Archivo de la etiqueta: orientacion

Resp. 592 – Estudios Religiosos

antoniojassen nos consulta:

Saludos, mi pregunta va dirigio al comienzo de estudios religiosos en el judaismo, la considero la primera religion de este planeta, que genero la creencia en un ser superior de bondad y justicia…, me gustaria colaborar y recibir informacion de como hacerlo…gracias.
PS: Gracias por este portal. es de gran orientacion, quiero empesar de ser posible de inmediato…
Antonio Cabaña, 38, Ing en Sistemas, Maracay, Venezuela

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Resp. 583 – Que hacer ante un conflicto Armado?

uriel nos consulta:

Apreciado Morè , quiera el Eterno seguir proveyendole las fuerzas para que siga a la cabeza de esta Fundacion y los Noajidas saber recompensarlo.
Esta dificil para mi hacer esta clase de ptreguntas pero necesito de su orientacion.
En caso de una guerra contra mi Pais debo regresar al mismo y reincorporarme en las Fuerzas Armadas para su defensa . Me da muchas vueltas esto en la cabeza ya que tengo una formacion Militar pero mi verdadera formacion ahora esta en el Noajismo. Que debo hacer.
Bendicion
uriel chaves USA

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Resp. 573 – En busca de orientacion

Faber nos consulta:

Estimado More, felicito por su labor de construir shalom para el mundo. Tengo una crisis espiritual muy grave. Acontecida porque me atrevi a enfrentar a mi familia a dejar de hacer cosas ilicitas, depronto ud me entiende, la coca y cosas asi. Ahora todos estan enojados conmigo, porque creen que soy su enemigo y no se dan cuenta que ahora tienen mas que antes, mi padre dejo el licor y lo mejor no viven con temor de otros malos. Y por esto y otras razones estoy apagado, pues me duele su rechazo.
Faber, Huaca, 25, Ing de Sistemas, Putumayo, Colombia

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El pensador de Pensamientos

Jorge era muy desdichado, su obesidad le causaba muchos problemas: tenía dolores de espalda, era objeto de burlas por parte de sus compañeros de trabajo y no había podido tener una relación sentimental estable.

Jorge se decía a sí mismo que ninguna mujer querría tener como pareja a una persona tan obesa como él; de la misma forma pensaba cuando veía que no le habían concedido el ascenso laboral que había solicitado.

Algún tiempo atrás comenzó a deprimirse por razones que no recuerda bien y su atención se dirigió hacia la comida; comía todo el tiempo sobre todo cuando iba a ver televisión; poco después cada vez que veía televisión, comía.

Cansado de su situación, comenzó a hacer una dieta y acudir al gimnasio para bajar de peso, todo según el tratamiento diseñado por su médico.

A la vuelta de algunas semanas, comenzó a ver los resultados cuando se pesaba en las mañanas, al ver que la ropa le quedaba holgada y oír los comentarios positivos de sus compañeros de trabajo.

Pero la tentación de la comida era muy fuerte y casi sin darse cuenta iba recuperando el sobrepeso que tenía antes. Luego le invadía un sentimiento de culpabilidad y se deprimía, pero cada vez que Jorge se deprimía, comía. Era un ciclo sin fin.

De alguna manera se daba cuenta que hacer otra dieta para adelgazar no iba a resolver su problema; a su mente acudían imágenes de años anteriores donde había hecho algunas dietas que había leído en alguna revista o visto en televisión.

Para despejar la mente, Jorge se fue a pasear al parque. Mientras caminaba, seguía pensando en su problema, sin prestar atención a lo que había alrededor de él. Pero la calidez de aquella mañana de sábado lo invadió al fin y su problema y la búsqueda de una solución para el mismo se fueron con aquel globo que se le escapó a un niño de las manos.

Absorto en el paisaje, no reparó en aquella persona que se acercaba rápidamente hasta él.

-¡Hola Jorge!, ¿cómo estás? ¿Te acuerdas de mí?

-¡Claro que sí, Vicente! ¡Cuánto tiempo sin verte!

Jorge no veía a Vicente desde hacía unos diez años, cuando éste se había retirado de la empresa donde Jorge trabaja. Recordó que habían sido buenos compañeros de trabajo, tenían largas charlas y cuando se lo pedía, Vicente daba muy buenos consejos.

Estuvieron largo rato recordando viejos tiempos, riéndose y contándose mutuamente lo que habían hecho desde que dejaron de verse. Durante la conversación, Jorge le contó los problemas que tenía con el sobrepeso y su fracaso en sus intentos de hacer dieta.

«Déjame decirte algo, Jorge», le comenta Vicente, mientras saborea un helado de chocolate, «una dieta es el primer paso para controlar el sobrepeso, no es la solución definitiva. Mientras sigas asociando la comida con el placer, de manera inconsciente eres atraído hacia la ingesta en exceso de alimentos, imaginando que ese placer te va a durar mucho tiempo.»

«Los resultados de una dieta efectiva te proporcionan un nuevo paradigma donde comienzas a asociar el placer y alegría de vivir a cosas como verte esbelto, alejar los problemas que el sobrepeso te causa, los beneficios de hacer ejercicio y tener una mejor salud, disfrutar comidas más naturales; pero sin necesidad de privarte de un delicioso helado en un momento determinado, como yo estoy haciendo en este momento».

«Yo sé el daño que todo esto me causa», le contestó Jorge, «pero aún así no logro controlarlo».

«Usa tus privilegios», le respondió Vicente, «la clave es la conciencia. Tú tienes la capacidad de observar tus pensamientos cuando llegan. Supongamos que te llega un pensamiento que te dice lo suculento que sería que te comieras una deliciosa torta de chocolate; tú ves llegar el pensamiento y lo observas sin alterarte. Cuando no le prestas mayor atención al pensamiento, éste se desvanece. Esto lo puedes hacer porque tú no eres tus pensamientos, tú eres el pensador de los pensamientos».

«Cuando practiques lo suficiente este estado de conciencia fijando la atención, aquellos pensamientos que te llevaban a comer en exceso, se irán alejando y serán sustituidos por otros que te aporten mayor felicidad y salud».


Los consejos de Vicente dieron buenos resultados pero Jorge aún tiene el problema de no tener una relación sentimental estable aunque en realidad el problema es que ya no le puede echar la culpa al sobrepeso.

Fuente: cablenet.com.ni

 


Un héroe brasileño

Sale finalmente la biografía de Souza Dantas, el Oscar Schindler de Brasil

A comienzos de la década del 40, desafiar las más banales orientaciones de Nuevo Estado era temeroso. Dependiendo del caso, el destino era inevitable, la cárcel. Fue un período mucho peor para Europa, donde el avance de la ocupación nazi imponía un clima de terror. Pues fue en ese el escenario el capítulo más intenso de la vida del Embajador Luis Martins de Souza Dantas, quien durante veinte años condujo la misión diplomática brasileña en Francia. Movido por lo que llamó más tarde «un sentimiento de piedad cristiana», desafió al mismo tiempo a las dos dictaduras. Concedió visas diplomáticas para entrar a Brasil a centenares de personas que desde el punto de vista de la política de inmigración brasileña, eran considerados indeseables. Eran judíos, comunistas, homosexuales que huían del horror del nazismo. Con su gesto, Souza Dantas salvó cerca de 800 personas del exterminio. Se tornó en el equivalente brasileño del industrial alemán Oskar Schindler, quien salvó del holocausto a 1200 personas, conforme a lo que relató Steven Spielberg en su película, La Lista de Schindler. La memoria de los actos del diplomático quedaron olvidadas durante décadas. Solamente ahora se comienza a reservar su verdadero lugar en la historia. En abril, se iniciará el proceso de reconocimiento del embajador como un «Justo entre las Naciones». Será uno de los pocos en recibir tal honor del Museo del Holocausto, en Israel, concedida solamente a quienes, bajo el yugo nazi, se arriesgaron por el bien de otras personas.

Los hechos de Souza Dantas aún no están en los libros escolares. Estuvieron durante décadas restringidos a la memoria de las familias que ayudó a salvar. Una parte importante de esa historia quedó confinada en los documentos de la burocracia del Estado, guardados en forma de memorandos en los archivos históricos de Itamaraty (Cancillería de Brasil) y en el Archivo Nacional. Juntando principalmente esas dos fuentes de información, el historiador carioca (de Río de Janeiro) Fabio Koifman, construyó una biografía más nítida del embajador. El resultado es la disertación de su maestría en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ). Los mas de 7500 documentos que reunió lo ayudaron a erigir la lista de los 425 judíos salvados por Souza Dantas, que son la base del proceso de reconocimiento del Museo del Holocausto. De los testimonios recogidos a lo largo de cuatro años de trabajo, surgen historias impresionantes y hasta ahora inéditas como la del director de teatro polaco Zbigniew Ziembinski, considerado uno de los mayores revolucionarios de las artes escénicas de Brasil. Fue gracias a Souza Dantas que él llega a Río de Janeiro en 1941, después de deambular por Europa en busca de una salida del infierno de la guerra. «Tenia gente acostada en el piso, enfrente de las embajadas, pidiendo, esperando, sometida a los mayores escarnios, a las mayores torturas», recordó Ziembinski años mas tarde en un registro inédito de sus memorias. «Hasta que, de repente, se oyó que existía un Quijote… el famoso embajador Dantas».

Ziembinski, cuyo origen judío nunca fue probado, estaba entre los centenares de personas que vinieron para Brasil en los barcos que hacían la travesía a través del Atlántico. El viaje no constituía un problema mayor. El gran obstáculo para los refugiados no era conseguir un navío, aunque fueran raros. Difíciles eran los visados necesarios para la entrada a los países de destino. Como es común hasta hoy en día, el éxodo de refugiados era un fantasma para muchas naciones. En Brasil, se sumaba a la lista de dificultades la orientación contraria a la inmigración de judíos. Mismo, sabiendo del riesgo que traía contrariar a Vargas, Souza Dantas mandó a abrir las puertas de su embajada en Vichy, para donde se transfirió a la representación diplomática luego de la ocupación de Francia por los nazis. Su coraje, en tanto, le trajo problemas, como un sumario abierto por el departamento administrativo del servicio público a cargo de Vargas. Fue acusado de dar visado irregulares. En un telegrama a Itamaraty, Souza Dantas afirmó en su defensa que después de la prohibición no dio «siquiera una visa». Era mentira. Desobedeciendo las órdenes expresas, salvo aún decenas de personas. La prueba viva de la falta de temor del diplomático llegó para Koifman por medio del testimonio de la polaca Chana Strozemberg, cuya visa fue emitida en enero de 1941, un mes después de la prohibición, pero con datos falsos.

Para dar curso a su acción solidaria, Souza Dantas, usó los más diversos expedientes. Concedió visados diplomáticos a portadores de pasaportes comunes, para que tuvieran más garantía de aceptación. Algunos ni siquiera tenían el documento. Escribía normalmente en francés en los pasaportes para facilitar la lectura en el puerto de embarque. Mas allá de utilizar un idioma extraño – el francés – en un papel destinado a las autoridades de inmigración brasileñas, al menos utilizó los procedimiento de rutina para el estampillado. Koifman asegura que ese fue uno de los muchos casos de visados dados a las personas. En otros, él le sirvió de mediador ante colegas de otras embajadas para obtener visados como si fueran brasileños. Lo más precioso de las memorias del embajador es que en un tiempo en que muchos diplomáticos vendían visados y aceptaban joyas como pago, él nunca se corrompió. El marido de Chana Strozemberg, como agradecimiento, llegó a insistirle a Souza Dantas para que aceptara un presente. Como respuesta oyó una sugerencia: que lo donase a la Cruz Roja Internacional. La lista de bienes dejados por el diplomático, recogidos en su cuarto del Gran Hotel de París, donde vivía cuando murió en 1954, registra como objeto más valioso una cadena de oro con la medalla de barón de Río Branco. Del trabajo cuidadoso de Koifman brota una de las más dignificantes biografías brasileñas.

extraído de http://www.raoulwallenberg.net

Resp. 76 – No serlo ni parecerlo

shalom le felicito por sus concejos ha sido maravillosa la informacion contenido en los articulos que ha publicado.mi pregunta es esta.desde hace 10 años mi esposo y yo estudiamos la TORA,nos esforzamos cada dia para ser mejores como esposos,.como personas y tener una vida integra ante EL ETERNO BENDITO SEA.
hemos vivido como gentiles practicando cada dia los preceptos como benei noaj.
sin embargo nuestro mayor ahnelo es alcanzar la conversion,hemos entendido lo que usted ha enseñado con respecto que no hay necesidad de ser judio para ser admitido por D-S BENDITO SEA,sin embargo es una necesidad espiritual de ambos ser nutridos por los miztvot y necesitamos la instruccion de un rabino,pero aqui en la ciudad de cali colombia ha sido casi imposible.en repetidas ocasiones no nos han permitido ni siquiera una entrevista con el rabino,nos desprecian sin embargo seguimos adelante con nuestros propositos porque es el ahnelo de nuestro corazon estamos seguros por el camino que hemos decicdo tomar,nuestra conviccion es muy profunda,
hemos comprado algunos libros para orientarnos ,guardamos siempre el SHABAT,consumimos alimentos KOSHER,COMPRAMOS UN SIDUR EL CUAL USAMOS PARA REALIZAR NUESTAS ORACIONES,estamos estudiando hebreo.
sin embargo necesitamos la orientacion de un rabino,por esta razon le escribo para que usted me oriente.gracias por su respuesta.
CESAR Y MARIELLA DESDE CALI COLOMBIA.

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