considerar otra cosa que una particular y posible interpretación, que cuadra eso sí, con ciertas declaraciones como “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el Todopoderoso”, del muy “gnostizante” libro del “Apocalipsis”, en concreto el Apocalipsis 1:8:

ἐγώ εἰμι τὸ ἄλφα καὶ τὸ ὦ, λέγει κύριος ὁ θεός, ὁ ὢν καὶ ὁ ἦν καὶ ὁ ἐρχόμενος, ὁ παντοκράτωρ”

En esa interpretación del acrónimo éste se abriría con “Salvador” y se cerraría con “Salvador”. La seriación no correspondería entonces a un nombre de persona seguido de una titulatura sino a una titulatura impersonal, presentada en forma cíclica y que en su totalidad remite a características.

Por otra parte el acrónimo ἸΧΘΥΣ leído como palabra y no como acrónimo puede traducirse también como el signo zodiacal de “Piscis”, eso seria otro nivel de información y otro nivel de lenguaje, acudiríamos aquí otra vez a un metalenguaje.

Dentro de ese nivel de información se anunciaría una nueva era, la de Piscis, que sustituiría a la del ciclo precedente, el de Aries, que estaría no menos significativamente representado zodiacalmente por el cordero.

Ni uno solo de esos rasgos nos remitiría al judaísmo o a una persona real relacionada –aunque fuese como “hereje” o disidente- con él.

Se dirían más relacionados con ciertas características del gnosticismo o, mejor dicho, de los gnosticismos, definidos a partir de lo fenomenológico más que por el detalle de sus doctrinas o ritos, en ese sentido podemos hacernos eco de las palabras de Serge Hutin “Si bien los gnosticismos son muy diversos, el gnosticismo es una actitud existencial completamente característica, un tipo especial de religiosidad. No es arbitrario formular un concepto general de gnosis, «conocimiento» salvador que se traduce en reacciones humanas determinadas y siempre las mismas” (Serge Hutin, Los gnósticos, colección Que sais-je?) Lo relativo a “reacciones humanas determinadas y siempre las mismas” nos reconduciría de vuelta a las consideraciones arquetípicas.

Señaladas las posibilidades -que son solo eso- fruto de ciertas curiosas coincidencias se puede abundar un poco en otro hecho derivado en esta ocasión de fuentes externas al cristianismo, se trata de la ausencia en las fuentes romanas de los siglos I y II EC de cualquier referencia a alguien llamado “Jesús” en las referencias que hacen en relación al cristianismo. Ninguno de los autores romanos recoge ese nombre, cuando aluden al personaje central del culto cristiano siempre lo es en base a uno de sus títulos, no de su nombre, así aparece “Jesús” mencionado como “Cristo”, palabra que se usa a modo de nombre pero que, significativamente no es nombre alguno. Veamos las referencias.

El testimonio más antiguo que se conserva de fuente romana sobre los cristianos es de Plinio el Joven (62-113 d.C.) quien, por indicación de Trajano, prohibió la formación de «asociaciones religiosas privadas», así dice Plinio«prohibí las asociaciones (hetaerias), conforme a tus órdenes» (Epist. X, 96), considerando sospechosas las reuniones realizadas durante la noche y antes de la salida del Sol, pese a la inocencia aparente de los ritos, ceremonias e himnos que los cristianos dedicaban «a Cristo como a un Dios» (Epist. X, 96). Plinio concluye que según su entender se trata meramente de «una superstición irracional y desmesurada» (Epist. X.96).

Tácito (61-117 d.C.) hace alusión a los rumores que culpaban a Nerón del incendio de Roma en el año 64 EC, dice: «Y así Nerón, para divertir esta voz y descargarse, dió por culpados de él, y comenzó a castigar con exquisitos géneros de tormentos a unos hombres aborrecidos del vulgo por sus excesos, llamados comúmnente cristianos. El autor de este nombre fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden de Poncio Pilato, procurador de Judea. Por entonces se reprimió algún tanto aquella perniciosa superstición; pero tornaba otra vez a reverdecer, no solamente en Judea, origen de este mal, sino también en Roma, donde llegan y se celebran todas las cosas atroces y vergonzosas que hay en las demás partes» (Anales 15, 44).

Cayo Suetonio Tranquilo (muerto hacia el 160) en su Vida de Claudio (25,4) dice lo siguiente: «Hizo expulsar de Roma a los judíos, que excitados por un tal Cresto, provocaban turbulencias». Durante cierto tiempo se pensó que esa referencia a «Crestos» era una referencia al término «Cristo», hoy se sabe que no es tal, sino que se trataba de un griego que se había convertido al judaísmo y organizaba disturbios en Roma, lo cual confiere además de lógica a la expresión «a los judíos». En la Vida de Nerón(16,2) este autor cuenta -ahora sí referido a los cristianos- que «Los cristianos, clase de hombres llenos de supersticiones nuevas y peligrosas, fueron entregados al suplicio».

Dión Casio, escribe una historia romana que ocupa ochenta libros, en ella habla de la ejecución del cónsul Flavio Clemente y del destierro de su mujer, a quienes se acusa de «ateísmo», muriendo junto con otros por simpatizar con la fe judía (Epitome 67,14). No obstante el dato en sí es enormemente escueto y textualmente habla de «la fe judía» -no de las «nuevas supersticiones» a las que aluden Plinio, Suetonio o Tácito-, pese a eso algún autor lo relaciona con una persecución contra los cristianos bajo el reinado de Domiciano.

De los anteriores sólo Plinio el Joven y Tácito mencionan expresamente una figura como eje central del cristianismo y lo llaman “Cristo” -ninguna alusión a “Jesús” como nombre-. Lo más explicito es el fragmento de los Anales que corresponde a Tácito, ahí se alude al origen de la figura de Cristo como el de alguien ajusticiado por Pilato en Judea bajo el mandato de Tiberio, pero, incluso esa referencia, se realiza para explicar la procedencia de la voz “cristianos” y no por la biografía del personaje. Lo que sí demuestra la alusión es que en época de Tácito los grupos cristianos -que son los protagonistas de su referencia- manejaban y difundían la historia de su fundador ajusticiado en Judea, por orden de Poncio Pilato, y en época de Tiberio. De los grupos cristianos es de donde Tácito recoge esa información.

En todo caso lo que tenemos a partir de las fuentes romanas -escasas y nada favorables al cristianismo, pero testimoniando su presencia- es ninguna referencia al uso del nombre propio “Jesús”, dos referencias a un título para buscar el origen de la voz “cristianos” y… nada más -en puridad lo citado por Dion Casio es dudoso que se remita al cristianismo, al menos no esta claro-.

¿Qué indica eso? Lo primero y más claro es que en los siglos I y II EC los romanos que hablan del cristianismo y los cristiano desconocían el nombre propio “Jesús”, tienen conciencia -al menos dos de los autores- de que los cristianos se remitían a un fundador al que se referían por “Cristo” y, uno de los autores -Tácito-, va un poco más allá y recoge escuetamente que ese “Cristo” -sigue sin aparecer “Jesús”- fue un reo ejecutado en Judea gobernando Tiberio en Roma. Chocante -y puede que significativa- la nula referencia a “Iesous” o “Iesus”.

Quede claro que el apuntar la posibilidad de que la voz “Jesús” no correspondiese a un nombre propio sino a un título -lo mismo que lo es “Cristo”- es solo eso, una posibilidad a la que algunos indicios y/o curiosidades podrían apuntar. Como casi todo lo relativo al llamado “Jesús histórico” se queda en barajar opciones del todo interpretables, escasamente demostrables y, a lo sumo, “apuntables”.