El oficio de los líderes principales y promotores de la idolatría, puede ser comparado, directamente con la manera en que brujos, adivinos y chamanes ejercen dominio sobre la conducta y voluntad de la gente. Estos mediante la interpretación negativa de los signos naturales infunden un temor a lo sobrenatural recurriendo a la falsa intervención de espíritus.
Descubrieron el modo de dirigir la conducta humana, por medio del temor a lo sobrenatural, llegando a la conclusión de que dicha conducta se controla mucho mejor por la estimulación del miedo, que por la del amor.
Del mismo modo los líderes idolátricos, llamese cristianos, manipulan la conducta y voluntad de sus fieles mediante el miedo al sufrimiento eterno pos mortem, en ese lugar al cual ellos llaman infierno gobernado por Satanás.
Claro está que para salvarse de ese cruel destino deben aceptar como salvador al falso mesías y redentor, como así también cumplir con todos los rituales que imponen dentro del circo idolátrico.
El miedo ciega la razón del ser humano, por lo tanto no sólo se prestan a este tipo de prácticas, si no que ni siquiera se preguntan si realmente es lo que D-s quiere para ellos y por el contrario defienden a muerte todo esa mentira impuesta, sin siquiera saber realmente en que basan su defensa.
Para empeorar la situación, estos individuos ciegos, someten a sus hijos del mismo modo que fue hecho con ellos,(miedo al infierno, adoración a ídolos, a supuestas deidades, etc) de este modo se genera un mecanismo cíclico difícil de interrumpir.
Considero que nuestra difícil misión es mostrarles lo que realmente quiere D-s para todos nosotros los gentiles, sin utilizar el miedo como condicionante de su conducta, si no por el contrario mostrándoles que cumpliendo los 7 preceptos universales y transitando por el camino del noájida, se puede construir poco a poco un mundo de paz, alimentando nuestro espíritu y estrechando nuestra relación de amor y respeto con El Eterno.
David.