En el camino de la vida los diferentes tipos de cultura y aun de sociedades, se van colocando una serie de normas (Filtros) que hacen del individuo ciertamente un ser lleno de barreras y de alcabalas que van cercenando la libertad que Hashem a dado a nuestras vidas.
Es en ese ir y venir del hombre, que encontramos barreras lingüísticas primeramente, pues lo primero que el niño hace para comunicarse con sus semejantes es establecer un lenguaje, una comunicación con su madre, con su padre y con sus semejantes, pero en este trajinar salimos de la escuela del hogar y llegamos a la escuela formal.
La escuela, pues, debe y siempre ha sido así, debe impulsar la norma general; pero de ninguna manera generar actitudes negativas frente a las normas que manejan los educandos. Debe por tanto impulsarla; pero sin generar sentimientos de vergüenza hacia otras normas.
Este desconocimiento, muchas veces, la ridiculización de la forma de hablar, del contenido de lo que se habla, y aun porque no las mismas “enseñanzas hogareñas” llenas en su mayoría de ignorancia (aunque pensamos son ciertas), genera en los estudiantes, alumnos y en términos generales en el individuo social, lo que conocemos como “mutismo”, que no es otra cosa que el deseo de no comunicarse, entorpeciéndose la practica comunicativa dentro de la cual, y únicamente dentro de la cual, se va dando el dominio progresivo del conocimiento del universo, del todo, y en si de la lengua.
La escuela de la vida nos enseña que el proceso de enseñanza aprendizaje debe impulsar y de hecho esto hace, las normas generalmente establecidas, pero no proscribir usos por el simple hecho de no pertenecer a ella.
Es por ello que se hace necesario respetar las normas de los grupos, estimularlas, desarrollarlas, ver en ellas, al margen de lo bueno o lo malo, lo culto y lo inculto, formas para satisfacer necesidades (ya sean estas comunicacionales, espirituales, sociales, culturales y aun educacionales)
Ahora bien, el acercamiento a nuevas facetas del entorno del conocimiento universal, el arte, la cultura, la ciencia, la religión, la tecnología, la información, supone y lleva consigo, la apropiación de formas de expresión (lenguajes o vocabularios), estructuras (sociales, lingüísticas, culturales…), en fin un sinnúmero de normas diferentes; es decir supone un dominio cada vez mayor de la sociedad, de la cultura, del lenguaje y de todo aquello (llámese norma, precepto, ley, mandamiento) que generalmente esta manifestando un filtro para la vida social del individuo.
Necesidades que el individuo requiere satisfacer y que en un buen numero de individuos socialmente activos, esta marcado por la necesidad social de buscar llenar ese vació, rompiendo con el paradigma que fue establecido en su vida y que ha mantenido como filtro intangible en su ser.
Rotos los paradigmas, se inicia otra vez el proceso de conformación de los nuevos filtros, lamentablemente en este proceso de cambio se cae en lo que sociologicamente conocemos como “parálisis paradigmática” que no es otra cosa que el “mutismo social”, individuos que al conocer realidades existentes como filtros (sociales, religiosos, tecnológicos, culturales…) en su vida, se paraliza, se estanca, no logra avanzar, pues el cambio paradigmático le ha cambiado el filtro mental establecido desde su niñez, y no sabe que hacer.
Un ejemplo clásico de este proceso de cambio paradigmático lo tenemos en el área tecnológica y comercial, para los años 1960-1970, la industria suiza de los relojes, era la mayor empresa mundial en la fabricación de relojes, dominaban el mercado, y sus relojes eran de “inmejorable calidad”, se había establecido un filtro mental, se estableció un filtro tecnológico, pues todo reloj que no fuese suizo “jamás” tendría la calidad de los relojes suizos, cada día, se jactaban presentando sus cojinetes, engranajes y péndulos que hacían al reloj suizo , “el reloj perfecto”.
En una exposición mundial de relojes, por allá a mediados de la década de los sesenta, un inventor suizo, presento el reloj de cuarzo, que no poseía cojinetes, menos pesado, que era mas plano que sus anteriores predecesores, pero que los suizos no tomaron en consideración, lo desecharon, pues no se regia por sus normas, y paso por ello a ser un objeto mas de exhibición.
A esta convención mundial de expertos en reloj, asistieron los de la empresa japonesa Casio y la empresa americana Technicals instruments, quienes compraron en conjunto la patente de dicho reloj suizo, el cual fue producido, y comercializado al punto que llevo a la industria suiza a perder el sitial de honor que había ostentado hasta ese momento, la industria se paralizo y perdió el mercado, con todo y que el reloj de cuarzo fue inventado por un suizo, pero desechado por los suizos.
Claramente podemos observar, como las normas tecnológicas que rompió el reloj de cuarzo, causo la parálisis de la industria suiza de relojes que de producir el 92% de los relojes del mundo paso a producir solo un 10% de los relojes del mercado mundial, parálisis, si. Todo porque, pues sencillo, un filtro mental en los propios suizos impidió ver el avance tecnológico, esa escuela suiza no cumplió la norma y lamentablemente la burla a un reloj de cuarzo les quito el mercado de sus manos dejándolos mudos (industrial y comercialmente hablando).
Así hoy día hay muchos que se burlan, cuando se restablece un paradigma social como lo es la restauración de la vida noajida, hacen burla, se esmeran en presentar defensa ante el que sea, manifestando que sus normas sociales y religiosas son las que deben regir la conducta social de los individuos de una sociedad, desechando lo establecido por Hashem, pero cuando ven los resultados de vivir bajo los preceptos noajidos, entonces se “paralizan”, ven cambiar su paradigma, su patrón de vida y no saben que hacer. Se hallan inmersos en múltiples filtros que han sido rotos por la verdad, y esta verdad esta explotando frente a ellos, quienes por años en sus sociedades no se interesaron en estudiar, en profundizar, en buscar maestros de la verdad que sentaran bases fundamentales establecidas por Hashem, bases incorruptibles, que no se pueden cambiar, y que marcan lo que es el “filtro de Elokim”.
Quiera Hashem que no te halles tu en esa parálisis paradigmática, que no seas un colono establecido bajo los filtros sociales de nuestras comunidades religiosas, antes bien rompe los filtros, rompe las reglas que ha establecido el hombre, y conviértete en un pionero de paradigmas establecidos por Hashem y hazle frente a las vicisitudes que vas a encontrar en el camino, pero con la conciencia llena de esperanza y seguridad que Hashem bendecirá tu camino y te dará una porción en este mundo siendo un Justo en medio de las naciones.
Shalom a todos.