Dice el libro atribuido a alguien que denominan Juan (cap. 1, verso 29): “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. “
En otro lugar de la oscura compilación el cabecilla de los misioneros afirma en la misma línea (1 Corintios, cap. 5 , verso 7): “Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado.”
En ese mundillo de fe y absurdos es evidente que el sacrificio pascual es de un cordero destinado a quitar pecados.
¿Será cierto?
Antes de responder a esta pregunta absolutamente válida y necesaria, parece superfluo pero no está de más decir que un hombre no es un cordero; que la muerte tormentosa de un hombre a manos de la “justicia” romana no es el sistema ritual de sacrificios santificados por la Ley de Dios; que el cordero pascual y los ritos sacrificiales no eran representaciones figurativas ni profecías de un futuro mesías, sino hechos cotidianos y corrientes en épocas que existía un Templo de Dios en Jerusalén. Es tonto realmente tener que decirlo, porque parece más que evidente que un hombre no es un cordero, pero durante siglos hay personas que siguen creyendo con total firmeza de que un hombre es un cordero, que una pena de muerte romana es un sacrificio ritual y que el sistema de sacrificios establecido en la Torá no es más que un arquetipo para que sea cumplido por un fracasado al que se le atribuye carácter mesiánico.
Sí, son disparares, pero con la fe hasta esto es admitido y reverenciado como si fuera algo sagrado.
Es triste que así funcione la mente de los seguidores de tal personaje, sea que lo llamen Jesús, Ieshu, Yeshuah, o con cualquier otra denominación.
Es patético que en bases tan toscas y enfermizas se sostenga la “espiritualidad” de cientos de millones de personas, pobres atribulados que cargan sobre sí los mitos del imperio romano que los sigue sometiendo con sus engaños y astucias. Sea con el ropaje de cristianismo, catolicismo, supuesto judaísmo mesiánico, falsos benei anusim, imposibles descendientes de la tribu de Efraín, netzaritas, entre otras sectas y títulos cada vez más extraños y enajenados.
Ahora, retornemos a la primer pregunta: ¿El cordero pascual estaba destinado a limpiar o quitar de pecados al mundo?
Veamos qué nos indica el sagrado texto de la Torá:
Exo 12:1 Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
Exo 12:2 Este mes será para vosotros el principio de los meses; será el primer mes del año para vosotros.
Exo 12:3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: «El día diez de este mes cada uno tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa.
Exo 12:4 «Mas si la casa es muy pequeña para un cordero, entonces él y el vecino más cercano a su casa tomarán uno según el número de personas; conforme a lo que cada persona coma, dividiréis el cordero.
Exo 12:5 «El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre las ovejas o de entre las cabras.
Exo 12:6 «Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.
Exo 12:7 «Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman.
Exo 12:8 «Y comerán la carne esa misma noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura y con hierbas amargas.
Exo 12:9 «No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas.
Exo 12:10 «Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego.
Exo 12:11 «Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es la Pascua del SEÑOR.
Exo 12:12 «Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal; y ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR.
Exo 12:13 «Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros cuando yo hiera la tierra de Egipto.
Exo 12:14 «Y este día os será memorable y lo celebraréis como fiesta al SEÑOR; lo celebraréis por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua.
Este es el sacrificio pascual, el Pesaj, exclusivo de Egipto, aquel que Dios ordenó para ser hecho en una única ocasión, como preparación previa de la plaga final que posibilitaría la salida de los esclavos judíos de Egipto.
Si leemos con conciencia e imparcialidad notamos que en nada se relaciona este sacrificio con pecados, con remisión de pecados, con perdón de pecados, con borrar pecados, ni siquiera con cuestiones del mundo.
Es un sacrificio puntual, destinado a preparar la salida de Egipto. Los días previos el animal debía ser atado a vistas de los egipcios, para mostrarles que los judíos ya no estaban sometidos a los mandatos de Faraón, sino a los de Dios. Toda la preparación y banquete era una manifestación pública de orgullo nacional, de reafirmación personal, de poderío y no más de sumisión y esclavitud.
Cada grupo familiar debía tener su animal, el cual sería sacrificado a la noche, cuando da comienzo el día 15 de Nisán. Uno por grupo familiar. No uno general, no uno para todos, no uno por el mundo, sino que uno por grupo familiar, de acuerdo al número de personas que comerán de su carne. La forma de consumirlo, acompañado por hierbas, sin romper sus huesos, que satisfaga y no quede, que sea para todos y cada uno, son las pautas de que es un mensaje para los judíos y los egipcios: estamos listos para ser libres,para vivir como hombres plenos, no más como ratas de alcantarillas, no más como ovejas de pastores sedientos de dinero y poder.
Por si fuera poco, está explícitamente declarado que es un mandamiento para ser cumplido en Egipto, según el mismo texto enfatiza en más de una oportunidad.
El cordero, uno por grupo familiar, era de un año, no de más, no de menos.
Sin defectos, es decir sin cortes, sin magullones, sin heridas, sin laceraciones, sin partes faltantes.
Debía ser matado de forma ritual, con mucha delicadeza, para no quebrar sus huesos y para que la sangre se vertiera en tinajas destinadas a su recepción. Con esa sangre se marcarían las entradas de las casas de los judíos fieles al Eterno, aquellos que hicieron caso a este mandamiento específico, por lo cual al momento de la muerte de los primogénitos no habría difuntos en sus casas.
El cordero de cada grupo debía ser asado al fuego por completo, y da detalles la Torá al respecto.
Y su carne debía ser ingerida por los miembros de cada grupo familiar, toda la carne debía ser consumida aquella noche. Los restos deberían ser incinerados por completo al fuego, nada debía quedar de ese animal.
En recuerdo de aquel momento es que los judíos celebran la festividad de Pesaj, pero no actuando igual que aquellos judíos esclavos de Egipto, puesto que de hacer un sacrificio pascual al estilo del hecho en Egipto, se estaría violando el mandato de Dios, el que ordenó que este ritual fuera único y exclusivo para la víspera de la liberación de los judíos de la esclavitud de Egipto.
El texto es claro, no da para dobles interpretaciones.
Cuando se lee con conciencia y objetividad el texto, rápidamente se diluyen las fantasías de Jesús como “cordero pascual de Dios que quita los pecados del mundo”.
Porque es más que evidente de que el cordero pascual no es UN cordero sino decenas de cientos; que cada animal era de un año; sin lastimaduras; que es un animal y no un hombre; que no es para quitar pecados sino para preparar la salida de Egipto; que expresamente no se habla de limpiar pecados por medio de este sacrificio; que debe ser matado de forma ritual; que debe ser asado y específicamente al fuego, no por carbones ni es una alusión metafórica a tomentos o vinagres; que debe ser comido por completo en una noche y acompañado por matzá y hierbas amargas; que debe ser asado al fuego; que no deben quedar restos materiales del mismo; que debía ser hecho en Egipto la víspera de la salida de los judíos de Egipto; que era específicamente un mandato para los judíos y para nadie más; que los judíos debían estar listos para salir de Egipto; que su sangre no era para limpiar pecados sino para marcar las casas de los fieles y prevenir la muerte de los primogénitos (y solo de ellos) en las casas marcadas.
Sí, la persona que no se deja llevar por fantasías ni por locuras de la fe, rápidamente reconoce la trampa de los misioneros, de Pablo, de los mesiánicos, de todos sus secuaces de cada generación.
No se sostiene ni un momento esta tramoya ridícula del cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Ni siquiera con los habituales malabarismos manipuladores que hablan de sombras y prefiguraciones, de Jesús escondido en cada palabra del “antiguo testamento” en forma de misteriosas alusiones.
El texto es claro, la historia no es pasible de triquiñuelas, aunque los traficantes de la fe, los soldados del imperialismo romano no dejarán de inventar argumentos cada vez más disparatados para seguir sosteniendo como puedan estas patrañas.
Claro, es cuestión de fe… pobrecitos…
Ahora, cuando somos realistas e investigadores, encontramos que en la sagrada Palabra del Eterno se ha ordenado a los judíos el sacrificio pascual para las generaciones, que es diferente al que hemos visto que era exclusivo para la previa a la salida de Egipto.
Veamos si el Pesaj (sacrificio pascual) para las generaciones sí puede tener relación con el dichoso “cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
Vamos al texto sagrado:
Exo 12:42 Esta es noche de vigilia para el SEÑOR por haberlos sacado de la tierra de Egipto; esta noche es para el SEÑOR, para ser guardada por todos los hijos de Israel por todas sus generaciones.
Exo 12:43 Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: ningún extranjero comerá de ella.
Exo 12:44 Pero el siervo de todo hombre, comprado por dinero, después que lo circuncidéis, podrá entonces comer de ella.
Exo 12:45 El extranjero y el jornalero no comerán de ella.
Exo 12:46 Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.
Exo 12:47 Toda la congregación de Israel la celebrará.
Exo 12:48 Pero si un extranjero reside con vosotros y celebra la Pascua al SEÑOR, que sea circuncidado todo varón de su casa, y entonces que se acerque para celebrarla, pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa comerá de ella.
Exo 12:49 La misma ley se aplicará tanto al nativo como al extranjero que habite entre vosotros.
Exo 12:50 Y así lo hicieron todos los hijos de Israel; hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón.
Exo 12:51 Y sucedió que aquel mismo día, el SEÑOR sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.
Aquí se refiere Dios al mandamiento exclusivamente para judíos de celebrar el sacrificio pascual por las generaciones venideras, tal como reza el texto.
Y es muy explícito Dios al declarar que es un mandamiento, un ritual, un sacrificio, una carne, un mensaje, que está absolutamente vedado para los extranjeros, es decir, para los gentiles. Es un ritual exclusivo para judíos. Solamente la persona nacida judía o aquella que se ha convertido de acuerdo a la ley respectiva es admitido dentro de este ritual.
Es lo que dice Dios, está en la Torá, no es invento de hombres, no es como el llamado nuevo testamento una obra literario fraudulenta, creación del imperialismo romano. No señor, la Torá es obra sagrada, directa de Dios.
El mismo Dios luego explícito aún más las cosas al ordenar a los judíos:
Deu 16:5 No podrás sacrificar la Pascua en ninguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da,
Deu 16:6 sino que en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, sacrificarás la Pascua al atardecer, al ponerse el sol, a la hora en que saliste de Egipto.
Deu 16:7 Y la asarás y la comerás en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. Luego, por la mañana, regresarás a tu habitación.
Ciertamente no se hacían en cualquier lugar, sino expresamente en el lugar elegido por Dios para hacerlo: el monte del Templo. Que no es el Gólgota, ni cualquier otra parte de Jerusalén o del mundo.
Y debía ser comido por completo en el monte del Templo. Desde que David tomó posesión de Jerusalén y su hijo construyó el Templo, allí se debía hacer, en ningún otro lugar, sin excusas. Es en el monte del Templo y solamente allí.
Y debía ser un ritual exclusivo de judíos, sin intervención de extranjeros, ni de romanos, ni de húngaros, ni de rastafaris, solamente judíos.
Señalemos que tanto el Pesaj ordenado para Egipto como el posterior, el de las generaciones, sin parte de los mandamientos de Dios a los judíos.
Aunque fueron decretados previo a la entrega de la Torá en el Sinaí, igualmente son mandamientos de la “Ley”, eso que tanto detestan los seguidores de Jesús que se atrincheran con Pablo en la aversión a la Torá y la adoración a un hombre redentor.
Recordemos que la “Ley” ya fue establecida para toda la humanidad desde el mismo comienzo de la misma, puesto que Adam recibió una Torá simple, compuesta por seis mandamientos. Al igual que Noaj recibió la Torá noájica, compuesta por siete mandamientos. Posteriormente los judíos recibieron su propia y exclusiva Torá, la que concierne a la nación judía y con los 613 mandamientos correspondientes a ella.
Por tanto, los payasos teólogos que quieran decir que el mandato del cordero pascual en Egipto fue antes de la Ley, por lo cual “se demuestra” que es por fe en Jesús que la persona es salva y no por acatar los mandamientos, no es más que una mentira falta de fundamentos, plena de grotesca falsedad.
¡Cuidado con los teólogos! Doctores en “divinidad”, que son sirvientes de sus EGOs.
Volvemos a notar que no se menciona para nada en el texto sagrado que el cordero pascual, los decenas de miles de ellos en realidad, sean para quitar pecados, ni siquiera se roza el tema de los pecados y los ritos sacrificiales que posteriormente se establecerían al respecto.
Como cualquier niño con un poco de educación en Torá sabe, el pecado se remedia con arrepentimiento sincero, no con sacrificios de animales… ¡menos que menos con el cordero por grupo familiar que se sacrificaba para recordar el Pesaj!
Pero esto tan simple, tan cierto, tan claro, no lo es para el que está preso en su celdita mental, entre sus barrotes de la fe.
Ni tampoco salvo a “todos” el primer cordero pascual, sino solamente a los primogénitos que permanecieron en sus hogares marcados por la sangre del cordero del grupo familiar.
Los de la fe seguirán repitiendo los lemas de su religión, seguirán difundiendo mentira y error.
Para ellos está bien hacerlo, pues sus líderes son los que les marcan el ritmo que bailan. Desde sus comienzos sus líderes fueron expertos en mentir, en falsear, en presentarse con disfraces, en llamar “santo” a lo inmundo, en adorar falsos dioses.
Para ellos es cuestión de fe, aunque sea algo absurdo.
He visto las piruetas que hacen para transfigurar esto, adaptarlo a su conveniencia, ver simbolismos según les convenga, convertir en metáfora lo que debe ser tomado literal, inventar alusiones, etc… son expertos en mentira, no lo olvidemos…
Podemos y debemos respetar a las personas, pero es nuestra obligación demoler las creencias terribles. Es una tarea necesaria, para todo el que es fiel a Dios, un sincero constructor de Shalom.
Ahora, a la vista de las evidencias, ¿alguien en su sano juicio y con lealtad a Dios puede seguir invocando la patraña del cordero, llamado Jesús, de Dios que quita el pecado del mundo?
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Como un plus, ya que el argumento central es el de más arriba, te dejo el texto del procedimiento para el sacrificio por el pecado, el real y no el invento de los seguidores de Jesús.
Tómate tu tiempo y verás que termina por hundir por completo el engaño del Jesús cordero quitador de manchas:
Lev 4:27 «Y si es alguno del pueblo el que peca inadvertidamente, haciendo cualquiera de las cosas que el SEÑOR ha mandado que no se hagan, y se hace así culpable,
Lev 4:28 y se le hace saber el pecado que ha cometido, traerá como su ofrenda una cabra sin defecto por el pecado que ha cometido.
Lev 4:29 «Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará en el lugar del holocausto.
Lev 4:30 «Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
Lev 4:31 «Luego quitará toda la grasa, de la manera que se quitó la grasa del sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote la quemará sobre el altar como aroma agradable para el SEÑOR. Así hará el sacerdote expiación por él y será perdonado.
Lev 4:32 «Pero si trae un cordero como su ofrenda por el pecado, que traiga una hembra sin defecto.
Lev 4:33 «Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado y la degollará como ofrenda por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto.
Lev 4:34 «Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará todo el resto de la sangre al pie del altar.
Lev 4:35 «Luego quitará toda la grasa de la misma manera que se quita la grasa del cordero del sacrificio de las ofrendas de paz; y el sacerdote la quemará en el altar con las ofrendas encendidas para el SEÑOR. Así hará el sacerdote expiación por él, por el pecado que ha cometido, y será perdonado.