Compartiré contigo algunas de las técnicas de manipulación psicológica de grupos sectarios (partidos políticos, religiones, etc.), ¿las has visto/sentido en funcionamiento?:
- Amenaza+miedos+promesas
Te amenazan con infiernos y castigos varios, en este mundo pero en especial luego de la muerte en donde no tienes ninguna elección ni control. Llenan de miedos, en todas las dimensiones de la existencia pero en especial de aquello que es tremendamente incontrolable e imposible de conocer, lo que ocurriría en un futuro “apocalíptico”, o luego de la muerte.
Al mismo tiempo te presentan la que ellos insisten es la única solución y remedio, la esperanza segura para salvarte de la perdición. O estás con ellos, o sufres. - Conmigo eres “más que vencedor”
Te aseguran y “demuestran” que eres incapaz de obtener seguridad, éxitos, avances, felicidad, estabilidad, salud, nada si nos es a través de ellos. Te hunden en sentimiento de impotencia y cuando parece que sales te vuelven a sumergir. El mensaje es que solamente con ellos estás en paz, sin ellos estás perdido. Y se encargan de que lo sientas y no dejes de sentirlo. Para lo cual usarán cualquier método de presión, amenaza, confusión, engaño, falsa amistad, etc. - No questions
Los que preguntan, cuestionan, dudan, generan espacios de verdadera reflexión, son dejados de lado, son tildados de traidores o locos, se prohíbe estar en contacto con ellos –ni siquiera saludarles, son sometidos a burlas, injuriados, presionados para callar, obligados a rectificarse públicamente, expulsados, maldecidos, o cosas peores. - Repetirrepetirrepetir
Te insisten una y otra vez con los mismos temas. Pueden venir coloreados de maneras diversas, pero el mensaje es repetitivo, continuo, que se va convirtiendo en una melodía que te penetra hasta la última neurona y la vas tomando como verdad por el mero hecho de su repetición. Te van creando, de esta manera, un hábito, un automatismo, una segunda naturaleza creada a su antojo y conveniencia. - Lemas de hinchada (hooligans)
Te rodean de lemas breves e impactantes, los cuales canturrean sin parar. Ese estribillo repetitivo, aburrido, muchas veces incoherente pero que tú adquieres y repites sin darte cuenta. No piensas en las palabras, simplemente las dices, una y otra vez, una y otra vez, y luego te dejas llevar por su contenido sin siquiera analizarlo.
Apuntan a la zona del cerebro que no realiza análisis racionales, sino que adquiere patrones de conducta irracionales. De esa forma logran manejarte, aunque hagas de cuenta que te estás resistiendo. - Ahí fuera está el maligno
Se encargan de que todo lo de fuera sea malo, enfermo, infernal, demoniaco, pecaminoso, herético, mentira, ciegos, etc. Se ensañan en particular con aquello que pudiera ser un camino para despertar la conciencia y librarse. Ese es el “enemigo” más odiado. Se incluyen libros, internet, TV, prensa, programas radiales, universidades, personas, etc. Aislara la persona de influencia “perniciosa” se convierte en una obsesión, un requerimiento de la fidelidad y un requisito para obtener la promesa de salvación. - Mentiras valoradas como verdad
Siembran dudas en el inconsciente de la persona, para corroer la voluntad, obstaculizar el análisis y así impedir el cuestionar la validez de los “mantras” y dogmas oficiales. Va más allá del ataque directo, es una estrategia que apunta a lo inconsciente, a la repetición de una mentira hasta transformarla en una aparente verdad. Al mejor estilo del malvado Goebbels, o del astuto engañador de Tarso. Suelen ser pequeñas frases, unas pocas palabras, pero que se alojan en la memoria y acuden a la consciencia cada vez que se trata de pensar sobre aquello que se ha “demonizado”. - La fuente de la verdad
Si lo dice el líder, si se dice en nombre del líder, si está escrito en las doctrinas del líder, entonces es verdad, aunque la ciencia, la evidencia, la realidad manifiesta demuestre lo contrario o algo diferente. Si es el pensamiento del grupo, es verdad, irrefutable, eterna, no negociable, a no ser que el líder diga otra cosa –incluso si fuera disparatada o que niegue lo anterior-. - Premios para el sumiso
Se premia y estimula a los que son fieles, seguidores, repetidores, sumisos, discípulos, leales, etc. Esto se hace de manera también pública, demostrando que las promesas se cumplen y que aquel que se desvía sufre, pero el que se mantiene dentro del grupo es premiado. Se crea así un patrón de conducta inconsciente, similar al que se emplea en el entrenamiento de mascotas, en las cuales se refuerza la conducta que se desea por medio de estímulos positivos, en tanto que se castiga de alguna forma aquello que no se desea del entrenado. - La fe necia sobre/ante todo
Cuando, de alguna forma, alguna persona inquiere racionalmente pero de manera ingenua, dentro del patrón de sumisión, probablemente no se le castigará de inmediato, ni se le censurará con energía, sino que se afirmará que la fe ciega es más poderosa que cualquier pensamiento humano. ¿Quién sabe más más, Dios, el pastor, el líder, la camarilla de dirigentes, el maestro, etc.; o el de fuera, el individuo, el traidor, el hijo de Satanás, el de otro grupo, tú? Por encima del intelecto se pone la fe ciega (pura emoción descontrolada) en las palabras del grupo, esas son las únicas que tienen valor y validez. Aunque desde fuera rompa los ojos la necedad de tal postura, para quien está dentro del grupo la única vía posible es la que ofrece el grupo. - La potencia de la ignorancia
Cuanto más irracional, imposible, improbable, falta de racionalidad, sea la doctrina, con mayor empeño se la defiende, sostiene y promueve. El hacer sentir ignorante a la persona, incapaz de comprender lo “básico” de la creencia del grupo, lo impulsa a aferrarse a ella con el afán de llegar un día a entender, o de aparentar hacerlo hasta el punto de creerse la ilusión que se la entiende. Nadie quiere pasar por inepto, tonto, inculto, hereje, fuera del grupo, falto a la fe, por lo que el esfuerzo por aparentar ser sabio es un aliciente para esclavizarse más al grupo y sus mensajes. Los que no entienden, repiten. Los que no repiten, participan sistemáticamente de las congregaciones. Nadie quiere el escarnio de la ignorancia. - Vergüenza
Hacer sentir ridículo, y especialmente cuando la burla viene desde los que supuestamente saben y tienen el poder, es un arma muy eficaz para manipular. Pueden repetir una y otra vez el mismo argumento hueco y sin sustancia, acompañado por dosis de sarcasmo y burla hiriente, lo cual dejará pronto sin ganas de argumentar al que pudiera oponerse, aunque tuviera bases firmes y éticamente correctas. Provocar la vergüenza actúa de manera potente en el oscuro arte del sometimiento, atacando a la persona, sus dichos, actos, sentimientos, ideas, cualquiera de las cosas que sirvan para tirar abajo su posición en el grupo. - Ellos o nosotros
No hay términos medios, no hay claroscuros, solo hay nosotros (vida, verdad, el camino) y “los otros” (muerte, mentira, sufrimiento).
Presentan como imposible encontrar algo bueno o rescatable en lo de los otros, cualquier cosa es negativa. Si hubiera algo de fuera que es tomado, se lo hace pasar como si en su origen los otros lo hubieran usurpado o corrompido de su verdadera fuente. - Misiones
Es habitual, aunque no siempre, que se trata de atraer gente al grupo, a la verdad de la doctrina del líder. En ocasiones es por actos de bondad, que disfrazan la intención misionera; a veces es con astucias y engaños; otras es aprovechando momentos de debilidad para hacerles sentir el poder del grupo; otras es por la fuerza, con amenazas, presiones o incluso violencia física. Lo que esté al alcance para fortalecer al grupo, negar las inconsistencias, someter a los que pudieran escapar hacia fuera. - Abusos
No faltan los abusos de todo tipo, en cualquiera de las dimensiones de la persona. Desde cosas banales y en apariencia sin importancia, hasta las más absurdas atrocidades. Todo es válido, en tanto mantenga sometida a la persona a los dictados del grupo, del líder, del dogma. - Rituales
Se practican rituales repetitivos, que no tienen fundamento histórico o racional, pero que sirven para automatizar ideas, creencias, imponer la sumisión al líder. - Distintivos
Se usan ropas, emblemas, símbolos, artefactos que distinguen a los del grupo de los otros. En ocasiones el protocolo de vestimenta es sumamente estricto, llegándose a estigmatizar a quien lo rompe aunque sea mínimamente.
El líder, por lo general, usa símbolos que manifiestan su jerarquía absoluta y su poder por sobre el resto. - Bondad como carta de presentación
Asumen un rostro amistoso, caritativo, simpático, bienhechor, benefactor, redentor.
Es evidente que no desean ser considerados fanáticos, extremistas, peligrosos, sectarios, intransigentes, sino todo lo contrario. Entonces se llamaran “píos”, “justos”, “sabios”, “santos”, “salvos”, “científicos”, “iluminados”, “despiertos”, “conscientes”, “libertarios”, “del amor”, cualquier otro nombre que los relacione con lo positivo y vital. E incluso llevarán a cabo obras de beneficencia, de solidaridad, de difusión de buenos valores.
Sin dudas que es una puerta de entrada para muchas personas que precisan de los favores materiales, o de las promesas de bondad emocional. Luego, cuando la persona ya está dentro del grupo, quizás se sigan manteniendo los actos solidarios, pero el tormento de la cárcel multidimensional no es gratuito. - Poderoso caballero es don dinero
Suelen procurar que las personas donen ingentes cantidades de dinero, bienes, propiedades, mucho tiempo para las actividades del grupo. Esto no solamente es para proveerse de riquezas, sino que también saben que es una manera de llevarlos a mantenerse esclavos de los designios del grupo. Se explica por aquello de la Disonancia Cognitiva. Entonces, los diezmos, donativos, ofrendas, sacrificios, caridad, etc. no solamente tienen una evidente finalidad monetaria, sino una mucho más profunda que es la de ahondar el sometimiento de la persona, aquel que paga enormes impuestos para hacerse así cada vez más esclavo “voluntario” de sus opresores. - El líder rico y ostentoso
Se promueve a que el líder viva en holgura, riqueza, ostentación, aunque contradiga principios de humildad o “espiritualidad” que el grupo y la doctrine prediquen. Es que el líder está por encima de los dogmas y cuanto mayor poder demuestre, más cierta es su palabra. Así, el seguidor puede vivir en extrema pobreza pero dará religiosamente los diezmos, donaciones, contribuciones, etc., y aunque vea que su líder paradójicamente vive en extrema riqueza, eso le llenará de satisfacción y orgullo, no de envidia, celo o enojo. La riqueza y poder del líder representa que el grupo es verdadero y su doctrina verdadera. - El chivo expiatorio
Hay que tener siempre un algo/alguien a quien culpar de los males, el peor, la más miserable criatura de todas, la incapaz de redención, la totalmente maligna. Ese es el mayor enemigo, aún peor que el que podría ayudar a despertar la conciencia (que ya mencionamos antes). Cuanto más irracional, atroz, fantasioso, improbable, ilógico sea el enemigo, mejor sirve a la causa de dominar a los seguidores del grupo. - Amo de todo
Pero el grupo, y en particular el líder, es un ser superior, con lazos en esferas de poder y supra naturales, con una incuestionable inteligencia y sabiduría, capaz de conocer y comprender de todo y opinar de todo. Él decide, él juzga, él condena, él absuelve. Él representa a las deidades, o es una de ellas. Todo lo que hace el líder es bueno y bendito, aunque para el observador de fuera sean evidentes perversiones, errores u horrores; sin embargo, el mensaje para los de dentro es que el líder es tan superior que no puede comprenderse sus acciones, o algo bondadoso oculta su evidente maldad, o que se revelará la verdad finalmente. La negación y la idealización son llevados al extremo, a lo absurdo. - El líder puede lo que el grupo no
El líder prohíbe x cosa, que el luego hace. El grupo no precisa que el líder se excuse o renuncie, ya que todo lo que el líder hace está bien. Incluso cuando atenta contra el grupo. Pero, solamente el líder se puede permitir esas licencias. - El universo
La estructura es cerrada. En el centro está el “líder”, luego la “doctrina”, alrededor la “camarilla” de discípulos directos del líder, luego el “grupo” con sus redes y jefes de células. Ese es el universo. - Dentro del universo
Toda la vida debe girar en torno al grupo, estudio, trabajo, familia, diversión, días festivos, momentos difíciles, todo absolutamente todo debe involucrar al grupo. - El omnipresente y omnisapiente
El líder suele escoger para los individuos, incluso en aquellas cuestiones que son personales y no precisarían en principio la intervención del líder. Cosas como nombres de hijos, lugar de residencia, con quien casarse, si consultar al médico, inversiones financieras, destino para las vacaciones, todo pasa a depender de las elecciones y decisiones del líder. De no poder consultar con el líder, se lo hace con sus delegados, quienes tienen el poder gracias a la unción del líder y no por otro mérito. O, se recurre a las ordenanzas doctrinarias que dependen del beneplácito del líder, o son su obra.
Por supuesto, cada una de estas técnicas no es más que la aplicación práctica y terrible de las herramientas básicas del EGO.
En política, en religión, en grupos sociales, allí están.
Seguramente podrás reconocer alguna, o todas.
¿Quieres contarnos cómo viviste cada una de ellas?
¿Podrías decirnos qué hiciste para salir de allí?