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Confianza

La falta de confianza en uno mismo mina nuestras existencias y nos deja a disposición de enfermedades y pillos que se aprovechan de nuestro flanco débil.
Esta actitud de vida nos hace perder oportunidades, nos encierra en mares de autojustificación, nos aprisiona en relaciones decadentes, nos imposibilita crecer, cierra nuestra misión de vivir como constructores de Shalom.
¿Cuántas veces te ha pasado de querer hablarle a una
persona que te gusta, o por una oportunidad laboral, pero por temor al rechazo miraste furtivamente de reojo y te fuiste hacia la oscuridad del autoreproche, o de la autojustificación?

Sientes miedo a quedar expuesto ante otro, en el miedo básico del plan social, que te impulsa a ser admitido, a ser parte de algo mayor. Miedo básico que te aterra de solamente suponer que no serás convidado, o que se burlarán de ti, o no alcanzarás esa posición o estatus que supones indispensable para valer y ser feliz.
Tú acción decae o se detiene por el miedo, y si no superas el embate del miedo, nunca alcanzarás hacia donde quieres y puedes llegar.
Aunque estés intelectualmente capacitado, con herramientas adecuadas, pero al fallarte en el plano emocional la confianza, entonces, de nada te sirve tu inteligencia, tu aptitud, tu genética… te paralizas, te escondes, huyes, o te conviertes en un servil seguidor de otros, que no tienen miedo de manifestarse y de expresar sus deseos, aunque sean infames y te agobien.
Otro ocupa tu lugar, otro te manda, otro te somete, otro disfruta de lo que podría haber sido tuyo.
¿Es triste recordar que así te acontece bastante a menudo?

Por supuesto que este miedo es usado también por religiosos, clérigos, mesiánicos, misioneros, sectarios, políticos, medios de presión social, supuestos amigos, para tener ascendencia sobre ti, para dirigirte como si fueras un títere a su disposición.
Entre los recursos de manipulación que ellos aprenden a usar con astucia y habilidad, por supuesto que está el aprovecharse de tu falta de confianza en ti mismo, en tu miedo a ser menos que otros.
Como quedas expuesto ante su pérfida y adiestrada mirada, ellos tienen poder sobre ti. Tú permaneces impotente, débil, inútil en tanto ellos se quedan con lo tuyo, se apropian de lo que más quieres, abusan de ti como mejor les parece y tú ardes en ira oculta o ni siquiera te atreves a darte cuenta de que estás enojado.
¿Recuerdas haber pasado por algo parecido?

Conoces el diagnóstico, ahora, atiende a algunos consejos probados y comprobados que te vitalizarán. No me considero autor de todos ellos, sino mayormente un recopilador y quizás explicador. Espero que los sepas entender, asumir y aprovechar en tu crecimiento personal, familiar, social y especialmente como sagrado constructor de Shalom.

1.- Ten a mano y en cuenta esta pregunta:
“¿Qué es lo peor que podría pasar?”
Estás tan pendiente de lo que puede salir mal, que acrecientas el asunto hasta niveles que no existen en la realidad.
En vez de tratar de descubrir el futuro, para profetizar desastres y por ello negarte a actuar, mejor haz lo que tienes para hacer.
Por supuesto que debes andar con precaución, no es cosa de vivir como necio, pero deja de inventar excusas hacia el futuro viendo lo difícil o peligroso que algo podría ser.
«¿Qué tengo para perder?», es la pregunta opcional a la anterior, manéjalas, úsalas, aprovecha del canal de luz que te abren al despegar tus dudas para posibilitarte el actuar positivamente.

2.- La mente no tiene cómo diferenciar entre una imagen real y una inventada.
Si tú te programas con imágenes de fracaso, estás induciendo a tu mente a esperar el fracaso, a buscarlo, a crearlo.
Pero si te entrenas con visiones positivas, aunque aún no se hayan realizado, estás preparando tu ruta hacia el éxito.
Tú no tienes el poder sobre el resultado final, pero eres el amo de tus pequeñas acciones que cocinan el mejor manjar.
Cierra tus ojos, respira con pausa y profundamente y haz que tu imaginación dibuje la victoria.
Dilo en voz audible por ti.
Saboréalo, pálpalo, hazlo realidad hasta el mínimo detalle para tu mente, y estarás desplazando el miedo y colaborando con el éxito.

3.- Lee tu lápida. Sí, lee tu lápida.
Haz un viaje hacia el futuro lejano, al día posterior a tu entierro y comprueba que has conseguido con tus actitudes pusilánimes, con tu ser esclavo del miedo y por lo tanto de otros que se aprovechan de ti.
Deja que tu fantasma de futuro oiga los comentarios de aquellos que te han sobrevivido y ten en cuenta esos datos para evaluar si vale la pena vivir así como tu miedo te lleva a hacerlo, o te harás fuerte y escojerás vivir en verdad y no como un mero espectador o como un presidiario de sombras.

4.- El Faraón interno que te habla con brusquedad pero voz casi inaudible en tu interior, que te somete, que te esclaviza, recibe la energía de ti.
¡Quítasela!
Imagina que tienes un control remoto, presiona el botón de apagar, y harás desaparecer a esa sombra que desde dentro de ti te gobierna.
Si no puedes apagarla, búrlate de ella.
Repite lo que te dice en silencio, pero hazlo con voz graciosa, como tomándole el pelo. Entona graciosamente, respira payasecamente, quítale el peso de miedo para hacerla lo que es: la nada misma, pero que te asusta.

5.- Juega a decirte “como sería si…”.
Plantea una situación concreta, y juega a responderte: ¿Si tuviera confianza, como actuaría?
¿cómo me movería? ¿cómo hablaría? ¿en que pensaría?
De modo similar al segundo consejo, tu mente se ira preparando para actuar como si tuvieras confianza, crearás un hábito
positivo que echará de tu vida la mediocridad, el miedo, la falta de confianza.

6.- Encuentra a quien te pueda servir como ejemplo positivo y aprende de él.
Puede ser alguien de tu entorno o no, lo importante es que copies aquellas acciones, actitudes, etc. que están probadas como efectivas.

7.- No todas las personas son buenas y justas, pero tampoco lo son malvadas e incorrectas.
Si supones que la gente es mala, te encontrarás con gente que no actuará bien.
Trata de pensar positivamente, trata de no juzgar negativamente, a no ser que no tengas más remedio que hacerlo así.
Recuerda que el otro también quiere ser querido, también quiere ser respetado, también puede que le falte confianza, también es presa del miedo; actúa con simpatia, con bondad, con justicia, y la confianza nacerá naturalmente.
Pero, no seas ingenuo por demás.

8.- Busca y consigue un verso de los Salmos que te haga vibrar positivamente (que sea en versión traducida por erudito judío y de ninguna manera obra de idólatra). Tan solo un verso, que se convierta en tu acompañante perpetuo, que sea tu clave para encontrar el lazo que te refuerce en la confianza con el Padre Celestial.
Puede ser «el Eterno es mi pastor, nada me faltará», o «el Eterno es mi sombra a mi mano derecha», o «tengo al Eterno presente delante de mí todo el tiempo», o lo que quieras y sintonice contigo.
Pero recuerda, no es un ensalmo, no es brujería, no es un dicho que obliga a Dios o al mundo a actuar bajo tu poder.
Es simplemente la llave para reforzar tu conexión constante con Él.

9.- Aprendes que no tienes obligación de ser perfecto, que no tienes por qué hacer todo excelente siempre. Aprendes a conocerte, en tus virtudes y defectos, y no te engañas.
Entonces, con esta cualidad que se llama «humildad», resultas en una persona confiada, serena, segura.

10.- Nunca olvides que eres preciosa obra del Eterno. Si estás aquí no es por casualidad, no es obra de algún destino, no es por error. Estás en este mundo para desarrollar tus potencialidades, para cumplir tu misión.
Dios aún confía en ti, pues te mantiene con vida.
Tú no deseas defraudar a Dios, ¿o sí?

Autoestima vs Idolatría (2ª Parte)

En la primer parte explicamos cómo aumentar la confianza en uno mismo fortaleciendo la autoestima apartándose por completo de la idolatría, en esta parte trataremos otro aspecto igual de importante que de hecho es necesario para completar una personalidad saludable con una actitud frente a la vida de seguridad confianza y aprecio por uno mismo y por los demás, para realizar esto es necesario apelar a otro de nuestros importantes Mandamientos al de la “No blasfemia” entonces complementaremos la parte anterior donde tratamos la prohibición a la idolatría con este que trataremos la prohibición a la blasfemia, y veremos cómo entre estos dos aspectos configuran una personalidad saludable con una actitud de seguridad integridad y confianza para uno mismo y para los demás.

Entre fortalecer la autoestima y caer en el error de creernos más que los demás existe una delgada línea, de hecho las personas que poseen una baja autoestima van de un extremo a otro, de la idolatría hacia la blasfemia como la balanza que se inclina de un lado hacia otro unas veces creyéndose más y otras veces menos que los demás, y es que estos dos aspectos están profundamente ligados es decir que la blasfemia te puede llevar hacia la idolatría y viceversa la idolatría te puede llevar hacia la blasfemia.

Cuando existe un desequilibrio en alguno de estos dos aspectos, seguramente afectara y te llevara hacia el extremo opuesto, pongamos un  ejemplo para entenderlo.

Hace poco conocí a una persona, que cree en jesús con todas las practicas idolátricas que esto conlleva hacer o sea poner la confianza en cosas u objetos que no son Dios, como ídolos rituales u otra cosa que se les ocurra pero idolatría en el sentido más puro, y me llamaba la atención su forma de actuar, caminaba muy erguida con la mirada hacia arriba y cuando veía a alguien lo miraba como si fuese este un ser inferior, pero esa seguridad que aparentaba era relativa pues en otras ocasiones se veía como un  ratón asustado en su escritorio y lo peculiar era que cuando le encomendaban hacer alguna tarea muchas veces se sentía incapaz de hacer las cosas o argumentaba que le daba “pena” hacerlas y hablamos de tareas propias de su profesión que forman parte necesaria en el desempeño de cierta actividad, pero al fin y al cabo esa seguridad que aparentaba de repente se esfumaba y aparecía un autoestima baja y una inseguridad notable, pasaba de sentirse muy segura y por encima de los demás a sentirse menos y con  menos capacidades que los demás, esto es efecto de creer poner la confianza en ídolos y dejar de reconocer la chispa de divinidad que existe en todos nosotros causado esto por supuesto por las religiones en este caso el cristianismo.

Cuando el individuo pone su confianza en algo relativo sea esto objetos o sujetos su seguridad será relativa como la existencia de esas cosas, hay quien pone su confianza en ídolos en el dinero en los bienes u en otras cosas y sin duda que algunas de estas cosas(como el dinero o bienes)  son buenas pero solo como herramientas, no como “dioses” como son tomados por muchas personas, y es que todas estas cosas tienen un fin una caducidad y cuando se van el individuo nuevamente siente esa inseguridad esa desconfianza en si mismo y en los demás, pero la confianza en el Eterno en Su Majestad El Rey de reyes nos dará la seguridad plena que necesitamos para andar con rectitud en esta vida, pues sabemos que todo este universo y lo que contiene Le pertenece a El, y que en cada sitio de este mundo está El con Su inacabable Bondad y que Su presencia trasciende y sobrepasa por mucho los limites de esta realidad, por lo tanto en cualquier lugar donde estemos nosotros también estará El.

 La idolatría tiene el efecto que te hace sentir menos de lo que eres realmente menoscaba tus fuerzas y te hace creer que eres incapaz de hacer muchas cosas y la blasfemia tiene el efecto de hacerte sentirte más que los demás haciendo que pierdas la oportunidad de reconocer la grandeza que hay en ti y por lo tanto en los demás, y entre un aspecto y otro, se consumen los días de la persona haciéndola caer en ambos extremos, haciendo de su vida un vaivén de sentimientos negativos.

¿Pero porque la blasfemia te hace sentir más que los demás, y que tiene que ver esto con insultar a Dios?

Es sencillo, todos fuimos hechos a imagen y semejanza (espiritual) del Todopoderoso, todos sin excepción traemos y cargamos esa carísima semejanza del Creador del mundo, entonces al menospreciar o hacer de menos a los demás también estamos menospreciando la imagen deL Eterno.   

El hombre sincero sabe y conoce perfectamente su lugar así como el de los demás en la creación, la verdad es que nadie es superior a los demás pues todos TODOS sin excepción fuimos creados a imagen y semejanza (espiritual) del Todopoderoso, claro que todos tenemos un papel que distinto que desempeñar en este mundo, todos haciendo labores distintas pero que finalmente se complementan entre sí, pero la igualdad que nos da haber sido creados a la imagen del Todopoderoso nadie la puede negar.

Saber quien eres y quienes son los demás es una cuestión de identidad pero que cuando la has entendido te da seguridad, caminas por la vida sereno confiado en tus capacidades pero sin menospreciar también las capacidades de los demás.

Cuando has reconocido a tu Creador cuando has descubierto tu identidad y has aprendido a apreciarte  a ti mismo por ello y cuando has aprendido a valorar a los demás por la misma razón estarás en el camino de la realización verdadera pues solo de este modo se puede sostener una conducta recta e integra ante los ojos de Dios y del hombre.

¡Hasta luego!

La intolerancia del tolerante

Empiezo por el retrato de las buenas personas.
Al parecer con ellos, todo está bien, hablamos de la humanidad, de la familia, de un mundo mejor, de disfrutar las bondades que recibimos día a día. Seguramente hagan caridad, ayuden al projimo y sean buenas personas a ojos de sus pares en la sociedad. Trabajan de lo que le gusta y son influyentes en lo que hace, sus compañeros los aprecian. Son tolerantes y amables, hablan con la «verdad» nunca mienten. Disfrutan de la vida, de un buen vino en familia o de una buena comida con amigos.

Pero, pero, pero…dentro de tantas bondades, en cuanto hay algo que no sea de su gusto o que considere sin importancia, por lo cual realizar una acción, como ser el repudio a la idolatría, comienza el descontrol emocional, los improperios, las intransigencias. Donde quedo el amor, la tolerancia, el entendimiento.

El ego ataca con fuerza y lo que era tolerancia ahora es intolerancia. Todo se transforma en dominio, deseo de poder
Este tipo de personas no son particularmente religiosas, pero no comprenden que hay cosas de las cuales hay que abstenerse. Piensan en la libertad, en la autosuficiencia y en la autodeterminación y que si ellos consideran que algo no es malo, no lo es.

Me puse a pensar, que no solo la opresión es patrimonio, de corporaciones, instituciones, estados o imperios, sino que radica en las personas, tu vecino, tu hermano, tu padre. Y hasta en uno mismo aparecen estas características.

Lo que es “amor”, “bueno”, ”justo”, está siendo puesto en duda, por nosotros hoy, por eso calculo que comienzan las campañas anti Fulvida, tildándonos, de idolatras, de sectarios, de creernos especiales, y de no sé cuantas mentiras más, porque estamos tocando en la médula del asunto, barriendo con el miedo y no se con cuantos intereses , tanto grandes como pequeños, de grandes corporaciones como de simples personas.

Por todo esto, veo que hay mucho trabajo por hacer, entonces agradezco a D-os que estamos en Fulvida.

Resp. 699 – Cómo la idolatría pretende manipular a un noájida…

Estimado Yehuda
1- Pues le cuento de mi novia, ella sigue «buscando la forma de regresarme al cristianismo» pues por más vueltas q ella le da yo estoy errado según ella.
2- El temor de mi circulo de familia y amigos es generalizado, «y que tal si con negar a jesus nos condenamos» y con esto se rehusan a querer saber más.
3- Mi ausencia en la iglesia fue motivo para que mis padres me citaran especificamente en su casa una noche y hablaran seriamente conmigo para qe ya dejara de «cosas» y que me congregara nuevamente, pues es necesario para no alejarse de Dios, mi posición continúa firme, y aunque mi padre me da la razón en algunos planteamientos que yo les hago, simplemente optan por lo tradicional, seguirse congregando.
Que ud y su familia gocen de salud y paz
Saludos,

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Identidad noájica y códigos elaborados por rabinos

Es frecuente para algunos noájidas suponer que es imprescindible la dirección por parte de un rabino en las cuestiones que hacen a su vida diaria.
Algunos suponen que se precisa un libro de leyes codificado por algún rabino, tal como tienen los judíos un código llamado «Shulján Aruj».
Quieren creer que sin tal libro de leyes, de origen rabínico y basado en el conocimiento de Torá de algún rabino, no pudieran ser noájidas a pleno, «observantes», fieles y leales a Dios.

Por supuesto, esto no es necesario.
Dios ha dado Siete Mandamientos para las naciones, nada más.
Tales son los mandamientos y preceptos que deben cumplir los gentiles, es decir, la gente que no es judía.
A diferencia de los judíos que han recibido 613 mandamientos, a los que se suman infinidad de reglas (llamadas halajot), que constituyen parte fundamental de la Torá oral y que hacen al correcto cumplimiento de los 613 mandamientos.

Pero, para los noájidas solamente hay SIETE y nada más.
Sin reglamentos expuestos en alguna ignota «Torá oral noáijca», sin misterios, ni ritos, sin pautas secretas, sin una tradición resguarada por los rabinos como parte de la ley oral.
Los Siete se desarrollan en reglamentos a partir de uno de los siete mandamientos, aquel de establecer cortes de justicia.
Es decir, cuando un noájida quiere acatar los mandamientos divinos con los reglamentos derivados, NO DEBE necesariamente consultar con un rabino, ni en la Torá, sino conocer y cumplir las leyes de su propio país.

La orientación de maestros de Torá puede ser necesaria cuando de los mandamientos noájicos en relación a Dios se trata: no servir dioses ajenos y no blasfemar.
En ese caso claramente podría ser provechoso conocer lo que la Torá define como servicio a dioses ajenos, saber qué son dioses ajenos, conocer y entender qué es blasfemia, etc.
Pero, nuevamente no hay que caer en error.
Los dos mandamientos fundamentales que refieren a la relación del noájida con Dios no se pueden equiparar a las decenas de mandamientos que los judíos han de guardar con respecto a Dios con todos sus detalles y reglamentos.
No comprender esto, es andar por una senda que podría llevar al error.
Pues, una persona noájida sin contacto con rabinos, maestros de Torá, ni códigos «rabínicos», que comprende cabalmente los dos mandamientos que mencionamos recién, fácilmente sabrá que no servir a una deidad extraña significa sencillamente eso, sin más vueltas, con la pureza, claridad y sencillez que Dios decretó para las naciones. Algo similar con respecto a no insultar el nombre de Dios.
Querer copiar modos judíos, sentirse inútil sin el librito o libro judío (o de autor judío), creerse desamparado y «no-salvo» por no saber la palabra hebrea o la ley judía, es un error de concepto muy frecuente de los noájidas, y también de muchos judíos  (incluso estudiados, pero que no han captado la esencia y dimensión del noájismo en su fundamento, sin hacerlo dependiente de su propia visión judaica de la vida).

Por otra parte, libros como «El Camino del Gentil Justo», por ejemplo, son muy útiles, aunque no sean imprescindibles y no deben ser tomados como «el código de la ley del noájida», pues sirven para conocer la opinión de algún erudito judío al respecto de las leyes, pero especialmente más para tener alguna noción y poder comparar la realidad judaica con la realidad noájida a la hora de cumplir con los mandamientos.

Reitero, tener el auxilio, la compañía, el relato, la idea, el abrazo de algún erudito (certero y n o u nmero ególatra o comerciante de la fe), o de algún judío entendido es bueno; no tiene nada de negativo o depredador de la propia identidad; siempre y cuando en esa relación se tenga bien en cuenta y en claro cuál es la identidad y misión de cada uno, de acuerdo a lo dispuesto por el Eterno.
Pero, pasar a ser una mochila dependiente de algún rabino o moré, o escarbar en la cultura judía a la espera de encontrar la propia identidad, o someterse a ideas exclusivistas judaicas, o convertir la sacralidad noájica en una especie de culto, no es la intención de Dios con respecto al noajismo, ni lo que las autoridades rabínicas de todas las épocas han indicado como correcto.

Ahora, que el auge del noajismo está en crecimiento (y FULVIDA es uno de los mayores responsables de esto en el mundo latino), no tardarán en ir apareciendo códigos «rabínicos» para los gentiles.
Recibirán elogios y recomendaciones, todos ellos loables, y serán vistos por muchos como si fuera la «biblia noájica», el «shulján aruj noájico», y cuya palabra es sagrada y debe ser respetada so pena de ser tildado como hereje.
Pero, ciertamente no son ni serán un código de leyes obligatorio para los noájidas, aunque tengan mil firmas de rabinos refrendándolos, sino solamente trabajos constructivos que sirven para fortalecer la identidad noájica, proveer de datos para llevar una vida correcta, conocer lo que la ley judía indica para los judíos (y que algunos quieren cargar con ello a los noájidas), y un poco más.

Recuerda lo que Dios demanda de ti no es ser una persona que vive una vida de noajUda, ni sentirte dependiente de los maestros de Torá o de cualquier otro judío, ni que te creas en una etapa de transición hacia ser judío o «noájida jasídico» o algo parecido.
Dios demanda de ti humildad para serLe fiel, y que actúes con bondad y justicia.
¿Cómo?
Haciendo lo que Él te mandó, a través de tus ancestros: cumplir los Siete Mandamientos Universales.

En resumen, conoce tu identidad, vívela a pleno sin depender de códigos judíos, aunque no rechaces su conocimiento y quizás iluminación en algunos aspectos que la legislación de tu país no alumbra o no sintoniza con los Siete Mandamientos.
Sé sencillo ante tu Dios y no pretendas la vida de otro, que sagrada y de bendición es la tuya.

La Generosidad y la ayuda al necesitado

Todos hemos escuchado las palabras:

Caridad, justicia social, bondad, generosidad, compasión, misericordia, piedad, humanidad, sensibilidad, ternura, beneficencia, amor, cariño, atención.

Pero, de esas lindas y hermosas palabras, ¿cuántas verdaderamente hemos internalizado en nuestras vidas y la hemos llevado a la práctica?

Existen muchisimas formas de llevar a la práctica cada una de esas palabras, pero ¿las hemos llevado todas a la práctica?

Para ser sincero existen de éstas palabras muchas que sólo las he escuchado, tengo una idea de lo que puedan significar, pero como no las he practicado, no se lo que significan, con excepción de lo que nos dice el diccionario.

En mi sincero agradecimiento, primeramente al Eterno por darnos la vida (y todo lo que tenemos), y sucesivamente al que tuvo la iniciativa por las páginas serjudio.com y fulvida.com, yo tengo que llevar a la realidad (y a la práctica) tanto las palabras que coloqué al inicio, así como también cada una de éstas enseñanzas que aparecen en la siguiente recopilación:

1. Tzedaká-caridad en el Talmud
http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1322.htm

2. Un saludo
http://serjudio.com/rap3051a3100/rap3083.htm

3. Dónde empieza la tzedaká-caridad
http://serjudio.com/rap1301_1350/rap1321.htm

4. ¿Diezmos y gentiles?
http://serjudio.com/rap3101a3150/rap3126.htm

5. Tzedaká: bendición en todo
http://serjudio.com/rap3151a3200/rap3168.htm

6. Dinero y empatía
http://serjudio.com/rap1951_2000/rap1987.htm

7. Quiero ser tzaddik
http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1881.htm

8. Resp. 3540 – Pobres y necesitados
http://serjudio.com/respuestas-a-preguntas/resp-3540-pobres-y-necesitados

9. Agradecer y retribuir
http://serjudio.com/rap2051_2100/rap2083.htm

10. El diezmo gentil
http://serjudio.com/rap1951_2000/rap1998.htm

11. Resp. 517 – Negarse a Prestar Dinero?
http://fulvida.com/respuestas-a-preguntas/resp-517-negarse-a-prestar-dinero

12. Resp. 508 – ¿Que debo hacer con las ganancias de mi negocio?
http://fulvida.com/respuestas-a-preguntas/resp-508-%C2%BFque-debo-hacer-con-las-ganancias-de-mi-negocio

Dicho sea de paso, que no tengo idea si coloqué el título correcto, pero escucho sugerencias, comentarios y proposiciones para colocarle a ésta publicación un nuevo nombre.

Que el Eterno te bendiga y te aparte de la idolatría.

Atentamente.

Ing. David R. Fernández U.

Maracaibo-Edo. Zulia-Venezuela.

aprendiendo a quitar la mascara

A veces pienso cuan solo podemos estar en esta vida , es difícil tratar de ser quienes realmente somos  si vivimos en un mundo lleno de falsedades y mentiras , y es entonces cuando por alguna razón nos toca ponernos la máscara para no ser descubiertos ,y toca ser amigo de esas personas que aunque sus intenciones no sean malas terminan perjudicando esa realidad convirtiéndola en una mentira , a veces me pregunto si de verdad nuestros amigos son nuestros amigos si en realidad se muestran como son , porque así debe ser , se deben mostrar tal y como son al igual que nosotros porque  se supone que vamos a confiar en ellos  y serán nuestros acompañantes de aventuras de múltiples índoles, cómplices de guerras  cotidianas a los cuales le llamamos problemas , pero por lo general es lo contario , su máscara  es tan aferrada a ellos que parece su cara , y nos logran engañar  , se gana nuestra confianza, nuestra amistad y nuestros buenos sentimientos, y cuando  todo se supone que está  muy bien es cuando sus mascaras por alguna extraña razón se quiebra  y se muestran tal y como  son , y son tan diferentes   que casi imposible  reconocerles,  entonces ahí nos preguntamos , – :!Dios mío   y yo confíen él o ella ?; pero yo les hecho las culpas a esas mascaras que por culpa de una carcomía que es tan compleja como responder un examen en un idioma que no conocemos  , y que normalmente le llamamos  superficialidad.


Una superficialidad que borra cualquier interior, cualquier buenos sentimientos o intenciones, cualquier tipo de bondad, es tan fuerte  esta aspecto en nuestra sociedad que ya es como la gripe , un virus que convive con nosotros pero que la mayoría  de veces no es mortal y nos da más de una vez ; como noajidas debemos entender cuál es el factor determinante para aprender a descubrir  en que momento las personas tiene la máscara puesta , porque somos portadores de luz , luz que debe cambiar el camino e iluminarlo para llevarlo por la senda correcta , es por eso que debemos reconocer cuando alguien es quien realmente es , porque ya está comprobado que la falsedad bien trabajada es una mentira que puede trascender generaciones y siglos  , es nuestro compromiso quitar esa mascara ….



Que sigamos construyendo shalom.

Resp. 698 – ¿Responder un «feliz navidad» es pecado?

kevin nos consulta:

Hola, Moré.
Que H’ lo bendiga por su menesterosa función en la tierra.
Como sabrá, me relaciono por fuerza con gentiles paganos, puesto que en Panamá no hay muchos noájidas no idólatras.
Y la mayoría que no sabe que no soy idólatra, me desean «feliz navidad», y yo, a veces por inercia, contesto «gracias, igualmente».
¿Es eso pecado? ¿Cometo idolatría al responder así?
Gracias.
Kevin Arjona Moncada, 22 años, estudiante de Leyes. Panamá.

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695 – Resp. ¿Puedo orar por idolatra agonizante?

giuseppina lopardo nos consulta:

Samuel Elias Sifonte L. 27, Computación, Carúpano, Venezuela

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