Shabat Shalom v Purin Sameaj
Argenis Flores
Caracas, Venezuela
Shalom.
Conversando con amigos noájidas, entablando nuevos contactos, ampliando el conocimiento de la identidad noájica me he topado a menudo con algunas dudas, temores, anhelos, ideas, creencias, suposiciones, que quisiera ahora puntualizar.
Son solamente algunas de ellas, si Dios quiere y con tu ayuda podremos ir mejorando esta lista.
Los noájidas han de tomar la mano firme que le brindan algunos maestros judíos. Entiende bien que no son TODOS los judíos, ni el judaísmo el judaísmo, sino algunos maestros, aquellos que están interiorizados con los mandamientos y reglamentos que el Eterno les ha conferido y desean servirlos como la "Luz para las naciones" que el profeta visualizó hace casi tres mil años.
Hasta aquí por el momento, envíame por favor sugerencias para seguir actualizando esta página.
Mirando la web me encontré con varios sites de personas que se confesaban "noajidas jasidicos"… Ahora bien, me resultó un poco confuso este término con el cual se denominan estas personas. Ya que según tengo entendido el Jasidismo es un movimiento iniciado por el Baal Shem Tov dentro del judaísmo; ¿será posible que aún muchos noajidas quieran ser o parecer judíos?, ¿será posible que aún estas personas no han entendido lo que es realmente el noajismo?
Hablar de noajismo jasidico es como hablar de "música que suena", es redundante, es verdaderamente un calificativo que a mi manera de ver las cosas pareciera una denominación religiosa, más que una pauta de vida…
De todo esto podríamos aprender el más grande valor que posee el noajismo, NO ES INVENTO DE JUDÍOS, y aunque éste sea inherente al mismo, no depende de él, ni esta de ninguna forma supeditado al mismo…
Si realmente D’’s hubiera planificado un noajismo supeditado al judaísmo, hubiese de una vez por todas desaparecido la herencia gentil y todos debiéramos ser judíos; considero que si el noajismo esta fundado en un pacto que D’’s hizo con las 70 naciones de la tierra, es un contrato que cada ser humano no judío ha firmado, no con un rabino, un moré, o algún judío, sino con el Santo Bendito Sea, es decir, cada nación gentil tiene un compromiso propio, diferente del compromiso de Israel, que seguir con D’’s.
Los siete preceptos nos dan una clara idea de esto, y si tan solo ahondáramos en lo que nos respecta y si tan solo tuviéramos bien definido lo que realmente nos respecta, nos habríamos dado cuenta hace tiempo.
Cada uno de los preceptos alude a la bondad (jesed) y a la justicia (din), tanto de manera individual como de manera colectiva.
Nuestro legado es bien completo y no hay nada que falte allí que tengamos que buscar en el judaísmo, pues tenemos dos mandamientos referentes al culto (Adorar al Único y no maldecirLo), dos preceptos referentes a la moderación y la refinación espiritual (no comer partes de animal mientras sigan vivas, no mantener relaciones sexuales impropias y antinaturales) tres preceptos referentes a la justicia y bondad (sistema legal y de justicia eficaz y efectivo, no matar, no robar).
Como ven, desglosados los preceptos noajidas como están, no hay más que empezar a practicarlos y a estudiarlos, a asimilarlos y a hacerlos parte substancial de nuestra cultura.
Ahora bien, el que no tengamos que depender del judaísmo no quiere decir que no tengamos relaciones con Israel, pues he especificado bien que el noajismo es inherente (o sea, inseparable) al judaísmo, no habría sentido tampoco si todos viviéramos en una casa y no nos cruzáramos ni una palabra, es lógico que en una casa todos los habitantes se mantienen “juntos pero no revueltos”. De esta manera espero haber expresado una forma de ver al noajismo, que en mi opinión por puro convencionalismo se puede llamar así, pues cada noajida debe descubrir su identidad cultural para así tener claro su rol dentro la sociedad… el noajismo NO es una religión recuerden, ni es un movimiento espiritiflaútico de esos modernos, es el redescubrimiento de nuestra Tradición, es el resurgimiento de una causa por el bienestar individual y colectivo, es la herencia de las 70 naciones.
(A partir de las enseñanzas del Moré Yehuda Ribco en su visita a Viña del Mar – Chile, febrero 2007)
En cada generación y en cada ámbito del desarrollo humano hay seres humanos (como individuos o como grupos) que sobresalen respecto a sus contemporáneos. Dios ha dado talentos especiales a cada pueblo o nación de manera que pueda cumplir con su misión en la tierra y, más aún, para que puedan guiar a sus hermanos – a las otras naciones.
¿Alguna persona con los pies bien puestos sobre la tierra se atrevería a negar la capacidad de los latinoamericanos para ser felices con poco? No necesitamos un sueldo para sonreir. La alegría es marca de fábrica.
¿Negariamos la capacidad de los eslavos para hacer las cosas planificadamente o la capacidad de los europeos para levantar de las ruinas sus países? ¿Se puede negar el olfato anglosajón para detectar lo que es constitucional o no? ¿Podemos hacer la vista gorda ante la capacidad natural que tienen los tibetanos para evitar guerras?
Y podemos dar muchos más ejemplos…
Sin embargo de tal riqueza en forma de variedad de talentos, colores, razas y percepciones, las naciones que guardamos la herencia de Noé hemos dedicado muchos de nuestros recursos y talentos a los extremismos optando por un materialismo vestido de pseudo-religiosidad. Nos olvidamos de que existe Dios, Uno y Unico y consecuentemente perdemos de vista Su camino: el Camino de la Moderación.
Perdemos el norte porque al no reconocer el papel que juega el Hermano Mayor, el pueblo Judío, terminamos por dejar de tener presente a nuestro Creador y Padre. Reconocemos el papel de todas las otras naciones pero nos hemos negado a reconocer el papel de Israel. Como dice el Rabino Elijah Benamozegh ("Israel y la Humanidad"), "Razonando desde su perspectiva, parecería que los Hebreos tuvieron que haber sido politeístas una vez que los otros Semitas lo fueron, pues (dicen) no podría haber diferencias sustanciales entre las concepciones religiosas de pueblos que comparten un origen común, hablando la misma lengua y habitando el mismo territorio. Para respaldar esta afirmación, tienen mucho cuidado para ignorar pruebas innegables de monoteísmo entre los gentiles, que los historiadores han encontrado… Sería presuntuoso sostener que respecto a las ideas religiosas, la ley del progreso – que afirma una evolución gradual – no haya sido capaz de permitir una sobresaliente excepción".
Decía el ajedrecista ruso Paúl Keres (conocido como el eterno segundo), "Si encuentras una jugada buena, tranquilízate puede que encuentres una mejor". Y tiene mucha razón, si bien Noé es necesariamente un referente para nosotros los gentiles, ¿quiere decir que debemos repetir su jugada per se? ¿No hay nada más allá de nuestra nariz?
Para estar seguros, Dios Mismo da testimonio de lo sobresaliente que fue Noé: "Noé (fue) un hombre justo, perfecto entre sus generaciones; con Dios anduvo Noé" (Génesis, 6:9). Lo cuál refiere al grado de decadencia que campeaba en la tierra en aquellos tiempos. Dios encontró a nuestro ancestro como la única semilla que todavía podía ser replantada en la tierra después de la limpieza general que sobrevendría con el Diluvio…
Pero Noé falló en algo. Se preocupó en obedecer a Dios pero no llamó la atención a sus contemporáneos de manera que rectificaran su camino más personas. ¡Tuvo 120 años para convencer al menos a una persona pero no lo hizo!
Más adelante en nuestra historia, otro observante de las Siete Leyes Universales enmendó la equivocación. Cuando deja su parentela, Abraham lleva consigo a una multitud de noájidas, ex-idólatras que retornaron a Dios en gran medida por la estrategia inteligente que usaba el primer Hebreo: buscaba llegar a su cerebro y corazón. En efecto, Abraham es el vivo ejemplo del ser humano que se preocupa por sus congéneres. Brindaba hospitalidad y se preocupaba de que sus pares tuvieran alimento, sombra, agua – en una palabra no era misionero.
Vivimos en una época en que las limitaciones espacio y tiempo se han visto reducidas. Ayer me comuniqué con noájidas de Perú, hable con un rabino de Ecuador, y veo noticias del mundo. Nadie puede negar, como en la Segunda Guerra Mundial, que extremistas están cometiendo atrocidades en Darfur.
Pero aparentemente seguimos callados, hemos aprendido demasiado bien a callar. Estamos siguiendo nada más que el ejemplo de Noé.
Noé tiene que crecer y dejar de ser un niño. Tiene que aprender, madurar y copiar el ejemplo de de su hermano mayor Abraham.
Noé debe servir té con galletitas a sus parientea una tarde y preocuparse por ellos, ¿en qué puedo serte útil?
Noé debe invitar a su amigo – aquel que nosotros mismos apartamos cuando nos volvimos idólatras excluyentes y egoístas – a un buen asado chileno acompañado con patacones ecuatorianos y un poquito (con moderación!) de aguardientico colombiano. ¿No crée usted que ya hay ambiente?
Luego, no les hable de Noajismo. Vívalo usted mismo al máximo de su potencial y deje que sus vecinos, parientes, etc. pregunten a su tiempo, cuando nazca de ellos, sobre "esa onda en la que andas metido". Motive (pero no trate de convencer) a su amigo a qué sea ser humano: que cuestione las cosas, que use la razón y la lógica como herramientas para buscar la Verdad.
Como bien lo dice el Rabino Aryeh Kaplan ("¿El Verdadero Mesías?"), los misioneros usan mentiras para atrapar a incautos. El mejor ejemplo de ello es la mala-interpretación (fuera de todo contexto y lógica) del versículo, "Por su vivo esfuerzo verá y quedará satisfecho. En su conocimiento Mi siervo justo hará lo justo para muchos, y los pecados de ellos él tolerará" (Isaías 53:11). Pero la verdad se defiende sola. No debe copiarse esas rutinas de robot propias de los misioneros -que saltan de retórica en retórica hasta encontrar alguna debilidad en su interlocutor para poder meter su veneno.
Pero como dije, la verdad se defiende sola. Por ejemplo, sobre la frase "En su conocimiento Mi siervo justo hará lo justo para muchos", el Moré Yehuda Ribco comenta:
<<El siervo justo es conocedor del Eterno: bucéa con amplitud en Su Torá, practica con habilidad Sus mandamientos. Su vida y su predica es un ejemplo para las naciones. Con su vida de justicia, los demás aprenden a llevar una vida de justicia, o al menos tienen la oportunidad de reconocer el camino correcto del que no lo es. Al respecto el profeta ha anunciado: "Muchos pueblos vendrán y dirán: ‘Venid, subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas’. Porque de Sión saldrá la Torá, y de Jerusalén la palabra del Eterno" (Isaías 2:3).>>
Así que tú Noé, abre tus ojos, usa tu cerebro con todo tu potencial, prepara tu corazón y humildemente aprende de tu hermano mayor, Abraham. ¡Eso le place a tu Creador!
Cuando comencé a leer acerca del Judaísmo, me sentí fuera de lugar, como si el pueblo hebreo me excluyera. Dentro de mí sentía un gran vacío por el hecho de no contar con la gran fortuna de haber nacido judío.
Cada vez que leía a un Rabino, recordaba aquel viejo pasquín anti-semita "Los Protocolos de los Sabios de Sión", y mi ignorancia conectaba y acomodaba las ideas de aquella pseudo-novela (inventada para justificar lo injustificable contra el pueblo Judío), con las palabras de sabiduría que destilaban de los Sabios de Israel en los artículos que leía.
Solía mal-entender la necesidad y la urgencia con la que los Rabinos y estudiosos de Torá llaman a su pueblo a la unidad, tal como es la voluntad del Eterno.
Me confundía el concepto de Primogénito…
Como si un padre solo tuviera amor para éste.
Como si los demás hijos, que le han demandado de todo su amor para poder subsistir y desarrollarse, no fueran dignos de ser felices, sabios.
Como si cada uno de ellos no estuviera llamado a desarrollar su potencial al máximo, para recibir toda Su enseñanza, y propagar y dar continuidad a su esencia a través de las generaciones.
Si, lo admito, sentí celos, como alguna vez lo sintió Caín, que optó por hacer el mal…
Así como también lo hizo Esaú, el hijo malvado de Isaac, que optó por honrar a su padre, para obtener ventajas, y no por amor o respeto. Sólo que yo hoy, Bendito sea El Eterno, cuento con la libertad y algo de entendimiento, que me posibilita usar mi libre albedrío para construir el mundo tal como el Padre lo dispone: según mi identidad gentil, como heredero de un hombre, Noé, que fue justo en una época en que el mal era bien visto.
El rol de los Judíos, como sacerdotes del mundo, es vital para el mundo entero y no sólo para Israel.
Preservar la herencia es saludable e importante, no solo para el pueblo de Dios, sino para todos los seres humanos, que vemos en el hermano mayor un modelo de vida y conducta.
Por ello es tan importante la identidad y los símbolos propios de los guías de la humanidad, para que sean distinguidos entre la muchedumbre para que se resalte su esencia.
Muchas dudas surgen, una que a mi me costó en particular y de hecho apenas ahora la estoy "digiriendo":
¿Por qué ciertos privilegios a un grupo de personas?
¿Por qué el llamado a ser especiales?
Yo me respondo con la analogía de un Rey, sí, un monarca: goza de ciertos privilegios, pero que carga consigo una gran responsabilidad – la de guiar a sus hermanos con sabiduría, procurando el bienestar de todos, poniéndose a su entero servicio, tal como debe ser.
Otro ejemplo con el que mi maestro me aclaró este punto, que admito me costó interpretar, resulta ser bastante ilustrativo: Un bus (El mundo), requiere de pasajeros (La Humanidad), y requiere de un conductor (El Pueblo judío), para llegar a buen término, ahora bien, ni los pasajeros , ni el conductor, son el uno mas importante que el otro, los dos son importantes, pues un Bus sin pasajeros, ¿hacia donde podría ir?, igual, estos pasajeros , sin un conductor idóneo, podrían terminar en un abismo.
Así que alegrémonos pues contamos con la mayor evidencia de la existencia de Dios: su pueblo escogido, su Primogénito con su Torá viva.
Procuremos como hijos de Noaj, como hijos del Creador, hacer nuestra parte para que su misión sea llevada a cabo: sirviendo con humildad y compromiso a la manera gentil – escuchando atentamente lo que El tiene para nosotros, lo que El manda.
Recién le escuché a una persona muy querida la frase: "estamos como la libélula"; inmediatamente le pregunté: ¿cómo es eso?, y me explicó… ahora les transmito palabra a palabra la enseñanza de esta persona:
La libélula nace en el agua, se desenvuelve en esa etapa dentro de su habitat, avanzando los obstáculos propios del medio, evadiendo las dificultades que representa estar a merced de la corriente, de los animales depredadores, en fin, la libélula nace completamente desprotegida. Pasan los días y la libélula al fin evoluciona y ahora esta en tierra, sorteando difilcutades de otra índole, ahora se enfrenta a más peligros, ya no tiene la agilidad que antes poseía, ahora vive en un mundo de gravedad, de fuerza que la atrae y que le resta maniobrabilidad, pero si la libélula llega con bien al final de esta etapa, entonces cerca de la estación de lluvias, salen sus alas, y adquiere una capacidad asombrosa de volar. De entre todos los coleópteros (la verdad no estoy totalmente seguro de que sea un coleóptero, sólo me guío por el zumbido de sus alas y por el sistema que usa para volar) es la más diestra, y probablemente esto sea por la cantidad de perspectivas que tenga de la vida. La humanidad ha ido como la libélula, creciendo poco a poco, viendo el mundo desde varios puntos de vista, viendose a si misma en varias etapas, madurando. Hoy estamos a punto de adquirir alas y andar "libres", dueños de nuestro destino, con la fuerza y madurez necesarias para vencer los obstáculos que se nos presentan.
Aquiles Nazoa, grande entre los grandes venezolanos, les regaló a una generación antes de mi, un hermoso programa de televisión, llamado: Las cosas más sencillas; éste era transmitido por el inigualable canal de televisión "TVN", siglas de Televisora Nacional. En dicho programa el ilustre humorista presentaba una visión del mundo donde cada cosa o cada quien puede ser visto con grandeza sin importar su procedencia o su humildad.
Hoy quiero compartir con ustedes, mis apreciados lectores, la fábula de la avispa ahogada, de la pluma del señor Aquiles Nazoa.
La avispa aquel día, desde la mañana,
como de costumbre, bravísima andaba.
El día era hermoso, la brisa liviana;
cubierta la tierra, de flores estaba
y mil pajaritos los aires cruzaban.
Pero a nuestra avispa -nuestra avispa brava-
nada le atraía, no veía nada
por ir como iba, comida de rabia.
"Adiós", le dijeron unas rosas blancas
y ella ni siquiera se volvió a mirarlas
por ir abstraída, torva, ensimismada,
con la furia sorda que la devoraba.
"Buen día" le dijo, la abeja, su hermana
y ella que de furia, casi reventaba,
por toda respuesta, le echo una roncada
que a la pobre abeja, dejo anonadada.
Ciega como iba, la avispa de rabia,
repentinamente, como en una trampa,
se encontró metida, dentro de una casa.
Echando mil pestes, al verse encerrada,
en vez de ponerse, serena y con calma
a buscar por donde, salir de la estancia,
¿sabéis lo que hizo? ¡Se puso más brava!
Se puso en los vidrios, a dar cabezadas,
al ver en su furia, que a corta distancia
ventanas y puertas, abiertas estaban;
y como en la ira, que la dominaba
casi no veía, por donde volaba,
en una embestida, que dió de la rabia
cayó nuestra avispa, en un vaso de agua.
¡Un vaso pequeño, menor que una cuarta
donde hasta un mosquito, nadando se salva!
Pero nuestra avispa, nuestra avispa brava,
más brava se puso, al verse mojada,
y en vez de ocuparse, la muy insensata,
de ganar la orilla, batiendo las alas
se puso a echar pestes y a tirar picadas
y a lanzar conjuros y a emitir mentadas.
Y así, poco a poco, fue quedando exhausta
hasta que furiosa, pero emparamada,
terminó la avispa por morir ahogada.
Tal como la avispa, que cuenta esta fábula,
el mundo está lleno, de personas bravas,
que infunden respeto, por su mala cara,
que se hacen famosas, debido a sus rabias
y al final se ahogan, en un vaso de agua.
En el texto anterior decía que la libertad no es algo que puedan darnos ó quitarnos; es una capacidad que tenemos y que si queremos usamos y si no no la usamos.
Si alguien puede jugar con nuestra decisión respecto de la libertad es porque nosotros se lo permitimos, y sólo hay una manera de permitirle usar nuestra voluntad a otro, y es cediéndola voluntariamente, y esto sólo es posible si nosotros no queremos ó no valoramos lo que tenemos.
Cuán importante es valorarnos, cuán importante es valorar a nuestro entorno positivamente, conocer que somos grandes, que somos dueños de nuestros actos y que estos repercuten en la sociedad.
Creo que la superación del colectivo, la evolución de una sociedad debe empezar por aquí, por la valoración positiva de nosotros mismos, por el equilibrio de nuestra personalidad individual, ¡Que duro trabajo tenemos por delante!, querernos significará querer a los demás, conocernos significará conocer al resto; de esa manera y sólo de esa manera podremos "identificarnos" con algo, podremos vernos reflejados en el otro, podremos ver más allá de los colores, podremos ver la luz que nos permite ser.
Sé que en mi país ha comenzado "Un Nuevo Tiempo", sé que ahora es cuando nos esperan nuevos retos, sé que lo que pasó es un paso más hacia la grandeza que nos aguarda como nación… confío en la población que empieza a atender el llamado de la justicia, no somos tan pocos como creían, somos una minoría bien importante y espero que sigamos creciendo.
A mis hermanos latinoamericanos pido perdón en nombre de los "incautos habitantes" de mi país que eligieron a la persona que ellos "consideraron" idónea para ejercer la primera magistratura de mi país, sé que no es la mejor desición, sé que puede afectarles, pero sepan algo, como dijo Rabi Akiva, "Todo lo que el Eterno hace es para bien"; y "Algo bueno tiene que pasar"…
Andrés Cordovés M.
C.I.Nº 17.643.922.
El pensamiento de León Tolstoi respecto a los judíos
Publicación hecha por Tolstoi en 1908, en el periódico londinense
¿Qué es un judío? Esta pregunta no es tan extraña como parece.
Veamos qué clase de criatura peculiar representa el judío, sobre quien todos los gobernantes y todas las naciones, ya sea en conjunto o por separado, han cometido abuso y dado tormento, han oprimido y perseguido, pisoteado y masacrado, quemado en la hoguera y ahorcado…., y a pesar de todo ello, todavía sigue vivo. ¿Qué es un judío, que nunca ha permitido ser descarriado por todas las posesiones mundanas que sus opresores y perseguidores le han constantemente ofrecido para que cambiara su creencia y abandonara su propia religión judía? El judío es ese ser sagrado que ha bajado el fuego eterno de los cielos y a través de él ha iluminado el mundo entero. El judío constituye la cuna, el manantial y la fuente de religión de la que todos los demás pueblos han extraído sus creencias y religiones. El judío es el pionero de la civilización. La ignorancia fue condenada en la Antigua Palestina mucho más de lo que es hoy en día en la Europa civilizada. Además, en aquellos días de salvajismo y barbarie, cuando ni la vida ni la muerte de nadie tenía el más mínimo valor, Rabí Akiva no se abstuvo de expresarse abiertamente en contra de la pena de muerte, una práctica que en la actualidad es reconocida como una forma de castigo altamente civilizada.
El judío representa el emblema de la tolerancia civil y religiosa. «Amad al extranjero y al residente temporario», ordenó Moisés, «porque vosotros habéis sido extranjeros en la tierra de Egipto». Y esto fue expresado en aquellos tiempos remotos y salvajes cuando la ambición principal de las razas y de las naciones consistía en abatirse y oprimirse unos a otros. En cuanto a la tolerancia religiosa, la fe judía no sólo dista mucho del espíritu misionero de convertir a pueblos de otras creencias, sino que, por el contrario, el Talmud ordena a los rabinos informar y explicar a todos aquellos que voluntariamente vienen a aceptar la religión judía acerca de todas las dificultades que encierra su aceptación, y recalcar a los supuestos prosélitos que los justos de todas las naciones tienen su parte en la inmortalidad. Ni siquiera los moralistas de nuestros días pueden jactarse de una tolerancia religiosa enaltecida e ideal de este tipo.
El judío representa el emblema de la eternidad. Él, es a quien ni la masacre, ni la tortura durante miles de años pudo destruir; él, es quien ni el fuego ni la espada ni la inquisición pudo borrar de la faz de la tierra; él, quien fue el primero en presentar las profecías de Dios, él es quien durante tanto tiempo ha sido el guardián de la profecía, y es quien la ha transmitido al resto del mundo. Una nación semejante no puede ser destruida. El judío es eterno como lo es la Eternidad misma”.
León Tolstoi, 1.908