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Resp. 450 – ¿Como actuar ante el problema del narcotrafico?

Luis Fernando nos consulta:

¿Como noajida, que puedo hacer ante el problema fuerte del narcotrafico, ejecuciones, adicciones?
he sido testigo ocular de varias ejecuciones aqui en Tijuana sin pooder hacer nada. Caber resaltar que la gente se \»esta acostumbrando\» a esto. A veces no duermo por las imagenes crueles y sangrientas que suceden.
Por ultimo, tengo la mala fortuna de que la Agencia Federal de Investigaciones me han investigado simplemente por llevar los apellidos sinonimos de los famosos hermanos narcotraficante
Luis Fernando Arellano Felix

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Navegando en medio de una tormenta y el ejemplo de José

En estos días y en todas partes, sentimos que navegamos en medio del Oceano revuelto (la vida diaria en el mundo) contra la fuerza de la tormenta ( la recesión mundial) que amenaza hundir nuestro barco (Nuestras posesiones materiales) o teniendo que tirar mucho bagaje para que no se hunda nuestra nave, (devaluaciones) sentimos que trabajamos mas y obtenemos menos por nuestro trabajo, y no sabemos cuando acabará esto, pero, pensemos por un momento  ¿Qué personaje de la Biblia pudo pasar por una crisis peor que ésta y cómo hizo paras salir de esto?

Pensando un poco fácilmente encontraremos el ejemplo de José, el hijo del Patriarca Jacob  en una situación increible de angustia tal como lo relata El Cap. 40 y 41 del Genesis.

Lo resumimos asi; Vendido por sus hermanos, vendido como esclavo en el país más idólatra, encerrado en la cárcel por defender su honor, acusado falsamente y aparte cuando parecía que  que podía salir al interpretar los sueños de un panadero y un copero y al pedir ayuda al copero para que interceda por él, fue abandonado en la prisión por 2 años más.

¿Podemos imaginar una situación más terrible? Dado por muerto por su padre, odiado por sus hermanos siendo hijo predilecto, ahora es esclavo y encerrado en prisión llevando en ese momento 10 años encerrado.

Pero desde el fondo de su angustia, con todo el tiempo del mundo pudo reflexionar y darse cuenta de sus errores, sólo señalaré algunos de los que reconoció, Que había errado al pedir por medio del copero su liberación sin mencionar ni pedirle a su Dios, que lo que había padecido, intuía que era para bien y ademas por errores que había hecho con sus hermanos y así dentro de su prisión se liberó primero asi mismo y estuvo preparado espiritualmente desde el fondo de la carcel para lo que vino después.

Al salir de la prisión el faraón involuntariamente le hace la primera prueba al preguntarle esto;  «Yo he soñado un sueño y no hay quien me lo declare, mas he oído decir de tí que oyes sueños para revelarlos»

«Fuera de mí el hacer tal cosa» Nos revela el original hebreo en su traducción, con el riesgo enorme de que el faraón lo vueva a encerrar por su atrevimiento de mencionar a un Ser mas grande que el faraón , el faraón no se molesta y lo escucha y ya sabemos lo que pasó después.

De un momento a otro José pasa de ser esclavo y prisionero pasa a ser 2o. del faraón todo gracias a priviligiar el honor a Dios y sujetarse al El y cumplir Su voluntad.

Ojalá nos sirva este ejemplo para que nos guíe en nuestra senda desde el fondo de nuestros problemas.

Resp. 421 – Muerte por Vida

Grecia nos consulta:

Shalom More, espero este bien en todo! hace unos dias le preguntaron si era permitido dar la vida por otra persona.. la verdad me quedo la inquietud. de saber ¿En que casos es permitido dar la vida por otro ser humano? ¿cuando es valido y cuando no?… de antemano Muchas Gracias!! Shalom!
Shira Sánchez, 20 años, estudiante de Educación, S/C,Táchira, Vzla

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Resp. 409 – Dar la vida por otro

edwin mahecha nos consulta:

Buena tarde Moré.
Para no hacer muy extensa esta pregunta, quisiera saber, ¿es permitido o no para cualquier persona dar o poner en riesgo su vida por la de otra? Gracias.
Edwin Mahecha – Colombia

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Efectos del cannabis resumen

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RESUMEN

 

A) Efectos agudos.

1. Ansiedad, disforia, pánico y paranoia. Especialmente en nuevos consumidores.

2. Alteración de la atención y de la memoria y déficit psicomotor.

3. Posibilidad o aumento de riesgo de accidente de tráfico.

B) Efectos crónicos

1. Síndrome de dependencia que se caracteriza por incapacidad para abstenerse o para controlar el consumo de droga.

2. Formas sutiles de alteración cognitiva que afectan la atención y la memoria, que persisten mientras los consumidores permanecen crónicamente intoxicados.

3. Alteración en la formación y educación de los adolescentes pues su aprendizaje puede ser limitado.

4. Aumento de riesgo de esquizofrenia y psicosis graves.

5. Aumento del riesgo de trastornos depresivos y síndrome amotivacional.

6. Entre los que comienzan a edades tempranas aumenta el riesgo de progresar a un uso duro del cannabis o de otras drogas.

 

Para terminar, es preciso no olvidar la influencia que determinados planteamientos ideológicos pueden tener sobre estas investigaciones. Así, es intrigante comprobar que –contrariamente a las conclusiones del metanálisis de Arsenault (2004) – en otra versión sistemática sobre los posibles efectos psicológicos del consumo del cannabis, realizada por Macleod y Cols[1], los autores concluían que “la evidencia científica disponible no apoya fuertemente una importante relación casual entre el uso del cannabis por jóvenes y riesgos de daños psicológicos, aunque tampoco excluye la posibilidad de que dicha asociación exista”. Añaden finalmente, como única recomendación, que “a la vista del uso extendido del cannabis, son necesarias mejores evidencias”. Estos investigadores se limitaron a cuestionar los resultados de los grandes estudios epidemiológicos, entonces disponibles que mostraban un mayor riesgo de desarrollar depresión, o esquizofrenia asociado al consumo del cannabis, simplemente enumerando todos los posibles sesgos conocidos en la epidemiologia y dejando caer la sospecha la sospecha de que estos sesgos pudiesen explicar los resultados. No consideraron en su justa medida, los intentos que habían realizado los autores de los estudios epidemiológicos que ellos revisaron por prevenir dichos sesgos. Por ejemplo, los autores de los estudios epidemiológicos habían sido cuidadosos para realizar un ajuste por el consumo simultáneo de otras drogas, o por factores sociales asociados a problemas psicológicos antes de iniciar el consumo de cannabis. Cuando, tras el ajuste estadístico, las medidas de asociación seguían indicando que la exposición a cannabis era un claro factor de riesgo.

Llama la atención que los autores de la revisión se resistieran a realizar un metanálisis cuantitativo y que además la conclusión a la que llegaron contradijese a la del otro metanálisis disponible. Estudios posteriores, se puede desprender que, efectivamente existe al menos suficiente evidencia del daño psicológico que produce el consumo lúdico del cannabis. Existe claramente una “resistencia ideológica” a aplicar este tema el mismo principio que se viene aplicando habitualmente en salud pública a otras graves amenazas para la salud de la población, es decir “hasta que no sepamos mas, lo mejor es no consumir cannabis en absoluto”[2].


[1] Macleod J, Oakes R, Copello A, Crome I, Egger M, Hickman M, Oppenkowski T, Stokes-Lampard H, Smith GD, Psychological and social squeal of cannabis and other illicit drug use by young people: a systematic review of longitudinal, general population studies. Lancet 2004; 363: 1579-88

[2] De irala J, Ruiz-Canela M, Martinez-Gonzalez MA. Causal relationship between cannabis use and psychotic symptoms or depression. Should we wait and see? A public-health perspective. Med Sci Monitor 2005 (en prensa)


Constructores de hecho y no de palabra

Recientemente leí en un diario la noticia de la detención de un falso sacerdote que había estafado  a algunas familias y profesionales de buen corazón que le ofrecieron su ayuda tanto económica como profesional para la creación de un hogar destinado a  niños en riesgo social.Un detalle fue que al allanar la casa donde se hospedaba, junto con encontrar libros religiosos,la policía halló material pornográfico descargado vía internet.No es mi intención juzgar al sujeto, pues yo he cometido muchos errores que  me alejan de ser un ser humano perfecto, pero debo decir que así como él hay muchos que se aprovechan de la confianza y fe de la gente para satisfacer sus intereses.

Hay muchas personas hoy en día  que han perdido el encanto de vivir y necesitan algo o alguien que les de esperanzas de que las cosas van a mejorar y que su existencia no ha sido en vano y  que tiene un sentido.En algunos casos es por la indiferencia que hay entre los miembros de su familia que en vez de amarse sinceramente, parecieran estar  juntos por rutina u obligación.En otros es por decepciones personales ya sea de amigos, parejas ,matrimonios o bien por el sufrimiento provocado por una enfemedad u otro perdida importante.Otras igualmente importantes podrían ser la cesantía violaciones, maltratos,etc.

Como sabemos la vida no  siempre es como uno quiere que sea,bien sea por causa de nuestras propias decisiones o por lo que pasa en nuestro entorno.Creo que si tomaramos en cuenta  la presencia del Eterno y el cumplimiento de sus preceptos,nuestra perspectiva de la vida sería distinta y nuestras sociedades serían más justas. De hecho, en muchos gobiernos  a través de la historia (como los de Nerón,Hitler, Stalin,etc), no se he respetado el cumplimiento de los mandamientos universales dados por el Altísimo y esto ha generado divisiones, inequidad social, violencia, intolerancia,etc, que han afectado las vidas de muchas personas que sólo quieren vivir tranquilamente y que al estar en tal situación se sienten perdidas.Si las naciones dejaran sus armas, ambición y soberbia, y se preocupran del bien común y la hermandad, sin duda alguna el mundo sería un lugar mejor.Nuestras sociedades serían mas equitativas, respetuosas,seguras,felices y productivas de lo que son ahora.

Esto no es una utopía y será real cuando estemos en la era mesiánica,anunciada por los santos profetas al pueblo de Israel.Mientras tanto, no se puede llorar sobre la leche derramada y en la medida de nuestras posibilidades, debemos procurar construir shalom con los dones que a cada uno el Eterno le ha dado y con la puesta en práctica de  los  7 mandamientos universales y sus ramificaciones.Que Dios los bendiga mucho.Shalom.

                                                                   Fabián Sepúlveda Morales


Efectos del cannabis sobre la salud mental 2

Segunda parte del articulo… se los recomiendo. Y ya saben cualquier duda, comentario, sugerencia, queja, etc pueden hacerlo sin ningun problema. Saludos!!

 

Síndrome amotivacional

· Se define como un estado de pasividad e indiferencia, caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales[1]. El consumo del cannabis durante años esos signos persistirán una vez interrumpido dicho consumo.

· El paciente se vuelve apático, sin energía, sin interés, suele ganar peso y parece extremadamente perezoso. Desgana para hacer cualquier actividad prolongada que requiera atención o tenacidad.

· Dificultades para el estudio y aprendizaje[2], afecta sus reflejos, actividad motora y capacidad de coordinación.

La existencia de este síndrome no ha sido discutida, pero si su naturaleza crónica[3], y la DSM IV no lo recoge como entidad nosológica independiente, pero si refleja que en consumidores crónicos puede aparecer un síndrome distimico que cursaría con letargia, anhedonia[4], y alteraciones de humor.

 

Trastornos inducidos por el cannabis

Intoxicación aguda. En este cuadro encontramos síntomas físicos como boca reseca, taquicardia, aumento de la presión arterial inyección conjuntival, aumento del apetito, sequedad de la boca, cierta torpeza en la coordinación del movimiento y el equilibrio, y reacciones o reflejos lentos2. Síntomas psíquicos más frecuentes son cambios conductuales con euforia y ansiedad, síntomas de suspicacia e ideación paranoide, sensación de lentitud en la percepción del tiempo y retraimiento. Aumento en la sensibilidad a los estímulos externos, los colores se perciben más brillantes y los sonidos más intensos, psicosis breve. A dosis más altas pueden darse episodios de despersonalización o desrealización[5].

Estados psicóticos persistentes (psicosis cannabica). Hoy en día continua vigente la controversia[6], sobre si el consumo prolongado de dosis elevadas de THC (tasa en sangre mayor de 15 mg) origina psicosis típicas o se trata del primer episodio de una psicosis funcional (esquizofrénica o afectiva) coincidente con la intoxicación cannibica.[7] [8]

En el estudio de Dunedin se encontró que los individuos que consumían cannabis a las edades de 15 y 18 años tuvieron tasas elevadas de síntomas psicóticos a los 26 años en comparación con los no consumidores. El efecto fue más fuerte con el consumo más temprano.[9]

Un riesgo dos veces mayor de desarrollar en el futuro esquizofrenia grave, después de ajustar por 13 posibles factores de confusión. Se estima que alrededor del 8% de esquizofrenias podrían prevenirse mediante la eliminación del consumo de cannabis.

 

Efectos del cannabis en pacientes con predisposición esquizofrénica

La OMS admite que el consumo persistente de THC en relación con la esquizofrenia[10], precipita su inicio, sobre todo en quienes empezaron a exponerse a cannabis antes de los 18 años. El consumo de cannabis es más elevado en la población esquizofrénica que en la población en general.

El cannabis aumenta el riesgo de sufrir síntomas psicóticos[11] en especial las alucinaciones e incrementa los trastornos de conducta y la agresividad, y dificulta el tratamiento, con un mayor grado de incumplimiento terapéutico (respecto al tratamiento de la enfermedad y al de la dependencia) y un aumento en el numero de la hospitalización.


[1] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edición, Barcelona, 1991: 91-101

[2] Hall W, Solowij N, Lemon J. The health and psychological effects of cannabis use. National drug strategy Monograph series no. 25. Australian Government publication service, Canberra, Australia. 1994.

[3] Sole J. Tratamiento del paciente cannabico. Adicciones 2000; 12 (supl 2): 301-314.

[4] Bovasso GB. Cannabis abuse as a risk factor for depressive symptoms. Am j psychiatry 2001; 158:2033-2037.

[5] Mathew RJ, Wilson WH, Humphreys D, Lowe JV, Weithe KE. Depersonalization after marijuana smoking. Boil psychiatry 1993; 33:431-41

[6] Negrete JC. Effect of cannabis use on health acta psiquiatr psicol am lat 1983; 229:267-76.

[7] Court JM. Cannabis and brain function. J paediatr child health 1998; 34:1-5

[8] Campbell J. cannabis: the evidence. Nurs stand 1999; 13:45-7.

[9] Arseneault L, Cannon M, Poulton R, Murray R, Caspi A, Moffitt TE. Cannabis use in adolescence and risk for adult psychosis: longitudinal prospective study. Bmj 2002; 325:1212-3

[10] Division of mental health and prevention of substance abuse. World health organization. Cannabis: a health perspective and research agenda. WHO/MSA/PSA/97.4, English only distr: general, Geneva, 1997

[11] Schuckit MA, segal DS. Opiod drug abuse and dependence. En: braunwald E, Fauci AS, Kasper DL, Hauser S, Longo D, Jameson J (eds.) Harrison’s Principles of internal medicine textbook. 15th edition. New York: McGraw-Hill, 2001.


Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.

Efectos del cannabis sobre la salud mental

Bueno, este artículo lo tenía mi novia Norma (estudiante de medicina) y en verdad me pareció que valía la pena publicarlo. Como el articulo me pareció muy largo he decidido dividirlo en 3 partes, para que puedan leerlo tranquilamente y sin aburrirse.

Preguntas, traumas, aclaraciones, dudas, pueden hacerlas, yo no sé las responderé sino Norma hehehe, saludos!

 

El cannabis ha sido considerado a veces como una droga relativamente menos peligrosa que otras, además que se le han atribuido otras finalidades como la creatividad en distintas áreas como en la música, el arte, el pensamiento, etc. Además de buscar efectos terapéuticos (analgésico, anticonvulsivo, sedante, antidepresivo, etc.). Sin embargo, en los últimos años existe una creciente evidencia epidemiológica de la existencia de efectos adversos a la salud psíquica a medio y largo plazo, además de los derivados de la dependencia y abstinencia.

 

Trastornos psiquiátricos en consumidores de Cannabis

 

Hace poco mas de 50 años (1948) la Organización Mundial de Salud (OMS) llego a la conclusión de que el uso de cannabis era peligrosa física, mental y socialmente, pese a ello hoy nos encontramos ante un fenómeno de tolerancia social en el que el consumo de cannabis se ha desmadratizado y desmitificado.[1]

Hace años, algunos autores señalaban que su uso intenso y prolongado (100 a 300 mg/día durante más de seis meses) producía en adultos deterioro mental y físico y en adolescentes impedía la adecuada maduración de la personalidad.[2]

En las más recientes clasificaciones internacionales de trastornos mentales[3] [4] se recogen diversos cuadros psiquiátricos inducidos por cannabis (Abuso, intoxicación, delirium, dependencia, trastorno psíquico), sin embargo estos cuadros comparten diagnósticos con otras drogas, por lo que son poco específicos.

 

Consecuencias del consumo de cannabis a largo plazo

El consumo frecuente de cannabis se asocia a una conducta desadaptativa. Es común que las personas que usan la marihuana sientan gran interés por estímulos visuales, auditivos, o gustativos, de que de otra manera serian ordinarios. Los sucesos triviales podrían parecer sumamente interesantes o graciosos. El tiempo parece transcurrir mucho mas lento, y a veces la droga puede causar sensaciones intensas de hambre y sed.

· La marihuana deteriora la memoria a corto plazo.

· Con el uso de las variedades más potentes de la droga, pueden surgir problemas para realizar incluso tareas sencillas.

· La droga afecta las percepciones y los reflejos, también pueden ser causa de accidentes de tráfico.

· Aumenta la propensión a conductas de riesgo para adquirir enfermedades de transmisión sexual.

· El seguimiento de personas expuestas a tetrahidrocannabinol (THC) desde el inicio de la adolescencia demostró que en 5 años después eran más propensos a abandonar los estudios e involucrarse en otras drogas.

Dependencia y síndrome de abstinencia

El debate sobre la capacidad adictiva del cannabis es un tanto artificioso, ya que en animales presenta claramente tolerancia, síndrome de abstinencia y provoca dependencia. Estudios en animales y humanos demostraron efectos leves de tolerancia[5] y que la supresión del consumo de THC se acompañaba de un conjunto de síntomas característicos, con una duración media de 8 días[6] [7].

Su alta liposolubilidad se traduce a una vida media de aproximadamente siete días lo que impide una caída brusca de concentraciones plasmáticas, responsable de la aparición brusca e intensa de la abstinencia. El organismo puede tardar un par de meses en quedar totalmente libre de THC. Por otra parte su similitud clínica con cuadros ansiosos o depresivos facilita que pase desapercibido.

En 1999 se publicaron dos trabajos [8] [9] que demostraban que el consumo de cannabis a dosis crecientes generaba síntomas de abstinencia que diferían en función de que fuese fumado o ingerido vía oral. Eso se deduce que una de las causas para seguir consumiendo cannabis es evitar la aparición del síndrome de abstinencia. Por otro lado el placer asociado a fumarlo puede convertirse en un importante refuerzo psíquico[10].

La clínica del síndrome de abstinencia del cannabis es variada y depende de la dosis, el tiempo y la frecuencia del consumo y la personalidad previa [11] 9. En consumidores diarios de cannabis durante más de 70 meses apareció ansiedad, tensión, insomnio, anorexia, cansancio, dificultad de concentración, irritabilidad disforia y agresividad[12], así como síntomas y signos físicos (sudoración, temblor, mialgias, nauseas y diarreas)7.

Existe un deterioro social, laboral y físico desarrollando un menor logro educativo y un empeoramiento de la calidad de vida[13]. El mayor riesgo de desarrollarlo se da en aquellos consumidores crónicos que suspenden bruscamente el consumo de cannabis[14].

Se encontró que un 35% de los usuarios afirmaban que no pudieron dejar el consumo cuando quisieron, el 24% continuaron usándolo a pesar de los problemas que atribuyeron la droga y el 13% sintieron que no podían controlar su consumo. Por tanto, se puede concluir que el cannabis provoca síndrome de abstinencia, es decir produce dependencia física.

En un estudio con 200 usuarios experimentados, entre un 62% y un 77% presentaban signos de dependencia de acuerdo con cuatro protocolos distintos[15].

Sobre otra muestra de 229 usuarios apareció dependencia en un 78.6% y síndrome de abstinencia en dos tercios. En otro trabajo con 243 consumidores con frecuencia de consumo de 3-4 veces por semana encontró una dependencia del 57% según criterios del DSM-III-R[16]


[1] World Health Organization. Programme on substance abuse. Cannabis: a health perspective and research agenda. World Health Organization, Geneva, 1948.

[2] Nahas G. Haschis, cannabis et marijuana. Premier edition, Vendome (France), Presses Universitaires de Fance 1976: 243-95.

[3] Organización mundial de la salud. F10-F19 “Trastornos mentales psicotrópicas”. En decima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnostico. Editorial Meditor y JJ Lopez Ibor, Madrid, 1992. Pp 97-112

[4] DSM-IV-TR. Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales. Ed Masson. Barcelona, 2002.

[5] Adams IB and Martin BR. Cannabis: pharmacology and toxicology in animals and humans. Addiction 1996; 91: 1585- 1614

[6] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edicion, Barcelona, 1991: 91-101.

[7] Wiesbeck GA, Schuckit MA, Kalmijn JA, Tipp JE, Bucholz KK, Smith TL. An Evaluation of the History of a Marijuana Withdrawal Syndrome in a Large Population. Addiction 1996; 91:1469-1478.

[8] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following smoked marijuana in humans. Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 395-404.

[9] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following oral THC administration to humans. .Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 385-94

[10] Navarro M, y Rodriguez de Fonseca F. Cannabinoides y conducta adictiva. Adicciones 2000; 12:97-108.

[11] Brook J.S, Balka E.B, Whiteman M. The risk for late adolescence of early adolescent marijuana use. Am J Public Health 1999; 89: 1549-54.

[12] Kouri EM, Pope HG Jr, Lukas SE. changes in aggressive behavior during withdrawal from long-term marijuana use. Psychopharmacology.

[13] Gruber AJ, Pope HG, Hudson JI, Yurgelun-Todd. Caracteristicas a largo plazo de los consumidores de cannabis: un studio de casos controlados. Psychological medicine 2003; 33:1415-1422.

[14] Thomas H. A community survey of adverse effects of cannabis use. Drug alcohol depend 1996; 42: 201-7

[15] Swift W, Hall W, Copeland J. Characteristics of Long-Term Cannabis Users in Sydney, Australia. European Addicction Research 1998; 4:190-197.

[16] Swift W, Hall W, Didcott P, Reilly D. Patterns and Correlates of Cannabis Dependence among Long-term. Users in an Australian Rural Area. Addiction 1998; 93: 1149-60.

¿Eres como el carnicero?

Hace mucho tiempo había un carnicero en un pueblo que se acerco al Rabino para que él le revisara una vaca y le dijera si era Kosher (apta para el consumo) o no. En ese tiempo en Europa para un carnicero ese tema era de mucho temor; pues si el Rab dictaminaba que la vaca no era Kasher, la pérdida monetaria podía dejarlo fuera del negocio. Sus temores se hicieron realidad y la vaca fue declarada no-kasher, aun así el carnicero acepto la decisión sin mucha queja.
Unos meses después, el mismo carnicero se vio en una disputa con uno de sus vecinos, pero la suma de dinero por la que esta vez peleaba no era ni comparable a la de la vaca, ni siquiera ponía en el más mínimo riesgo su estabilidad monetaria. El mismo Rab escuchó la situación y dio su fallo a favor del vecino del carnicero.
Otra vez el carnicero había salido perdiendo, pero esta vez explotó, se puso pálido, se enfureció y reclamo incluso diciendo que no aceptaba la decisión del Rabino. Todos en la ciudad se sorprendieron. ¿Qué sucedió?, hace unos meses en algo más serio para su estabilidad no hubo queja alguna; pero esta vez por una miseria había hecho un alboroto tremendo. Nadie podía entenderlo así que fueron con el Rab para recibir una explicación.
El Rab sonrió tristemente y dijo: “esta es la razón del porque la gente no puede hacer la paz; cuando el carnicero perdió la vaca, aunque era una pérdida económica inmensa, nadie ganó. Pero en este caso, a pesar de que perdió muy poco, su vecino ganó, y eso el carnicero no lo pudo soportar”.
Usualmente cuando tenemos problemas con alguien, nos engañamos a nosotros mismos creyendo que hay situaciones terribles y muchas cosas en juego, cuando en realidad lo que podemos perder es mucho mayor que por lo que estamos peleando; y lo que hacemos en convertirlo en una lucha de egos , y todo se reduce a ¿Quién va a ganar?
Por esa razón antes de tener una discusión con tu esposa, tus padres, amigos, etc.; tomate cinco segundos y pregúntate si discutes para ganar o para solucionar, si quieres construir o destruir, si quieres paz o guerra.
Aprendamos como dice el moré, a construir shalóm porque… “la paz es preferible a todo” (Sifrí Bejucotai).

Que pasen un hermoso septimo día lleno de paz.