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Los Siete a pleno

Como sabes, el Eterno ha dado a los noájidas Siete Mandamiento Fundamentales, los cuales proveen el marco mínimo para desplegar una íntegra vida individual y colectiva.

Cuando se cumple con estos siete mandamientos, y sus derivados, se está participando en la tarea principal de cada persona: ser un constructor de Shalom.

Sobre los preceptos derivados ya hemos escrito en otras oportunidades, por lo que no te los repetiré ahora (lee aquí si estás interesado en conocerlos).
Quisiera mostrarte de manera sencilla cómo puedes llevar a cabo la tarea que el Padre Celestial te ha encomendado a ti. No te daré una lista completa de acciones, sino un resumen, que principalmente sirva para inspirarte a buscar tu camino para crecer espiritualmente y ser un verdadero constructor de Shalom.
Para lo cual, te explico que cada mandamiento «negativo» (de esos que prohíben alguna acción) se complementa con acciones positivas (es decir, que se hace algo).
Veamos entonces la tabla:

Mandamiento

Complemento

1- No adorar otros dioses 1- Servir al Eterno exclusivamente.
Rezar al Eterno solamente.
Estudiar aquellas porciones de Torá que son aptas para noájidas, de la mano de un maestro judío conocedor de las temáticas a tratar.
Colaborar con los otros fieles del Eterno para que puedan llevar una vida de adhesión a los mandamientos.
2- No maldecir a Dios ni Lo que lo representa 2- Alabar al Eterno.
AgradecérLe.
Colaborar de diveras maneras con maestros judíos e instituciones de Torá y Noajísmo, que llevan Luz a las personas.
3- No asesinar 3- Procrear.
Criar sanamente a los hijos.
Cuidar la propia vida.
Tratar con respeto al prójimo.
Alimentar al hambriento.
Ayudar a dar cobijo al menesteroso.
Convidar al extranjero.
Visitar al enfermo.
Procurar que el prójimo tenga sustento, salud, seguridad.
Incentivar que impere la justicia en la sociedad.
4- No robar 4- Hacer obras de bien.
Hacer caridad.
Buscar la justicia social.
Devolver lo que está perdido.
Agradecer por lo que se recibe.
5- No mantener relaciones sexuales ilícitas 5- Formar una pareja (heterosexual) y ser fieles mutuamente.
Vivir en familia.
Respetar al cónyuge.
Honrar a los padres.
Educar para el bien a los hijos.
6- No comer carne de un animal con vida 6- Respetar el ambiente.
Cuidar de los animales, de modo que no sufran innecesariamente.
Aunque no es un mandamiento negativo:
7- Establecer cortes de Justicia e institutos legislativos acordes a los Mandamientos Noájicos
7- Apartarse del error y del mal.

La Falacia del Yugo Desigual

Pregunta. Necesito me resuelva una duda, mi pareja es noajida y yo no y desde hace un tiempo tenemos muchos problemas. Evitamos hablar de lo que él es actualmente y lo que yo siento y pienso pues soy católica. Mi pregunta en sí es si él tiene que tener una pareja que sea noajida igual que él o no, si puede seguir a mi lado o nos debemos de separar, la verdad mi vida se ha vuelto un infierno pues ahora ya ni siquiera quiere tocarme y me evita a toda costa, me siento como un mueble en su casa, un objeto más digame que hacer pues yo lo único que quiero es que él sea realmente feliz. LM Seguir leyendo La Falacia del Yugo Desigual

Resp. 143 – Era sin pecados

Shalom! Moré, su respuesta a mi preguntaestá bastante clara desde el punto de vista Escritural y espiritual. Sin embargo, lo que no puedo entender, desde el punto de vista social y evolutivo de la conciencia humana, es lo siguiente: si rabínicamente la pena de muerte está prohibida y si la humanidad va rumbo a la abolición de la pena de muerte en cualquiera de sus formas (claro está, ejecutada por manos de hombres), por considerarse el respeto a la vida de la persona como uno de sus derechos más fundamentales (por no decir que el mayor de todos los derechos fundamentales), lo cual no significa que los jueces no apliquen otras penas (cárcel, multas, etcétera) a los malechores, volver a activarla en la sociedad ¿no sería como un retroceso a los avances que en esta materia ha dado la humanidad? ¿No es hacia allá que se dirige la humanidad? ¿No es, acaso, lo que anuncian los profetas, perfección plena e integral de los hombres?Un fuerte abrazo y gracias por su apoyo…

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Las reglas que sigues

Existen cinco tipos de reglas/leyes que te mencionaré un poco más adelante.

Es imprescindible que toda persona conozca estos cinco tipos de reglas y reconozca las diferencias básicas entre cada tipo.
Cuando aprendes esto, tienes la posibilidad de entender porqué actúas como lo haces y qué es aquello que pudieras hacer para perfeccionar tu vida y traer redención al mundo.

Cuando ignoras la existencia de estos cinco tipos de reglas, y actúas siguiendo ciegamente solamente alguno de los tipos, estás actuando basado en información parcial, lo que probablemente te aleja de la Buena Senda.

Reglas Espirituales.
Son aquellas que ha dictado Dios y que han sido preservadas en la Torá (Escrita y Oral), se las denomina mitzvot (mandamientos).
Las normas para la aplicación de las mitzvot (halajot) fueron recibidas por Moshé directamente del Eterno.
Aunque algunas de las halajot fueron desarrolladas por excelentes asambleas de autoridades rabínicas, que seguían estrictos patrones de legislación en perfecta sintonía con la Torá.
Los mandamientos son un conjunto completo y orgánico, un sistema vital, que favorece el crecimiento personal, el establecimiento de sociedades saludables y, por si fuera poco, la vida eterna del espíritu individual.
Su cumplimiento se siente como una necesidad del espíritu, una sed interior irrefrenable, ya que el espíritu puro de cada persona se nutre con el conocimiento de estos mandamientos y su correcta ejecución.
Para su cumplimiento no hace falta comprender los motivos o razones que las sostienen, ni las ventajas o beneficios, ni que estén de acuerdo con la opinión de la masa. Solamente hace falta entender que han sido dictadas por el Creador y Señor del universo, que es nuestro deber ante Él, y nuestra misión principal en la vida.

Reglas Intelectuales.
Son reglas éticas, del comportamiento que nace de la elección racional personal que es considerado como bueno.
La persona reflexiona y medita hasta encontrar las reglas que escoge seguir y que cree que reportan bien.
Dependen del sujeto que se pauta estas reglas, de acuerdo a su propio intelecto.
Pueden estar en sintonía con las Reglas Espirituales, o con Reglas Sociales, o con el propio deseo; pero el motivo fundamental para su aceptación depende de las razones que argumente la persona.
Como depende del propio sujeto, de aquello que razona y cree, probablemente elabore normas de conducta negativas, que lesionen a la persona o a otros, pero con la excusa y justificación de estar actuando de buena voluntad.

Reglas Sociales.
Son las que dictamina determinada sociedad (o comunidad de pertenencia / referencia), en cierta época y lugar.
Actualmente en la mayoría de las naciones se sigue la opinión de las masas, teniendo la idea de que la aceptación de una mayoría es suficiente como para aprobar reglas y sustentarlas.
Sin embargo, la mayoría no siempre es consciente de lo que escoge, ni tienen capacidad como para determinar lo que es el bien común, ni siquiera se aplican con fidelidad a la Senda de las Reglas Espirituales
Por lo cual, la mayoría puede tender hacia el mal, y hacer del mal una meta común de la sociedad.
En palabras de la Torá: «No seguirás a la mayoría para hacer el mal. No testificarás en un pleito, inclinándote a la mayoría, para pervertir la causa.» (Shemot / Éxodo 23:2)
Y recordemos las palabras de un antiguo político: “Aun suponiendo el ver triunfante la opinión de los insensatos mediante el número, no por eso podrán trastocar la naturaleza de las cosas” (Cicerón en “De Legibus” (tengamos presente que este autor no era precisamente amigo del Eterno, ni apoyaba a Sus fieles, sin embargo advertía que el consenso no siempre es el mejor patrón a seguir)).

Reglas del Deseo.
Estas son pautas imprevistas, súbitas, individuales, que siguen el dictado del propio deseo, el afán de encontrar gozo o evitar lo que se teme, sin más consideración.
De por sí estas normas no atienden dictados sociales, ni siguen líneas de razonamiento lógico, ni se alumbran por el faro esclarecedor de la verdadera espiritualidad.
Por cierto que estas reglas podrían coincidir con reglas de otros niveles, y hasta sumarse para alcanzar las similares finalidades, pero sin estar supeditadas a ellas.
Por supuesto que la búsqueda de satisfacción y la evasión pueden provocar heridas de todo tipo, a quien así actúa o a los otros, sea voluntariamente, por desidia o como resultado secundario de la acción y omisión.

Reglas Naturales.
Son las que dependen exclusivamente de patrones físico-químicos.

Para llevar una vida de integridad, de trascendencia, de tendencia verdadera al bien, de bondad, de justicia, de plenitud, necesariamente se deben acatar las Reglas Espirituales, sin dejar de lado aquellas reglas de los otros cuatro tipos que no contradigan ninguna de las Reglas Espirituales.

El noájida debe tener presente los Siete Mandamientos Universales, conocer las normas derivadas, tener presente los consejos de los sabios, para de esa manera desplegar una verdadera luminosa, de construcción de Shalom.
Su vida debiera girar en torno a la fidelidad del Eterno, del modo que Él marcó, que es siguiendo la Buena Senda de los Siete Mandamientos Universales.

Los noájidas no deben actuar como hacen los devotos de las religiones, que se encierran en sus comunidades, que revolotean en torno a sus pastores, que se creen santos por censurar a otros o por privarse de los bienes y placeres que el Eterno les ha hecho llegar.
Esas conductas de santurronería no son propias de los adherentes del Padre Celestial, sino de los seguidores de falsas deidades y de doctrinas de personas ajenas a Dios.

El noájida puede y debe desarrollar una vida de gozo y alegría, llena de sensaciones agradables, placeres permitidos y que no conducen a nada que esté prohibido por Dios o los Sabios.

El noájida debe buscar la superación personal en todos los planos, el material, el social, el académico, el económico, etc.; siempre y cuando no caiga en conductas nocivas, o en cosas que lo aparten de la Buena Senda de las Reglas Espirituales.

El noájida puede y debe participar de las actividades sociales de toda índole, política, arte, cultura, ocio, deportes, etc., siempre y cuando sus actuaciones no incurran en faltas a los Mandamientos Universales y sus derivados.

El noájida tiene la obligación de cultivar su intelecto, aprender a pensar, aprender a criticar, entrenarse en criticar con sabiduría y autocriticarse con justicia.
Debe aprender de cosas mundanas, porque nada del mundo le está vedado, en tanto no vaya en contra de los Siete Mandamientos Universales.

El noájida debe llenar su vida de verdadera espiritualidad, hacer obras de bien sin contrariar las Reglas Espirituales, estudiar las porciones de la Torá que tienen permitidas, y dedicar su vida con empeño a cumplir con sus mandamientos, sin negarse los bienes de este mundo.

Conoce los tipos de reglas, aprende qué tipo estás siguiendo tú.
Ten en cuenta constante los Siete Mandamientos Universales, que son tu herencia y tu porción de bendición en Este Mundo y de gozo eterno en el Mundo Venidero.

Sé un constructor de Shalom, porque avanzas por la Buena Senda.

Resp. 140 – ¿Rezar para que ocurra un mal?

… Qué si rezo pidiendo que alguién tenga un accidentes… El se enfadaria.?

al fin y al cabo El conoce a mi cuñada…
Esteban Hernandez
España

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De ti para tu prójimo

Un pilar fundamental para la existencia humana es el precepto de la Torá:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Ésta es un raíz para decenas y decenas de preceptos, de conductas positivas y constructivas, que fortifican la personalidad, embellecen los vínculos entre las personas y edifican sociedades armoniosas.

Quisiera mencionar un puñado de actitudes y conductas positivas de preceptos de la persona para con el prójimo, que espero tú conozcas y cumplas.

  • Ser recto con la palabra.
  1. No mentir.
  2. No murmurar.
  3. No llevar y traer habladurías.
  4. No chismear.
  5. No prometer para luego no cumplir.
  6. No usar palabras groseras.
  7. No insultar.
  • Ser recto con la conducta.
    1. No actuar con malicia.
    2. No poner obstáculos delante del ciego (metafóricamente hablando).
    3. No tomar lo que es propiedad de otra persona.
    4. No agredir.
    5. Hacer actos de bondad:
    1. Ayudar al prójimo necesitado.
    2. Vestir al desnudo.
    3. Alimentar al hambriento.
    4. Visitar al enfermo.
    5. Hospedar al que viene de fuera.
    6. Enterrar al difunto.
    7. Consolar al doliente.
  • Ser limpio de corazón.
    1. No guardar rencor.
    2. No vengarse.
    3. Perdonar al que se ha arrepentido y ha pedido perdón.
    4. Arrepentirse y pedir perdón cuando se ha cometido alguna injusticia.
    5. Hacer tzedaká -dar dinero a pobres y obras de difusión de las cosas del Eterno.
    6. Buscar la manera para juzgar favorablemente al prójimo.
    7. Buscar la justicia.