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El justo fundamento

Dijo el más sabio de los hombres, Salomón el rey, que fue también él mesías de Israel:

«El justo es el fundamento del mundo»
(o en otra versión posible: «El justo tiene sus fundamentos muy fuertemente establecidos y no será movido jamás»)
(Mishlei / Proverbios 10:25)

¿Sabes qué podemos aprender de esta magnífica enseñanza?
Que no importan tus ayunos,
ni tus salmos, ni tus ensalmos,
que no interesa tu pose de santidad,
que no cuenta cuánto te niegas a gozar de lo permitido,
que es poco lo que vale tu docta impostura,
que tu «fe» es secundaria,
que tus opiniones son bien tuyas…

El justo, ese que vive de acuerdo al modelo de la conducta justa,
el justo, es el que construye un mundo de Shalom.

Para ser justo no precisas subir a la cima más elevada,
no necesitas negarte los placeres permitidos,
no requieres de otra cosa más que de una conducta que sea de justicia.

Ya lo sabes, te lo han enseñado,
tu deber es ser justo y bueno,
caminar con humildad delante del Eterno,
porque de esa manera estás cumpliendo tu misión en Este Mundo,
de esa manera fundamentas una realidad de Shalom.
Y por si fuera poco, no serás arrancado, ya que tu raíz es buena,
se nutre de la mejor de las savias,
la que proviene directamente del Manantial de Vidas.

Sé justo y bueno,
construye Shalom
y deja de lado cualquier otra filosofía.

¿Cómo creer?

Consulta. Primero estuve leyendo su blog, y encontré al parecer una pequeña falta de ortografía… Segundo. Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…??? Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron. Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion… De ante manos agradezco su respuesta. Saludos profesor. Identidad en reserva.

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Respuesta. Gracias tanto por tu pregunta como por tu corrección de ortografía. Si tienes más preguntas u observaciones sobre la ortografía no dejes de avisarme y vemos qué se puede hacer al respecto.

Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…???

Te felicito por ser un buscador de la verdad. Nunca pierdas eso, es una de las características básicas del ser humano. Por ello te invito a que efectivamente termines la lectura del Camino del Gentil Justo (Clorfene & Rogalsky) y ¿qué tal si luego lo relees? Las respuestas que te voy a dar no son de mi inspiración, están básicamente contenidas en el libro mentado.

Creer que existe Dios, que es Uno y Unico, que sostiene al universo entero a cada segundo y (entonces) vivir conforme a este conocimiento es, justamente, temer a Dios.

Tratemos de explicarlo. Primero que nada, «temer» no se refiere a «tener miedo». En condiciones normales uno no le tiene miedo a un padre o a una madre sino un respeto profundo y reverencial. Así como «tememos» a un progenitor es que debemos «temer» a Dios (claro elevando la cosa a la máxima potencia posible).

¿Cómo procedería un ladrón si sabe que en el supermercado en que se encuentra han puesto un nuevo sistema de vigilancia que no deja prácticamente ningún rincón fuera de observación? No creo que se anime a «trabajar», ¿cierto? Lo mismo sucede con Dios, puesto que nos observa todo el tiempo, y si estamos concientes de ello, ¿nos atreveríamos a obrar mal sabiendo que El nos mira (aun sabiendo que ninguna persona nos mira)?

Pero hay un nivel superior a abstenerse de hacer algo incorrecto por temor a Dios. Es cuando (a más de abstenerte de hacer lo incorrecto) haces lo que es correcto por temor a Dios.

Te doy un ejemplo. Durante la segunda guerra mundial muchas personas se abstuvieron de asesinar judíos, gitanos y homosexuales a pesar de que estaba de «moda» hacerlo. Estas personas se abstuvieron de hacer lo incorrecto. Otras personas fueron más allá, adicionalmente, protegieron o escondieron judíos (o gitanos u homosexuales) para tratar de salvar vidas humanas. Estas personas hicieron lo correcto (si quieres leer un poco sobre ellas busca la página de Yad Vashem y busca el enlace a Historias de Gentiles Justos).

Pero hay todavía un nivel superior de conectarse con el Creador. Es cuando dejamos de hacer lo incorrecto y hacemos lo correcto, pero no (sólo) por temor a Dios sino por amor a Dios…

Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron.

¡Gracias a Dios! Sí, gracias Dios que tus padres no sean proactivos en su Catolisismo. Si hubieran sido «fieles» a su Catolisismo te lo hubieran inculcado y tu no tendrías la maravillosa oportunidad de buscar por tus propios medios la Verdad.

¿No hiciste la primera comunión? ¡Felicitaciones! Yo tampoco la hice ni nunca la haré pues ya soy mayorsito y me he dado cuenta que hacerlo sería renegar de mi fé en el Creador.
¿Se puede meter el Infinito en una cosa finita? Imposible. Entonces, ¿tiene sentido creer que Dios se metió en el cuerpo de un ser humano? Creer en un dios-hombre es idolatría.

Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion…

En el capítulo del Camino del Gentil Justo que trata sobre la Oración dice:

Cuando un gentil se ve presionado por una emergencia personal, se espera definitivamente que rece a Dios. Tal plegaria demuestra una creencia básica en Dios, exhibiendo la confianza de que sólo El es Quien da el sustento y que sólo El sana. Aquel que no reza a Dios en época de necesidad demuestra que no crée en El sino en otras fuerzas.

Así que tu clamor a Dios cuando estuviste en aprietos vino de lo más profundo: fue porque reconoces efectivamente que El existe.

Lo que sí: no busques una «fé». Hay muchas, casi todas vestidas de piedad pero que contienen elementos de mentira e idolatría.
Más bien busca la Verdad. No te canses de buscarla. Cuando la encuentres te darás cuenta que no te exige rituales, si no simplemente que cumplas con tus obligaciones como ser humano civilizado y que seas feliz.

¡Sigamos adelante!
Juan

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español «Los Siete Colores del Arco Iris» (Y. Bindman), «El Camino del Gentil Justo» (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y «¿El Verdadero Mesías?» (A. Kaplan).

Resp. 171 – Recomponer y crecer

Hola Lic. Yehuda Ribco, le agradezco mucho su atencion a dar respuesta a mi pregunta y pues que Dios le bendiga siempre.
He captado todo lo que usted quiere que empieze a hacer; y me gusta todo esto, pues aparte de que es nuevo para mi; pero deje le digo una cosa me siento libre, me siento liviano como si me hubiera quitado Dios un peso de encima (yo creo que si);
lei sobre el diezmo y creo que en estos momentos tuviera una gran cantidad de dinero a mi disposicion, por todo lo que di, en fin estoy mas feliz por ser libre lo demas no me importa ya ni me pesa pues Dios me ha rescatado a tiempo, pues sigo con vida para algo.
mi pregunta es sobre lo ultimo que me escribio, como hago o le hago para que mi familia ahora me crea pues yo mismo fui quien los conduje a la idolatria y ahora pues tengo que decirles que yo ya no creo mas en jesus, siento un poco de temor pues lo primero que diran es “a que estamos jugando”?
le pide me oriente mas o menos como debe empezar en esa area.
Dios me lo bendiga siempre y SHALOM por siempre.
Roberto, EUA

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Best Before

Muchas veces nos proponemos al comenzar el día una cantidad de objetivos, y al final, tan sólo con la mitad de ellos, quedamos cansados, extenuados, y así nos vamos a dormir, sin recordar qué fue lo que dijimos y prometimos hacer ese día, probablemente nos lanzamos a la cama, damos un “buenas noches” general y hasta el otro día; si somos más familiares, entonces, a lo mejor nos sentamos un rato a conversar de lo que pasó en el día; la mayoría de las veces las anécdotas negativas, otros tienden a preocuparse por el día siguiente aún cuando éste no ha llegado, porque ven acumulados esos objetivos que no fueron logrados; entonces viene la depresión, el agotamiento, el desánimo, la frustración.
No está mal hacerse propósitos diarios, lo que no es conveniente es hacerse tantos propósitos que no sean materialmente posibles de hacer, hay que ser coherentes; valorar el tiempo y los agentes externos que nos permitirán ejecutar la agenda con la mayor exactitud posible. Sin hacerse expectativas, sin sueños idilicos como: “hoy, me voy a volver millonario” así como “hoy compraré un automóvil último modelo”, si tenemos en la cuenta bancaria a duras penas el remanente del sueldo que nos tiene que alcanzar hasta la próxima quincena. Podemos decir: “Hoy voy vender tanto como D’ me provea, voy a poner todo mi empeño en mostrarle a la gente los beneficios de mi mercancía” u “Hoy visitaré agencias de automóviles para hacerme un presupuesto y poder comprar mi carro nuevo con las utilidades próximas y mis ahorros”
A los seres humanos nos cuesta a veces mirar con claridad las cosas; preferimos enrollarnos la vida con mil y una explicaciones para poder hacer tal o cual cosa en vez de ver con objetividad lo que está frente a nuestros ojos; no somos, muchas veces, dueños de un criterio que nos permita hacer libremente. Desde el principio de nuestra vida hacemos como Caín, quien subió a una montaña a buscar a D’, y por supuesto, no lo encontró, pero entonces siguió enrollado y creyó que si no lo veía debía estar en el cielo, la mitad de su razonamiento tenía asidero en la verdad, porque así como D’ ocupa cada resquicio de Este Mundo, así ocupa toda la vastedad del universo, pero no sólo se quedó allí, quiso hablarle, y creyendo que D’ estaba en el cielo, entonces se complicó más la vida, tenía que buscar la manera de hacer llegar sus señales al cielo, pero era mezquino (además) y quiso hacerlo a su manera, entonces el invento quedó incompleto, haciendolo con mayor diligencia su hermano, pues a éste, probablemente, lo movía más que un sentimiento de curiosidad y era una necesidad superior de, verdaderamente, alcanzar un grado de comunicación con el Creador, aunque el método fuera el mismo empleado por Caín. Tanta fue la frustración de Caín al no conseguir su fantástico objetivo que incurrió en el pecado, tanta fue su obstinación por hacer de lo sencillo algo imposible, que terminó alejándose increíblemente de su verdadero propósito, y ésta ocasión la aprovecha el Autor para decirnos a cada uno:

“Ciertamente, si sabes soportarlo, (mejorando tus obras, serás perdonado); y si no, el pecado yacerá (contigo hasta la puerta de tu tumba). Y (hacerte pecar) es el deseo (de tu mal impulso), pero tú puedes dominarlo.”

Cuando Noaj hubo salido del Arca, lo primero que hizo fue complicarse la vida nuevamente, intentando resarcir el daño de Adam, pero no era ésto lo que D’ deseaba de Noé, pues ya lo hecho, hecho estaba, ahora era una nueva situación, un momento diferente, y por supuesto diferente habia de ser la actitud de Noaj; pero tanto se complicó Noaj que sacrificó los animales puros que D’ ordenó introducir al arca para su “supervivencia” y plantó una viña para su perjuicio; normalmente a nosotros nos pasa que no queremos repetir los errores de nuestros padres, pero tanto da el cántaro al agua hasta que se rompe, nos encasillamos en intentar no incurrir en esos errores, que nos aferramos a esas energías y terminamos haciendolo igual o peor; lo mejor es desentenderse, tener la alarma encendida, pero sin estar buscando las mismas situaciones, que nos lleven a incurrir en lo mismo que hubo pasado antes. Por eso, mejorar las obras no depende de un esfuerzo oral, sino de uno tangible, que se construya con las manos y no con la boca nada más.
Mejorar las obras es hacernos precisos objetivos de vida, basados en elementos reales, de los cuales nos sintamos seguros, y además llevarlos a cabo sin mover una tilde, si dijimos que pasaríamos por tal sitio, hagamos tal como dijimos, llueva, truene o relampaguee; si prometimos darle a fulano dinero para ahorrar, cumplamos con fulano y no malgastemos lo que servirá para nuestro beneficio; pero hay objetivos que a algunos parezcan más elevados, como consolidar una comunidad noájica, o superar algunos miedos que apresan la personalidad, para éstos aplica la misma fórmula: “Fuerza de Voluntad, Trabajo Constante y Asesoría Especializada”.
Es mejor cumplir pocos propósitos, antes de… que intentar muchos y muy engorrosos que nos consuman la vida.

Un error lleva a otro error

Un error lleva a otro y así en una cadena descendente de miseria, dolor, mentiras, excusas, huida, falsedad, muerte…
Un error lleva a otro, tenlo presente y detén tu paso equívoco, busca la Luz, encuentra las señales que indican el Buen Camino, para que enmiendes tu conducta y corrijas tu vida.
Porque un acto positivo genera otro acto positivo, en una creciente buena onda que se expande hacia tu interior y hacia la sociedad.

Un error lleva a otro error.
Si adoras/sirves/crees en dioses que no son Dios, entonces fácilmente dirás cosas despreciables del Eterno. Te apartas de Él y entonces blasfemas, y tal vez ni siquiera te das cuenta de las manchas horribles que estás poniendo sobre tu alma.

Luego, de tanta lejanía del Eterno incluso la imagen de Él en tu prójimo desconoces, lo que te lleva a despreciar a otras personas, a mancillar su honor, a burlarte de su inocencia, a asesinarlo socialmente o realmente.

Cuando la vida del otro no vale nada, cuando da lo mismo si lo maltratas o si lo respetas, cuando el enojo es motivo suficiente para la ofensa gratuita, el golpe o la muerte, cuando el otro es «cosa», prontamente la belleza y pureza del contacto sexual se degrada, y te comportas como animal en celo. Te da lo mismo con quien te apareas, en tanto satisfagas tu instinto sexual. ¿Qué te importa? ¿Qué se meten los demás a decirte lo qué hacer o no? Si todo da lo mismo para el que no valora la imagen del Eterno en cada persona.

Por supuesto que si la vida no vale nada, si el honor e integridad del prójimo es despreciable, por supuesto que en un caso así sus propiedades están a tu disposición según tu voluntad. Tomas aquello que te gusta, sin ocuparte más que de tu seguridad y satisfacción.
Robas, defraudas, mientes, corrompes… ¿qué mas da?

A esta altura, te alimentas de carroña, cual animal.
Ni siquiera cruza por tu mente que hay un entorno que es tu hogar, el hogar de todas las criaturas.
Destruyes, ensucies, polucionas, maltratas, matas…

A estas alturas, qué te importa la sociedad, el orden, el progreso, la solidaridad, la justicia. Todo es un recipiente de basura, todo es confusión, desde adentro de ti hasta todo lo que ves.
Vives en el mundo que te fabricaste con tu desplome de un error detrás de otro…

Estás siempre a tiempo de retornar a la Buena Senda.
No precisas fe, sino buenas acciones.
Recomponer lo dañado, restituir lo perdido, reforzar tu comunión con el Padre Celestial, amar al prójimo con sincera generosidad.
Estás a tiempo, pero tómate un instante para ver en que lugar del peldaño estás… ¿ya seguiste dioses que no son el Eterno? ¿Ya dijiste cosas incorrectas acerca de Él y lo que es Suyo? ¿Ya asesinaste, de hecho o social/moralmente? ¿Ya  rompiste los lazos conyugales? ¿Ya robaste? ¿Ya maltrataste tu medio ambiente? ¿Ya fuiste corrupto?

Un error lleva a otro…
Querer ignorar tu situación es otro error…

Vuelve querido, vuelve a la Buena Senda, allí en donde estés…

Reproducirse y multiplicarse

Hace muchos años lancé una pregunta a la Web, esperaba obtener alguna respuesta, iniciar algún diálogo fructífero, generar alguna idea, algo… pero nada…

La pregunta decía más o menos así: ¿Por qué no se incluye la reproducción como mandamiento para los noájidas (como uno de los Mandamientos Fundamentales-Universales), siendo que el Eterno le ordenara a Adam y a Noaj (con sus descendientes) que se reprodujeran y se multiplicaran?

Te brindaré yo hoy la respuesta.

Como tú ya has sido instruido, el Padre Celestial ha comandado a toda la humanidad Siete Mandamientos Fundamentales, que son la base para la vida equilibrada, saludable, con vistas a la trascendencia.
A través de estos Siete Mandamientos se construye Shalom, dentro de uno mismo, con el prójimo y en la sociedad.
A través del cumplimiento cabal de estos mandamientos también se consigue la pureza espiritual, el reforzamiento del lazo indestructible que nos une con el Todopoderoso.

Por supuesto que estos mandamientos, al ser fundamentales, sirven como raíz y tronco a una serie de otras reglas, innumerables, que sostienen la vida y el progreso individual y colectivo.

Te los recuerdo:

  • No adorar, servir, reconocer dioses ajenos al Eterno.
  • No maldecir al Eterno.
  • No asesinar.
  • No robar.
  • No mantener relaciones sexuales ilícitas.
  • No comer parte de animal con vida.
  • Establecer sistemas de justicia (justa) en tu localidad.

Por supuesto que la orden de reproducirse está contenida en el mandamiento de no asesinar, puesto que el dar nueva vida es la contraparte de quitar la vida del inocente.

Pero, ciertamente que NO es uno de los mandamientos, no ha sido expresado por la divina Voz con ese carácter.

Y la cuestión es que en el fondo cada uno de los siete mandamientos fundamentales son frenos y canalizaciones a nuestros instintos básicos, que nos detienen el actuar emocional, de mero animal, y nos obligan a comportarnos como lo que somos: hijos de Dios.
Te doy un ejemplo muy claro.
El animal, por lo general, no contempla la pureza de sus relaciones sexuales, sino que las mantiene cuando el impulso lo domina y si la situación externa lo permite.
Pero no así debe ser con las personas, sino que uno primero debe reconocer la condición del otro/otra, si está disponible para nosotros y nosotros para él/ella, si estamos en el lugar y el momento que corresponde, y no solamente en el que la pasión nos demanda la acción.
De modo similar con los otros mandamientos.
No hay un instinto enclavado en nuestras hormonas que nos determine a ser justos, por lo que hay un mandamiento que nos exige serlo.
Y así con los demás, tómate un tiempo para pensarlo y entenderlo.

El reproducirse es un hecho normal, natural, apetecible, necesario en cierto punto.
No es una barrera a lo natural, sino que es parte del cauce normal de la persona.
Por tanto, para los noájidas no es un mandamiento, sino un derivado necesario de otro mandamiento.
Un mandamiento que le da parámetros, como el del respeto a los lazos conyugales; y otro que le da sentido, como el de preservar la vida.

Los judíos recibieron 613 mandamientos, acordes con la función que el Eterno les ha encomendado, que sobrepasa el de la construcción de Shalom, ya que se le agrega el de ser canales de santidad en el mundo.
Por tanto, hasta las acciones naturales están codificadas por los mandamientos que el Eterno ha dado en exclusiva a la nación judía.
Así pues, uno de los 613 mandamientos para los judíos es el reproducirse, expresado como mandamiento, legislado como tal.
Aunque no es así para los noájidas, como ya te he explicado, esto no quita la realidad de que también los noájidas deben poner empeño en procrear, en reproducir la imagen del Eterno en el mundo, como parte de su sagrada tarea de ser constructores de Shalom.

Cuando no se puede hacer, porque algún factor físico lo impide, entonces es menester que la familia noájida encare la posibilidad de adoptar criaturas, porque el mero hecho reproductivo biológico no es lo único que completa esta tarea sagrada, sino también la educación y acompañamiento de los hijos.

Pero además, podemos tener muchos hijos espirituales, que son aquellos a los que ayudamos a andar por la Buena Senda, a los que hemos atraído con bondad y justicia al modo de vida noájico.
Así pues, hermano noájida tienes ante ti una tarea inmensa, que te permitirá ser socio en la noble tarea de construir Shalom en Este Mundo, y te dará innumerables tramos de gozo celestial en tu posteridad.

Preguntale a tus Ancestros

En una de las conferencias que el Moré dictó en Porlamar le preguntaron: ¿Porqué no se conocía la vida noajida siendo que tiene tanto tiempo de existencia?

Responde Moré: No me preguntes a mí Pregúntale a tu Ancestros ¿Porqué ellos no preservaron dicha identidad, porqué la abandonaron yéndose tras la idolatría?

Al reflexionar sobre ésta respuesta, decidí preguntar a mis padres ¿sí conocían que era la vida noájida, si mis abuelos le habían comentado algo sobre ella? Cual fue su respuesta: No sabemos nada de eso y me preguntaron ¿qué era eso de la vida Noájida? Por lo cual tuve que hacer una breve exposición del tema, al oírme me dijeron: Ahora un nuevo invento, una nueva religión y se me hizo imposible seguir explicándoles.

Ahora me pregunto: ¿Qué estoy haciendo para difundir dicha herencia que ha venido de la mano de la nación Judía nuestros hermanos y preservadores de La Torá y sus tradiciones, que a pesar de la inclemencia de las persecuciones, maltratos, descredito, muertes, infringidas por las diversas religiones en nombre de sus idolos, han guardado fieles Al Eterno este patrimonio de la humanidad?

Debemos Trabajar al máximo posible, para que muchos extraviados en la idolatría, se despojen de sus miedos, temores infundidos por los mensajes de terror que oyen de sus pastorcitos manipuladores quienes ensombrecen sus vidas a las de otros.

El Moré Concluyó: Eres un vela encendida, sí le pasas tu LUZ a otro no pierdes nada, tú ganas y el otro gana sin que nadie pierda.

Shalom

Actualmente estoy Legalizando a Fulvida con Personería Jurídica en Venezuela. Y luego A Trabajar, aunque para trabajar no se precise tener un registro.

El consejo diario 114

¿Recuerdas el sabor de ese caramelo por el cual tanto lloraste en la niñez?
¿Dónde quedó la memoria de aquel paseo al parque, por el cual te enfadaste una semana completa?

Lo que recordamos de nuestra infancia, por lo general, son los momentos con sentido con nuestros padres.
Cuando nos trasmitieron amor, respeto, confianza, seguridad.
Cuando fuimos un tesoro para ellos, y no solamente un depósito de regalos o lástima.

¿Qué quieres que recuerde tu hijo de ti cuando llegue a grande?