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¿Qué descendió para los gentiles en Sinaí cuando descendió la Torá para los judíos?

En el santo Talmud, recopilación sagrada de la Torá Oral, encontramos el siguiente pasaje que resulta a la vez misterioso y esclarecedor:

«¿Por qué se llama Sinaí al monte (en donde Dios entregó la Torá a los judíos)?
Repondieron los sabios: es el monte en que descendió la envidia/odio (siná) de los gentiles en contra de Israel»
Talmud Babli, Shabbat 89a

Los sabios de la santa Tradición no dejan pasar detalles, ven el bosque pero no dejan de ver el árbol. Ellos quieren saber porqué el monte escogido para ser el lugar en el cual recibió el pueblo judío la Torá se llamaba Sinaí.
Nos dicen algo sorprendente, una verdadera revelación, la palabra «sinaí» deriva de la misma raíz idiomática que «siná», que significa odio al mismo tiempo que envidia.
El monte se llamaba de otra manera, pero cuando Israel recibió a perpetuidad la Torá en ese sitio, el monte fue llamado de otra manera, en alusión a algo trascendente que había ocurrido allí.
Pero, no se le denominó «monte de la luz», ni «monte del encuentro con Dios», ni «monte de la recepción de la Torá»… se le llamó y se le conoce luego de milenios como «monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel«.
Pero, ¿cómo es esto?
Si lo que descendió allí fue la Torá que Dios entregó a perpetuidad como herencia y patrimonio de Israel, ¿cómo nos dicen los sabios santos que lo que descendió fue el odio/envidia?

Debes reconocer que los sabios no se equivocan en asuntos de espiritualidad, si ellos dicen que descendió la «siná» de los gentiles en contra de los judíos, así mismo es.

Odian y envidian a Israel, porque fue el pueblo que se esmeró y se consagró al punto de ser meritorio para recibir la Torá.
Odian y envidian a Israel, porque a pesar de ser una nación débil y pequeña, con muchas desventajas materiales, igualmente pudo ser leal, con sus altibajos, pero nunca habiendo caído tan bajo como el resto de las naciones del mundo.
Odian y envidian a Israel, porque cuando los hebreos eran noájidas (en el tiempo antes de la entrega de la Torá) vivían de acuerdo a los Siete Mandamientos y por eso fueron escogidos para recibir la Torá.
Odian y envidian a los judíos, porque son ellos los dueños perpetuos de la Torá y no las naciones del mundo.
Odian y envidian a los judíos, porque ellos tienen de primera mano un texto sagrado que ellos anhelan para sí, que desean obtener, que quieren ser dueños, que desean leer y estudiar y de no poder hacerlo quemarán el texto y exterminarán a los judíos.

Así ha sido en el pasado y sigue siendo hoy en día.
No han faltado los desgraciados asesinos que llevaron a la muerte más horrenda a judíos, individuos y colectivo, a causa de su odio. Y los sigue habiendo. Ejemplo actuales, los imperialistas árabe-musulmanes; sus atrofiados aliados que se hacen llamar «progesistas», especialmente los eruropeos; los nazis de toda calaña, entre otros miembros de esa fauna vil que infesta el mundo.

No faltan los malvados que no pretenden aniquilar judíos, pero sí erradicar el judaísmo. Promueven la asimilación de los judíos, impiden el pasaje de la tradición de una generación a la siguiente, perturban la vida judía, sin por ello atacar directamente el cuerpo del judío.

Están los otros espantosos enemigos de Dios y de los judíos, que son los que dicen «amar a los judíos», pero actúan de un modo vil y traidor. Son los que se hacen llamar «nuevo israel», «israel espiritual», «israel en cristo», «judíos mesiánicos», entre otros farsantes, piratas de la fe y rebeldes en contra de Dios.
Una clase especial de estos últimos son los noájidas que no pretenden dañar directamente a los judíos, ni agredir al judaísmo, pero su odio interno, su envidia poderosa, su EGO al comando de sus vidas, les impulsan a buscar cosas judías para apropiárselas, para hacerse amos de ellas, para leer Torá, estudiar Torá, actuar a modo de medio-judios, etc., todo con la «sagrada excusa» (tono irónico) de querer hacer las cosas de modo «espiritual»… como «gentiles justos».
Y esta clase de enemigos de Dios van por la vida diciendo que son gentiles justos, cuando no lo son realmente. Porque, niegan la Voluntad de Dios que decretó que la Torá es de Israel y no de los gentiles; el mismo Dios que impuso la ley de que el gentil no debe estudiar Torá, sino dedicarse a conocer y cumplir con los Siete Mandamientos y no otra cosa para llenar de espiritulalidad su vida.
Esta clase de gentil rebuscado, inventor de excusas floridas, eterno víctima de la incomprensión de otros (según fantasea), también odia profundamente a los judíos, y al mismo tiempo los envidia. Quiere ser uno de ellos, quiere convertirse, pero no le da el alma como para hacerlo de la manera legal y correcta. Quiere ser un judío, por eso tiene cien libros de judaísmo en su biblioteca, recita de memoria pasajes talmúdicos, tiene en su ropero su disfraz de judío ortodoxo, usa nombretes judaicos en su facebook, lee y enseña Torá (eso dice hacer), se busca alguna supuesta autoridad judaica que le dé cabida a tales disparates, pero en el fondo, en el triste y patético fondo de su alma, odia intensamente a Dios , a los judíos, y les tiene inmensa envidia.

Qué triste alma… qué desgraciado vagabundear por el mundo, errante y sin sentido, aferrándose a cualquier cosa que le satisfaga el EGO del momento…

Así es amigos queridos, esos gentiles que rechazan la enseñanza santa de que no se entrometan en cosas de Torá, que se creen con «superioridad» para tomar lo que se les antoja de la propiedad de Israel, no hacen otra cosa que seguir viviendo como sus antepasados que se arrodillaban delante del estiércol de la religión: odian y envidian a Israel, y por eso son esclavos de sus EGOS inflados y ávidos, codician lo que no les pertenece, traicionan a amigos y allegados con tal de obtener lo que no es de su propiedad, se envilecen pero siempre con una excusa brillante a flor de labios.
Tienen grandes proyectos que no dejan de ser vanidosas fantasías de un EGO desesperado por recibir mimos y caricias.
Odian y envidian a los judíos, por eso quieren tanto ser como un judío.
Odian y están enojados contra Dios, por eso meten la palabrita «dios» cada dos por tres, pero carecen de Dios en sus vidas.

Y, como la Tradición y la ciencia nos enseñan, aquel que envidia y odia, en el fondo solamente se odia a sí mismo. Porque no se ama, porque se rechaza, porque se desconoce, porque se desprecia, porque se siente poca cosa, porque se cree apartado de la «mano» de Dios.
Se odia a sí mismo…

Es a causa de gente como estas que el monte Sinaí recibió su nombre, gente infeliz, desgraciada, desagradecida, que no tienen la capacidad de ser leales a su identidad, que por ello repudian los vitales y perfectos Siete Mandamientos, pero se creen capaces de escoger aquellos rituales y costumbres judaicos que les puedan acariciar su inflado EGO.

Pobre gente, se odian a sí mismos, porque se saben impotentes, infértiles, vacíos, carentes de bendición aunque gocen de muchos bienes materiales.
Pobrecitos, son merecedores de nuestra compasión, porque odian ya que no tiene capacidad de hacer otra cosa. Envidian, porque no se dan cuenta de que con el noajismo, con los Siete Mandamientos, ya tienen la porción santa y eterna suficiente para alcanzar plenitud y bendición en este mundo y en la eternidad.
Pobres almas sufridas, a las cuales no debemos rechazar ni condenar, aunque sí ser tajantes y claros en los límites sagrados que han sido impuestos por Dios y que en modo alguno podemos nosotros violentar para dar satisfacción a sus alocados EGOS.

Así pues, querido hermano noájida, cuando veas a ese pobrecito desgraciado que se cree capaz de decidir qué puede y qué no puede hacer o tomar del judaísmo, en tanto desprecia su propia Torá, su propia esencia, su propiedad espiritual; cuando te topes con él, sé compasivo, comprende la miseria de su alma, no lo atormentes, pero ponlo en su lugar caballerosamente y dale un salvavidas llamado FULVIDA para que dejen de odiarse y de envidiar a otros.

Por otra parte, otros muchísimos gentiles quizás no estén conformes con que sea Israel el pueblo elegido para haber recibido la Torá y los 613 mandamientos. Sin embargo, sus almas no se dejan llevar por la vanidad y la maldad. No permiten ni toleran que sea el EGO el que controle sus vidas. Entonces, comprenden que como gentiles tienen un sagrado rol, una tarea única y especial, un camino hacia la santidad, una tarea espiritual brillante, su conexión propia con Dios, su Torá, que son los Siete Mandamientos Universales.
Se hacen conscientes de su identidad, de su propio pacto, de su lugar em el mundo y entonces, el odio no existe, la dependencia tampoco, la esclavitud menos. Cuando se hacen conscientes y viven a plenitud como noájidas, como Dios ha decretado que vivan, ya la envidia hacia los judíos no los corroe más. Ya dejan de sentirse secundarios, por lo que dejan de odiar a los judíos y a Dios. Se aman, se respetan, se valoran, trabajan junto a los judíos como socios de Dios en la tarea de construcción de Shalom.
Junto a los judíos, pero sin inmiscuirse en cosas judías, sin reclamar cosas judías, sin estudiar Torá, sin todas las petulantes necedades de los que siguen siendo esclavos de sus ciegos EGOS.

Está en ti, hermano querido, elegir si serás de los que odian a Dios, odian a los judíos, envidian a los judíos, aunque mencionen a Dios y digan amar a los judíos a cada rato;
o si escoges la vida la bendición, que es aceptar quien eres con sano orgullo, y entonces vivir como te corresponde con sana vitalidad.

¿Qué eliges hoy hermano noájida querido?
¿Que se te conozca como uno que actúa movido por el motor de odio y envidia, o ser reconocido y alabado como uno que alaba a Dios por todo lo que tiene?

Dejar un legado

Ser noajida o gentil justo implica, entre otras cosas, lograr un justo balance de los cinco planos de la vida. Alcanzar el equilibrio es todo un reto, no imposible, pero requiere de mucho trabajo en nuestra personalidad con el fin de desarrollar nuestra identidad a plenitud y lograr traducirla en acciones perdurables.

Una de nuestras responsabilidades está relacionada con lo que dejaremos luego de nuestra partida al Otro Mundo.

¿Qué legado, como individuos, pensamos dejar a los nuestros?

¿Qué legado, como grupo, pensamos dejar a las próximas generaciones?

¿Cómo queremos ser recordados?

¿Como una generación que colocó sus esperanzas en terceros para hacer brillar su identidad, o como una generación que hizo lo mejor con lo que tenia a mano?

Desde la vida en casa, el trabajo, la familia, a la vida virtual, a las reuniones con amigos, a los eventos grandes, etc…

Ser noájida,  ¿para qué?

Un legado que trascienda.



Dirección de FULVIDA

Amigos míos, con suma alegría les anuncio que a partir de la fecha nuestro gran compañero Uriel Chaves, quien reside en NJ EUA, es el nuevo líder principal de FULVIDA.
A su mano derecha actuará el activo y prestigioso Lic. Jonathan Ortiz, de Venezuela.
Les deseamos que continúen impulsando con amor y sabiduría sus roles de activistas por la difusión del noajismo y la construcción de Shalom.

A partir del día de la fecha, las cuestiones sobre organización de eventos, formación de grupos locales, etc. se deberán tramitar con nuestro líder Uriel.
Esperemos que sea grato para todos que se ponga a la cabeza de los esmerados organizadores del encuentro que haremos este año en México y quizás en EUA.
Con la inteligente y acertada asesoría del líder Marío Hinestroza, con la ingente actividad de nuestro amigo Talmidim, con la participación a pleno de los líderes y miembros de FULVIDA en México y en donde quiera que allá un leal a Dios dispuesto a dar una mano, para engrandecer el noajismo para gloria del Eterno.

Por supuesto que cada filial de FULVIDA continuará con su independencia, con su idiosincrasia propia, con sus líderes y referentes actuando con sus plenas virtudes, como hasta ahora.
Pero, es llegado el momento de darle una mejor organización a nuestra querida Fundación, dotarla de más vitalidad y dinamismo.
Este humilde moré continuará ejerciendo su rol de mentor, de líder espiritual, de presidente honorario, pero se abre paso a que otros activistas planten bandera y doten a nuestra Fundación querida del alcance que este humilde moré no sabe realizar.

Son bienvenidos todos aquellos que quieran sumarse a esta arca de salvación que es FULVIDA.
Gracias, hasta luego, bendición.

Día de enamorados…

«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unira a su mujer, y serán una sola carne…Gen. 2:24.»

Hoy todos los noajidas inconcientes (y otros concientes) conmemoran el día de los enamorados (conocido como san valentin, pero no quiero explayarme en el tema de la idolatria).

Un día como cualquier otro, pero con un poco mas de ázucar y dulzura para la relación y el valor del conyuge. En la actualidad esta de moda andar de novios (por lo menos en mi país, le pueden preguntar a la familia Ortiz o al Moré), pero, cabe la pregunta: ¿Cual es la finalidad de la relacion, de la unión especial entre dos personas? Más allá de lo que piensa la sociedad moderna (el sexo) miremos a la relación de los conyuges desde la perspectiva de la Torá:

Es simple, la finalidad es la familia, construir un hogar y cimientos sólidos con hijos temerosos de Dios para un mundo mejor, para hacer del mundo una morada para Dios.

La persona (hombre o mujer) debe dejar su hogar (padre y madre), buscar un conyuge, de su agrado, con la cual se sienta bien, donde exista el cariño, la preocupacion por el otro, el amor, para refinar a su ego que busca satisfacción personal y trascender en altruismo. Luego (y seran una sola carne) edificar hijos temerosos de Dios, que lo respeten y respeten al projimo, a la vez enseñar a los mismos a criar chicos en pos de la sagrada tarea de construir Shalom. Es una tarea dificil, pero linda y dulce.

Es un tema para un libro, pero en resumen: ¿Con quien construir? ¿Que tipo de familia deseas? ¿Cuales son tus objetivos e ideales?…son preguntas que debieras empezar a responder y a llevar a la practica tus respuestas.

Si eres soltero o soltera, deberias buscar un conyuge para crecer, compartir, disfrutar, mejorar. Si tienes pareja, se prudente. Si tienes hijos, enseñales su legado, su patrimonio, dale buen pan espiritual para que construya.

En cualquiera de los casos, construye Shalom.

“”¡Si aún no eres parte de la comunidad de Fieles a Dios, eres la pieza del rompecabezas que falta!”»

 


¿Alcanza con apartarse del mal?

El libro de los Salmos comienza con una descripción acertada del hombre de bien:

«Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores.«
(Tehilim / Salmos 1:1)

Diríamos que es una actitud pasiva hacia lo malo, pues no anda de acuerdo a los patrones de conducta o ideología de los perversos, no sigue la senda de los errados ni descansa en el sitial de los perdidos.
Se abstiene de contacto con actitudes, conductas, ideas malignas.
Pero falta algo, ¿no?

Entonces, más adelante añade:

«Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.«
(Tehilim / Salmos 34:15)

Ya no alcanza con apartarse del mal, de abstenerse, de ser un bueno pasivamente, sino que se requiere una conducta activa o proactiva: hacer el bien.
No basta con ser un mediocre buenito que se contenta con no hacer lo malo, sino que la pujanza del constructor de shalom es necesaria, alguien que hace el bien, que busca la paz que persigue su santa finalidad en la vida y no solamente se queda al costado de la senda oscura.

Es decir, no basta con que hayas reconocido, por ejemplo, que la religión (cristianismo, falsos judíos mesiánicos, por decir algunos) es algo malo y que no te corresponde ni quieres seguir perteneciendo a ella.
Está bien ese reconocimiento y ese apartarse de los antros del mal.
Pero no es suficiente, es tu deber hacer el bien, construir shalom como le decimos nosotros.
No precisas ser judío para ello, ni disfrazarte de «espiritual» por vivir repitiendo frases hebraicas, ni haz de enclaustrarte en congregaciones de gentiles lectores de Torá… no es lo que dice el santo salmista ni lo que Dios ha codificado para ti.
Él te dice, por inspiración divina que tu tarea es buscar shalom, perseguirlo con todo tu ser, hacer lo bueno además de apartarte de lo malo.

Así pues, no me vengas con que te has alejado de esos fantoches estafadores de la, relamidos seguidores del colgado en el madero, porque está muy pero no llena tu alcancia para la vida futura.
Es tu deber, impuesto por la divina Voluntad, que te dediques con constancia, pujanza, esfuerzo a construir shalom en todo momento y ocasión.

¿Con quién construyes shalom?
Pues, primero contigo mismo.
Haces las paces con tu ser, encuentras tu Yo Auténtico, lo vives como corresponder.
Haces las paces con tu prójimo, aquel que está próximo a ti. No tienes que casarte con él, ni convivir, ni amarlo, pero sí construir shalom.
Haces las paces con el vecino, con el lejano, con aquel que ni siquiera conoces pero puedes comportarte con él con amabilidad, por ejemplo en la cola del super, o en el tránsito.
Y también haces las paces con el enemigo.

Pero, atención, hay q apartarse de la senda siniestra del enemigo, hay que alejarse de aquel que es un arma filosa y puede dañarte física, emocional, moral o espiritualmente. Pues, debes apartarte del mal.
No debes hacer como los torpes que dicen que hay que dar la otra mejilla, porque eso no es amar shalom ni vivir con justicia, sino fomentar la lujuria, indecensia, maldad.
Así pues, sé cauteloso para no ser dañado por el malvado.

Pero NO te alejes del ingenuo que anda errado, no te apartes del que profesa idolatría por ignorancia o pereza, sino que a este hay que atraerlo con amor, sinceridad, sencillez, verdad.
Sé amable con el que está en duda o incluso con aquel que sigue apresado de la esclavitud de la religión pero no pretende dañarte.
Acércate a él, aunque deplores su actitud y sus doctrinas podridas.
Ayúdalo a construir shalom junto a ti, para que él también se aparte del mal y abrace la causa del bien.

No es tarea sencilla, pero hay que hacerla.

Hay algo que debemos aprender y adoptar de la conducta del venerable Abaham (patriarca de los judíos).
Podemos aprender a sonreír al recién llegado, a convidarlo con algo para su paladar, a decirle palabras agradables, a hacerlo sentir como en su casa, a fortalecerlo en su vínculo con nosotros y con Dios, a hacerlo estar en su casa estando en la nuestra.
No solamente en FULVIDA.com, sino en cada lugar en el que estés.
Es algo que los malvados misioneros mesiánicos hacen… ellos actúan así como parte de una estrategia (consciente o no) para manipular, lavar el cerebro, aturdir el pensamiento… y les da buenos resultados para sus planes macabros.
¿Por qué no puedes tú seguir el ejemplo del patriarca, pero con las nobles finalidades y santas metas que tienen los leales noájidas?

Tienes tanto bueno para hacer y para recibir.
No es tan pesado el trabajo que te toca, ni tan difícil.
No tienes más excusas para dar.
Es cuestión de vivir con bien, verdadero bienestar para ti y para quienes te rodean.

¿Seguirás cerrando tu recipiente para no recibir la lluvia de bendición que proviene ahora mismo del Cielo?

Noaj “la indiferencia”

Hace días hablábamos acerca de la conducta de nuestro Patriarca Noaj, de cómo sus acciones influyeron para preservar con vida la raza humana, pero también es bueno saber que hubo cosas que el Patriarca dejo de hacer y que de haberlas hecho hubiera cumplido con su misión de forma más efectiva en este mundo, y esto no es una crítica sino una reflexión de un aspecto que es muy común ver hoy día entre nosotros.

Nuestro Patriarca era de formidable estatura espiritual pero había un aspecto que no alcanzo a desarrollar y equilibrar de forma adecuada.

Nos enseña el More Yehuda que el ser humano está formado por cinco estratos o planos

1.-Espiritual

2.-Intelectual

3.-Emocional

4.-Social

5.-Físico

Cada uno de ellos debe de ser nutrido adecuadamente para que a su vez aporte lo que los demás necesitan de él, en el caso de nuestro Patriarca uno de estos estratos no hubo desarrollo.

El plano social de nuestro ancestro no fue desarrollado pues como sabemos era rechazado por “sus ideas” se burlaban se mofaban lo insultaban en cierto modo era “apartado” de la sociedad y aunque su obediencia no tenia tacha solo veía por sí mismo y su familia, no irradiaba ese Shalom que dentro de el palpitaba hacia la sociedad pues solo su familia era receptora de tal bendición.

Para desplegar el potencial de forma amplia es que el individuo debe de ser participe en los eventos sociales que sirven para reafirmar y fomentar el cumplimiento de los Mandamientos, tal falla fue la del ancestro pues aunque construyo un Arca para preservar la vida, solo él y su familia la abordaron, nadie de los demás fue beneficiado de tal trabajo.

Al ancestro le falto desarrollar el plano social, y tal es la falla hoy en día de los hijos de Noaj de todos nosotros, muchos de nosotros venimos aquí estudiamos tratamos de cambiar y beneficiar a nuestras familias ¡Y HASTA AHÍ QUEDA! No desarrollamos el plano social adecuadamente participando activamente en los eventos Noajicos, como nos parecemos a nuestro ancestro, pero no solo en los defectos si no también en las virtudes, no hubo hombre sobre la tierra con una justicia más perfecta que la de nuestro Patriarca, eso quiere decir que somos obedientes por naturaleza, entonces podemos usar esa ventaja que nos heredo nuestro ancestro para superarnos, entonces aunque nos parezca innecesario desarrollar el plano social “HAGAMOSLO POR OBEDIENCIA” participemos de forma activa en los eventos que sirven para fomentar el cumplimiento de nuestro Mandamientos, hagamos caso de las instrucciones que nos brinda nuestro Maestro.

Nuestro ancestro no desarrollo el plano social era apartado de la sociedad a pesar de ser un Justo muy grande, muchos de nosotros somos parecidos a el, dense cuenta solo estudiamos para nuestro beneficio y el de nuestras familias pero en la sociedad no somos tan irradiadores del Shalom, el enorme Patriarca de los Hebreos Abraham les enseño que la Bondad es entrega desinteresada hacia Dios y hacia el prójimo, Abraham es la personificación misma del Jesed(Bondad) y les dejo un legado impresionante y veo al More inserto en una comunidad irradiando el Shalom que construye dentro de el hacia los demás hacia la sociedad, el está siguiendo el ejemplo de su Patriarca y dicha conducta es digna de copiar de emular.

Las actividades sociales son un aspecto que hemos descuidado y que sin ello no podemos equilibrar nuestra vida ni ser irradiadores de paz y bienestar.

Tristemente veo que argentina no ha respondido el estrato social no está siendo nutrido de forma adecuada en ese bello país para que les permita ser receptores de la Bondad que constantemente nos llueve de lo Alto, pero recuerden que el pasado está en el pasado y nosotros estamos obligados a vivir en el presente, ASI QUE A ACTIVAR EN PRO DEL CUMPLIMIENTO DE NUESTROS MANDAMIENTOS PUES PARA ELLO ESTAMOS EN ESTE MUNDO, ¡A PARTICIPAR EN LOS EVENTOS QUE SON PARA NUESTRO BENEFICIO! .

Recuerden que el participar en eventos sociales que fomentan el cumplimiento de los Mandamientos es una de las llaves al bienestar, pues fomentan una forma de vida saludable y de bendición.

¡Hasta pronto!

Parashá Itró: Una enseñanza del límite impuesto en el monte Sinaí

Esta semana corresponde al pueblo judío la lectura de la porción de Torá llamada Itró.
En ella se encuentra el relato de la Revelación en Sinaí, con el enunciado del Decálogo (los llamados «diez mandamientos»), así como el comienzo de la entrega de la Torá por parte de Dios a Israel a perpetuidad.
Veamos una enseñanza para las naciones noájidas de las tantas que podemos extraer de este pasaje.

Está expresado:

«Tú señalarás un límite al pueblo, alrededor, diciendo: ‘Guardaos; no subáis al monte ni toquéis su límite. Cualquiera que toque el monte, morirá irremisiblemente.
Nadie pondrá sus manos sobre él, porque ciertamente será apedreado o muerto a flechazos; sea animal u hombre, no vivirá. Sólo podrán subir al monte cuando el shofar suene prolongadamente.
‘»
(Shemot / Éxodo 19:12-13)

Podríamos hacer unas preguntas obvias, necesarias y de gran instrucción.

1- ¿Por qué había que poner un limite entre el lugar apropiado para el pueblo y aquel vedado para él?
2- ¿Por qué Dios no fulminaba directamente a quien trasgrediera el límite en lugar de requerir que sean personas del pueblo las encargadas de hacerlo?
3- ¿Quién habría de querer aventurarse a siquiera tocar el monte Sinaí, siendo que habría un espectáculo impactante que acompañaba la Revelación de Dios, pero que llenaba de terror a quien estuviera allí?

Podríamos seguir confeccionando preguntas, pero ahora intentaremos una sencilla y clara respuesta para cada una de las preguntas.

1- Porque Dios quería marcar la diferencia entre un ámbito y el otro, para dejar bien claro que uno y otro corresponden a diferentes «realidades». Fuera del límite del monte era para el pueblo, dentro del límite para aquel anunciado y designado por Dios para estar allí.

2- Porque Él impuso el límite, pero era menester de Sus fieles hacer caso y actuar conforme a Su Voluntad.

3- Alguna persona que pretendiera un estatus o posición o posesión que no le correspondía por derecho en este momento.

Tú puedes imaginar y meditar tus propias respuestas si deseas, pero recuerda que son solamente tus opiniones.

Ahora, con las tres respuestas que te ofrecí, veamos qué aprendemos para la vida noájica.
Será una moraleja, de muchas que podemos extraer.

1- Dios delimitó un terreno espiritual para el pueblo judío y otro para las naciones.
Para los judíos hay Torá y 613 mandamientos y tierra de Israel, entre estos dos entes (Torá/mandamientos y tierra de Israel) y la congregación de Israel hay una relación espiritual, esencial, sumamente profunda, que hace que uno sea nexo del otro indisolublemente.
Así pues, hay un límite marcado por Dios, no por hombres o instituciones judaicas, sino por Dios; Quien marcó el terreno para la nación judía y fuera de ese marco está el otro terreno sagrado, el que corresponde a la espiritualidad noájica con su santo legado y camino de los Siete mandamientos universales.
Quien está fuera del límite, quien es gentil, no tiene autorización para entrar al terreno correspondiente a la nación judía, ni siquiera tocarlo con su mano.
Por supuesto que aquel que tiene una voluntad pura e intensa de servir a Dios tal como deben hacer los judíos, puede transitar por un proceso de conversión formal y legal al judaísmo, para entonces ser apto para entrar al terreno de Israel. Esto corresponde al pasaje que menciona aquello de que recién el pueblo podrá ingresar luego de llamado extenso del shofar.
Así pues, el noájida tiene su porción perfecta fuera del terreno de la Torá/mandamientos, y está bien así, no precisa otra cosa.
Pero aquellos pocos individuos que se comprometan a servir a Dios al modo judío, escucharán ese llamado interno y harán lo que deberán hacer para estar dentro del marco legal pautado por Dios.

2- Porque Dios ha marcado los mandamientos e impuesto los límites, pero es de cada persona y de cada sociedad hacerse cargo de construir Shalom con las herramientas que cuentan según disposición divina.
Dios no fulminará al noájida que se apropie del legado judío de manera ilícita, al menos no en Este Mundo, pero corresponde que los encargados de ser leales a Él sostengan los límites impuestos por Él.

3- Alguien que fuera llevado por sus emociones, por lo maravilloso, por la fascinación del momento y que no razonara acerca de lo que es correcto, justo y bueno.

Hasta aquí querido hermano mío una reflexión, la cual te presento para que leas, estudies, indagues, analices, critiques, compartas y construyas Shalom.

Tipos de Noajidas y un bien para todos.

Existen cuatro tipo de personas :

1 – Noajida inconciente: Es la persona inconciente de su identidad espiritual, totalmente desarraigado de su herencia, legado y patrimonio. La mayoria de ellos por sed al Noajismo estan en religiones o niegan la existencia de una Fuerza Única y Primera (ateos).

2 – Noajida conciente: Es la persona conciente de su identidad espiritual, del Pacto que Dios estableció con las Naciones del mundo, de los siete preceptos, pero…por «x» razones o motivos no da el siguiente paso de comprometerse a llevar a la practica su esencia, de crecer, mejorar y hacer lo que Dios espera del ser humano. Es un individuo que es conciente de su mision pero que la incumple.

3 – Noajida comprometido: Es la persona conciente de su legado, a la vez comprometida a llevar a la practica las Siete leyes y dedicada a cumplir su misión en la vida.

4 – Noajida activo: Es la persona conciente, comprometida y activa en pos de construir shalom. Es un individuo socio del Eterno, alguien que despierta constantemente todo su potencial en aras de la causa Divina, trabajando arduamente en la sagrada tarea de construir Shalom. Alguien perteneciente a la comunidad de fieles a Dios.

Dijeron los Sabios que todo hombre debe decir: «El mundo fue creado por mi bien.»

Querido lector, las palabras de los Sabios son palabras de HaKadosh Baruj Hu, porque sus mentes son Torá Oral, sus razonamientos son Torá, sus pensamientos son Torá. Dios nos enseña que el mundo fue creado solo para tu bien. No interesa en que nivel te encuentres o que tipo de Noajida seas, importa que recuerdes que el mundo esta hecho solo para ti, para tu bien. Y es tu deber ser socio del mismo, construyendo, edificando y haciendo de este mundo una morada para Dios.

Un pacto, una misión, todo un compromiso pero solo para tu bien, ¡No lo olvides!

Ahora, ¿Que tipo de Noajida quieres llegar a ser? o mejor expresado: ¿Que tipo de Noajida estas preparado para ser?

Saludos!

Encuentro Argentina 2010

Saludos a todos los amigos de Fulvida, les informamos que nos visitan el Moré Yehuda Ribco y la Familia Ortiz.
Con la ayuda del Eterno, este acontecimiento será los días 9 y 10 de febrero, y estamos muy agradecidos el esfuerzo que estan realizando, para venir a visitarnos.
A mis compatriotas, y a los que puedan venir de otras latitudes, los invito a participar de este encuentro, ya que puede ser una valiosa y enriquecedora experiencia para todos, ademas de conocernos y fortalecernos como amigos y compañeros noajidas.
Sería bueno que a su vez puedan invitar a familiares y amigos a los cuales les pueda llegar a interesar redescubrir su legado noajico.
Un abrazo para todos
David Russomanno
davidrussomanno@hotmail.com

“Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron , lo hicieron los hombres”


David Galante, sobreviviente griego del sitio de exterminio de seres humanos más grande de todos los tiempos, cuenta su odisea 65 años después de que el lugar llegara a su fin, el 27 de enero de 1945.
 
 
 
 
 
 

Enero 27 de 1945. “Vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos. Les hicimos señas para indicarles que se podían acercar, vieron cómo estábamos, la cantidad de muertos, se descomponían”.

Enero 27 de 2010. El mundo mira hacia Auschwitz, un antiguo cuartel de la monarquía austro-húngara situado en inmediaciones de Cracovia, en Polonia. Un complejo de 40 kilómetros que, entre sus paisajes forestales y pantanos, fue utilizado por la Schutz-Staffel, mejor conocida como la S.S. (la élite de la Gestapo) para cometer los peores crímenes de los que la humanidad tenga registro, los mismos conocidos como la Shoah o el Holocausto.

“Arbeit macht frei”, que significa ‘El trabajo los hace libres’, es un cartel de desprecio y sarcasmo visible a la entrada de este campo de concentración, que en época de guerra abrió “sucursales”. El 18 de diciembre pasado, cuatro ciudadanos polacos hurtaron la placa que porta el lema y hace unos días la recuperaron cortada en tres pedazos. “¿Dónde estaba Dios en aquellos días, cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?”, dijo el papa Benedicto XVI cuando conoció, en 2006, ese sitio de exterminio.

Allí, en medio de ese infierno donde murieron seis millones de personas por el simple hecho de nacer judíos, estuvo David Galante. Oriundo de la Isla de Rodas, en Grecia, este hombre de voz pausada y con el acento que le ha dado vivir en Argentina la mayor parte de su vida, recuerda lo que pasó.

“Tengo 85 años de edad, soy griego. Tengo una esposa y dos hijos y vivo en Buenos Aires hace 62 años. En 1944, durante la guerra, los alemanes invadieron la Isla y nos tomaron a los judíos. Éramos padre, madre, tres hermanas y dos hermanos. A todos nos llevaron a Auschwitz”.

Luego, por su condición de civiles judíos, tuvieron que vivir lo que nadie imaginó. “En el campo de concentración perdí a mi padre y a mi madre (Abraham y Rebecca) porque apenas llegamos fueron enviados a la cámara de gas. Junto a mis hermanas y hermano (Rosa, Juana, Matilde y Moshe) nos llevaron a trabajar. Nos iban desahuciando para reducirnos a cenizas y cuando alguien no servía lo eliminaban. Trabajábamos en la nieve durante 12 horas y nos daban de comer una vez por día un pedazo de pan o un tazón de caldo. Mis hermanas no aguantaron y fallecieron”.

“Nos desnudaban y los que no estaban sirviendo los iban eliminando en las cámaras de gas o crematorios. Yo estaba jovencito y esto quizás me ayudó mucho porque tenía muchas ganas de vivir, a pesar de todo. Las matanzas eran comunes, se vivía al día. Éramos miles de personas”.


Al borde de la muerte



Y dejó de ser conocido como David Galante. En adelante sería llamado B7328. “Nos pusieron un número en el brazo. Nuestro nombre no existía más, nos llamaban por ese número. Lo tengo todavía en el brazo grabado con una tinta”, asegura. “Era un problema porque no hablábamos alemán, polaco y tampoco idish, un idioma de los judíos de Europa Oriental, así que adaptarnos era difícil. Nos daban una orden y como no entendíamos nos pegaban”, agrega.

En medio de esas adversidades llegaron dos momentos en los cuales estuvo a punto de morir. “Estábamos en fila y un oficial nos estaba contando, sacó un revólver y disparó. Me rozó la nariz, sangré un poco y quien estaba al lado mío fue asesinado. Diez centímetros más adelante y yo moría”.

De la otra situación, sostiene, aún no sabe cómo se salvó. “Estaba enfermo porque fui a trabajar con un grupo de soldados rusos prisioneros y en determinado momento fui al baño y cuando salí no podía abrocharme los pantalones porque tenía los dedos medios congelados del frío que hacía: 10, 20 grados bajo cero en Polonia. Había un fuego cercano donde estaban soldados nazis y me acerqué. Uno de ellos me dio una patada y quedé dentro del fuego, se me quemaron los pies”.

Y prosigue: “Con los días las quemaduras fueron empeorando, se infectaron y llegó la fiebre. No estaba en condiciones de trabajar y fui a la enfermería, que era la antesala de la muerte porque el que entraba no salía. Por esos días había llegado una orden de Berlín de destruir las cámaras de gas y los crematorios porque las tropas soviéticas estaban muy cerca y no querían dejar evidencia. Un médico judío me ayudó mucho, permanecí en la enfermería, hasta que los alemanes evacuaron el campo. De no ser por eso me habrían matado”.

Y aunque este sufrimiento parecía no tener fin, estaba a punto de culminar. “Teníamos rumores de que los aliados estaban avanzando, que ganaban la guerra, pero eso no era ningún aliciente, pensábamos que nos iban a matar a todos. En la mañana del 27 de enero vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos que avanzaban. En Auschwitz pesé 38 kilos, era un esqueleto cuando me liberaron y de los 1.800 judíos que salimos de Rodas nos salvamos 150”.

El infierno había terminado, muchos alemanes huyeron, otros fueron capturados y unos más abatidos. “Volví a Rodas a ver si encontraba a un familiar. No encontré a nadie, pero me enteré, a través de la radio del Vaticano, que un hermano mío, Moisés, estaba en Roma. Dos años después vinimos a Argentina, un hermano (Hizkiá) estaba aquí desde antes de la guerra”.


Fin del silencio

 

 

Dicen quienes conocen a David Galante que luego de su liberación duró 50 años en silencio. Sólo pensaba en rehacer su vida y para ello se vinculó a una fábrica de bicicletas en Buenos Aires. Durante todo ese tiempo se enamoró de Raquel, su esposa, con quien tuvo a Sandra y Ezequiel, quienes a su vez le dieron a sus nietos Daniel y Yamit.

No hablé sino hasta 1995, me costaba mucho. En ese entonces se comentaba la película La lista de Schindler y la gente quería saber más de lo que pasó. Entonces nos juntamos un grupo de sobrevivientes y empezamos a contar. Se fundó en Argentina la Fundación Memoria del Holocausto y ahora trabajamos con testimonios”, asevera. “Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron en Auschwitz lo hicieron los hombres”, explica.

Ahora que el mundo conmemora 65 años del fin de ese campo de exterminio, este hombre reconoce que, aunque duerme tranquilo, no todos los sobrevivientes han logrado superar el trauma. “Hay gente que no quiso tener hijos por temor a que les ocurriera lo mismo que a ellos”.

Finalmente, este judío insta a quienes administran el mundo a conocer historias como la suya para evitar desgracias. “La humanidad no ha aprendido la lección. Después de la II Guerra Mundial pensé que no iba a haber más guerras. Sin embargo, los genocidios siguen. El mundo debe aprender de esto para que no se repita y nuestros hijos tengan un mundo mejor”.

El Museo del Holocausto de Buenos Aires

 

Considerado como el único de su tipo en Suramérica, el Museo del Holocausto de Buenos Aires desarrolla a través de textos e imágenes los sucesos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Además, cuenta con muestras itinerantes propias y de museos de Estados Unidos e Israel. También produce materiales educativos para docentes y alumnos, como son ‘El Holocausto en 10 láminas’ y la revista académica Nuestra Memoria, editada de manera ininterrumpida desde 1994.

Tomado del periodico el Espectador de colombia.