Archivo de la categoría: amigo

La amistad

Cuate, Pana, Compinche, camarada, brother, amie, iedid; todos son lo mismo, tan importantes, son los amigos.

La amistad es el primer lazo afectivo que un ser humano establece con una persona que no es parte de su familia consanguínea; esta relación no se fundamenta en un compromiso sanguíneo (como en el caso de nuestros familiares, aunque deberíamos también ser amigos de éstos), tampoco se fundamenta en un compromiso social (como en el caso de la pareja, si bien la pareja además de ser instituida socialmente debe ser enriquecida con la amistad); esta es la primera y quizás la única relación que nosotros los seres humanos establecemos con otras personas por el simple hecho de compartir, es decir, la amistad es el hecho más relevante en la vida de cualquier persona (por eso la pareja y nuestros familiares consanguíneos deben ser nuestros amigos), porque a través de esta relación aprendemos a eliminar nuestro Ego, dejamos atrás la palabra soportar (que a veces cabe con los familiares) ó la palabra tolerar (que algunos usan para con sus parejas) y empezamos a querer, a aceptar, del amigo no te quejas de su apariencia física, no te quejas de su comportamiento social, no te quejas de su actitud ante la vida, no lo criticas ni lo ofendes, al amigo le ofreces ayuda en el momento en que lo necesites, al amigo le cuentas tus más íntimos secretos, podríamos decir que la primera pareja (Adam y Java) antes de ser pareja sexual fueron amigos, porque la única manera de conseguir tal compenetración con el prójimo es a través de la amistad. La palabra amigo en el idioma hebreo (iedid) traducido literalmente quiere decir “amado”, imagínense ¡que palabrota!, cuanto encierra esta palabra, cuando amamos llegamos al punto de la compasión (la compasión va más allá que la misericordia, pues cuando nos compadecemos de alguien ni siquiera hemos hecho un juicio, mientras que cuando sentimos misericordia, hemos fallado a favor del enjuiciado), los amigos son, entonces, en la lengua santa, amados.

La tradición hebrea apunta siempre al estado seglar del ser humano, promueve la amistad, la relación del hombre con su semejante, la relación de amor, hermandad, unidad, en el Pirkei Avot está escrito:

“…Iehoshúa Ben Perajia dijo: Hazte de un maestro; gánate un amigo; y juzga a cada hombre con benevolencia.”

Este pasaje redunda en lo que hemos explicado antes, al decirnos gánate un amigo; y juzga a cada hombre con benevolencia, es decir: nos ganamos un amigo cuando aprendemos a juzgar a cada hombre con benevolencia, tanto hemos alcanzado en misericordia que adquirimos el valor de la compasión, pero si no practicamos la misericordia no alcanzaremos la compasión.

¡Hagamos la bondad, hagamos la misericordia, hagamos la paz y actuemos con compasión, para lograr que todos los seres humanos seamos amigos!

EL ANILLO

Saludos a mis hermanos noájidas en todo el mundo. Aquí les envío este Cuento que me llegó a mi Correo electrónico. Espero que les sirva de gran bendición para sus vidas. Feliz año nuevo 5767.
 
EL ANILLO
 
Un alumno llegó a su maestro con un problema:
-Estoy aquí, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Dicen que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy tonto y muy idiota. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
 
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Lo siento mucho, joven, pero ahora no puedo ayudarte. Primero debo resolver mi propio problema, tal vez después…
Y haciendo una pausa, dijo:
Si tú me ayudas y puedo resolver mi problema rápidamente, quizá pueda ayudarte a resolver el tuyo.
 
– Claro, maestro, murmuró el joven.
Pero se sintió otra vez desvalorizado.

Resp. 19 – Sed de Ti

Inquietud recibida

"Hola Licenciado Yehuda, que Hashem le bendiga sabe soy un joven de
Colombia y a la verdad ya se la respuesta a las preguntas usted me las respondio por medio de otros articulos que encontre en su comunidad en Internet. Pero a la verdad quiero establecer un contacto con usted pues me interesa cambiar mi  forma de vida, y esto lo encuentro en el Judaismo en el seno de Isrrael, 
Lic. lo que le quiero expresar es que no me vasta con cumplir las 7
mistvots para la Humanidad, pues para Hashem es todo o nada, y esta es mi creencia, ya le ire contando mi transito por religiones variadas (cristianismo) que a la verdad no me dejaron nada productivo, lic no piense que hay algun
interes de ninguna indole, al menos no material pues en lo espiritual necesito de Hashem, por favor respondame Profesor estoy ancioso por que comencemos a escribirnos y contarle de mi vida.

Bendiciones para usted y los suyos de Colombia
R. A. E.
"

Colombia

Seguir leyendo Resp. 19 – Sed de Ti

Un buen consejo para dormir a tu hijo

Cuando vayas a acostar a tu hijo pequeño para dormir, cuéntale su día.
Repasa junto con él las distintas actividades que tuvo en el día.
Lo que hizo en el jardín de infantes, con quién comió, cómo comió, a qué jugó, adonde fue de visita, el baño que tomó, etc.
Hazle entender lo importate que es para ti, y cómo valoras cada suceso de su vida.
Confírmale que lo amas, que es bueno, que es bello, que es capaz.
Deséale buenas noches y dulces sueños.
Dale un beso.
Y canta junto a él: Shema Israel Adonai Eloheinu Adonai Ejad – Presta atención, el Eterno es nuestro Dios, y es Uno y Único.
Arrópalo con cuidado y cariño y retírate de su habitación para que descanse tranquilo, satisfecho de su día, feliz con su vida, confiado en su padre, seguro en su Padre celestial.

Es un buen consejo de tu amigo, el moré Yehuda Ribco

Valores Familiares (El Orden)

El orden no sólo está en el exterior, es decir en tu habitación, en la caja de juguetes, en tu aula de clases, también está dentro de ti, en la forma en que organizas tu vida, en la forma en que ordenas las cosas que debes hacer y que quieres hacer por su importancia y valor.

El orden es importante para lograr mayor eficiencia y resultados felices en los estudios, el trabajo, en la vida cotidiana y en tu espíritu.

 

Para tener más orden en tu vida:

– Dedica tiempo a tu familia, conversa con tus padres, con los abuelos y tus hermanos.

– Lleva una vida espiritual de acuerdo a los preceptos que D»s ha ordenado, tanto a gentiles como a judíos, éstas son normas de conducta que facilitan y hacen nuestra vida mejor.

– Planifica en qué vas a usar el dinero que te dan tus padres, ahorra un poco.

– Distribuye tu tiempo, así serás puntual, cumplirás según lo previsto y obtendrás el respeto de tus maestros y compañeros.

– Cuida tu persona por dentro y por fuera: Conserva un buen aspecto personal aún los fines de semana y en temporada de vacaciones; planifica un horario fijo para el descanso y las comidas.

-Da un correcto uso a las cosas y serán más durables; igualmente mantén la limpieza y cuidado de todo, aún más si usas algo prestado.

A todos nos agrada encontrar las cosas en su lugar, pero lo más importante es el orden interior y es el que más impacta a la vida.

Es muy fácil dejar cautivarse por la primera impresión. Eso todos lo sabemos. Pero el orden es un valor en el cual fácilmente podemos percibir la parte más superficial del mismo. Por supuesto que a todos nos agrada encontrar las cosas en su lugar, ver un sitio limpio y donde cada cosa tiene su propio espacio. Sin embargo el orden es algo mucho más profundo que eso.

El orden externo de la persona, de su espacio de trabajo, de su casa o incluso de su automóvil, son muy importantes, es cierto, pero lo más importante es el orden interior y es el que más impacta a la vida.

Sin duda todos conocemos a gente desordenada que olvida pagar sus cuentas, o que no sabe colocar sus prioridades adecuadamente en la vida y que termina generando un desastre en su propia vida y en la de los demás.

Adquirir el valor del orden va mucho más que acomodar cosas y objetos, es poner todas las cosas de nuestra vida en su lugar. Por ejemplo nadie sale del trabajo a media mañana para ir a jugar un partido de base ball con los amigos, tampoco a nadie se le ocurre amar perdidamente a su mascota y desatender a sus hijos. Sin embargo el desorden puede estar disfrazado muy sutilmente y es fácil darle tres o cuatro horas más al trabajo y no estar con la familia, y uno puede sentirse muy tranquilo porque "está poniendo en orden sus prioridades". Si, el trabajo es importante, pero tiene su espacio y sus límites. Igualmente ocurre con aquella persona que decide no tomar una oportunidad única de trabajo porque le implica sacrificar un poco de su familia. El valor del orden debe ayudarnos a darle a cada cosa su peso, a cada actividad su prioridad. A cada afecto el espacio que le corresponde.

 El orden interior se refleja en todas nuestras cosas. Si recreamos nuestra imaginación en fraguar proyectos un tanto inalcanzables, nos entretenemos en pensar que haremos el próximo fin de semana, o en los nuevos accesorios para nuestro automóvil, difícilmente nos concentraremos en las cosas importantes que debemos hacer y perdemos un tiempo valioso. En este ambiente ficticio esta la pereza, no nos extrañe que nos cueste "mucho trabajo" recoger las cosas o terminar a tiempo cualquier actividad.

No muy lejos están nuestras palabras y conducta. Hay personas que constantemente (por no decir siempre) hacen bromas, juegan con las palabras para provocar la risa general, tienen mil y una ocurrencias divertidas, y en ocasiones es muy difícil hablar de algo serio con ellas. Esto que parece alegría y buen humor, podría ser la viva representación de una mente ocupada en cosas superfluas y con poca -o nula- reflexión; algunas veces esta personalidad se asocia con tener prisa por terminar, hacer las cosas a la ligera y presentar muchos errores en sus trabajos finales.

Como un agregado surge la apatía hacia el trabajo disfrazada de actitudes aparentemente normales: levantarse a preparar una taza de café y conversar varios minutos con algún encontradizo; revisar una y otra vez nuestros pendientes, cuando en realidad estamos buscando cual es el más fácil y cómodo para comenzar a trabajar; pasar de un escritorio a otro para preguntar cualquier asunto del trabajo, y de paso platicar de algunas trivialidades. La falta de orden se presenta muchas veces con el activismo: dar la apariencia de hacer… sin hacer.

En medio de nuestras ocupaciones habituales, e incluso con alto rendimiento y eficacia personal y profesional, podemos estar rodeados de papeles, objetos, libros, cajones de uso múltiple y adornos de todo tipo. Este descuido generalmente va acompañado de un propósito de arreglo, pocas veces concretado debido a la prisa por hacer lo "verdaderamente importante", pero el orden exige plasmar en la agenda un momento y tiempo determinado para cuidar este pequeño pero significativo detalle, cada cual sabe dónde deben estar las cosas.

 La alegría, la convivencia, los planes personales y una gran capacidad de trabajo caracterizan positivamente a la persona, sin embargo, todo aquello que se omite o se hace fuera de tiempo y oportunidad, provoca desorden e ineficiencia.

 ¿Qué virtud es esa del orden?

Podríamos decir que un alumno tiene el valor del orden cuando se comporta de acuerdo con unas normas lógicas, necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en la realización de las actividades, por iniciativa propia, sin que sea necesario recordárselo.

 El desarrollo del valor del orden, como todos los valores morales, tiene dos facetas: la intensidad con que se vive y la rectitud de los motivos al vivirla. Ocurre, en ocasiones, que el orden llega a ser un fin y convendría aclarar, desde el principio, que este valor debería ser gobernado por la prudencia.

 Aunque en la descripción inicial nos hemos referido al dónde, cuándo y cómo de cualquier actuación, hay un aspecto del orden que habría que aclarar previamente. Me refiero al orden en la jerarquía de los mismos objetivos de mejora planteados. Si se entiende el orden en el trabajo académico como algo necesario para conseguir unos resultados adecuados es muy diferente que considerarlo como una necesidad derivada de una manía de los profesores. No se trata de estructurar el trabajo en todos sus aspectos sino de establecer lo mínimo para poder perseverar unos objetivos de mucho valor. Y eso es ser prudente.

 Otro aspecto esencial dentro de este valor es el de la distribución del tiempo. Y, a su vez, uno de los problemas más importantes que encontramos en relación con la distribución del tiempo es saber lo que es importante y lo que es urgente y, a continuación, no sacrificar continuamente lo importante a lo urgente. Los profesores pueden saber perfectamente que es enormemente importante hablar con sus alumnos para conocerles, para mostrar su interés en lo que están haciendo, etc. Sin embargo, surgen un sinfín de pequeñas necesidades, urgencias, que impiden, en principio, esta atención. Si es difícil para los profesores, seguro que será difícil para los alumnos. Sin embargo, habrá que enseñar a los alumnos a ordenar sus actividades en el tiempo, de acuerdo con lo que es prioritario en cada momento.

 Principalmente, se trata de coordinar el desarrollo de unas actividades rutinarias con las actividades que tienen un desarrollo continuo en un tiempo determinado.

El sentido común nos llevará a ver que es necesario establecer unas normas lógicas para coordinar las dos posturas. Estas normas serán resultado de haber considerado la naturaleza de la actividad que hay que realizar. Quizá nos ayudará a pensar en cinco tipos de actividades:

 1. Actividades que hay que realizar en un momento específico y regularmente.

2. Actividades que necesitan un tiempo seguido específico para realizarlas.

3. Actividades que necesitan bastante tiempo para realizarse, pero que no requieren que sea seguido.

4. Actividades de duración variable que pueden colocarse en cualquier momento.

5. Actividades periódicas, pero no frecuentes o actividades ocasionales a realizar en una fecha dada.

 En la convivencia escolar se debería informar a los alumnos sobre las actividades académicas que hay que realizar en un momento determinado, en primer lugar. Este momento no se refiere necesariamente a la hora del reloj. Por ejemplo, sacar los cuadernos de la materia nada más que entre el profesor de la misma.

 En el segundo tipo de actividad se trata de prever el mejor momento y respetarlo. Además, es lógico que habrá más posibilidades de cumplir si se coloca en primer lugar. Siempre surgen imprevistos y las actividades que necesitan un tiempo continuado no son compatibles con estas cosas urgentes.

 El tercer tipo de actividad requiere que los alumnos sepan recordar y que sepan guardar el objeto de atención de tal modo que sea factible volver a empezar. Leer un libro supone que el alumno recuerde que está leyendo un libro y que sepa dónde lo ha dejado. El orden en este sentido está muy relacionado con la perseverancia, porque hay algunas actividades que pueden durar mucho tiempo.

 Las actividades de duración variable que pueden colocarse en cualquier momento nos ofrecen muchas dificultades. Hacer un ejercicio, aunque sólo cueste quince minutos, puede llegar a ser un motivo de preocupación durante demasiado tiempo.

 Por último, las actividades periódicas, pero no frecuentes, o actividades ocasionales a realizar en una fecha dada, ofrecen la dificultad de recordarlas a tiempo. Me refiero a entregar un trabajo en un día concreto.

 

Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien.

Pitágoras

El orgullo por tu nombre

A lo largo de mis largos años de experiencia he encontrado a muchos buenos noájidas confundidos con un aspecto que es bastante importante, aunque a menudo tomado con ligereza: el nombre propio.
Seguir leyendo El orgullo por tu nombre

Era martes…

Era martes, tenía hora puente en el colegio, así que aproveche para ir a casa para acomodar un poco, limpiar, cocinar, etc. Encendí la TV para ver que novedades me traía el mundo, la hora era algo así como entre las 8:30 y 9:30, no recuerdo bien.
Cambio de canales y me detengo en CNN, por nada en especial, no tenía la cabeza realmente puesta allí.
Seguir leyendo Era martes…

Rosh HaShaná para gentiles

Amigo noájida querido, como sabes estamos a pocos días del comienzo de un nuevo año universal, y surgen dudas respecto a cómo vivirlo de manera noájica.


Te enseño en este momento que es correcto que los gentiles celebren el comienzo del año, Rosh HaShaná, que en el calendario civil corresponde (en este año) a los días 23 y 24 de Setiembre de 2006 (comenzando a partir del viernes 22 al caer la noche).

Tal como hemos enseñado (htp://serjudio.com), este día es de regocijo, pues estamos conmemorando el inicio de un año pleno de esperanzas y deseos de bendición.
Pero, al mismo tiempo es momento de seria reflexión y recogimiento, pues, no es cuestión de comenzar el año a tontas y locas, sino con equilibrio y cordura como para encaminar nuestras vidas por sendas de edificación y trascendencia.

Por lo tanto, te aconsejo que si puedes hagas lo siguiente:

  1. Medita sobre qué actos negativos que has realizado durante este año que está culminado, y piensa a quién debes pedir disculpas sinceras, y qué acto negativo no deseas volver a realizar.

  2. Pide perdón y haz el compromiso de que no volverás a caer en el mimso error.
    Pide perdón a tu prójimo por lo que le has causado, y pídele perdón a Dios por lo que Le has desobedecido.

  3. Perdona a aquellos que te ruegan sinceramente tu perdón.

  4. Da caridad en abundancia.
    Apóyanos como parte de esta caridad. Recuerda que cada centavo que das a FULVIDA sirve para bendecir e iluminar la vida de miles de personas.

  5. Que al llegar la noche que comienza el año (22/9/06 en esta ocasión), esté en orden tu hogar. Tanto en lo práctico como en lo afectivo.

  6. Arregla una mesa festiva con colores claros, blancos preferentemente.

  7. Convida a participar a una reunión familiar y de amigos.

  8. Prepara platos gustosos para compartir.

  9. Comienza la cena con palabras de agradecimiento al Eterno, y de alusión a la bendición de gozar y compartir los alimentos y la compañía.

  10. Come como primer bocado trozos de manzana untada con miel, afirmando tu deseo de gozar de un año de dulzura y plenitud.

  11. Acompaña la cena con pan dulce.

  12. Bebe vino con estricta moderación, una copa como mucho.

  13. Durante los dos días del Año Nuevo Universal, tómate tiempos para la introspección y reflexión y compromiso a mejorar aquellos aspectos mejorable, y evitar las conductas nocivas para ti y los otros.

  14. En estos días comprométete a ser un participante de los que construyen el mundo, en lugar de ser de los que atraen el caos. Haz el compromiso (sin prometer ni jurar) de trabajar en determinada obra de bien, y ponte en campaña lo antes posible.

  15. Haz tus plegarias admitiendo con más energía que la habitual el reinado supremo del Eterno por sobre todo y todos.

  16. Reúnete en tu comunidad de noájidas, FULVIDA por ejemplo, para seis cosas:
  1. Estar con gente fiel a Dios.
  2. Pedir perdón y darlo.
  3. Alabar al Eterno.
  4. Agradecer al Eterno.
  5. Pedir con humildad por los dones del Eterno.
  6. Atender el mensaje de inspiración para el comienzo del Nuevo Año Universal.

Bien, estos son algunos pasos, espero que te sirvan para celebrar y edificar.

Quedo a tus órdenes para ayudarte en lo que pueda.

Te deseo un muy buen año, pleno de bendición, dulzura, salud, bienestar y shalom.

El moré Yehuda Ribco
Presidente Honorario FULVIDA Internacional

Feliz séptimo – Ki Tavó

Hola mis hermanos noájidas, quiero desearles que pasen un feliz y armonioso séptimo día, recuerdo de la Creación, reafirmación del poder del Eterno sobre todo lo creado.
Y para que medites un poco, en familia y con amigos si puedes, te dejo una enseñanza que proviene de la porción de la Torá que es leída por comunidades judías este sábado.
Seguir leyendo Feliz séptimo – Ki Tavó

La verdadera maldición

Muchos hermanos noájidas han escapado de las feas garras de la idolatría que se disfraza de piedad. Han sido liberados de la opresión de las comunidades de falsos judíos mesiánicos, de los soldados del IMperio del Mal, y están en el bello camino del reencuentro amoroso con el Padre de todo ser.
Seguir leyendo La verdadera maldición