En CABALA-TERAPIA enseñamos y aplicamos un método excelente para lograr eficacia en las relaciones personales, liberar las tensiones internas, promover el dialogo, cimentar el entendimiento, fortalecer la paz, ayudar al crecimiento personal y colectivo.
Se denomina COMUNICACIÓN AUTENTICA (CA), y te propongo que la conozcas para que empieces a ponerla en práctica en tu vida.
Consta de cuatro elementos, que deben estar presentes en todo momento:
1- Sinceridad – todas tus palabras deben ser sinceras, sin engaños, sin mascaras. Si no puedes ser sincero, abstente de hablar.
2- Animo constructivo – tus palabras, aunque sean sinceras, jamas deben tener la intención de agredir, atacar, molestar, herir. Si para cumplir con la sinceridad debes decir algo que su contenido es molesto para el otro, tienes la opción de que la manera en que lo dices sea lo mas positiva posible; o tienes la opción de callar.
Que tus palabras y tus modos sean para construir, aunque estas emitiendo una dura critica que es imprescindible expresar.
3- Respeto – debes respetar y exigir que te respeten. Si piensas que tus palabras podrán molestar al otro, por ejemplo en una broma, entonces respeta la dignidad del otro, y la tuya propia, y abstente de contar ese chiste.
Si el otro te ofende con sus palabras, o por la manera en que las pronuncia, debes exigir que te traten con el respeto que te corresponde.
Recuerda que parte del respeto es también escuchar al otro, y tratar de comprenderlo.
Por supuesto que si no estas de acuerdo con lo que el otro expone, es tu derecho y deber no aceptar lo que el otro dice, sino exponer tu punto de vista y quizás conseguir un dialogo negociador.
4- No supongas – uno de los errores mas frecuentes y que llevan a enojos, peleas, rupturas, etc., es que las personas no se detienen a preguntar e intentar comprender la idea del otro, sino que asumimos lo que el otro dirá, prejuzgamos, suponemos sin fundamentos y fuera de contexto. Cuando hablamos basados en nuestras suposiciones, no estamos hablando con el otro realmente, sino que estamos hablando con la idea que tenemos del otro. Lo que, tristemente, lleva a confusiones, desilusiones, malos momentos, etc.
Asi pues, no prejuzgues, sino que pregunta, indaga, haz el esfuerzo por dialogar, y no solamente por participar de un monologo de a dos.
Espero que mis consejos te sean de bendición y quedo a tus ordenes.
Lic. Yehuda Ribco
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