Estimado Moré.
Sírvase recibir un agradecimiento profundo y sincero de quien suscribe, pues
es su sitio en la red, un manantial dentro de un desierto espiritual e idolátrico.De ser posible le ruego se sirva contestar la siguiente pregunta: es el Iom Kipur un día de exclusiva observancia judía? Cuál es la posición gentil en este día especialísimo? Y en fin, cual debe ser el proceder del gentil piadoso ante este acontecimiento?
Ruego a D-os nuestro S-;or, Uno y Único por la reconstrucción de las
murallas de Jerusalén!!!!Jorge Ramos
Costa Rica
Muchas gracias por su interesante pregunta y por sus palabras de sincero aliento.
Es nuestra tarea difundir la Luz de la Verdad, la Palabra del Eterno que ha salido desde Tzión, de modo tal de brindar oportunidades a las personas para que reafirmen su voluntad de servir con fidelidad al Eterno, y de esa manera asociarse a la construcción de un mundo mejor.
Quiera el Eterno, Uno y Único, bendecirnos espiritual y materialmente, para que podamos continuar esta obra de largo aliento en la que estamos.
En cuanto a su cuestión acerca del Iom Kipur, del Día de la Expiación, permítame que le señale su origen histórico, para que de esa manera entienda cabalmente el fundamento de mi respuesta.
Los judíos fueron sacados de Egipto, trasladados a la vera del Monte Sinaí, recibieron en persona de "manos" de Dios la Torá, todo esto entre decenas de milagros y hechos espléndidos que demostraban sin lugar a dudas la existencia de Dios, y Su poder sobre toda la Creación.
A los cuarenta días del "matrimonio" con Dios, a los cuarenta días de Shavuot, un pequeño grupo de ingratos judíos erigió una idoaltría para asociarla a Dios, y luego reemplazarlo en la mente y corazones del resto de sus compatriotas.
Moshé bajó del monte, vió esa terrible afrenta, y las Tablas del Pacto resbalaron de sus manos cayeron y se destrozaron.
Esas Tablas del Pacto, ese documento matrimonial entre Dios e Israel, estaba quebrado, aunque el matrimonio es eterno.
Moshé retornó al monte Sinaí, en representación del Pueblo a pedir misericordia y a pedir restitución por lo errado en el pasado.
Muchos días después, un diez de Tishrei, el Novio perdonó a la novia, y entregó nuevamente el documento matrimonial, las segundas Tablas del Pacto.
Ese día de reencuentro, de reconciliación, de retorno, ese diez de Tishrei es precisamente el Iom Kipur, el Día de la Expiación.
Como verá por esta historia verídica, la celebración de esta fecha compete exclusivamente a la nación judía, puesto que se relaciona directamente con un hecho de su pasado histórico y con un compromiso intrasferible que la nación judía tiene con Dios.
Es por esto que este día pedimos perdón por nuestros pecados y errores, este día nos arrepentimos, este día nos reconciliamos con Dios y con nosotros mismos.
Este día, puesto que es el que hemos recibido nuevamente las Tablas del Pacto entre Dios e Israel, junto con el eterno perdón y retorno al Novio.
Ahora bien, por lo antedicho los noájidas no tienen parte, puesto que no son integrantes de la nación judía, y puesto que los noájidas tienen su propio pacto eterno con Dios, paralelo al pacto que Él tiene con Israel.
Pero, los noájidas pueden recordar este día, sin celebralo, sin hacer nada en particular en él, aunque quizás lo pudieran dedicar a la reflexión de sus propios actos, a encontrar puntos oscuros en su conducta personal para poder mejorarlos, al reencuentro con el prójimo y con su identidad espiritual.
Pero, sin asumir para sí este día como sagrado o mandado por Dios.
Puesto que es un mandamiento exclusivo para los judíos el respetar este día de acuerdo a los preceptos y normas que Dios ha indicado.
Por supuesto que si en su manos está favorecer a alguna persona judía para que conozca este día, o que lo viva de manera más elevada, ¡bienvenida sea su mano!
Y por supuesto, puede usted colaborar en difundir la Luz de la Verdad, en este día y en todos para que cada persona en el mundo pueda ejercer su derecho a vivir de acuerdo a las normas del pacto que tiene con Dios.
Espero haber sido claro y explicativo con mis palabras, y quedo a su disposición para lo que pueda ayudarle.
Les deseo a todos un buen año universal 5767, y que sea derramada sobre la tierra la bendición, la paz, la prosperidad, el bienestar.
Lic. Yehuda Ribco
Presidente Honorario de FULVIDA Internacional