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¿Nos destruimos inconscientemente?

La Psiconeuroinmunología o, más propiamente, la Psiconeuroendocrinoinmunología, es una rama de la Ciencia que estudia las complejas interrelaciones entre el sistema nervioso central (que controla procesos biológicos y psíquicos) y el sistema inmune. Esta doctrina se basa en la idea de que el establecimiento y el curso de una enfermedad dependen de dos factores: la agresividad del agente patógeno y el grado de vulnerabilidad del organismo atacado; dependiendo esto último del estado, tanto físico como psíquico, del organismo en cuestión.

Por supuesto, esta idea no es nueva. Hipócrates afirmaba que las enfermedades son consecuencia de un desequilibrio de los "humores internos", que puede ser restablecido con buena alimentación y con reposo del cuerpo y del espíritu. Pasteur, que creía en el origen microbiano de las enfermedades, pasó media vida discutiendo con Claude Bernard (que defendía la importancia del equilibrio del medio interno) acerca de este asunto para, en su lecho de muerte, darle la razón: "Bernard tiene razón. La semilla no es nada; el terreno lo es todo". Sin tener que recurrir a científicos ni a profesionales de la Medicina, las ideas en que se basa la Psiconeuroinmunología pueden encontrarse incluso en el saber popular. Como muestra, valgan la madre que insta al niño a tomarse la leche para "estar fuerte y no coger enfermedades", o el chiste en el que el médico le dice al paciente: "Sus achaques no tienen importancia; procure tener dinero y verá cómo se le pasa todo". En el primer ejemplo, se trata de fortaleza física frente a la enfermedad; en el segundo, de fortaleza psíquica o anímica.

La historia de la Psiconeuroinmunología no es tan corta como, en un principio, podríamos sospechar. Ya en los años veinte, los investigadores soviéticos Metalnikov y Chorine, habían empezado a trabajar en el condicionamiento de respuestas inmunológicas. Sin embargo, esta ciencia no comenzó a ser conocida hasta los trabajos de Ader y Cohen, en la década de los setenta, y la publicación de una monografía sobre el tema por parte de Ader, en 1981 [Ader, R., Psychoneuroimmunology, New York Academic Press (1981)].

En su primer experimento, publicado en 1975 [Ader, R. and Cohen, N. , Psychosom Med, 37(4):333-340 (1975)], Ader y Cohen, que estaban estudiando los efectos producidos por la variación del volumen de una solución de sacarina en la adquisición y extinción de una aversión gustatoria condicionada, inyectaban intraperitonealmente ciclofosfamida, -un estimulador aversivo incondicionado-, 30 minutos después de que las ratas ingirieran 1, 5, ó 10 ml. de solución de sacarina. La magnitud de la respuesta condicionada, y su resistencia a la extinción, fueron directamente proporcionales al volumen de solución edulcorada consumida, por la asociación "sacarina-ciclofosfamida". De forma imprevista, algunos de los animales condicionados murieron en el transcurso de las pruebas de extinción, en las cuales se suministraba a los animales sacarina sin inyectarles ciclofosfamida. La importancia de esta observación se puso de manifiesto al averiguarse que la ciclofosfamida posee propiedades inmunosupresoras, lo que sugirió que, durante las pruebas de extinción, los animales habían reaccionado con inmunosupresión condicionada al serles suministrada la sacarina; inmunosupresión que les habría hecho vulnerables a los microorganismos patógenos oportunistas existentes en el medio y que, en condiciones normales, son combatidos por el sistema inmune. De esta forma, Ader y Cohen obtuvieron, antes de su aparición en Occidente, un modelo de laboratorio de uno de los mecanismos de actuación de la llamada "plaga del siglo XX": el SIDA.

Los experimentos de Ader y Cohen fueron replicados, obteniéndose siempre resultados similares: la simple asociación de la ingesta de sacarina y fármaco inmunosupresor confirió a la solución de sacarina la propiedad de provocar una respuesta inmunosupresora.

El fenómeno de inmunosupresión condicionada ha sido observado por otros autores en múltiples experimentos, demostrándose que los cambios de reactividad inmunológica producidos por condicionamiento pueden darse en ambos sentidos, es decir, tanto disminuyendo como intensificando la respuesta inmune.

Russell y colaboradores aportaron nuevos datos en favor de la capacidad de aprendizaje del sistema inmune al demostrar que la liberación de histamina (considerada como uno de los mecanismos autorreguladores de las respuestas de inflamación e inmunidad), puede producirse ante la presentación de un estímulo neutro que haya sido previamente asociado a una agresión inmunológica [Russell M. et al., Science, 225:733-734(1984)].

 

Smith y McDaniel [Smith, GR Jr and McDaniel, SM. Psychosom Med, 45:65-70 (1983)] estudiaron la posibilidad de que puedan atenuarse por condicionamiento (o aprendizaje), en humanos, las respuestas inflamatorias mediadas por los linfocitos T. Smith y McDaniel trabajaron con un grupo de 7 voluntarios, que se sometieron seis veces a la prueba de la tuberculina (una sustancia que produce una respuesta inflamatoria al ponerse en contacto con la piel) a intervalos mensuales. En las cinco primeras sesiones, una enfermera, que desconocía el protocolo experimental, efectuó siempre la misma operación: uno de los brazos de cada individuo (siempre el mismo) era tratado con una sustancia procedente de un vial de color verde (tuberculina) mientras que el otro se trataba con una sustancia procedente de un vial de color rojo (placebo). En la sexta sesión, el contenido de los viales fue invertido sin conocimiento de la enfermera, de forma que la tuberculina fue aplicada al brazo que anteriormente recibía el placebo y viceversa. El tratamiento con placebo (solución salina), no produjo inflamación, -cosa que también hubiera podido esperarse-, pero el brazo que recibió la tuberculina, y que antes recibía placebo, experimentó una respuesta inflamatoria mucho menor de lo normal (es decir, muy inferior al nivel de respuesta registrado en las sesiones precedentes).

Kiecolt-Glaser y sus colaboradores publicaron en 1985 [Kiecolt-Glaser et al., Health Psychol, 4:25-41 (1985)] los resultados de un experimento en el cual pudieron mejorar, mediante intervención psicológica, las funciones del sistema inmune de un grupo de ancianos. Asignaron, al azar, a 45 residentes de varias instituciones geriátricas a uno de estos tres tratamientos:

 

1.- Adiestramiento en relajación progresiva

 

2.- Contacto social

 

3.- Ninguna intervención

 

A los tres grupos se les extrajo sangre antes del tratamiento, al finalizar el mes de tratamiento, y un mes después de haber finalizado el mismo. Los resultados del experimento mostraron un significativo aumento de la actividad de los células K citotóxicas ("Killers") en los individuos del primer grupo al terminar el mes de tratamiento, en tanto que no se apreciaron cambios significativos en los componentes de los otros dos grupos. En el primer grupo, después de un mes sin practicar los ejercicios de relajación, la actividad de las células K volvió a su nivel basal.

Son muchos más los experimentos que, junto con un sinfín de observaciones (aparición de enfermedades inmunes asociadas a enfermedades mentales, mayor incidencia de enfermedades en personas que padecen estrés o depresiones, etc.), han llegado a demostrar que, tal y como propugna la Psiconeuroinmunología, todas las enfermedades son el resultado de la interacción entre múltiples factores, que dependen tanto del agente agresor (bacteria, virus, agente carcinógeno), como del organismo agredido (genéticos, endocrinos, nerviosos, inmunológicos, emocionales y comportamentales). Todos estos datos, y en particular el experimento de Kiecolt-Glaser y colaboradores, abren nuevos caminos en Medicina clínica, al ofrecer la posibilidad de poder usar el tratamiento psicológico como apoyo al tratamiento farmacológico, o incluso como tratamiento preventivo de la enfermedad.

Con tu hermano

Cuando sientas que estás alejado emocionalmente de tu hermano, cuando percibas que no estás hablando serenamente con él.
Cuando estás embarcado en un juego perverso, de víctimas, agresores y salvadores; en donde estos roles se intercambian con tu hermano sucesivamente.
Cuando el resentimiento vaya engullendo tu corazón, y el rencor te haga temblar.
Cuando estés en tan triste estado, debes recordar estas palabras, y decírlas a tu hermano, aunque no las creas sinceras en tu corazón. Debes decir:

«Acercaos a mí, por favor.»
(Bereshit / Génesis 45:4)

Y luego de decirlo, y de repetirlo, debes hacer que tus acciones estén en sintonía.
Debes obligarte a acercarte a tus hermanos.
Debes actuar de tal manera que tus obras sea de edificación, de comunicación, de proximidad.

Y si tu hermano sigue reacio a estos gestos de verdadera fraternidad, si sigue esclavo de la negrura de su corazón poco educado en valores eternos, entonces, ten presente que tú debes mantener tu postura de apertura, de puerta abierta para el día que tu hermano quiera el reencuentro.

Actividades en tu semana

Para llevar una vida agradable a ojos del Padre celestial, y que reporte bendiciones para ti, para tu prójimo y para tu sociedad, sería estupendo que organizaras correctamente tu tiempo. Que jerarquices, que ordenes, que valores adecuadamente. Pues, cada instante de vida es un tesoro irrepetible, el cual es una pena inmensa si derrochas en actividades vanas y en ocio perjudicial.
Te propongo algunas pautas que como noájida te servirán y te ayudarán en tu tarea de crecimiento personal y especialmente espiritual.

Divide tu día en tres partes.

  1. Un tercio para el trabajo o el estudio. Es decir, para tu actividad remunerada o para aquella que te construye un futuro, un sustento material, que es indispensable para desplegar el resto de tus actividades. Recuerda que en Este Mundo lo espiritual está asociado a lo material, por tanto, cada instante que dediques a conseguir tu sustento, en tanto lo hagas con la mente puesta en ser fiel al Padre celestial, estarás sembrando también buenos frutos para tu posteridad.
    Por supuesto que los jóvenes que precisan trabajar a la par que completan sus estudios, pueden tomar más tiempo que el promedio de 8 o 9 horas de actividad laboral.
  2. Un tercio para el descanso, que es indispensable para el correcto funcionamiento de tu ser integral. Cuando le restas descanso a tu cuerpo, estás perjudicando el resto de los planos de tu ser. Por tanto, reserva un tiempo para el reposo, especialmente para el dormir.
  3. Un tercio para actividades de crecimiento. Éstas son las que dan sentido trascendente a tu vida, o ayudan en su contrucción.
    1. Promover la vida noájica.
      Al menos una vez diaria dirigir una plegaria al Padre celestial. No importa la extensión del rezo, sino la intención de comunicarte auténticamente con Él.
      Estudiar los escritos de SERJUDIO.com, FULVIDA.com, o de libros y sitios aptos.
      Participar al menos dos veces por semana de las actividades de tu comunidad noájica, especialmente si es un centro de FULVIDA.
      Visitar al menos una vez a la semana a personas allegadas con las que puedes conversar acerca de los valores del noajismo. Recuerda que no debes actuar como misionero, pero tampoco puedes dejar que se escurra la buena Palabra que tienes para compartir.
      Convidar a gente, conocida o no, para que coman en tu casa, al menos una vez a la semana. En esta comida se aprovecha para alabar al Eterno por lo bienes a consumir, se habla de los valores espirirtuales del noajísmo, se comparte, se interesa honestamente por el bienestar del otro.
      Visitar gente enferma o convaleciente, al menos una vez a la semana.
      Colaborar con programas de beneficio social, no olvides que el pobre es también tu hermano.
      Contribuir con al menos un par de horas semanales para el desarrollo de tu comunidad de noájidas. Recuerda que sin ti, no existe la comunidad de noájidas. Por tanto, cada momento que brindas a FULVIDA, estás construyendo tu futuro y el de tu familia.
      Aprender y enseñar, especialmente a los de tu casa, los valores de la vida noájica.
      Recibir visitas con las cuales compartir las ideas, creencias, valores, etc. que hacen al noajísmo.
      Dedicarte a conocer profundamente a tu cónyuge, compartir momentos a solas, íntimos.
      Acompañar a tus hijos en su crecimiento, recordando que no solamente los has traído al mundo, sino que además debes criarlos para que sean reverentes del Eterno, buenos servidores a través de los mandamientos noájicos.
      Ayudar a recaudar fondos para sostener FULVIDA, así como los institutos que enseñan, difunden, promueven las virtudes de la Torá.
    2. Desarrollar la salud, en todos los planos, sin descuidar el bienestar físico, emocional, social.
      Dedicar tiempo de valor a los miembros de la familia directa: padres, cónyuge, hijos, hermanos, etc.
      Comer equilibradamente.
      Hacer gimnasia, deportes, etc.
      Entrenarse en alguna destreza deportiva.
      Seguir las prescripciones de los médicos tratantes, en caso de que se esté en tratamiento.
      Tener consulta con el psicólogo, Cterapeuta, orientador emocional, etc., en caso de necesidad.
      Pasear al aire libre.
      Dedicarse a las tareas de limpiar, ordenar, refaccionar el hogar.
      Dedicar tiempo suficiente para la correcta higiene personal.
      Salir con amigos, la pareja, etc.
      Visitar familiares, amigos, etc.
      Tomar un beve tiempo para estar a solas, sin presiones, ni alguna actividad obligatoria.
      Alguna breve actividad de esparcimiento: jugar cartas, juegos de mesa, crucigramas, con la PC, un hobbie que no ocupe mucho tiempo, etc.
      Conversar con los miembros de tu familia, especialmente con tu cónyuge.
    3. Crecer culturalmente.
      Leer diarios y semanarios de actualidad, evitando con todo empeño las que se dedican a chismes, farándula, exhibiciones inmorales, etc.
      Leer libros de historia, ciencias, viajes, etc,. novelas y ficción no es negativo, en tanto promuevan buenos valores y una vida acorde con el ideal del noájida.
      Escuchar música, o tocarla, o aprender a ejecutar algún instrumento.
      Ir al teatro, cines, espectáculos, danzas, etc., teniendo presente que sea en todo momento una presentación recatada, que inste a crecer y no solamente como pasatiempo insustancial o aprecio de la falsedad (idolatría, infidelidad, etc.);
      Participar de conferencias, talleres, seminarios, etc., que tengan finalidad positiva, en sintonía con los valores noájicos.

Estas son las pautas básicas que espero atiendas, para de esa manera crecer fuerte, bendito y de bendición.
Estoy a tus órdenes para aquello que me quieras comentar o preguntar.


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El dí­a de América, un dí­a para seguir uniéndonos

Un día como hoy hace ya 514 años ocurrió un hecho sin precedentes, un hecho que nos haría dar el paso más grande de la historia, un hecho donde se vieron involucrados cientos de miles de personas que hicieron y ayudaron a hacer al mundo un lugar propicio para que el hombre creciera y al fin se hiciera hombre.

Por muchos años, milenios antes del encuentro maravilloso de Oriente y Occidente, los seres humanos vivían aislados entre si, enemistados entre si, bajo una percepción del mundo que no les permitía apreciar al otro, lo llaman muchos: la razón primera, donde el etnocentrismo predominaba, donde el beneficio entre culturas estaba sometido a la usurpación por las fuerzas, donde se instigaba a la erradicación de etnias, de culturas.

Tanto predominó esta forma de ver al mundo que entonces lo llevaron al quiebre, durante mil años el mundo permaneció dormido, embelezado en una forma de percibir su entorno aún más apegada al círculo que lo rodeaba, hasta tal punto demostraban la apatía por conocer a otros que pensaban que en el horizonte se acababa el mundo.

Un resurgimiento de la vida ocurrió a finales de ese milenio de oscuridad, donde muy pocos veían luz, donde un Pueblo llevó la luz a dondequiera que fue; tal evolución en las mentes de muchos, coadyuvados por la necesidad imperiosa de sobrevivir a la usura de un pueblo que pretendía erradicar con el mundo por las vías del ventajismo más cruel permitió que dos países fuesen los pioneros en tejer la historia futura, cuáles parcas se lanzaron al mar los Reinos ibéricos, algunos no les dan todo el crédito a ellos, pero al final no importa quién descubriera a quien, el hecho relevante, notorio y que generó la evolución de la raza humana fue el encuentro y posterior aportación mutua de bienes, tanto materiales como esenciales.

Aunque debamos lamentar que la codicia haya imperado en tan admirable acontecimiento, no debemos dejar que esto opaque los resultados que trajo como consecuencia, cien años después de la Alianza entre las culturas de América y Europa, en la cual se vio envuelta África, había tal nivel de sincretismo social que era humanamente imposible apartar del léxico de un ibérico la palabra chocolate, y de un cacique americano la palabra castellana.

Dicen que los cambios duelen, y los procesos de conquista y colonización de nuestra América fueron como la etapa de adolescencia, muy dolorosa, signada por la rebeldía, las ansias de figurar, la codicia, los choques emocionales, las dualidades de amor-odio.

La generación que surgió de la colonización nació para darle un nuevo matiz a la que ahora consideraban su patria, una patria salida del sentimiento de unidad continental que se fomentó en nuestra América, no habíamos dejado de ser europeos, no habíamos dejado de ser indígenas, había en nosotros parte de un continente sometido a participar de nuestra alianza, había incluso para esta época mucho de otros pueblos, que con la misma suerte que corrieron los africanos fueron despertados a la fuerza para que entraran en el prodigioso baile que daría como resultado una armonía de culturas sin igual en la historia.

Hoy es un día para festejar el milagro de América, hoy es un día para sentirnos orgullosos de ser Americanos, para sentirnos orgullosos de ser Humanos y de haber dado y recibido de nosotros mismos para convertirnos en un mundo que al fin esta listo para afrontar la vida con una conciencia adulta.

¡Festejemos el día de América y los pueblos del Mundo!

Evolución y Machismo

Soy matemático. Mi esposa dice que tengo la cabeza "cuadrada"… pues hasta en las cosas más triviales no puedo dejar de ser matemático.  Ni quiero ni puedo contradecirla.

En una reunión familiar  ella me pide que vaya con mi sobrina a la tienda de la esquina y que compre una bebida gaseosa de 2 litros y me advierte que no compre Coca Cola.
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EL ANILLO

Saludos a mis hermanos noájidas en todo el mundo. Aquí les envío este Cuento que me llegó a mi Correo electrónico. Espero que les sirva de gran bendición para sus vidas. Feliz año nuevo 5767.
 
EL ANILLO
 
Un alumno llegó a su maestro con un problema:
-Estoy aquí, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Dicen que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy tonto y muy idiota. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
 
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Lo siento mucho, joven, pero ahora no puedo ayudarte. Primero debo resolver mi propio problema, tal vez después…
Y haciendo una pausa, dijo:
Si tú me ayudas y puedo resolver mi problema rápidamente, quizá pueda ayudarte a resolver el tuyo.
 
– Claro, maestro, murmuró el joven.
Pero se sintió otra vez desvalorizado.

Sexualidad saludable

Como sabes, existen cinco planos que conforman al ser humano:

Espiritual, Intelectual, Social, Emocional y Físico.

Para que la persona viva en armonía, con equilibrio y de manera constructiva,
cada uno de estos planos deben ser nutridos y sostenidos dentro de los
parámetros de lo saludable y lo correcto.

Te explicaré muy brevemente cuales serían los parámetros básicos para
mantener una sexualidad saludable, para las personas noájidas:

Plano Lo saludable
Físico Mantener relaciones sexuales con otra persona.
Esto significa que la masturbación, de manera compulsiva o que reemplaza
el contacto con otra persona, cae bajo la sombra de lo no saludable.
Es aconsejable que se mantengan las relaciones en una cantidad que sea satisfactoria.
Emocional Que las relaciones sexuales sean ejercidas con una
persona querida, que sea significativa y no meramente una persona del
momento.
Esto significa que no es emocionalmente saludable el contacto sexual con
prostitutas o en relaciones ocasionales con quienes no se tiene lazos
afectivos.
Social Que las relaciones se den en los lugares y momentos
socialmente aceptados. Y que sean en condiciones y situaciones
correctas.
Por ejemplo, en intimidad, respetando las reglas de la urbanidad, etc.
Dentro de lo que cada sociedad define como "bueno".
Intelectual Que se actúe en lo sexual con conciencia y
responsabilidad.
Esto quiere decir que se cuide la persona de enfermedades de transmisión
sexual, de embarazos de no deseados, de relaciones con personas que
podrían resultar nocivas de cierta manera, etc.
Espiritual Que la sexualidad se ejerza dentro de los lazos del
matrimonio, con la pareja única, estable y fiel.
Que sea una relación heterosexual.
Que haya mucho respeto entre ambos miembros.

Cuando todos estos componentes se encuentran, finalmente la persona encuentra
gozo y sentido en su relación de pareja.

Si quieres saber más, te invito a que visites
CTERAPIA

Lic. Yehuda Ribco 

Ocurre en el Oriente

*Julio Mar�a Sanguinetti
Ex Presidente de la Rep�blica O. del Uruguay*

 La simplificaci�n vulgar presume que la guerra que hoy afecta a Israel
y El L�bano es algo nuevo. En el propio mundo �rabe se est� hablando hoy de la
6�. Guerra.

La verdad hist�rica nos dice que ella empez� el mismo d�a del
nacimiento del Estado israel�, en 1948, y no ha cesado a�n, con la
alternancia de per�odos de fuego y sangre con otros de diplomacia armada.
No ha habido un d�a de sosiego, desde aquel lejano tiempo en que, bajo el
influjo emocional del Holocausto perpetrado por los nazis contra el pueblo jud�o,
la organizaci�n internacional se decidi� a reconocerle un hogar que
le diera asiento, en el que pudiera reencontrarse con sus tradiciones ancestrales
y construir su nuevo tiempo.

Esa idea que gan� espacio en el mundo civilizado, necesit�, desde
el primer d�a, de la voluntad de lucha del pueblo israel�. Fueron entonces los
gobiernos �rabes los que no aceptaron ni siquiera la creaci�n del otro Estado,
el palestino, y desataron una guerra dirigida a impedir que aquel
balbuceante Estado jud�o se consolidara. Esa guerra, esa misma guerra, es la que
hoy contin�a, con un conjunto de Estados u organizaciones isl�micas
que propugnan su desaparici�n, bajo la misma horrenda consigna repetida por tantos
labios y que en los �ltimos meses ha reflotado el Presidente del
Ir�n en su versi�n original: "Borraremos a Israel de la faz de la tierra".

Nadie de buena fe puede ignorar que este es el hecho central del conflicto,
aunque los escenarios hayan ido cambiando. Todo lo que transcurre
alrededor es accesorio a esta circunstancia nuclear: en el mundo �rabe
siguen existiendo grupos isl�micos, que son gobierno en algunos Estados como Ir�n
y Siria, cuya pol�tica es la destrucci�n de Israel y el exterminio del pueblo jud�o.

A partir de esa definici�n, que parece ignorarse, no hay duda de que
el escenario ha ido modific�ndose y presenta hoy caracteres propios.
Israel ya no es el mismo d�bil Estado de 1948. Pero tampoco es la vigorosa naci�n
militarizada de "La guerra de los 6 d�as" de 1967 o de la de Yom
Kippur en 1973. Su �xito ha sido darle bienestar y cultura a su gente. Como consecuencia,
cada vida duele m�s y la movilizaci�n de sus j�venes es un
sacrificio que crece d�a a d�a. Frente a unos enemigos que siguen pobres pese a la riqueza
petrolera de sus Estados y sus �lites, y que – en esa pobreza y la ignorancia que ella
provoca- son f�cil presa para un extremismo violento e ilimitado.

Los Estados �rabes tampoco ya son lo mismo. Egipto, Jordania,
la Arabia Saudita, han crecido, se han desarrollado y han pactado -expresa o t�citamente-
la paz con Israel hace muchos a�os. Y cuesta imaginar que retornen a la guerra. Pero est�n
amenazados desde adentro por esas corrientes fundamentalistas que resquebrajan su unidad
nacional y aspiran a conquistar el poder, por las buenas o m�s bien por las malas, en una
regi�n donde no hay sistemas democr�ticos. Frente a ellos los Estados fundamentalistas, Ir�n,
Siria, inmensamente ricos por su petr�leo, arman una nueva guerrilla, el Hezbollah, que no
representa una reivindicaci�n territorial, o un pueblo en busca de destino. El enfrentamiento
de hoy es con esa organizaci�n, cuyo �nico objetivo es, lisa y llanamente,
la destrucci�n de Israel.

Los palestinos, a su vez, tambi�n han cambiado. Tienen ya su propio Estado,
reconocido por Israel, e intentan una d�bil experiencia democr�tica, con
un gobierno de quienes integraron una organizaci�n terrorista y hoy tratan de reconvertirse.
Israel unilateralmente les ha devuelto la franja de Gaza, pero ellos no han podido controlar
a lo que, desde all�, al d�a siguiente de recibir graciosamente
ese territorio, han vuelto a disparar cohetes contra la poblaci�n jud�a de la zona. Todo ese
pueblo palestino, que quiere la paz, porque incluso vive del trabajo que Israel le ofrece,
es pe�n de estrategias que le son ajenas: le usan de bandera quienes quieren la guerra, le
tironean hacia un lado y hacia el otro las facciones religiosas que dividen el mundo isl�mico
y son idealizados por los occidentales que por una raz�n u otra asumen un pacifismo c�mplice
con el terrorismo, mientras sus presuntos protectores -enriquecidos- no les brindan el amparo
que f�cilmente podr�an regalarles. Esos palestinos saben que tendr�n que entenderse con los
jud�os y los israel�es y saben tambi�n que tendr�n que convivir con ellos, por los siglos
de los siglos.

Europa, rica, bien comida y bien vivida, da volteretas en nombre de intereses
variados. Le teme a sus minor�as isl�micas y en consecuencia, no est� dispuesta a decir
una palabra a favor de Israel. Tampoco arriesgar�a un soldado propio porque su impotencia militar
ya es definitiva luego de que en Kosovo, en su propio suelo, hubo de acudir a los norteamericanos
para que salvaran – paradoja- a una minor�a isl�mica amenazada de extinci�n.
Simplemente juega un rol pol�tico que maneja publicitariamente, pensando ego�stamente en sus electores
internos, sus intereses econ�micos en la regi�n y la tranquilidad de sus barrios de inmigrantes.
Hace pie en los errores norteamericanos, algunos monumentales como esa guerra sin fin ni
destino del Irak, e intenta salvar su rostro ante unos y otros sin arriesgar nada.

El otro gran actor, este s� que fundamental, es el extremismo. El islamismo radical
jihadista viene creciendo hace a�os, el mundo chiita va imponiendo su visi�n primitiva del mundo
y ha logrado golpear no solo a Israel sino al coraz�n de Occidente. Los atentados contra Nueva York y
Madrid le han dado conciencia de su poder. Ahora tiene de reh�n al pobre L�bano, una vez m�s v�ctima de
conflictos que le son ajenos. Los oportunistas temerosos de Occidente prefieren refugiarse en la teor�a
de que esas bombas se las debemos a Bush y a Aznar, desconociendo que ellas estallar�n contra todo aquel
que no se resigne a que triunfe su visi�n teol�gica intolerante, racista, esclavista de la mujer y enemiga
de las libertades individuales.

La guerra es siempre un exceso y los muertos nos duelen a todos. Podemos discutir la an�cdota puntual,
quien tir� primero o quien tir� despu�s, quien da�� m�s o menos civiles (que siempre caen en la
atrocidad b�lica). Pero no nos equivoquemos: m�s all� de las v�ctimas, en ese escenario del Cercano Oriente,
vuelven a enfrentarse los valores autoritarios de la religiosidad fan�tica contra los principios de quienes
creemos en la libertad pol�tica, en el Estado de Derecho, en la vida democr�tica, en la plenitud de
los esp�ritus que solo la sociedad abierta ofrece.