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El Auto-rechazo

Estaba allí desde el primer momento,
En la adrenalina
que circulaba por las venas de tus padres
cuando hacían el amor para concebirte,
y después en el fluido
que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón
cuando todavía eras sólo un parásito.
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¿El Sendero?

En esta oportunidad publicaremos la letra de una de las presentaciones del grupo Les Luthiers, para mostrarles con mucho humor, qu� es la iglesia cristiana, qu� se mueve detr�s de las cortinas de los templos evang�licos y cu�l es la realidad de esa organizaci�n que a�n retiene las pobres mentes esclavas de un min�sculo grupo de manipuladores.

A Continuaci�n El Sendero de Warren S�nchez:

Hermanos, ya se acerca la fecha en que nuestro amado hermano principal Warren S�nchez ha de estar aqu� con nosotros, apenas resuelva algunos asuntos que lo retienen en Miami. Para aquellos que todav�a no lo sepan vamos a decirles quien es Warren S�nchez. Warren S�nchez es, ni m�s ni menos, el fundador de nuestra Secta. Y s�, dije secta, dije secta porque Warren mismo no se averg�enza de que a su congregaci�n se la denomine secta. Y, �por qu�?. Porque antes ya fund� cinco, y esta es, por tanto, la "secta". Y una vez m�s Warren S�nchez nos ha de traer la verdad, la soluci�n a los problemas, la buena nueva. Y la buena nueva que nos traer� esta vez no es otra que su nueva esposa que est� muuuuy buena.

Prep�rate hermano,
pronto Warren vendr�
y con �l volver�
volver� la esperanza
(con �l volver�)
volver� la esperanza
(volver�)

Y aunque todav�a faltan algunos d�as, hermanos, ya podemos ir sintiendo c�mo Warren S�nchez se aproxima hacia nosotros. Ya podemos sentir su influencia hermanos, tom�monos todos de la mano y sintamos c�mo Warren se acerca. Por ah� ya lo est�n sintiendo. Ustedes lo pueden sentir, yo lo puedo sentir, t� lo puedes sentir, t� lo puedes sentir, t� lo puedes sentir, (indica que no con la cabeza). Bueno, estas cosas pasan. �No sientes nada, hermano?. A ver, conc�ntrate, piensa, trata de pensar en algo agradable, algo que te produzca mucha paz… No, eso no, guarro. Pero hermanos, esto tiene su explicaci�n y yo se lo voy a demostrar con un ejemplo que figura en el libro �Warren tiene todas las respuestas�, que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro, que en uno de sus p�rrafos dice: �Cierta vez Warren, mientras caminaba con alguno de sus seguidores, encontr� a un hombre joven dispuesto a quitarse la vida tendido sobre las v�as del ferrocarril. Y habi�ndole preguntado Warren �Desdichado, qu� haces ah�, el joven contestole llorando �Mi novia me ha dejado�. Y Warren d�jole: �La verdad es que pod�a haberte dejado en otra parte�. Luego, levantolo, aconsejolo, y consololo ��Venga, Lolo!�. Pero hermanos, esto mismo lo veremos mucho m�s claro todav�a a trav�s del siguiente testimonio:

– Yo era un desgraciado, viv�a sufriendo, viv�a amargado. No duraba en ning�n empleo. Mi pobre mujer viv�a quej�ndose. Mis hijos me reclamaban m�s atenci�n. Era lo que se dice un verdadero hazme llorar. Hasta que un d�a, un amigo, me prest� el disco de Warren S�nchez �buscando el sendero�… (que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro). Y desde ese d�a mi vida cambi�: dej� de sufrir, dej� de amargarme, deje de trabajar, dej� a mi mujer, dej� a mis hijos…

Bueno, bueno, bueno, bueno, ya est� bien, hermano, suficiente. �Muchas gracias por tu valiente testimonio!. Hermanos, esto que acabamos de escuchar, no solamente es ver�dico, sino que adem�s es cierto, porque, no nos enga�emos, es muy f�cil obrar mal y luego arrepentirse; lo dif�cil es arrepentirse primero y luego obrar mal. Muchas veces los hermanos me dicen: �Hermano, yo trato de arrepentirme, pero por m�s que trato no logro arrepentirme.� Entonces yo le digo ��nete a Warren y tarde o temprano te arrepentir�s�. Hermano, tenemos que iniciar una nueva vida, y si quieres lograr una humildad profunda, ac�rcate a Warren, y lograr�s una humildad, una humildad que te llenar� de orgullo y soberbia. �Llegar�n a ser tan creyentes que no lo podr�n creer! S�lvese mejor con Warren, salvaci�n garantizada. Si se muere y no se salva, le devolvemos su dinero.

�nase a nosotros,
con Warren.
Hay un centro Warren
cerca de su hogar.

Lo que pasa hermano, es que vivimos demasiado preocupados, vivimos "oc-sesionados" por las cosas materiales, y nos olvidamos las m�s importantes, nos olvidamos el esp�ritu. Por ejemplo hermanos, debemos recurrir m�s a menudo a la oraci�n; muchas veces los hermanos me preguntan: Pero hermano, pero qu� es la oraci�n, qu� es la oraci�n… Hermanos, la oraci�n se compone b�sicamente de ruegos y plegarias, pero la oraci�n tambi�n se compone de s�plica y fervor, pero la oraci�n tambi�n se compone de sujeto y predicado; y porqu� digo esto: porque yo, por ejemplo nunca me he sentido mejor sujeto que cuando he predicado. Pero hermanos, tampoco debemos olvidar a la contemplaci�n. Debemos acostumbrarnos a contemplar cada peque�o milagro de vida que nos rodea. Yo les pido por favor, la pr�xima vez que vayan de paseo reparen en todo lo que les rodea, reparen por ejemplo en ese gallo que canta sobre el tejado, reparen en esa gallina que se pasea con sus pollitos por el jard�n, y sobre todo reparen la puerta del gallinero, que se est�n escapando los animales. Di la verdad, hermano. Cuanto hace que no te detienes a contemplar a las laboriosas hormiguitas. �S�, las hormiguitas!. Mientras transportan incansablemente hoj�tas, tallitos, semill�tas, tal vez el p�talo de una flor. Dime la verdad, hermano, �Te has detenido a pensar alguna vez que esa hormiguita es un ser viviente, un ser irracional pero viviente, hermano. �Esa hormiguita est� viva!. �HAY QUE MATARLA!. Pero sin duda hermano la virtud m�s importante del esp�ritu es el amor al pr�jimo.

Dinos tus deseos
y entre todos
te ayudaremos

�Quiero paz!
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos la paz

�Quiero el bien!
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos el bien.

�Quiero amor!
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos el amor.

Pero �qu� es esto?, pero, pero �qu� es esto? Pero, pero �porqu� no me invitan?. Eh… no, no, digo �porqu� no me EVITAN este tipo de malentendidos?. Lo que pasa hermanos es que vivimos desorientados, pero por suerte tenemos el libro �Warren tiene todas las respuestas� que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro, que en otro de sus p�rrafos dice: �Habi�ndosele presentado un pobre hombre presa de la confusi�n, y habi�ndole preguntado a Warren �Hermano, �Cu�l es el verdadero sentido de la vida?�, Warren respondi�le: ��El sentido de la vida? Te lo dir� en tres palabras: YO QUE Sɔ�. �Qu� nos quiso decir Warren con �sto?. Cuando le preguntan por el sentido de la vida Warren contesta �YO QUE SÉ”. Analicemos la frase. La palabra �yo�, ego, parece indicar ego�smo, soberbia, lo que pasa es que aqu� Warren la utiliza por oposici�n, para indicarnos justamente lo contrario, o sea, la humildad. O sea que queda bien claro que aqu�, cuando Warren est� diciendo �yo� est� diciendo �humildad�. Pero Warren dice algo m�s, Warren dice �YO QUE SÉ”, o sea, �yo que S� s�. En resumen hermanos, Warren conoce el sentido de la vida, pero por humildad no lo quiere decir. Y todo esto, y todo esto �para que sirve?. Hermano, esto sirve para defendernos de las acechanzas del demonio. ( Chan, chan, chachan) S� hermano, hablemos, por ejemplo, de los juegos de azar, una de las trampas predilectas del maligno para perdernos. Dados, carreras, ruleta, y el colmo, la ruleta rusa, la tentaci�n de Lucifer y su tradicional aliado el Marxismo. Pero hermano, si ya sabemos que ni los dados, ni las carreras ni la ruleta nos van a salvar. Si yo les digo �ya basta0, hermanos!, �basta!, �basta!, �basta de apostar a falsas esperanzas!. Con ese dinero vayan al puesto instalado en el hall del teatro y compren un billete de la �LOTER�A MENSUAL DE WARREN!

Hagan econom�a, ahorren
con la loter�a de Warren
S�nchez.

A eso yo les digo: escuchen esto y se convencer�n.
– �Yo era un desgraciado!
– No, no, hermano. El otro.
– �Yo era otro desgraciado! Una ma�ana despert� angustiado con una terrible opresi�n. Como si algo extra�o se revolviera dentro de m� y me quemara las entra�as.
– �Estaba pose�����do!
– No, no, no, es que hab�a comido mucho.
– Est� bien, hermano. Es lo que yo digo: hab�as sucumbido a la gula.
– Y adem�s hab�a comido mucho. Lo que pasa es que en aquel entonces yo s�lo pensaba en comer, comer y comer, Lo �nico que me hacia olvidar por un instante las ganas de comer, era comer. Llegu� a pesar 1.600 kilos. Prob� absolutamente de todo sin resultado, hasta que un d�a, un amigo me prest� el libro de Warren S�nchez "Las cien recetas m�sticas"…
– Que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro. Hermano, cu�ntales a todos c�mo te fue con el libro.
– Me lo com�.
– Bueno, ya est� bien, suficiente, gracias hermano, si�ntate. Lo que pasa hermano es que la gula, la gula no es la �nica de las asechanzas del demonio. ( Chan, chan, chachan ) Por ejemplo el sexo, �qu� me dicen del sexo?

– �Yeah!. �Venga!
– �Bien!.
– Hermano, debemos evitar a toda costa la tentaci�n de la carne.
– Lo que pasa es que las pastas engordan, entonces, si uno come carne…
– No, no, no, hermano, no. Me refiero al pecado.
– El pescado puede ser, porque no engorda.
– Muchas veces el esp�ritu del mal se nos presenta bajo la forma de una mujer sensual y voluptuosa, y nunca falta el incauto que muerde el anzuelo.
– �Vieron, vieron que era el pescado!. No estoy diciendo yo que era el pescado.
– No, no, no. Pecado. Pecado, sin "z".
– A�n as�, a�n as� hay muchos que se creen muy vivos, porque se la pasan de aventura en aventura, fornicando sin ton ni son, a tontas y locas.
– Y esas son las m�s f�ciles.
– �Lujuria!, � �Concupiscencia!…
– �Con qui�n?.
– �Lascivia!
– �Ah!, con la Silvia.
– Cuidado hermano, porque esa mujer sensual y voluptuosa que nos hace perder la cabeza, no es otra cosa que Mefist�feles disfrazado.
– �Aaaah!. �Estaba hablando de un travest�!.
– Pero hermanos, por un momento olvid�monos del sexo…
– No, no, no…
– Nooooo…
– No, dijo por un momento, despu�s sigue.
– Y siguiendo con las acechanzas del demonio, no podemos olv�… (chan, chan, chachan) Bueno hermano, es muy bonito ese diablito, pero ya es suficiente por ahora. Ya, muchas gracias, ya; ya estuvo bien. Est� bien pero ya basta por hoy �Eh?. Dec�a, y siguiendo con las asechanzas… (iluminaci�n preparada para el chan-chan chachan) de Belceb�…
-�Qui�n?
– Belceb�. Belceb�, Lucifer, Luzbel, Mefist�feles, Satan�s…
– �Maradona no juega?
-No podemos dejar de mencionar, dec�a, antes de terminar, el flagelo de la droga. Yo pregunto, �YO PREGUNTO! �Y QUIERO QUE ALGUIEN ME CONTESTE!…
-Yo era un desgraciado…
-�No, no! … �Y QUIERO QUE ALGUIEN ME CONTESTE! �Qui�n es el depravado, capaz de venderles drogas a los j�venes?, �Qui�n es el malparido?, �Qui�n es el cabr�n?, y perdonen hermanos por la palabra que voy a utilizar, �qui�n es el individuo capaz de venderles drogas a los j�venes?, �Y d�nde se las vende?
– (Todos a coro) En el puesto instalado en el hall del teatro.
– Y claro, no faltan los d�biles que dicen: Ihhh, yo s�lo quiero probar. Y prueban esto, prueban aquello… Aprendan de Warren, que nunca le han podido probar nada. Pero ahora, alegr�monos hermanos porque Warren S�nchez pronto estar� con nosotros.

Prep�rate hermano,
pronto Warren vendr�…

-Y si no ha venido todav�a es porque hay algo que lo retiene en Miami, y ese algo es el F.B.I..

pronto Warren vendr�
y con �l volver�
volver� la esperanza,
la esperanza.
Su mensaje es de paz
de fe y libertad
de fe y libertad
libertad… bajo fianza.

Si eres sensato y quieres traer verdadera luz a tu vida y dar a tu entorno tu aporte de verdadera justicia, entonces usa tu sentido com�n y da el paso .

Tu opini�n nos interesa, haznos llegar tu comentario.

Un hombre por la libertad

Reci�ntemente se ha estrenado en Venezuela una pel�cula biogr�fica sobre aquel latinoamericano cuyo nombre est� grabado en el Arco del Triunfo de Par�s, y su estatua erigida frente a la del general Kellerman en el Campo de Valmy, su retrato colocado en la galer�a de los personajes del Palacio de Versalles, aquel a quien tres continentes vieron luchar decididamente por sus ideales; estamos hablando del hombre que mereci� de Napole�n Bonaparte el elogio de: ". .. Este Quijote, que no est� loco, tiene fuego sagrado en el alma…"  y del que Bol�var dijo: "… el m�s ilustre colombiano…", ese que trajo a la Am�rica Hispana, gracias a sus relaciones con los precursores de nuestras independencias, las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, aquel que un 28 de Marzo de 1750, en la ciudad de Caracas, nac�a, para situarse en el pedestal que los hombres han destinado a sus l�deres m�s sobresalientes, Sebasti�n Franciso de Miranda, "el criollo m�s culto de su tiempo". 

En su largo periplo por este mundo, este caraque�o, descendiente de canarios, Venezolano de Espa�a, particip� en la independencia de las trece colonia de Norteam�rica, batall� en las fronteras francesas mientras se agitaban las calles de Paris al son de la marsellesa, form� parte de los ej�rcitos rusos, siendo amigo de la Zarina Catalina de Rusia, predic� a los j�venes militares criollos la doctrina de la emancipaci�n, de la autoadministraci�n de las tierras meridionales, de la independencia de la metr�pol�s espa�ola, gan� mentes y voluntades a favor de la causa revolucionaria en nuestros pa�ses latinoamericanos, dirigi� �l mismo una expedici�n en la cual daba comienzo a los movimientos independentistas latinoamericanos, dise�� la bandera de tres naciones del norte de Am�rica del sur, y fu� el pensador de Colombia, de una naci�n �nica suramericana, fue el occidentalizador de los patriotas.

Sus inicios los di� en la Universidad de Caracas, donde se gradu� de Bachiller, para 1771, este muchacho de apenas 21 a�os, zarpa a tierras peninsulares con el prop�sito de servir en el ej�rcito real, para 1774 luchaba en la defensa de Melilla, contra las fuerzas del Sult�n de Marruecos y luego se encamina en la expedici�n contra Argel, a�os m�s tarde se encontraba en el continente norteamericano defendiendo la plaza de Pensacola, donde por primera vez vislumbra los cambios que deben reproducirse en su patria; una patria que a�n permanec�a en el sue�o, en la fantas�a, puesto que la patria para los nacidos en la Am�rica hispana se hallaba a distantes millas n�uticas del suelo que ve�a nacer mestizos y puros. Es edecan del general Juan Manuel Cajigal para 1782, y junto a ï¿½ste libra la expedici�n naval que parte de Cuba para conquistar las Bahamas, negociando �l una capitulaci�n, derrota tras derrota, regresa a suelo espa�ol para ser acusado de traici�n, por lo que huye a la nacida recientemente rep�blica norteamericana, donde estudia m�s detenidamente el proceso y frecuenta a personajes como Washington, La Fayette, Hamilton, Paine, esbozando su proyecto de constituir a la Am�rica hispana en un Estado independiente de la Corna Espa�ola.

Inglaterra le sirve de residencia por largos a�os, persigue a�n la idea de crear la Patria Am�ricana; Miranda lleg� a dominar seis idiomas e incluso tradujo del griego y el lat�n, cultiv� una biblioteca que lleg� a preservar 6.000 vol�menes, en su mayor�a representativos de la cultura del siglo de las luces.

Viaj� por gran parte de la Europa, conoci� la cultura de esos pa�ses, se nutri� de sus artes, ciencia e historia, enriqueci� su idea, sus proyectos, pidi� financiamiento, pero no lo obtuvo, recibi� tareas que le valieron m�s honores que una simple ayuda militar y nunca la consigui�.

Para 1792, Miranda, amigo del Alcalde de Par�s, Jer�nimo Peti�n, es nombrado Mariscal de Campo del Ej�rcito Revolucionario Franc�s, cosechando en poco tiempo las victorias de Morthomme y Briquenay, para luego coronar con Valmy, se ve envuelto en intrigas y casi muere en la guillotina en Francia y decide regresar a su residencia en Londres, donde reanuda sus peticiones para hacer la independencia en latinoam�rica, tras fracasar en su intento de motivar a ingleses y norteam�ricanos en la financiaci�n de su proyecto no se abate sino que decide emprender solo su misi�n, el 3 de agosto Miranda pisa suelo venezolano, izando la bandera tricolor colombiana, pero no consigue el apoyo popular y tiene que huir de manos del ej�rcito realista, cuando la Junta Suprema de Gobierno de Caracas viaja a Londres en busca de su apoyo para la constituci�n de la primera rep�blica del continente, viaja a Caracas e integra el congreso constituyente, sus intervenciones y las de sus pupilos hacen tomar la decisi�n definitiva de adoptar la independencia y crear un gobierno federal en los territorios, hasta ese momento, pertenecientes a la Corona Espa�ola.

1812, Bol�var pierde la plaza del Puerto Cabello y Miranda se ve obligado a Capitular, lo que no les gusta a los mantuanos venezolanos y lo denuncian y lo entregan al gobierno espa�ol, quien lo hace prisionero hasta su muerte, en el arsenal de la Carraca, en la prisi�n de las cuatro torres. 

Su misi�n la seguir�a el joven Bol�var en el norte y San Mart�n y Art�gas en el sur de nuestra Am�rica. 

Hoy, orgullosos de contar con estos ejemplos de personas podemos hacer realidad los sue�os y fantas�as que una vez pensaron estos hombres, no solo ser republicas independientes, sino hacer cada d�a de esas rep�blicas independientes nuestro suelo, hacernos nosotros m�s iguales y respetarnos, hermanarnos y construir la justicia y equidad.

Cu�ntanos tu opini�n acerca de este art�culo.

Andr�s Cordov�s, Venezuela.