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¿Eres socio en la construcción?
Hablaremos hoy de un tema urticante, importante, básico pero que suele incomodar.
Trataremos de meternos en aspectos viscerales de la persona, que lo remueven.
En ámbitos oscuros, que lo llevan a no ser socio en la construcción, sino empecinados en la indiferencia o en la destrucción.
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Ser un líder justo y bondadoso nunca ha sido tarea sencilla, y por lo general la grey no suele reconocer la inmensa tarea del conductor.
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He descubierto
La frase que más pasa por mi cabeza la mayor parte del tiempo es “he descubierto”, ¿pero puede uno descubrir cosas si no está en la búsqueda de ellas?, ¿puede uno percibir algo que no esta esperando ver?, ¿se es capaz de entender algo cuando no se ha planteado la duda?, sería bueno que cada uno de nosotros nos hiciéramos preguntas siempre, es mejor preguntarse que afirmar algo que a lo mejor no es absoluto, porque dudando estas abriéndote a verte mejor, a analizar tu situación, mientras que si te preguntas puedes ver objetivamente dónde se localiza el peso, puedes determinar con más equilibrio, dónde, específicamente esta tu tranca, entonces descubres, y al dar este paso entonces emprendes la conquista, te adentras y luchas para dominar el territorio, y luego de dominado emprendes casi simultáneamente y como cerrando con broche de oro la colonización, empiezas el proceso de enriquecimiento del territorio conquistado, empiezas a hacerlo tuyo, ya no esta vacío ó lleno de pensamientos ajenos a ti, sino que de ahí brotas tu, tu esencia.
¿Cuáles son las herramientas para descubrir?
Experiencias externas/Conciencia
Tener conciencia de que no todos nuestros planos están siendo dominados por nosotros, adquirir conocimientos y servirnos de experiencias ajenas, porque recordemos que sin un espejo sería imposible vernos.
Iniciar la Búsqueda/Dudar
Luego es necesario hacernos una auto-evaluación, buscar dentro de nosotros, preguntarnos, ¿qué zonas de mí domino?, ¿donde están mis fortalezas?, ¿donde soy frágil?, hasta lograr descubrirnos, descubrir zonas inexploradas, vacías, ó habitadas por pensamientos y acciones ajenos a nosotros, desenmascararnos y ver quiénes somos en realidad debajo de todo el aparataje que hemos inconscientemente hechos para cubrir nuestras fallas, algo así como quitarnos las ropas para descubrir esa desnudez que nos avergüenza.
Explorar el territorio/Empezar la conquista
Sin explorar el territorio es imposible emprender la conquista, debemos hacer mapas, debemos buscar la colaboración de un especialista, que nos de las herramientas para poblar el territorio descubierto, que nos advierta de los peligros que conseguiremos, que nos enseñe a vencer dichos peligros.
Colonizar/Hacer nuestro el espacio, llenarlo de nosotros
El territorio es conocido ya, a medida que vayamos avanzando no podemos dejar solo el lugar para ir a otro sitio, sino entonces volverá a crecer la maleza y será un sitio inexplorado nuevamente, debemos llenarlo de nosotros, debemos mantener relaciones con vecinos que nos permitan estar pendientes de ese espacio, poblar mientras vayamos conquistando, hacer vida, dejar entrar en nuestra vida a nuestros semejantes, crecer en ese espacio, establecer una fortaleza y de ahí seguir a otro espacio.
El proceso de colonización debe ser constante, desde que es dominado un territorio jamás puede volvérsenos a perder, y si lo perdemos debemos actuar rápido para repoblarlo y continuar con nuestra tarea en dicho espacio.
La vida se nos va en crecer en cada plano conquistado, pero cuando nuestro paso por Este Mundo ha llegado al final entendemos cuál era el objetivo de dominar nuestro universo interior, conocer la maravilla que somos, e ir adaptándonos a la maravilla que seremos en el otro mundo.
Hagamos de nuestro universo interior nuestro gran imperio de la Justicia, el orden y la paz, evolucionemos conscientemente, por nuestra voluntad y así estaremos preparados para la vida futura.
Con tu hermano
Cuando sientas que estás alejado emocionalmente de tu hermano, cuando percibas que no estás hablando serenamente con él.
Cuando estás embarcado en un juego perverso, de víctimas, agresores y salvadores; en donde estos roles se intercambian con tu hermano sucesivamente.
Cuando el resentimiento vaya engullendo tu corazón, y el rencor te haga temblar.
Cuando estés en tan triste estado, debes recordar estas palabras, y decírlas a tu hermano, aunque no las creas sinceras en tu corazón. Debes decir:
«Acercaos a mí, por favor.»
(Bereshit / Génesis 45:4)
Y luego de decirlo, y de repetirlo, debes hacer que tus acciones estén en sintonía.
Debes obligarte a acercarte a tus hermanos.
Debes actuar de tal manera que tus obras sea de edificación, de comunicación, de proximidad.
Y si tu hermano sigue reacio a estos gestos de verdadera fraternidad, si sigue esclavo de la negrura de su corazón poco educado en valores eternos, entonces, ten presente que tú debes mantener tu postura de apertura, de puerta abierta para el día que tu hermano quiera el reencuentro.
Para preservar la vida
Cuando sientas que tienes un vacío en tu interior, que no sabes exactamente para qué estás en Este Mundo, te pido por favor que recuerdes las palabras de Iosef a sus hermanos:
«para preservación de vida me ha enviado Elokim»
(Bereshit / Génesis 45:5)
Si tienes en mente este sentido, entonces encontrarás mil dones en tí mismo y en tu ambiente como para gozar y regocijar a tu prójimo.
Estás aquí, en Este Mundo, para que tus hermanos puedan presevar su vida, para ayudarlos económicamente, para brindarles un gesto de simpatía, para extenderles la mano cuando ellos se sienten caer.
Tu lugar en el mundo es el de preservar la vida, la tuya en principio, la de tu prójimo, la de tu posteridad.
Es tu obligación, es tu deuda con el Padre celestial.
Cuando llegue el momento de ajustar las cuentas con Él, tendrás que demostrar que tu vida terrenal ha sido dedicada a dar vida, esto es, a que tu vida tenga un sentido trascendente, a que hayas traído críos al mundo, a que hayas educado en el camino de la Verdad a los tuyos, a que hayas ayudado a tu comunidad a crecer, a que hayas colaborado con tu prójimo en lo que está a tu alcance.
Cuando te sientes como lo que eres, parte del Plan de Dios para la Creación, un miembro útil y necesario que tienes una misión que te es una y única, entonces no puedes permitir que los malos sentimientos te venzan, ni que los pensamientos extraviados te consuman.
Es tu deber el preservar la vida, el hacerla aumentar, el de fortalecer a tu comunidad.
Recuérdalo, y haz que tu vida sea de siembra en Este Mundo, para gozo perpetuo en el Mundo Venidero.