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Planos de religiosidad

(Texto publicado originalmente en serjudio.com)

Antes de comenzar, una advertencia.
Ya he enseñado en numerosas ocasiones que no existe algo así como
“religión” judía (ni noájica), pero empleamos este término por una
comodidad del lenguaje y no como una afirmación de que realmente haya
“religión” judía (ni noájica).

En verdad el judaísmo es LA manera de vivir adecuada exclusivamente
para las personas con identidad espiritual judía (sea por nacimiento de
madre judía, o por haberse convertido al judaísmo formal y legalmente).

Así pues, el judaísmo es LA manera de vivir que corresponde a la
esencia espiritual judía, y NO es una religión, ni una raza, ni una
cultura, ni una moda, ni un club abierto.

De manera idéntica, el noajísmo es LA manera de vivir adecuada para
los gentiles, pues tal es lo que el Eterno ha provisto como excelente
para los descendientes de Noaj.

Dicho lo cual, pasemos al tema que nos compete en este momento, que es responder a esta pregunta:

¿cuál es la fuerza que adhiere a una persona a determinada religión?

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Lo que el Eterno nos da

Muchas veces escucho la expresión (al menos en Argentina) : »Di-s le da pan a quien no tiene dientes», en alusión a que cierta persona puede gozar de placeres supuestamente inmerecidos. Pero, ¿qué sabemos nosotros si es así realmente?, más bien suena a queja contra El, como si hubiera actuado con injusticia, porque tal vez a nosotros no nos toca una vida más cómoda, o más »suertuda», a pesar de los esfuerzos que hagamos…o tal vez porque creemos que lo merecemos.

La cuestión es nunca bajar los brazos para conseguir aquello que queremos, siempre y cuando no contradiga los Mandamientos Universales, ni atente contra lo ordenado por Di-s hacia nosotros; confiar en nuestras capacidades para conseguir nuestras metas, y confiar por supuesto en que Di-s nos brindará una mano (sentido figurado), como el drogadicto al que todos ayudan porque la persona sí quiere salir de la adicción; pero también se trata de ser feliz con lo que Di-s nos da, sean defectos y virtudes, porque si nos hizo de tal o cual manera, sólo El sabe por qué así nos hizo, pero nosotros podemos saber el PARA QUÉ nos hizo así. Entonces sólo debemos confiar en nuestro Creador y por supuesto en nosotros mismos.

Por lo tanto a la frase anterior yo replicaría diciendo: »Di-s nos da pan que nuestros dientes pueden morder»

Shalom.

Sebastián.

Catástrofe

Ante una catástrofe, sea natural o provocada, podemos sacar algunas conclusiones

Si quedaste atrapado entre los escombros, solo puedes pretender si acaso, mantenerte con vida y que eventualmente, te saquen.

SI logras ser rescatado, o saliste por tus propios medios, estás débil, necesitas asistencia médica, recuperar fuerzas, moral, y demás.

Es decir, necestias ayuda, para volver a lograr siquiera, estar como estabas antes, «en orden», moverte con soltura, caminar, reir.

Pretenderías , pensar siquiera son recuperarte del trance emocional , físico, ¿volver al lugar de los hechos a rescatar a los demás?, se podría ver como algo altruísta, de valor, pero realmente sería estúpido, el riesgo de morir y de hacer morir a otros sería muy alto. No estarías en condiciones de moverte, mucho menos de ser de valor en la operación de rescate.

Imaginar un suceso como este me hace pensar en que lo unico que quisiera, sería disfrutar todo lo que tengo, agradecer, respirar, si, respirar siendo consciente de que hay aire, abrazar, llorar, reir, leer, amar, quizá cuando sepa que tenga todo, decida ir a dar un poco, y a lo mejor, me inscriba en un curso de primeros auxilios.

Escribe aqui en los comentarios , por favor, que podriamos hacer en tamaña situación, que esperaríamos de la vida, que quisiéramos hacer, como cambiaría nuestras vidas, nuestras perspectivas, que abandonaríamos y que abrazaríamos.

¿Todos rezamos a la misma deidad?

Es muy buen texto, para afianzarse más aún en nuestra fidelidad al Uno y Único, el Eterno, e invalidar aquellas afirmaciones de que »Di-s es el mismo para todos», que en realidad no es así.

Además encontrarán en la parte final del texto muchas partes de versículos, que sirven para hacer añicos todas las mentiras idolátricas e infamias en contra del verdadero Di-s y su pueblo elegido. Les recomiendo que se lo copien y lo guarden en algún documento de texto, porque nunca sabemos en qué momento lo vamos a necesitar. Shalom amigos.

http://serjudio.com/rap2851a2900/rap2876.htm

Fazer o Bem

Tenho presenciado nos últimos tempos algumas pessoas dizerem:» Eu faço isso…Eu faço aquilo…Eu ajudo…Eu sou um exemplo… Hoje eu fiz isso…Amanhã eu farei aquilo, etc» Todas as afirmações numa clara alusão a que fazem o BEM. Ótimo..Parabéns…Felicitaciones..Kol HaKavod.

Mas pergunto, somente isso é o bastante? Além do mais,  quando ajudamos a alguém, estamos na verdade é sendo ajudados. Fazer o BEM é uma via de mão dupla.

Quero dizer,  na verdade,  que em paralelo a fazer o bem temos que tentar ser justos. Pelo menos tentar. Não há nada que seja mais cruel do que presenciarmos injustiças e ficarmos calados. Se calamos somos cúmplices.

Amigos, vamos tentar exercer no dia-a-dia mais que a simples bondade. Vamos tentar agir com parcimônia e senso de justiça. Vamos cuidar mais de nossas palavras, pois como dizem os sábios de Israel «Palavras são flechas atiradas ao vento.» Não podemos nos dar ao luxo de sairmos acusando pessoas injustamente, pois tal comportamento deriva-se, principalmente, da inveja(envídia), e a inveja  deriva-se da baixa auto-estima. Portanto, devemos sempre, antes de falar algo, nos preocuparmos se aquilo que falamos poderá prejudicar uma pessoa. Mesmo se aquilo que falamos sobre alguém for uma verdade. Falar mal de alguém acontece mesmo quando falamos verdades e a coisa fica mais grave ainda quando falamos mentiras.

Bem, proponho, para que vivamos melhor, que criemos em Fulvida um Tribunal de Justicia que possa vir a julgar os casos de discórdia,  de desrespeito, de lashon hará, e outros, que porventura venham a acontecer.

Afinal, uma das Siete Leys é estabelecer Cortes de Justicia. Ou não?

Um afetuoso shalom para todos.

Resp. 281 – Cualidades de un verdadero profeta

Stronzo nos consulta:

La pregunta era ¿Cuales fueron las cualidades de Moises para ser profeta y receptor de la Tora? ¿Y como fue que la Tora oral sobrevivio a traves del tiempo sin ser escrita para corraborarlo? Disculpe si mi pregunta no tiene nada que ver directamente con el noajismo, pero me gustaria conocer la diferencia entre un verdadero profeta y uno falso Gracias y que Di’s lo colme de bendiciones!
Xavier, Gonzalez, 25, ing en sistemas, Tampico, Mexico

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Bueno es agradecer

Cantó y enseñó el inspirado salmista:

«Bueno es agradecer al Eterno,
cantar a Tu nombre, oh Altísimo.

Anunciar por la mañana Tu misericordia
y Tu confianza en las noches»
(Tehilim / Salmos 92:2-3)

Bueno es agradecer al Eterno.
Bueno es agradecer, a todos.
Especialmente al prójimo, porque Hashem no precisa de nuestro sincero y humilde «gracias», pero tal vez el compañero sí. El prójimo es persona, padece, necesita, y en ocasiones lo que precisa es el reconocimiento/agradecimiento.

Malo, muy malo es faltar al agradecimiento.
Pésimo es traicionar al que nos ha entregado bondad.

Pero bueno, muy bueno es cantar las gracias por TODO lo que recibimos de parte del Eterno.
Anunciamos por la mañana, cuando estamos bien, cuando nos rodea la armonía, cuando andamos alumbrados, anunciamos entonces la misericordia celestial. Pues estamos complacidos, gratificados, satisfechos.

Sin embargo, en las noches, durante el exilio, en momentos de dolor, cuando la amargura y el desconcierto nos rodean, no podemos dejar de reconocer que Hashem confía en nosotros. Sí, así como lo oyes, Él confía en ti, aunque estés rodeado de oscuridad, aunque tus actos sean de sombras, aunque te comportes como rebelde (y cuánto más como leal), él confía en ti.
Por eso sobrevives a la noche, superas la angustia, no te corroe hasta la extinción el abismo.
Porque el deposita Su confianza en ti.
¿Lo defraudarás, además de todo?

Estás en la noche, pero no estás en soledad, porque Hashem está contigo
No solamente como un circunstancial vecino, sino apoyándote, confiando en ti, para que te levantes luego del tropiezo y continúes tu marcha.

Bueno es agradecer al Eterno.
Bueno es agradecer por todo, por lo que valoramos como bien, por lo que nos parece malo.

Bueno es agradecer.

Moré

La Palabra que Dios dictó y que fielmente escribió Moshé (Moisés) se denomina Torá. Estos son los Cinco Tomos de Moshé, el Pentateuco, la base fundamental e inmodificable del judaísmo y la fuente de vitalidad del noajismo.
Es la Torá lo único que expresa directamente la Palabra de Dios, sin mediaciones, sin confusiones, sin dudas.
No ocurre lo mismo con los libros de los profetas, mucho menos con los libros de inspiración divina (tales como Salmos, Cantares, Daniel, entre otros). Pues estos libros si bien parten de profecías o de inspiraciones del Eterno, no son las palabras dictadas directamente por Dios, sino a través de sus santos varones, fieles y fidedignos, pero humanos al fin.
Así pues, la Torá ES la única Palabra de Dios.

Él le ha dado al pueblo judío, en exclusividad, la Torá, en dos vertientes: la Escrita (los cinco tomos que comprenden Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) y la Oral, que es la Tradición fiel mantenida por los sabios, rabinos y el pueblo judío que se ha mantenido leal al Eterno y Su Palabra.

Torá erróneamente ha sido traducida como «Ley», por el nefasto inventor ajeno, generalmente cristiano, que se atrevió a blasfemar creando espurias obras que se pretenden traducciones del santo y eterno legado del pueblo judío.

Pero, en los hechos la Torá es mucho más que Ley.

La palabra Torá significa «instrucción». Es el manual de vidas, que instruye fielmente cómo vivir en Este Mundo y alcanzar la plenitud en la Posteridad.

La voz Torá también se relaciona profundamente, en el idioma original, con el vocablo «Luz», pues además es la única Luz válida para el espíritu.

Ninguna creencia, idea, costumbre que no provenga de la Torá es espiritual.
(Por lo que el rebelde nuevo testamento no tiene ni un ápice de espiritualidad, tal como tampoco el Corán, los versos del Zen, las doctrinas budistas, etc. NADA de esto es espiritual, por más extraños rituales y pomposas palabras empleen).

Pero, hay una palabra más que está unida de raíz con la palabra Torá, y es «Moré».
Moré se traduce como maestro. Pero en su sentido original es el que instruye en Torá, el que muestra el camino de Luz, el que está capacitado para andar sin tropiezos y ayudar a otros a caminar por la buena senda.

El Moré instruye, aconseja, orienta, conduce, guía, enseña, rectifica, critica, corrige, ayuda, sostiene, abraza, aparta y atrae.
El Moré es que ha dedicado su vida al estudio verdadero y profundo de la Torá, para luego conducirse de acuerdo a sus instrucciones e instruir con fidedigna justicia a los que le siguen.

Por tanto, el Moré es el capitán de la nave, el timonel, aquel que conoce el mapa, que sabe navegar, que estudia para no tropezar con escollos ocultos o evidentes.

Por supuesto que el Moré es persona, y no sabe todo, no puede todo, no siempre hace todo bien, pues no hay persona que no yerre.
Pero, la misión del Moré es traer Luz, orientar, cómo pueda y sepa.
Le guste a quien le guste, le pese a quien le pese.
En tanto en la nave hay un Moré, su palabra debe ser admitida. No por sumisión, como si fuera un pastor, sino por reconocimiento a su rol, a sus estudios, a su honestidad intelectual y emocional.
El Moré es el capitán, y quien no acepte su autoridad puede comentar en privado y con respeto al respecto, o puede apartarse, pero no tiene derecho a sabotear la nave para beneficio personal. Pues, la actitud saboteadorea, aunque caristmática y populista, es la de Koraj (Coré), quien se enfrentó al Moré de su generación, para terminar hundido en lo más hondo de sus pecados y horrores.

Cuando el Moré se equivoca, o eso uno considera, debe hacérselo ver, con respeto, en privado, con corrección. Porque eso es lo correcto.

Atención que reitero que no se debe ser una oveja sumisa, no se debe aceptar todo con un «amén hermano». Pero, cada cual tiene un rol, y si todos quieren jugar a ser el timonel, la nave se estrella, la misión se pierde, el conflicto se suscita.

Para terminar, este Moré anhela que lo corrijan, que le enseñen sus discípulos, pero siempre y cuando esto se haga con respeto, no con atrevimiento, con agresividad, con injusticia, con malicia, por las espaldas. Porque actuar de esta manera, no es de constructor de shalom, sino de egolatría: idolatría del ego.

Este Moré es el primero en querer mejorar, en acepar sus errores (cuando realmente lo son), el primero en reconocer que está limitado y no sabe ni puede todo.
Por eso el trabajo y compañía de los amigos y discípulos es fundamental.

Aprendamos a construir Shalom, pues hasta los 120 años, hasta el día de la tumba tenemos cosas para aprender, para mejorar, para construir.