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Hijos y siervos

¡Bienvenido lector estimado!

Nuevamente estoy aquí, en casa.
Luego de un tiempo que me tome para el descanso y otro para viajar por diferentes lugares fomentando el noajísmo, que como sabes es el modo de vida que el Eterno ha dado a los gentiles.
Tal como los judíos tenemos nuestros 613 mandamientos, las naciones tienen 7.
Nuestra senda es la de los 613, la de nuestros hermanos noájidas es la de los 7.
A unos y otros el Eterno nos ha dado nuestro adecuado alimento espiritual, nuestro modo de vida que debemos conocer, aplicar y difundir.

Ahora bien, muchas personas, especialmente noájidas, me preguntan el porqué Hashem hizo esta distinción en los mandamientos.
Si todos somos hijos de Él, creados a Su imagen y semejanza, descendientes de Adam a través de Shet y de Noaj, ¿cómo es posible que algunos deban cumplir más preceptos que otros?
¿Acaso esta diferenciación es en cierto modo clasista o que discrimina negativamente?
¿Será que el Eterno desecha a los gentiles y por eso sobreabunda en mitzvot -preceptos- para los judíos?

La respuesta a interrogantes por el estilo es bastante simple, directa, que no requiere de ejercicios mentales complejos ni de encumbradas racionalizaciones filosóficas.

Presta atención a esta palabra del Eterno:

«Porque los Hijos de Israel son Mis siervos; son siervos Míos, a quienes Yo saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.»
(Vaikrá / Levítico 25:55)

A ver si queda claro.
De las 71 naciones de la tierra solamente una fue declarada esclava del Eterno, solamente la nación judía.
Todos somos hijos de Él, sin distinciones de color, nacionalidad, origen o hasta credo. Todos hijos del Eterno.
Pero hay un solo siervo de Dios, que es Israel.
El Eterno nos sacó de la esclavitud de Egipto, una terrible y mortal prisión del cuerpo y del alma.
De inmediato nos propuso que decidiéramos qué queríamos hacer, y decidimos contraer un contrato perpetuo de esclavitud, pero solamente hacia Él, hacia nada ni nadie más.
Cuando dijimos todos juntos y al unísono:

«¡Haremos todo lo que el Eterno ha dicho!… Todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y comprenderemos.»
(Shemot / Éxodo 19:8, 24:7)

A partir de ese instante especial y único nos sometimos a la condición de ser esclavos perpetuos del Eterno.
Al mismo tiempo que manteníamos la condición de hijos, los primogénitos, de Él, tal como está escrito:

«Así ha dicho el Eterno: ‘Israel es Mi hijo, Mi primogénito.»
(Shemot / Éxodo 4:22)

Como esclavos tenemos más deberes, mas responsabilidades, más trabajo, más preceptos para cumplir.
En lugar de vivir de acuerdo con los Siete Mandamientos Fundamentales, como el resto de las naciones, tenemos 606 preceptos más. No porque seamos mejores, más lindos, más perfectos, más inteligentes, sino porque tenemos una deuda de gratitud con el Eterno y un pacto que nos declara como esclavos a Sus órdenes.

Por tanto, para el gentil la misión es ser constructor de Shalom en Este Mundo, con una estupenda, justa y buena recompensa también en la Posteridad. Cuando vive de acuerdo a las leyes del noajísmo está construyendo este mundo al tiempo que se edifica la mansión de gozo celestial en los dulces parajes del Paraíso, en donde se deleitará el noájida que ha quitado manchas de su alma y ha permitido que alumbre la Luz del Eterno en su vida.

Pero Israel, los judíos, deben actuar como siervos del Eterno, no solamente como constructores de Shalom, sino además como canalizadores de kedushá -santidad-. Es más pesada la tarea del judío, más compleja, con muchísimo más trabajo y detalles que atender, tal como corresponde al que es servidor.
En una servidumbre que enaltece, que libera, que hace crecer, que alumbra:

«seréis para Mí un pueblo especial entre todos los pueblos.
Porque Mía es toda la tierra, vosotros Me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa.’
Éstas son las palabras que dirás a los Hijos de Israel.»
(Shemot / Éxodo 19:5-6)

Si has leído y comprendido hasta aquí debes admitir que no hay ventaja por ser judío, sino más responsabilidad, más oportunidades para equivocarse; lo que conlleva que si se camina por la Buena Senda finalmente se obtenga una radiante Posteridad.

La única duda que quizás te pueda quedar es porque el Eterno ofreció a Israel el rol de ser Sus siervos/sacerdotes/representantes terrenales, y no a las otras naciones.
¿Esto no sería discriminativo por parte del Eterno?
Y la respuesta nuevamente es clara, simple, directa.
El Eterno dio a toda la humanidad Siete Mandamientos Fundamentales, muy cercanos al corazón de cada persona para que los cumpla.
Pero las naciones y las personas prefirieron andar por sus propios caminos.
Inventaron religiones, se hicieron dioses y de dioses, fueron inmorales, despreciaron su vida, la del prójimo y el Pacto Eterno que tenían con Dios.
No fueron capaces de responsabilizarse por el cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.
Solamente un hombre con su esposa eran fieles y leales al Eterno, Avraham y Sará, nuestros primeros patriarcas. Solamente ellos, y su descendencia tras de ellos.
En un mundo plagado de oscuridad, mentira, idolatría y confusión, bastante parecido a nuestra época, solamente un grupo decidió ser seguidores justos del Eterno, solamente los judíos.
Fueron perseguidos, discriminados, masacrados, esclavizados, atormentados, maldecidos por los otros, estigmatizados, robados, etc., y sin embargo se mantuvieron conectados conscientemente con el Padre Celestial.
Es por esta lealtad irrestricta hacia Él que fueron liberados nuestros antepasados por Dios de Egipto, y se les propuso entrar a la Alianza Eterno con Él, para ser hijos y siervos del Altísimo.
En resumen, esto significa que la nación judía fue escogida porque ellos ANTES escogieron al Eterno y mantuvieron su elección, tal así por todas las generaciones.

En resumen, el Eterno ama a todas Sus criaturas, especialmente ama a los humanos creados a Su imagen y semejanza, pero ha destinado a Israel a cumplir un rol de liderazgo espiritual, no por cualidades de superioridad, sino por un compromiso histórico de fidelidad hacia Él.

Actualmente, gracias a Dios, hay un renacer noájida.
Más y más cada día son los gentiles que quieren buen alimento espiritual. Están hastiados de la basura que han ingerido durante siglos y quieren la libertad para sus almas.
Confundidos creen que el judaísmo es la respuesta para ellos. Entonces como ciegos e ignorantes pretenden convertirse al judaísmo. Es que sienten gran necesidad del encuentro con el Eterno y no saben, no conocen que SU senda es el noajísmo, tal como ha diseñado Hashem para ellos.
Así pues, enseña a tu allegado gentil la existencia del sendero del noajísmo, no lo lleves por nueva confusión hacia una conversión al judaísmo que en principio no es idónea para su verdadera identidad espiritual.
Da a conocer los Siete Mandamientos Universales y promueve para que este renacer noájico crezca y se multiplique, pues es lo que el Eterno ha dictado con Amor y Sabiduría para los hijos de las naciones del mundo.
Que entienda y sienta el noájida el orgullo y grandeza que se encuentra en el camino noájico, en el cumplimiento leal de los mandamientos de los benei Noaj.
Que viva a plenitud siendo un constructor de Shalom, de acuerdo a la identidad que ha recibido desde lo Alto.
En FULVIDA.com hay más información y maneras de apoyar a los noájidas.

Y tú, amigo judío, quizás hoy has comprendido tu propio rol en Este Mundo, que en parte incluye el proclamar la verdadera libertad para el Hombre.
Tal como recuerda el profeta:

«vosotros os habíais vuelto a Mí y habíais hecho lo recto ante Mis ojos, al proclamar libertad cada uno a su prójimo»
(Irmiá / Jeremías 34:15)

¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando

Desde el aeropuerto

En una semana perdí más de dos días de esperas dentro de aeropuertos, incómodos, inhumanos, siniestros, desinformados, que te maltratan de todas las maneras inimaginables.

Dos preciosos días perdidos en esperas infértiles, aunque uno trate de hacer algo positivo en medio de tanta oscuridad.

Sin embargo, se soportan con optimismo estos dos días miserables si a través de ellos se benefician y crecen mis amigos y hermanos noájidas que he visitado.

Porque a lo largo de una semana y pico he visto a gente que ya había conocido, y repetía un y otra vez lo mismo:
te ves más feliz, no pareces preocupado, tu cara no muestra tensiones, qué hiciste que estás más joven…
Pues, ciertamente que he notado cambios impresionantes en estos pioneros del renacer noájico en América.
Los veo, y están realmente, más libres, más independientes, más constructores de Shalom, más armoniosos, más amistosos, más sinceros, más maduros, más sanos, más fieles al Eterno… más siendo lo que son: personas.

Rompieron las sucias y pesadas cadenas de la idolatría, con toda la mentira, confusión, caos, enfermedad, opresión,
malicia, maldición, rencor, etc. que conlleva.
Ahora saben que son personas y procuran actuar como tal a cada momento, porque son Hijos del Eterno,
y omo tales se deben comportar.

Me alegró reencontrarme con José Linares y su familia, con José Ramírez y los suyo, con Alfredo Zambrano,
con el querídisimo Roberto Ferreira su señora e hija, con todos los demás (recuerde sus nombres o no).
Me alegró verlos bien, benditos, de bendición para otros.
Me alegró conocer gente nueva, que retorna a la Buena Senda, y a otros que conocía virtualmente, como Mario Hinestroza y su familia, así como la gente de Porlamar.
Me alegró encontrar nuevos amigos, los de Barlovento por ejemplo (Freddy Colmenars a la cabeza, junto con su señora y compañeros), o gente de Cordero, o de otros lados de Venezuela que se me escapa el nombre de la localidad.
Me alegró saber que renacerá FULVIDA en Caracas y en Maracaibo.
Me alegró saber que la gente está trabajando, con ganas de seguir, porque por fin se han encontrado y han encontrado el abrazo con el Padre Celestial, sin complicaciones, sin complejos.

Así pues, sigo sentado enmoheciéndome en el aeropuerto de Sao Paulo, me quedan muchas horas más de espera y luego de viaje, y luego tratar de encontrar a la familia y tiempo para descansar y seguir trabajando…

Sigamos trabajando todos, los que están mencionados y los que no.
Llevemos a cabo el diezmo de todas las ideas y proyectos que manejamos en estos días, y para el año que viene
habrá más buenas novedades para los fieles del Eterno, para los gentiles justos.
Aunque tenga que perder nuevamente un par de días en aeropuertos, aunque me aleje de mi señora e hijos por unos días,
aunque no se encuentre mucho producto apto para mi alimentación, SIGAMOS SIENDO CONSTRUCTORES DE SHALOM.

Así, el año próximo, o antes si D. quiere, viajaré a Venezuela y a otras partes, EUA, México, Colombia, adonde el
Eterno guíe mis pasos y los pasajes en Clase Ejecutiva me alcancen… (esto último es chiste, pero con mi altura y peso viajo mejor en esa sección del avión).

Dos días perdidos, pero tengo la convicción de que serán bien ganados Allá, y muchos compartirán la buena LUZ por esto.

A seguir gozando de lo permitido, a seguir siendo constructores de SHALOM… y gracias a todos los que participaron,
ayudaron, apoyaron, alentaron, compartieron,  fueron parte de esto tan enorme y bueno que se está desarrollando y sin pausas.

Cuestión de lealtad familiar

Tomemos a una persona judía promedio, que no tenga algún ánimo resentido en contra del judaísmo, que esté centrada emocionalmente y preguntémosle:
¿De qué «religión» son tus padres?
La respuesta será: judía.
(En realidad no existe religión judía, pero usamos esta palabra por comodidad a la hora de escribir este texto. Existe el judaísmo, que es una forma de vida particular de la nación judía. Así como existe el noajísmo, que es la forma de vida integral para los noájidas, es decir, toda la humanidad).

Entonces continuemos:
¿Y de qué «religión» eran tus cuatro abuelos?
La respuesta será: judía.

Sigamos nuestra conversación:
¿Y de qué «religión» eran tus ocho bisabuelos?
La respuesta será: judía.

Persistamos un poquito más:
¿Y de qué «religión» eran tus 16 tatarabuelos?
La respuesta será: judía.

¿Y sus padres?
Judíos.

¿Y los padres de sus padres?
Judíos.

¿Sabes hasta dónde se puede rastrear el linaje judío y la adhesión al judaísmo?
Pues, hasta los patriarcas y matriarcas de Israel: Avraham, Itzjac, Iaacov, Sará, Rivca, Rajel y Lea.

Estamos hablando de una cadena ininterrumpida de casi 4.000 años, ¡CUATRO MIL AÑOS!

En Medio Oriente, en África, en Asia, en Europa, en América, en Australia y Oceanía, en todos lados, durante generaciones y generaciones la constante identidad judía, su recuerdo de los lazos con la Familia de Israel, con la tierra patria, con la herencia y patrimonio espiritual.
Perseguidos, encerrados, masacrados, ofendidos, esclavizados, atormentados, hambreados, victoriosos, prósperos, integrados a la sociedad, en toda situación posible, en las buenas y en las malas, en el día y la noche, al andar y al estar quietos, siempre, siempre manteniendo la propia identidad, aferrándose al judaísmo, sin dudas, sin menoscabos.

Ahora bien, ve a un conocido gentil, uno cualquiera, no importa su religión, etnia, nacionalidad, etc. Quizás el gentil que tengas más cerca para preguntar sea un cristiano, en alguna de sus miles de variaciones.
Vé y pregúntale:
¿De qué religión son tus padres?
La respuesta no es única.
Algunos te dirán que eran católicos, otros evangélicos, otros presbiterianos, bautistas, etc.
Pero, supongamos que vives en un país que sigue teniendo predominancia católica, por lo que la respuesta quizás sea: católica.

Entonces continuemos:
¿Y de qué religión eran tus cuatro abuelos?
¿La respuesta será: católicos?
Supongamos que sí, pues estamos en un país de mayoría católica.
Pero, tú debes conocer personas católicas que no tiene a todos sus abuelos de esa religión…

Sigamos nuestra conversación:
¿Y de qué religión eran tus ocho bisabuelos?
¿La respuesta será: católica?
Aquí lo veo más dudoso… pero, la conquista por sangre y terror que perpetró el imperio cristiano en América es centenario, por lo que quizás la respuesta sea: católica… pero no te puedo dar la seguridad de que así sea…

Y si avanzas en tu investigación, ¿hasta dónde llegará la cadena de católicos?
Hasta los ancestros indígenas, los habitantes de esta bella tierra antes de la hecatombe organizada desde Europa por los portadores de la cruz.
Allí ya no habrá más ancestros cristianos, sino de religiones autóctonas americanas. Esto hace unos 500 años atrás, hace tan poquito en comparación con la extensa cadena familiar del judaísmo.
O quizás alguno pueda rastrear sus ancestros hasta Europa, y tenga antepasados cristianos hace mil años, allá entre los Pirineos.
Pero, no mucho más allá de mil años atrás, pues Europa también era una proliferación de religiones, mucho más poderosas y extendidas que el cristianismo de aquella época.

Por supuesto que no encontrarás un gentil que tenga registros familiares de 4.000 años atrás, ni una constancia e identidad religiosa.
En alguna oportunidad alguien se convirtió a la religión que actualmente tienen sus descendientes.
Pero… no, tampoco es así.
Pues las religiones van mutando, van cambiando para mantener el interés de las masas.
El cristianismo de hace mil años no es igual al cristianismo de tu vecino, ese al que le estás preguntando por su familia.
Era una doctrina diferente, prácticas diferentes, una cosmovisión diferente.
Lo demuestra la multiplicidad de sectas y religiones cristianas, miles de ellas, que cada una se autoproclama como la verdadera y única vía de salvación y trata como heréticas a todas las otras.

No es así en el judaísmo, que permanece inmutable desde hace unos 3300 años.
Por supuesto que se desarrollaron ciertos aspectos, se modificaron ciertas costumbres, pero su sustancia y cuerpo se mantiene inmodificable.
La misma Torá y los mismos mandamientos desde hace unos 3300 años hasta ahora.

Ahora bien, tú como noájida, ¿en quién puedes confiar?
¿En alguien que conoce su familia hasta sus primeras raíces, y que es leal a sus creencias y costumbres?
¿O en alguien que no sabe muy bien de dónde proviene, ni qué religión tenían sus antepasados, y que vive en una religión «a medida»?

Considéralo antes de indagar en religiones, para que no pierdas tu tiempo ni arriesgues tu salvación.
Mejor toma la mano de un buen maestro judío, que te lleve por la Buena Senda, esa misma Senda que marcó el Eterno hace más de 4.000 años, y que los judíos hemos sido los únicos que no nos apartamos.
En esta época de renacer noájico, es tu oportunidad de volver a la Buena Senda, de aceptar la guía del maestro judío, para desarrollar tu verdadera identidad y esencia espiritual. Para no estar más preso de las esclavitudes de religiones e imperios, y poder ser un leal siervo del Rey de reyes y Señor de señores, el Padre Celestial.

¿Te atreves a andar por la Buena Senda?

Resp. 107 – ¿Rito de conversión al noajísmo?

Quiero saber que rito o ceremonia tengo que hacer para ser noájida. Gracias.
Luis Camber
España

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Los modelos en el tiempo de crecer

En ese momento del resurgir de la cultura noájica parece difícil encontrar o edificar un modelo de personalidad noájica típica.

Muchos se apoyan en lo que conocen, es decir, en los crasos modelos idolátricos (pastores, apóstoles, sacerdotes, curas, "ancianos", etc.).
Es que han salido hace poco físicamente de la prisión de la idolatría, por lo cual en gran medida muchos aún se mantienen prisioneros espiritual y emocionalmente de esa idolatría.
Es lo que llamamos: cargar la mochila del pasado.
En esta mochila se encuentran muchas piedras y otras pesadas cargas que corresponden a un modelo de vida ajeno a Dios, negador del Hombre, angustiante y mortal.
Pero, no se puede esperar que de un día para el otro la libertad emocional y espiritual acompasen a la libertad física.
Tal como ocurrió con los hebreos cuando salieron de Egipto, recién 50 días después el Eterno consideró que estaban aptos para recibir la Torá, el manual de vida. Pero solamente unos 40 años más tarde los primeros hebreos libres de cuerpo y espíritu estaban preparados para tomar posesión de la tierra prometida.
Así pues, no desesperemos, queridos amigos noájidas, no pretendamos encontrar todas las respuestas inmediatamente. No nos impacientemos, porque algunos de ustedes sigan cargando con las pesarosas mochilas del pasado idolátrico. No entremos en confusión y enojo, porque no se halla la vía para limpiar completamente la vida de las escorias recibidas en el pasado idolátrico.
Por el contrario, sigamos avanzando, trabajando constantemente, con paciencia, con amor, con respeto, con responsabilidad, con confianza en el Eterno.
Sigamos rumbo a la tierra de promisión, en la cual la libertad física y espiritual son realidad, y ya allí el noájida estará a resguardo de caer nuevamente en la maldición de las religiones y las doctrinas ajenas a Dios.

Pero, mientras tanto, vayamos desechando esos modelos de liderazgo y conformación de comunidades.
Vayamos desterrando al olvido los mecanismos de manipulación propios de las religiones.
Vayamos construyendo, ladrillo a ladrillo, la nueva realidad que es el renacer del noajísmo, y especialmente en esta América tan necesitada de la Luz que emana de lo Alto.

Dejemos de lado todo lo que podamos de nuestras mochilas, y vayamos adquiriendo nuevos patrones de conducta, nuevos ideales, un renovado pensamiento libertador.

Pero, andemos con cuidado, no sea que adoptemos otras mochilas, que nos encadenemos a otras pesadas cadenas de encierro espiritual.
No busquemos que un "rabino", "iluminado", "líder" o lo que fuera sea el que piense por nosotros, el que nos ordene lo qué sentir, el que nos conduzca cual si fuéramos tontos o marionetas desprovistas de cualidades humanas plenas.
No caigamos en el error de elevar becerros de oro, por miedo a afrontar la tarea de madurar como individuos plenos y como comunidades íntegras.

Es una tarea difícil, despertar, romper cadenas, cuidarse de no retroceder, andar con precaución para no errar el camino, y además construir una nueva realidad.
Pero tal es la tarea, la Obra que deben realizar como noájidas.

Es tiempo de realizaciones, de quebrar ídolos, de derrocar viejos héroes, de negarse a seguir otros déspotas.
Es tiempo de ser noájida con orgullo y serenidad.
Es tiempo de servir con sinceridad al Eterno, de manera reverente y amorosa.
Es tiempo de dar una mano generosa y desinteresada al prójimo.

Es tiempo de crecer.

El despertar a la Luz

En este texto procuraré describir resumidamente el proceso de un gentil al despertar a la Luz, cuando se libera de las falsedades espirituales de su vida pasada.
Es un proceso que debiera ser escrito por personas que lo hayan vivido, por lo que ruego que al terminar la lectura comenten a partir de sus propias experiencias de liberación y despertar.
Gracias.

Un buen día, como por casualidad el gentil (que seguramente ha estado sometido a la prisión de alguna religión, de una manera u otra), "se topa" con la Luz que esclarece rincones y balcones de su vida. Probablemente ocurre leyendo textos en serjudio.com o fulvida.com, o quizás en alguna publicación que esté enrolada del lado de la Luz.

La primera reacción suele ser de rechazo a la Luz.
En cierta medida duele admitir que es falsa y nociva toda la estructura religiosa a la que estaba sometido. Pesa aceptar que se ha vivido entre nubes oscuras de mentira y manipulación emocional, con contenido vacío de espiritualidad.
Este dolor suele provocar enfado con el mensajero, es decir, con el que ha dado el mensaje de la Luz.
Lo sé por experiencia propia. Muchos adictos a Jesús han empezado su relación conmigo enconados, negativos. Me veían como el portador de malas noticias que por tanto había que silenciar. Se presentaban como llorosas víctimas de inexistentes persecusiones, reclamaban derechos a la diversidad religiosa, etc. O de manera belicosa querían imponer su religión. Es que este rechazo de la Luz lo pueden manifestar de diversas maneras:

  • maldiciendo y ofendiendo,
  • negándose a seguir leyendo, aunque a escondidas o de reojo se sigue leyendo,
  • queriendo convertir al portador de la Luz en adicto a la oscuridad de las religiones,
  • hablando con simulada dulzura, expresando su actuado amor "a los judíos", pero exigiendo la aceptación de la idolatría perversa de Jesús.

Gracias a Dios que muchas personas superan este paso del rechazo y entran al estado de la desilusión.  ((Leer el siguiente texto: http://fulvida.com/?p=295))
Contemplan sus vidas, sus hechos del pasado, sus fantasías y sueños y encuentran un gran vacío, una gran estafa que han debido soportar durante muchísimos años.
La desilusión suele dejar a la persona en un estado de inacción y de falta de interés.
Ya no está el rechazo ni la negación, por supuesto que tampoco el ánimo militante del adicto a las religiones.
Pero tampoco está el ánimo como para crecer.
No se sabe para donde ir, qué hacer, cómo hacer… en fin, se está bloqueado.

Gracias a Dios que esta etapa es sorteada y la persona llega al estado de acción por inercia.
Se van aprendiendo los Siete Mandamientos Universales, se va entendiendo este "nuevo" mundo.
De manera parcial y tímida se va asumiendo la identidad noájida, que es la que el Padre celestial ha dispuesto con Su Amor y Sabiduría para las naciones.
Se empieza a indagar con más ganas, se estudia, se comunica, etc.

Y se pasa al estadío del reajuste.
En este lapso se siente el noájida como en un nivel inferior al judío. (Inferioridad inexistente, ya que ambos, noájidas y judíos somos hijos del Eterno, amados y conducidos por Su mano prodigiosa).
Como que el noajísmo es muy sencillo, simple, práctico, concreto. Desprovisto de oropeles, de catedrales, de grandes rituales. Carente de edificios espectaculares, gritos y "aleluyas".
Falto de toda esa tramoya teatral, de pacotilla, que recibían de sus religiones.
Entonces reclama el cumplimiento de otros mandamientos, que son de los judíos por Voluntad celestial.
O están los que se mueven buscando convertirse a judíos. (( Leer: http://fulvida.com/?p=480 ))
O los que salen cual misioneros a atraer a otros gentiles al noajísmo, como manera de superar el miedo a través de la masa uniformizada.
Es en este momento que también se suele sentir la soledad (temporal) como noájida. Esto acontece porque actualmente estamos en una Era del Renacer noájida y no son abundantes las comunidades de noájidas ni es simple acceder a ellas. A través de nuestro trabajo en FULVIDA estamos obrando para que cada vez haya más comunidades de noájidas, activas, florecientes, solidarias, para que el noájida tenga una vida de pureza espiritual, acorde a su esencia íntima.
En este período de reajuste algunos suelen abandonar su identidad noájida, se pierden detrás de los viejos esquemas, aplastados por el peso de sus oscuras mochilas del pasado de prisión espiritual.
Es por tanto fundamental colaborar para sostener al hermano noájida en este momento en particular, aunque la mano compañera debe estar al lado siempre.

Finalmente se pasa a la etapa en la cual el noájida admite su identidad espiritual y por tanto vive su noajísmo con gozo, liberación, crecimiento.
Aquí son muchos los noájidas que confiesan que sienten una gran sensación de libertad, que se han visto libertados de sus prisiones espirituales, que ya no le deben sumisión y obediencia a despóticos pastores ignorantes y aprovechadores.
En este momento el noájida se encuentra realmente con su familia y amigos. Expresa su ser. Trabaja con alegría. Entiende que el Eterno le ha provisto del alimento espiritual idóneo, que por tanto es innecesaria la conversión al judaísmo o el adoptar prácticas judaicas en su vida como noájida.
En resumen, desarrolla sus virtudes y capacidades que estaban dominadas, sometidas y anestesiadas por la adicción a las religiones que lo atraparon en su pasado.

Etapa Manifestaciones
1- Rechazo
  • Huir de la Luz y/o sus portadores
  • Hacerse la víctima ante el mensaje esclarecedor
  • Agredir al que porta la antorcha de Luz
  • Presentarse como salvador que porta la verdad religiosa, que por supuesto es antagónica a los predicados de laa Luz
2- Desilusión
  • Falta de interés
  • Acciones como en piloto automático
3- Acción por inercia
  • Se actúa movido por intereses, por beneficios
  • Se actúa pasionalmente
4- Reajuste
  • Nueva etapa de desilusión a causa del frenaje natural de la pasión
  • Sentir minusvalía, soledad, escasez
  • Búsqueda de identidad adoptando modelos y  patrones ajenos
  • Búsqueda de "convertir" a otros al noajísmo
  • Construcción de la propia identidad, integrada, madura, libre, plena
5- Admisión
  • Admite su identidad noájica
  • Vive de acuerdo a las normas del noajísmo a plenitud
  • Encuentra maneras para gozar de una vida equilibrada y de desarrollo
  • Comparte su andar con el judaísmo sin asumir roles que no le competen
6- Confianza
  • Encuentra canales de confianza profunda en el Padre celestial
  • Confía equilibradamente en sus propias fuerzas y potencialidades
  • Confía equilibradamente en el prójimo

Hasta aquí mi breve resumen del proceso del despertar a la Luz del noájida.
Me agradaría grandemente, y sería de enorme provecho, que los hermanos noájidas colaboren a mejorar este texto, con sus experiencias, apreciaciones, etc.

Quedo de ustedes.

Resp. 64 – ¿Resurección de los gentiles?

Tened shalom.
Como sabeis con el advenimiento del Mesias se producira el renacer de los extintos.
Podriais indicarme si esto acontecera tambien con los gentiles?
Muchas gracias por vuestra atencion.
Fabian Pereda
España

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Érase una vez la Ciudad Blanca

Titulamos este artículo como se cuenta una historia, porque la historia ha hecho merecedora a la ciudad blanca de Tel Aviv de reconocimiento internacional. Desde el 3 de julio de 2003, recordaremos que la UNESCO, ha declarado Patrimonio Moderno de la Humanidad a esta zona de la metrópolis que se encuentra enclavada a orillas del río Yarkón y bañada por las cristalinas aguas del mar mediterráneo.

 

Mirando atrás, en el tiempo pareciera ser que todo fue iniciado por una conspiración arquitectónica, surgida de las escuelas europeas de principios del siglo XX, identificada con las tendencias urbanísticas que marcaban la pauta para aquel momento y que dio su golpe maestro cuando aquella banda de aventureros, llamados sionistas, cruzó el mar mediterráneo para fundar la patria judía.

 

Tel Aviv se manifestaría en la arenosa llanura, frente al mar que vio nacer la cultura occidental, al norte del promontorio de la Bella, Yaffa, cuando la Sociedad Ahuzat Bait adquirió los terrenos para construir la “colina de la primavera”, una ciudad formada de la acumulación de vestigios de civilizaciones, una ciudad en donde renacería la civilización hebrea, una ciudad de futuro para el pueblo escogido. En esta sinfonía urbanizadora Sir Patrick Geddes sería el director de la orquesta; usando toda su maestría crearía una ciudad basándose en las ciudades de la campiña inglesa; tendría la oportunidad de plasmar todo su conocimiento autodidacta en estos terrenos vírgenes, arados por la brisa solana, mientras se formaban en Europa los que harían de la idea de Geddes una realidad.

 

En 1933 la persecución nazi obligó a centenas de judíos a emigrar a la tierra de Israel; mientras morían millones a manos de la intolerancia más extrema, éstos  fueron inmortalizados en su maravillosa obra, para honrar a aquellos que no vieron la tierra que fluye leche y miel, viven aún en la ciudad blanca, Gropius, Mendelsohn, Terragni, Van der Rohe, Geddes, Le Corbusier. Durante la década del treinta estaban trabajando a orillas del mar Mediterráneo doscientos arquitectos, casi todos formados en el “Estilo Internacional”; dos mil edificios muestran un lenguaje homogéneo, muestran la idea urbanizadora de Geddes aplicando el concepto arquitectónico de la escuela europea.

 

Más de la mitad de un siglo vivió y floreció la ciudad blanca, por sus calles y paseos caminaron importantes personajes, ocurrieron centenas de acontecimientos inscritos en la inmensa historia del pueblo de Israel, sus plazas más de una vez vieron pasear a los novios, que años más tarde paseaban como esposos y un tiempo más tarde los hijos de estos jugaban alegremente bañados del sol primaveral.

 

Un pueblo trabajó duro, hizo de la tierra desdeñada por invasores extranjeros un lugar apacible, un lugar habitable, confortable, la diáspora se arrojaba a los brazos de su Patria y la ciudad demandó crecer, y creció, creció de acuerdo a su filosofía, aplicando los estilos internacionales, que ya no eran los mismos de los años 30, ahora se levantaba una sombra para la noble ciudad blanca. 

 

A finales del siglo XX los espacios que inmortalizaban a aquellos héroes de la arquitectura en Tel Aviv se precipitaban, la tan soñada joya del mediterráneo se veía opaca a la luz de los nuevos estilos arquitectónicos, la colina vencía a la primavera, Yaffa se convertía en el centro de la vida citadina; comprobamos duramente que el valor de una ciudad no es su modernidad, su porte futurista, sino su capacidad de entrelazar historias, de atesorar huella.

 

La ciudad blanca hoy retoma su lugar en la historia, no envanecida por su aire heroico de modernidad, constituye orgullosamente su imagen de ciudad concebida por el hombre, la ciudad blanca de Tel Aviv vuelve a la vida. Tiene que enfrentarse aún al tiempo, ocupar su lugar en el espacio con elegancia, evolucionando y preservando aquellas ideas que representan su valor, el blanco.

 

Apreciando este hecho trascendental en la historia que escribimos hoy, la comunidad judía venezolana, por medio de la iniciativa tomada por la Unión Israelita de Caracas y más específicamente por el Museo Kern, patrimonio del acerbo cultural de la comunidad judía caraqueña, expresa mediante la exposición “De la Bauhaus a la ciudad blanca de Tel Aviv” un acercamiento a ese momento histórico, a ese devenir del tiempo que consumió y ha hecho resurgir la obra maestra de los cultores de los primeros estilos modernistas, esta muestra arquitectónica es un recorrido por el proceso de construcción de un propósito de vida ciudadana.

 

La muestra envía un claro mensaje a la colectividad nacional, al mostrarnos cómo la ciudad blanca de Tel Aviv, insigne portadora del prestigio que le ha otorgado la Comunidad Internacional, junto con la Ciudad Universitaria de la UCV y otras edificaciones en el mundo, surge y afianza sus raíces arquitectónicas. Debemos preocuparnos por nuestro valioso patrimonio moderno, debemos exigirnos respeto por las estructuras clásicas que no solo adornan las calles y avenidas de nuestras principales ciudades; la historia y cultura de un país deben estar plasmadas en sus edificios; así como perduran en la conciencia colectiva las civilizaciones ancestrales por el recuerdo constante de sus magníficas edificaciones, así debe permanecer por siempre nuestra memoria para las generaciones futuras.