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Un universo sabor a zanahoria

A mi hija Keren de 4 años no le gusta que la sopa tenga zanahoria. Zanahoritas en ensalada no son problema pero cuando vienen en la sopa la cosa puede tomar tintes dramáticos. Cierto: en cualquiera de los dos casos, ensalada o sopa, tenemos zanahorias. Entonces ¿cuál es la diferencia?

Cuando las zanahorias vienen en ensalada, ella puede «vencerlas»: con un poco de paciencia (o más bien impaciencia) las saca de su plato.

Con la sopa no funciona el truco: saca las zanahorias para entonces comprobar que el remanente sigue teniendo «aquel sabor«.

Muchos científicos tratan de sacarle el sabor a zanahoria a la sopa de zanahoria pero el universo es una sopa cocinada hasta la saciedad con zanahoria.

Para donde regresemos a ver, nos encontramos un cierto «sabor»; demasiadas «casualidades»: un universo preparado para gente que la habite es el contenido del “principio antrópico«.

Los científicos tenemos un trabajo excitante. Un trabajo especialmente sabroso para quienes tenemos la oportunidad de vivir en esta época de altísimo desarrollo tecnológico y científico. Es que gozamos de la mejor sopa del mundo: si uno es sincero se encuentra a cada paso con que las innumerables casualidades son producto de la Fuerza Sustentadora del Universo, que las causa.

¿Quiere un sorbito de esa sopa? ¿A qué conducen las dos revoluciones científicas más importantes del siglo 20 (la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica)? Al primer versículo del libro de Bereshit / Génesis: «En el principio…«, es decir hubo, después de todo, un principio, un Big Bang.

Quizás, cuando sea un poquito más grande, a mi hija le guste la zanahorita. Hasta tanto todas las noches le da gracias «al Rey del Universo por hacer caer los lazos del sueño sobre mis ojos, el sopor sobre mis párpados y por darle luz a la pupila del ojo…» Le da gracias a Dios por permitirle vivir en Su universo, el universo sabor a zanahoria.

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español «Los Siete Colores del Arco Iris» (Y. Bindman), «El Camino del Gentil Justo» (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y «¿El Verdadero Mesías?» (A. Kaplan).

Hablando de las Siete Leyes

Por Carmen H.

Hace un tiempo atrás mi esposo y yo tuvimos la oportunidad de converzar con un matrimonio amigo. Esta pareja viene desde hace ya algún tiempo bucando hacer la conversión al Judaísmo. Una de sus preocupaciones era cómo enseñarles a sus familiares a vivir conforme a las Siete Leyes de los Hijos de Noaj. Concretamente, la pregunta de nuestra amiga fue: «¿cómo les hablo sobre las Siete Leyes a mis padres y hermanos?«.Antes de presentarle nuestra perspectiva a esta pregunta, nosotros le preguntamos «¿qué eres tú en este momento?» y no supo darnos una respuesta. Preguntamos entonces, «¿eres judía?» y la respuesta fue «no«. Ella sabe que su madre no es judía ni ha empezado siquiera el proceso halájico de conversión (al Judaísmo). Seguir leyendo Hablando de las Siete Leyes

Construír Shalom

Me pregunto un amigo noájida cómo podemos construir Shalom.
Él creía que había que viajar a Israel, conocer los sitios arqueológicos, rezar en la tumba de algún Sabio, aprender técnicas meditativas de cabaleros (seudo maestros de Cabalá), realizar complicadas recitaciones o rituales.
(Por supuesto que para todas estas cosas hay que desembolsar dinero, en giras preparadas por personas u organizaciones que suelen presentarse como espirituales, pero que funcionan como un taxi).

Es que suena inconcebible: «construir Shalom».
¿Cómo podemos nosotros, meros mortales, hacer algo tan magno?
¡Construir Shalom!

La respuesta es muy simple.
Al hablar con sinceridad y simpatía con los hermanos, estamos construyendo Shalom.
Al alentar al entristecido, estamos construyendo Shalom.
Al dar una mano al necesitado, estamos construyendo Shalom.
Al compartir con el prójimo nuestro pan, estamos construyendo Shalom.
Al actuar con bondad, estamos construyendo Shalom.
Al ayudar a un inválido a cruzar la calle, estamos construyendo Shalom.
Al dar una dirección al extraviado, estamos construyendo Shalom.
Al responder con ternura y respeto a nuestro cónyuge, estamos construyendo Shalom.
Al visitar a los enfermos, estamos construyendo Shalom.
Al enterrar a los difuntos, estamos construyendo Shalom.
Al pedir perdón, al perdonar, al acercar a los lejanos, estamos construyendo Shalom.
Al apaciguar los enojos, estamos construyendo Shalom.
Al rezar también estamos construyendo Shalom.
Al procurar que prevalezca la justicia, estamos construyendo Shalom.
Al ser honestos, estamos construyendo Shalom.
Al difundir la Torá, estamos construyendo Shalom.
Al apartarnos del mal, del error, de la mentira, estamos construyendo Shalom.
A cada instante, en cada lugar, con toda persona, podemos ser socios en la obra de construcción de Shalom.
Piensa en una situación, un sitio, alguien y verás cómo puedes participar en edificar Shalom.

¿Eres tú socio en la construcción del Shalom?


(Leer y estudiar: http://fulvida.com/identidad/%c2%bfque-es-shalom)

Un par de propuestas

Hace un tiempo atrás Yehuda Ribco hacía una evaluación sobre el progreso de la Fundación Luz de Vida (ver aquí). Decía él, muy certeramente, que «son centenares las personas que se han beneficiado a través de FULVIDA. Muchos han roto por fin las cadenas de la esclavitud de las religiones, se han podido acercar al fin con libertad y pureza al abrazo con el Padre celestial«. Sin embargo, ante la falta de compromiso, producto quizá de inmadurez o inseguridad al verse libres de las ataduras del pasado (ver aquí), llamaba la atención en palabras muy sentidas: «No quiero excusas, ni promesas, ni avivados, ni borrados (gente que se esconde), sino que quiero soluciones para hacer funcionar a FULVIDA a pleno«.

Alguna respuesta hubo ante este llamado. Pero fueron esencialmente palabras…

Las ideas no efectivizadas se elevan al cielo. No como olor fragante de algún sacrificio aceptable al Creador sino como olor a desperdicio quemado…

No todos los noájidas tienen las mismas habilidades, pero todos tienen algo especial que dar.

No todos los noájidas tienen la misma forma de pensar, pero necesitamos encontrarnos en el actuar.

No todos los noájidas manejan con la misma soltura su libertad para elegir, pero todos debemos caminar.

Algunos apenas se están liberando de las cadenas de la idolatría que flagelaba su alma y autoestima.

Otros sienten ya el deleite de la autoconfianza pero siguen cargando una mochila con desperdicios de idolatría.

Algunos menos ya están maduros pero con miedo a errar de nuevo.

Muy pocos actúan.

¿Hasta cuándo nos sacudimos y empezamos a usar nuestra libertad para producir y transformar el universo entero para bien?

Hay comunidades de noájidas que están estancadas. Deben despertar, ya es tiempo.

Las comunidades que ya están encaminadas pueden dar una mano a las que están en formación así como a hermanos de países vecinos que quizás están un tanto aislados. Consideremos, por ejemplo, la posibilidad de que noájidas de fuera de México visiten la filial o filiales de Fulvida. Fulvida México podría tratar de acoger a los noájidas de algunos paises centroamericanos, del caribe y aún hispanos del sur de Estados Unidos. Esto es, ayudarlos, apoyarlos, pero sin ejercer un paternalismo excesivo. La misma idea podría funcionar con Fulvida Venezuela respecto a los noájidas colombianos y del norte de Brazil. Algo similar podría acontecer en Chile, Argentina y Uruguay. Lo mismo para la pareja Ecuador – Perú.

Las comunidades medianas y grandes deberían crear, conforme a sus propias características, un instrumento que permita a sus miembros participar de las responsabilidades comunes. Esto tanto para elegir a sus representantes como para fiscalizar (en el buen sentido de la palabra) las acciones de estos.

Fulvida debería tener algo como un Consejo de Dirección. Un grupo de cuatro o cinco miembros que ayuden a la presidencia a coordinar las actividades de las filiales. Por uno o dos períodos, los miembros del consejo podrían ser designados por la Presidencia pero eventualmente debe hallarse un mecanismo para que democráticamente o de manera rotativa haya alternancia en el consejo.

En fin. Son sólo ideas pero lo cierto que se necesita dejar de elevar plegarias sin poder. Las plegarias funcionan cuando decidimos actuar y hacer lo correcto.

Con la palanqueta bajo el brazo…

Tengo un amigo noájida al que quiero mucho. Tiene un problema médico que hace casi imposible que pueda tener hijos. Con su señora han buscado la ayuda médica del mejor nivel. No han escatimado recursos económicos pero el retoño sigue sin llegar…

Han elevado las mil y un plegarias. Y están dispuestos a más…

Pero a mi amigo le quiero decir que las plegarias no sirven de mucho si no hacemos primero lo que nos corresponde hacer.

¿Para qué quieres mi amigo tener un hijo? Sinceramente, ¿es para sentirte feliz junto con tu esposa? Si con el corazón en la mano respondes afirmativamente, estás apuntando en falso. Enseñan los Sabios de Israel que «no se da porque se quiere sino que se quiere porque se da«. La razón para querer tener un hijo es para dar. Para dar cobijo, protección, alimento, apoyo, etc. en una palabra para darle un hogar.

¿Es indispensable que sea de tu «sangre»? Si tu motivación es realmente dar y está claro que haz intentado muchas alternativas de lo que provée la ciencia, empieza a hacer algo diferente. ¿Por qué no consideras adoptar?

Padre es quien provée a un niño lo que necesita y lo guía en la vida.

Te voy a comentar lo que vi en una pareja que vive en mi ciudad, allá en Ecuador. No saben de las Siete Leyes, pero son muy buenas personas. No quiero decir que lo que pasó con esta pareja vaya a sucederles a ti y a tu esposa, pero reflexiona sobre ello.

Esta pareja también tenía dificultades para engendrar. Hasta donde yo sé, ambos tenían problemas médicos. No tenían dinero como para costear siquiera la consulta médica con uno de los especialistas. Rezaron y rezaron y siguieron las sugerencias de un médico amigo que no les cobraba.

Y nada.

Después de varios años decidieron no esperar más y pasaron a la acción. Fueron a un orfanatorio y aplicaron como candidatos para adoptar un niño. Dios los bendijo. En corto lapso recibieron luz verde del Estado: llevaron a un nene de pocos días y que había sido abandonado a su hogar. Este era un período de prueba – un par de meses – en que la agencia de gobierno vigila como van las cosas para eventualmente conceder la adopción definitiva.

Antes de que termine este período de prueba, la señora empezó a sentirse muy mal de salud. Cuando acudieron al médico amigo, y después de unos exámenes, vino la noticia: estaba embarazada.

De la agencia del gobierno le dijeron que, puesto que estaba superada la imposibilidad de tener hijos, la pareja podría retractarse de la adopción que habían solicitado. Pero se negaron, decidieron adoptar al niño definitivamente.

Estuve muchos años fuera de Ecuador. Hace poco que fui, me fijé en el negocio que tenía esta pareja hace años. Ya no estaba ahí. Lo había reemplazado una cadena de servicios en el mismo rubro que antes. La cadena es de la pareja.

Y hasta donde sé tienen ahora cuatro niños, dos de ellos via adopción…

Piénsalo mi amigo. Puedes cambiar un universo entero.

Bronca

ME DUELE TU BRONCA
ME DUELE TU MUFA
ME DUELE TU ENOJO
PERO LO QUE MAS ME DUELE ES TU SILENCIO
SENTIR QUE TE ESCONDES DE MI
QUE ESTAS DETRAS DE TUS..NO SE..
QUE COMO EL TANGO TE BUSCO Y YA NO ESTAS
¿NECESITAS UNA EXCUSA PARA SEPARARTE DE MI?
PUEDO SUBIR LA MONTAÑA MAS ALTA CON TU AYUDA
SIN VOS,ME CANSA HASTA JUGAR AL RANGO
ME CANSA SALTAR OBSTACULOS
ME CANSA PELEARME CON TU ORGULLO
ME CANSA GOLPEAR LA PUERTA
QUE AMBOS QUEREMOS QUE SE ABRA
Y QUE VOS MANTENES CERRADA

NO CREO EN TU CONFUSION SINO EN TUS FRENOS
NO CREO EN TU TIEMPO SINO EN TU ORGULLO
NO CREO EN TU ODIO SINO EN TU FRUSTACION
NO CREO EN TU CONDUCTA SINO EN TU SENTIR

ME SIENTO COMO EL CIEGO
DE LA POESIA DE RAFAEL DE LEON
QUE AGITA SU PAÑUELO LLORANDO
SIN DARSE CUENTA QUE EL TREN
HACE YA RATO QUE PARTIO
¡VENI! ¡ABRI! ¡ HABLA! ¡PELEA!
                  QUE AQUI ESTOY!!!!!

Poema de L. C., una señora de Uruguay

¿Cuál es la enseñanza noájica?

El enano que es gigante

El inspirado salmista pareciera contradecirse:

«Cuando contemplo Tus cielos, obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tú has formado, digo: ¿Qué es el hombre, para que de él Te acuerdes; y la persona, para que lo visites?»
(Tehilim / Salmos 8:4-5)

El hombre es pequeño ante la magnanimidad de la naturaleza.
Es un granito de polvo distante, en medio de una orquesta inmensa y bella.
El hombre es cual nada, una ínfima presencia ignota e ignorada.
Tal como profundiza en el pasaje que menciona:

«Oh Eterno, ¿qué es el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
El hombre es semejante a un soplo; sus días son como la sombra que pasa.»
(Tehilim / Salmos 144:3-4)

Pero, el mismo salmista dice que somos como ángeles:

«Lo has hecho un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.
Le has hecho señorear sobre las obras de Tus manos; todo lo has puesto debajo de sus pies»
(Tehilim / Salmos 8:6-7)

¿Acaso es una contradicción?

En realidad, el salmista hace dos movimientos complementarios, que en nada se contradicen.
Por un lado reconoce la pequeñez humana, pero inmediatamente testimonia la grandeza que radica en el humano.
Una grandeza que no está en su magnitud física,
ni en su potencia material,
sino en eso inasible q es el espíritu…

La belleza de la persona,
más allá de la máscara y las cáscaras,
está en saberse hijo del Eterno y actuar como tal.

Porque cuando se introduce en Torá y vive con el cumplimiento de los preceptos,
entonces está desplegando la hermosura y grandiosidad que está en nuestra esencia.

Cuando se aparta de esta Buena Senda, se encuentra reflejado en estas palabras:

«Pues yo era ignorante y no entendía; yo era como un animal delante de Ti.»
(Tehilim / Salmos 73:22)

¿No es un pensamiento arrobador?

El miedo y la Luz

El miedo te corroe.
Como a todo ser humano, nos susurra, se presenta, nos invade, nos aprieta, se adueña de nuestras vidas.
El miedo, con sus cinco rostros que su multiplican y diversifican.
El miedo, con sus diferentes apelativos, que está allí, acechando o gobernando.
El miedo, siempre el miedo…

El miedo, que tiene la densidad de la sombra.
Una sombra que se mueve en la oscuridad.

Pero, ¿qué oscuridad resiste a la Luz?

La oscuridad se desvanece cuando se enciende la Luz.

Es cierto que la sombra se proyecta cuando la luz impacta en un objeto sólido.
Así pues, cuando prendes la luz, nuevas sombras se pueden proyectar.
Pero, están definidas, son de contornos delineados, se conoce su origen, no producen tantas emociones negativas.
Son oscuros relámpagos de amargura, pero no se constituyen en una presencia siniestra, que petrifica la sonrisa, que asfixia…

Entonces, cuando te corrompa alguna duda, cuando te excite la emoción confusa, cuando el sentimiento te someta a su esclavitud, en ese momento recuerda que su origen está en el miedo básico. Que son penumbras que pueden ser combatidas y disipadas con la Luz.

Imagina un verde rayo que alumbra tu paisaje, que destila tranquilidad y armonía.
Como un vivo prado, pleno, vigoroso, sabroso, aromático, que promete deleite y gozo.
Alumbra con un pensamiento positivo tu mente, tíñelo de verde, como si estuviera descansando en un campo florido, resguardado por un profundo cielo azul, fuertemente alumbrado por el sol.

Con ese panorama tranquilizador puedes recordar que la sombra es la zona en la cual está ausente la Luz, pero que solamente tiene presencia porque existe la Luz.

Así pues, apartas la sombra de tu pensamiento, te concentras en el verdor del rayo pacificador.
No te detienes a censurar tu pensamiento, ni a dialogar con las sombras, ni a argumentar excusas para seguir atrapado por sus tenues cadenas que parecen pesadas.
Te concentras en el verde rayo de Luz, entonas un salmo con confianza, diriges tu plegaria al Padre Celestial, confías en Él, confías, confías…

Enciendes la Luz celestial que está en tu corazón, se llama confianza y seguridad en el Eterno.
Al miedo, le niegas toda credibilidad, le quitas poder, pues el miedo es un impotente que busca someterte para que te sientas impotente.
Te enfocas en confiar en el Eterno, te alumbras con un verde rayo de paz, y haces aquello que es correcto, sin mirar las demandas que del miedo surgen.

No busques excusas para seguir en la prisión oscura, no des vueltas en torno a justificaciones vanas y banales, no te resistas a la Luz para seguir esclavo del miedo.
No intentes liberarte, sino hazlo.
La puerta de tu prisión está abierta, la Luz está encendida, el paisaje de paz y armonía está esperándote, el Padre Celestial tiene Sus brazos abiertos para acogerte… no lo intentes, hazlo…

¡Nunca más!

Todavía me resuenan los ruegos inútiles y los desesperados llantos de los niños. No había misericordia para nadie. Muchas veces corro a través de las habitaciones, hasta que me doy cuenta que es mi memoria que no puede olvidar los sonidos de la muerte. Todas las noches rezaba a Dios y le preguntaba ¿por qué estoy viva? ¿acaso me guardas como semilla para sembrarme de nuevo? Judith Klein, «Semillas de Dios»

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