Archivo de la categoría: Israel y judios

Resp. 394 – Torá y gentiles

Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas pero quiero tener su segura palabra en este tema. Gracias.

Seguir leyendo Resp. 394 – Torá y gentiles

Entonemos juntos por la paz para Israel y los justos

[Canto de ascenso gradual]
Los que confían en el Eterno son como el monte Tzión [Sion] que no se derrumba, sino que está firme para siempre.

Como Ierushalaim [Jerusalén] tiene montes alrededor de ella, así el Eterno está alrededor de Su pueblo, desde ahora y para siempre.

Porque el cetro de la impiedad no reposará sobre la posesión de los justos, no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Eterno, a los buenos, a los que son rectos de corazón.

Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos, el Eterno los llevará junto con los que obran iniquidad.

¡Sea la paz sobre Israel!

(Tehilim / Salmos 125:1-5)

Un llamado a la conciencia mundial

(Carta al MUNDO de Moshé Yanai)

Querido MUNDO:

Entiendo que estés disgustado con nosotros, los judíos, y sobre todo desde que tenemos nuestro propio Estado, con Israel. Y más aún, estimo que puedas estar enojado y hasta furioso.

No es nada nuevo, porque es claro que cada tanto pareces perturbado y disgustado con nosotros los judíos, estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos.

Caro MUNDO, entendemos que nosotros, los judíos, y en especial los de Israel, te causamos menudos problemas porque irritamos a los árabes. Y éstos son tantos, unos 400 millones, y lo que es más importante, poseen tanto petróleo. Y nosotros, nada. Y que cuando hablas del mundo musulmán, has de tener en cuenta que deben ser algo más de 1.500 millones, un quinto de tu población, mientras que nosotros, los judíos, que no llegamos a los 14 millones, numéricamente somos algo insignificante. Tan sólo un 0,2% que es como decir casi nada. Y, claro, a los musulmanes en general y a los árabes en particular, hay que tenerlos gozosos y contentos, porque son un bloque tan importante y poderoso que mucho temes enojarlo con un proceder nada sensato.

Hoy te enoja la represión de los palestinos, aunque sea para buscar o castigar a terroristas. Antes, lo estabas por la destrucción del reactor nuclear del tirano y genocida Saddam Hussein en Bagdad, también te sentiste malhumorado por nuestra victoria en la Guerra de Yom Kipur.

Como bien lo sabes, todos fueron ataques defensivos. Israel es tan pequeño que no puede darse el lujo de perder una sola guerra; sería la última, sería su fin. Pero por algún motivo que desconozco, igual que ocurrió tantas veces, te sentiste irritado.

Aparentemente, los triunfos y la vida de los judíos te molestan enormemente. Como ya te comenté mucho antes de la existencia del Estado de Israel, el pueblo judío te ha disgustado.

Y podemos ir hacia atrás en un largo camino histórico de perturbaciones. Citaré tan sólo algunos casos.

Molestamos a los señores feudales del medioevo, que nos acusaban de ser los causantes de todas las pestes y calamidades que asolaban a sus pobres vasallos, aunque éramos totalmente inocentes.

E irritamos a los cruzados, que yendo a liberar Tierra Santa estaban tan disgustados con los judíos que asesinaron a cuantos pudieron en el camino a su santa cruzada.

Ya en el siglo XV molestamos a los reyes de España, que nos mataron por millares y nos obligaban a convertirnos a la fe «verdadera» so pena de morir en la hoguera; no contentos con eso nos expulsaron de todo su territorio. Y véase, hasta el día de hoy los descendientes de esos exiliados veneran el español y lo siguen hablando como si todavía fueran de allí.

Durante siglos perturbamos a la Iglesia Católica, que hizo lo posible para eliminarnos a través de la Inquisición. Todo por la santa fe. Nos acusaba de ritos bárbaros, y entre otras cosas, de ser el pueblo deicida.

También irritamos a Martín Lutero, quien en su llamado de quemar las sinagogas con los judíos dentro, mostró un admirable espíritu de misericordia cristiana.

Molestamos a todos los gobernantes de Europa, que nos acusaban de ser los causantes de todos los problemas, cada vez que se producía una crisis social o económica. Y así siguió ocurriendo durante siglos, a pesar de los nuestra contribución al progreso de la ciencia y la medicina.

Parece ser que hemos encolerizado al pueblo alemán que eligió a Hitler, y al austríaco que celebró su entrada en Viena. Dijeron que éramos la hez de la humanidad y que no teníamos derecho a la vida. También pareciera que molestábamos a las naciones eslavas, Polonia, Hungría, y a otras más, ya que todas ellas nos entregaron a los verdugos nazis para ser llevados a las cámaras de gas, como si no fuéramos sus ciudadanos.

Antes de esto habíamos fastidiado a los zares de Rusia y a los cosacos, que masacraron a miles de judíos a lo largo de una larga serie de pogroms para limpiar el país de elementos tan perniciosos.

También conseguimos alterar a Stalin, ya que en sus purgas y en sus gulags se deshizo de varios miles de nosotros, con los más variados argumentos.

Y al llegar al extremo de sentirnos molestos por disgustarte, querido MUNDO, es que decidimos dejarte (en un modo de decir) y establecer un Estado Judío.

La razón es que al vivir en diferentes latitudes y países, sentimos que te irritábamos y perturbábamos, aún cuando algunos abandonaban nuestra cultura y nuestras tradiciones asimilándose a las de la mayoría.

Los judíos que se convertían a la «fe verdadera», antes y después del decreto de expulsión de 1492, los conversos, no dejaron de ser objeto de discriminación, maltrato, ataques y asesinatos.

También las cámaras de gas estuvieron llenas de alemanes que se creían libres de su judaísmo, y se dieron cuenta que se equivocaron mientras se les llevaban como ganado en los trenes a los campos de exterminio.

Por todo eso decidimos volver a construir un Estado en el mismo sitio donde la mayoría fuimos expulsados hace dos milenios por el Imperio Romano, al cual también habíamos disgustado. En especial, por no adorar a sus dioses e insistir en uno solo.

Mientras tanto te hemos dado hombres extraordinarios, filósofos, artistas, científicos. Muchos de ellos, con sus investigaciones o con sus trabajos marcaron hitos en la historia universal. Ya sabes: Maimónides, Baruch Spinosa, Henrich Heine, Franz Kafka, Gustav Mahler, Marcel Proust, Albert Einstein, Serge Einsestein, Sigmund Freud, Amedeo Modigliani, Carl Marx, Albert Sabin, César Milstein, George Gershwin, C. Levi-Strauss, Norman Mailer, Alexander Fleming, Martin Buber, Shmuel Agnon, Danny Kaye, Steven Spielberg, Barbara Streisand y muchos más. Todos ellos aportaron tanto a la humanidad, del insignificante 0,2% que somos de tu población, te hemos dado más del 20% de los laureados con el Premio Nóbel. Cuando estalló la Guerra Civil Española, acudieron de todo el mundo 40.000 hombres para luchar contra el fascismo en las Brigadas, y de ellos 7.000 eran judíos, una proporción realmente impresionante.

Aparentemente, querido MUNDO, tú eres muy difícil de complacer. Después de haber pasado por múltiples persecuciones y matanzas, por la Inquisición, los pogroms, el Holocausto y habiendo decidido vivir en nuestro pequeño Estado (algo así como la superficie de la provincia de Badajoz, la de Tucumán o el Estado de Nueva Jersey) parece que seguimos irritándote.

Tú estás disgustado por nuestro operativo contra los palestinos… y hasta les disculpas sus terribles asesinatos con suicidas o que sacrifiquen a sus pobres niños colocándolos en las líneas de fuego.

Nunca antes te habías mostrado tan indulgente ni interesado por la suerte de nadie como por la de ellos, aún cuando los árabes de Sudán hayan matado a más de 800.000 personas en el proceso de islamización de ese país, o cuando los habitantes de Timor Este morían como moscas. Tampoco te sentiste interesado cuando los franceses masacraban a la resistencia en Argelia. O te has inquietado por los niños de Sierra Leona que mueren matando todos los días. O por los cientos de miles de victimas en Camboya. A ti, mundo, nada parece interesarte que no tengan Estados propios los tamiles, los corsos, los kurdos, los canacas de Nueva Caledonia, los igbos (o ibos), los aymaras, los saharauis, los sioux o los gitanos (y hay otros más).

De los cientos de naciones sin Estado, sólo los palestinos han despertado tu solidaridad incondicional. Nadie mueve un dedo por los miles de pueblos sin Estado en todo el mundo. Pueblos que ahora son aniquilados, asesinados, como el kurdo, los negros de Darfur en el sur de Sudán o los pobres habitantes del Congo. Es estos casos casi no dices esta boca es mía.

Pero los palestinos te interesan ahora, aunque cuando Jordania mató a miles de ellos en el Septiembre Negro, tampoco dijiste gran cosa (y ésta es historia nueva).

Y cuando Kuwait expulsó a cien mil palestinos de su país, tampoco nadie lo comentó. ¿Por qué esta solidaridad con el pueblo palestino cuando se enfrenta a Israel?

Nunca TÚ, querido MUNDO, has estado tan solidario como con los palestinos, aún cuando estaban encabezados por un terrorista tan corrupto como él, que dirigió una de las administraciones más corruptas, capaz de desviar para cuentas particulares, los fondos con que TÚ le ayudas generosamente.

¿Por qué, querido MUNDO, te inventas masacres donde hubo combates, como en Jenín? A qué se debe que tus prestigiosos intelectuales comparan el genocidio de millones de personas indefensas y ciudadanos pacíficos durante el Holocausto, con enfrentamientos en un levantamiento armado que en dos años ha causado más de 1.000 victimas israelíes. Has aceptado una comparación de lo incomparable.

Apenas has dicho algo cuando dinamitaron en Argentina la Embajada de Israel, o la sede de AMIA causando más de cien víctimas, o cuando en Francia destrozan sinagogas, agreden a colegiales o profanan los cementerios judíos.

O cuando medio centenar de personas son vilmente asesinadas en un hotel de Netania, en una de nuestras celebraciones más solemnes. O cuando destrozan a escolares y amas de casa en los autobuses y mercados de Israel.

Tú estás muy enojado porque no renunciamos a las tierras ganadas en 1967, a las que llegamos venciendo con nuestra sangre a la agresión de todo el mundo árabe. Moscú, Washington, Europa, los árabes moderados y los radicales, todos molestos con nuestra victoria.

Bueno, querido MUNDO, ponte por un momento en la piel de un judío común y corriente de Israel y dime como te sentirías.

Entre 1920-29 no existía ese problema de territorios ocupados de 1967 que impidieran la paz entre judíos y árabes, no había Estado Judío para molestar a nadie. Pero ello no obstante estos mismos palestinos asesinaron a cientos de judíos en Jerusalén, Jaffa, Safed y Hebrón. En especial en esta última ciudad, en 1929, pasaron a cuchillo en un solo día a 67 judíos.

¿Acaso pudo haberse debido su furia por la «agresión israelí» de 1967? ¿Y por qué 510 judíos, hombres, mujeres y niños fueron asesinados en disturbios provocados por los árabes entre 1936-39? ¿Fue porque los árabes se sintieron molestos por lo de 1967? No es lógico, ¿verdad?

Y cuando tú, MUNDO, propusiste un plan de partición en 1947, que hubiera dado lugar a dos Estados, uno árabe y otro judío, los árabes respondieron con un rotundo ¡no!, fueron a la guerra y mataron a 6.000 judíos. ¿Por qué? ¿Porque tal vez preveían los acontecimientos de 1967? ¿O era para aniquilar a todos los judíos?

En verdad, MUNDO, ¿por qué no se ha formulado tu queja, tu molestia en aquel momento? Los pobres palestinos, que nunca hasta la creación del Estado de Israel se habían identificado como tales, que jamás pretendieron tener un Estado hasta esa fecha, son los mismos que hoy matan judíos con explosivos, integran a ese mismo pueblo que incita a arrojarnos al mar.

El mismo odio, la misma falsedad, el mismo grito de “¡itbaj-el-yahud!” (¡Masacrar a los judíos!) que oímos hoy, fueron escuchados entonces. El mismo pueblo, el mismo sueño: destruir Israel. Querido MUNDO, tú estuviste pasivo, no dijiste nada, permaneciste a la espera, en 1948, cuando seis países lanzaron una guerra que la Liga Árabe orgullosa y creída de su posible victoria, comparó con las masacres de los mongoles.

También te cruzaste de brazos en 1967, cuando un Nasser eufórico y militante instó al mundo árabe a arrojarnos al mar. Y solamente despertaste de tu insomnio cuando se quedó con un ejército destrozado por completo.

Te seguimos molestando, querido MUNDO, por protestar contra todas aquellas persecuciones, vejaciones y matanzas, todo aquel viejo antisemitismo, que toma hoy la forma de antisionismo, y que reemplaza a la misma judeofobia de siempre.

Tú, querido MUNDO, estarás encogido de hombros o tal vez a la espera, cuando mañana Israel enfrente su posible extinción otra vez. Pero no lo dudes, haremos todo lo posible para permanecer vivos en nuestra propia tierra, haciendo lo que haga falta para ello.

Si esto te molesta, MUNDO, piensa cuántas veces en el pasado tú nos has disgustado y perturbado. Ahora estamos bien amoscados y resentidos al ver cómo tergiversas los sucesos, adulteras los hechos y falsificas las situaciones. No está nada bien que te portes de ese modo.

Pensándolo bien, ¿sabes una cosa MUNDO?: a pesar de todo, aquí, en Israel, hay un judío; no, me equivoco, hay muchos judíos, a quienes no les importa un bledo que te sientas tan molesto.

Fuente

Supóngase que vive en el sur de Israel

Supóngase que todos los días, todos y a cualquier hora, pero varias veces por jornada, le caen misiles en su casa, en la de sus familiares, en las de sus vecinos, en la escuela de sus hijos o hermanos, en el hospital donde está su prima dando a luz, en cualquier lado, a cualquier hora, sin ninguna razón valedera.

Supóngase que con sus impuestos usted está dando alimento, medicina, educación, electricidad, agua, etc. a los habitantes y gobierno que cobijan a los que lanzan misiles y aterrorizan constantemente.

Por si fuera poco vivir pendiente de la sirena de ataque con misil y de correr al refugio antiaereo, supóngase no puede ir a una plaza, un cine, un ómnibus, un mercado, la calle, un bar, la playa, el templo, nada, porque otro terrorista se volará y matará a usted, a sus hijos, a sus padres, al vecino, al desocnocido, o dejará heridos y tullidos graves.

Supóngase que ha dado una gran parte del territorio de su país y dinero y bienes y servicios a esos mismos terroristas que siguen desde las sombras atacando a su patria. Si hasta se ha enfrentado con su hermano para arrancarle el estupendo asentamiento agrícola que él levantó en medio del desierto y dárselo con frutos y prosperidad a los infames terroristas y sus aliados.

Supóngase que esos criminales son tan cobardes, tan poco hombres, tan escoria humana, que en lugar de salir a guerrerar como soldados entrenados y pertrechados que son, se esconden en escuelas, en hospitales, en asilos, detrás de nños, detrás de ancianos, etc.
Además, usan la complicidad de la prensa comprada o ansiosa por su sangre, para hacerse pasar por los buenos del cuento, por héroes idealistas, por emancipadores, por personas de paz, cuando no son otra cosa que delincuentes, terroristas, asesinos, ladrones, impotentes-prepotentes.

Supóngase que usted pide paz, trabaja por la paz, da casi todo a cambio de la paz, pero del otro lado solamente hay odio, amenazas de liquidarlo, de echarlo al mar, y no paran los otros de reclamar más y más. Lo único que saciará al enemigo es su sangre flotando en el mediterráneo, su presencia borrada del mapa, su recuerdo olvidado. Ellos no quieren nada de paz, ni un tratado, ni negociaciones, ni compartir una tierra, ni hacer caso al Corán en lo que respecta a Israel para los judíos por siempre, ni vivir en armonía, ni aceptar los derechos humanos. Ellos, los palestinos en su mayoría, los líderes en su totalidad, solamente quieren el genocidio de los judíos, la extirpación de Israel. Ellos son el brazo armado, uno más, del imperialismo árabe musulmán que ocupa gran parte de África, Asia y Europa. Ellos son los que buscan la destrucción de todos los que no sean musulmanes, para lo cual deben eliminar primer a los judíos, que son el obstáculo más importante a la hora de que ellos consigan sus afanes imperialistas globales.

Supóngase que usted habla de paz, y hace todo lo que puede para que no sea una palabra solamente, pero del otro lado sólo ladran «paz» cuando por fin usted no tiene más remedio que salir a defenderse, porque su cuerpo y alma ya no soportan más que la castiguen a diario.

Y para colmo, en este torcido mundo del revés, cuando usted se defiende salen de sus covachas los progres, los que lo odian, los que no tienen idea pero opinan, los que no tienen nada que ver pero se meten, los que pueden hacer algo pero prefieren mirar para otro lado, todos sus enemigos y los neutrales peligrosos le ordenan que no se defienda más, que se quede quieto, que no tiene derecho a defenderse, porque si se defiende usted es un imperialista, si se defiende usted es un genocida, si se defiende usted es un nazi, si se defiende usted debe ser eliminado del mapa. Le ordenan con toda la malicia del mundo que deje que la violen, que la hieran, que la maten, que la roben, que siga siendo el judío del gueto, ahora ya no golpeado por una horda de estúpidos antisemitas, sino por un grupo de imperialistas y sus asociados.
Usted, como judío o israelí, no tiene derechos «humanos».
Es solamente el judío del gueto que debe aceptar todo tipo de humillaciones, maltratos, perversiones y ni siquiera intenter defenderse, so pena de ser «ajusticiado» internacionalmente por un tribunal presidido por el generador de terrorismo mundial (Irán).

Dígame lector que con tanta ligereza e ignorancia opina, digame usted, ¿usted se puede poner en lugar de esos israelíes que a diario sufren todo esto?

Mientras usted no soporta la lluvia de misiles durante meses o años, ni los ataques terroritas de a pie o en camión bomba, ni el asedio constante, ni la humillación continua, mientras usted se sienta frente a su monitor a declarar cualquier cosa que se le ocurra, mientras tanto, los terroristas palestinos siguen usando niños y enfermos como escudos, siguen mintiendo y difundiendo sus falsedades, siguen cobrando millonadas de dinero de parte de Irán y los títeres de turno, siguen manteniendo sometida a la propia población a todo tipo de crueldades, siguen instruyendo para el odio y la sangre a los niños desde la cuna, siguen haciéndose las víctimas cuando son los primeros en vivir agrediendo desde las sombras.

Así es la cosa, que usted solamente debe suponer ya que tiene la liviandad de opinar porque se le ocurre y es gratis, y es muy progre, y es muy de pacifista.

Quien esté informado, quien esté construyendo shalom, ¿puede ser tibio, neutral, propalestino?

Israel «comenzó»

Hay un viejo chiste acerca de tres personas, una de ellas miembro de las fuerzas de defensa israelíes, que naufragan en una alejada isla de caníbales. Luego de ser capturados y mientras las calderas de agua hervían al fuego, los generosos nativos ofrecen conceder a cada uno de los cautivos un último deseo.

El primer hombre pide una pluma y un papel, y escribe una nota de despedida a su familia. La segunda persona pidió una comida final, de cinco platos que no contenga carne humana. Entonces el israelí pide que el líder tribal lo golpeara en la cara. Una petición extraña, pero en sus momentos finales en la tierra, la gente no piensa coherentemente… En cuanto el jefe le pegó, el israelí sacó una Uzi y rápidamente aniquilo a sus captores.

¿Por qué esperó hasta que le pegara, antes de tirarles? los dos amigos preguntaron.

Y que quieres ¿que después todo el mundo diga que yo comencé la agresión?

Buen chiste, pero, como vimos esta semana, refleja una triste realidad. Parece no importar cómo le peguen, cualquier acción de autodefensa de Israel será vista como una «agresión injustificable.»

Si Israel de todas formas nunca tendrá una «excusa aceptable» para perseguir a los terroristas y destruir sus fábricas de infraestructura y misiles. Cualquier acción inevitablemente accionará la condena mundial. ¿Por qué entonces esperar a ser golpeado en la cara antes de emprender una misión de autodefensa?

Resp. 387 – El concepto de Amalek en el noajísmo

César Oncoy Bustamante nos consulta:

He leído que en ocasiones los judíos hacen referencia a Amalek como el gran enemigo del pueblo judío (se que es imposible determinar su descendencia en la actualidad, asi que se comprende como un arquetipo de maldad), incluso ud. en algunas oportunidades, pero no me queda claro, como deben manejar este concepto los noájidas, que papel y que tarea tienen al respecto en el presente y en el futuro.
César, Oncoy, 19, estudiante de negocios internacionales, Lima, Perú

Seguir leyendo Resp. 387 – El concepto de Amalek en el noajísmo

Fulvida.com te necesita

«Hola, espero que estés bien. Recuerda que fulvida.com es el lugar para que expreses lo que has aprendido siendo noájida. No dejes de participar, el mundo necesita tus palabras.»

El anterior es un mensaje que envié la semana pasada a los más de 1.500 participantes de este sitio. Lo envié con el propósito de invitarlos a seguir compartiendo sus experiencias en el noajismo.

Algunos tuvieron la amabilidad de responder la invitación.

Respetando el anonimato me gustaria enseñarles las respuestas. De antemano advierto que hay de todo un poco, tanto judíos, como noájidas fieles y otros.

Las respuestas:

1. «Hola Jonathan, Pues agradezco que escribas, eso me anima mucho, sobre todo en estos días porque he pasado algunos momentos difíciles en cuanto a la situación familiar se refiere. De hecho no he escrito mucho por lo mismo; pero sigo aprendiendo y estando atenta a los post en Fulvida.
Trataré también de no ausentarme tanto y participar un poco más.
Saludos, que el Eterno te bendiga y te guarde.»

2. «Envio mensajes a fulvida cuando puedo… No soy de las siete leyes de Noah, pero si judia. Muy bueno que se envien E-mails recordando la pagina. Happy Chanuka to all.»

3. «Hola Profr. Ortiz: Gracias por sus palabras, tratare de participar…
Profr. es que entre tanta critica en mis posts por algunos usuarios… como que mi autoestima se fue por los suelos…
Le agradezco mucho su comprension y su amistad.  Sigamos construyendo SHalom, que pase un bonito dia!!!

4. Gracias por la invitación a tu página, no se si me equivoco, ustedes son judíos?…bueno, yo soy cristiano y había visitado fulvida, pues traía información del seudo Rabino *********, cuya experiencia en uno de sus centros nos has contado.

Pero aparte de tu tesmionio, mejor dicho antes, había eído una carta del administardoe, en la que había una información en formato pdf que se podía bajar, lo cierto esque esta parece no existir, pues nhe logrado hacerlo a pesar de haber escrito en dos oportunidades para que me sugirieran como hacerlo, si tú puedes ayudarme te estaré agradecido, el caso es que hay un grupo de seguidores del *** (Imperio del Mal), que hacen alarde de este señor y me gustaría disponer de argumentos para refutarles.

Por o demás espero que la pases bién dejándote ago que espero sea de bendición mutua:

Rom 3:29  ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Rom 3:30  Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.

Un abrazo,»

5. «Agradezco su email, pero me puede explicar por favor con mas detalles de que se trata.

Shalom y berajá!!!

6. «Muchas gracias por su mensaje señor Ortiz. Estoy trabajando en otro proyecto noájida con el que me siento identificado. Mis mejores deseos para usted y Yehuda.»

7. » Me encanta visitar la pagina de fulvida, me encanta ver las peleas entre ustedes mismos, asi como perros y gatos, claro es de suponerse,cuando el fundamento es FALSO, no sucede mas que eso, peleas y discordia, que pena por ustedes…ojala alg?n d?a recapaciten, el tiempo se les acorta, es uno de los ?ltimos llamados YESHA ES EL MASHIAJ….despu?s solo les quedara una Horrenda expectaci?n de juicio.

Shalom, feliz Hanuka (si es que el Lic. Ribco les permite celebrarla).»

8. «Hola, Profesor, que gusto encontrar unas lìneas suyas. Entro de vez en cuando a la compu, porque debo venir a un cyber, ya que me quedè sin internet. Morè Yehuda sabe que mis momentos son dìficiles y no cuento con muchos recursos para poder estar viniendo, revisos mis mails. Contesto algunos y si puedo hablo con alguien. Por eso he dejado de participar. Lo lamento muchìsimo, pero confìa que Di-s me dè la posibilidad de volver. Un cariño grande. Shalom»

Finalmente,

Luego de leer las respuestas, ¿te gustaria comentar lo que piensas al respecto?

Gracias

Resp. 385 – Shema Israel y velas de Shabat

joseman nos consulta:

Shalom, mi pregunta es,
1- si un gentil puede rezar el Shema Israel, y
2- si puede recibir el Sabaht encendiendo velas.
3- En Jerusalem en los hoteles nos dejaban velas en los vestíbulos para que las encendiéramos
4- Y en el Muro de los Lamentos nadie nos preguntaba de donde eramos. Al contrario en las mezquitas no nos dejaban entrar.
Muchas Gracias y reciba un cordial saludo
Jose A. Manresa, 56 años Administrativo – Alicante España

Seguir leyendo Resp. 385 – Shema Israel y velas de Shabat

Agradecer a quien corresponde. Otra diferencia entre Januca y navidad

Conversaba con mis pequeños hijos antes de que durmieran.
Tenemos un procedimiento diario que incluye recuento del día de cada uno, planes para mañana, cantos, algunos rezos, besos y cariños.
Conversaba con ellos, 4 y 5 años, entonces ella me pregunta: ¿No verdad que papá Noel no existe?
Y le respondí lo que ya le había dicho: No niña linda, papá Noel no existe. Algunos papás les dan regalos a sus hijos pero les hacen creer que un gordito disfrazado de rojo es quien se los trae. Pero a nosotros no nos gusta la mentira, ¿verdad? A nosotros nos gusta decir la verdad y si papá y mamá te dan un regalo, está bueno que le agradezcas a papá y mamá. ¿Por qué agradecerle a un gordito que no existe?
Entonces mi hijo participa y agrega: Sí, hay que decir gracias al que nos da el regalo de verdad y no a otros. Y… ¿por qué… por qué… no dicen los papás que son ellos los que dan los regalos y por qué inventan a papá Noel?
Le contesté: No sé, pero nosotros vamos mañana a comprar regalitos para ustedes, los regalos de…
Ellos en coro: DE JANUCA.
Yo quiero esto y yo aquello y quiero y además…

Así conversamos anoche con mis hijos.
Por supuesto que en esta anécdota se esconde una enorme interrogante, pero que sus respuestas pueden revelar los oscuros procesos que intervienen en el sometimiento y enceguecimiento de nuestra sociedad.

Los imperialistas usan la «fe» como un mecanismo de dominación.
A diferencia de ellos, los que somos fieles al Eterno (y por tanto ajenos al anhelo imperialista, usurpador o estafador) andamos con la Luz del Eterno, con la Palabra de la Torá, con bondad y justicia.
Pero especialmente con el agradecimiento sincero, dirigido hacia quien corresponde y no hacia falsos dioses, falsos redentores, falsos donadores, falsos líderes…

Aprendemos a decir gracias, que es aprender a reconocer a la Fuente de los bienes que recibimos, así como a Sus canales por medio de los cuales nos llega la bendición.
Ser agradecidos, en verdad, es algo que falta (y mucho).

Mientras tanto, espero vuestras respuestas aquí abajo a la pregunta que dejó flotando mi hijo…

Feliz Januca, feliz fiesta de las luces.