¿Cuanto tiempo tengo que estudiar antes de la conversión?
Bueno de antemano agradezco las respuestas a mis interrogantes
Margarita
Seguir leyendo Resp. 127 – ¿Es necesaria la conversión al judaísmo?
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Muchas personas me han consultado qué pasa con las personas que
dicen creer que Jesús (con cualquiera de sus alias, ieshu, yeshua,
etc.) no es un dios, pero que es el Mesías.
¿Ellos son idólatras?
La respuesta es: SÍ.
Primero, porque dicen no creer en la deidad de tal mítico personaje,
pero comparten dogmas, ritos y libros «sagrados» con las religiones que
adoran a Jesús como deidad.
Dicen no creer en su deidad, pero le
rezan; o bendicen en su nombre; entre otras conductas netamente
idolátricas y belicosas en contra del Eterno.
REZAN EN SU NOMBRE, porque su idolátrico libro dice «que sobre todo nombre». LE REZAN a Jesús.
Eso, lisa y llanamente es idolatría.
Sabemos que los que son fieles del Eterno únicamente le rezan (oran, imploran, claman, etc.) al Eterno, a nada ni nadie más.
Sin intermediarios, sin santos, sin hijos, ni ángeles.
Porque poner a alguien en el medio es idolatría, o un turbulento camino que conduce directamente a ella.
Segundo. Siguen con devota fidelidad a un dios de una religión ajena
a Dios. Aunque sinceramente no crean que Jesús sea una deidad (cosa que
dudo, porque hasta ahora todos los que dicen eso, finalmente creen que
es una deidad), están tomando como referencia fundamental en su vida a
un mítico personaje que ha sido deificado por sus fieles.
Eso es, por supuesto, idolatría.
Por ejemplo, si una persona no come carne de vaca, porque es vegetariano y no quiere matar animales para comer, no hay problema.
Pero si uno no come carne de vaca porque para los hindúes es una deidad, ¿no está actuando motivado por creencias idolátricas?
Quizás
con sinceridad diga que no cree que la vaca sea una deidad, es algo
ridículo pensar eso… pero está igualmente incurriendo en idolatría.
Tercero. Supongamos que Jesús haya existido, y haya sido un rabino
(ambas cosas SABEMOS que son falsas, pues, no existió el personaje
adorado por millones, ni fue rabino); ¿cuál fue su aporte positivo por
lo cual debiéramos tenerlo presente?
La respuesta: ninguna.
Lo
que el libro mítico y mitológico llamado nuevo testamento menciona como
«grandes enseñanzas» de este personaje, carecen de cualquier novedad o
valor.
Ni en las cosas buenas, ni en las cosas malas.
Nada, pero NADA, de lo que se dice que dijo es original o guarda alguna validez.
De
hecho, lo poquito rescatable de sus prédicas, queda manchado
groseramente por sus pérfidas prédicas de desprecio por la Torá, rencor
en contra de Israel, blasfemia.
Por tanto, en esta postura, seguir a Jesús, es andar por un camino que lleva directamente a lo que se opone al Eterno.
Por tanto, tobogán a la idolatría.
Cuarta. Hay personas que con sinceridad creen la mentira de que
Jesús ha sido el Mesías. Pero, si se tomaran el tiempo para estudiar
las evidencias que presentamos en este sitio, así como las otras
publicadas por personas de valor, encontrarán que Jesús en nada cumplió
las profecías mesiánicas. NO fue el Mesías, por la sencilla razón que
jamás fue rey de Israel, ni tuvo la capacidad para ejercer el rol que
las profecías indican para el Mesías.
Por lo cual, ser seguidor de
Jesús por admitir el delirio y engaño de que fue el Mesías es vivir en
una nube de mentiras, que rechazan las profecías, que repudian el orden
que el Eterno ha impuesto.
Quizás a primera vista esto no fuera
idolatría, pero indudablemente NO es el camino de santidad que el
Eterno ha dictado para las personas.
Por otra parte, esta vida de
falsedad, de apego a la mentira absurda, finalmente termina arrastrando
a los dogmas de la idolatría, que adoran a este personaje como si fuera
una deidad.
Les aconsejo que estudien las decenas de textos que hemos escrito,
tanto las que demuestran el engaño que es Jesús, así como la verdadera
identidad del Mashiaj, para que adquieran sabiduría y entiendan el
peligro en el cual se ponen al abrazar, aunque sea mínimamente, el
error y el pecado de Jesús.
En conclusión, las personas (judías o gentiles) que aman y respetan al Eterno,
se apartan completamente de cualquier adhesión,
por mínima que sea,
a Jesús (o cualquiera de sus alias que usen).
Espero que quede claro, y más personas se aparten del mal para hacer el bien.
1- ¿ Hay algún precepto noájida que prohiba visitar una playa en la que casi todos están desnudos?
Mi amigo se desnuda pero yo tengo como un rechazo a todo esto.
2- ¿ Me desnudo porque todos lo hagan en ese lugar?
Un abrazo
Pipe Sadariano
Si tienes duda de cuál es la conducta correcta,
si no tienes claro cuál mandamiento debes cumplir,
entonces,
apártate del mal,
actúa con justicia y bondad,
que así haces lo bueno.
Pero no seas «demasiado» justo,
al punto de ser duramente severo;
ni «demasiado» bueno,
al punto de excusar el pecado.
Rechaza al pecado,
pero da la bienvenida al que ha pecado.
Reza para que se extinga el pecado,
pero reza doblemente
para que se libere el pecador de sus conductas negativas.
En nuestra vida solemos atravesar situaciones que sentimos o percibimos como problemáticas.
En ocasiones no es solamente un sentimiento o percepción, sino realmente un hecho inconveniente, un obstáculo.
¿Qué podemos hacer para tratar de salir airosos y triunfales?
A lo largo de mi experiencia personal y profesional he ido hallando algunos recursos que son eficaces. Permiten solucionar inconvenientes, liberarse de cargas, evitar males mayores.
Tanto en asuntos netamente prácticos materiales, como en aquellos que hacen al individuo y a la relación con otros.
Te presento ahora alguno de ellos, con el ánimo de compartir y aprender.
Con gusto escucho tus comentarios constructivos, y espero que quieras compartir tus propios consejos.
¿Por qué no nos matamos unos a otros?
¿Por qué no vamos por la vida robando, violando, estafando y mintiendo?
¿Por qué a la hora de ser infieles a nuestro cónyuge, por lo general lo hacemos a escondidas?
¿Qué nos lleva a ser “morales” y “éticos”?
Para responder a esta cuestión medular, filósofos, pensadores,
vecinos y tantos más han intentado respuestas desde que Adam y Javá
salieron del Edén.
Nosotros ahora esbozaremos un planteo muy simple, concreto, práctico, que espero sea de provecho para ti, apreciado lector.
Como sabes el ser humano esta formado por cinco planos de existencia: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.
De cada uno de estos planos surgen posibles respuestas.
Plano físico.
No cometo actos agresivos, violentos o perjudiciales porque no tengo la capacidad para hacerlo.
Soy débil, en inferioridad, incapaz físicamente de hacerlo.
O aquello que deseo malograr está custodiado de manera tal que no recibe daños de mi parte.
Plano emocional.
Me comporto “bien” por miedo a las represalias directas, de las que tengo certeza que me sobrevendrán a causa de mis actos.
Si no me ven, hago lo que me place.
También,
porque si hago lo que otro desea obtengo algún premio, que para mí es
más valioso que la acción que no cometo. (Me prometen el paraíso o me
condenan al infierno).
Otro motivo sería la lástima que me da el otro, al que decido no perjudicar por un sentimiento paternalista de superioridad.
O porque por medio de mis acciones logro un mayor dominio sobre el otro.
Plano social.
Hay leyes sociales, a las cuales me ato, y cumplo por rigor y obligación.
Mi
abstinencia es ante el castigo que la sociedad me propinará por mis
acciones. Sea un castigo, sanción, amonestación o exclusión social o
del grupo de pertenencia.
Las leyes son las que me restringen exteriorizar mis verdaderos sentimientos y deseos.
Por supuesto que si la Ley mañana me autoriza a discriminar a una raza y exterminarla, me sumo a los asesinos.
Plano intelectual.
Llego
a la conclusión de que somos humanos, que nos merecemos dignidad y
respeto. Por lo que concluyo que no le haré daño a otro, porque eso no
sería justo.
Podría resolver que tendré una actitud correcta para no incentivar una sociedad decadente, en la cual no estaría tranquilo.
Plano espiritual.
Mi
conducta se basa en las normas que el Eterno ha dado, sin importar mi
sentimiento, mi miedo, mi conveniencia o lo que la sociedad demande
para estar a tono con la moda.
Amo hacer el bien y me aparto del mal, porque eso es lo que mi espíritu demanda, como agua para el sediento.
En realidad, es de este plano que surge siempre el incentivo para actuar con bien, en búsqueda de la trascendencia.
Pero, mientras más se aleja la persona del plano espiritual, más busca excusas, motivos y justificaciones en los otros planos. Va en una camino de degradación, en tanto se aleja de la Luz espiritual.
Al dejar de lado lo espiritual, invento razones intelectuales, luego me sujeto a dictados sociales, más tarde me esclavizo a las emociones y por último batallo con lo material.
El camino ascendente es el que provee de mayor bienestar y bendición.
¿Qué opinas tú?