Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Noajismo e identidad

Alguien dijo: «Nadie puede definir tu identidad, tu personalidad. Al fin y al cabo cada uno es responsable de quién y como es».

El rol que como noájidas nos corresponde desempeñar en esta generación es sumamente amplio. Comenzando por salir del oscuro laberinto de la religión, pasando por re-descubrir quiénes somos, hasta hacer que otros despierten de la pesadilla de vivir siendo quienes no son.

La tarea no termina alli. Algún dia nos iremos, pero nuestros hijos quedarán y será un ciclo que se repetirá… sabe Dios hasta cuándo.

Somos una generación con diferentes tareas: comprender qué es ser noájida, entender cómo vivir las siete leyes de Noaj, vivir las siete leyes de Noaj… y lo más duro quizás: aprender a ser noájidas sin una concepción religiosa del asunto, en otras palabras, no hacer del noajismo una religión más.

Otra gran tarea es dejar de ver al noajismo como un movimiento, pues no lo es. El movimiento «hippie» fue un movimiento. Algo que surgió como una reacción. Noajismo no es reactivo, no surgió como una reacción a algo.

Tampoco es el noajismo una identidad que pertenezca a un solo pueblo, ya que dentro del noajismo hay pueblos, hay naciones y no al revés.

No olvidemos el gran reto de aprender a no medir al noajismo con la regla judía. Noajismo y Judaísmo aunque ambas de mismo Origen son distintas en demasiados sentidos. Por ejemplo, distintas en su propósito.

Por otro lado, creo que una de las más grandes responsabilidades que nos corresponde: Educar a nuestros hijos en su identidad.

Sí o sí, nuestros descendientes comprenderán al noajismo como una identidad, o como una religión, o como un movimiento, o como una excusa para acercarse al judaísmo, o como una comunidad.

Ellos sabrán qué es el noajismo basado en lo que les transmitamos, por lo menos hasta que tengan la suficiente edad para tomar las riendas de su identidad y revisar todo lo que le hayamos enseñado.

No dejemos a un lado algo sumamente relevante para la segura transmisión de la identidad noájida, y es el aspecto económico. Cualquier idea, plan, proyecto, sueño, emprendimiento, ocurrencia, sugerencia o lo que sea que se nos ocurra para aportar al noajismo, y que deseemos que perdure a lo largo del tiempo, debe ir acompañada de algo más que buenas intenciones o «palmaditas en la espalda», y es de dinero.

Sí o sí, es un elemento que no es bueno ni malo, y que puede y debe ser usado en el apoyo de aquellas personas y aquellas instituciones que tienen como propósito hacer que la identidad noájida esté presente, de manera consciente, con más fuerza en cada generación.

Sabernos noájidas ha sido un gran des-cubrimiento, y hacernos responsables por nuestra identidad es obligarnos a dar respuesta a la pregunta de: ¿Cómo vamos a hacer para que el noajismo sea conocido con el paso de las generaciones?

Entiéndase bien: «Cómo?», no «Qué?»

Se aceptan palmaditas en la espalda, pero las propuestas son más que bienvenidas.

Saludos




Maneras de acercarse a un mandamiento

Existen formas en las que podemos experimentar el significado de un mandamiento. El más simple es la práctica de este. Ejemplo: Si quiero saber cómo es no comer parte de un animal con vida, sencillamente me abstengo de comer tal parte de tal animal.

Por otro lado, nos acercamos a un mandamiento cuando alguien  lo cumple y su efecto recae sobre otra persona. Ejemplo: No asesino, por tanto los demás pueden mantenerse vivos. O me abstengo de cometer relaciones sexuales ilícitas, por tanto respeto a mi esposa (o).

Otra forma poco agradable de acercarse a un mandamiento, pero que sirve en gran manera para entender parte del por qué del mismo, es cuando alguien lo incumple y nosotros somos sus victimas de ese incumplimiento.

Ejemplo:

No robar

Estás en tu casa durmiendo, es de noche. Al otro día despiertas y te das cuenta que una de tus puertas o ventanas ha sido violentada. La reacción inmediata es comenzar a buscar qué se llevaron los amigos de lo ajeno.

Desesperado buscas lo que siempre estuvo ahí, pero no lo consigues, sencillamente se lo llevaron.

¿Qué efectos tiene el incumplimiento y la violación de un mandamiento por parte de otra persona, y cuyas consecuencias recaen sobre otros?

Repercute inmensamente.

Para quien fue la víctima del robo su mundo cambia. Su tranquilidad se violó. Su intimidad se quebró. Alguien estuvo ahí mientras dormías y se llevo lo que con tanto esfuerzo conseguiste para beneficiarte.

Miedo, angustia, inseguridad, desconfianza, intranquilidad, pérdida de la paz, incluso se corre el riesgo de pensar en “por qué cosas malas le suceden a gente buena” o “donde está Dios en ese momento”, etc.

Cuando otro viola un mandamiento, siempre hay un afectado. Además del que lo viola, los que están en su entorno se perjudican también.

Ser la victima de la irresponsabilidad de otro, ser la victima de la ignorancia de su identidad, ser la victima de su decisión de irrespetar lo que el sentido moral común dicta, es una de las maneras poco agradables de conocer cuán importante es un mandamiento Divino.

Lo anterior ha sido el producto de pasar por la desagradable situación de despertar en la mañana para darse cuenta que algún fulano se metió en tu casa y se llevó algo que te pertenecía.

Lo escribo para mostrar a algunos lo importante del cumplimiento de los mandamientos que como noájidas nos corresponde.

Ahora pensemos un poco en el grave daño que le hacemos al pueblo judío cuando pretendemos cumplir con lo que le pertenece a ellos.

Pensemos en el grave daño que hacemos a nuestro entorno cuando incumplimos con lo que nos compete.

Hay daños que no son visibles, y esos son los peores.

Saludos a todos.

Los creyentes en Ieshu y el Templo

Para quienes han sido liberados de las sucias garras de la idolatria (principalmente la creencia en jesús, ieshu, yeshua, yehoshua, yahoshua, o como lo quieran llamar), la idea del creyente como «templo de dios» no es ajena.

Pastores que gritaban (y gritan) desde sus pulpitos (o sillas dictatoriales): «en jesús, tú eres el templo del espíritu santo», «dios destruyó el templo en Jerusalen para que su espíritu santo habitara en cada uno de los creyentes en su hijo».

Detrás de todos esos gritos se agazapa el odio por lo realmente sacro, en este caso el Beit Hamikdash o Templo de Jerusalén.

Sin olvidar que su odio por dicho lugar es una manera de manifestar repudio por los sacrificios que alli se realizaban (y que se realizarán).

Por otro lado, existen las victimas que «por fe» creen en tales falacias promovidas por líderes idolátricos, misioneros y cuanto agente de la maldad existe.

Sin embargo, existe un texto en el fatídico libro llamado Nuevo Testamento (pacto renovado, brit, o codigo), que demuestra que en la época del colgado, (y luego de su muerte), sus seguidores acostumbraban reunirse en el TEMPLO donde se hacian SACRIFICIOS:

«todos los dias se reunian con entusiasmo en el TEMPLO» (Hechos 2:46)

¿A cuál templo se refiere?

Porque si es el TEMPLO, donde se hacian sacrificios, es una clara CONTRADICCIÓN con lo que se enseña desde los pulpitos del mal.

 



La rana hervida

Dejando de lado el innecesario sadismo del ejemplo, pensemos por un rato en el proceso de hervir una rana viva.

Algún ecologista se dará por ofendido, pero es un ejemplo tan desagradable como útil. Prometo que no hay detalles veterinarios.

Tenemos entonces a nuestra rana, un animal complejo, evolucionado, con más historia en el planeta que los seres humanos.

Se adapta fácilmente al entorno y, dentro de la escala animal, es bastante inteligente. Sin duda, un bicho apto para la supervivencia.

Gracias al aprendizaje generacional de su especie, la rana en cuestión sabe que el calor excesivo puede matarla. Bajo ningún concepto se acercaría a una olla de agua hirviendo, y de ser introducida por la fuerza lucharía con todas sus energías para escapar.

Así reaccionamos normalmente todos, ranas y humanos: no nos dejamos caer en situaciones dañinas, no aceptamos sufrir.

Pero… en su búsqueda de felicidad anfibia, un día la rana cae en una olla con agua tibia. No es lo ideal, pero tampoco está mal, y permanece allí, segura de que podrá saltar a otro sitio en cuanto lo desee. La rana se ha acomodado.

La temperatura del agua comienza a aumentar levemente, pero la rana no se mueve. Le ha costado encontrar un lugar confortable y ¿quién sabe cuánto tardara en llegar a otro mejor? Se queda tranquila, aún el agua está muy lejos de hacerle mal.

Salvo los tsunamis, en nuestro mundo los grandes problemas tampoco aparecen de un día para otro. Quizás se van gestando de forma invisible, subterránea; pero allí están.

La temperatura del agua sigue aumentando. La rana percibe que algo está sucediendo; pero el propio calor de la olla la está debilitando, atontando. Cuando la situación se vuelve peligrosa, la rana ya está adormilada, incapaz de reaccionar. Ese es su fin.

Esta alegoría, que tan bien aplica a la atención a las amenazas, también sirve para reflexionar sobre la permanencia en la comodidad que, a mi juicio, es una de las peores amenazas.

No tenemos que cuidarnos de ser hervidos vivos; no debemos preocuparnos por la SUPERVIVENCIA, pero sí -y es lo más sencillo de subestimar- por la VIVENCIA.

Miremos a nuestro alrededor. ¿Cuántas ranas hervidas andan por ahí, flotando en vidas insatisfactorias? En religiones, trabajos, parejas o entornos que ofrecen poco más que comodidad; pero sienten que ya es tarde para saltar hacia un lugar mejor.

Y principalmente ¿En qué ollas tibias estoy metido yo en este mismo instante?

Buen fin de semana a todos

¿Quién es tu Jefe?

Existen cientos de maneras para hablar acerca de lo que sucede en nuestro andar noájida. Desde simples (pero no menos importantes) teorías carentes de vivencia, hasta experiencias llenas de detalles y grandes puntos de vista.

Una cosa es leer acerca de los milagros que sucedieron en la vida del pueblo judío, y otra cosa es hablar de los milagros que suceden en nuestra vida como noájidas. Lo primero es ajeno, incluso muchos toman las enseñanzas de esos milagros como patrón para dirigir sus vidas. Lo segundo es lo propio, lo que nos pertenece, lo que vivímos, lo que experimentamos y compartimos con otros.

En lo personal, me gustan los relatos jasídicos, judíos, etc, que refieren a la vida de sencillos o grandes personajes que vieron la «mano» de Dios en sus vidas. Me gustan, pero ya no las leo. (Además creo que hacerlo es una manera de no querer soltar lo ajeno, sino querer seguir metido en lo que no nos incumbe).

Por otro lado, preferiria leer una recopilación de las experiencias con Dios que como noájidas hemos tenido. No hablo de sueños, ni visiones, ni sentires, ni nada que se parezca a los inventos de las religiones. Hablo de cosas concretas, reales, verdaderas.

Por ejemplo:

Ayer en nuestro negocio (Centro de Copiado Ribco), iniciamos la jornada como comunmente lo hacemos: Abrimos las puertas, encendemos los equipos de fotocopiado, limpiamos vitrinas, sacamos la publicidad a la calle, colocamos música, y atendemos a la clientela conforme van llegando. Como cualquier dia, atendimos a los primeros clientes.

No habria pasado una hora luego de haber abierto, cuando el equipo de fotocopiado principal se dañó. Todas las copias eran completamente oscuras. No se podia fotocopiar nada.

Me di a la tarea de arreglarla mientras las fotocopias se sacaban en una segunda máquina.

Mientras arreglaba la máquina principal, seguian llegando los clientes.

Para colmo de males, la segunda máquina estaba trabajando muy mal. Copias de mala calidad. Pero la gente seguia llegando.

Yo estaba exageradamente estresado al ver que no conseguia la solución y que la gente seguia llegando. Tanto estrés sentia que le pedí a mi esposa cerrar el negocio para poder trabajar tranquilo en la reparación del equipo.

Así fue, cerramos y la gente seguia llegando, tocando la puerta para ver si se les podia atender. Pero no eran atendidos.

Se hizo la hora del almuerzo y aun no conseguia la solución.

Optamos por abrir a las dos de la tarde pero no sacar fotocopias puesto que no habia manera.

A manera de paréntesis, les comento que las fotocopias son el «gancho» de nuestro negocio. Son el servicio más económico en toda la localidad y de mayor calidad. Los clientes llegan principalmente buscando precio bajo y calidad. Sin servicio de fotocopiado no hay venta de otras cosas.

Bueno, atendimos toda la tarde. Hasta las siete de la noche.

Lo curioso fue que la gente siguió llegando. Que las ventas estuvieron exageradamente altas. Que teniamos meses sin hacer un diario tan grande como el que hicimos ayer. En palabras más sencillas, hicimos el equivalente a un sueldo mínimo en Venezuela. Para un centro de copiado esto es un gran logro, puesto que si hay fotocopias, hay venta. Pero si no hay fotocopias, no hay ventas (por lo menos hasta ayer creía eso).

En la noche envié un correo al Moré Yehuda diciéndole lo siguiente:

hola sensei,

espero este bien,
yo tuve una mañana demasiado pesada.
de 3 maquinas fotocopiadoras solamente me trabaja una sola.
Intenté reparar la nueva (que aun esta en garantia) pero no pude, y eso es estresaaaante.
ahora mismo estamos trabajando unicamente con una copiadora pequeña.
Bueno, lo positivo de todo esto es que despues de 8 meses de estar teniendo el negocio, el servicio de copiado no es lo que mas plata da»
La respuesta del Moré fue lo siguiente:
«hola amigo
entonces, lo q aprendes de la desventura es q tu ingreso no viene de las
fotocopiadoras…
entiendes el doble mensaje?»
Luego le respondí:

«hola sensei querido,
> qué bueno tenerlo a ud como maestro para la vida, no me habia fijado
> en el doble mensaje que encierra la situación.
> sensei, hoy el ingreso diario fue exageradamente grande, y hoy fue el
> dia en que menos copias sacamos…
> y pa’ más, acabo de arreglar la fotocopiadora… jeje…
> gracias por hacerme ver el mensaje.
>
> hoy he aprendido (recordado) algo que es fácil olvidar cuando uno se
> mete en esto de hacer dinero:  El Jefe es el que manda el dinero y Él
> es el duéño del negocio y yo su empleado. Y usted el socio que todavia
> no ha probado una tajadita de este pastel. Espero que sea pronto y en
> nuestros dias y antes de la venida del Mashiaj!!!
>
>
> Para mañana, gracias a Dios y con Su favor, le meto el pecho a fulvida
> con esta experiencia de hoy.

Finalmente, quiero destacar lo siguiente:

1. Dependemos del Eterno

2. En la vida suceden cosas que sirven para nuestro crecimiento

3. A menos que contemos con alguien sabio como amigo, aprenderemos a crecer con lo que nos sucede.

4. No precisamos dejar de ser noájidas para que grandes cosas sucedan en nuestras vidas.

Estoy seguro que ustedes han pasado por experiencias similares. Y si no es así, pues vivan a plenitud su identidad, disfrútenla. Está llena de grandes experiencias, y por supuesto, vivanla de la mano de un maestro de Verdad, así podrán probar los banquetes que el Jefe nos ha preparado.

Gracias querido Moré.

A propósito del compromiso

Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre ineficacia. En relación con todos los actos de iniciativa (y de creación), hay una sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes espléndidos: en el momento en que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y trae la ayuda material que nadie habria soñado encontrar.

W. H. Murray

Noajida: Compromiso, Decisión o Deseo

Existen tres maneras de clasificar lo que hacemos con nuestra identidad en este mismo instante.

– Noajidas comprometidos:

Son aquellos que DAN el todo por el todo respecto a su identidad. ENFOCAN sus fuerzas en trabajar por y para devolverle (y hacer ver) el brillo a su esencia. «Aqui estoy», «Cuenten conmigo», «Qué hay para hacer?», «Pongo mis bienes a disposición», «Moré, cómo está su economia?«, etc… son algunas de sus consignas.

No hacen caso a sus sentimientos cuando estos cuestionan su construcción de shalom. Están ABIERTOS a la correción, al diálogo, al aprendizaje, al intercambio de ideas, al desprendimiento de cualquier idea surgida en el seno del error.

TOMAN DECISIONES basados en sabios y meditados consejos y hacen a un lado su ego para que su verdadera identidad aflore.

DEJAN a un lado los «problemas existenciales» y MIRAN hacia adelante, se ANTICIPAN a las necesidades. Evitan el ensimismamiento y levantan la mirada y EXTIENDEN una mano hacia el necesitado.

Le dicen «sí» a sus obligaciones respecto a su identidad.

No exigen, no reclaman, no demandan.No se excusan. No pierden su tiempo mirando al de al lado. No envidian lo ajeno. Agradecen lo propio.

Son parte de la SOLUCIÓN, no del problema. Si escriben un artículo y reciben un comentario poco agradable, aun así, SIGUEN adelante. No caen en infantilismos.

Están COMPROMETIDOS con el ser noajida. Aman, respetan, admiran lo judío. Pero no les quita el sueño la idea de cambiar de identidad.

Son congruentes con quien los ayudó a eliminar la ceguera espiritual que contrajeron por mirar lo prohibido.


– Noajidas decididos:

Son aquellos que conocieron su identidad y DECIDIERON trabajar en pro de la misma. DECIDIERON ayudar a otros, DECIDIERON disponer sus bienes con el fin de servir a los necesitados. DECIDIERON no mirar lo judío (parashá, midrash, talmud, guemará, tania, zohar, etc). DECIDIERON aportar a FULVIDA. DECIDIERON ser fieles a su identidad. DECIDIERON ser recíprocos con quien limpió sus ojos y les enseñó a ver el mundo con los lentes de la Verdad.


-Noajidas deseosos

Son aquellos que conocieron el ser noájida y DESEARON vivir toda su vida fieles a Dios. DESEARON no volver a los viejos caminos contaminados con el virus del colgado. DESEARON aprender lo pertinente al noajismo. DESEARON salir del anonimato. DESEARON hablar a los suyos acerca de la verdadera identidad espiritual que recien des-cubrieron. DESEARON retomar su vida y vivirla de manera significativa, trascendete.


En fin,

El noájida deseoso, aquel que se queda mirando desde lejos, que no participa, que se excluye, que se esconde. Que suspira solitario, PERO no se decide, mucho menos se compromete.

El noájida decidido, aquel que se queda viviendo en la decisión, pero no hace nada al respecto. Va más allá de los deseos, PERO no adquiere el compromiso.

El noájida comprometido, aquel que se obligó, se obliga y se obligará a ser fiel a lo suyo. No se queda viviendo en las decisiones, ni en los deseos.


Desear algo no es sinónimo de alcanzarlo.

Decidir algo no es sinónimo de alcanzarlo.

Comprometerse implica hacer todo lo que sea necesario para alcanzarlo. Sin escatimar.


Y tú?

Lo deseas?

Lo decidiste?

Te comprometes?

Noajikids.com

Este nuevo año 5770 lo iniciamos con la apertura del primer sitio noájida para niños de Latinoamérica: WWW.NOAJIKIDS.COM

Dibujo

Noajikids está en su etapa de construcción. Toda propuesta es bien recibida.


Si tienes un plan de enseñanza que pueda ser adaptado bajo los lineamientos del Noajismo y quieras ponerlo a disposición de los padres y niños noájidas de Latinoamérica, entonces este es el momento.


¿Se te ocurre alguna actividad práctica que pueda ser usada para enseñar las Siete Leyes de Noaj a tus hijos? Entonces este es el momento.


¿Tienes algun dibujo de carácter noájida para colorear? Envialo y compártelo!


¿Tienes un hijo que le guste inventar historias? Envialas!


¿Quieres que publiquemos tus dibujos? Envialos!


Escriba a profe@noajikids.com y participa en la construcción de tu sitio web!

Noajikids.com – Sitio oficial para niños noájidas

Iniciamos este nuevo año con una gran noticia. Ya tenemos un lugar dedicado a nuestros niños www.noajikids.com


noajikids2


Mientras construimos el primer sitio noajida de latinoamerica para niños, nos gustaria recibir tus ideas, sugerencias, opiniones, aportes.


Si eres noájida y tienes hijos déjanos tus comentarios,


y si aun no tienes hijos, tus comentarios son de igual valor.


Y si eres un niño o niña noájida, entonces todas las ideas que se te ocurran serán bien recibidas!


Hagamos de este nuevo año 5770 un momento especial para trabajar en pro de todos los chicos y chicas noájidas de Latinoamerica.