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El verdadero servicio

Rezando, encuentro en el libro de rezos para noajidas del Moré Yehuda Ribco:

«No debo adorar o servir espiritualmente a nada ni nadie fuera de Ti.
Solamente Tú eres digno de adoración y servicio».

«Servir espiritualmente» consiste en cumplir los mandamientos que el Eterno nos ha ordenado

«A nada ni nadie fuera de Ti», todos los mandamientos, a los exclusivos para con Él y para con el projimo, TODOS igualmente se refieren a Él.

El mandamiento de no idolatria, no es un mandamiento aislado ni disociado de los demas, en realidad, es de radical importancia y razon de los demás. Y los 6 mandamientos restantes estan unidos al primero, ya que no se puede servir materialmente sin servir espiritualmente (recuerdo al Profesor J. Ortiz en su texto «¿que haces cuando no eres noajida?»)

Si lo haces por otro, no estas cumpliendo el primer mandamiento, no estas «sirviendo espiritualmente» y por consiguiente el mandamiento que estas cumpliendo queda incumplido tambien.
Si crees en otra deidad que no sea el Eterno, y «cumples» los restantes mandamientos, eso es invalido.
Puedes ser caritativo y bondadoso, pero no estas sirviendo espiritualmente. Además es evidente (y lo más triste) que estas promocionando a las fuerzas del mal, con herramientas que corresponden al verdadero servicio.
Con esto creo que queda invalidado eso de que, no importa la religión que se tenga para realizar «buenas acciones».
El servicio «espiritual», para el noajida son estas siete leyes, integralmente las siete.

Reconozcamos a nuestro Elokim; reconozcamos a nuestro Amo;
reconozcamos a nuestro Rey, reconozcamos a nuestro Salvador.

Sé feliz con tu porción

Encontramos un muy interesante midrash, narración y/o explicación de los Sabios:
Rabí Aba bar Zemina era sastre,. Cierto día fue contratado por un oficial romano. Cuando llegó la hora de comer se le ofreció carne, pero él se negó a aceptarla puesto que no era kosher -apta espiritualmente-.
El dueño de la casa le amenazó: “Si no comes de esta carne que te ofrezco, te mataré”.
El sastre contestó: “Haz conmigo lo que quieras, pero no comeré.”
El gentil sonrió y dijo: “Te diré la verdad. Si hubieras comido de la carne que tu dios te prohibió, hubiera tenido ganas de matarte. Si eres judío, sé judío; si eres gentil, actúa como gentil.”

Sheviit 4:2

No es casual que los sabios plasmaran esta anécdota y la trasmitieran dentro del conjunto de lecciones sagradas de la Tradición.

Entre sus muchas enseñanzas rescatamos una que es fundamental.
Para la persona judía existe una senda que le es propia, que si se desvía de ella se acarrea el mal.
Ese camino para el judío se llama judaísmo, cuya base principal es la Torá con sus 613 mandamientos para los judíos.

Para la persona que no es judía, es decir, para el gentil, existe su propia senda espiritual, alternativa exclusiva para los gentiles.
Ese camino de santidad para los gentiles se denomina noajismo, cuya base fundamental son los Siete Mandamientos para las naciones.

Como expresaron los Sabios a través de esta historia verídica, para que el mundo esté en armonía es necesario que el judío viva como tal, respetando sus propias costumbres y mandamientos; pero es igualmente imprescindible que el gentil viva de acuerdo a su propia idiosincracia espiritual, con apego al cumplimiento de los Siete Mandamientos.
Que el gentil no se aparte ni para un lado ni para otro: que no desbarranque hacia la idolatría o hacia cualquiera de los otros pecados que lo enrumban hacia el abismo; pero que tampoco se crea con derecho o deber para apropiarse de aquello que Dios ha decretado para que sea perpetuamente exclusivo de los judíos.

El gentil tiene los Siete Mandamientos como marco, como base, como raíces, de las cuales se derivan numerosas reglas de vida que muchas veces coinciden con mandamientos que Dios decretó para los judíos. Por ejemplo, Dios no ordenó al noajida “no estafar”, pero es una regla necesaria derivada del mandamiento de “no robar”, que calza perfectamente con alguno de los mandamientos entregados por Dios a los judíos.
Pero, están aquellos mandamientos que Dios ha decretado exclusivos de los judíos, que no pueden ni deben ser tomados por los gentiles. ¿Con qué excusa un gentil puede apropiarse de la herencia y patrimonio de los judíos que Dios determinó exclusivo para ellos?
¿Con qué descaro algun gentil puede pretenderse puro, justo, espiritual, cuando vive usurpan una identidad que le es ajena, aunque se justifique diciendo que lo hace para escalar en santidad?

Así pues, eres gentil, vive como tal.
Conoce los Siete Mandamientos y vívelos.
Conoce los reglamentos derivados y las costumbres que te conciernen y con ellos sé un constructor de Shalom.
En cuanto a lo que pertenece en exclusiva a los judíos, déjaselo a ellos.
Sé feliz, eres noájida.

“¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”….

En cierta ocasión, años atrás, durante una charla que di ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta:

“¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”.

En mi condición de ingeniero, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mí trabajo, entonces les respondí:

Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 9 de Mayo …….

Comencé el día jugando con un amigo al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé.

Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que al bebé se lo habían llevado de urgencia al hospital.

En un instante, mí amigo se subió al auto de su padre y se marcho.

Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber que debía hacer. ¿Seguir a mí amigo al hospital?. Mí presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.

¿Brindarle mi apoyo moral?. Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes, que les ofrecerían el apoyo necesario. Lo único que haría yo sería estorbar.

Así que decidí ir mas tarde al hospital a visitar a mi amigo. Al poner en marcha mi auto, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta con las llaves puestas, estacionada junto al campo deportivo
.
Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares. No tardo en presentarse un médico, que se acercó a la pareja y, en voz baja les comunicó que su bebe había fallecido.

Los padres se abrazaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Al verme mi amigo, se refugió en mis brazos y me dijo: Gracias por estar aquí.

Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.

Esto, es lo más importante que he hecho en mí vida, y aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:

Primera: lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer.Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar; pero estar allí, era lo principal…

Segunda: aprendí que al aprender a pensar, casi me olvido de sentir.

Tercera: aprendí que la vida puede cambiar en un instante.

Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo real, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente y muchas otras cosas más, pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.

Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia.

Y aprendí que lo más importante en la vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores…

Lo más importante en la vida, es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.

POR ESO AL ETERNO DIOS LE AGRADEZCO:

Por mis hijos que NO limpian sus cuartos, pero están viendo la tele, porque significa que están en casa y no en las calles.

Por mi sueldo, porque significa que estoy trabajando.

Por el desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, porque significa que estuvimos rodeados de seres queridos.

Por las ropas que me quedan un poco ajustadas, porque significa que tengo más que suficiente para comer.

Por mi sombra que me ve trabajar, porque significa que puedo salir al sol.

Por las plantas que tengo que cuidar, ventanas que necesito limpiar, cañerías que arreglar, porque significa que tengo una casa.

Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que tenemos libertad de expresión.

Porque no encuentro estacionamiento, esto significa que tengo auto.

Por los gritos de los chicos, porque significa que puedo oír.

Por la ropa que tengo que lavar y planchar, porque significa que me puedo vestir, aunque no tenga una muchacha de servicio que me planche.

Por el cansancio al final del día, porque significa que fui capaz de trabajar duro.

Por el despertador que suena temprano todas las mañanas, porque significa que ¡¡Estoy vivo!!.

y finalmente, por la cantidad de mensajes que recibo, porque significa que tengo amigas y amigos que piensan en mí…

Cuando pienses que todo en la vida te va mal, lee esto otra vez y recuerda que cada dia tenemos que construir un mundo mejor olvidando todo lo negativo que hay a nuestro alrededor y con la firme convicción que los cambios comienzan en nuestro interior para que se manifiesten en el exterior…… .

Un abrazo y un buen día.

CARA A CARA CON LA REALIDAD: Lo que dijo Jesús de sí mismo versus lo que dice la Torá

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

CARA A CARA CON LA REALIDAD

Lo que dijo Jesús de sí mismo versus lo que dice la Torá

Por: Alfredo Zambrano G.

1.     Dijo Jesús: “Yo soy el Camino”.

Texto base: (Juan 14: 6).

¿Qué dice la Torá al respecto?

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Parashá Vaiakel: una comunidad unida a la luz del pacto

Esta semana el pueblo judío lee públicamente de la Torá las dos últimas porciones del segundo libro, denominado Shemot, conocido en español como «Éxodo».
Como siempre mencionamos, son numerosas las lecciones que se pueden aprender y derivar del sagrado texto -heredad y patrimonio eterno de la nación judía-, también aplicables y apropiadas para la bella espiritualidad noájica.

Prestemos atención a una de estas perlas del conocimiento y la ética.
Dice en el principio de la porción:

«Moshé [Moisés] hizo reunir a toda la congregación de los Hijos de Israel y les dijo: ‘Éstas son las cosas que el Eterno ha mandado que hagáis«
(Shemot / Éxodo 35:1)

Los mandamientos e instrucciones que vienen a continuación son adecuados exclusivamente para las personas judías, pues refieren al cumplimiento del Shabbat y la santidad que vincula a ese día con la nación judía; por tanto, no es un asunto de estudio o de particular interés práctico para los noájidas.
(Pudiera ser de interés teórico, para nutrir el intelecto o saciar la curiosidad, pero no es nuestro objetivo ahora hacer tales cosas; por otra parte, cuando el gentil se interesa tanto en lo ajeno, sea algo santo o perverso, igualmente ese interés pudiera llevarlo a confundir la preciosa identidad noájida y llevarle a pretender usurpar la propiedad exclusiva que Dios ha dado para los judíos o a andar por caminos oscuros y carentes de verdad.)

En la frase que citamos sí hay una impresionante lección de vida, una pauta ética y espiritual que todos debiéramos conocer, comprender y aplicar cabalmente en nuestro quehacer cotidiano.

Fíjate bien, no se dirige el mandato de Dios hacia pastores de congregación, ni líderes, ni profetas, ni personas reveladas, ni a santos, ni a consagrados, sino que Dios comunica Su Voluntad a TODOS los miembros de la comunidad.
Si bien hay mandamientos (de los 613 para la nación judía) que son para determinado sector del pueblo, o para tales o cuales circunstancias, en su fundamento el conjunto de los mandamientos que el Eterno dio a Israel son para TODA la nación judía.

Esto tiene una enorme similitud con el decreto de los Siete Mandamientos para las naciones, y al mismo tiempo una gran diferencia.
La diferencia está en que los 613 mandamientos de los judíos, son responsabilidad de la nación judía; no es el individuo judío particular quien está obligado al cumplimiento del conjunto de los 613, sino solamente de aquellos de los 613 que le corresponden legalmente.
Esto es, si una persona no es de la casta sacerdotal, no tiene ni debe de cumplir los mandamientos que incumben a los miembros de la casta sacerdotal. Si una persona no es agricultora, no debe cumplir aquellos preceptos que refieren a la actividad agrícola, ni sentirse en falta o pecado por no hacerlos… ¡no le corresponden!
Pero, de los 613 que sí le tocan, entonces sobre ese subconjunto es responsable de cumplirlos.
Los 613 mandamientos son para la nación judía y es ella, como una unidad, la que debe procurar su cumplimiento; de forma que cada individuo cumpla con aquellos que debe cumplir y no con lo que es de otro.
Esta es la gran diferencia con el decreto de los Siete Mandamientos para las naciones, pues no se dieron los Siete para que la responsabilidad del cumplimiento recaiga sobre una nación o un conjunto, sino que cada uno de los noájidas es el receptor y el responsable de vivir de acuerdo a los Siete.
Por ejemplo, No es admisible que el noájida se excuse diciendo que el roba pero hay otros en la sociedad que no roban, ya que el mandamiento le fue dado a cada gentil para que lo cumpla.
Así pues, el pueblo judío es el receptor y responsable de los 613 mandamientos; en tanto que cada individuo gentil es el receptor y responsable de cumplir cada uno de los Siete.
Ésta es la diferencia.

La gran similitud es que el llamado es para TODOS los que forman parte de la comunidad judía.
No solamente para sabios, lindos, ricos, inteligentes, religiosos, hombres, sino que estaban incluidos TODOS y TODAS. Grandes, chicos, los que sabían, los que sabían menos, los que cumplían más, los que cumplían menos, etc.
Los 613 mandamientos, el mensaje de la Torá para los judíos, es para TODOS.
Lo mismo con los Siete Mandamientos para las naciones. Todos y cada uno de los gentiles es quien ha recibido la orden de parte de Dios de cumplir con estos Siete. Todos y todas son los que precisan de los Siete para saciar su alma, nutrir su espiritualidad, equilibrar su vida, armonizar la existencia, construir Shalom, equipar su hogar en la vida venidera.
Todos los gentiles están obligados por un pacto eterno y sagrado con Dios para cumplir con los Siete Mandamientos, tal como es el propio Dios que se encarga de anunciar:

«Entonces Elokim habló a Noaj [Noé] y a sus hijos con él, diciendo:
‘He aquí que Yo establezco Mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros
«
(Bereshit / Génesis 9:8-9)

Así pues, debes estar feliz, eres noájida, lo sabes y vives como tal.
Tienes un sagrado pacto con Dios, por siempre, sin excusas, sin cambios.
Es el pacto de los Siete Mandamientos, que te provee de bienestar, te inunda con bendición, te premia con una buena vida en la eternidad.
Tú eres el receptor y el responsable de cumplir con ese pacto sagrado que tienes como gentil con Dios.
Si te buscas justificaciones, te inventas religiones, veneras redentores, te haces el distraído, te disfrazas de judío, repites frases judaicas sin ton ni son, adulas al nazareno, etc., si haces cualquiera de las cosas que Dios no te ha pedido que hagas para nutrir tu espiritualidad y dar sentido a tu vida, entonces estás en el camino del fracaso, en el caos, rodeado de sombras y abismo.

Tienes un pacto sagrado y eterno con Dios, el noajismo.
Para vivirlo como individuo, para formar comunidades unidas y trabajar todos y todas por la construcción de Shalom.



Perlas noájidas

Nosotros, los gentiles justos, debemos entender con claridad que el Eterno nos ha ordenado siete leyes que son el fundamento sobre el cual debemos levantar una sociedad justa y plena en cuanto a desarrollo, progreso y prosperidad integral se refiere. Por lo tanto, no nos está permitido implantar o reinventar un sistema de adoración o culto que resulten extraños al estilo de vida noájido (estilo de vida que Él mismo Creador le entregó a nuestro padre Noaj y a sus descendientes). Por lo tanto, ligarnos a una forma extraña de adoración, o inventarnos una, es una violación de ese Pacto. ¿Cómo saber que el Pacto que el Eterno formalizó con Noaj y sus descendientes sigue vigente? ¿No vemos, acaso, el Arco Iris cómo se despliega y brilla en medio de la naturaleza? Esta es una de las más fehacientes pruebas que demuestra que el Pacto noájido sigue vigente y presente y que es nuestra responsabilidad mantenerlo vivo, encendido e inviolable.

Fuente

Resp. 722 – estoy buscando direccion.. tengo muchas preguntas.

juan camilo lopez nos consulta:

shalom.
1- los noajicos debe respetar el shabbat
2- y comer kosher?.
3- o esto solo le corresponde exclusivamente a las judios.
4- Mi pregunta nace a raiz que estoy buscando direccion.
5- y por que no debemos leer la Torá
6- que libro entonces deberiamos leer
7- y que preceptos debemos respetar?
juan camilo 23 bogota colombia

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¿Qué te dice el profeta Isaías, hermano noájida?

Hay noájidas que prefieren desoír la ley del Eterno, con muy buenas intenciones por cierto, y se ponen a estudiar Torá, a disertar sobre profetas, a balbucear acerca de pasajes del Zohar, o referirse al Talmud como si fuera su libro de cabecera.
Cuando, sin lugar a un milímetro de duda, la ley del Eterno es muy clara: la Torá (Escrita y Oral, escritos proféticos, escritos sacros, escritos rabínicos, etc.) son del pueblo judío y para el pueblo judío y el gentil que se apropia de ellos está incurriendo en delito grave. Terrible es el perjuicio espiritual para el gentil que se dedica al estudio de la Torá, tal como queda certificado por la norma sagrada:

Un gentil que se dedica al estudio de la Torá, se hace merecedor de la pena de muerte (judicialmente). Solamente debe dedicarse el gentil a estudiar de la Torá aquello que refiere a los Siete Preceptos Universales.
Así mismo, un gentil que hace shabbat incluso en cualquier otro día de la semana, si lo propone como Shabbat se hace merecedor de la pena de muerte (judicialmente).

Ni que decir si ha hecho para sí una festividad de guardar.En general no tienen derecho a inventar una nueva religión ni ejecutar los preceptos de los judíos (que están en la Torá) según su voluntad.Si quiere cumplir con los preceptos de los judíos, que se convierta legalmente al judaísmo y tome sobre sí la responsabilidad de cumplir con los preceptos; si no se convierte, que solamente se dedique a sus mandamientos universales, que no añada a ellos ni les quite.

Si se dedicó al estudio de la Torá (usó tefilín, vistió talit, puso mezuzá, se circuncidó “religiosamente”), o al Shabbat, o inventó mandamientos o festividades religiosas, debe ser castigado; y se le informa que se ha hecho legalmente merecedor a la pena de muerte, pero que su pena no se lleva a ejecución”.

(Maimónides, Mishné Torá, Hiljot Melajim 10:9)

No hay excusas, no hay justificaciones, no hay argumentos, no hay reclamos que valgan, puesto que la ley es muy específica y no deja lugar a pretender otra cosa.
El gentil que hace algo diferente, por más buena voluntad que ponga, está violando la ley de Dios.
El gentil que sabiendo esto se deja arrear como oveja a supuestas clases de Torá -que no corresponden a los límites noájicos- está también violando seriamente la ley de Dios.
El judío que sabiendo esto corrompe el camino del noájida, está pecando seriamente y peor aún, haciendo pecar a otros, cosa que es detestable en gran manera por el Eterno.

Así pues, si desde el púlpito, desde la internet, desde tu grupo de amigos, desde el antro en donde se reunen algunos a rumiar sobre el Tania o jasidut o Cabalá, etc., desde donde sea, cuando no se está respetando este mandato, se está yendo directamente en contra de Dios.

Ahora bien, hay gente que sabiéndolo igualmente inventan pretextos para eludir el texto de la ley, y se ponen a inventar con que el profeta Isaías si es permitido leer y estudiar por parte del gentil.
¿Qué excusa elaboran para hacer convincente esto?
Realmente, no se me ocurre ninguna, porque, leyendo y releyendo cada uno de los párrafos del profeta, solamente veo temas referidos directamente al pueblo judío, a su presente (de hace 2700 años) de ellos, a su futuro, a sus problemas, a su sociedad, a su relación con Dios, a sus despistes, a su gobierno -presente y futuro-, a promesas de una Era Mesiánica que dará al fin armonía y paz a la nación judía, etc.
Circunstancialmente, escasamente, en pocas veces se menciona a los gentiles, la más de las veces para condenar a aquellos de entre las naciones por sus abusos , sus agresiones, su maldad hacia los judíos. Y en algunas oportunidades, contadas con los dedos de una mano quizás, se refiere a los gentiles de forma positiva.
Y esto no es a causa de racismo espiritual por parte del profeta, no es porque Dios no se acuerda de sus hijos de las naciones, no es porque se desprecia a los gentiles, sino lisa y llanamente porque el profeta trabajaba para, entre y por sus hermanos: los judíos.
Al igual que el resto del Tanaj, se trata de asuntos judíos, para judíos, por judíos.
No es una obra dedicada a la humanidad, sino directamente a los judíos y sus circunstancias.
Claro, como los judíos están en el mundo, y el mundo es obra de Dios, y parte de la tarea judía es de ser guías para sus hermanos gentiles, a veces también se toca al pasar la relación con las naciones.
Pero, y que quede claro, el mensaje del Tanaj va dirigido a los judíos, trata de temas de interés para judíos y no se pretendía en su origen (ni en su historia, ni en su destino) que se convirtiera en el best-seller de las naciones del mundo.
Por supuesto que aquello que es apropiado para los noájidas, enseñado por quien corresponde y como corresponde, resulta de enorme bendición para todos.
Pero, esto no da carta libre para que cualquier predicador o ayudante de pastor evangélico se crea capacitado para hacer del Tanaj SU libro, ni dar clases referentes a él, ni tampoco un mesiánico, ni un noájida leal, ni un noájida confundido, ni un budista, ni…. ni ningún otro gentil.
Reitero, para que nadie se sienta ofendido, no es por una cuestión de discriminación negativa hacia los gentiles, sino sencillamente porque los temas no son dirigidos a los hijos de las naciones. Tal como ningún boliviano se puede sentir ofendido o discriminado su la constitución y códigos legales de Indonesia no dice ni una letra acerca de Bolivia y los bolivianos, o si las leyes no se aplican en suelo boliviano y a ciudadanos bolivianos. ¿Se comprende?
Espero que sí, porque teniendo la mente limpia y clara, no castigada por los eslóganes enfermizos de la idolatría y del EGO, es muy sencillo de entender, admitir y compartir.

Ahora, ya que hablamos del profeta Isaías, quiero comentar brevemente un pasaje del mismo:

«Los ajenos estarán presentes y apacentarán vuestras ovejas, y los hijos de los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.
Y vosotros seréis llamados sacerdotes del Eterno; servidores de nuestro Elokim os llamarán.
«
(Ieshaiá / Isaías 61:5-6)

Perstemos atención a lo que es una VERDADERA profecía mesiánica, y no esa payasadas que los seguidores del patético colgado quieren hacer creer.
En esta profecía, de la que extrajimos solamente un parrafito, se menciona a los gentiles en la Era Mesiánica, y se menciona a los judíos.
Los gentiles, llamados aquí «ajenos» e «hijos de los extraños», ¿a qué se dedican en la Era Mesiánica?
Veamos… sí, a cuidar del ganado, a trabajar en las cuestiones de la tierra.
Y los judíos, ¿a qué se dedican, según profetiza Isaías?
Veamos… sí, a ser ministros del Eterno, a ser Sus «representantes» en la tierra.

Dime tú querido noájida que te crees valiente como para arremeter con el libro de Isaías, sabiendo que no debes hacerlo; dime, ¿que te enseña este pasaje?
¿Acaso no te enseña que te dejes de hacer religión y te dediques a las cuestiones productivas de este mundo?
¿No te dice, sin dudas, que tu rol sagrado, realmente mesiánico, como gentil es cuidar de que este mundo esté en orden?
¿No está profetizado que debes trabajar la tierra, desarrollarla, hacer que la construcción de shalom sea una realidad en este mundo?
¿No ves que te indica claramente que dejes de usurpar identidades, que dejes de pretender lo que Dios no te ha dado y que no te vengas a mandar la parte de que eres un ministro o líder religioso, cuando eso está absolutamente por fuera de tu competencia  y destino sagrado?

Así pues, zapatero a tus zapatos.
Dios, en su infinita bondad y sabiduría te ha dado un rol excelente: construir shalom en este mundo, a través del cumplimiento de los Siete Mandamientos y sus derivados.
Si haces eso, que los «religiosos» desprecian por considerarlo «poco espiritual», si vives construyendo Shalom, estás siendo 100% espiritual, estás viviendo como Dios te manda, estás ganando tu porción enorme de placer en la eternidad.
Debes dejar que la Torá, la parashá, el shabat, las festividades judías, los símbolos judíos, el idioma de los judíos, la modalidad espiritual de los judíos, sean de los judíos, porque es es lo que Dios ha mandado que hagas.
Pero, si te pones terco en seguir con las mañas del evangélico-mesiánico, que pretende ser mejor judío que el judío, que pretende que todos somos Israel en espíritu, que pretende y pretende lo que no es ni le pertenece… te estarás apartando de la sagrada senda que Dios te ha dado.

Puedes mirar para otro lado, tapar tus oídos, inventar maledicencias acerca de este humilde maestro, burlarte de la sagrada obra de FULVIDA, creerte superior porque te sabes un par de versos del Talmud, amigarte con un rabino mediático, puedes hacer lo que te plazca, pero no es a mí ante quien rendirás cuentas, sino ante Dios.

Ese Dios al que dices servir, al que dices desear adorar, y creo que sinceramente es lo que deseas hacer, pero estás fallando por dejarte llevar por tu ambición, por tu torpeza espiritual, por tu vanidad, por tus sentimientos infantiles, aunque tengas edad para ser mi padre…

Resumiendo, en la sociedad con Dios puedes hacer tu parte, o inventarte otra.
Si haces tu parte, eres realmente un socio de Dios.
Si inventas, pasas a ser una piedra en el camino, un estorbo, o peor aún, un pozo abierto delante del ingenuo que te sigue por el camino de falsedad que con total buenas intenciones has abierto.

Tienes tu porción sagrada, que se llama Siete Mandamientos.
Tienes las noble y sagrada tarea de construir Shalom, de dedicarte a pleno a este mundo, para vivir bien aquí y en la eternidad.
Deja a los judíos con sus cosas, que ellos ya tienen suficiente con sus propios asuntos como para tener que estar ocupándose de los tuyos.

Adelante, a crecer, a construir Shalom.


Denunciar y detener a los «fetraficantes» sin miedo

En más de una ocasión nos hemos topado con alguno de esos malandrines que han aprendido -a medias- un par de conceptos judaicos y pretenden hacerse pasar por maestros, sabios, líderes, etc.
Por lo general estos malandrines solían ser pastores evangélicos, que de un día para el otro se hacen llamar «rabino mesiánico», o títulos estrafalarios similares (haham, profeta, rohe, ioresh, more, etc.) y que quizás de pronto hasta se hicieron líderes noájicos, o «gentiles justos mesiánicos» o cualquier otro rol que se inventaron o que consiguieron con «sincera astucia».
Sea cual fuera la careta que muestren, lo que no pierden son las mañas para manipular a la gente, envolver en sus telarañas a los de buen corazón, pedir dinero para tal o cual causa para quedarse ellos con la gordura más sabrosa, convertir sus bocas en cloacas en contra de los que no están en su sintonía, hacerse las pobres víctimas en una clásica jugada de manipulador, etc.
Siguen con sus astucias, con sus corrupciones, con sus perversiones, y sin dudas con sus carismáticas personalidades, que los llevan a parecer simpáticos, entradores, convincentes, firmes en sus creencias, aunque ayer fueron evangélicos, hoy mesiánicos, mañana noájicos, pasado noájicos de Jesús, en un mes noájida cabalístico o noájida jasídico y así siguen cambiando de disfraz pero siempre apegados a su ambición, al amor por el dinero, al deseo de dominar a otros, a su pasión por que su nombre sobresalga, etc.
Hacen del engaño en el área de la fe su trabajo, su profesión más rentable, y son expertos, hábiles, preparados, entrenados, saben cómo conseguir ese diezmito o esa ofrenda, entienden a la perfección los mecanismos emocionales para llevar a sus audiencias hacia lugares infectados de maldición pero que a ellos personalmente les brindará platita.
En el nombre de la religión o de lo espiritual van engañando, metiendo ideas terribles en sus audiencias, generando miedo y duda y resentimiento en quien le presta atención, todo en nombre de la religión, de algún dios que les promete salvación a cambio de que la gente deje plata y siga con fidelidad de oveja ciega a este pastor.
Son hábiles, lo repito, astutos como su modelo original: el serpiente de Edén.
También mencionaba a Dios, también quería hacer creer que buscaba el beneficio de sus oyentes, también hacia de la religión su negocio, también era la más astuta de la ciudad, también mentía con una calidad impresionante que hacía parecer a la verdad mentira y a la mentira verdad, también despreciaba y menospreciaba a quien pudiera desenmascaralo, etc.
Sí amigo mío, como ese o esa pastor/a que tienes a tu lado, que te dice que eres judíos «sefaradita» porque en tu apellido hay una «z», o porque tus antepasados fueron españoles, o porque eres judío por fe, o porque eres noájida pero debes estudiar la parashá, o eres noájida pero tienes que convertirte a judío para ser completo, o vivir como judío pero sin convertirte con rabino ortodoxo, etc., etc… sea lo que sea, nunca falta el pedido de dinero, o el hacerte sentir culpable o con miedo o fracasado, o presionarte para que hagas lo que él quiere y le conviene, etc.
Todo sazonado con técnicas de manipulación sutiles y con muchas alabanzas a «dios», y con alelushas y con sentimentalismo, y mensajes proféticos que solamente él recibe, etc.
Un gran producto comercial, que te hace vibrar, que te hace creer, que te lleva al abismo.

Ahora, ¿sería correcto denunciar públicamente a una persona como esta?
Mira claramente.
Entre los dos o tres conceptos que a medias se aprendieron de judaísmo, mencionan el no hacer «lashón hará», es decir, no hacer maledicencia, no declarar lo negativo que se sabe de alguna persona.
Con la misma excusa me escriben cada dos por tres diciendo que no puedo seguir diciendo del tal Jesús que era pecador, blasfemo, rebelde, terrorista, infame, de la peor calaña… pues sería -según ellos- hablar negativamente de un buen tipo.

Lo cierto es que la ley judía, que no es mandamiento para ti como gentil justo/noájida, pero que es sanamente aplicable, dice precisamente otra cosa.
Claramente expresa la ley judía que cuando se sabe de alguno que es pecador habitual y voluntario, no hay que tener concesiones con una persona así y se la debe denunciar siempre que se pueda, para que nadie caiga en sus redes, para que ningún inocente se perjudique.
Precisamente es parte del respeto a la persona y a Dios no dejar a los malvados que prosperen a causa de nuestro silencio o neutralidad.
Te lo transcribo de las famosas e ineludibles leyes del Jafetz Jaim capítulo 4, regla 7-8 (de la versión mexicana de la guía del   Rav Pliskin):

Si alguien ha desechado por completo la observancia de los preceptos, o continuamente viola algún precepto cuya severidad es conocida por todos, está permitido avergonzarlo por motivo de sus faltas. Ya que él no ha sucumbido a la tentación, sino que consciente y voluntariamente viola los preceptos de Dios, está permitido relatar a otros sobre su conducta.
Cuando esa persona comete un acto que puede ser interpretado como bueno o malo, no se le debe dar el beneficio de la duda. La prohibición de decir cosas que irriten a alguien, no se aplica a esta persona. Por lo tanto está permitido avergonzar a esa persona.

Está muy claro entonces lo que debes hacer, siempre y cuando no exageres, no mientas, no hables por rumores y no busques algún placer de esto.
Solamente por el amor a las criaturas de Dios debes hacerlo, para salvar al prójimo de las trampas de estos piratas de la fe, para detener el avance de la corrupción de los enemigos de Dios y del hombre.
No estarás pecando si cuentas lo que sabes, si lo denuncias públicamente, si le quitas la careta para que se vea su fiero rostro verdadero.
Tenlo presente, ahora y siempre.
Por supuesto, cuida de no caer tú presa de tus palabras, cuídate para que no puedan actuar en tu contra legalmente, pero no dejes que por tu miedo o debilidad el malvado siga desparramando su infernal veneno.

Espero que la enseñanza que viene desde lo más profundo de la Torá, adecuado para el noájida, te llegue al alma y te mueva ahora mismo a dejar sin poder al perverso, a ese que conoces, que sigues perdonando, al que sigues escudando y por tanto haciéndote cómplice de su maldad.

Por último, estos timadores y algunos que los siguen te saltarán con que no debes juzgar, que solamente Dios es el juez.
Tienes al menos dos respuestas, la primera es que ellos hablan de «dios», pero adoran a su dios EGO, que es dinero, poder, fama, automóvil de marca y muy caro, casa bonita, acostarse con jovencitas de la congregación, dioses ajenos, etc.
La segunda respuesta es la que sin errores te brinda la cita que te di, allí dice que no debes ser compasivo con alguien así, un reconocido pecador, vulgar en sus actos aunque quiera hacerlas parecer como la gran cosa.

Quizás sigas dudando, porque el veneno de estos timadores te ha penetrado profundo, entonces tómatelo con calma. No me creas a mí, indaga, investiga, encuentra evidencias, busca la verdad hasta hallarla.
Pero ten presente que si no los detienes tú que sabes lo que están haciendo, entonces te haces cómplice de sus maldades y tendrás tu porción de dolor en el mundo venidero.
El pecado de estos fetraficantes es terrible, porque engañan, mienten, roban, llevan a la miseria al prójimo, llevan a la desesperación/enfermedad/muerte a otros, dan falso testimonio, hacen pecar a otros, son blasfemos, adoran dioses ajenos… ¿tú quieres ser realmente el cómplice de esta gente?

No es ante este simple maestro ante quien deberás rendir cuentas… es ante Dios quien te ordenó los Siete Mandamientos y espera de ti que los cumplas con fidelidad.

A construir Shalom, también erradicando -legalmente- a las malas hierbas del jardín del Eden.

Resp. 720 – Fue Cremada Y ahora Que?

dahniel nos consulta:

Estimado Maestro
Mi abuela fue cremada por falta de ingresos.
1. Que debemos de hacer con las cenizas?
2. Ella tiene lugar en la vida venidera?
3- Mi Tia dice que ella no tiene lugar en el mundo venidero por haber sido cremada.
4- Mi abuela vivio en idolatria aun siendo judia de linea directa matrinal comprobada, pero jamas instruida en lo correcto.
5. Tendra Dios misericordia de ella?
Gracias
Daniel, Lopez, 27, Trabajador Social, San Diego, EEUU

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