Varios son los factores que pueden explicar el terrenal éxito que ha tenido hasta ahora las religiones seguidoras de Jesús (en sus diversos nombres y formatos: Ieshu, Yeshua, Yehoushuah, dios, hijo de dios, uno con dios, mesias, cristos, profeta, rabino, etc.).
Enumeraré alguno de estos factores, (si tú deseas y conoces, añádelos como comentario más abajo):
1- Es un producto muy fácilmente comprable.
¿Quién no quiere salvación eterna a cambio de solamente tener fe en alguien tan bueno que se muere por mí?
Sin responsabilidad, sin compromiso, sin esfuerzo, sin rendir cuentas; solamente la hueca fe.
¡Yo compararía! (si no supiera que todo esto es una aberración y falsedad, por supuesto).
2- Una máquina poderosa de marketing.
Los vendedores de esta producto recorren calles, ciudades, el planeta vendiendo su mercancía.
Han desarrollado estrategias de marketing muchos siglos antes de que se conociera esta palabra.
Hacen promociones, publicidad, propaganda, sorteos, premios, rifas, promesas, campañas, etc.
No dejan recurso de mercadeo sin emplear en su afán por vender su producto.
Son masters en manipulación emocional: prometen salvación y te culpan de lo que no hiciste.
3- Cuando el marketing no funciona usan la amenaza y el terrorismo ideológico.
Prometen salvación a los seguidores por fe, pero el infierno eterno para los faltos de la misma.
Se pasan el tiempo hablando de Satanás y su infierno, y te mandan fácilmente hacia allá si no compras su producto.
Es tan intensa su amenaza que hasta el más aguerrido baja la cabeza.
La presión del rebaño es fuertísima.
Muchos saben que están en error, pero por terror se siguen congregando y padeciendo en secreto.
4- Cuando lo anterior no funciona, lisa y llanamente emplean la fuerza.
El eslogan "La cruz o la espada" fue el método para "convertir" a su graciosa fe a millones de personas.
Y ni recordemos la inquisición, las torturas, las hogueras con gente viva, los anatemas, excomuniones, destierros, expulsiones, encarcelamientos, etc.
Actualmente la violencia está más encubierta, pero tú sabes que sigue existiendo.
¿No?
5- En su inicio vendían un producto conocido, pero de otra marca.
En el imperio romano ya se adoraban deidades hijos de vírgenes, muertos y resucitados, que eran corderos de un dios, etc.
Lo único que tuvieron que hacer los vendedores de Jesús fue cambiar el Coca por el Pepsi, pero dejaron la Cola.
El público gentil compraba, era conocido, pero con otro nombre y un poco diferente el sabor, pero nada para alarmarse.
6- Sus estructuras son pesados dinosaurios muertos, pero con múltiples y dinámicas caretas.
Ayer eran mártires, luego católicos, luego protestantes, luego "mesiánicos", luego renovados, luego… quién sabe.
Siempre iguales en el fondo, pero con tantas caretas que parecen ser otros.
Esto hace que el cliente siga comprando.
7- Inventa enemigos fácilmente "odiables".
Que Satanás, que los judíos, que cualquiera que esté a mano para recibir las culpas de todos los males.
Todos son malos, menos "nosotros", los seguidores de Jesús (de la secta a la que uno pertenece, porque las otras 999 sectas de Jesús también son satánicas).
Así es fácil…
8- Ésta es la principal: usan símbolos, objetos, nombres, personajes del judaísmo (pero completamente adulterados, falsificados, desprovistos de santidad o significado).
Las personas tenemos un hambre espiritual que se llena solamente cuando hacemos la Voluntad del Padre Celestial.
Esto es, al cumplir con los mandamientos que Él nos ha dado a cada uno para cumplir (7 para los noájidas, 613 para los judíos).
Cuando se quiere vender una religión, y que tenga éxito, es excelente idea (aunque macabra) vincularla al judaísmo, a las cosas de Dios.
¿Por qué?
Para que parezca que se está ofreciendo verdadero alimento espiritual, aquello que nuestra alma precisa; para realmente estafar al comprador y darle baratijas que no tienen provecho, pero perjudican grandemente.
Cuanto más se usurpa lo judaico, más parece sagrado, más se puede engañar, y más daño se hace.
Hasta aquí, por ahora.
Tengo un deseo: que sepan encontrar la Luz en estas palabras.
Pido disculpas a aquellos que se pueden sentir molestos o tocados. La intención no es ofender a nadie, ni promover el disgusto, sino ayudar a que más personas sean rescatadas del pozo oscuro y lejano que es la idolatría.
Quedo a la espera de vuestras inquietudes y comentarios.