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Las cosas sencillas de la vida

Hola amigo noájida.

Muchos de los visitantes de este sitio, así­­  como de los miembros de FULVIDA han sido esclavos de esa prisión espiritual y vital que se denomina: «Jesús» (en cualquiera de los nombres que sus propagandistas le quieran dar: Yahoshua, Yeshuah, Jamelej Jamashiach, etc.).

Cuando se encontraron con el noají­­smo, pudieron descubrir que Dios demanda de ellos una vida sencilla y simple, abierta, plural, madura, racional, regocijante, sin amenazas, libre y liberadora.
Y para muchos esto les pareció «poca cosa», «demasiado fácil», «muy simple», «poco espiritual».
Es que, todaví­­a cargan en sus mochilas espirituales y existenciales con pesadas piedras «religiosas» que les inyectaron en su pasado dentro de la prisión de la religión.
Creen, porque así­­ los adiestraron, que el servicio a Dios debe ser algo rematadamente irracional, puramente emotivo, lleno de rituales complejos, de profecí­­as disparatadas, de sumisión a los deseos del lí­­der endiosado, de encasillarse en un dogma de fe oscura, de encerrarse en el recinto de su iglesia, de odio a lo que no es de su iglesia, de falsa mansedumbre y nulo amor al prójimo…
Tú que has estado encadenado en esa cárcel de ceguera y ahora tienes abierto (al menos) un ojo (espiritual) asientes a mis palabras, reconoces que es correcta esta descripción, porque sabes que es así­­… tú lo has sufrido.

Si tomamos el texto de la Torá, que es la Palabra revelada por Dios mismo, que es el libro perfecto e inmodificable que Dios ha dado, si leemos en la Torá, sin rebuscadas interpretaciones pastoriles… ¿qué encontramos?
¿Una vida de pesadas cargas religiosas, de oscuridad de la fe, de dogmas vací­­os, complicadas fórmulas que pretenden demostrar que un perdido pecador es un dios y un salvador?
¿O encontramos una vida de compromiso y responsabilidad, llena de trabajo por hacer para beneficio de la sociedad, que deja muy poco espacio para cosas irracionales, palabras rebuscadas, o complejas doctrinas que pretenden demostrar lo indemostrable?

Si eres sincero, si tienes al menos un ojo (espiritual) abierto, si te informas sin adoctrinamientos, solamente puedes llegar a una conclusión: es tu deber despojarte de esas mochilas que te pusieron en tu religión para buscar la vida verdadera, de simple y bello servicio real al Eterno.
Es tu deber adoptar la hermosa vida al estilo noájico, libre de complejidades de religión, despojada de confesiones y dogmas irrisorios ante la luz de la razón.
Es tu deber también limpiar tu alma de la sed por cosas complicadas, misticismo, rituales, objetos, etc.

Ante ti tienes todo el mundo para rectificar, y debes empezar por la calle en que vives: ¡tú mismo!

Acércate a la Luz y permite ser alumbrado para andar con humildad y sencillez junto al Eterno, para actuar con bondad y justicia contigo y con todos.

Deja de lado tu afán por rituales, por doctrinas religiosas, por cabalisterias, por cualquier cosa que te aparta del buen camino que Dios ha dispuesto para ti.

Creeme que lo que parece como tan simple, tan chato, realmente tiene una profundidad e intensidad espiritual inmensas. Estas a los pies del Trono Celestial cumpliendo con los Siete Mandamientos Universales, sin necesidad de afear tu relación con Dios con rituales que son completamente vanos y ajenos.

Así ­­ pues, amigo noájida, cuando sientas que el camino que Dios ha trazado para ti es insuficiente, recuerda Quién fue el que trazo ese camino para ti… y entonces te dedicarás con amor y reverencia a perfeccionar tu vida y el mundo.

Quedo de ti,
el Eterno te bendiga.

No es lo mismo resignación que aceptación

No es lo mismo resignación que aceptación. Algunas veces las circunstancias que nos tocan vivir como por ejemplo enfermedades, fracaso en una empresa, etc., nos permite comprender y experimentar el verdadero significado y diferencias que tienen las palabras Aceptación y Resignación.

Quiero compartir con uds., lo que he aprendido y lo que aún estoy aprendiendo. Solo el tiempo y los resultados de esta experiencia hablarán cuanto he crecido a través de ella.

El diccionario de la Real Academia Española dice que:

Aceptar es: 1- Recibir voluntariamente lo que se le da. 2- Aprobar, dar por bueno

Resignarse es: Conformarse, someterse, entregar su voluntad, condescender.

 La aceptación profunda de la realidad que nos toque vivir, llámese enfermedad, o fracaso, etc., debe llevarnos a meditar, reflexionar y razonar la situación que estamos viviendo para que a través del razonamiento comprendamos que hay varias acciones que aun podemos realizar. Si el análisis de estas acciones es realizado en forma positiva, los resultados te mostrarán que lo has hecho bien. Ahora si el análisis es hecho con una mentalidad negativa, el resultado será obviamente negativo y no nos permitirá comprender, y por tanto aceptar lo que estamos viviendo y terminaremos resignándonos. La aceptación y la comprensión nos lleva a utilizar todo con un fin de crecimiento, no hay derrota, tan solo una batalla perdida de la que hay mucho que aprender.

 Aceptación  significa también que cuando haya momentos difíciles en tu vida, sabrás hallar el amparo y el consuelo para aliviar tus pesares. La aceptación surge de comprender que cualquier circunstancia  que estamos viviendo sin excepción cumple un propósito. De nosotros depende el resultado, ¿Estamos dispuestos a dar la lucha? ¿Estamos dispuestos a trabajar hasta alcanzar nuestro objetivo? o simplemente nos resignaremos.

 La resignación es aceptar una derrota sin antes haber hecho todo lo que tu crees que puedes hacer para superarla y te frustras porque no se da el resultado que esperabas y te das por vencido antes de comenzar la lucha. La resignación no aporta ni comprensión, ni aceptación, es mas bien es una derrota asumida.

 La resignación siempre buscará culpables, siempre esperará que algo o alguien le traiga la solución pero sin ganarla, sin hacer nada por conquistarla y justificará siempre el resultado basándose en culpas ajenas y no asumiendo su propia responsabilidad; la resignación nos hace creer que no somos capaces de superar las circunstancias del hecho que estamos viviendo y deja en nuestras mentes una frustración constante.

 ¿Que he aprendido de todo esto? que Resignarse  nos esclaviza pero que Aceptar nos libera y nos hace crecer.

 Norma Medina

El crecimiento y la motivación no tienen edad

No hay límites en el crecimiento de quien cree en si mismo, no importa la edad, mas aún si ya estás en la etapa en que los hijos han abandonado el nido y te dispones para gozar de los primeros nietos.

Para seguir creciendo en la vida es indispensable tener pensamientos positivos y es fundamental resaltar lo bueno en aquello que nos está sucediendo, especialmente en este momento de la vida. Hemos terminado una etapa de nuestra vida, (no es final, salvo que tú lo hayas determinado así) pero comienza otra, todo depende de ti.

¿Que cosas no pudiste realizar mientras dedicabas todo tu tiempo en la crianza de los hijos y en el cuidado del hogar? ¿Guardaste talvez sueños y aspiraciones con la esperanza de que algún día se pudieran concretar?

 Si es así llegó el momento, solo necesitas tener un objetivo claro y definido, una fuerte determinación y una actitud vencedora. Parecen palabras, mayores, pero no lo son si estamos dispuestos a lograrlo.

Es importante hacer un análisis de nuestras capacidades personales, ¿están funcionando a plenitud o ya no? ¿Cuál es la realidad que me rodea de acuerdo a lo que quiero lograr? Por ejemplo si quiero estudiar alguna carrera. Debo comenzar a informarme o a investigar todo lo relacionado con  ella. Es importante estar preparados y abiertos y no temer a lo nuevo, debemos estar dispuestos a correr riesgos y asumir responsabilidades mientras comenzamos algo nuevo.

Aprovechemos de la experiencia que nos ha dado la vida, de los errores cometidos, veámoslo como una oportunidad para mejorar, porque de los errores se aprende si estamos dispuestos.

 Hay un factor que es preponderante que es la determinación de lo que deseamos lograr. Grandes dosis de determinación suplen en muchas ocasiones carencias de preparación y cualidades, mas aun cuando los que están a tu alrededor no te motivan a lograrlo. Por eso es importante que estés absolutamente determinado a hacer algo, porque siempre se encontrará aunque sea con esfuerzo algún camino que te lleve hasta allí, nunca es demasiado tarde para seguir creciendo, sólo necesitas de una buena motivación.

Fiesta en el Táchira

El próximo sábado 24 de marzo, con la ayuda del Eterno, cuatro (04) preciosos jóvenes estarán asumiendo un nuevo reto en sus vidas: vivir como noájidas, esto es, como justos de entre las naciones, según el Pacto que el Eterno estableció con Noé y su descendencia. Estos hijos de la responsabilidad son: Seguir leyendo Fiesta en el Táchira

LAS BASES DE LA TRANSFORMACIÓN INTEGRAL Parte II

  1. "Cuatro condiciones para atrapar una oportunidad": Lo primero que debes comprender es que el “destino” no es algo rígido, inflexible y anárquico. No debe ser visto como una “ruta” que no pueda ser modificada. Esto simplemente es fatalismo y ha servido de excusa para aquellos que son de espíritu conformista, los llamados “fatalistas”, aquellos que atribuyen a los astros o a una fuerza externa e irreversible sus “desdichas y pesares”. Seguir leyendo LAS BASES DE LA TRANSFORMACIÓN INTEGRAL Parte II

LAS BASES DE LA TRANSFORMACIÓN INTEGRAL Parte I

          Introducción:

Tres nefastos sentimientos invaden hoy la mente de muchas personas en nuestra queridísima América Latina y en el resto del mundo; sentimientos que tienen su fundamento en tres poderosas excusas:

*       Sentimiento fatalista: “Este es mi trágico destino, por lo tanto, nada podré hacer para mejorarlo”.

*       Sentimiento de culpabilidad: “Muy graves han sido mis errores, por lo tanto, no hay forma de rectificarlos y cambiarlos para mi propio bien y el de mi familia y generación”.

*       Sentimiento de insignificancia: “Jamás podré salir de esta pésima vida que llevo”. “No soy nada ni nadie”.

Esta clase de pensamientos ha hecho que muchos hombres y mujeres de nuestra modernísima sociedad se encuentren hoy paralizados y petrificados emocionalmente, llevando un estilo de “vida” tormentoso y cruel. Piensan, y hasta creen, que no existe salida para sus muchos conflictos y que no hay forma de escapar airosos de esa pesadilla que sufren en silencio y, lo que es peor aún, se aferran a falsos dioses y a seudos movimientos religiosos buscando en ellos apagar la angustia de sus adoloridos corazones.

     El mal manejo de esta insoportable situación ha hecho que muchos hombres y mujeres tomen alocadas decisiones que tienden a agravar más sus escenarios, generando más caos y destrucción, no sólo de sus mentes, sino hasta de sus propias familias.

Este estudio ha sido diseñado para mostrarle a aquél que llora en su soledad que sí existe una solución real para su crisis personal y/o familiar, que los errores sí pueden ser rectificados y transformados para bien y que sí es posible superar una pésima condición particular en escenarios de excelencia y bienestar. Todo es cuestión de creerle a Dios, vincularse a Sus Preceptos, prepararse mentalmente para el cambio, romper el paradigma del “no puedo” y asumir una actitud valiente ante lo que lo acobarda.

Cambias tú, cambiará tu entorno:

Rompe con el paradigma que te hace ver que la culpa de tus desgracias la tienen las demás personas, o la sociedad, o Dios, o un mitológico “diablo” que te acecha continuamente y busca devorarte. Ese es un pernicioso y distorsionado enfoque espiritual que terminará hundiéndote más y más en las arenas movedizas de la desilusión y la miseria. Echarle la culpa a terceros es una actitud muy humana, pero del todo corrompida, la cual hemos heredado de nuestros ancestros Adán y Eva. Recuerda que Eva, cuando fue confrontada por el Eterno, le echó la culpa a la serpiente (“La serpiente me sedujo y comí”, exclamó), y Adán, por otro lado, le echó indirectamente la culpa a Dios cuando argumentó “la mujer que pusiste conmigo”. (Véase Génesis 3: 11-13). Ninguno fue capaz de admitir su propia responsabilidad en el recién hecho de desobediencia. Transfirieron la responsabilidad de sus actos a terceros. ¿Qué resolvieron con esto? ¡Nada! Antes bien, empeoraron todo el escenario, y finalmente fueron echados del Jardín del Edén.

 El entorno fue dañado, corrompido y trastocado por la imprudente decisión de un hombre y su mujer. ¿Quién se corrompió primero? El hombre, claro está. ¿Qué se corrompió después? Su entorno. ¿Cuál debe ser, entonces, la perspectiva de reparo que debemos emprender en nuestro escenario? Primero el hombre y luego el mundo. Pero, ¿qué es lo que está haciendo el hombre de hoy y de siempre? Intentando cambiar a su mundo, pero sin querer cambiar él como corona de la creación que es. ¿Te parece familiar este hecho? ¿Estoy contando, acaso, tu realidad personal? Vamos, admítelo. Tú y yo somos como Adán y Eva. Toda la culpa de nuestros fracasos se lo endosamos a otros, menos a nosotros mismos. Somos los “buenotes” de la película que nos hemos inventado. ¿En qué nos ha beneficiado mantener este comportamiento? En nada, ¿verdad? Por el contrario, más rencores nacen, crecen y se fortalecen en nuestro ser interior. Más complejos negativos, más divorcios, más enemistades, más deudas, más y más dolor le añadimos a nuestra golpeada vida. Pero, ¡basta ya! Asume tu lugar en tu mundo y en tu generación. ¿Quieres ver mejorar las cosas? ¡Sé que sí! Por lo tanto, lo primero que debes asumir es tu propia responsabilidad en la fracasada vida que llevas. Sólo tú eres el responsable de todo lo que te está aconteciendo. Eres el constructor o destructor de tu propia existencia. Y esto no debe desilusionarte, ni mucho menos llevarte al fango de la miseria. Antes bien, debe despertar en ti todo ese cúmulo de energías positivas que hoy duermen dentro de ti y utilizarlas en tu viaje al cambio integral. Las cosas pueden cambiar, mejorar y enderezarse. Depende de ti.

 

Comenzar el proceso hacia el cambio es la clave de la transformación integral:

         Huir del problema, endosárselo a terceros, echarse a morir o resignarse a una vida vacía y sin fruto, son actitudes mediocres que no resuelven nada, sino que tienden a empeorar las cosas y a hacer infelices a sus víctimas. Esperar acomodado en el sillón de la indiferencia que “un milagrito” resuelva todo tu mundo de problemas, como es costumbre entre los idólatras, encaja bien en un marco puramente fantasioso y absurdo.

    Mi amigo, las clave es DECISIÓN. Hay que decidirse por un cambio efectivo, real, total y completo. Decidirse, decidirse y decidirse; no hay otro camino a seguir. Sin embargo, debo confesarte que el viaje hacia la libertad integral no es un asunto fácil. Se requiere mucha fortaleza, disciplina y perseverancia. Recuerda, es UN PROCESO. Se necesita tiempo, paciencia y tenacidad. Tendrás que vencer el desgano, la impaciencia, el temor, la culpabilidad, el temor al qué dirán y hasta el rechazo de otros. No obstante, debes atreverte a dar el primer paso. Es el más difícil, pero el definitivo para emprender tu viaje.


         Nunca se te olvide que el Mar Rojo se partió, ante todo un pueblo que lloraba su crisis, cuando un hombre, Moisés, dio el primer paso: Golpear las aguas y adentrarse en ellas. Incluso, se necesitó mucha firmeza para ver el portento divino, pues las aguas ya alcanzaban el cuello de los Israelitas. Pero finalmente las aguas cedieron ante la tenacidad de Moisés quien decidió avanzar hacia su liberación, creyendo firmemente en la promesa del Eterno (Véase Éxodo 14). ¿Por qué fue derribado el gigante Goliat? Porque un jovencito decidió luchar contra él y vencerlo. ¿Existían peligros? ¡Por supuesto! ¿Había posibilidades que David cayera destrozado en las bestiales manos de Goliat? ¡Claro que sí!, y muchas. Pero David no se arredró ante el desafío. Dio el primer paso, planificó su estrategia y fue luego a cumplir su tarea: salvar a Israel de la ignominia (Véase 1 Samuel 17).


         Has sido llamado a la libertad integral; por lo tanto, salta hoy del valle de la mediocridad y la vergüenza. Vístete de valor y confianza. Da el primer paso hacia tu libertad. No dejes que los temores y los sobresaltos te paralicen. Empieza ya, hoy, ahora mismo. Tienes todo de tu parte. El cielo suele respaldar, fortalecer y ayudar a aquellos que deciden cambiar, rectificar y comenzar de nuevo. Deja que los ignorantes, envidiosos y torpes de visión ladren su fanfarronería. Tú, avanza. Prosigue hacia la meta: tu entera liberación. No esperes “señales celestiales” ni “experiencias extra sensoriales” para arrancar tu marcha. Inicia tu jornada ahora mismo. Eleva al cielo una plegaria que encienda la moribunda llama de tu corazón, y el Eterno, que es benigno y misericordioso, te abrirá todas las posibilidades para que faciliten tu viaje hacia tan anhelada libertad.

Alfredo Zambrano García

 

Como hacer lo que no se puede hacer

Como hacer lo que no se puede hacer
Por Jack Riemer
El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al  escenario para dar un concierto en el «Avery Fisher Hall», del Lincoln Center de la ciudad de Nueva York.
Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman, ustedes sabrán que llegar al escenario no es un pequeño logro para él. El tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas. Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente es una visión asombrosa. Seguir leyendo Como hacer lo que no se puede hacer

Fundamentos de la comunidad noájica

Como ya hemos enseñado, el ser humano está conformado por cinco planos de existencia. La vida saludable equivale a que cada uno de estos cinco planos esté correctamente nutrido y se mantenga en equilibrio. Cuando el equilibrio se rompe, a causa de falta de nutrición, exceso de la misma, nutrientes incorrectos, o algún otro factor corruptor, podemos considerar que la persona está enferma (palabra que no implica ni un juicio de valor, ni un aspecto solamente corporal).

Las comunidades humanas siguen exactamente idéntico patrón. Sus cinco planos deben estar en equilibrio, o la comunidad entra en un estado de enfermedad, que puede revestir mayor o menor entidad.

Te presento a continuación unos lineamientos básicos de como debiera estar nutrida una comunidad de noájidas, de modo tal de preservarse de enfermedades y estar en disposición para crecer, avanzar y abrazar con verdad al Padre celestial a diario.

Plano físico
Una comunidad debe contar con un espacio físico, una casa de la comunidad, aunque sea un salón.
Debe tener también los servicios esenciales, tales como electricidad, agua, servicios higiénicos, etc.
De ser necesario ha de estar asistida por un grupo de personas asalariadas, limpiadoras, serenos, secretarias, etc.
Debe tener las comodidades básicas para que las personas de la comunidad se sientan acogidas, confortables, seguras.
Es decir, el plano físico ha de estar equilibradamente nutrido, de manera tal de servir como lugar de encuentro, sitio de referencia, hogar para los visitantes, etc.

En este plano es también importante remarcar que la comunidad debe ayudar a proveer a sus miembros y a otras personas de medios económicos, alimento, vestimenta, vivienda, etc.
Es decir, todo lo que implican los actos de solidaridad estrictamente en el plano de las necesidades físicas.
Por supuesto que para cumplir con esta importante tarea es indispensable que la comunidad cuente a su vez con los medios materiales. Una comunidad desprovista, fragmentada, apática, insensible, falta de fondos monetarios difícilmente podrá realizar obras de solidaridad en el plano material.
Es por esto tan importante que los miembros de la comunidad aporten dinero, no para el enriquecimiento de algún líder o vivillo, sino para solventar los gastos propios de la comunidad, brindar servicios básicos, pagar por los elementos que la misma comunidad consume, abonar sueldos y salarios, realizar eventos y otras formas de aceramiento y además constituirse en un motor fundamental en una red solidaria.

Así mismo, se debe tener en consideración el tiempo y esfuerzo de maestros, conferencistas, visitantes ilustres, etc. Por lo cual, la comunidad debe administrar sus fondos para brindar a estas personas de alojamiento, dinero para viáticos, una retribución digna acorde a su aporte.

Plano emocional
Este plano es nutrido por la presencia auténtica de un interlocutor.
Es decir, que se facilite el encuentro de un "yo con un tú", y no el aglomeramiento de "yoes" que se encuentran reunidos en un lugar.
Para lograr este difícil cometido es necesario que los miembros de la comunidad comprendan que su papel es fundamental. Que deben estar abiertos al prójimo, ser receptivos, admitir las diferencias, ser no solamente tolerantes sino auténticamente comunicativos.
Por supuesto que no es sencillo nutrir este plano, puesto que las personas en general estamos enfrasacados en una carrera movida por nuestro ego. Sin embargo, desde la comunidad se puede inculcar el valor del encuentro auténtico entre personas, y se debe hacer cotidiano el encuentro. No con segundas metas, con ánimo proselitista, sino por el cariño que se brinda auténticamente al otro.

Por tanto, en la comunidad no solamente se podrá encontrar comida, albergue, calor, sino especialmente una palabra amable que sea sincera y un oído fraterno que no quiera aconsejar o guiar, sino simplemente oír sinceramente, con afecto.

Recordemos que el supuesto poder e influjo de las religiones y sectas radica en manipular con astucia este plano de las emociones. Realmente las religiones y sectas no brindan alimento espiritual, más bien solamente dan veneno para el espíritu. Pero son muy hábiles en hacer sentir fuertes impresiones emocionales a las personas que caen bajo sus garras.
Debe quedar en claro que tampoco alimentan ni equilibran el plano emocional, tan solo le brindan excitación a la par que narcósis, tal como hacen las drogas químicas.
Teniendo en vista esto, debe ser prioritario que la comunidad no manipule, no use el sentimiento de culpa, no amenace, no seduzca con promesas ilusorias, no cautive adeptos, no sea misionera, no busque el fuerte impacto emocional que de nada bueno sirve.
Sino que se dedique al puro y auténtico encuentro entre sus miembros, a la apertura mesurada, al diálogo de un "yo con un tú, un tú con un yo".

Y por supuesto, que sirva como hombro para el llanto en los momentos de desazón, así como de mano amiga para danzar (metafóricamente) en los momentos de dicha. Que nunca falte ese oído abierto con sinceridad, esa mano firme para acompañar.
No porque se busca la "salvación" o algún otro interés, sino simplemente porque se ama con sinceridad a uno mismo y de esa manera se ama con sinceridad al prójimo.

Por supuesto que cuando la comunidad se convierte en un obstáculo para que la vida familiar se desarrolle a plenitud, hay algo que no está funcionando bien en esa familia, en esa comunidad o en ambos.
A tenerlo presente por favor.

Plano social
En la comunidad el miembro en primera instancia, así como el ajeno en segunda, deberían encontrar el camino para socializar, para sentise parte de la sociedad, para no estar fuera de contexto.
Este plano se nutre con el reconocimiento sincero por parte del grupo, por el ser y sentirse parte.
Así pues, más allá del encuentro en el plano emocional, que es una relación personal, la comunidad debiera facilitar ocasiones para el intercambio entre los miembros de la comunidad.
De esta manera, se deberían organizar distinto tipos de eventos sociales, que tengan como una de sus finalidades el compartir con el grupo.

También en este plano se encuentra el favorecer a que sus miembros tengan trabajos dignos, sigan estudiando, obtengan sus títulos profesionales, sean provistos con ajuares para novias necesitadas, etc.

También que la comunidad sirva como bandera y puente con otras comunidades de noájidas, locales o extranjeras, así como con otras instituciones públicas o privadas que no revistan carácter de comunidad noájica.

Como sabemos el noájida debe ser un miembro activo de su sociedad, participar en aquellos aspectos que no contravengan su esencia espiritual noájica.
Por tanto, noches de gala con música de todo tipo (es muy adecuado que se ponga acento de lo folclórico), conferencias de índole cultural (que no estén directamente relacionadas con el noajísmo), kermesses, grupos de teatro, danzas típicas, talleres de actividades recreacionales, etc.

Plano Intelectual
Este plano se nutre de ideas y pensamientos correctos.
Así pues, no debe faltar una adecuada biblioteca en la comunidad, que contenga libros aptos para el crecimiento integral de sus miembros. En lo posible debiera contar con acceso a Internet. Se debería promover que haya clases para los miembros y ajenos, no solamente de temáticas noájicas, sino de otra índole.

Además de lo anterior, es menester que en la comunidad se promueva el desarrollo de la verdadera capacidad crítica. Que se abstenga de invocar el derecho a la obediencia hacia los líderes, o el de la sumisión.
Que se eduque para preguntar con respeto, que se valore el ansía sincera de conocimiento antes que la repetición estéril de versículos y consignas. La facilidad que tienen los misioneros para recordar ciertos versos y lemas no apunta precisamente al desarrollo y capacidad intelectual, sino solamente a un desarrollo "canceroso" de un aspecto de su plano emocional. Tengamos esto presente, y sumemos a la memorización la reflexión, el intercambio maduro, la posibilidad de disentir, el derecho a pensar y expresar con respeto y responsabilidad su pensamiento.

Plano Espiritual
Este plano se nutre de buenas acciones, que sean acordes con los mandamientos que son inherentes a la identidad esencial propia.
Así pues, que desde la comunidad se enseñe y se viva el amor a los mandamientos.
Que se reúnan, a veces, para rezar en comunidad.
Que se reúnan, a estudiar las porciones que tienen permitidas de la Torá.
Que aprendan acerca de los mandamientos universales y sus derivados.
Que tengan momentos para despejar sus dudas con respecto a la observancia de los mandamientos.
Que se asistan para encontrar en comunidad la confianza pura en el Eterno.

Recordemos que el noajísmo NO es una religión, ni debe crear una religión.
Por tanto, que este plano no sea el único, ni el central, sino uno de los cinco, que es alimentado con el nutriente que le es adecuado, que está equilibrado, que no se sobreexcede ni se exagera.

Una comunidad noájica que solamente se reúne para estudiar porciones aptas de Torá, para rezar, para hablar de cosas espirituales, ciertamente está teniendo carencias en sus otros planos, por lo que no está teniendo equilibrio ni haciendo las cosas de manera tal de abrazar al Eterno y al prójimo.
Esto lo deben tener muy presente aquellos hermanos noájidas que todavía cargan con algunas mochilas de su pasado en las idolatrías, especialmente las de Jesús, que han sido adiestrados para hacer "cosas de religión" todo el tiempo, dejando de lado el resto de la existencia. Esto es un error que debe ser despejado y eliminado de la vida personal del noájida, así como de la comunidad.

 

Hasta aquí el bosquejo de los fundamentos para una comunidad noájica.
Espero que sea de provecho y bendición.

Quedo a las órdenes.

De diezmos y caridad

Todos creemos saber para qué sirve el dinero, quizás algunos realmente estamos cerca de saber cuál es el valor de ese inmaterial objeto que tanto poder tiene sobre la sociedad hoy en día. Sin embargo, pienso, que aunque creamos saber sobre el valor del dinero, nadie conoce completamente su función primordial.

El dinero viene a nosotros a través de distintos medios: producto de nuestro trabajo, porque alguien nos lo regala o porque con suerte lo conseguimos en la calle; la mayor suma de dinero que podemos recibir honestamente se obtiene a través del trabajo, el esfuerzo de una labor merece una retribución, y desde hace mucho tiempo ya el trabajo se paga con dinero. ¿Qué pasaría si por un mes dejamos de trabajar? Es probable que alguna persona conciente y de buen corazón de nuestro circulo social más cercano nos “preste” (que es otra manera de percibir dinero, pero en este caso el dinero no es nuestro…) o quizás si es alguien con un sentido de la bondad más abierto nos regale dinero para subsistir ese mes… pero esa persona no estará los doce meses al año regalándonos o prestándonos dinero, de alguna forma (honesta) tendríamos que conseguir dinero.

La religión cristiana (en general) usa a las personas para conseguir dinero; muchas denominaciones abusan de las personas para mantener su imperio. Sin embargo la idea del diezmo y la ofrenda no es del todo descabellada, si se usa para el correcto beneficio de la comunidad, quizás algunos noajidas estén ahorita escandalizados mientras leen que no es descabellada la idea de aportar dinero a la comunidad noajica.

Les pondré un ejemplo sencillo para que vean que no estoy loco del todo.

Si tenemos una comunidad noajica, la comunidad ha de tener una sede para reunirse, una estructura física que consume servicios básicos como agua, energía eléctrica, telefonía; además dicho recinto necesitará mantenimiento, no solamente referente al aseo sino que cada cierto tiempo se requerirá reparar zonas del edificio y seguramente alguna vez tendrá que refaccionarse la estructura, hacerle nuevos arreglos, mejorar las condiciones de habitabilidad, ampliar la estructura, etc’s… Todo esto consume dinero, y ese dinero tiene que provenir de alguna parte… Lo más lógico es que quienes disfruten del recinto y de todas sus comodidades y servicios sean los que costeen todo; pudiendo, por qué no, recurrir como medida de coadyuvar el gasto, a actividades que generen dividendos y que beneficien a la sociedad (bazares, ferias, conferencias, cursos, más etc’s…) Además de todo lo que esta implícito en el hecho de tener sede propia esta también aquello que probablemente no se perciba con claridad, el trabajo horas-hombre que llaman; ¿quién va a asear el recinto?, ¿quién va a vigilarlo de noche?, ¿quién atenderá a los visitantes y personas interesadas?, ¿quién hará mantenimiento a la estructura física? Toda esa gente necesitará, a cambio de dar su tiempo, de prestar su servicio en la labor que le toque, un salario justo con su trabajo… esto también es parte del gasto que a todos beneficia, por ende todos deberán actuar con equidad y honestidad ante esto.

Creo que he sido lo bastante explícito a la hora de ilustrar la razón fundamental de dar una cuota de afiliación. El objeto de esta cuota no es explotar a nadie, no es sacarle su dinero, no es usar y mucho menos abusar de la persona, es más bien, una manera a través de la cual la persona se siente identificada con su comunidad, le da sentido de pertenencia, cada vez que vea un arreglo, el lugar más bonito, equipos de música y audio mejores se sentirá feliz de haber contribuido con esas mejoras…

Ahora bien, esto no es caridad, es un deber intrínseco a la persona; no hay nada aquí que este fuera de lo que son los gastos que uno mismo genera, pagar los servicios de nuestra casa no es caridad, es un deber moral, nosotros somos los generadores de esos gastos y como tal debemos dar respuestas a ello, así mismo la comunidad, siendo como una segunda casa, es responsabilidad de todos.

Caridad podría ser que alguien compre desde un florero hasta un monitor de plasma para el uso de la comunidad, caridad podría ser el aporte benéfico de algunos para abrir un colegio, un centro asistencial de salud, en fin… cantidad de formas en las que podemos dar caridad.

Ahora bien, creo que empezamos a conocer cuál es el valor del dinero; creo que el dinero es necesario solamente para mejorar nuestra calidad de vida y para mejorar la calidad de vida de nuestro entorno, ninguna en detrimento de la otra, ambas complementarias.     

Nuestra raison d’Ètre

Cuando  comencé a leer acerca del Judaísmo, me sentí fuera de lugar, como si el pueblo hebreo me excluyera. Dentro de mí sentía un gran vacío por el hecho de no contar con la gran fortuna de haber nacido judío.

 Cada vez que leía a un Rabino, recordaba aquel viejo pasquín anti-semita "Los Protocolos de los Sabios de Sión", y mi ignorancia conectaba y acomodaba las ideas de aquella pseudo-novela (inventada para justificar lo injustificable contra el pueblo Judío), con las palabras de sabiduría que destilaban de los Sabios de Israel en los artículos que leía.

Solía mal-entender la necesidad y la urgencia con la que los Rabinos y estudiosos de Torá llaman a su pueblo a la unidad, tal como es la voluntad del Eterno.

Me confundía el concepto de Primogénito…

Como si un padre solo tuviera amor para éste.

 Como si los demás hijos, que le han demandado de todo su amor para poder subsistir y desarrollarse, no fueran dignos de ser felices, sabios.

 Como si cada uno de ellos no estuviera llamado a desarrollar su potencial al máximo, para recibir toda Su enseñanza, y propagar y dar continuidad a su esencia a través de las generaciones.

 Si, lo admito, sentí celos, como alguna vez lo sintió Caín, que optó por hacer el mal…

 Así como también lo hizo Esaú, el hijo malvado de Isaac, que optó por  honrar a su padre, para obtener ventajas, y no por amor o respeto. Sólo que yo hoy, Bendito sea El Eterno, cuento con la libertad y algo de entendimiento, que me posibilita usar mi libre albedrío para construir el mundo tal como el Padre lo dispone: según mi identidad gentil, como heredero de un hombre, Noé, que fue justo en una época en que el mal era bien visto.

 El rol de los Judíos, como sacerdotes del mundo, es vital para el mundo entero y no sólo para Israel.

 Preservar la herencia es saludable e importante, no solo para el pueblo de Dios, sino para todos los seres humanos, que vemos en el hermano mayor un modelo de vida y conducta.

 Por ello es tan importante la identidad y los símbolos propios de los guías de la humanidad, para que sean distinguidos entre la muchedumbre para que se resalte su esencia.

 Muchas dudas surgen, una que a mi me costó en particular y de hecho apenas ahora la estoy "digiriendo":

 ¿Por qué ciertos privilegios a un grupo de personas?

 ¿Por qué el llamado a ser especiales?

 Yo me respondo con la analogía de un Rey, sí, un monarca: goza de ciertos privilegios, pero que   carga consigo una gran responsabilidad – la de guiar a sus hermanos con sabiduría, procurando el bienestar de todos, poniéndose a su entero servicio, tal como debe ser.

 Otro ejemplo con el que mi maestro me aclaró este punto, que admito me costó interpretar,   resulta ser bastante ilustrativo: Un bus (El mundo), requiere de pasajeros (La Humanidad), y requiere de un conductor (El Pueblo judío), para llegar a buen término, ahora bien, ni los pasajeros , ni el conductor, son el uno mas importante que el otro, los dos son importantes, pues un Bus sin pasajeros, ¿hacia donde podría ir?, igual, estos pasajeros , sin un conductor idóneo, podrían terminar en un abismo.

 Así que alegrémonos pues contamos con la mayor evidencia de la existencia de Dios: su pueblo escogido, su Primogénito con su Torá viva.

 Procuremos como hijos de Noaj, como hijos del Creador, hacer nuestra parte para que su misión sea llevada a cabo: sirviendo con humildad y compromiso a la manera gentil – escuchando atentamente lo que El tiene para nosotros, lo que El manda.