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Publicación del Moré Yehuda Ribco por Fulvida New York

"Noajismo, Preguntas para seguidores de Jesus"
"Noajismo, Preguntas para seguidores de Jesus"

Buen día. En este día tan especial, podemos disfrutar de un nuevo avance en las publicaciones de Fulvida. Nuestro amigo Uriel Chavez y su equipo en New York nos traen a luz una publicación más del Moré, Lic. Yehuda Ribco: «Noajismo, Preguntas para seguidores de Jesus».

Una especial enseñanza que nos lleva a reflexionar sobre los caminos sin vida que ha construido la idolatría. Revelando en forma sabia desde las enseñanzas de los verdaderos sabios de Israel, el buen camino del noajismo desde la Torá.

Una imagen hermosa se presenta en su portada. El «árbol seco». Así se estable que los caminos de la idolatría llevan al hombre a no saber el motivo de su existencia y lo apartan del «árbol de vidas que es la Torá»

A la vez, en el fondo se muestra la imagen de un arco iris. Señal de que los siete principios universales están ahí para quien quiera verlos. Aunque hubo «árbol seco», la acción manifiesta de retomar los siete a través del «árbol de vidas» que es la Torá, se muestra por encima de todo el panorama.

Lo mas maravilloso es que nuestros amigos en New York entregaran en forma GRATUITA, si leyó usted bien. En forma gratuita entregaran un número de ejemplares en la Unión Americana en los estados de: New York , New jersey , Connecticut , Massachusetts , Maryland , Pennsylvania , North Carolina. En fechas, horarios y locaciones de esos estados que darán a conocer en los comentarios de esta publicación.

Para lo cual es una muy buena idea hacer algo similar en algunas locaciones o en algunos estados de la República Mexicana aledaños al D.F.Así la publicación «Fundación Luz de Vida» la cual contiene cuatro secciones anunciadas anteriormente en esta pagina se harán llegar a más personas. Indicaremos fechas precisas y locaciones en los comentarios de esta publicación ya que debido a cuestiones de presupuesto tendremos que realizar un plan para realizar esta acción.


Uriel Chaves nos recuerda lo siguiente:

El camino es largo , debemos quitar la ventaja que nos a ganado la idolatría. El renacer del Noajismo esta en nuestras manos y cada uno de nosotros somos responsables de que esto crezca. Trabajemos en equipo.

Otorguemos una mano al More Yehuda Ribco

(Añade un servidor, Ramón Ruiz Quezada: Y a la humanidad)

A trabajar Familia de Fulvida.
Uriel Chavez
Fulvida New York

Shalom desde Nueva York, desde México, pero sobre todo desde Fulvida.
Ramón Ruiz Quezada
Fulvida México

DESCARGANDO LA MOCHILA

Hay muchas ocasiones en que vamos por la vida cargando mochilas que nos sobrepasan y ¿porque? si esto nos impide avanzar, detengámonos un momento y miremos que hay dentro, vamos a encontrar que hay muchos cosas innecesarias que ya no tienen razón de ser (ritos,sermones,mandas fé étc)quizás en un momento las utilizamos pero ya no, están viejas, caducas arrojemos estas por inútiles, también podremos encontrar cosas voluminosas y poco prácticas( pecados,penas,rencores, idolatría étc) es notable como se va disminuyendo esa mochila escarbemos otro poquito, están las  amarguras,el mal humor, los problemas ajenos,las cosas que no entendemos, los errores, la envidia,la necesidad de ser más ,ganar más, las deudas para mantener la imagen ese ídolo que pide más y más, votemos también esto;¡¡ pero que bien!! ya casi estamos desocupaditos, ahora sí podemos caminar cómodos, aun llevamos la mochila podríamos poner cosas lindas hay tanto espacio, que les parece un arco iris, amor, alegría, entusiasmo,..¿que raro?.. las echamos a la mochila y se quedan en el corazón, no pesan, ahora vamos livianos y radiantes con tanta lúz que sale de nuestro arco iris, y amor de nuestro corazón.

Expresar correctamente los mandamientos

Seis de los siete mandamientos universales han sido expresados como ordenes categóricas negativas.
Es decir, se manifiestan como prohibiciones, y así deben ser mantenida su formulación.

Uno de los mandamiento ordena no adorar dioses ajenos. De esta raíz espiritual se desprenden decenas de conductas, tales como rezar al Eterno, reconocer Su existencia, estudiar las porciones aptas de Su Torá, serLe fiel, entre otros.
Pero, debe quedar absolutamente claro que el fundamento es la prohibición que reza: no adorar dioses ajenos.

¿Qué tiene de adverso si propusiéramos este mandamiento de forma positiva, por ejemplo como: creer solo en el Eterno?

Presta atención.
Si llegara un malvado y rebelde y te dijera: «Adora a mi dios» (que no es Dios), tú sabes que tienes prohibido adorarlo, porque claramente eso te exige el mandamiento.
Pero, si te confundieras aprendiendo que el mandamiento es: creer solo en Dios; podrías decir: ‘Ah bueno, yo creo solo en Dios, pero voy a adorar a un dios que sé que es falso. ¿Qué me cambia si no creo en él?’.
¿Estarías cumpliendo tu parte del Pacto que tienes con el Padre Celestial?
Tristemente, no lo estarías haciendo.

El mandamiento dice claramente: no asesinar (personas)
Si aprendieras que es en cambio: respetar la vida, ¿en qué te podrías confundir?
Haz el intento de darte cuenta y coméntalo por favor aquí abajo de este texto.

Así pues, redoblemos el esfuerzo por educar los mandamientos en su expresión correcta, para alejar el error y acercar a la Luz.
Por supuesto que aprendamos las ramificaciones de los siete mandamientos, para cumplir y enseñarlos también.
Dediquemos nuestra vida a la fidelidad al Eterno, de la manera que Él propone, que es el cumplimiento cabal de Sus mandamientos.
Esa es nuestra tarea y nuestra gloria.

A seguir construyendo Shalom, bajo las alas de la Divinidad.

Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

Analizando el Segundo de los Mandamientos

En ocasiones anteriores hemos comentado otros preceptos, ahora es el turno de el segundo de los 7, este precepto nos indica como debemos de conducirnos respecto del trato que le damos a nuestro prójimo, pero también nos enseña el porque debemos de conducirnos con sinceridad y comprensión hacia nuestro prójimo, tratando a las personas de forma digna y respetuosa en todo momento y en todo lugar. 

Como un breviario cultural vamos a estudiar también el concepto de “SEFIRA” (ESFERA) porque es importante saber cual su concepto, ya que a cada uno de los mandamientos le corresponde una esfera, y cada esfera esta relacionada con uno de los colores del arcoíris, que a su vez es el sello del Pacto Noajico, el numero total de mandamientos es el numero 7 y esta asociado también con los 7 días de la Creación del mundo.

Las Sefirot no son entidades en ningún sentido. No tienen tamaño ni

Posición, ni inteligencia ni poder. En esencia, no son individuales porque

Cada una contiene dentro de si a las demás.

Sus nombres son aquellos que la Tora da a los atributos e intenciones

propios de Dios – al punto que El desea hacerlos conocidos  así que la mente

humana pueda comprender lo que esta por encima de su capacidad: los

misterios de la creación, cuyas verdades son conocidas solo por el Creador

Mismo.

De esta manera, las Sefirot sirven como señales para que sepamos para

donde dirigir nuestros esfuerzos, judío y gentil cada cual de acuerdo a los

mandamientos con que se les haya provisto. Las Sefirot representan los valores

positivos que se trastocan por rupturas de las leyes que van paralelas a ellas.

Por tanto, cuando las leyes son respetadas las Sefirot resplandecen, como si

estuvieran en su pureza verdadera, radiando la luz del amor infinito de Dios

a las vidas de los seres humanos y bendiciendo todo aspecto de la existencia,

arriba y abajo.

 

Bueno ahora que explicamos el concepto de Sefira y de las 7 sefirot(esferas), pasemos a ver que es lo que dice el mandamiento.  

EXPLICACIÓN DE LA SEGUNDA LEY NOÁJICA

Es la conciencia por servir al Eterno, restituir, redimir, o remediar el estado desfavorable actual del mundo y se identifica con el esplendor. Se hace a través de la sumisión del ser y el compromiso de la voluntad con la ley natural del Eterno. Para así traer la presencia divina al planeta. Se logra con sinceridad ya que es la rama del temor reverencial hacia el Eterno. Es reconocer sinceramente que uno está en la creación única y exclusivamente para re establecer la presencia del eterno en el planeta. Y todos poseen por igual la habilidad para restituir el estado original favorable del eterno en la creación. De ahí se deriva que no se debe blasfemar contra el prójimo que posee la misma habilidad para restituir, redimir, o remediar el estado desfavorable actual del mundo.

Esto implica también que no se debe pensar en suplantar o modificar el estado del universo establecido por el Eterno a través de prácticas adivinatorias, de brujería, médium, espiritistas, conjuros, necromancia, etc. Ya que esto sería blasfemar contra el Eterno y contra lo que así naturalmente se ha determinado. Así se establece que el hombre no debe intentar suplantar el esplendor del Eterno. Ya que la forma de redimir y contribuir a la redención del planeta la ha determinado el Eterno a través de leyes naturales especificas de sumisión y compromiso. Cuando el no judío aprende el concepto de sumisión y compromiso que tiene el judío por redimir el mundo, logra servir al eterno igualmente para restablecer lo mas favorable de la vida y la naturaleza en el planeta y la presencia del Eterno (Shekinah). Esta se expande en todos por igual, más si la persona piensa: ¿Por qué a él si le va bien y a mi no? No hay sinceridad en la conciencia individual de que la Shekinah se expande en todo el universo por igual ni hay reconocimiento del esplendor propio. Esto ocasionaría que se pueda caer en prácticas rituales de blasfemia como brujería, espiritismo, chamanismo, necromancia, rituales, racismo, aniquilación de masas, genocidios, etc. (Prohibido por D-s)

Equilibrio o desequilibrio emocional derivado del reconocimiento sincero del esplendor propio.

Canalización favorable ó equilibrio emocional en la persona: Empatía, Reconocimiento del valor de los sentimientos y necesidades del prójimo. Alegría por el éxito ajeno resultado de mi apoyo. Facilitador de éxito. Amor al prójimo, conciencia de que lo favorable de la vida ocurre en todos por igual, búsqueda de que se acabe lo no favorable del universo más anhela que el que practicó lo no favorable del universo sea rescatado.

Canalización desfavorable ó desequilibrio emocional en la persona: Se siente amenazado por el éxito ajeno. No permite al otro desarrollarse, Ve el éxito del otro como un obstáculo. No comprende al otro ni lo ama. Blasfema contra del prójimo o contra quién desea algo bueno para el prójimo, Avaricia, Racismo, elitismo, sentimiento de superioridad, sentimiento de que lo favorable de la vida no ocurre en todos por igual, odio hacia el prójimo o hacia quién no practica las mismas creencias, blasfemia al Eterno con practicas ocultistas, rituales, magia o trucos para conseguir supuestas ventajas o con intenciones de dañar al prójimo.

SEGUNDA LEY NOÁJICA

MITZVA # 70 BENEI ISRAEL / MANDAMIENTO BENEI NOAJ # 2: NO A LA BLASFEMIA HACIA EL ETERNO O A SUS ESCOGIDOS, AMO A MI PRÓJIMO

                                                                              

SEFIRÁ: Hod TRADUCCIÓN: RECONOCIMIENTO, ESPLENDOR (El quinto día o quinto atributo de la creación)

DIRECCIÓN: ABAJO

Está en el cuerpo humano/ PIERNA IZQUIERDA

COLOR: NARANJA
DIMENSIÓN EXTERNA ó CUALIDAD ESPIRITUAL (LO QUE EL ETERNO ENVÍA): SUBLIMACIÓN, ESPLENDOR

DIMENSIÓN INTERNA ó FORMA EN QUE SE EXPERIMENTA (LO QUE LA PERSONA RECIBE): SINCERIDAD

Honestamente en este precepto muchos fallamos y me incluyo, a veces nos hemos dado cuenta de que a ciertos comportamientos respondemos de una forma agresiva, y no necesariamente tiene que ser así, pero tenemos estas herramientas que nos permiten conocer como debemos de actuar y el porque, cada uno de nosotros somos capaces de contribuir para remediar el desfavorable estado actual del mundo, dotados con la misma habilidad para hacerlo debemos de concientizarnos en que no podemos tratar a nuestro prójimo con desprecio e ira.

¿Nosotros comprendemos y amamos a nuestro prójimo?, tal vez si pero en nuestra condición de estudiantes de esta nueva forma de vida que es la mas antigua desde que se formo la civilización en ciertos aspectos tenemos algunos desequilibrios todavía, particularmente en este mandamiento muchos tenemos varios desequilibrios.

Recién estamos ingresando a esta nueva forma de vida, pero estamos obligados a trabajar en los puntos en los cuales estamos fallando, desde un punto de vista particular creo que en este mandamiento tenemos que trabajar bastante, a veces somos muy reaccionarios cuando pensamos que nos ofenden aunque a veces ni siquiera esas son las intenciones, todos estamos dotados de la misma habilidad de restituir un estado favorable en la creación, todos y cada uno de nosotros, podemos contribuir a re establecer un estado mas favorable en la creación “todos por igual”, si asimilamos estos conceptos hallaremos que le debemos mucho respeto a cada uno de nuestros semejantes bajo cualesquiera que sean las condiciones en que nos hallemos.

Los 7 preceptos para las naciones fueron las instrucciones dadas por el creador al primer ser humano (Adam) y luego aumentaron en una mas desde Noaj, son las leyes bajo las cuales podemos desarrollarnos y convivir en armonía, son las instrucciones de cómo hacer nuestros deberes como seres humanos, pero mas aun son el propósito de nuestra existencia en este mundo.

Así que a trabajar en lo has detectado que estas fallando, fulvida no es lugar donde solo venimos a escribir y a leer, fulvida es un lugar para la formación de todos y cada uno de nosotros, es pensamiento pero acompañado de acción, todos los afortunados lectores que pueden acceder a estos conocimientos estúdienlos y aplíquenlos, pues tal es el deseo del Creador.

Por ultimo me despido ofreciendo disculpas a lo que hayan sido presas de mis desequilibrios, pero como sabrán yo también estoy en formación estudiando aprendiendo y publicando.

Les deseo felices estudios y que lo que aprendan sea de bendición para el mundo entero, que la Luz del Eterno ilumine su camino.      

¡Un abrazo y Feliz séptimo!

Oficina Fulvida México

Referencias

LIBRO

Los Siete Colores del Arco Iris

Principios Éticos de la Tora para No Judíos

Rabí Yirmeyahu Bindman

Organizando la cosa…

«Quien falla en establecer un sistema judicial, esto es, alguien que vive en una ciudad o comunidad en que no hay cortes y que no hace nada para corregir la situación, amerita la pena capital» «El Camino del Gentil Justo» (Clorfene & Rogalsky)
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Seguir leyendo Organizando la cosa…

Hablando de las Siete Leyes (parte 2)

Por Carmen Hermoza y Juan Mayorga

Como mencionamos en la parte 1, un requisito básico para poder presentar ante otra persona el conocimiento de las Siete Leyes Universales es apreciarlas en su real dimensión, con su belleza, flexibilidad, sensibilidad, racionalidad y tolerancia. Más aún, si quien habla sobre el Código Noájico es (él mismo) un gentil observante, entonces es indispensable un par de ingredientes adicionales que son esenciales:

  • un orgullo sano por su propia observancia;
  • un dominio apropiado sobre el tema.

Si usted no tiene estos dos ingredientes – quizá porque es muy reciente su apego a las Siete Leyes o porque está «enganchado» todavía con la idea de hacer la conversión al Judaísmo, no sufra por verse imposibilitado de presentar con efectividad el legado de Noaj a sus parientes, vecinos, amigos, etc. Nadie se va ir a algún (inventado) infierno, ni se va a perder. Estos son conceptos cristianos y no tienen nada que ver con el Monoteísmo. Ocúpese primero de lo que le corresponde a usted y luego, con el tiempo y si Dios lo permite, usted podrá ayudar a otros. Cuando las aeromosas dan las instrucciones de seguridad para el vuelo, indican que «en caso de despresurización de la cabina caerán de la parte superior unas mascarillas conectadas a surtidores de oxígeno; póngasela con cuidado, asegúrese que funciona y entonces podrá ayudar a otros pasajeros». Seguir leyendo Hablando de las Siete Leyes (parte 2)

¿Cómo creer?

Consulta. Primero estuve leyendo su blog, y encontré al parecer una pequeña falta de ortografía… Segundo. Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…??? Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron. Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion… De ante manos agradezco su respuesta. Saludos profesor. Identidad en reserva.

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Respuesta. Gracias tanto por tu pregunta como por tu corrección de ortografía. Si tienes más preguntas u observaciones sobre la ortografía no dejes de avisarme y vemos qué se puede hacer al respecto.

Estuve leyendo el Camino del Gentil. Aún no lo termino, pero mi pegunta es la siguiente… ¿cómo creer en Dios y a la vez temerle…???

Te felicito por ser un buscador de la verdad. Nunca pierdas eso, es una de las características básicas del ser humano. Por ello te invito a que efectivamente termines la lectura del Camino del Gentil Justo (Clorfene & Rogalsky) y ¿qué tal si luego lo relees? Las respuestas que te voy a dar no son de mi inspiración, están básicamente contenidas en el libro mentado.

Creer que existe Dios, que es Uno y Unico, que sostiene al universo entero a cada segundo y (entonces) vivir conforme a este conocimiento es, justamente, temer a Dios.

Tratemos de explicarlo. Primero que nada, «temer» no se refiere a «tener miedo». En condiciones normales uno no le tiene miedo a un padre o a una madre sino un respeto profundo y reverencial. Así como «tememos» a un progenitor es que debemos «temer» a Dios (claro elevando la cosa a la máxima potencia posible).

¿Cómo procedería un ladrón si sabe que en el supermercado en que se encuentra han puesto un nuevo sistema de vigilancia que no deja prácticamente ningún rincón fuera de observación? No creo que se anime a «trabajar», ¿cierto? Lo mismo sucede con Dios, puesto que nos observa todo el tiempo, y si estamos concientes de ello, ¿nos atreveríamos a obrar mal sabiendo que El nos mira (aun sabiendo que ninguna persona nos mira)?

Pero hay un nivel superior a abstenerse de hacer algo incorrecto por temor a Dios. Es cuando (a más de abstenerte de hacer lo incorrecto) haces lo que es correcto por temor a Dios.

Te doy un ejemplo. Durante la segunda guerra mundial muchas personas se abstuvieron de asesinar judíos, gitanos y homosexuales a pesar de que estaba de «moda» hacerlo. Estas personas se abstuvieron de hacer lo incorrecto. Otras personas fueron más allá, adicionalmente, protegieron o escondieron judíos (o gitanos u homosexuales) para tratar de salvar vidas humanas. Estas personas hicieron lo correcto (si quieres leer un poco sobre ellas busca la página de Yad Vashem y busca el enlace a Historias de Gentiles Justos).

Pero hay todavía un nivel superior de conectarse con el Creador. Es cuando dejamos de hacer lo incorrecto y hacemos lo correcto, pero no (sólo) por temor a Dios sino por amor a Dios…

Mis padres son católicos, no son muy proactivos con respecto a esta religion, y yo no realize la primera comunión, sólo me bautizaron.

¡Gracias a Dios! Sí, gracias Dios que tus padres no sean proactivos en su Catolisismo. Si hubieran sido «fieles» a su Catolisismo te lo hubieran inculcado y tu no tendrías la maravillosa oportunidad de buscar por tus propios medios la Verdad.

¿No hiciste la primera comunión? ¡Felicitaciones! Yo tampoco la hice ni nunca la haré pues ya soy mayorsito y me he dado cuenta que hacerlo sería renegar de mi fé en el Creador.
¿Se puede meter el Infinito en una cosa finita? Imposible. Entonces, ¿tiene sentido creer que Dios se metió en el cuerpo de un ser humano? Creer en un dios-hombre es idolatría.

Desde hace años, que estoy en busca de la fe, de creer en algo… y el año pasado hay algo que me sucedió que me hizo pedir ayuda a Dios… realizar una demanda. Pero me di cuenta que si bien creo que existe un Dios, esto se produjo solo por la desesperacion…

En el capítulo del Camino del Gentil Justo que trata sobre la Oración dice:

Cuando un gentil se ve presionado por una emergencia personal, se espera definitivamente que rece a Dios. Tal plegaria demuestra una creencia básica en Dios, exhibiendo la confianza de que sólo El es Quien da el sustento y que sólo El sana. Aquel que no reza a Dios en época de necesidad demuestra que no crée en El sino en otras fuerzas.

Así que tu clamor a Dios cuando estuviste en aprietos vino de lo más profundo: fue porque reconoces efectivamente que El existe.

Lo que sí: no busques una «fé». Hay muchas, casi todas vestidas de piedad pero que contienen elementos de mentira e idolatría.
Más bien busca la Verdad. No te canses de buscarla. Cuando la encuentres te darás cuenta que no te exige rituales, si no simplemente que cumplas con tus obligaciones como ser humano civilizado y que seas feliz.

¡Sigamos adelante!
Juan

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español «Los Siete Colores del Arco Iris» (Y. Bindman), «El Camino del Gentil Justo» (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y «¿El Verdadero Mesías?» (A. Kaplan).

«Los Siete Colores…» al aire, ¡por fin!

Hace seis años, un día viernes allá en la bonita (pero no tan amable) ciudad de Viena abandoné, gracias a Dios, el Cristianismo. Medio helado y metido en las cobijas, leía unos artículos de fuentes judías ortodoxas, hasta que el sentido común y la lógica vencieron a la ya desgastada resistencia que presentaban mis creencias religiosas.

Lloré mucho. Pero no soy de las personas a las que les gusta llorar si no más bien de «armas tomar», como se dice en Ecuador. El domingo inmediato, fui a la iglesia donde iba y devolví unas cuantas cosas que me habían prestado, no volví nunca más. Ni volveré a entrar a una iglesia (a menos que sea para salvar la vida de alguien). Seguir leyendo «Los Siete Colores…» al aire, ¡por fin!

Un universo sabor a zanahoria

A mi hija Keren de 4 años no le gusta que la sopa tenga zanahoria. Zanahoritas en ensalada no son problema pero cuando vienen en la sopa la cosa puede tomar tintes dramáticos. Cierto: en cualquiera de los dos casos, ensalada o sopa, tenemos zanahorias. Entonces ¿cuál es la diferencia?

Cuando las zanahorias vienen en ensalada, ella puede «vencerlas»: con un poco de paciencia (o más bien impaciencia) las saca de su plato.

Con la sopa no funciona el truco: saca las zanahorias para entonces comprobar que el remanente sigue teniendo «aquel sabor«.

Muchos científicos tratan de sacarle el sabor a zanahoria a la sopa de zanahoria pero el universo es una sopa cocinada hasta la saciedad con zanahoria.

Para donde regresemos a ver, nos encontramos un cierto «sabor»; demasiadas «casualidades»: un universo preparado para gente que la habite es el contenido del “principio antrópico«.

Los científicos tenemos un trabajo excitante. Un trabajo especialmente sabroso para quienes tenemos la oportunidad de vivir en esta época de altísimo desarrollo tecnológico y científico. Es que gozamos de la mejor sopa del mundo: si uno es sincero se encuentra a cada paso con que las innumerables casualidades son producto de la Fuerza Sustentadora del Universo, que las causa.

¿Quiere un sorbito de esa sopa? ¿A qué conducen las dos revoluciones científicas más importantes del siglo 20 (la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica)? Al primer versículo del libro de Bereshit / Génesis: «En el principio…«, es decir hubo, después de todo, un principio, un Big Bang.

Quizás, cuando sea un poquito más grande, a mi hija le guste la zanahorita. Hasta tanto todas las noches le da gracias «al Rey del Universo por hacer caer los lazos del sueño sobre mis ojos, el sopor sobre mis párpados y por darle luz a la pupila del ojo…» Le da gracias a Dios por permitirle vivir en Su universo, el universo sabor a zanahoria.

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español «Los Siete Colores del Arco Iris» (Y. Bindman), «El Camino del Gentil Justo» (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y «¿El Verdadero Mesías?» (A. Kaplan).