Archivo de la categoría: consejo

Resp. 504 – Actuar como noájida sin ser orgulloso

Buenas noches Lic. Ribco
Es bueno saludarlo de nuevo, no le he escrito desde que me recomendo que viera un rabio ortodoxo.
Lic despues de eso me han rechazado aunque no se si esa es la palabra pero si me han devuelto unas 3 veces pero me ha dado tiempo de estudiar, aprender.
Pero me pasa algo raro en realidad extraño.
Necesito su consejo, Lic. yo tengo bajo mo direccion a muchos obreros, y siempre antes me reunia con ellos y charlabamos mucho tiempo sobre mujeres, alcohol, chismorreo etc cosas que hoy en dia mi ser en lo mas hondo de el rechaza y aborrece ciento que mis oidos, ojos y boca estubieran contaminados no se como si se ensuciaran mis facultades, mi miedo es que no se que me pasa cada ves hablo muchisimo menos casi me siento ahora como una isla, me cuesta trabajo hablar algo mas de que no sea necesario, la gente me critica por no perder el tiempo hay como antes pero de verdad que yo ya no puedo estar en esto.
mi miedo es que me combierta en una persona orgullosa o que desprecia a los demas no se como llevar con esto pero yo quiero vigilar mis sentidos y ser un hombre buenos con los de mas.
Muchas gracias larga vida y todo lo mejor.
Roberto Martinez

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Resp. 503 – ¿Puedo sacrificar?

hola more.
podriamos sacrificar al Eterno nuestro Dios a la manera antigua?
claro que solo a Dios, no a los falsos dioses ni a angeles ni virgenes ni nada de eso.
Ruben Elenes, Panamá

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Resp. 502 – Pareja homosexual

Estimado moré Ribco, con el debido respeto, la presente consulta se refiere a un caso real y sincero, por lo que, más allá de pedir disculpas por cualquier reacción que pueda despertar la consulta, preferiría guardar en el anonimato los datos personales de la gente involucrada dado lo delicado del tema.
Lo consulto porque quería saber si Lev. 18:22 prohibe toda relación sexual entre varones; o simplemente una forma particular de acto sexual (penetración rectal del miembro masculino), dado que hay un varón de inclinación homosexual que esté en una situación de pareja comprometida afectivamente pero al mismo tiempo es una persona que sinceramente desearía servir a D´-s, y vive la posible contradicción entre su afecto a su pareja y su deseo de servir a D´-s como una situación bastante desgarradora,
por lo que cualquier respuesta y consejo sincero que lo ayude a salir de una situación así sería de gran valor.
Desde ya, mil gracias y que D´-s lo bendiga y a todos los colaboradores y lectores de FuLVida también.
Abrazos
Reservado de Buenos Aires

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Alerta! Gripe

cerdoEl mundo se ha estremecido en estos días por la extraña propagación de la tan sonada gripe porcina y es muy interesante ver lo increíble del conocimiento del pueblo de D-is.

El libro del talmud, tal vez la más maravillosa fuente de conocimiento al que un ser humano puede tener acceso, pues genera enseñanzas y consejos para todas las áreas que pueden afectar la vida de una persona, desde que bendición se puede decir al comerse un mango o cual es la mejor forma de invertir el dinero; y hasta si queremos saber algo del cerdo como lo sorprendente que vamos a aprender hoy.

En el tratado Taanit 21, se cuenta sobre una peste que afecto a los cerdos. Rab Yehuda, que era uno de los más importantes sabios de esa época, decretó inmediatamente que todo el pueblo ayunara, para que D-is se apiade y quite de entre las personas esa desgracia. Este sabio movilizó a todos los habitantes del pueblo, presionándolos para que ni siquiera probaran el agua; sin que siquiera un ser humano hubiera sido infectado todavía.

Esta actitud de Rab Yehuda mantuvo a los sabios cuestionándose si cuando una especie animal es afectada puede afectar a los hombres. La respuesta inmediata fue que no; solamente se debe ayunar cuando hay una propagación entre los cerdos.

¿Pero que sucede con los credos, que tienen de diferencia que por su causa debe ayunar toda la población para pedir misericordia Divina? La sorprendente respuesta fue que los cerdos tienen el aparato digestivo casi igual al de los humanos; por eso los virus que los atacan pueden afectar al ser humano.
Lo sorprendente de esto es que estaba escrito hace más de 2000 años y en casi todas las noticas y periódicos del mundo lo confirman hoy.

El cerdo será tema para otro momento. Enfrasquémonos ahora en esta lamentable situación que amenaza al mundo.

Nada absolutamente nada de lo que sucede en el mundo es coincidencia. Todo lo que nos acontece personalmente o globalmente es una llamada de de aviso Divina para despertarnos; y especialmente en esta generación, la generación del Mashiaj las alarmas para despertarnos han sido constantes; el 11 de septiembre, el tsunami, calentamiento global, etc. (incluso estudios demuestran que los desastres naturales se han cuadruplicado en los últimos 20 años). Un gran Rab llamado Rab Yitzhak Ha Cohen dice que D-is nos manda llamadas de aviso constantes por muchos canales; solo tenemos que aprender a sensibilizarnos a ellas y descubriremos que esos mensajes resuenan a todo nuestro alrededor.

A modo de opinión muy personal creo que estamos empezando a ser guiados en un proceso final, a un destino humano que al final será muy, pero muy bueno; y que así como un mujer debe experimentar dolores terribles de parto antes de disfrutar el tener el milagro de la vida entre sus brazos, así esta generación debe experimentar situaciones no tan fáciles para luego disfrutar de la bendita experiencia final de reunirnos en alegría con el Mashiaj.

Quiera el Amo del Universo que las llamadas nos despierten y podamos llenar este mundo de rezo, estudio y buenas acciones, juntos como un solo pueblo buscando la paz eterna.

P.D: Gracias por sus correos de apoyo sobre los videos, siganos visitandonos y comentando:http://www.youtube.com/OR7Noajidas

Resp. 497 – ¿Es la voluntad de Dios?

Hola querido More, espero que te encuentres muy muy bien,
primero que todo, quiero agradecerte por el trabajo que has hecho cada día, por resolver nuestras dudas de la mejor forma, hablándonos con la verdad.
More!!! Estoy llegando a un momento de desesperación en mi vida,  ojala que pudieras darme un consejo, por favor!
1- … desde hace como 6 meses o más, tal vez suene extraño pero parece que mi ego se está apoderando de mi, es decir, que solo pienso en mi, hablo de mi, pienso en lo conveniente para mi, me pregunto, en donde esta mi misericordia???, hice los salmos para doblegar el orgullo, al principio todo parecía ir mejorando, pero creo que me quede atorada.
2- More, me pregunto ¿Cómo puede uno diferenciar la voluntad de Hashem?
3- O ¿hasta que punto debe uno de luchar por lo que quiere?
4- es decir, si las cosas no te salen como tu esperas, ¿es porque tal vez no es algo bueno para ti o porque te debes de esforzar por obtenerlo y hasta qué punto debes de luchar?

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El consejo diario 239

Para compartir tu bendición, primero debes llenarte tú.
Tal como una copa debe estar rebosante para derramar su bendición hacia fuera.

Llena tu vida con buenas acciones, con verdadero pan espiritual, con bondad y justicia, con lealtad.
Solamente cuando tu alma esté nutrida y equilibrada, estarás preparado para ser de bendición.

Resp. 491 – qué hacer ante la incertidumbre?

ideas_sociales nos consulta:

Sr. Moré.
Le escribo debido a que busco orientación o consejo y por que es una persona que no me conoce y no es de mi contexto, asi hay mayor objetividad.
Hace unos meses tuve una crisis familiar fuerte que llevó a una separación de mi esposa y de mí, en este tiempo he identificado mis errores, aunque no sé si es tarde para recuperar lo perdido. Yo aún al amo a ella, nunca la deje de amar (aunque pareciese lo contrario), ¿cómo lucho contra la incertidumbre de tal vez no volver a estar juntos?
Juan, Ferrari, 27, Sociología, D.F., México

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El Secreto de una Familia «la Familia Rothschild»

¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?

Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.

En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.

Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.

Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.

Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.

Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.

¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.

Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.

Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.

¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.

A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.

Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.

Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.

El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.

En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.

Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.

El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.

El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.

Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.

-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.

El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.

-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.

Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».

Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!

El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.

-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».

Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.

Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.

El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.

-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.

El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.

-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»

Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.

El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.

-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».

La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.

La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.

Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.

Referencias

http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm

Alegoría para quien despierta a la conciencia noájica

Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza;
detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas……[]

Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente.

Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos?
¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

Platón – Libro VII de la Republica – Alegoría de la Caverna
(Gracias usuario Samuel: http://fulvida.com/pensamiento/el-consejo-diario-238#comment-14940)