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Resp. 285 – Milagros

azul0305 nos consulta:

1- Los milagros existen?
2- Se pueden pedir milagros?
3- Por qué D-S permite el sufrimiento físico?
4- Antes tenía respuestas, ahora me quedé sin ellas.
azul0305

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La clave para la frase

Descifra el mensaje oculto por favor.

npmbit fe tfsudvsutopd

¿Sabes lo que dice?
(Más abajo te lo traduzco).

Supongo que la gente especializada en criptografía, no sé, quizás el amigo Juan Mayorga, o alguna otra persona con conocimientos técnicos y tiempo podría descubrir la muy simple clave que empleé para escribir esta frase conocida.

Pero en general, la gente del llano se cansará pronto y pasará a otra cosa.

Ahora suponte que por X razón te hacen creer que tu vida en Este Mundo y también en la Eternidad depende de que la conozcas y la pongas en práctica.

Por supuesto que harás un enorme esfuerzo para encontrar la clave correcta, que solamente posee el autor posee y aquellos a quienes el autor ha hecho depositarios del secreto.

Sumidos en desesperación, llevados por sus fantasías, o con ánimos no muy nobles, habrá gente que comenzará a inventar significados y asociaciones.
Dirán que es en un idioma añejo y perdido, solamente reencontrado por ellos.
O dirán que la palabra fe, claramente designa la «fe», el resto lo irán inventando según sus necesidades.
Y así, miles de opiones y maestros, con cero veracidad o certeza.

La verdad permanecerá firme entre los poseedores de la clave, y nadie más.

¿Es correcto lo que te estoy diciendo?

Ahora bien, el conocimiento de la Torá, qué implican las sus palabras, las asociaciones correctas, los sentidos, la verdad NO está entre los pastores, curas, iglesias, Papas, obispos, misioneros, evangelistas, apóstoles, falsos profetas del cristianismo, falsos rabinos de los falsos judíos mesiánicos.
El verdadero sentido de la Torá se encuentra exclusivamente entre quienes son sus verdaderos dueños: los judíos, entre aquellos judíos que han mantenido la clave de interpretación fielmente durante miles de años.

Cualquier otra supuesta interpretación, no deja de ser un torpe intento de apropiarse de lo que no le corresponde, a alguien que no debe, por motivos seguramente que no muy santos.

Por tanto, todos esos textos de interpretación «bíblica», apuntes de escuelas dominicales, prédicas desde los púlpitos, libros de consagrados pastores, etc., etc. mejor que los uses para fines positivos, tales como encender la estufa en invierno.

Simplemente, porque ellos no son dueños de la Torá, ya que no son judíos.
Simplemente, porque ellos carecen por completo de las herramientas espirituales y de las claves correctas para siquiera comprender el texto en su simpleza literal.

Por esto tampoco tú, amigo noájida, estás habilitado a estudiar Torá/Tanaj. Solamente las porciones que la Tradición indica como permitidas para ti, y de la mano de maestros judíos, que sepan de Torá y de reglas para los noájidas.
Cuando tomas entre tus manos «biblias», estás poniendo en serio riesgo tu vida eterna, no lo olvides.

¿O acaso tienes la impertinencia de considerte hijo de Israel, fidedigno alumno de maestros de Torá que mantienen fielmente las claves correctas de interpretación?

Llegados aquí, ¿ya sabes lo que escribí en la frase secreta?

Si no lo sabes, ¿cómo pretendes que alguien penetre en el conocimiento de las cosas de Dios, que es un poco más complejo que una simple frase, escondida por un simple maestro?
La profundidad de la clave de interpretación de Torá es inmensamente más compleja, inmensamente más trascendente, inmensamente más extenso el sagrado texto para descubrir.

Humildad, amigo noájida, esa es una de las claves para desarrollar tu personalidad…
Apego a un maestro de Torá, a tu moré.
Confianza y trabajo constante, para cumplir con tu parte en la obra del Eterno, que es la construcción de Shalom… ¿te parece poco?

Ahora la interpretación de la frase.

Dice «constructores de shalom».
Le he sumado una letra a cada letra, ejemplo, la a es b, la b es c, la y es z, etc.
Queda: dpotusvdusft ef tibmpn.

Luego la he dado vuelta.
¿Simple no?
Estremecedor, ¿no?

Resp. 283 – Biblia e identidad noájica

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Tengo una duda respecto a la biblia,
1- yo puedo seguir leyendo el antiguo testamento,
2- porque a mí los salmos me gustan mucho,
3- que veo en el libro de rezos que hay algunos,
4- Isaías tiene muchisimas eseñanzas, Job…bueno todos.
5- Sólo que mi biblia nombra a D-S como jehová,
6- que tampoco sé porque está mal. Me pueden ayudar a discernir?
azul0305

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Lo que el Eterno nos da II

En la primera parte me había referido a la frase »Di-s le da pan a quien no tiene dientes», como una queja hacia el Creador, porque o tal vez actuó con injusticia porque no poseemos aquello que el prójimo »inmerecidamente» tiene, o porque tal vez creemos que por nuestro esfuerzo merecemos aquello que el prójimo tiene, y que creemos que él no lo merece.

Así replique con »Di-s nos da pan que nuestros dientes pueden morder». Luego en los comentarios pensando un poco más expuse que no sólo es queja contra el Creador, sino que puede llevar una connotación prejuiciosa contra el prójimo, de quien no sabemos si en realidad merece o no el pan dado por Di-s, porque sólo El lo sabe…

Para lo cual, a pedido del lic. Ribco y como para pisarle la cabeza a la primer frase diría:

»Que tus dientes sólo muerdan el pan que Di-s te da».

Así evitamos prejuicios, envidia o codicia; y busquemos la alegría de recibir lo nuestro por parte del Creador, sea castigo justo o bendición. Shalom.

Sebastián.

Lo que el Eterno nos da

Muchas veces escucho la expresión (al menos en Argentina) : »Di-s le da pan a quien no tiene dientes», en alusión a que cierta persona puede gozar de placeres supuestamente inmerecidos. Pero, ¿qué sabemos nosotros si es así realmente?, más bien suena a queja contra El, como si hubiera actuado con injusticia, porque tal vez a nosotros no nos toca una vida más cómoda, o más »suertuda», a pesar de los esfuerzos que hagamos…o tal vez porque creemos que lo merecemos.

La cuestión es nunca bajar los brazos para conseguir aquello que queremos, siempre y cuando no contradiga los Mandamientos Universales, ni atente contra lo ordenado por Di-s hacia nosotros; confiar en nuestras capacidades para conseguir nuestras metas, y confiar por supuesto en que Di-s nos brindará una mano (sentido figurado), como el drogadicto al que todos ayudan porque la persona sí quiere salir de la adicción; pero también se trata de ser feliz con lo que Di-s nos da, sean defectos y virtudes, porque si nos hizo de tal o cual manera, sólo El sabe por qué así nos hizo, pero nosotros podemos saber el PARA QUÉ nos hizo así. Entonces sólo debemos confiar en nuestro Creador y por supuesto en nosotros mismos.

Por lo tanto a la frase anterior yo replicaría diciendo: »Di-s nos da pan que nuestros dientes pueden morder»

Shalom.

Sebastián.

Bueno es agradecer

Cantó y enseñó el inspirado salmista:

«Bueno es agradecer al Eterno,
cantar a Tu nombre, oh Altísimo.

Anunciar por la mañana Tu misericordia
y Tu confianza en las noches»
(Tehilim / Salmos 92:2-3)

Bueno es agradecer al Eterno.
Bueno es agradecer, a todos.
Especialmente al prójimo, porque Hashem no precisa de nuestro sincero y humilde «gracias», pero tal vez el compañero sí. El prójimo es persona, padece, necesita, y en ocasiones lo que precisa es el reconocimiento/agradecimiento.

Malo, muy malo es faltar al agradecimiento.
Pésimo es traicionar al que nos ha entregado bondad.

Pero bueno, muy bueno es cantar las gracias por TODO lo que recibimos de parte del Eterno.
Anunciamos por la mañana, cuando estamos bien, cuando nos rodea la armonía, cuando andamos alumbrados, anunciamos entonces la misericordia celestial. Pues estamos complacidos, gratificados, satisfechos.

Sin embargo, en las noches, durante el exilio, en momentos de dolor, cuando la amargura y el desconcierto nos rodean, no podemos dejar de reconocer que Hashem confía en nosotros. Sí, así como lo oyes, Él confía en ti, aunque estés rodeado de oscuridad, aunque tus actos sean de sombras, aunque te comportes como rebelde (y cuánto más como leal), él confía en ti.
Por eso sobrevives a la noche, superas la angustia, no te corroe hasta la extinción el abismo.
Porque el deposita Su confianza en ti.
¿Lo defraudarás, además de todo?

Estás en la noche, pero no estás en soledad, porque Hashem está contigo
No solamente como un circunstancial vecino, sino apoyándote, confiando en ti, para que te levantes luego del tropiezo y continúes tu marcha.

Bueno es agradecer al Eterno.
Bueno es agradecer por todo, por lo que valoramos como bien, por lo que nos parece malo.

Bueno es agradecer.

Moré

La Palabra que Dios dictó y que fielmente escribió Moshé (Moisés) se denomina Torá. Estos son los Cinco Tomos de Moshé, el Pentateuco, la base fundamental e inmodificable del judaísmo y la fuente de vitalidad del noajismo.
Es la Torá lo único que expresa directamente la Palabra de Dios, sin mediaciones, sin confusiones, sin dudas.
No ocurre lo mismo con los libros de los profetas, mucho menos con los libros de inspiración divina (tales como Salmos, Cantares, Daniel, entre otros). Pues estos libros si bien parten de profecías o de inspiraciones del Eterno, no son las palabras dictadas directamente por Dios, sino a través de sus santos varones, fieles y fidedignos, pero humanos al fin.
Así pues, la Torá ES la única Palabra de Dios.

Él le ha dado al pueblo judío, en exclusividad, la Torá, en dos vertientes: la Escrita (los cinco tomos que comprenden Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) y la Oral, que es la Tradición fiel mantenida por los sabios, rabinos y el pueblo judío que se ha mantenido leal al Eterno y Su Palabra.

Torá erróneamente ha sido traducida como «Ley», por el nefasto inventor ajeno, generalmente cristiano, que se atrevió a blasfemar creando espurias obras que se pretenden traducciones del santo y eterno legado del pueblo judío.

Pero, en los hechos la Torá es mucho más que Ley.

La palabra Torá significa «instrucción». Es el manual de vidas, que instruye fielmente cómo vivir en Este Mundo y alcanzar la plenitud en la Posteridad.

La voz Torá también se relaciona profundamente, en el idioma original, con el vocablo «Luz», pues además es la única Luz válida para el espíritu.

Ninguna creencia, idea, costumbre que no provenga de la Torá es espiritual.
(Por lo que el rebelde nuevo testamento no tiene ni un ápice de espiritualidad, tal como tampoco el Corán, los versos del Zen, las doctrinas budistas, etc. NADA de esto es espiritual, por más extraños rituales y pomposas palabras empleen).

Pero, hay una palabra más que está unida de raíz con la palabra Torá, y es «Moré».
Moré se traduce como maestro. Pero en su sentido original es el que instruye en Torá, el que muestra el camino de Luz, el que está capacitado para andar sin tropiezos y ayudar a otros a caminar por la buena senda.

El Moré instruye, aconseja, orienta, conduce, guía, enseña, rectifica, critica, corrige, ayuda, sostiene, abraza, aparta y atrae.
El Moré es que ha dedicado su vida al estudio verdadero y profundo de la Torá, para luego conducirse de acuerdo a sus instrucciones e instruir con fidedigna justicia a los que le siguen.

Por tanto, el Moré es el capitán de la nave, el timonel, aquel que conoce el mapa, que sabe navegar, que estudia para no tropezar con escollos ocultos o evidentes.

Por supuesto que el Moré es persona, y no sabe todo, no puede todo, no siempre hace todo bien, pues no hay persona que no yerre.
Pero, la misión del Moré es traer Luz, orientar, cómo pueda y sepa.
Le guste a quien le guste, le pese a quien le pese.
En tanto en la nave hay un Moré, su palabra debe ser admitida. No por sumisión, como si fuera un pastor, sino por reconocimiento a su rol, a sus estudios, a su honestidad intelectual y emocional.
El Moré es el capitán, y quien no acepte su autoridad puede comentar en privado y con respeto al respecto, o puede apartarse, pero no tiene derecho a sabotear la nave para beneficio personal. Pues, la actitud saboteadorea, aunque caristmática y populista, es la de Koraj (Coré), quien se enfrentó al Moré de su generación, para terminar hundido en lo más hondo de sus pecados y horrores.

Cuando el Moré se equivoca, o eso uno considera, debe hacérselo ver, con respeto, en privado, con corrección. Porque eso es lo correcto.

Atención que reitero que no se debe ser una oveja sumisa, no se debe aceptar todo con un «amén hermano». Pero, cada cual tiene un rol, y si todos quieren jugar a ser el timonel, la nave se estrella, la misión se pierde, el conflicto se suscita.

Para terminar, este Moré anhela que lo corrijan, que le enseñen sus discípulos, pero siempre y cuando esto se haga con respeto, no con atrevimiento, con agresividad, con injusticia, con malicia, por las espaldas. Porque actuar de esta manera, no es de constructor de shalom, sino de egolatría: idolatría del ego.

Este Moré es el primero en querer mejorar, en acepar sus errores (cuando realmente lo son), el primero en reconocer que está limitado y no sabe ni puede todo.
Por eso el trabajo y compañía de los amigos y discípulos es fundamental.

Aprendamos a construir Shalom, pues hasta los 120 años, hasta el día de la tumba tenemos cosas para aprender, para mejorar, para construir.