Repasando antiguos textos, he encontrado uno que vale el esfuerzo releer y estudiar.
Espero que puedan compartir luego los resultados de sus análisis.
Repasando antiguos textos, he encontrado uno que vale el esfuerzo releer y estudiar.
Espero que puedan compartir luego los resultados de sus análisis.
LA INTERNACIONAL FUNDAMENTALISTA – ISLAMICO – MARXISTA
Por Ulrich Sorensen
El conflicto en Gaza ha puesto de relavancia una vez más, la acción coordinada y simultánea de la estrategia y las actividades de dos peligrosos fundamentalismos contemporáneos: el islámico y el de la izquierda radical.
El primero es de corte teocrático. El segundo, ateo y marxista. Parecería, en principio, que del punto de vista ideológico nada pueden tener en común estas virulentas expresiones fanáticas. Sin embargo, nuevamente en la historia vuelven a juntarse ideologías dispares y hasta totalmente opuestas, por razones de estrategia, destinadas a alcanzar objetivos comunes o parecidos. Recordemos, como ejemplo, el eje nazi-comunista formado por Hitler y Stalin. En su tiempo, asombró al mundo. Hoy día ya casi ni asombra, por su frecuente reiteración, con otros ropajes, pero con la misma esencia.
Los fundamentalismos se caracterizan por el absolutismo de sus conceptos, el sentirse poseedores de la verdad absoluta, por la descalificación y demonización de los adversarios, por la utilización de la violencia y el agravio, por el apoyo directo o indirecto al terrorismo, por la avalancha masiva sobre los medios de comunicación, y por ignorar o enfrentar todo aquello que pone en evidencia sus tremendas contradicciones. En el fundamentalismo no impera la lógica, sino las consignas basadas en el resentimiento, el odio y la confrontación. Todo aquel que no coincide con ellos es considerado enemigo o infiel. Pueden utilizar la democracia, para una vez usurpada, vaciarla de contenido y socavarla desde adentro en sus raíces morales, conceptuales y de valores esenciales. Instaurarán luego sus regímenes tiránicos y absolutistas.
Durante ocho años, el Estado de Israel y sus ciudadanos estuvieron recibiendo miles y miles de misiles en sus fronteras norte y sur. Mataron, hirieron y atemorizaron indiscriminadamente a miles de seres humanos, mayoritariamente judíos, sin que la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista hiciera la más mínima condena contra esta flagrante y descarada violación de los derechos humanos de la gente de Israel. Guardaron sepulcral silencio y no pidieron apoyo humanitario a los atacados israelíes. También guardaron silencio ante las virulentas y abiertas amenazas de los líderes de Hamás y Hizbollah, como del presidente iraní, de «destruir a Israel».
La Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista respaldó con su cómplice silencio estos designios nefastos. Lo que resulta más incomprensible aun es el silencio o pasividad de las propias Naciones Unidas, tan prestas en condenar a Israel, y tan renuentes en condenar a sus juramentados enemigos, los cuales violan todos los principios y razón de ser de las propias Naciones Unidas.
Basta que Israel ejerza su derecho a la legítima defensa (como se lo respalda la propia Carta de las Naciones Unidas, de la cual es miembro desde que fue creado por las mismas Naciones Unidas en 1947), para que los peores agravios, las mentiras más falaces, las manifestaciones coordinadas en varios países del mundo, las tergiversaciones de las noticias, fotografías y otros aspectos del conflicto en Gaza ahora o en Líbano hace dos años, las amenazas desembozadas de «liquidar a Israel» y atacar a las comunidades judías, las campañas propagandísiticas de cuño antisemita, exploten de manera coordinada y totalmente similar en sus manifestaciones. ¿Hay quienes inteligentemente no se sorprendan de esta coordinación y simultaneidad?
De acuerdo a la «lógica» de estos agresivos fundamentalismos, lo que está prohibido a Israel y a los judíos, está permitido y es apoyado cuando se trata de países islámicos teocráticos y de las organizaciones terroristas juramentadas a destruir a Israel. Dicen defender a los palestinos, cuando olvidan y no condenaron la masacre cometida por los palestinos de Hamás contra los palestinos de Al Fatah, porque estos últimos están dispuestos a reconocer a Israel y a negociar con sus autoridades, para crear el Estado palestino y vivir en paz ambos Estados.
Esta Internacional Fundamentalista no proclama la paz y armonía entre israelíes y palestinos. Dice apoyar la creación del Estado palestino, pero no respeta el derecho de los judíos a tener el legítimo Estado de Israel. Sus metas están bien claras: borrar a Israel del Medio Oriente, y seguir avanzando posterior y simultáneamente en socavar la civilización occidental defensora de la democracia verdadera y los derechos humanos, y donde prosperan valores y conceptos de respeto a la dignidad humana.
El Fundamentalismo Marxista se agravia cuando se violan los derechos humanos.
Pero la geografía de su ideología y estrategia excluye la obligación de respetar y fomentar los derechos humanos en los países islámicos o en los autodenominados “países progresistas”, donde se violan TODOS los derechos humanos, y de las dictaduras de otro cuño, que se tornan «legítimas» cuando se proclaman de izquierda.
Su óptica selectiva silencia la condena contra Putin y sus secuaces, cuando han masacrado a pueblos enteros, por no querer someterse a su poder. ¿No les duele la flagrante violación de los derechos de dichas poblaciones, y la forma cruel en que han sido asesinados segmentos numerosos de sus sociedades? ¿O es que el pasado comunista y KGB de Putin lo viste con un manto de impunidad?
Imaginemos si toda esa energía y movilización desplegada por la Internacional Fundamentalista, se dirigiera a proclamar la paz entre árabes e Israelíes, y a promover la creación de un Estado Palestino democrático, conviviendo en paz y buenas relaciones con el Estado de Israel.
¿Esta actitud no sería más coherente con toda la fraseología, slogans y manifestaciones masivas, que dicen defender la autodeterminación de los pueblos (mientras niegan a los judíos su derecho a la misma), la defensa de los derechos humanos (que sistemáticamente violan varios de los países que integran esta Internacional Fundamentalista), y su tan reiterada defensa de la paz (que no les interesa cuando se trata que árabes y judíos vivan en paz en Medio Oriente). La humanidad saldría ganando, y se contribuiría a generar una era de convivencia en lugar de confrontación.
En lugar de ello, prefieren apoyar al terrorismo, sembrar el odio contra los judíos y el Estado de Israel, y pretenden que los terroristas palestinos puedan atacar impunemente a Israel y que Israel no se defiendan.
Sólo pensar en el eje «progresista» Chavez – Ajmadinejad (incrementado por Evo, el boliviano), y todos sus secuaces en el mundo, despierta la preocupación no sólo por el destino y la suerte de Israel, sino de Occidente como civilización. Muchos líderes islámicos lo dicen desembozadamente, mientras el déspota venezolano utiliza otra terminología, aunque sus designios son coincidentes con la estrategia islámica, a la cual ayuda a penetrar en América Latina.
Por ello quiere perpetuarse en el poder y seguir liderando con todos los recursos y medios, esta peligrosa ingerencia de la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista en América Latina.
Israel está determinado a vivir y a defenderse. No está dispuesto a aceptar pasivamente que se cumplan los designios del tirano iraní (acompañado por otros líderes de la Internacional Fundamentalista) de borrar a Israel y a sus judíos del mapa.
¡Cómo les cuesta entender que Israel y el pueblo judío no permitirán otro Holocausto! Los judíos de hoy no están dispuestos a dejar su destino en otras manos que no sean las propias.
¡HAN APRENDIDO DE LA HISTORIA!
Y las propias Naciones Unidas, tan sensibles a condenar a Israel, deberían hacer algo para defender a este pequeño país que ellas mismas contribuyeron legítimamente a fundar, y deberían condenar y sancionar a Irán por amenazar desde dentro de las propias Naciones Unidas, la existencia misma del Estado de Israel.
Pero Occidente y sus democracias no pueden ser indiferentes ante el problema de Israel. Ya Occidente se dejó seducir por el palabrerío de Hitler, y tuvo que pagar más tarde un precio terrible. Occidente debe aprender A TIEMPO, que debe tomar en serio las amenazas y acciones destinadas a socavar su propia existencia. Muchos países occidentales ya tienen dentro suyo a las quinta columnas integrantes de la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista, que mientras gritan y actúan contra Israel, están también demostrando que están preparando el momento de apoderarse de Occidente, para imponerle sus retrógrados regímenes.
¿Habrá aprendido Occidente su propia historia?
¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?
Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.
En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.
Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.
Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.
Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.
Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.
¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.
Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.
Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.
¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.
A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.
Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.
Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.
El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.
En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.
Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.
El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.
El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.
Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.
-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.
El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.
-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.
Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».
Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!
El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.
-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».
Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.
Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.
El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.
-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.
El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.
-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»
Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.
El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.
-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».
La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.
La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.
Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.
Referencias
http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm
«La acción parece seguir al sentimiento, pero en realidad acción y sentimiento van de la mano; y regulando la acción, que está bajo el control más directo de la voluntad, podemos indirectamente regular el sentimiento, que no lo está.»
«Es incorrecto siempre, en todas partes, y para todos, creer algo basándose en insuficientes evidencias.»
Los sabios nos dicen que este mes tiene una peculiaridad en el universo, es el mes de la alegría. En esta época donde los problemas personales, la recesión económica, la violencia, el estrés, etc; nos llenan la cabeza y nos hacen ver imposible sentir alegría, nos llega este mes donde ese gran regalo es más facil de lograr.
La tristeza es considerada por los sabios el portal de todo mal, ocasionando que la fuerza Divina se aleje de “el triste” llevándolo a causarse un daño más severo que el de cualquier pecado existente.
El Baal Shem Tov decía que hay momentos en los que el ietzer hará (Instinto del mal) trata de convencer a la persona para que peque, sin importarle si la persona va a pecar o no. Lo que le interesa es que la persona luego de pecar, se deprima y sea consumida por la tristeza.
Por lo tanto la alegría es una de las principales cosas que debemos trabajar en nuestra vida, cada instante y en cada situación.
Tenemos que aprender a dejar de sentirnos víctimas de las situaciones. Todo lo que nos sucede esta ordenado por D-is y controlado por la Providencia Divina por nuestro propio bien. Eso nos va dar mucha alegría, y nos va a llenar de un sentimiento de tranquilidad porque Nuestro Padre nos quiere mucho y no nos va a dañar jamás.
También, cuando una situación no positiva nos está consumiendo tenemos que tratar de encontrar un pequeño punto en donde podemos inyectar alegría, y así aunque parezca extraño eso nos va ayudar a superar la situación.
Hay una historia que refleja como la alegría puede inyectarnos con una nueva fuerza.
Cierta vez cuando Reb Simja estaba en la ciudad de Dantzig, vio a un hombre que se estaba ahogando. No había manera que Reb Simja o cualquier otra persona lo pudiera salvar; la única esperanza era que este hombre saliera por si solo de esas terribles olas.
Al inicio el hombre estaba luchando vigorosamente. Pero el desafío era muy grande, su fuerza comenzó a disminuir y Reb Simja vio que una mirada de desesperación comenzó a formarse en su rostro, a punto de rendirse. Con una sonrisa leve, Reb Simjá Bunim le gritó al hombre: “Llévale saludos a Leviatán (la gran ballena)”.
Una sonrisa leve brotó en el rostro del hombre que se estaba por ahogarse. Con una vitalidad renovada, reanudó su lucha y continuó persistente hasta que logró salvarse a si mismo. Esa simple sonrisa le trajo una propulsión de energía nueva que le salvó la vida.
La alegría tiene un poder espiritual inmenso, que nos puede conectar directamente con lo más fuerte de nosotros mismos y ayudarnos a vencer lo más difícil de nuestro entorno y de nuestro interno.
Aprovechemos este mes para cargarnos la mejor arma para vivir de la mejor forma; la alegría.
Uno de los cuentos que más he disfrutado al leerlo ha sido El Principito, del aviador y novelista, Antoine de Saint- Exupéry.En él cuenta la historia de un aviador, que, perdido en el Sahara, conoce a un pequeño niño que dice ser de otro planeta, al que abandonó para explorar otros mundos debido a lo contradictoria que era una flor a la que el amaba. Cada uno de estos lugares representaba el mundo interno de los personajes (a ) con los que el principito interactuaba.
El primer planeta estaba habitado únicamente por un rey que decía tener poder sobretodo lo que le rodeaba y que pese a eso no tenía a quien gobernar realmente. Sin embargo, sí entendía con claridad lo que era la autoridad:
«Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar -continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.»(Capítulo x)
Un verdadero líder dirige a sus compañeros con prudencia .No les delega responsabilidades que sobrepasen sus capacidades, pues sabe que las capacidades de cada uno son diferentes así como también que cada uno tiene limitaciones. No actúa con soberbia, sino con humildad y justicia. Sabe cuando ser estricto y corregir, y no abusa del poder que le ha sido otorgado, sino que da órdenes razonables que no atenten contra la integridad de su prójimo. Jamás se vanagloria y escucha a quien le habla. Es respetuoso de los diferentes puntos de vista y no atropella a los demás tratando de imponer por la fuerza el suyo.
Antes de terminar este punto recordé un detalle.El Eterno, en su infinita sabiduría, nos ha dado, tanto a judíos como a noájidas, preceptos que no son imposibles de cumplir. No son mandatos caprichosos sustentados por la irracionalidad. Como está escrito en la Torá dada la pueblo de Israel:
«Porque este mandamiento que te ordeno hoy no es superior a tus fuerzas ni está lejos de ti» Deuteronomio/ Devarim 30:11
Después de esto, el principito llegó al mundo del vanidoso, que necesitaba ser admirado para sentirse valioso. En el se refleja lo vacío de la vanidad; del alarde de lo que es falso. Es una inseguridad que permanece cubierta por el engaño; una falta de identidad de propia, que busca llenarse con las opiniones del prójimo.
Luego conoció el planeta del borracho, que bebía para olvidar la vergüenza…de beber. La imagen del bebedor representa la falta de voluntad para abandonar aquello que nos es perjudicial; del deseo de superación (a). Es estar atrapado en el fango; encerrado en un círculo que nos desgata tanto física como espiritualmente. Tal como lo señalara el sabio por excelencia:
«Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad. » Proverbios/ Mishlei 26:11
Ante esto, el pequeño dijo:
«No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas» (capítulo xii), al ver la ridiculez del hombre.
Su siguiente destino fue el mundo de un ocupado hombre de negocios que dedicaba su tiempo a contar las estrellas que decía tener, pero que no podía palpar:
—Yo —dijo el principito- tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas…El hombre de negocios abrió la boca, pero no encontró respuesta.( capítulo xiii)
La metáfora del hombre de negocios nos habla del ser humano ambicioso, que se afana en obtener riquezas sin tener tiempo para vivir (a) y disfrutar de las cosas bellas de la vida. En este sentido, es la antítesis del pequeño, que es feliz con las cosas simples. No busca poder ni fortuna sólo vivir tranquilo con lo que le rodea. En realidad el hombre de negocios era un ser miserable ya que no se siente conforme con lo que posee y siempre busca tener más, aun cuando sea dueño de mucho. Este personaje me trae a la mente lo dicho por el salmista:
«1Si el Eterno no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Eterno no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
2En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.» (Salmo/ Tehilim 127: 1-2)
Es decir ¿de qué sirve afligirse por acumular ganancias si el Eterno no nos permite disfrutar de ellas? ¿No sería mejor recordar que » el hombre propone y Dios dispone» (Proverbios/ Tehilim 16:1)?
Una vez abandonado este lugar, el niño llegó al planeta más pequeño de su viaje, habitado por un farolero, dedicado a su trabajo, del cual se sntía esclavizado, ya que tenía que encender y apagar el farol en cada minuto que transcurría. Este personaje logró ganarse el afecto del pequeño visitante. Es el único que no le parece ridículo, «quizás porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo.»( Capítulo xiv)
El farolero es el ser humano dedicado a su trabajo; con vocación por lo que hace, pero que termina siendo consumido por la rutina. A diferencia del hombre de negocios, no busca riquezas sino servir, aun cuando resulte tortuoso para sí.
El lugar que seguía lo ocupaba un geógrafo. Era un erudito que aprendía de la información proporcionada por los exploradores, sin conocer el mismo lo han visto sus informantes. Pese a ello su actitud no es crédula y se cercioraba de la veracidad del testigo pidiendo evidencias que lo respaldasen. Con él, el principito aprende sobre lo transitorio de la existencia, al darse cuenta que su flor estaba «amenazada de próxima desaparición» (capítulo xv) y se arrepiente de haberla dejado, pero al recuperarse le pregunta al hombre sobre cual debía ser su próximo destino, quien le sugirió visitase la Tierra.
El geógrafo representa al noájida deseoso de adquirir conocimientos a partir de la experiencia, no propia sino ajena. Es crítico y selectivo, pero no experimenta con sus sentidos lo que deleita a su intelecto. Sabe lo que es correcto; conoce los preceptos de Hashem, pero no los pone en práctica. Almacena conocimientos, pero no los aprende, pues el aprendizaje es un proceso activo que, además de adquirir una información, implica procesarla, entenderla y saber cuando usarla.
Finalmente, el principito llegó a la Tierra, donde conoce a varios personajes, de los cuales el más significativo es el zorro. El pequeño lo conoce cuando siente tristeza al darse cuenta que lo que para él era especial, aparentemente era común para la mayoría. El animalito es quien le enseña sobre el verdadero sentido de la amistad y las relaciones humanas.(a)
La primera enseñanza dada por el zorro fue la de «domesticar» al otro:
¿Qué significa domesticar?,-preguntaba el principito-
-Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa «crear vínculos… “y después añade:
«Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…» (Capítulo xxi)
Creo que a veces en el trabajo y la universidad la gente se dedica meramente a cumplir con sus deberes sin darse la oportunidad de conocer a otros. El ritmo de vida actual exige competencias (de hecho, yo me considero muy competitivo, aunque gralte. conmigo mismo). Pero somos seres sociales y necesitamos interactuar con otros. No somos máquinas sin emociones, sino seres vivos que sienten. Cada uno de nosotros tiene algo que lo hace único. Podemos tener cosas comunes con el resto, pero hay un «algo» que marca la diferencia. Y es necesario descubrir lo que es propio para así distinguirnos del resto y también compartirlo con ellos.
Quizás la reflexión más recordada por todos sea el regalo dado por el zorro al principito antes de despedirse de él:
«Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.» (Capítulo xxi)
A veces nos dejamos guiar por las apariencias y desaprovechamos apersonas valiosas. Sólo vemos una cara de la moneda, que suelen ser lo defectos. Y no reconocemos que nosotros también tenemos errores e incluso más defectos que los del resto. En realidad lo que vale en una persona no es cuan «perfecta» sea, sino que tenga la capacidad de reconocer sus limitaciones y que se esfuerce por superarlas.
Antes de terminar, quisiera plantear las siguientes preguntas: ¿En cuál de los mundos visitados por el principito nos encontramos ahora? y ¿qué hemos hecho por mejorar? Dios los bendiga. Shalom
F.P.S.M.
Notas:
(a) Esta interpretaciones, en parte, se corresponden con la hecha en :http://es.wikipedia.org/wiki/El_principito. El resto fueron hechas por mí.
(b) La versión en línea de “ El principito» fue tomada de : www.agirregabiria.net/g/sylvainaitor/principito.pdf
claudio nos consulta:
Shalom More
Me surgió la inquietud ya que los musulmanes dicen creer en la unicidad de Dios al igual que los judios. ¿Por lo tanto, ellos pueden practicar su religión o deben practicar los 7 preceptos?
Muchas gracias. Shalom
Claudio Paggi, 50 años, docente, Córdoba, Argentina.
Seguir leyendo Resp. 425 – ¿Un musulmán también tiene que ser noájida?
claudio nos consulta:
Shalom More
He leido hace poco (escrito por un rabino ortodoxo), que el Mesías vendra a mas tardar en el año 6000 del calendario judio. ¿Es asi? ¿De donde surge el computo?
Muchas gracias.
Claudio, Paggi, 50 años, docente, Cordoba, Argentina.
Seguir leyendo Resp. 423 – ¿El Mesias a mas tardar vendra en el año 6000?
Rabí Yosef Izjak Shneerson(bendita sea su memoria),el sexto Rebbe de Lubavitch , un hombre que con su carácter enseñó como trascender los límites personales y aprovechar cada segundo aun en los momentos más difíciles, como los fueron los de los dominios de zar y la segunda guerra mundial; siempre exigiendo el máximo de cada uno de sus seguidores; la palabra suficiente no existía en su vocabulario y eso lo llevo a seguir llenando de fuerza y energía a una potencia espiritual mundial como lo es Jabad Lubavitch. Decía que uno cuando va a enseñarle a alguien no debe ponerse a planear mucho las cosas, pues este mundo ahoga a las personas y si tú ves a alguien ahogándose no puedes ponerte a planear como salvar a esa persona, pues el tiempo es sumamente importante, por lo tanto insistía en enseñar, guiar, sembrar sin esperar ni planear mucho; pues algo que se enseñe hoy le puede salvar la vida a alguien en el mundo futuro.
Se cuentan cientos de historias de cómo su sabiduría, su inspiración y sus milagros ayudaron a cientos de personas a superarse y crecer; entre tantas quiero compartir una que me ha gustado personalmente mucho:
Era el verano de 1896, el y su padre paseaban por los campos de Balivka, una aldea cerca de Lubavitch. El grano estaba a punto de madurar, el trigo y las hierbas oscilaban suavemente en la brisa.
Su padre le dijo: «¡Vé la Divinidad! Cada movimiento de cada tallo y hierba fue incluido en el Pensamiento Primordial en creación de Di-s, en Su visión holística de la historia y está guiada por la Providencia Divina hacia un propósito de Divinidad.»
Entraron al bosque. El Rab absorto en lo que había escuchado, excitado por la apacibilidad y la seriedad de sus palabras, pasó junto a un árbol y distraídamente arrancó una de sus hojas. Sosteniéndola un rato en sus manos, siguió caminando pensativo, rasgándola en pedacitos y lazándolos al viento.
«El Santo Ari» dijo su padre, «dice que no sólo cada hoja de un árbol es una creación investida con hálito Divino, creada para un propósito específico dentro de la creación de Di-s, sino también que dentro de cada una de las hojas hay una chispa de un alma que ha descendido a la Tierra para encontrar su corrección y propósito.
«El Talmud,» continuó, «enseña que un hombre siempre es responsable de sus actos, despierto o dormido. La diferencia entre la vigilia y el sueño radica en las facultades internas, su intelecto y emociones. Las facultades externas funcionan igualmente bien en el sueño, sólo las facultades internas están confusas. De esta manera, los sueños se nos presentan con verdades contradictorias. Un hombre despierto ve el mundo real, un hombre dormido no. Ésta es la profunda diferencia entre la vigilia y el sueño: cuando uno está despierto ve la Divinidad; cuando está dormido, no.
«No obstante, nuestros Sabios sostienen que el hombre siempre es responsable de sus actos, despierto o dormido. Hace un momento hablamos de providencia Divina y sin pensarlo, arrancaste una hoja de un árbol, jugaste con ella, la cortaste en pedacitos y tiraste al viento.
«¿Cómo puede uno ser tan cruel con la creación de Di-s? Esta hoja fue creada por el Omnipotente con un propósito específico y está imbuida con la energía Divina de vida. Tiene un cuerpo y tiene su vida.
Hoy 10 de Shvat, recordamos el día en que su alma dejó los límites físicos y se volvió mas real de lo que ya era.
Para nosotros los noajidas este gran hombre nos es poco concocido o desconocido totalmente, pero los miles de alumnos que han vivido y viven con sus enseñanzas y las de sus alumnos y maestros, ven en el noájida un rol sumamente importante en el mundo y en la sociedad actual, al punto de sentir la necesidad de que el noajida debe aprender y alimentarse espiritualmente constantemente. Al punto de que inclusive el Rebbe Menajem Mendel, quien fue el sucesor de el Rab del que hablamos, y que tambien celebra hoy su aniversario de liderazgo, hizo una campaña llamada 7 para 70, exclusivamente para noajidas y tambien logró que el congreso de los Estados Unidos aceptara las 7 leyes noajidas como los cimientos de la sociedad y que se empezaran a enseñar en las escuelas públicas.
Que la memoria y los logros de estos grandes maestros nos ayude a acelerar la venida del santo Mashiaj pronto.
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RESUMEN
A) Efectos agudos.
1. Ansiedad, disforia, pánico y paranoia. Especialmente en nuevos consumidores.
2. Alteración de la atención y de la memoria y déficit psicomotor.
3. Posibilidad o aumento de riesgo de accidente de tráfico.
B) Efectos crónicos
1. Síndrome de dependencia que se caracteriza por incapacidad para abstenerse o para controlar el consumo de droga.
2. Formas sutiles de alteración cognitiva que afectan la atención y la memoria, que persisten mientras los consumidores permanecen crónicamente intoxicados.
3. Alteración en la formación y educación de los adolescentes pues su aprendizaje puede ser limitado.
4. Aumento de riesgo de esquizofrenia y psicosis graves.
5. Aumento del riesgo de trastornos depresivos y síndrome amotivacional.
6. Entre los que comienzan a edades tempranas aumenta el riesgo de progresar a un uso duro del cannabis o de otras drogas.
Para terminar, es preciso no olvidar la influencia que determinados planteamientos ideológicos pueden tener sobre estas investigaciones. Así, es intrigante comprobar que –contrariamente a las conclusiones del metanálisis de Arsenault (2004) – en otra versión sistemática sobre los posibles efectos psicológicos del consumo del cannabis, realizada por Macleod y Cols[1], los autores concluían que “la evidencia científica disponible no apoya fuertemente una importante relación casual entre el uso del cannabis por jóvenes y riesgos de daños psicológicos, aunque tampoco excluye la posibilidad de que dicha asociación exista”. Añaden finalmente, como única recomendación, que “a la vista del uso extendido del cannabis, son necesarias mejores evidencias”. Estos investigadores se limitaron a cuestionar los resultados de los grandes estudios epidemiológicos, entonces disponibles que mostraban un mayor riesgo de desarrollar depresión, o esquizofrenia asociado al consumo del cannabis, simplemente enumerando todos los posibles sesgos conocidos en la epidemiologia y dejando caer la sospecha la sospecha de que estos sesgos pudiesen explicar los resultados. No consideraron en su justa medida, los intentos que habían realizado los autores de los estudios epidemiológicos que ellos revisaron por prevenir dichos sesgos. Por ejemplo, los autores de los estudios epidemiológicos habían sido cuidadosos para realizar un ajuste por el consumo simultáneo de otras drogas, o por factores sociales asociados a problemas psicológicos antes de iniciar el consumo de cannabis. Cuando, tras el ajuste estadístico, las medidas de asociación seguían indicando que la exposición a cannabis era un claro factor de riesgo.
Llama la atención que los autores de la revisión se resistieran a realizar un metanálisis cuantitativo y que además la conclusión a la que llegaron contradijese a la del otro metanálisis disponible. Estudios posteriores, se puede desprender que, efectivamente existe al menos suficiente evidencia del daño psicológico que produce el consumo lúdico del cannabis. Existe claramente una “resistencia ideológica” a aplicar este tema el mismo principio que se viene aplicando habitualmente en salud pública a otras graves amenazas para la salud de la población, es decir “hasta que no sepamos mas, lo mejor es no consumir cannabis en absoluto”[2].
[1] Macleod J, Oakes R, Copello A, Crome I, Egger M, Hickman M, Oppenkowski T, Stokes-Lampard H, Smith GD, Psychological and social squeal of cannabis and other illicit drug use by young people: a systematic review of longitudinal, general population studies. Lancet 2004; 363: 1579-88
[2] De irala J, Ruiz-Canela M, Martinez-Gonzalez MA. Causal relationship between cannabis use and psychotic symptoms or depression. Should we wait and see? A public-health perspective. Med Sci Monitor 2005 (en prensa)