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Te concedo tu deseo

Todo deseo es deseo de poder.

¿Por qué?
Porque nos sentimos impotentes desde el inicio y a lo largo de nuestras vidas.
Infinidad de sucesos nos demuestran nuestra limitación, nuestra debilidad, nuestra fragilidad.
De hecho, la sombra de la muerte es la más constante presencia, cada segundo más cercana, y que ratifica sin dudas la máxima expresión de nuestra impotencia.
A esto se le suman los pensamientos, creencias, sentimientos de impotencia, que se suman a los hechos concretos, que nos envuelven en una red de sensación de inoperancia, de fatiga, de vacío, de temporalidad dolorosa.
Oh sí, es terrible, pero allí está siempre presente la impotencia.
En las cosas grandes, como la muerte, la enfermedad terminal, los avatares de la naturaleza, las catástrofes, o en las cosas menudas, como las que nos pasan todos los días, muchas veces por día. Perder las llaves, olvidar una cita, que alguien nos contradiga, equivocarnos, perder el tren, tropezar sin lastimarse. En el medio las otras situaciones de impotencia, ni tan terribles, ni tan simplonas.

Para paliar esa amarga realidad, ese sueño persecutor, esa sensación de ser como una hormiga, para evadirnos de nuestra condición es que deseamos.
Deseamos poder.
Poder en forma de dinero, dominio, mando, renombre, placeres, lujuria, lo que pertenece a otro.
Sí, el deseo es una forma de paladear la sensación de ser poderosos, de estar sobre otro, de usurpar un lugar, de ser otro, de huir de la muerte, de escapar de nuestra escasa importancia.
Deseamos, y nos creemos como dioses.
Nos vemos como si el mundo, el universo, se pusiera a conspirar para hacernos los favores.
Deseamos y nos creemos que Dios correrá a hacernos los mandados, a darnos de todo por milagro.
Oh sí, el deseo, tan presente, tanto como el sentimiento de impotencia.

Y allí, nuestro primer amigo, que luego se transforma en nuestro carcelero y tirano.
El EGO, aquel que nos dio una mano para sobrevivir al comienzo de nuestra vida.
Ese que nos sirve para reaccionar en los momentos en que no hay tiempo para pensar sino para hacer algo primitivo y sobrevivir.
El EGO se hace amo del deseo.
Porque, deseo y EGO nacen juntos, al momento en que nacemos al mundo y sufrimos el espanto de la impotencia original.

¿Puedes dejar de desear?
Realmente no.
¿Puedes erradicar al EGO?
Hmmm, no.
Pero sí puedes, y quizás deberías, aprender a vivir con ellos.
Ser tú, a plenitud, con tus deseos y tu EGO, pero siendo tú a plenitud y no como un esclavo del EGO.
Ser tú quien manda en tu vida, quien escoge qué del EGO usar, cuál deseo convertir en acción gratificante pero al mismo tiempo espiritual.

Se puede, sí, se puede.

¿Podría convertirme al judaísmo?… ¿Para qué?

Una buena señora me envía un mensaje consultando por un tema personal, de índole familiar, para lo cual precisaba un asesoramiento desde la perspectiva noájica al cual respondí atentamente.
Era un asunto que no viene al caso mencionar, pero con aristas muy compleja.
Sin dudas para tomar cartas en el asunto y corregir aquello que está fuera de curso.
Se lo hice saber a la señora, con la rectitud necesaria y la amabilidad correspondiente.
Al rato me responde ella con una pregunta, absolutamente fuera de contexto, sin conexión (al menos directa) con el tema tratado anteriormente.
Me pregunta:

  • “Tal vez algún día pueda convertirme al judaísmo???”

Entonces, yo replico:

  • ¿Qué tiene que ver con lo que preguntó antes?
    Y, ¿para qué lo haría?
    ¿Para complicarse más la vida?

Estas tres preguntas tenían una clara intención de mi parte.
Te explico brevemente, en su orden:

  1. Ver si la conversión al judaísmo es vista como una especie de mágica receta para solucionar sus problemas personales-familiares. De hecho, me he encontrado centenares de personas que sueñan con una conversión al judaísmo precisamente por esto, para huir de sus vida en lugar de corregir, enmendar, remediar, crecer con madurez. La ley es muy clara a este respecto, estos motivos personales no ameritan siquiera el inicio de un proceso de aprendizaje para la conclusión en una conversión formal y legal al judaísmo. Como tampoco el pretender cualquier tipo de ventaja o conseguir algún beneficio. El único motivo legalmente, y espiritualmente, válido para la conversión es el querer comprometerse a llevar una vida de servicio a Dios y al prójimo tal y como deben hacer los judíos de acuerdo a la ley judía. No es para sentirse más “cerca” de Dios, ni para tener derechos en la inmigración a Israel, ni para casarse, ni por tener amigos judíos, ni porque Jesús era judío, ni para tener promesa de paraíso como judío, ni porque uno se siente encantado con la identidad judía, ni porque un antepasado fue judío tal vez, ni porque a uno le gusta la música judía, ni porque uno sabe un par de palabras en hebreo, ni… solamente porque uno siente la imperiosa necesidad de cumplir al máximo con los mandamientos y reglamentos que deben cumplir los judíos, y con ello servir a Dios.
  2. Ésta debiera ser una pregunta clave en cada conducta que tomamos o pensamos tomar: ¿para qué hacerlo?
    Haz el ejercicio de preguntarte esto antes de cada cosa que harás, verás que interesante el resultado. Si quieres me lo cuentas luego aquí mismo, en los comentarios.
    De paso, es una obligación preguntarse esto antes de dar un paso fundamental e irreversible, como es la conversión real y legal al judaísmo
    Te pongo un ejemplo, pero te pido que no te quedes “pegado” al ejemplo, es solo eso un ejemplo.
    Si quieres hacer un tatuaje, y eres gentil, puedes hacerlo. No hay ninguna ley espiritual que te lo prohíba. Ahora bien, yo te aconsejo que te preguntes antes: ¿para qué?
    Si tu respuesta es: para tener el nombre de Alberto, mi novio, conmigo toda la vida. Yo te diría, mejor no. ¿Cómo le explicarás a Raúl, tu marido, que tengas en una nalga ese nombre hasta que la muerte los separe?
    Si me dices que quieres el tatuaje para que te acepten tus amigas, yo te diría que tampoco. Si tus amigas no te aprecian como eres y te demandan hacer cosas que tu realmente no quieres, no me parece que sean tan amigas.
    Si me dices para verte y agradarte, yo te diría piénsalo bien, tal vez no precisas ese pedacito de arte en tu piel para ser bella.
    Si me dices para… y así hasta que encuentres tu verdadero motivo.
    Antes de que mi amigo J. Ortiz proteste por tocar el tema de los tatuajes, quiero repetir que es un ejemplo. Lo tomé porque es indeleble, es una decisión de por vida, no hay vuelta atrás, te marca y así te deja. Algo parecido, pero mucho más importante, intenso, profundo, eterno pasa con la conversión al judaísmo.
  3. Sí, ser judío es complicarse la vida. Si no cumples con los mandamientos y reglamentos de la Torá, quizás pareciera que no tanto. Puedes vivir como un gentil, sin cumplir siquiera uno de los 613 mandamientos que la Torá demanda para el pueblo judío. Puedes vivir así y quizás no veas nada complicado en tu vida como judío, porque naciste así, pero sin vivir como tal. Sin embargo, no faltan aquellos que de una u otra forma te recuerdan que lo eres. Existe algo que se llama antisemitismo, algunos le dicen judeofobia, otros le dicen desprecio, odio, malicia contra los judíos. Oh sí, el pueblo judío ha padecido innumerables horrores, y lo sigue haciendo pero un poco más solapado, a causa de las gentes que no los quieren. Entonces, ya de por sí es complicado ser judío. Pero cuando te comprometes a vivir de acuerdo a los mandamientos que te corresponden de los 613, a ser puntilloso con los inacabables reglamentos que detallan como ha de ser tu vida como judío, entonces sin dudas que estás complicando tu existencia muchísimo. Que no puedes comer esto, ni mezclarlo con aquello, ni a tal hora, ni en aquel lugar, ni si tiene esto, ni si le falta aquello. Y no puedes hacer esto, que es lo más simple y normal, pero tampoco aquello, y mucho menos eso otro, aunque ayer cuando eras gentil lo podías hacer perfectamente y no constituía ni una falta contra la ley, ni una conducta maligna, ni acción poco ética ni nada de nada. Simplemente Dios, o los rabinos a cargo, dijeron “no”, y es no, aunque no cause daño, ni dolor, ni nada malo, no puedes hacerlo, y si lo haces estás “pecando”.
    Oh sí, es bello ser judío, pero muy, muy complicado.
    Es tan bello como ser noájida, aunque mis hermanos noájidas tienen un camino mucho más simple y menos alborotado para alcanzar el mismo paraíso…

La buena señora contestó rápidamente:

  •  

    porque dice que es mas complicado?
    no comprendo

A lo que yo le dije:

  •  

    Entonces, ¿no sabe lo qué es ser judío?
    Para empezar, no tiene 7 mandamientos, tiene 613.
    ¿Ya cumple usted los 7?
    ¿Está lista para sumarle 606 más?
    A todo esto, ¿tiene cabal idea de lo que es ser judío?

Sinceramente, tenía la convicción suficiente de que la amable señora quería convertirse a judía, pero no tenía noción de lo que es un judío, que debe hacer un judío, para qué ser judía.
No sé qué hay detrás de su deseo, no me lo dijo. Pero veamos cómo respondió:

  •  

    un pequeña idea.
    comprendo que a todos los que quieren convertirse al juadaismo les ponen muchas trabas
    para ver realmente cual es su interés
    nadie dijo que fuera fácil
    pero creo que lo más importante es que
    Hashem me acepta tal cual soy
    lo importante es instruirse en la Tora y refinar su alma con el cuerpo
    y elevarse al Todopoderoso

Pues bien.
La señora realmente no sabe para qué convertirse ni el tremendo compromiso que eso implica.
Pero se excusa con alguna cosa que oyó por allí: que los rabinos ponen trabas para que la persona demuestre cuál es su interés.
Realmente, no. No es para ello.
Para saber el interés sencillamente se lo preguntan al que desea convertirse. Vean el video que está aquí por favor, y presten mucha atención.

Y luego, confunde aún más las cosas.
Dice que Dios la acepta tal cual es.
Entonces, ¿para qué convertirse?
Realmente no entiendo esta respuesta.
Si Dios la acepta tal cual es, según la señora dice, y ciertamente fue Dios quien creó el noajismo y al espíritu del noájida y además hizo que la señora naciera gentil, ¿para qué convertirse al judaísmo?
Es totalmente cierto, Dios la acepta a la señora como noájida. Absolutamente cierto. Tiene todo para disfrutar aquí y en el mundo venidero como noájida.
¿Entonces?
Sigo sin entender.

Pero luego, se me oscurece aún más.
Porque, habla de la Torá, cuando sabemos absolutamente con claridad que la Torá no es de ni para los noájidas.
Es del pueblo judío y para el pueblo judío.
De su luz se desprenden chispas radiantes de vida para todas las naciones, pero el gentil puede vivir perfectamente toda su vida sin siquiera una gota de Torá, nadie le juzgará por ello, ni recibirá castigos, ni Dios le reclamará alguna cosa por no hacerlo. Porque, Dios entregó la Torá al pueblo judío, no a la humanidad. Dios demanda que sean los judíos los que la estudien y la apliquen, no los gentiles.
Ciertamente, hay muchas cosas buenas que el pueblo judío puede compartir de Torá con sus hermanos mayores, los gentiles. Pero perfectamente pueden no hacerlo y no por ello los gentiles pierden su paraíso, ni su identidad, ni su misión en este mundo.
No es muy difícil de entender, pero para que penetre en el corazón primero debes des-aprender tanta miserable doctrina religiosa que te han inculcado, tanta culpa, tanta desesperanza, tanta falsa esperanza, tanta religión que no tiene nada que ver con espiritualidad.
En fin, cuando la señora menciona que Dios la acepta tal cual es, y luego mezcla la Torá, ya podemos comprobar que precisa acomodar sus pensamientos, corregir muchas creencias, des-aprender, llenarse de Luz de Vida, para empezar a amarse, a respetarse y por fin conocerse en todo su esplendor, con la belleza que tiene pero no conoce.

Porque, y aquí hay otro concepto ajeno y erróneo, el gentil no refina su espíritu con Torá, nuevamente, ese es legado judío, no gentil. Hay cosas muy buenas para compartir, pero también se puede vivir sin ellas.
El gentil refina su espíritu viviendo como Dios le manda, no como a cada uno le parece que debiera ser.
Dios decidió que el espíritu refinado del gentil se produce con el cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.
¿No está claro?
Repito, ser bueno, ser justo, ser leal a Dios, a uno mismo, al prójimo. ¿Cómo? Al cumplir los Siete Mandamientos, al ser un constructor de Shalom.
Sin necesidad de creencias, ni dogmas, ni fe, ni ritos, ni bailoteos, ni palabrería, ni congregaciones, ni centros de estudios “noájicos” que en realidad son de judaísmo dulcificado y sin sentido, ni…
Simplemente siendo noájidas.
Eso es lo que Dios quiere, lo que Dios manda, no lo que a usted o a mí nos parece.
No es con conversiones al judaísmo, ni las verdaderas ni la falsas; ni con una vida estrafalaria de noajUda, es decir, alguien que se hace llamar noájida pero es un payaso que se disfraza de lo que cree es “judío” y se pasa haciendo ritos ridículos porque le son absolutamente ajenos. No es hablando algunas palabras de hebreo. Ni repitiendo versículos, en este o aquel idioma. Ni llenando el Facebook de fotitos de rabinos, ni pegando mensajitos de rabinos, ni…
No, eso no es lo que Dios mandó al noájida.
Él, Dios, mandó Siete Mandamientos… ¿quién se cree más listo que Dios para inventarse atajos a su propia perdición?

Entonces, creo que la señora (como la gran mayoría de las personas) debería leer mucho acerca de su identidad y oír menos a los que inventan religiones, caminos alternativos para estar “cerca” de Dios, pero que terminan estando cerca de su dios-EGO y ausentes de Dios.
http://fulvida.com/nosotros/empieza-aqui es un buen lugar para empezar.

Conocerte, amarte, respetarte.
Lo consigues con el noajismo, si eres gentil.
Pero no pienses que es un remedio mágico para todas las cosas que tienes que resolver y no se remedian con milagros ni fantasías.

Y no, no anheles una identidad que no es la tuya si no sabes cómo responder con sinceridad a la simple pregunta esencial: ¿para qué?
Si lo sabes, si eres sincero contigo mismo, encuentra un VERDADERO rabino ORTODOXO que te guíe en el proceso. Al final, lo que importa es construir Shalom siempre.

Espiritualidad es…

Es triste ver que vivimos en un mundo donde la espiritualidad se vende en envases de vidrio, por eso debemos tener claro que ser espiritual es más que dejarse crecer la barba e irse a convivir con monjes en una montaña inhospita. Mencionemos algunas cosas que son realmente espirituales:

-Abrele la puerta a tu esposa.

– Lava el plato en que comiste, o lavalos todos.

– Sal de tu rutina todos los días para ayudar a alguien.

– Ayuda a cargar las bolsas del mercado.

– Di algo agradable.

– Sonrie.

– No reenvies cadenas amarillistas.

– Haz buen uso de facebook y twitter.

– Comparte FULVIDA y SERJUDIO.

– Juega con tus hijos.

– Llama a alguien con quien tengas tiempo sin hablar.

– Si no te saludan, hazlo tu.

– Invita un café al portero del edificio, al señor que vigila el estacionamiento.

– Si usas el transporte público da las gracias cuando te bajes.

– Considera que alguien de menor edad que tu quizás tenga algo para enseñarte.

– Si te enteraste que alguien habló de ti, considera la posibilidad de que quizás sea cierto y exista algo por mejorar.

– Acompaña a quienes perdieron un familiar querido.

– No critiques al idolatra que va a rezar en un funeral, ya que por lo menos él está brindando su compañia y tu no.

– Habla de la vida, del juego del fin de semana, de vez en cuando se vale hablar de cosas intrascendentes.

– Trabaja por una causa justa. Únete a una asociación sin fines de lucro.

– Sé humilde, es decir, sé consciente de tus capacidades y limitaciones. Humildad nada tiene que ver con dejar que otros te pisoteen.

– Si vas en tu auto y ves un perro atravesado, si no pones tu vida en riesgo, FRENA!

– Si ves un papel tirado, aunque tu lo hayas tirado, recogelo. No se te caerá una mano por hacerlo.

– Reza, no porque eso beneficie a Dios, el beneficiado eres tu. Incluso reza si no crees en Dios, asi tendrás consciencia que tu no eres Dios.

– Haz una donación a FULVIDA. No hay razón para no hacerlo. Sobran las razones para hacerlo.

– Sé autentico. Aprovecha la vida. Debes saber que todos pertenecemos al club de los que algun dia morirán.

La lista puede continuar con lo que ustedes tengan a bien mencionar.

Gracias

¿Adónde vas?

Es una saludable costumbre proponerse objetivos, puertos a los que dirigirse para luego reabastecerse allí.
Objetivos para el día. Para el mes. Para la temporada. Para el año. Para el ciclo. Para la vida.

Si no marcamos un destino ni fijamos un rumbo, difícilmente estaremos navegando con tranquilidad, orden, confianza.
Cada corriente nos llevará, el viento nos dictará el curso, estaremos a la deriva, todo sirve porque nada sirve.
La desazón abruma cuando el caos nos rodea por dentro y por fuera.

Aquí estoy, allí quiero llegar, éste es el mejor camino que en este momento puedo trazar.
Ahora, a izar las velas y también remar, timonear con firmeza y flexibilidad.

Pero, antes sería bueno tomarse un tiempo para reflexionar y considerar si aquella meta soñada, esa que tanto nos desvela, en realidad es la necesaria, adecuada, de bendición, o es otro engaño fabricado por el EGO, otro “trofeo del EGO”, que nos envolverá en ocupaciones vacías, en preocupaciones, en discordancias externas que no dejen ver los conflictos más importantes, las carencias reales.
Quizás tanto afán por tener el mejor 0km, la casa más grande del vecindario, la esposa-trofeo más vistosa, el esposo más esbelto y simpático, los hijos más geniales y bellos, el trabajo más encumbrado, el viaje más exótico y extenso, en fin, todo lo que se propone como una idealización de lo que nos dará felicidad completa y es externo a nosotros, cosas/personas pasajeras, que hoy están y mañana se esfumaron, se fueron a otros horizontes, desaparecieron, envejecieron, surgieron nuevos y mejores modelos. ¿Serán éstas las metas a las que debemos aspirar y remar por alcanzar?

Sabemos que no tiene nada de malo, ni pecaminoso, ni enfermo, querer cosas, anhelar objetos valiosos y obtenerlos legalmente. No tiene nada de inmoral, anti-espiritual, rebelde, querer una gran casa con fondo, y tenerla, y disfrutarla. Ni el mejor auto en plaza. Ni gozar de la compañía de gente bella. Ni de darse lujos permitidos. Ni de hacer turismo allí en donde nos plazca y sea accesible. Nada de malo, aunque las religiones suelen demonizar todo esto para sus “ovejas”.
En realidad, es muy bueno disfrutar de lo que nos está permitido y a nuestro alcance.
La cuestión es comprobar si eso se convierte en el centro de nuestra vida, el motivo que nos mueve, el sentido que da valor a nuestra existencia, el objetivo de nuestra vida.

El cuerpo quiere y merece cosas buenas.
¿Por qué no?
Por ello nacemos como cuerpo, para que disfrutemos de la vida, para ser felices.
El espíritu goza con el goce permitido del cuerpo.
Vamos recogiendo información con nuestras experiencias, y sin son gozosas dentro de lo permitido la información será radiante, de luz. Placer en esta vida y para disfrutarlo también en la eternidad.

Pero, esta vida es un corredor, no el palacio.
Estamos para aprender a ser felices, para serlo, para adquirir esa experiencia y poder disfrutarla en la eternidad.
Sin embargo, la felicidad no es el disfrute de lo externo, sino la unificación de las dimensiones.
Hacer que el cuerpo sea espiritual, que lo espiritual encarne.
Que cada deleite “mundano” sirva para despertar la chispa espiritual y hacerla irradiar su energía benefactora.
Elevar este mundo, armonizarlo con el mundo del espíritu.

Por ello, si ponemos nuestras metas en afanes del EGO, en cosas exteriores, en placeres del momento que sirven para esconder el sentimiento de impotencia, entonces no estamos siendo felices. No estamos sirviendo a Dios. No estamos adquiriendo sabiduría. No estamos recopilando información para disfrutar en la eternidad.
Si el auto nuevo es para sentirme poderoso, es EGO.
Si la casa más grande es para que los demás admiren mi riqueza, es EGO.
Si la pareja la queremos a nuestro lado porque causa el deseo de los demás, su codicia, es EGO.
Si nos ufanamos de lo inteligente y lindos que son nuestros hijos y no les vamos dando su lugar, su independencia, es EGO.
Si el viaje lejano es para demostrar nuestro valor, dinero, poder, es EGO.
¿Se comprende la idea?
Una cosa es querer cosas buenas para disfrutarlas, siempre y cuando sean permitidas.
Otra cosa, muy diferente, es querer las mismas cosas pero para tapar ese inmenso vacío que nos produce el sentimiento original de impotencia, y que aprovecha el EGO para dominarnos.

Por lo cual, disfruta de lo que te es permitido, en tanto te alejas de lo que no lo es.
Pero no llega con ello la felicidad, pues ésta es resultado de algo más.
No solamente del goce sensorial, sino del abrirse generosamente a los demás.
¿Quieres una gran casa? Haz lo necesario y permitido y consíguela, pero no te conviertas en un ser mezquino y avaro, sino que comparte con los demás, da caridad, sé generoso.
¿Quieres ser el mejor estudiante de la generación? Pues, estudia, sigue estudiando, haz las preguntas sabias e inteligentes, aprende, aprende a aprender, pero en el camino no dejes de ser amable, respetuoso, atento, bondadoso con el prójimo.
¿Quieres un cuerpo esbelto, firme, poderoso? Trabaja tu cuerpo, haz ejercicio, sigue una dieta saludable, entrénate, pero no te pases todo el día viéndote al espejo del cuerpo, sino que también presta mucha atención al espejo del alma, reconoce tus debilidades emocionales y trabaja para fortalecerte en ellas, no menosprecies al gordito, feíto, debilucho, pobrecito, sino que sé tú mismo y ayuda al otro a ser.

Es decir, disfruta lo exterior, pero no hagas de ello tu objetivo principal.

Traza tu objetivo, los de corto, mediano y largo plazo.
Ve qué quieres aprender, que potencial desarrollarás, que límite impuesto por el EGO correrás, a cuanta gente beneficiarás realmente con él.
Si encuentras que habrá dificultades, que no todo es cómodo, que tendrás que esforzarte, ¡perfecto! Así es como debe ser.

Cada noche, si tienes energía aún, tómate un tiempito para reflexionar, para evaluar si estás yendo por el rumbo marcado o te has desviado.
Vuelve al rumbo, si encuentras que te has apartado y la meta sigue siendo la apropiada para ti.
No temas cambiar de objetivo, pero ten cuidado, que no sea el EGO que te manipula para hacerte sentir fracasado, dubitativo, impotente. Los puertos no se van cambiando porque sí, sino porque realmente ya no son un destino provechoso y se ha encontrado uno que es mejor.

Recuerda que ni el deseo, ni la creencia, ni el sentimiento, ni la fe, ni el pensamiento hacen nada. Son los actos los que lo hacen.
Piensa bien, siente bien, cree bien, pero HAZ bien.
Te has subido al taxi de la vida hace x años. El taxista (tu conciencia) te preguntó: "¿Adónde lo llevo señor/señora?”
Y tú tienes la obligación de responder, no puedes quedarte en silencio, ni teniendo fe en milagros, ni esperando que otro decida por ti.
El taxímetro corre, el viaje termina en algún momento, hay que ponerse en marcha.
El taxista espera que le des la orden y arrancar y andar el camino hacia tu meta.

Vamos, decide, evalúa, ponte en marcha.

Siempre presente

Después de que se toma conciencia de la ubicua existencia del EGO y de sus modos de operar, y cuando se admite su presencia y no se reniega, es posible verlo en funcionamiento en casi cada acto humano, sea de la vida real o del mundo de las fantasías, sea en los hechos cotidianos o en historias pasadas. Allí lo podemos descubrir, en las sombras del inconsciente humano, siempre acechando, siempre tiranizando, manipulando para hacer sentir impotencia pero al mismo tiempo prometiendo el poder total. El EGO, que está anhelando la vida pero la termina corrompiendo.
Ya te daré algunos breves ejemplos de la mismísima Torá, aunque pudieran ser tomados de cualquier otra fuente, real o imaginaria, actual o pasada, “sagrada” o profana, en el hogar o en el trabajo, en la relación conyugal o con el compañero de tareas, en el bus como pasajero y detrás del volante de tu auto, en un estadio o en la playa, en la sinagoga o en la iglesia, en cualquier sitio y situación, al estar atentos y conscientes allí lo descubriremos al EGO.

Realmente, no es extraño que cuando en el pasado la gente percibió que una “fuerza oscura” actuaba en sus vidas, hayan inventado a “Satanás”, o dioses/ángeles/seres-metafísicos del estilo.
Es comprensible, al menos para mí, que aquella gente haya concebido a un “Satanás” malévolo, siempre activo, siempre presente, provocador, instigador, seductor, príncipe del mal. Aunque no sea real, porque tal Satanás es una ilusión, ciertamente no resulta tan descabellado que aquellas personas lo inventaran y le tuvieran tanto rechazo, temor y al mismo tiempo deseo y amor. No por ser falsa la invención del tal Satanás, deja de tener algunas conexiones con la verdad.
Es la forma que inventaron para tratar de comprender un poco al EGO, o al menos para explicar todo aquello tan insólito y espeluznante que sentían estaba pasando en sus vidas.
Tengamos nosotros mucho cuidado y criterio de no convertir esta teoría explicativa en una nueva teología, en otra superstición más. Nuestra conceptualización del EGO es una herramientas de comprensión de la realidad humana, no una mística para esclavizar a la gente bajo la tiranía del EGO.

Hemos de tener en claro que el EGO radica en el cerebro, en la parte más primitiva del mismo, en aquella que está por fuera del gobierno de intelecto superior. Sin embargo, muy pronto la persona supedita su intelecto al EGO. Entonces, esa dimensión superior y distintiva del humano suele trabajar –inconscientemente- para el EGO.
¿De qué modo?

  • Inventando excusas para no hacer lo correcto.
  • Justificando lo que no está bien.
  • Elaborando estrategias para mantenerse apegados a aquello que no nos permite crecer.
  • Ideando planes para someter a los demás y de ese modo pretender no sufrir del sentimiento de impotencia.
  • Distrayendo la conciencia y sumiendo a la persona en adicciones, anestesia, negaciones más o menos hábiles.
  • Fantaseando seres y mundos imaginarios, que evaden la realidad.

Como te dijo, el EGO es omnipresente, porque está en nosotros.
Allí donde estás, está tu EGO.
Repito, no por ser un ángel o un demonio, pues no tiene una existencia separada a la nuestra, sino por ser una partecita de nuestro sistema nervioso.

Ahora, un par de ejemplos del Tanaj, que es lo que erróneamente algunos denominan como “Antiguo Testamento”, que no es ni antiguo para ser reemplazado por otro, ni testamento, ni tampoco es en sí el Tanaj, pero bueno…
Para hacerlo “más interesante”, no escogeré arbitrariamente narraciones que acomoden a lo que quiero mostrar, sino que abriré al azar en el TANAJ interactivo que he programado y traducido, allí en donde el cursor caiga copiaré y pegaré aquí.
Vamos.
Ejemplo 1:

"(5)Así ha dicho el Eterno acerca de los profetas que hacen errar a Mi pueblo, que muerden con sus dientes y proclaman: ‘Paz’; y al que no les da de comer le declaran guerra.
(6) Por tanto, habrá para vosotros noche sin visión y oscuridad sin predicción. Se pondrá el sol sobre los profetas, y el día se oscurecerá sobre ellos.
(7) Serán avergonzados los videntes, y confundidos los adivinos. Todos ellos se cubrirán hasta sus labios, porque no habrá respuesta de Elokim."
(Mijá / Miqueas 3:5-7)

Bien, ni que lo hubiera buscado adrede…
La simple lectura sin pesado análisis, pero siempre teniendo en cuenta las enseñanzas sobre el EGO, ya nos permiten ver su presencia y funcionamiento.
Encontramos en el párrafo a falsos profetas, clérigos que vienen en nombre de Dios o dioses, que supuestamente hablan en nombre de la deidad y prometen paz, salvación, riquezas, poder. Dicen ser emisarios de Dios, casi todopoderosos, viven proclamando religión y aleluyas, pero sus dientes muerden porque no son sinceros, no son constructores de Shalom, no trabajan para Dios, sino para su dios, el EGO. Ya que cuando las ovejitas no les dan de comer, no les pagan diezmo, no contribuyen con la falsa “sedaká”, no les arrullan el ego (en minúsculas), no los apoyan ni aplauden, los contradicen de alguna manera, entonces en ese momento las ovejitas pasan a ser enemigos, amenazas, hijos de Satanás, manzana podrida, malditos, infernales, herejes, que salieron del camino, extraviados, malvados, pecadores. Oh sí, cuando alguien les tambalea aunque sea un poquito su ilusión de poder, entonces muestran quien son en realidad. Se deja de lado el amor y no juzgar, ya no hay otra mejilla, los modales quedan relegados, la paz… ¿qué es eso? Enseñan sus dientes, afilan sus garras, escupen veneno, atacan sin piedad.
Usan las armas del EGO para manipular, agreden, insultan, maldicen, gimotean, se hacen las víctimas, amenazan, juegan con las emociones, declaran la guerra “santa”.
Oh sí, esos profetas falsos, siguen existiendo. Son pastores, ministros, sacerdotes, algunos rabinos o presuntamente tales, caudillos políticos, jefecitos del trabajo, cualquiera que se pone a mandar y no lo hace desde el servicio sino desde el EGO.
¿Y qué anuncia Dios, el Uno y Único, para estos mercaderes de la fe?
Oscuridad, inseguridad, caos, confusión, terror, vergüenza, descontrol, tal como existe ya en el interior de esta gente: EGO y más EGO.
Y no habrá respuesta de Dios para ellos, porque ellos prefieren mantenerse desconectados de la línea de Luz para sorber del veneno de la oscuridad de sus EGOs.

Veamos si ahora al azar encuentro una historia con acción.
La mujer come del fruto del árbol prohibido y da de comer a su hombre. Ambos se ciñen hojas, para tapar su recién descubierta desnudez. Entonces:

"(8) Cuando oyeron la voz del Eterno Elokim que se paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Eterno Elokim entre el árbol del jardín.
(9) Pero el Eterno Elokim llamó al hombre y le preguntó: -¿Dónde estás tú?
(10) Él respondió: -Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo. Por eso me escondí.
(11) Le preguntó Elokim: -¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieses?
(12) El hombre respondió: -La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol, y yo comí."
(Bereshit / Génesis 3:8-12)

Hicieron algo incorrecto y la reacción fue esconderse.
Lo típico cuando se está bajo el comando del EGO. Se sigue al deseo, se quiebra el orden, se siente la culpa y en lugar de comenzar un proceso de restauración se corre hacia la mentira, el ocultamiento, la negación, el echar culpas al otro… típico, ¿no?
La voz de la conciencia desde nuestro interior no duerme, no se deja engañar. Insiste en preguntarle a la persona: ¿Dónde estás?
Puede esconderte, disfrazarte, huir, hacerte el distraído, drogarte, hacerte adicto a las religiones, llenarte de supersticiones, hacer piruetas rituales, pretender ser otro, convertirte en otro, pero la conciencia anidada en la esencia espiritual no se deja estafar ni corromper. No la compras con dinero, ni con elogios, ni con rezos, ni con insultos, ni con escapes, nada la corrompe pues está ligada a Dios en su propia esencia.
Y te insiste en que te descubras, en que te veas tal como eres en realidad, que mires al espejo para encontrarte, amarte, cuidarte.
No te dejará perder, ni admitirá que prefieras ser esclavo del EGO antes que libre y siervo de Dios.
¿Dónde estás?
Una y otra vez te preguntará, hasta parecerte un tormento. Pero realmente lo que te tortura no es la conciencia, no es la silenciosa voz de Dios dentro de ti, sino que te hace sufrir tu vida engañosa, tus travesuras infantiles a edad adulta, tu esclavitud opresiva al EGO.
Cuando no tienes más escape darás una respuesta, pero fastidiosa, mentirosa. Reconocerás alguna cosilla, pero nada grave, nada que te mueva al cambio positivo.
Sí, ahí están las excusas.
Cualquier cosa sirve para taparte.
Por supuesto que el echar culpas es algo habitual, que mejor manera de zafar que haciéndose la víctima.

Ya lo vimos en dos ejemplos tomados al azar.
Ahora, puedes irlo reconociendo en todos, en cada momento.
A veces puede estar más tapado, menos evidente, pero luego de un tiempo de entrenamiento sabrás verlo.
En otros. Pero especialmente es importante que puedas verlo en ti.
Saberlo, comprenderlo, tenerlo presente te permitirá manejarte de otra manera, si quieres y puedes.
En lugar de desconectarte de la realidad, de manipular, de agredir, de corromper directa o indirectamente, podrás estar en condiciones para darte cuenta y detener el curso nefasto de acción.
Es algo automático en ti, el EGO está ahí, es parte tuya, actúa lo quieras o no. Pero tienes el poder para darte cuenta, hacer una minúscula pausa y optar por no actuar el papel grotesco que el EGO ha escrito para ti como guión de vida.
Precisas entrenarte, mucho, no te prometo que será fácil, pero si te aseguro que de a poco, si das los pasos correctos, tu vida irá mejorando en todos los aspectos.
Alto, no reacciones, deja fluir al EGO, no te pongas a discutir, no quieras vencer, deja que corra, déjalo ser, así pierde su dominio sobre ti.
Toma unos pocos segundos antes de responder, no te dejes llevar por el deseo de ser el triunfador de la batallita, sino que considera lo que estás por hacer y decide por la vida, por el bien.
Es necesario repasar las lecciones, aprender a ver al EGO en operación, tener la valentía de reconocer que allí está, en nuestro ser, dominándonos casi a placer.
Y luego, evapóralo, diluye su poder al no actuar bajo su mano, al no rebelarte con él, al no confrontar innecesariamente con otros simplemente por querer tener la razón o ser quien demuestra poder.

Bien, hasta aquí este pequeño estudio.
Te pediré que, si eres tan amable, escribas aquí debajo cuál es la enseñanza que adquiriste y cómo te puede ayudar para ser mejor persona, más feliz, alguien que disfruta un poco más la bendición constante que estás recibiendo de Dios.
Si no aprendiste nada, si crees que hay algo erróneo, te solicito que también lo comentes aquí debajo, con la intención de aportar en encontrar una senda de Luz para transitar.

¿Noajismo? ¡No, muy fácil!

Algunos terroristas emocionales, junto a gente no muy despierta, suelen desacreditar este sagrado camino del noajismo diciendo que es “fácil”, que no tiene rituales, ni textos sagrados, ni fiestas religiosas, ni amenazas de castigos infernales, ni una teología compleja.
Les molesta que sea “fácil”.
Tan solo siete mandamientos, de ética básica, comprensibles, compartibles, no muy difíciles de cumplir (y sin embargo, tan poco respetados).
Sí, eso mismos que no son capaces de servir a Dios a través de siete mandamientos, son los que demandan más cosas judías, más restricciones, más reglas, más que vayan complicando la existencia.
Como si les resultara imposible soportarse tal cual son, como si fracasaran en encontrar en el espejo la belleza y verdad y por ello corrieran a ocultarse detrás de otros, disfrazarse de otros, llenarse de máscaras y consignas para no sufrir la insoportable nada que les devuelve el espejo espiritual.
Y no, no son nada por ser noájidas.
Se SIENTEN nada por rechazar su identidad, por negar su Yo Esencial, por repudiar el encuentro con su propia esencia sagrada.
Si estuvieran en armonía, en paz interna, serían dichosos con el tremendo tesoro que es el noajismo.
Agradecerían y agradarían a Dios cada día por el regalo de ser noájida y alcanzar la suprema belleza a través del simple camino de los Siete Mandamientos.
Pero no, se esconden, tal cual el pecador Adam, detrás de arbustitos, exponiendo excusas torpes, todo para no ser ellos mismos sino seguir siendo alienados.

Algunos vienen con pancartas demandando palabrería en hebreo, versículos, textos talmúdicos, refranes de rabinos, estudios de “Torah”, más exigencias, más obligaciones, especialmente más prohibiciones y vetos a una vida sencilla y bella. Son los mismos que dicen “boker tob” en lugar de buen día, como si eso le diera al día o a la vida una nobleza diferente, un sentido de trascendencia que no pueden encontrar con sus acciones. Son los mismos que huyen ante la idea de ser responsables, activos, constructores de shalom. Prefieren refugiarse en religión, superstición, dogmas, paparruchadas, en vez de encarar la vida con la majestad que corresponde a hijos del Rey.

Son pobres menesterosos, pidiendo limosnas, robando mendrugos, quejándose por migajas, porque rechazan el banquete que ya su Padre les ha preparado.
Y corren detrás de líderes “inspirados” por sus EGOs.
Líderes religiosos, pastores de ovejas (con el título clerical que fuera), gente de todo tipo y color, hay para todos los gustos, que tienen una meta en común: sentirse poderosos a través de adquirir dominio, poder, renombre, riqueza.
Allí van los líderes con su ovejitas, les dan pastito de supuesto Torá, o de budismo, o de lo evangelios, o de textos “sagrados” de aquí y de allá.
Salpican con sus astutas mañas para mantener a su rebaño sometido.
Obviamente, para estos taimados pastores (de la religión que fuera, con la teología que sea) el noajismo representa el fin de sus imperios, el cierre de sus fuentes corruptas de ingresos económicos. Ellos precisan de bosques enmarañados, muchas palabras para no decir nada, emociones que hacen vibrar, hacer sentir culpable e indigno al rebaño para venderles la promesa de poder, de salvación, de eternidad.
Por supuesto que a los pastores les resulta abominable el sencillo camino que Dios marcó para los gentiles, porque significa el fin de sus negocios, a veces imperios reales.

Noajismo es simple, es fácil, en parte porque es sagrado.
Dios no quiere que nos compliquemos la vida, sino que aprendemos a ser simples. Porque Él mismo nos enseñó con Su ejemplo de que debemos ir poniendo orden, simplificando, actuando con bondad, justicia y lealtad. ¿Dónde lo enseñó? Por ejemplo, en el relato del Génesis. Yo veo a Dios actuando con el principio de las Siete Leyes Universales. Por supuesto que es Dios, que hace las cosas a Su modo, pero allí está, cuando crea va poniendo orden, simplificando, haciendo que lo complejo inevitable igualmente no sea un mecanismo para el fracaso sino para el crecimiento.

Así pues, a los gentiles que de buena fe, sin mala intención critican la facilidad del noajismo, les invito a que se adentren en él.
Que lo critiquen todo lo que quieran, pero mientras lo transitan.
Porque el noajismo no es algo ajeno al noájida, al gentil, sino que es el verdadero pan espiritual para su esencia.
Cuando un gentil se adentra a pleno en el noajismo descubre que es feliz, que es íntegro, que es bendito.
Descubre todo eso que creía que estaba en “convertirse a judío”, o en las religiones, o en la Nueva Era. Pero, no, no está allí porque nada de ello le corresponde ni le satisface.
No es pan para el espíritu noájida.
Ven, critica todo lo que quieras, pero al rato descubrirás que cambias tu paradigma en 180º, dejas de ver la vida como una oveja, como alguien que se esconde de sí mismo.
De a poco, porque todo es paulatino, irás des-aprendiendo, descargando tu pesada mochila de rencores, creencias, doctrinas, malestares, enfermedades.
Te liberas de traumas, heridas, conceptos enquistados en tus cuerpo y tu mente y que anidan en el seno de las naciones desde hace por siglos.
Nadie te lavará el cerebro, no es necesario manipular, ni presionar, ni engañar, ni estafar, ni mentir. No es necesario porque el noajismo es vida para el gentil.
Podrás disfrutar sin luchar en contra de lo establecido sino transformando la realidad de forma compasiva, con bondad, con justicia, con lealtad.
Serás feliz, en conexión con Dios, contigo mismo, con el prójimo.
Claro, no de un día para el otro. No por milagro. No por una revelación mágica.
Sino paso a paso.
Habrá momentos de soledad, de angustia, de duda, de dolor… bienvenidos sean todos ellos, porque demuestran que están en realidad embarcado en el viaje más importante de tu vida: el de conocerte, amarte y respetarte tal y como eres.

Por supuesto que hay personas que solo leen y hablan de noajismo, pero sin incorporarlo.
Gente que lo usa como otra excusa, como otra religión, como otra adicción.
O peor, si es posible, como un “paso intermedio” para convertirse al judaísmo.
Porque aún no comprenden la magnifica identidad noájica y siguen encerrados en su celdita mental. No se identifican como noájidas, sino como futuros judíos.
Es triste, es lamentable. No por mí, no por el noajismo, sino por esa propia gente que sigue negada a verse al espejo y amar lo que allí descubren.
Esos pobres noajUdas, gente sin identidad pero que intentan arrastrar a otros a su tormento.

Para quien está comprometido con el noajismo, este es un camino lleno de piedras, porque la vida las trae, porque el EGO las usa, porque la sociedad no comprende o no quiere hacerlo.
Habrá soledad, habrá dudas, pero hay dicha, bendición, plenitud, no muy lejos, solamente tras desprenderse de los males que se traen del pasado y de las mentirosas esperanzas que se ponían en un imaginario.

Si quieres, puedes probar esta vida de sencillez, de belleza, de armonía.
Dichoso tú que eres gentil y el noajismo es tu porción.

Tienes muy cerca de ti la posibilidad de sentir paz, la indescriptible conexión con el Creador, el vínculo con el prójimo.

Bienvenido seas. Ahora, vive tu noajismo y compártelo.

¿Se puede obligar a despertar la conciencia?

El diccionario nos dice que aprender es “adquirir el conocimiento de alguna cosa”.
”Alguna cosa”, sobre la cual adquirir el conocimiento o la destreza no solamente implica contenido, ideas, pensamientos, teoría, palabras sin sustento, sino toda la persona en su multidimensionalidad.
Se aprende contenido, es cierto, al igual que actitudes y procedimientos, y sin duda también una manera de percibir y percibirse, de ser-estar en el mundo.

Los canales por los cuales se aprende pueden ser varios: lectura de textos, escuchar una conferencia, ambos al unísono, gráficos, películas, una demostración práctica, conversando con alguien y poniendo en práctica lo que se intenta aprender. Según Edgard Dale, el creador del “cono de la experiencia”, no todos los canales tienen la misma fuerza e impacto en el que pretende aprender, ni marcan al aprendiz de similar manera. Según este pedagogo es la experiencia lo que impulsa un mayor cambio, una huella más intensa en lo que es aprender.
Puede que tenga su razón, que efectivamente sea así. Al menos está en concordancia con el sentido común.
Hacer las cosas que se quiere aprender, equivocarse en ellas, darse cuenta, corregirse, volver a hacerlo hasta alcanzar destreza o maestría.

Entre los Sabios se afirmó algo similar.
Atiende:

ד,ו  [ה] רבי ישמעאל בנו אומר, הלמד על מנת ללמד, מספיקין בידו ללמוד וללמד; והלמד על מנת לעשות, מספיקין בידו ללמוד וללמד ולעשות.

“El hijo de Rabí Ishmael opinaba: El que estudia para enseñar, tendrá oportunidad e aprender y de enseñar; mientras que el que estudia para practicar, tendrá oportunidad de aprender, de enseñar, de observar y de practicar”
(Mishná Pirkei Avot 4:6)

Sí, muchos siglos antes que Dale ya en el mundo existía esa referencia.
Aprende por medio de la acción modeladora.
Modela tu personalidad en tanto vas adquiriendo conocimiento.
Instrúyete no solamente con contenidos, palabras, ideas, sino que haz algo con ellas. Enseña, si puedes a otros, porque eso te dará más dominio en la materia. Pero por sobre todo esto está el hacer, el practicar, el no quedarse en la teoría, sino en sacarle jugo a la vida.
Como para aprender a conducir un auto, hay que sentarse tras el volante, encender el motor y empezar a andar. Con la experiencia se va formando el hábito, con éste la maestría.
Pero el que fantasea con conducir, aunque se conozca de memoria todas las piezas del auto, poco hace por disfrutar de su potencial.

כך שנה רבי המעשה קודם לתלמוד.  נמנו בעליית בית אריס בלוד התלמוד קודם למעשה.  ר’ אבהו שלח לרבי חנינה בריה יזכי בטיבריה.  אתון ואמרין ליה גמל הוא חסד שלח ומר ליה המבלי אין קברים בקיסרין שלחתיך לטבריא.  שכבר נמנו וגמרו בעליית בית אריס בלוד שהתלמוד קודם למעשה.  רבנין דקיסרין אמרין הדא דתימר בשיש שם מי שיעשה אבל אם אין שם מי שיעשה המעשה קודם.

“Así enseñaba Rabí: La acción precede al estudio.
Dijeron lo sabios reunidos en Lod: El estudio antecede a la acción.
Les contestaron los sabios de Keisarín: Esto se refiere solamente cuando hay otras personas dedicadas a la acción, pero si no las hay, la acción es más meritoria que el estudio”.
(TJ Pesajim 3:7)

Oh sí, por supuesto que el estudio es esencial, absolutamente necesario.
Pero cuando hay acción, cuando no se queda todo en palabras, en aire, en ideas, en ilusiones, en conocimiento estéril.
Porque el conocimiento sin obras, es como nada.
El estudio huevo es un regocijo emocional, una caricia al EGO, no mucho más. Pero se convierte en un instrumento transformador, de progreso, de bendición cuando se aplica a la realidad para mejorarla.
Puede ser la transformación interna, el mejoramiento de las cualidades personales, eso también es acción concreta.
Puede ser en la construcción de shalom con el prójimo, en la sociedad, en el mundo.

Así se aprende “Torá”, sea la noájica o la judía.
Aplicando lo que se sabe, adquiriendo datos para transformarlos en acciones concretas que perfeccionan el mundo (interno y/o externo).

El aprender no debe ser considerado como sumar cosas, atiborrarse de datos, sino más bien como el trabajo del alfarero sobre la arcilla.
Tú eres el alfarero y eres la arcilla.
Mientras aprendes te modelas, te das formas, te das sentido, te conectas, creces.
Si solamente engulles datos, eres una máquina repetidora, sorprendes con tu memoria, de poco vale todo ello, aunque muchos te aplaudan y te engorden la ilusión.

Aprender, entonces, es despertar la conciencia.
Ser consciente de la propia identidad espiritual, de quien es uno en su esencia eterna e inmodificable.
Reconocer su lugar, encontrar su misión personal en el mundo.
Tomar en cuenta los mandamientos que competen a cada uno y aplicarlos.
Aprender es mejorarse, cambiarse para bien, para alcanzar el máximo potencial posible.

Pero, no se puede obligar a despertar.
Por más despertadores que pongas, por más razonamientos impecables que expongas, por más que te alteres queriendo hacer despertar a alguno, éste no lo hará a no ser que esté preparado para hacerlo.
Mientras, seguirá durmiendo en los brazos del EGO.
Por ahí abre un ojo, farfulla alguna cosa, parece que sí… pero no, vuelve a la anestesia, a sus adicciones, a su ignorancia, a la idolatría. ¿Por qué? Porque aún no está en condiciones de despertar su conciencia espiritual. Sigue preso, y así seguirá hasta que decida por sí mismo salir a la libertad y quedarse allí.
Recuerda, no es tu fracaso el no conseguir difundir FULVIDA, el noajismo, entre tu familia, amigos, conocidos, cuidad. Tú haces tu parte, hablas, explicas, muestras, compartes, convives, pero es la responsabilidad del otro el despertar.
No lo puedes obligar, no lo puedes forzar.
De hecho, cuanto más fuerzas, menos el otro despertará.
Esto se aplica a todo aprendizaje.

La persona aprende antes y más fácil aquello que quiere o necesita.
Sí, es triste pero cierto.
Si la persona comprende que el despertar de su conciencia espiritual es lo que necesita para ser feliz, entonces despertará.
Pero, mientras siga narcotizado, idiotizado con las mentiras de las religiones y otras supersticiones, entonces no tiene necesidad de cambiar. Es feliz en su idiocia o ignorancia.
Cuando necesita se mueve, así funciona bajo el mando del EGO.
¿Qué puedes hacer tú?
Obligarlo –tal como hacen las religiones- no puedes ni debes.
Hacerlo sentir infeliz injustamente –tal como hacen las religiones-, no puedes ni debes.
Prometerle paraísos mentirosos –tal como hacen las religiones-, no puedes ni debes.
¿Entonces?
Que tu vida sea el ejemplo, que tus acciones hablen por ti más que tus palabras.
Que el otro comprenda que la vida es mejor cuando uno está armonizado, en sintonía multidimensional, cuando vive de acuerdo al patrón de conducta que Dios ha establecido para cada uno.
Por supuesto que seguirá presa de la adoctrinación, pues no ha des-aprendido aún, pero comprenderá que tú tienes algo que él precisa y querrá que se lo compartas. Pero, si tu vida es amargada, infeliz, pobre emocionalmente… ¿qué tienes para ofrecer?

Las amenazas o presiones cortan el camino del despertar.
Sí, las religiones se basan en mentiras, en estafas, en burlas, en presiones de todo tipo, en amenazas.
Por ello tienen “éxito”, el podrido éxito del EGO.
Pero no contribuyen con el bienestar de la persona ni de la comunidad.
Acrecientan el caos y el malestar.
Así pues, evita las amenazas, no hables de infiernos, no te dediques a ver “pecados” por todos lados, no te creas más bueno y justo de lo que eres.
Una cosa es el desafío, la propuesta de esforzarse. Otra muy diferente es la amenaza.
Una cosa es advertir lo que puede ocurrir, otra atormentar con mentiras de infiernos inexistentes.

No sermonear, no perseguir como misionero, sino compartir aquello que haga sentir cómodo al otro y a ti.
De predicadores y malabaristas emocionales está lleno el mundo. Tú eres diferente, eres un constructor de shalom que quiere compartir su legado con el prójimo.

Recuerda, todo tiene su tiempo. Por más que quieras apurar el despertar de esa persona que tanto quieres, ella no lo hará hasta que no esté en condiciones y quiera hacerlo.
No va en coeficiente intelectual, ni en estatus social, ni en preparación académica, sino en armonizar sus YOes, en dejar de vivir bajo la sombra del EGO y eso es probable que no lo consiga.
Adecúa tu expectativa, no esperes nada de nadie, entonces todo será ganancia.

Tú puedes mostrar el paisaje, pero es el otro quien tiene que verlo y disfrutarlo.
Tú puedes ir adelante mostrando la senda, pero es el otro quien tiene que mover los pies y acompañarte.
Si el otro decide no ir contigo, es su decisión, para bien o para mal.
Por más que te enojes, angusties, amargues, grites, llores, insultes, agredas, exijas, es el otro quien decide y no es bueno olvidarlo.

Recuerda, el despertar es aprender a conocerse, a amarse, a respetarse.
Uno no despierta a ser consciente de Dios, sino de la conexión sagrada e ininterrumpida que tiene con Él.
No es versículos, ni aforismos de rabinos, ni palabras en hebreo lo que hará al despertar, sino un cambio de vida hacia lo que es bueno y justo y verdadero.

Es necesario des-aprender para poder aprender.
Tantos años, tantos dogmas, tantas relaciones, tantas prebendas es difícil dejarlas.
El EGO encuentra excusas para no hacer esta tarea, para dormirse nuevamente, para perderse en la confusión.
Te pasará, lo verás, así somos.

No, no puedes obligar a despertar la conciencia espiritual de nadie.
Ni siquiera la tuya.

Pero, haz tu parte, dedícate a vivir noajismo o judaísmo, si eres gentil o judío respectivamente.
Habla, comparte, muestra, explica, pero no pongas tus ilusiones en “convertir” al otro.
Déjalo ser. No te opongas, no pelees, no quieras vencer, no quieras demostrar la verdad que tú conoces.
Camina con confianza, que seas tú el ejemplo.

Muere en vida o vive hasta morir

El miedo, ah el miedo.
Allí constante, con su oscura presencia.
Con múltiples rostros, pero un mismo origen: el miedo a la impotencia, a retornar a ese estado y sentir de no poder, de estar inmerso en el dolor y la angustia sin capacidad para responder de manera efectiva.
El miedo, siempre es miedo a la impotencia.
Piénsalo, medítalo, date cuenta.
Cada uno de ellos es al principio y al final lo mismo, miedo a no poder.

Claro, para muchos el miedo a la muerte, la angustia por ella, su recuerdo, su idea, es el más tremendo.
¿Será porque la mayor impotencia es la muerte?
Al menos visto desde la multidimensionalidad humana desprovista de la espiritualidad.
Para el cuerpo, las emociones, las relaciones sociales, la mente todo se termina al morir.
No hay escapatoria.
No hay redención.
No hay poder sobre la muerte, aunque se sueñe con ella.
Pero, el plano espiritual vence a la muerte, porque no se corrompe por ella.
El espíritu del hombre vive aunque el resto se desmenuce y se reintegre a la tierra de donde partió.
Cuando el recuerdo entre los vivos ya no exista, igualmente el espíritu permanece, inalterable, perpetuo, guardando fielmente el conocimiento de las experiencias de vidas transcurridas aquí.

Así pues, la única solución para todo miedo es unificar el ser, permitir que nuestra Luz interna alumbre y nos conforte.
Pero, ¡cuidado!
Que esto no se convierte en un vil escape de la realidad, una fuga a un desconocido futuro del que no tenemos memoria ni registro.
Porque, son muchos los que fantasean con dioses y milagros, pero viven ajenos a su espiritualidad. Adormecidos, ignorantes, ataviados de santidad pero ausentes de la misma.
Llenos de religión, de rituales, de rezos, de invocaciones, de diositos, de santitos, de supuesta adhesión al Dios, pero vacíos, carcomidos por el gusano aún en vida.
Sí, la religión es otra forma que tiene el EGO para hacernos sentir poderosos al mismo tiempo que impotentes.

Oh sí, el miedo, allí está, constante.
Puedes mentirte, si quieres eres libre de hacerlo, pero allí estará siempre.
Su fauces abiertas para saltar sobre tu yugular en cualquier momento, cuando menos lo adviertas.
Escapa con drogas, alcohol, comilonas, mala relaciones, religiones, rezos… escapa todo lo que quieras, pero inexorablemente la vida se termina, lo sientes aunque no lo admitas.

El miedo te lleva por caminos caóticos y confusos.
Te bloquea la perspectiva salvadora, la de la espiritualidad.

Todo tiempo que te enfoques en tu miedo, o en los huecos paliativos inútiles, seguirás esclavo del EGO.
Habrá dudas, resquemores, rencor, temor, angustia, ansiedad, deseos insatisfechos, ambición espuria, vanidad, agresión, molestia, intranquilidad.
Estarás en Mitzraim/Egipto, bajo el dominio del tirano que te mantiene con vida para seguir con vida él.

Por ello, haz algo para alcanzar tu libertad, tu felicidad, porque naciste para ser feliz.
Aprovecha los sucesos de tu vida, los reales y los imaginarios, descubre tu miedo, aunque sepamos que finalmente es al no poder. Descúbrelo, admítelo, déjalo pasar. Fluye.
Descubre al EGO operando, aunque no puedas en el preciso momento en que estás actuando como títere del mismo, pero luego, así irás aprendiendo. Ejercítate para ser libre. Déjalo correr. No es necesario que demuestres a nadie que no eres impotente, igualmente lo eres… Fluye.
Encuentra la paz interior que te dará paz multidimensional.

Enfócate en hacer buenas obras, en vivir con justicia, en ser leal.
Piensa positivo, habla positivo, actúa positivo.
Igual, el resultado será el mismo: morirás.
Pero la gran diferencia está en que tu vida habrá tenido sentido, valor, eternidad aunque el tiempo se termine.

¿Comprendes?
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Principios de VIDA

* Nuestra dimensión espiritual es la que nos permite una conexión plena con el prójimo y con Dios.
Los otros planos solamente permiten intercambios, experiencias, lazos transitorios, pero la conexión profunda parte y culmina en el plano espiritual.

* El espíritu es nuestra esencia pura, no se afecta por nada. Todos los acontecimientos ocurren en la superficie, jamás en la esencia.
Los errores, malicias, pecados son manchas sobre la pantalla de la luz del espíritu, pueden oscurecer la visión externa pero no tocan lo más mínimo la pureza de la luz.
Más allá de cualquier suceso, el espíritu permanece en su pureza y radiante vibración, tal cual fue otorgado por Hashem.

* En tanto somos multidimensionales, no solamente espíritu, es menester tomar en cuenta nuestra compleja realidad, para nutrir y armonizar cada plano en sí mismo y con el resto del sistema.

* El espíritu humano se arraiga en el Árbol de Vidas, es eterno.

* El espíritu humano opera en dos modalidades alternativas: noájica y judaica.
No son intercambiables, no son prescindibles.
Ambas son complementarias y absolutamente necesarias.

* La espiritualidad noájica se manifiesta por medio de vivir acorde a los Siete Mandamientos que Hashem decretó para los hijos de las naciones.

* La espiritualidad judaica se expresa a través de la observancia de aquellos mandamientos que competen a cada uno de los judíos, dentro del marco de los 613 preceptos de la Torá.

* La Comunicación Auténtica es un camino notable para facilitar la conexión entre las personas, enlazar los espíritus en un nivel práctico.

* Los actos de amor son aún más fuertes lazos que conectan a los espíritus de las personas.
Hacer por alguien sin esperar nada cambio, simplemente para beneficio del otro, tales son actos de amor.

* La Realidad está oculta. Éste es un mundo de confusión, en donde el bien y el mal se mezclan y se hace complejo delimitarlos.

* La senda debe ser de construcción de Shalom en todo momento, a través de una vida de bondad, justicia y lealtad.

* La construcción de Shalom debiera comenzar en uno mismo, armonizando nuestras YOes, unificando nuestro ser.

* No somos perfectos ni debemos serlo. Somos perfectibles, en constante estado de mejoramiento. Depende de lo que escogemos y hacemos qué tanto avanzamos en la espiral ascendente o nos dejamos caer.

* El EGO nos hace sentir impotentes. Ciertamente no somos todopoderosos, pero tampoco completamente impotentes.

* El EGO maneja nuestro miedo, por lo cual, cada vez que reaccionamos al temor nos mantenemos esclavos del EGO.

* Las acciones del EGO son las que van en contra del Shalom: no son buenas, no son justas, no son leales o verdaderas.

* El EGO es una parte integral de nuestra persona, no es un ente extraño ni maligno. Anhela la vida, nos aferra a ella.

* No se debe luchar contra del EGO, pero tampoco seguir bajo su tiranía.

* La emuná, confianza en Hashem, permite elevarnos por sobre nuestra limitada visión, comprensión y radio de acción.

* Tener a Hashem presente en cada momento nos ayuda a evitar, en parte, el error.

* Rezar es muy bueno, pero no lo único que nos conecta con el Creador, ni nos dota de sentimiento de espiritualidad.

* Vivir dependiendo de milagros es erróneo y lleva a apartarse de la buena senda.

* El pensamiento positivo, la palabra positiva, la acción positiva.

* Aceptar tus límites es de fuertes.

* La venganza no es justicia. La justicia no es venganza.

* El perdón es un bálsamo, siempre y cuando venga acompañado de justicia.

* La mejor enseñanza es la del ejemplo.

* El mejor aprendizaje es la experiencia sustentada en teoría ciertas.

* Las buenas intenciones sin conocimiento resultan en sufrimiento.

* Tú no tienes el poder ni el deber de hacerlo todo, pero sí de cumplir tu tarea.

* Nuestra comprensión de la esencia de Hashem es nula.

* Todos nuestros cálculos no vislumbran los modos de Hashem para regir Su mundo.

* Hablar con Hashem a diario es excelente, hablar de Él suele llevar al error.

* Vinimos al mundo para gozar a plenitud de todo lo que nos está permitido y nos corresponde.

* Deja fluir los ataques y manipulaciones del EGO, no te involucres con eso, deja fluir y tendrás el poder sobre tus decisiones.

Temás básicos que un(a) noájida debe conocer

 Esta nueva recopilación toma publicaciones con definiciones, explicaciones, citas y temas que son básicos para que un gentil, que aspire a ser justo(a) antes los ojos del Eterno, debe conocer para ser un(a) buen(a) hijo(a) de Noaj (Noájida).

Desde el ABC noájida hasta temas que se manejan muy frecuentemente en este sitio.

Si conoces a alguien que apenas conoce que (su identidad espiritual) es noájida, y poco sabe de su identidad y herencia, por favor, no dejes de compartirle esta pequeña guía.

Después de la numeración es una pequeña descripción, los títulos de tales publicaciones en su mayoría son diferentes.

1. ¿Qué es un noájida? ¿Quienes son noájidas?
http://fulvida.com/info/abc.htm

2. ¿A quienes se les aplica el término?
http://serjudio.com/rap3401/rap3422.htm

3. ¿Cuál es el significado de cada uno de los 7 colores del Arcoiris?
http://fulvida.com/rap001/rap026.htm

4. Los 7 preceptos noájidas expresados de manera implícita en la Torá.
http://serjudio.com/rap2951a3000/rap2997.htm

5. Evidencia de la aplicación de los 7 preceptos noájidas en la Torá.
http://serjudio.com/rap751_800/rap753.htm

6. Explicación sobre los 7 preceptos noájidas implícitos en la Torá.
http://fulvida.com/?p=1241

7. El origen de la Torá Oral para Israel.
http://fulvida.com/?p=17117

8. ¿Cuándo dió el Eterno por primera vez los preceptos?
http://fulvida.com/info/principio_tiempo.htm

9. El ejemplo de nuestro patriarca Noaj.
http://fulvida.com/info/desafio_noajida.htm

10. Responsabilidad del cumplimiento de los 7 preceptos.
http://serjudio.com/rap2101_2150/rap2140.htm

11. Lo que dice la Torá Oral acerca de los noájidas (gentiles justos).
http://fulvida.com/info/maravi_noti.htm

12. El camino del noajico (gentil justo). Un poco de historia.
http://serjudio.com/personas/re020208.htm

13. Reglamentaciones derivadas de los 7 preceptos de Noaj.
http://fulvida.com/?p=1375

14. Prohibición del estudio de la Torá para un/a noájida.
http://fulvida.com/?p=1613

15. Explicación de la prohibición del estudio de la Torá para un/a noájida.
http://fulvida.com/?p=1904

16. Prohibición del estudio del Tanaj para un/a noájida.
http://fulvida.com/?p=1896

17. Lo que la Torá indica acerca de los gentiles.
http://serjudio.com/?p=3320

18. El caso donde no se permite estudiar ninguna parte de la Torá.
http://fulvida.com/?p=7114

19. El caso donde se permite el estudio de algunas porciones de la Torá.
http://fulvida.com/?p=10341

20. Breve recopilación sobre el ego.
http://fulvida.com/?p=18082