Buscar en la profundidades algo que en realidad
esta entre nosotros, además de no corresponder con lo permitido, resulta
desgastante.
Esta búsqueda genera ansiedad, es una especie
de sugestión de que estas avanzando espiritualmente, que te estas elevando. No
nos estamos observando bien. No somos mas de lo que somos y no podemos mas de
lo asignado. Y eso no esta mal, todo lo contrario. Es una realidad ineludible
de nuestro status espiritual, ¿porque desafiar lo asignado?. Por ello
profundizando sobre nuestro legado vamos a crecer, no de otra forma.
Buscar en la profundidades, es una trampa muy
propio de nuestras culturas modernas llenas de conceptos de “santidad” y
“espiritualidad”, a la vez de hedonismo y extasis, donde ser “solo” un hombre
no es bueno.
Buscar en la profundidades, para el noajida es
un servicio extraño.
Como noajidas podemos caer en la trampa de que
creemos servir a D-os y en realidad puede ser una especie de idolatría. El
tomar lo que no es nuestro, (ej: fuentes judías) por mas que sea de buena voluntad puede ser una especie de
idolatria, sus conceptos, algunas de sus filosofias, bellas, inaccesibles, a
los noajidas no nos aportan mucho mas que un placer intelectual, un divagar
ocioso, un escape, ya que no podemos aprehender, adquirir esa realidad. Me
pregunto si no se produce un cambio de una adoración ya sea de los ateos,
cristianos, mesiánicos, etc, por una nueva adoración que esta enmascarada en un
aire de legalidad cuando no lo hay.