Todas las entradas de: Alfredo Zambrano

Alfredo Zambrano recibió el IV Premio Nacional del Libro

Saludos a todos mis hermanos noájidas que nos leen en las diferentes naciones del mundo.
Les invito a ver la reseña periodística sobre la entrega del IV Premio Nacional del Libro al cual fui acreedor el pasado jueves 28 de febrero. Vean la noticia completa en:

http://www.fundacionbanfoandes.com/index.php?seccion=programas_sociales

!Que el Nombre del Eterno, nuestro Elokim, Rey del Universo, Sea Exaltado por siempre jamás¡

Seguimos adelante sembrando la paz en el mundo.

TÁCHIRA Y PORLAMAR LES ESPERA del 20 al 23 de enero de 2008

Saludos a todos los queridos noájidas de Colombia, Ecuador y países aledaños a Venezuela.
Les envío este correo para invitarlos a pasar cuatro días inolvidables con el Psicólogo Yehuda Ribco de Uruguay, en la Isla de Margarita, Porlamar (del miércoles 16 al sábado 19 de enero de 2008) y en San Cristóbal, estado Táchira (del domingo 20 al miércoles 23 de enero de 2008).

Entrada Libre.

Dirección en San Cristóbal, estado Táchira: Calle 6 entre carreras 3 y 4 # 3-57. En el Centro de San Cristóbal – estado Táchira.

Dirección en la Isla de Margarita: Calle Fajardo con calle Marcano. Multicentro la Perla. Local PB A2. Porlamar.

También tendremos la participación del empresario Mario Hinestroza y del Ing. José Ramírez.
NO FALTES!!! Estos son tiempos de crecimiento integral.

Para mayor información puedes comunicarte al (0058) 0424-7128438 y 0414-8115847 o a través de los correos electrónicos: y berakabendición@hotmail.com.

Pronto daremos más detalles de tan anhelada actividad!!!

El Moré Yehuda Ribco una vez más en Venezuela

Saludos a todos mis hermanos noájidas que nos leen en todo el mundo.

Les informo que el Moré Yehuda Ribco nos estará visitando en nuestra queridísima patria venezolana desde el jueves 16 hasta el miércoles 23 de enero de 2008, fecha en la cual llevaremos adelante, con la ayuda del Eterno, sendos Eventos en la Isla de Margarita y San Cristóbal, estado Táchira. El Lema que desarrollaremos es el siguiente: «Seguimos creciendo a la Luz del Eterno». Además, contaremos con la participación de líderes noájicos que nos darán una palabra de bendición, dirección e instrucciones de vida.

En los próximos días estaremos dando los detalles de tan ahnelada actividad y los precios de los hoteles y demás información de las ciudades.

Paz a todos mis hermanos noájidas, fieles cumplidores de los Siete Preceptos Universales.

Una respuesta al sr. fly

Este fue el comentario del sr. fry a Una Plegaria por Venezuela

fry (2007/12/01)

Con Todo Mi respeto, Sr. Zambrano, Por que???, cree usted QUE HASHEM, Le interesaria esta tierra de Idolatras???, No es Mejor Decir?, Hashem ponte de parte de estos BAAlitas???, “Además tengo buenas noticias”, EN UN SUENO VI, UN RESTAURANTE DE COMIDA RAPIDA EN EL MALECON DE LA HABANA, sabe usted lo que eso SIGNIFICA?, YO SI “CUBA LIBRE”
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En vista de lo dañino que podría resultar para nuestros lectores este comentario hecho por el sr. fry, me propongo dar una respuesta que considero necesaria y legítima, por cuanto está en juego el honor de mi país y el honor del nojismo en general.

Pues, sí, sr. fry, a HaShem sí le interesa esta tierra de idolatrías, como usted irresponsablemente la llama en su comentario. ¿Por qué sí le interesa? Porque está habitada por gente noble, trabajadora, echada pa´lante y ávida de progreso y paz y, según he aprendido de los Sabios de la Torá, por causa de los justos (judíos y noájidas) que habitamos y laboramos en cada rincón de esta maravillosa patria. Su comentario me sorprende, sr. fry, y más por ser usted venezolano, pues deja ver lo que mueve su corazón, los impulsos que le dominan y los deseos que le esclavizan: “restaurantes de comida rápida”. !Qué lamentable¡ !Qué triste sueño para un noájida¡ ¿Por qué no usar otros términos para referirse a la libertad de Venezuela y Cuba, respectivamente? ¿Por qué emplear una frase del todo pasajera y que nada sustancial conlleva? Vea lo que está pasando actualmente en China con la llegada de “los restaurantes de cómida rápida”, todos provenientes de occidente y Europa: obesidad, diabetes, hipertensión, estrés, y todos aquellos males que hoy aquejan a los Estados Unidos de América, país al cual, presiento, “admira” o “adora”.
Por otro lado, usted llama atrevidamente a los líderes de esta nación, su nación, “baalitas”, porque quizá no profesan los Siete Preceptos Universales o no son judíos practicantes, ¿y qué dices de los líderes y los gobiernos de las diferentes naciones de la tierra, incluyendo, a USA y, penosamente, al Estado de Israel? ¿Son, acaso, hombres justos (cumplidores de los Preceptos) lo que gobiernan allí? ¿O no lees las noticias del caos moral, ético e integral en el que están sumidos los pueblos? ¿Y qué dices de tus maestros universitarios, de tus parientes, amigos, (si es que los tienes), vecinos, etcétera? ¿No son, acaso, “baalitas” (usando ese grotesco término) en su gran mayoría? ¿Quién es usted, o mas bien quién se cree usted, que se atreve a descalificar a las dignidades del país, de su país, de la manera tan despreciable como usted, un noájida, lo hace en su vacío y vil comentario?
Una cosa más, ¿sabía que esas “poderosas” naciones que hoy usted admira (pues es lo que deja ver) se traga con “sus restaurantes de comida rápida” a cientos y miles de judíos al año, como sucede específicamente en USA, cuyo sistema se traga (asimila) a más de 50.000 judíos al año. Ciertamente usted habla como cualquier pagano, que dejado llevar por “el sueño americano” pierde de vista el propósito del Eterno para cada nación.
Finalmente, permítame decirle y ratificarle que al Eterno sí le interesa Venezuela, como le interesó Egipto en los días de Yosef, como le interesó Babilonia en los días de Daniel, como le interesó Persia en los días de Ester y Mordejay y como le interesa hoy cada nación, pueblo y lengua cualquiera sea su condición social o cultural, porque del Eterno son los reinos, los gobiernos y sus dignidades, y Él domina sobre todos e inclina el corazón de los hombres a hacer Su voluntad.
Y no sólo le interesa Venezuela, más que eso, ama a Venezuela, como ama a Israel, como ama a USA y a todas y cada una de las naciones de la tierra, y en el caso de Venezuela, cumplirá cabalmente el propósito para el cual ha sido levantada, con Chávez o sin Chávez, pues el Rey y Señor de este país, aunque usted no lo quiera ver, es el Eterno, a quien levanté mi plegaria y de quien recibiremos bondad y Shalom.
Quiero que sepa que yo he decidido, en unión de mi familia y de la Comunidad que me acompaña, luchar y crecer en esta “tierra de idólatras”, pues amo a mi país y estoy haciendo mi parte. Sr. fry, yo también tengo un sueño para Venezuela y para Cuba, para USA y China, y para cada nación gentil: naciones integralmente libres, prósperas y seguras, amantes del derecho y la equidad, y practicantes de los Siete Preceptos Universales, donde el Arco Iris se levante en todo su esplendor, no sólo en los valles y las montañas, sino en el corazón de cada hombre y mujer, de cada dignidad y de cada niño que habitan esta noble tierra. Y este sueño se sustenta en un sueño que domina mi mente y mi corazón: la total rectificación y levantamiento del querido pueblo de Israel: una nación reunificada, vinculada a su tierra, ligada a la Torá y adherida al Eterno.
Mis sueños no provienen de la cultura occidental, un sistema destinado a la destrucción. Mis sueños provienen del Tanaj, de las enseñanzas de los Sabios y del corazón del Eterno.

Una plegaria por Venezuela

Bendito Seas, HaShem, por siempres jamás y bendita sea Tu misericordia y honor por los siglos de los siglos, !Amén Veamén¡
Vengo a Ti, Padre amado, apoyado en Tus muchas misericordias y en unión de todos los justos que habitan en esta noble tierra, a pedirte por la salud de mi país, Venezuela, a implorarte por el levantamiento integral de este bravo pueblo, por la restauración de su honor y por su total libertad. Que Tu manto de Shalom, OH Eterno, nos cobije a todos, de norte a sur y de este a oeste, y que toda sombra de muerte y sequedad sean del todo desvanecidos por la fuerza de Tu esplandor, ese resplandor que procede de Tu Torá, de Tu bondad y de Tus justos y piadosos hijos que con su santidad cubren de belleza a nuestra nación. Líbranos, Padre Eterno, de toda confrontación violenta y de toda devastación social. Que veamos correr en nuestras calles, no la sangre de nuestros ciudadanos e hijos, sino el agua fresca de Tu conocimiento y verdad. Derrama como lluvia sobre nuestras ciudades y estados Tu emanación de vida y piedad, y que se vea manifestada en toda su grandeza en solidaridad, hermandad y tolerancia mutua. Permítenos entender que todos somos hermanos, que nos necesitamos y nos debemos el uno al otro, a pesar de las diferencias que nos distinguen, esas diferencias que nos hace ser un pueblo especial y único. Perdona, por favor, todas nuestras rebeliones y soberbias, y salvanos de la peste, la plaga y la impureza que circunda a nuestro alrededor. Despierta sobre nuestras almas, y sobre el alma de la nación, Tus trece Atributos de misericordia y no permitas, por amor de Tu Nombre, que seamos entregados al caos y la confusión. Ayúda a nuestros compatriotas, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doctos y campesinos, a salir de la ignorancia, las tinieblas y la idolatría. Que Tu grandeza y Tus Siete Preceptos Universales sean reconocidos por todas y cada una de nuestras familias y que el Arco Iris, con sus siete colores, nos inspire a vivir una vida plena, en Tu temor, en Tus caminos y en el respeto a nuestros semejantes.
Que Tu derecha aplaque a Tu izquierda y que nuestras vasijas sean rectificadas, purificadas y henchidas de luz eterna.
!Que así sea Tu voluntad!

Invitación

Invitación:

Saludos a todos los noájidas (gentiles fieles al Eterno) que nos leen en las diferentes partes del mundo. Con mi más alto sentido de respeto, me permito invitar a todos nuestros asiduos lectores y líderes internacionales a estudiar el Tema “LA NATURALEZA DE LA JUDEOFOBIA”, de Gustavo Perednik, y trascrito amablemente por el profesor Juan Mayorca en esta página web.  En FULVIDA Táchira, Venezuela, Llevamos seis (06) martes instruyendo a nuestra Comunidad en dicho tema, por supuesto, con el respectivo permiso escrito del autor y del profesor Juan Mayorca. Hemos aprendido cosas interesantes e incisivas, las cuales han estado “ocultas” a los ojos del mundo entero: el fenómeno de la Judeofobia, sus orígenes y propagación, con las lamentables y nefastas consecuencias genocidas en el pueblo judío.

Es necesario e imprescindible conocer la información que allí se presenta (datos, fechas, protagonistas, documentación), pues nos dará una mayor claridad acerca de este grotesco “fenómeno” de carácter mundial que le ha costado la vida a millones de judíos a lo largo de estos últimos 23 siglos, y nos capacitará con sólidos argumentos para revertir cualquier intento político-religioso-social que pretenda hacer resurgir este odio contra la nación hebrea. Además, nos brindará herramientas para ayudar a salir de la oscuridad a tantos seres valiosos y hermosos que hoy “viven” sumidos en escenarios de oscuridad, ignorancia y caos (lo que los convierte en presas fáciles de la judeofobia).

El Curso está desarrollado en 12 Unidades y es de fresca lectura y de limpia comprensión.

Ánimo para todos y que el Eterno nos haga sobreabundar en bendiciones integrales, a nosotros y a Su pueblo Israel. ¡Amén!

 

EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL tercera parte

            Considera muy en serio la posibilidad de triunfar:

             “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos; quizá obrará el Señor juntamente con nosotros, porque con el Señor no hay estorbo en salvar con muchos o con pocos”. (1 Samuel 14: 6).

           Escuchen la voz de uno que ha aprendido a no rendirse ante las adversidades y desafíos: “Quizá obrará el Eterno juntamente con nosotros”; es decir, ‘vamos a hacer nosotros algo, quizá el Eterno haga algo junto con nosotros. El mensaje aquí es claro: ‘Si no actuamos nosotros primero, el Eterno no va a actuar a favor de nosotros ni junto a nosotros’. El Eterno comenzará a obrar cuando tú comiences a obrar. Si tú no actúas, el Eterno no actuará. Él se manifestó y obró cuando Jonatán y su paje de armas decidieron caminar en la dimensión de la certeza absoluta: “Y hubo temblor en el campamento, en el campo y entre toda la gente; y la guarnición y los merodeadores también temblaron; la tierra también se sacudió, de modo que vino a ser un temblor muy grande”. “Así el Eterno salvó en aquel día a Israel, y la batalla pasó a Bethawen”. (Versículos 15 y 23).

           Existía la posibilidad de caerse, despeñarse o caer heridos en las manos de los filisteos y ser muertos por sus espadas; pero también había posibilidades de vencer y derrotar a sus enemigos, y de esta posibilidad se agarraron firmemente, y actuaron.

 
              El camino hacia ‘una vida de éxito’ está asfaltado de pequeños triunfos:

             “Y fue aquella primera matanza la que hicieron Jonatán y su paje de armas, cosa de veinte hombres, en el espacio como de una media yugada de tierra”. (1 Samuel 14: 14). No desprecies el día de los modestos comienzos. Las pequeñas victorias deben ser reconocidas y aceptadas como señales verdaderas que evidencian que el Eterno está apunto de desatar todo Su poder a nuestro favor. El Señor te prepara el camino; tú lo asfaltas con pequeñas victorias, hasta que llegue el día en que sea reconocido y alabado como un hombre y una mujer de éxito y visión. La vida de éxito del Rey David comenzó cuando era sólo un pastorcillo de ovejas. Se estrenó como un valiente guerrero matando osos, leones y lobos. Después asfaltó su camino cuando derrotó al gigante Goliat. Más adelante lo vemos destruyendo ejércitos enemigos, conquistando ciudades y construyendo el un reino de justicia, seguridad y prosperidad. El más grande de todos los reyes de la tierra tuvo que asfaltar su camino con pequeñas victorias.

           Esto se asemeja a la construcción de un muro. Cada ladrillo que tú colocas es una pequeña victoria, y de victoria en victoria vas construyendo y edificando tu vida de éxito. No debes buscar el éxito en la vida, esto es simplemente humanismo y materialismo vacio. Antes bien, ‘debes edificar una vida de éxito’. El éxito en la vida te puede dejar riquezas, fama y poder; una vida cultivada en un verdadero concepto éxito te dejará, además de riquezas y buen nombre, lo más precioso de todos los tesoros: carácter.

        Cada ladrillo que tú logres levantar es una victoria que fortalecerá tu carácter y te capacitará para seguir adelante construyendo en Dios tu vida interior.

          Veamos todo el potencial que desató una pequeña victoria:

a.       Una pequeña victoria (la primera matanza) desató toda una movilización de soldados amigos, los cuales destruyeron a un ejército militarmente superior (Versículo 20).

b.      Los hebreos que había alquilado sus servicios a los filisteos retornaron y se unieron a su verdadero pueblo y pelearon para la causa de Dios (Versículo 21).

c.       Los cobardes se animaron y salieron de sus escondites a pelear por el Eterno, por el rey Shaúl y por su pueblo (Versículo 22).

d.      El Eterno libró a su pueblo Israel, otorgándoles una gran victoria aquel día (Versículo 23), pues Él honra a los que le honran.

          
             Decisión es la clave:

             Después de haber oído esta impresionante historia de valor y confianza en el Eterno, ¿qué piensas hacer? ¿Seguir sumido en el polvo de la mediocridad? o ¿levantarte con poder de los escombros, con la mirada puesta en Aquél que te puede coronar con una nueva vida? Adelante, usa tu potencial en Dios, esas reservas de energía que te son intrínsecas, hasta que logres conseguir la plena e integral liberación de tu existencia.

           Recuerda este principio toda tu vida: la certeza absoluta honra a Dios; y Dios, al verse honrado, honra la certeza absoluta. Salta ahora mismo del grupo de los pesimistas, cobardes y fatalistas y entra al ejército de aquellos que han comenzado a escalar y trepar los peñascos de la vida, dominados por una sola visión: Ser hombres de convicción y de Dios. Tú sólo necesitas una cosa: ¡Decidirte!

 

 

EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL segunda parte

El sendero hacia la plena libertad no es nada fácil:

El toque de la trompeta llevada a cabo por el mismísimo rey Shaúl anunciaba la victoria de Jonatán y llamaba al resto del pueblo a la guerra. El pueblo respondió y la liberación fue consumada, pero luego de un proceso de luchas encarnizadas, pues los filisteos también lucharon por mantener su dominio y control sobre el pueblo hebreo. No fue nada fácil.


Los filisteos tenían superioridad militar (armas, soldados y estrategias). Tenían en su haber treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo como la arena que está a la orilla del mar en multitud, equipados todos con armas y estrategias de guerra altamente definidas. (Véase 1 Samuel 13: 5, 17, 18). Esta fue la razón por la cual los guerreros de Saúl, agobiados de terror, se escondieron en cuevas, espinares y entre peñascos, en lugares fuertes y en cisternas. (Véase 1 Samuel 13: 6). Los pocos fieles que estaban dispuestos a pelear iban tras Shaúl temblando (Véase 1 Samuel 13: 7), pero presionados por las complicaciones del entorno, muchos de ellos comenzaron a desertar (Véase 1 Samuel 13: 8, 11), y lo peor, los soldados que quedaron firmes, unos seiscientos hombres, no tenían armas con las cuales pelear (Véase 1 Samuel 13: 15, 19-22). Humanamente Israel estaba en desventaja y los filisteos tenían todas las posibilidades numéricas de ganar.


Otra vez Jonatán toma la iniciativa:

A pesar de todas las restricciones reales existentes, el valeroso Jonatán decidió luchar, pues sus ojos se enfocaban más allá de las limitaciones. Dice el Texto Sagrado: “Aconteció, pues, cierto día, que Jonatán, hijo de Shaúl, dijo a su paje de armas: Ven, pasémonos a la guarnición de los filisteos, que está por aquel lado (del valle), pero no dio parte de esto a su padre”. También dice: “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos; quizá obrará el Señor juntamente con nosotros, porque con el Señor no hay estorbo en salvar con muchos o con pocos”. (Véase 1 Samuel 14: 1, 6).

Imaginemos la posible conversación que hubo entre Jonatán y su paje de armas:

Jonatán: ¡Amigo, vayamos al campamento enemigo y hagamos algo por nuestra liberación! No nos quedemos aquí encuevados y temerosos. Me siento mal conmigo mismo sin hacer nada. Nosotros no fuimos llamados a estar ociosos y sin fruto.

Su paje de armas: Jonatán, pero ellos tienen 30.000 carros, 6.000 hombres de a caballo,  un pueblo equipados con carros, caballos, armas y estrategias. Saúl, nuestro líder, sólo tiene 600 hombres fieles en su ejército, y sin armas. (13: 15; 14: 2).

Jonatán: Yo lo sé, amado criado, yo lo sé muy bien. Pero, no te olvides del significado de mi nombre. ¿Lo recuerdas? Jonatán significa: el Eterno ha dado. Mira, fiel compañero, ellos tienen todo en las manos, pero no tienen nada en esperanza; nosotros tenemos poco en las manos, pero lo tenemos todo a nuestro favor. Vamos a enfrentarlos con los recursos con los que el Todopoderoso Señor nos ha dotado. Recuerda que Él es el amo de la guerra, y no es “difícil para Él salvar con muchos o pocos”. Si el Eterno está con nosotros y por nosotros, no habrá nada ni nadie que nos pueda propinar una caída.

Amigo mío, “el Creador ha dado”: Hazle la guerra al sistema opresor que hoy te abate, aunque aparente ser invencible, y toma la decisión de luchar por destruir todas sus perversas influencias, usando fielmente los recursos que el Eterno te ha entregado. Sus chispas están listas dentro de ti para ser activadas y proyectadas; Sus trece atributos de misericordia están dispuestos para ti; Sus Preceptos son el camino que te llevarán a puerto seguro. Dispones del poder de la plegaria y, sobre todo, de la compañía fresca y poderosa de Su divina Presencia. El Eterno ha dado; no tienes excusa para no pelear tu propia batalla.

 

Hay un dicho entre los militares que reza así: “En la guerra no hay excusas”.  Estamos en guerra, desecha las perversas excusas, toma tus armas morales, éticas y espirituales y ven a pelear en el Poder de Su fuerza.

 

Entre la vida mediocre y el éxito existen desfiladeros, peñascos agudos y muchos peligros:

Escuchemos con atención este relato: “Y entre los desfiladeros por donde procuraba Jonatán pasar a la guarnición de los filisteos, había un pico rocoso de esta parte, y otro pico rocoso de aquella parte, siendo el nombre del uno Bosés, y el nombre del otro Sene. El un pico formaba una peña escarpada de la parte del norte, frente a Mijmás, y el otro de la parte del sur, frente a Gueva”. (1 Samuel 14: 4-5).

 

Los desfiladeros eran tan abruptos que se les habían dado nombres: ‘Bosés’, que significa ‘reluciente’, y ‘Sene’, ‘puntiagudo’. Desfiladero es una palabra que significa:Paso estrecho entre montañas’. La actitud de Jonatán frente a los peligros es digna de ser alabada e imitada; él le dice a su compañero de lucha, a pesar de los riesgos, “Ven, pasemos…”. Esta debe ser la actitud de todos aquellos que desean levantarse del polvo de la mediocridad a un sitio de honor y verdadero éxito. Oye y atiende la voz del Eterno que te inspira diciendo: “Ven, pasemos juntos estos despeñaderos. No tengas miedo. Avancemos  hasta superar los peligros. No mires al abismo. Mira al frente; mira la corona; mira la liberación de tus hijos y de tu familia. Mírame a mí, la Roca inconmovible de los siglos”.

 

Para llegar a ser un hombre y una mujer de excelencia y de valor se hace imprescindible acostumbrarse a caminar en desfiladeros, peñascos y muchos peligros. Si no corres el riesgo que implica alcanzar una vida cimentada en el verdadero éxito continuarás toda tu vida siendo mediocre, miserable y digno de lástima. Nadie te recordará después que mueras, nadie; y si lo hacen, será para decir: “No sigan ni imiten el torpe ejemplo de ese cobarde ser”.

 

¿En qué lista quieres que anoten tu nombre después que mueras? ¿En la larga y penosa lista de los cobardes y mediocres? O, ¿en la corta, pero distintiva lista de aquellos que lucharon con tesón por redefinir el rumbo de sus vidas y familias? Sólo los hombres y mujeres de firme decisión llegarán, con el respaldo divino, a ser reconocidos como águilas en su generación.

 

El éxito sólo lo alcanzarán aquellos que estén dispuestos a trepar:

“Y trepó Jonatán sobre sus manos y sus pies, y su paje de armas tras él. Y cayeron delante de Jonatán, y su paje de armas mataba en pos de él”. (1 Samuel 14: 13). Treparon la roca utilizando sus manos y sus pies; algo que los filisteos pensaron era irrealizable. Pero para aquél que sabe quien es y qué es lo que quiere no hay peñasco que lo atemorice y lo haga retroceder.

 

Si no estás dispuesto a trepar los escabrosos peñascos, olvídate de tu liberación integral. ¡Qué fácil es llevar una vida simple y vacía!; por eso es que hay tantos mediocres en las calles y plazas. Esperan triunfar dependiendo de la casualidad, la suerte y el azar. Debes entender que el éxito verdadero no te va a caer del cielo; tienes que subir y trepar con tus propias manos y con tus propios pies y no darte por vencido hasta alcanzar la cumbre.

 

¡Qué duro es subir los peñascos! Para llegar a ser un hombre de proezas se necesitan varias cualidades: Absoluta certeza en las promesas del Eterno. Es más que creer en Dios, es creerle a Dios, depender de su cuidado, ser constante, disciplinado y poseedor de un espíritu valiente.

 

Imaginémonos al Eterno viendo a estos dos bizarros guerreros trepando con entereza y bravura los peñascos que tenían por delante. Imaginémonos diciéndole a sus ángeles servidores: “Me siento muy honrado por la intrepidez que han manifestado esos resueltos soldados. Vamos a coronar su hazaña con el galardón de la victoria”.

 

Vamos, hijos del Eterno, trepen, y trepen bien alto; usen lo que tienen, sus manos y sus pies, y todos aquellos recursos que el Eterno les ha entregado. No desfallezcan delante del conflicto. Tienen al Eterno a su lado y sus bondades a su favor.



Alfredo Zambrano García
FULVIDA Táchira – Venezuela


 

MI AYUDADOR ES EL ETERNO

 “Bienaventurado aquél cuyo ayudador es el Dios de Yaakov, cuya esperanza está puesta en el Eterno, su Dios,…”. (Salmos 146: 5).

 

            Introducción:

           Una de las advertencias más contundentes que los profetas y jueces verdaderos de Israel proclamaron a oídos del pueblo, de manera continua y vehemente, en todos los tiempos y escenarios, tiene que ver con la inutilidad de colocar nuestra confianza en aquellos hombres señalados como “príncipes poderosos”, los que han sido sublimados por el hombre a niveles de preponderancia y “divinidad”, o en imágenes de oro, plata, bronce o madera, pues su ayuda es del todo vana, frágil, perecedera y letal.

 

Al respecto, el profeta Jeremías nos transmitió de parte del Eterno una palabra incisiva y determinante: “Así dice el Eterno: Maldito aquél que confía en el hombre, y se apoya en un brazo de carne, y cuyo corazón se aparta del Eterno. Pues será como el enebro en el desierto, que no ve cuando viene el bien, sino que habita en los sequedales del desierto, en una tierra salada y no habitada”. (Jeremías 17: 5-6). Desde el mismo momento que quitamos nuestros ojos del Eterno y los fijamos en otro ser, real o ficticio, (llámese como se llame, sea quien sea) nuestras almas caen estrepitosamente en lugares de deterioro y sequedad, pues los influjos de la bondad del Eterno son coartados y aprisionados en cáscaras de impureza, impidiendo así al extraviado ser beber de las fuentes de la paz, la armonía y la bienaventuranza, y termina bebiendo de los influjos de la malignidad, a tal punto que su mismísima alma se va transformando lentamente a imagen y semejanza de aquel falso salvador en quien se está apoyando –su falso dios-, en el cual ha depositado toda su confianza y esperanza y de quien cree vendrá su rescate y liberación.

 

            Esto significa que el alma del extraviado y el alma del idolatrado (o su esencia doctrinal) se vuelven una misma cosa, recibiendo por transferencia espiritual las mismas cualidades del “ser divino” en el que se ha afincado. De allí que aquellos que sirven a los ídolos –ya sean conceptuales o físicos- adquieren sus mismísimas características.

 

Como ya sabemos, “los ídolos de ellos (las naciones) son de plata y de oro: obra de manos de hombre. Tienen boca, y no hablan; ojos tienen, y no ven; tienen orejas, y no oyen; narices tienen, y no huelen; tienen manos, y no palpan; pies tienen, y no andan, ni hablan con su garganta”. (Salmos 115: 4-7). Lo más interesante de este hecho es que así se tornan y actúan todos aquellos que sirven a los ídolos: “Como ellos son los que lo hacen, y todo aquel que confía en ellos”. (Salmos 115: 8). Todos aquellos que han puesto su confianza en la falsedad carecen de percepción, discernimiento, creatividad y tacto para penetrar en los misterios de la vida. Viven rodeados de un aura de espiritualidad fantasiosa y quimérica, sumidos en la más profunda depresión integral como individuos y familias. La misma condición de sequedad y frialdad que caracteriza a la falsa deidad se les transfiere a sus mentes y corazones. Tanto el ídolo como su servidor se vuelven uno.

 

“¡Cual la madre, tal su hija!”:

 ¿Por qué los cristianos son antisemitas en su teología y en su estilo de vida? No existe otra respuesta sino esta: pues así se comportaba y enseñaba su “salvador y mesías”, y así actuaban Pablo y los demás apóstoles, las columnas “morales y espirituales” de la “santa” iglesia. Como dice el dicho: “de tal palo, tal astilla”, o como dijera el profeta Ezequiel: “¡Cual la madre, tal su hija!” (Ezequiel 16: 44). Un hombre que deposita toda su confianza en Jesús/Ieshu, y se entrega sin reservas a su servicio, será impregnado de su misma esencialidad, de su mismo espíritu descarriado: rebeldía (a Dios, a Sus excelsas Instrucciones, a los Sabios y Jueces de Israel); orgullo (creer ser lo que en realidad no es, como Jesús/Ieshu, por ejemplo, que se autoproclamó como intermediario absoluto entre el hombre y su Dios); falsa piedad (creerse más que los demás por su supuesta espiritualidad); engaño y manipulación (si no se hace lo que él dice la persona pasa a ser un hijo de desobediencia, de ira y del mismísimo diablo, así sea un cumplidor fiel de los Preceptos del Eterno) y confusión y estupidez (decir una cosa, luego decir o hacer todo lo contrario, basado, supuestamente, en revelaciones del “espíritu santo”).

 

¿No actúan así los discípulos y seguidores de Jesús/Ieshu? ¿No es este el modo de actuar y de hablar de aquellos que se dicen llamar “cristianos”? ¿No es esto lo que revela la historia del cristianismo en sus diferentes épocas y escenarios? ¿A quién quieren engatusar con su disfrazado mensaje de “amor” y de “perdón”?

 

La teología cristiana, por un lado, pregona que Dios es amor y, por otro lado, condena indefectiblemente a los judíos por ser “los asesinos” de Cristo. Por un lado dice que los cristianos son los verdaderos hijos de Dios y la luz del mundo (por su fe en Cristo), pero por otro lado disfrutan enteramente y se benefician de las invenciones de los judíos, a los que acusan de alta traición y enemigos de la verdad. Por un lado predican acerca de la gracia de Dios y del pronto arrebatamiento de los santos al cielo, pero por otro lado proclaman a viva voz que Israel padecerá en la gran tribulación los embates del anticristo, el falso profeta y sus demonios.

 

Los seguidores de Cristo hablan de ser fieles a Dios y guardar sus preceptos (claro está, según fueron enseñados por Cristo), pero por otro lado dicen que los judíos, por no tener a Cristo en sus corazones, así cumplan todos los Mandamientos del Eterno, son anatemas y condenados a la destrucción del  infierno, pues nadie es “salvo” por guardar la Torá, sino por aceptar a Cristo como su salvador personal.

 

Por favor, vean esto. Para el cristianismo, si un cristiano sufre, es una prueba de Dios; pero si es un judío el que está sufriendo, es por causa de haber entregado y vendido al hijo de Dios. Si un cristiano es prosperado, es por su fe en Cristo Jesús y porque tiene visión de reino; pero si es un judío el que prospera (¡y qué prosperidad!), es por causa de su usura y corrupción, o por efectos de la gracia común, que sólo incluye bienes terrenales, pero no el cielo. Si un cristiano muere, los ángeles vienen y lo llevan a los brazos de Jesús; si un judío muere, lamentablemente está perdido para siempre en el fuego eterno. Si un cristiano es perseguido, es un bienaventurado; pero si es un judío el perseguido, es por culpa de haber declarado “su sangre (la de Jesús) sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos”.

 

Amigos míos, manipulación, ignorancia, fraude y pestilencia es la verdadera sustancia del mensaje cristo-céntrico que se proclama desde los púlpitos cristianos. ¿O no ven los daños morales, emocionales, físicos, científicos, académicos y económicos que el cristianismo le ha propinado a la humanidad en estos dos milenios de trágica existencia? Han perseguido y tratado de eliminar al justo, al sabio, al dotado de sentido común y creatividad. Han aplaudido hasta la saciedad el oscurantismo, la barbarie, la falsedad y el exceso, todo en nombre de su “amado salvador” y en la infalibilidad de sus líderes y pastores.

 

Los frutos de la vinculación con el Eterno:

 Ahora bien, veamos el efecto integral positivo que se produce cuando un justo se vincula al Eterno, el Dios Uno y Único, en una legítima relación espiritual, lo que en hebreo se conoce como Devekut. Al respecto, dice el profesor Yehuda Ribco: “Devekut, literalmente en hebreo es adherirse, aproximarse, éxtasis, juntarse. …es un camino extenso de actuar con fidelidad de acuerdo a lo que Dios nos exige, de modo tal de asemejar (en la medida de nuestras limitaciones) nuestros actos a Sus actos. Se consigue mediante el cabal cumplimiento de los preceptos a partir del sistemático y correcto estudio de Torá”. (Para ver toda la explicación haga clic en el enlace http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1867.htm).

 

Estos conceptos nos ayudarán a entender por qué en el Salmo 112: 3 y 9 se dice del hombre justo, aquél que es amante y cumplidor fiel de los Preceptos del Eterno, “y su justicia permanece para siempre”, pero en el Salmo 111: 3 es del Eterno de quien se afirma “y Su justicia permanece para siempre”. Además, en ambos Salmos, tanto el Eterno como el hombre justo, son presentados como buenos, misericordiosos y justos. ¿Puede un simple mortal parecerse a Dios? ¿Qué quiere decir esto? Esto viene como resultado de la vinculación, de hacerse uno con Dios, como ya se explicó anteriormente. Las cualidades del bienhechor –el Eterno- se le transfieren al beneficiado –el hombre justo que confía en Él-, que ha puesto toda su esperanza en el Eterno y le sirve irrestrictamente a través del cumplimiento de Sus Preceptos.

 

¡Qué diferencia tan abismal existe entre uno que sirve a los ídolos y uno que sirve al Eterno, el Dios Uno y el Único! Cada quien refleja las cualidades propias del ser en el que se refugia y confía. Un dios identificado con la violencia genera creyentes violentos; un dios identificado con la ignorancia, pobreza y el dolor genera creyentes ignorantes, privados y sufridos; un dios identificado con el vicio y la sensualidad genera creyentes desenfrenados e inmorales. Un dios identificado con el antisemitismo genera creyentes antisemitas y menospreciadores de la verdad. Un dios identificado con la santurronería y la piedad inerte genera creyentes hipócritas y mojigatos. Pero un Dios identificado con la justicia, la bondad, la misericordia y la sabiduría, como el Singular Dios de Israel, genera hijos justos, bondadosos, misericordiosos y sabios. Decide hoy a quién quieres parecerte, o a los falsos dioses de las naciones o al Todopoderoso Dios de Israel, la Roca de la eternidad.

 

Un llamado a confiar en el Eterno con exclusividad:

 El llamado que hoy nos hace el Eterno a todos los mortales (judíos y gentiles) es romper las coyundas de la idolatría, en cualquiera de sus manifestaciones, y depositar toda nuestra confianza única y exclusivamente en el Eterno, el incomparable Dios de Israel, y exclamar como el Salmista: “Nuestra alma ha esperado en el Eterno; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. En Él se alegrará nuestro corazón, pues hemos confiado en Su santo Nombre. Que Tu bondad, oh Eterno, esté sobre nosotros, tal como hemos confiado en Ti” (Salmos 33: 20-22). La confianza en el Eterno te llevará a caminar en dimensiones de confianza, seguridad, alegría y abundancia, cualidades éstas que distinguieron a los justos y fieles de la antigüedad.

 

Fuera del Eterno sólo hallarás ignorancia, confusión, caos y muerte. En Su refugio encontrarás el bien, la claridad y la vida plena que tanto ha deseado tu alma, por lo tanto, hoy te digo: “Fijaos y ved que el Eterno es bueno;  bienaventurado el hombre que confía en Él” (Salmos 34: 9).

   

Alfredo Zambrano García
FULVIDA Táchira – Venezuela

“EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL” primera parte

           “Y hubo guerra cruda contra los filisteos todos los días de Shaúl;…” (1 Samuel 14: 52).

 Existe un potencial dormido en tu ser interior, o quizá encarcelado, o languideciendo por las complicadas situaciones que se te han presentado en el camino de la vida. Sin embargo, una pequeña cuota de esfuerzo y dedicación será suficiente para despertar esa fuerza transformadora y proyectarla más allá de lo imaginable, hasta hacer de ti un ser integralmente próspero, integralmente libre.

 

Introducción:

 Haciendo un análisis de esta estremecedora historia sobre la independencia de Israel del yugo filisteo, podemos deducir fácilmente que fue Jonatán, el hijo del rey Shaúl, el que comenzó esta guerra cruda. Dice el Texto Sagrado: “Y Jonatán había herido al comandante de los filisteos que había en Gueva; y oyeron de ello los filisteos. Entonces Shaúl tocó la trompeta por todo el país, diciendo: ¡Oigan los hebreos!” (1 Samuel 13: 3). 

El inicial ataque de Jonatán a la guarnición de los filisteos constituyó la gran señal que dio inicio a esta guerra de independencia. Jonatán entendió que había llegado la hora de atacar y asumir una actitud de ofensiva y de cambio del escenario patético en el que se encontraba el reino de su padre; que el tiempo de estar a la defensiva había terminado y que había comenzado la hora de luchar por la liberación integral de su pueblo.

 De igual manera debe suceder hoy con todos aquellos que anhelamos la libertad plena de nuestras mentes. Por muchos años hemos estado usando fatalistamente ‘el escudo de la resignación y la indiferencia’ para “defendernos” de las arremetidas del oscurantismo; no obstante, debemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la hora de ‘tomar la espada’ e ir adelante con una actitud de ofensiva, ha llegado.

Ya es una realidad en nuestra generación ‘el proceso de rectificación de toda la rueda de la creación y del hombre’: Rectificación de nuestra vinculación con el Eterno, de nuestra percepción de la vida, de nuestra relación con el prójimo y de nuestro compromiso con nuestro mundo. El sonido de la trompeta está sonando en nuestros corazones y los pueblos están despertando y cambiando sus paradigmas de estar cobardemente resguardos por una mentalidad y visión de acometida.  Esta ‘visión de ofensiva’ implica el desarrollo de una estrategia de avanzada, conquista y liberación personal, familiar y generacional, sometiendo los poderes de la execración y la malignidad y provocando la restitución del honor de todos aquellos seres que hoy padecen esclavizados los embates del vicio, la idolatría y la ignorancia.

 No debes permitir que las cosas sigan como están, porque al final todo se complicará y los únicos que van a sufrir las consecuencias de tu indecisión son tus seres queridos, presentes y por venir. Si no actúas ya, ahora, las cadenas del opresor se van a apretar mucho más; las tinieblas se tornarán más densas y tenebrosas, y el yugo se afincará implacablemente en tu cuello hasta destruirte por completo.

 No le declares la paz a aquello que Dios le ha declarado la guerra:

 No te dejes impresionar más por el caos que ven tus ojos, ni por los sentimientos de pesimismo y fatalismo que tanto daño te han propinado. Es el momento de desprenderse de esas gabelas, de desmenuzar los ataderos y encerronas que por años te han mantenido en la más espantosa miseria y confusión. Decídete a quebrantar en tu vida y en tu línea familiar el cincho de la carencia y la insignificancia. Destruye de una vez por todos esos extravíos y deterioros que no te dejan gozar de los influjos de bondad que el Creador ha desplegado para todas Sus criaturas. Debes saber que la inopia, la enfermedad, la dejadez y la mediocridad son tus peores enemigos. Estas son las ligaduras que el sistema ha colocado en el cuello de cientos de miles de hombres y familias enteras durante siglos y siglos, con el sólo propósito de paralizarlos, talarlos y hacerlos infelices. Son y serán tus perpetuos opuestos; por lo tanto, “no le declares la paz a aquello que Dios le ha declarado la guerra”.

         Tú decides cual camino transitar:

         Alguien tiene que comenzar la guerra contra la miseria, la pobreza y la ignominia en tu familia, y ese alguien eres tú. Cuando te decidas a atacar a los dañinos que hoy acampan alrededor de tu mente y destruir por completo sus obras demoledoras, el resto de tus familiares se te unirán, y juntos desataran una guerra a muerte contra todo aquello que no les deja prosperar ni avanzar.

         Hoy tienes frente a tus ojos dos caminos, el de la libertad plena y el de la servidumbre, tú decides cual camino transitar: Seguir con una actitud de sufriente y pesimista, con una mentalidad de víctima, o despertar desde adentro para tomar la espada de la emancipación y destruir enteramente las guarniciones que están agolpadas en tu ánimo. Una ‘actitud de recelo’ hará que los filisteos sigan acampados en el collado de tu mente, de tus finanzas y de tus futuras generaciones. Una ‘actitud de empuje y gallardía’ hará que los enemigos de tu realización huyan de tu territorio y sólo así comenzarás a disfrutar de la plenitud de las emanaciones divinas.

        Entiende esto: Cuando tomes la decisión de machacar las cadenas que aferran a tu familia a la desdicha y el atraso, los tuyos te seguirán y se unirán sin tregua a tu agudeza liberadora.