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Resp. 734 – Que conexion hay con Mesías, Eternidad, el mas allá?

ronal.ar nos consulta:

1- La era mesiánica es el mundo venidero,
1a- cuando resucitaran los muertos,
1b- pero igual seremos mortales,
2- después de vivir la era mesiánica seremos realmente eternos?
3- En la presencia de H’ habiendo vivido esta era absolutamente todos, así será?
4- Que conexión existe entre el mesías, la era mesiánica, el mundo venidero y después la eternidad.
5- Cohabitaremos juntos con los ángeles,
6- serán visibles a nuestros ojos?
7- Quiero poner muy en orden estas cosas en mi cabeza que aun están revueltas.
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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¿Qué descendió para los gentiles en Sinaí cuando descendió la Torá para los judíos?

En el santo Talmud, recopilación sagrada de la Torá Oral, encontramos el siguiente pasaje que resulta a la vez misterioso y esclarecedor:

«¿Por qué se llama Sinaí al monte (en donde Dios entregó la Torá a los judíos)?
Repondieron los sabios: es el monte en que descendió la envidia/odio (siná) de los gentiles en contra de Israel»
Talmud Babli, Shabbat 89a

Los sabios de la santa Tradición no dejan pasar detalles, ven el bosque pero no dejan de ver el árbol. Ellos quieren saber porqué el monte escogido para ser el lugar en el cual recibió el pueblo judío la Torá se llamaba Sinaí.
Nos dicen algo sorprendente, una verdadera revelación, la palabra «sinaí» deriva de la misma raíz idiomática que «siná», que significa odio al mismo tiempo que envidia.
El monte se llamaba de otra manera, pero cuando Israel recibió a perpetuidad la Torá en ese sitio, el monte fue llamado de otra manera, en alusión a algo trascendente que había ocurrido allí.
Pero, no se le denominó «monte de la luz», ni «monte del encuentro con Dios», ni «monte de la recepción de la Torá»… se le llamó y se le conoce luego de milenios como «monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel«.
Pero, ¿cómo es esto?
Si lo que descendió allí fue la Torá que Dios entregó a perpetuidad como herencia y patrimonio de Israel, ¿cómo nos dicen los sabios santos que lo que descendió fue el odio/envidia?

Debes reconocer que los sabios no se equivocan en asuntos de espiritualidad, si ellos dicen que descendió la «siná» de los gentiles en contra de los judíos, así mismo es.

Odian y envidian a Israel, porque fue el pueblo que se esmeró y se consagró al punto de ser meritorio para recibir la Torá.
Odian y envidian a Israel, porque a pesar de ser una nación débil y pequeña, con muchas desventajas materiales, igualmente pudo ser leal, con sus altibajos, pero nunca habiendo caído tan bajo como el resto de las naciones del mundo.
Odian y envidian a Israel, porque cuando los hebreos eran noájidas (en el tiempo antes de la entrega de la Torá) vivían de acuerdo a los Siete Mandamientos y por eso fueron escogidos para recibir la Torá.
Odian y envidian a los judíos, porque son ellos los dueños perpetuos de la Torá y no las naciones del mundo.
Odian y envidian a los judíos, porque ellos tienen de primera mano un texto sagrado que ellos anhelan para sí, que desean obtener, que quieren ser dueños, que desean leer y estudiar y de no poder hacerlo quemarán el texto y exterminarán a los judíos.

Así ha sido en el pasado y sigue siendo hoy en día.
No han faltado los desgraciados asesinos que llevaron a la muerte más horrenda a judíos, individuos y colectivo, a causa de su odio. Y los sigue habiendo. Ejemplo actuales, los imperialistas árabe-musulmanes; sus atrofiados aliados que se hacen llamar «progesistas», especialmente los eruropeos; los nazis de toda calaña, entre otros miembros de esa fauna vil que infesta el mundo.

No faltan los malvados que no pretenden aniquilar judíos, pero sí erradicar el judaísmo. Promueven la asimilación de los judíos, impiden el pasaje de la tradición de una generación a la siguiente, perturban la vida judía, sin por ello atacar directamente el cuerpo del judío.

Están los otros espantosos enemigos de Dios y de los judíos, que son los que dicen «amar a los judíos», pero actúan de un modo vil y traidor. Son los que se hacen llamar «nuevo israel», «israel espiritual», «israel en cristo», «judíos mesiánicos», entre otros farsantes, piratas de la fe y rebeldes en contra de Dios.
Una clase especial de estos últimos son los noájidas que no pretenden dañar directamente a los judíos, ni agredir al judaísmo, pero su odio interno, su envidia poderosa, su EGO al comando de sus vidas, les impulsan a buscar cosas judías para apropiárselas, para hacerse amos de ellas, para leer Torá, estudiar Torá, actuar a modo de medio-judios, etc., todo con la «sagrada excusa» (tono irónico) de querer hacer las cosas de modo «espiritual»… como «gentiles justos».
Y esta clase de enemigos de Dios van por la vida diciendo que son gentiles justos, cuando no lo son realmente. Porque, niegan la Voluntad de Dios que decretó que la Torá es de Israel y no de los gentiles; el mismo Dios que impuso la ley de que el gentil no debe estudiar Torá, sino dedicarse a conocer y cumplir con los Siete Mandamientos y no otra cosa para llenar de espiritulalidad su vida.
Esta clase de gentil rebuscado, inventor de excusas floridas, eterno víctima de la incomprensión de otros (según fantasea), también odia profundamente a los judíos, y al mismo tiempo los envidia. Quiere ser uno de ellos, quiere convertirse, pero no le da el alma como para hacerlo de la manera legal y correcta. Quiere ser un judío, por eso tiene cien libros de judaísmo en su biblioteca, recita de memoria pasajes talmúdicos, tiene en su ropero su disfraz de judío ortodoxo, usa nombretes judaicos en su facebook, lee y enseña Torá (eso dice hacer), se busca alguna supuesta autoridad judaica que le dé cabida a tales disparates, pero en el fondo, en el triste y patético fondo de su alma, odia intensamente a Dios , a los judíos, y les tiene inmensa envidia.

Qué triste alma… qué desgraciado vagabundear por el mundo, errante y sin sentido, aferrándose a cualquier cosa que le satisfaga el EGO del momento…

Así es amigos queridos, esos gentiles que rechazan la enseñanza santa de que no se entrometan en cosas de Torá, que se creen con «superioridad» para tomar lo que se les antoja de la propiedad de Israel, no hacen otra cosa que seguir viviendo como sus antepasados que se arrodillaban delante del estiércol de la religión: odian y envidian a Israel, y por eso son esclavos de sus EGOS inflados y ávidos, codician lo que no les pertenece, traicionan a amigos y allegados con tal de obtener lo que no es de su propiedad, se envilecen pero siempre con una excusa brillante a flor de labios.
Tienen grandes proyectos que no dejan de ser vanidosas fantasías de un EGO desesperado por recibir mimos y caricias.
Odian y envidian a los judíos, por eso quieren tanto ser como un judío.
Odian y están enojados contra Dios, por eso meten la palabrita «dios» cada dos por tres, pero carecen de Dios en sus vidas.

Y, como la Tradición y la ciencia nos enseñan, aquel que envidia y odia, en el fondo solamente se odia a sí mismo. Porque no se ama, porque se rechaza, porque se desconoce, porque se desprecia, porque se siente poca cosa, porque se cree apartado de la «mano» de Dios.
Se odia a sí mismo…

Es a causa de gente como estas que el monte Sinaí recibió su nombre, gente infeliz, desgraciada, desagradecida, que no tienen la capacidad de ser leales a su identidad, que por ello repudian los vitales y perfectos Siete Mandamientos, pero se creen capaces de escoger aquellos rituales y costumbres judaicos que les puedan acariciar su inflado EGO.

Pobre gente, se odian a sí mismos, porque se saben impotentes, infértiles, vacíos, carentes de bendición aunque gocen de muchos bienes materiales.
Pobrecitos, son merecedores de nuestra compasión, porque odian ya que no tiene capacidad de hacer otra cosa. Envidian, porque no se dan cuenta de que con el noajismo, con los Siete Mandamientos, ya tienen la porción santa y eterna suficiente para alcanzar plenitud y bendición en este mundo y en la eternidad.
Pobres almas sufridas, a las cuales no debemos rechazar ni condenar, aunque sí ser tajantes y claros en los límites sagrados que han sido impuestos por Dios y que en modo alguno podemos nosotros violentar para dar satisfacción a sus alocados EGOS.

Así pues, querido hermano noájida, cuando veas a ese pobrecito desgraciado que se cree capaz de decidir qué puede y qué no puede hacer o tomar del judaísmo, en tanto desprecia su propia Torá, su propia esencia, su propiedad espiritual; cuando te topes con él, sé compasivo, comprende la miseria de su alma, no lo atormentes, pero ponlo en su lugar caballerosamente y dale un salvavidas llamado FULVIDA para que dejen de odiarse y de envidiar a otros.

Por otra parte, otros muchísimos gentiles quizás no estén conformes con que sea Israel el pueblo elegido para haber recibido la Torá y los 613 mandamientos. Sin embargo, sus almas no se dejan llevar por la vanidad y la maldad. No permiten ni toleran que sea el EGO el que controle sus vidas. Entonces, comprenden que como gentiles tienen un sagrado rol, una tarea única y especial, un camino hacia la santidad, una tarea espiritual brillante, su conexión propia con Dios, su Torá, que son los Siete Mandamientos Universales.
Se hacen conscientes de su identidad, de su propio pacto, de su lugar em el mundo y entonces, el odio no existe, la dependencia tampoco, la esclavitud menos. Cuando se hacen conscientes y viven a plenitud como noájidas, como Dios ha decretado que vivan, ya la envidia hacia los judíos no los corroe más. Ya dejan de sentirse secundarios, por lo que dejan de odiar a los judíos y a Dios. Se aman, se respetan, se valoran, trabajan junto a los judíos como socios de Dios en la tarea de construcción de Shalom.
Junto a los judíos, pero sin inmiscuirse en cosas judías, sin reclamar cosas judías, sin estudiar Torá, sin todas las petulantes necedades de los que siguen siendo esclavos de sus ciegos EGOS.

Está en ti, hermano querido, elegir si serás de los que odian a Dios, odian a los judíos, envidian a los judíos, aunque mencionen a Dios y digan amar a los judíos a cada rato;
o si escoges la vida la bendición, que es aceptar quien eres con sano orgullo, y entonces vivir como te corresponde con sana vitalidad.

¿Qué eliges hoy hermano noájida querido?
¿Que se te conozca como uno que actúa movido por el motor de odio y envidia, o ser reconocido y alabado como uno que alaba a Dios por todo lo que tiene?

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

A todo el pueblo cristiano y mesiánico del mundo:

Desde lo más profundo de mí ser:

Este es la experiencia de un hombre que decidió servir al Eterno en contra de todo riesgo.

Shalom, estimados Javerim:

Mi nombre es Alfredo Zambrano García, de 39 años de edad. Nací en un pueblo llamado Ocaña, Norte de Santander – Colombia, pero fui criado en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira – Venezuela. Desde que tenía 17 años de edad estuve sumido en el mundo del evangelicalismo y los movimientos protestantes como “predicador” y “conferencista”. Fui creciendo en rango y posición dentro de los círculos cristianos, esto, en cuanto a autoridad y reconocimiento. Viajé a prácticamente todos los estados de mi nación y a un gran número de ciudades en Colombia. Me expandí a Curazao, Ecuador, Argentina, República Dominicana y Guatemala. Estuve entre los así denominados “grandes predicadores” y fui muy bien cotizado.

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¿Dónde encuentras la bendición?

Hay una mentalidad sometida por el EGO que supone a la «bendición» como un asunto netamente material.
De esto se aprovecha la astuta religión, para hacer ver que aquella persona que es exitosa materialmente (tiene salud o la recupera, tiene dinero o lo obtiene, cambia de auto por uno más grande, etc.) es bendita por el dios de esa religión.
Ellos dirán astutamente que si el rico/sano/próspero/exitoso es alguien que no sigue esa doctrina, seguramente es porque tiene un pacto con satanás, o algo malo habrá hecho para parecer «bendito», tal dirán los sometidos a la religión de los que son libre de ella y aún así exitosos.
Por supuesto que si alguno deja de ser parte del rebaño de los adoctrinados por la fe, se libera, adopta su condición de noájida, y no le va tan bien en lo material, de inmediato dirán los difusores de la idolatría que es a causa de haber dejado la «bendición» de Jesús.
Pero, si el que se ha liberado prospera, se sana hasta del cáncer, fortalece su familia, lleva una vida de plenitud, entonces los seguidores del dios colgado dirán que es obra de satanás, o le harán un cerco para no permitir que nadie se comunique con esta persona. Claramente harán todo lo que puedan para hacer fracasar al liberado de la religión, hablarán mal de él, lo insultarán, amenazarán, presionarán, dejarán de comprarle, arruinarán sus negocios, todo lo que puedan, casi casi al mejor/peor estilo mafioso.
Ustedes pueden corroborar lo que digo viendo alrededor y contando sus historias personales o de personas que ustedes conocen.

Así pues, hay gente encerrada en la religión que tiene abundancia material, pero también los hay entre aquellos que se reconocen como noájidas y han roto los lazos con la religión.
Como que hay gente seguidora de Jesús, o de cualquiera otra idiolatría, que viven en la miseria más espantosa, tal como puede haber noájidas pobres.
A la vista está que la abundancia material no depende de la creencia.

De hecho, suponer que la bendición verdadera del Eterno se mide exclusivamente con una vara material, es una aberración suprema, basada en las doctrinas de la fe errada que a su vez se basan en el EGO.

La bendición se mide en los cinco planos de existencia: material, emocional, social, mental y espiritual. Siendo este último el mojón fundamental que determina la verdadera bendición celestial.

Ahora, si no es en la fe en dioses colgados, en redentores que de nada salvan, en dogmas místicos cabalísticos, en cintitas rojas, en repetir lemas de libros religosos, en tener medallitas, en dar platita para el pastor y su iglesia, si nada de nada de esto es lo que te brinda la verdadera bendición celestial, ¿en dónde se encuentra para ti la bendición?

Como siempre Dios, el Uno y Único, el verdadero, provee de respuesta cierta para quien quiera oírla y admitirla en su vida.
Presta atención a la clara palabra de Dios.
Prometió Dios al patriarca hebreo Abraham, y con él a sus descendientes, es decir a los judíos de todas las generaciones:

«Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra
«
(Bereshit / Génesis 12:2-3)

¿Ves tú dónde está esperando por ti la bendición?

Sí, eso mismo… cuando actúas con bien con los verdaderos descendientes de Abraham, cuando te asocias con ellos en los caminos de Luz.
Si bendices, si bien dices, de los judíos, si te alías con ellos, si trabajas junto a ellos en la obra del Eterno, entonces tu recompensa será la bendición de Dios.
Pero, si haces algo diferente, entonces no obtendrás bendición, y si te conviertes enemigo de Israel, entonces todo lo que tienes es maldición.

De este mismo pasaje descubres que medir la bendición de acuerdo a cómo vayan tus riquezas y negocios es una falacia, puesto que han habido inmundos enemigos de los benditos de Dios, antisemitas que les dicen, que han tenido gloria, fama y riqueza.
Porque, la bendición verdadera no se mide egoístamente, contando las moneditas en tu cuenta bancaria; sino que se mide por tu conexión con Dios, tu apertura con el prójimo, tu equilibrio emocional, tu limpieza de mente, tu estabilidad familiar, tu fidelidad para con Dios y los mandamientos que Él te ha dado.

Así pues, la próxima vez que gente cercana o lejana a ti te quieran manipular diciéndote que como has dejado la iglesias y no te congregas más allí serás pobre y sin bendición, NO HAGAS CASO. Ni siquiera lo dudes un instante, ellos estarán diciendo cualquier cosa, aunque sea con buena intención, pues sus corazones están atrapados por las doctrinas malvadas de la religión y sus mentes oscurecidas por las hábiles trampas de los lacayos de Pablo el de Tarso.

¿Quieres bendición?
Súmate a los que trabajan en FULVIDA, comparte tu dinero con quien lo necesita, trabaja con honradez, se leal a tu cónyuge, presta atención a tus hijos, aprende cómo mejorar en tu vida, no anheles la identidad del judío, no te reúnas en congregación de burladores (iglesias, falsas sinagogas mesiánicas), colabora con FULVIDA, no dejes de hacer tu parte en tu ocupación laboral, se un digno ciudadano, cuida tu salud, estimula al vecino a progresar, apoya a los judíos e Israel para que no sean más víctimas de los esclavos del Mal… si haces todo esto, entonces vivirás a plenitud, serás bendito, tal como Dios te ha prometido.

¿Te quedan dudas?
¿Quieres compartir tu historia personal?
¿Algo para comentar?

Sé fuerte y confía en Dios, haz tu parte y no te dejes manipular por los que abusan de ti de muchas maneras.
Y, si estás pasando por un momento de pobreza o enfermedad a pesar de ser leal a Dios como corresponde, recuerda que Dios te ha marcado para ser de bendición y quizás el mal momento es lo que está preparando una recompensa que nada ni nadie te podrá quitar. Recuerda que no hubo gentil más leal que Job, y sin embargo tuvo que pasar por un momento tormentoso y de mucho dolor y miseria. No por ello dejó de ser bendito.
Tenlo presente y a construir Shalom.

La ciencia también enseña a construir Shalom

Nosotros enseñamos acerca de dominar al EGO, para conseguir ser libres.
Hacer uso del ego positivo, pero detener en una prisión perpetua al ego negativo (el EGO, Ietzer Hará, polo negativo de la persona).
Lo declaramos basados en las milenarias enseñanzas de la Tradición, apoyados además en conocimientos modernos de la ciencia de la psicología.
Últimamente, incluso las neurociencias parece que han encontrado los límites cerebrales del EGO, los han diagramado, cosificado, codificado. Ya no es más una esencia misteriosa, mística, diabólica, sino que tiene bases físico-materiales específicas.
Es un descubrimiento que está siendo desarrollado, un territorio antiguo pero que recién se comienza a explorar.
Uno de sus pioneros es el Dr. Daniel Goleman, famoso a nivel mundial por su libro «La Inteligencia Emocional», quien ahora incursiona también en lo que se ha dado a conocer como «Inteligencia Social».
En su libro del mismo nombre expresa con claridad una idea que sostiene la Tradición sagrada desde hace decenas de siglos, pero él la expresa desde el mundo de la ciencia.
Compartamos juntos esta idea:

«En resumen, la abstracción en uno mismo en todas sus formas mata la empatía, ni que hablar de la compasión. Cuando nos concentramos en nosotros mismos, nuestro mundo se contrae mientras que nuestros problemas y nuestras preocupaciones crecen. Pero, cuando nos concentramos en los demás, nuestro mundo se expande. Nuestros propios problemas se alejan a la periferia de la mente y por lo tanto, parecen menores y aumentamos nuestra capacidad de conexión o de acción compasiva.»

En pocas palabras, aquel que es dominado por su EGO, quien es esclavo de ese terrible faraón interno, vive subyugado por preocupaciones, temores, insensibilidad, alejamiento del mundo y encerramiento en oscuridad.
Pero, el que se abre hacia la construcción de Shalom con el prójimo, también construye Shalom internamente, se libera, quiebra las cadenas del faraón, deja de depender de la droga de la religión, se ríe del fracaso de dioses o redentores impotentes como el tal Jesús.

¿Quieres ser «salvo»?
Entonces, sé un constructor de Shalom.
Vive con bondad, con justicia, con atención a las necesidades del prójimo, sin por ello quitarte lo que tu ser precisa.

Buenos consejos, que debieras tomar.

En la ley está el amor

Me gustaria compartir con uds. estas reflexiones/vivencias, que tienen que ver con lo acontecido en mi vida, estas ultimas semanas. Por un lado, mi casamiento y por otro el encuentro Fulvidiano, en Buenos Aires. Al parecer son dos eventos sin conexión alguna, o de tematicas diferentes pero voy a tratar de demostrar mediante este post que todas nuestras experiencias pueden ser la semilla para generar mayor comprensión de nuestro rol
Me case en el registro civil de mi localidad, gracias a D-os, sin ninguna imagen idolatrica (ya que lamentablemente se acostumbra a ver alguna «virgen» o cruz en estos lugares «laicos»). Fue una ceremonia escueta, en la cual los oficiantes estatales, nos hicieron participar preguntandonos que es lo que nos traia por aqui.
Comence a exponer que unirse «con todas las de la ley» es muy importante, ya que eso demuestra respeto e interes por la otra persona, etc…
Veo que la asistente intentaba ayudarme, susurrando la palabra amor.
Repeti la palabra, a lo cual quedaron conformes estas personas y comezaron a hablar del amor «que el amor esto» «que el amor lo otro», pero no nos daban una definición del mismo.
No estoy juzgando su accionar, ya que la voluntad era hacer una ceremonia amena, pero no me quede conforme porque yo habia expuesto una vision del amor que no fue escuchada y era que habia que hacer lo que la ley manda.
Pasaron unos dias y llego el momento esperado, se estaba gestando el encuentro noajico, con algunos problema de organización al principio, pero gracias al aporte de todos los participantes se hizo y fue un exito.
Tuvimos charlas, enseñanzas, cenas, viajes, desinteresadamente todos aportaron su granito de arena para los demas. Y todo dentro de la ley. Pudimos nutrir nuestro ser integralmente, en sus planos: fisico, emocional, social, intelectual y espiritual.
Quizas hoy muchos entren a nuestro sitio, no entiendan, ven que hablamos de leyes y quizas piensen que se les esta quitando su libertad, su posibilidad de amar, cuando en realidad se estan abriendo las puertas del mismo.
Alli comprendi que el significado de amor, esta en la ley.

Confianza

La falta de confianza en uno mismo mina nuestras existencias y nos deja a disposición de enfermedades y pillos que se aprovechan de nuestro flanco débil.
Esta actitud de vida nos hace perder oportunidades, nos encierra en mares de autojustificación, nos aprisiona en relaciones decadentes, nos imposibilita crecer, cierra nuestra misión de vivir como constructores de Shalom.
¿Cuántas veces te ha pasado de querer hablarle a una
persona que te gusta, o por una oportunidad laboral, pero por temor al rechazo miraste furtivamente de reojo y te fuiste hacia la oscuridad del autoreproche, o de la autojustificación?

Sientes miedo a quedar expuesto ante otro, en el miedo básico del plan social, que te impulsa a ser admitido, a ser parte de algo mayor. Miedo básico que te aterra de solamente suponer que no serás convidado, o que se burlarán de ti, o no alcanzarás esa posición o estatus que supones indispensable para valer y ser feliz.
Tú acción decae o se detiene por el miedo, y si no superas el embate del miedo, nunca alcanzarás hacia donde quieres y puedes llegar.
Aunque estés intelectualmente capacitado, con herramientas adecuadas, pero al fallarte en el plano emocional la confianza, entonces, de nada te sirve tu inteligencia, tu aptitud, tu genética… te paralizas, te escondes, huyes, o te conviertes en un servil seguidor de otros, que no tienen miedo de manifestarse y de expresar sus deseos, aunque sean infames y te agobien.
Otro ocupa tu lugar, otro te manda, otro te somete, otro disfruta de lo que podría haber sido tuyo.
¿Es triste recordar que así te acontece bastante a menudo?

Por supuesto que este miedo es usado también por religiosos, clérigos, mesiánicos, misioneros, sectarios, políticos, medios de presión social, supuestos amigos, para tener ascendencia sobre ti, para dirigirte como si fueras un títere a su disposición.
Entre los recursos de manipulación que ellos aprenden a usar con astucia y habilidad, por supuesto que está el aprovecharse de tu falta de confianza en ti mismo, en tu miedo a ser menos que otros.
Como quedas expuesto ante su pérfida y adiestrada mirada, ellos tienen poder sobre ti. Tú permaneces impotente, débil, inútil en tanto ellos se quedan con lo tuyo, se apropian de lo que más quieres, abusan de ti como mejor les parece y tú ardes en ira oculta o ni siquiera te atreves a darte cuenta de que estás enojado.
¿Recuerdas haber pasado por algo parecido?

Conoces el diagnóstico, ahora, atiende a algunos consejos probados y comprobados que te vitalizarán. No me considero autor de todos ellos, sino mayormente un recopilador y quizás explicador. Espero que los sepas entender, asumir y aprovechar en tu crecimiento personal, familiar, social y especialmente como sagrado constructor de Shalom.

1.- Ten a mano y en cuenta esta pregunta:
“¿Qué es lo peor que podría pasar?”
Estás tan pendiente de lo que puede salir mal, que acrecientas el asunto hasta niveles que no existen en la realidad.
En vez de tratar de descubrir el futuro, para profetizar desastres y por ello negarte a actuar, mejor haz lo que tienes para hacer.
Por supuesto que debes andar con precaución, no es cosa de vivir como necio, pero deja de inventar excusas hacia el futuro viendo lo difícil o peligroso que algo podría ser.
«¿Qué tengo para perder?», es la pregunta opcional a la anterior, manéjalas, úsalas, aprovecha del canal de luz que te abren al despegar tus dudas para posibilitarte el actuar positivamente.

2.- La mente no tiene cómo diferenciar entre una imagen real y una inventada.
Si tú te programas con imágenes de fracaso, estás induciendo a tu mente a esperar el fracaso, a buscarlo, a crearlo.
Pero si te entrenas con visiones positivas, aunque aún no se hayan realizado, estás preparando tu ruta hacia el éxito.
Tú no tienes el poder sobre el resultado final, pero eres el amo de tus pequeñas acciones que cocinan el mejor manjar.
Cierra tus ojos, respira con pausa y profundamente y haz que tu imaginación dibuje la victoria.
Dilo en voz audible por ti.
Saboréalo, pálpalo, hazlo realidad hasta el mínimo detalle para tu mente, y estarás desplazando el miedo y colaborando con el éxito.

3.- Lee tu lápida. Sí, lee tu lápida.
Haz un viaje hacia el futuro lejano, al día posterior a tu entierro y comprueba que has conseguido con tus actitudes pusilánimes, con tu ser esclavo del miedo y por lo tanto de otros que se aprovechan de ti.
Deja que tu fantasma de futuro oiga los comentarios de aquellos que te han sobrevivido y ten en cuenta esos datos para evaluar si vale la pena vivir así como tu miedo te lleva a hacerlo, o te harás fuerte y escojerás vivir en verdad y no como un mero espectador o como un presidiario de sombras.

4.- El Faraón interno que te habla con brusquedad pero voz casi inaudible en tu interior, que te somete, que te esclaviza, recibe la energía de ti.
¡Quítasela!
Imagina que tienes un control remoto, presiona el botón de apagar, y harás desaparecer a esa sombra que desde dentro de ti te gobierna.
Si no puedes apagarla, búrlate de ella.
Repite lo que te dice en silencio, pero hazlo con voz graciosa, como tomándole el pelo. Entona graciosamente, respira payasecamente, quítale el peso de miedo para hacerla lo que es: la nada misma, pero que te asusta.

5.- Juega a decirte “como sería si…”.
Plantea una situación concreta, y juega a responderte: ¿Si tuviera confianza, como actuaría?
¿cómo me movería? ¿cómo hablaría? ¿en que pensaría?
De modo similar al segundo consejo, tu mente se ira preparando para actuar como si tuvieras confianza, crearás un hábito
positivo que echará de tu vida la mediocridad, el miedo, la falta de confianza.

6.- Encuentra a quien te pueda servir como ejemplo positivo y aprende de él.
Puede ser alguien de tu entorno o no, lo importante es que copies aquellas acciones, actitudes, etc. que están probadas como efectivas.

7.- No todas las personas son buenas y justas, pero tampoco lo son malvadas e incorrectas.
Si supones que la gente es mala, te encontrarás con gente que no actuará bien.
Trata de pensar positivamente, trata de no juzgar negativamente, a no ser que no tengas más remedio que hacerlo así.
Recuerda que el otro también quiere ser querido, también quiere ser respetado, también puede que le falte confianza, también es presa del miedo; actúa con simpatia, con bondad, con justicia, y la confianza nacerá naturalmente.
Pero, no seas ingenuo por demás.

8.- Busca y consigue un verso de los Salmos que te haga vibrar positivamente (que sea en versión traducida por erudito judío y de ninguna manera obra de idólatra). Tan solo un verso, que se convierta en tu acompañante perpetuo, que sea tu clave para encontrar el lazo que te refuerce en la confianza con el Padre Celestial.
Puede ser «el Eterno es mi pastor, nada me faltará», o «el Eterno es mi sombra a mi mano derecha», o «tengo al Eterno presente delante de mí todo el tiempo», o lo que quieras y sintonice contigo.
Pero recuerda, no es un ensalmo, no es brujería, no es un dicho que obliga a Dios o al mundo a actuar bajo tu poder.
Es simplemente la llave para reforzar tu conexión constante con Él.

9.- Aprendes que no tienes obligación de ser perfecto, que no tienes por qué hacer todo excelente siempre. Aprendes a conocerte, en tus virtudes y defectos, y no te engañas.
Entonces, con esta cualidad que se llama «humildad», resultas en una persona confiada, serena, segura.

10.- Nunca olvides que eres preciosa obra del Eterno. Si estás aquí no es por casualidad, no es obra de algún destino, no es por error. Estás en este mundo para desarrollar tus potencialidades, para cumplir tu misión.
Dios aún confía en ti, pues te mantiene con vida.
Tú no deseas defraudar a Dios, ¿o sí?