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Uno hace la diferencia- Lic. Yehuda Ribco

Tema publicado con la autorización del More Yehuda Ribco
UNO HACE LA DIFERENCIA
Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tammuz 22, 5763 – 22/7/2003
Tomado de la Parasha Bemidbar Matot (“Tribus”)
Este corresponde leer la parashá llamada Matot («Tribus») junto a Masei («Etapas»), que son la novena y la última del cuarto tomo de la Torá, el sefer Bemidbar, conocido en español como «Números».
El mundo es tan diverso, son tantas las actividades humanas, variadas líneas de conocimiento nos cruzan, innumerables son los campos de estudio y acción, que difícilmente podemos tener una perspectiva general de lo que está aconteciendo. Seguir leyendo Uno hace la diferencia- Lic. Yehuda Ribco

Resp. 112 – Nombre idóneo

Muy Buenas Tardes

Le saludo cordialmente, a usted y que Dios siga bendiciendo su obra en la red a fin de que pueda cumplir su proposito.

Tengo dos consultas; mi esposa y yo, hemos decidido ponerle como nombre a nuestra hija:

* SHIR ha SHIRIM o SHIR HASHIRIM
* y si es correcto ponerle un nombre de un libro de la BIBLIA

En lo personal, me gusta, pero deseo saber el punto de vista de usted.

Atte. Eryx Cubilla Perez

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¿Volver a meter la pata?

La semana anterior tuve la oportunidad de converzar, por separado, con dos colegas matemáticos chilenos. ¿El tema? Uno bastante frecuente entre los matemáticos: la política (nacional e internacional).

A esta especie, a los matemáticos, me pertenezco y puedo decir que es muy frecuente encontrar en nuestra fauna posiciones muy orientadas hacia los extremos y, por esto mismo, me resultó muy instructivo charlar con los mencionados colegas. Según el uno, "eres un poquito derechista pero eres demócrata"; según el otro "ciertamente tu no eres de derecha pero se ve que respetas la ley Seguir leyendo ¿Volver a meter la pata?

Breve estudio del plano emocional y participación noajida.

El uso de  TOC (Teoría de restricciones) en las emociones.  PARTE III

Bien, hoy mostraremos una forma de encontrar en el mundo emocional lo que limita el actuar en la persona.

Antes de mostrar esto hagamos rápidamente una analogía de un caso similar pero en el plano físico. Imaginemos los síntomas de alguien que tiene gripe. ¿Cuáles son sus efectos indeseables? Sus síntomas. Con tal de que un médico sea lo más objetivo dirá que: Hay nariz tapada, pecho congestionado, temperatura y otros síntomas adicionales que seguramente son bien conocidos por todo médico y aún más por los pacientes. La pregunta es: ¿Qué es lo que causa este malestar? La respuesta, tal como lo descubrió la ciencia es un virus y sus mutaciones. Es decir el virus  denominado gripa.

 

En la Teoría de restricciones se establece que para el plano emocional ocurre algo similar. Es decir los síntomas que presenta el individuo tienen una causa que se puede identificar en una forma concreta. Tal como un virus de la gripa, pero que esta insertado, anclado en el mundo emocional. Los efectos indeseables serían los síntomas. Ahora bien, un problema en la ciencia estará definido hasta que se presenta como un conflicto entre dos condiciones necesarias y un dilema. En este caso el dilema es mental que a la vez ocasiona un problema emocional.

 

                Los efectos indeseables o síntomas se explicaron también en la sección II de este documento. Hay que destacar que para listar estos debe haber honestidad y un análisis profundo de lo que ocurre con frecuencia en nuestras emociones. A la vez que sentimos que no podemos cambiarlo y nos bloquea en automático. Pensemos en una persona que está parada frente a un escenario con 1000 personas. ¿Que ocurre?, ¿puede hablar con soltura? ¿Puede contar un chiste sin demora? Ahora pensemos en el escenario de la vida: ¿Qué ocurre?, ¿Puede actuar con soltura ante el entorno? ¿Ante sus proyectos? ¿Qué siente mal? Bien, Esos son efectos indeseables de nuestras emociones. Tendría usted que listar tantos como le sea posible y después ir clasificando en dos categorías como sigue:  

Para el ejemplo de las tres mujeres realizaremos la representación de este dilema de la manera siguiente:

 

 

                Recordemos la realidad actual de la mujer 1.

                La mujer 1, es una joven profesionista, frecuentemente se queja de no tener tiempo entre su profesión y su hogar. Acepta que algunas veces ha tenido que involucrarse en relaciones con personas para “ascender” profesionalmente. Aún así, siente que sus metas son alcanzables pero pareciera no tener los recursos para lograr esto. Continuamente esta en competencia con su novio actual. Bueno, siempre ha estado en competencia con sus novios. Le gustaría hacer algo para cambiar estos altibajos emocionales y lograr “algo” en la vida sin sacrificar el hogar o sin ser tan esclava de su profesión abandonando siempre a sus seres queridos. No tiene tiempo para participar en actividades comunitarias o sociales y de apoyo.

Para la mujer uno identificamos que sus efectos indeseables existen porque no posee en su mundo emocional dos habilidades para manejar sus emociones:

 

                                     B= Necesita: Asumir que es el verdadero valor personal

                                     C= Necesita: Balance entre vida personal y trabajo

Ahora bien éstas dos necesidades combinadas nos dan un resultado, llamémosle “A” ; ésta representa lo que la persona no posee actualmente en su plano emocional:

Gráficamente:


                                                                                                         (  A = B+C )

 

Ahora bien: Que pasa cuando la mujer uno trata de Asumir su valor personal. Optará seguramente por hacer muchas cosas y por efecto perderá su necesidad “C”. Es decir perderá el balance entre vida personal y trabajo. Mientras que en un momento de reflexión opta por hacer poco. Por lo que perderá lo que considera es su valor personal. Entonces tenemos un dilema, un conflicto mental que rebota en un problema emocional. Gráficamente SE LLAMA “NUBE GENERICA” y se muestra como sigue:

 

       

En pocas palabras ésta mujer se levanta todos los días pensando en que no es lo suficientemente valiosa por lo que debería de esforzarse más y más mientras que cuando lo hace pierde oportunidades de amar y compartir con sus seres queridos. El dilema mental de todos los días es: "hacer mucho o hacer poco". “Ser ó no ser”. Tal cómo diría Shakespeare. “To be or not to be, that is the question”

                Para resolver éste dilema existen tres vías. De acuerdo a la Teoría de restricciones, el conflicto mental que tiene repercusiones en el plano emocional existe porque hay suposiciones falsas fundamentando cada una de las posturas que elije la persona.

La primer parte de la solución se encuentra con el siguiente enunciado: Si para tener verdadero valor personal TÚ dices que debes hacer mucho. Responde ¿Por qué? Y la mujer 1 seguramente dirá argumentos concretos pero FALSOS.

Ejemplo: Yo creo que para tener valor personal debo hacer mucho porque solo quién demuestra que hace mucho recibe “reconocimiento del entorno”. ESTO POR SUPUESTO ES FALSO. ¿Puedes corregir éste argumente de la mujer 1? Seguramente si. Hay muchos temas en el sitio fulvida.com y serjudio.com que nos explican de donde proviene el verdadero valor de nuestro andar. El verdadero valor personal. No se trata de listar ésto último sino más bien de mostrar como funciona ésta estrategia para manejar los dilemas profundos de nuestra mente y que nos ocasionan conflictos emocionales y una distorsión posterior en nuestros planos de existencia.

La segunda parte de la solución se encuentra con el siguiente enunciado. Seguramente ya intuyes cual es; Dice así: Si para tener balance en TU vida personal y trabajo TÚ dices que debes hace poco. Responde ¿Por qué? Y la mujer 1 seguramente dirá argumentos concretos pero FALSOS.

Ejemplo: Yo creo que para tener balance entre la vida personal y el trabajo debo hacer poco porque no he visto una forma de lograr mucho en ambos ámbitos con poca atención hacia ambos. ¿Sabes como balancear esto? Recuerda que las soluciones deben de provenir desde las enseñanzas sabias, objetivas, verdaderas. Una forma de resolverlo es Revisando los documentos de serjudio.com y de fulvida.com e identificar cuál es la solución a ésta suposición falsa. Otra es preguntarle al Lic. Yehuda. Hay muchas más, pero elije la que desees y  que mejor corrija ésta suposición falsa.

La tercer parte de la solución es más compleja y resuelve de una sola vez todo el dilema mental. Se encuentra pronunciando la respuesta para el siguiente enunciado: ¿Por qué  vives entre hacer mucho y hacer poco? La respuesta más indicada deberá responder a: ¿Cómo hago para poseer mi verdadero valor personal junto con una vida plena con los seres amados?  Es decir: ¿Cómo hago para tener “A”?. El enunciado de la grafica definido con la letra “A”.

De esta forma logramos obtener TRES correcciones al plano MENTAL de la mujer 1 y entonces podemos buscar Un programa de acción cotidiana para “Eliminar de su vida lo que la daña mientras equilibra sus demás planos de existencia

Aquí viene la respuesta a la pregunta: ¿Qué hacer con la vida de la mujer 1 a partir de lo cotidiano? Conociendo, Manejando, y Eliminando lo que la limita emocionalmente y que es producto  de sus suposiciones falsas.

¿Qué propondrías?

¿Cómo resolverías el dilema para los dos casos que aún no hemos mostrado? La mujer 2 y la mujer 3. Piénsalo y entrénate en el uso de Teoría de restricciones del Dr. Ely Goldratt.

Después mostraré las dos NUBES GENERICAS faltantes. Es decir, mostraré gráficamente las soluciones para la mujer 2 y la mujer 3.

Bien,

·          En la parte IV haremos un esquema preciso de los pasos de la metodología usada y aprenderemos a utilizarla.

·          Finalmente te invitaremos a que lo hagas con tu propio mundo emocional para ver que encuentras y como sugieres corregirlo.

 


SECCIONES ANTERIORES:

http://fulvida.com/identidad/breve-estudio-del-plano-emocional-a-traves-de-toc-teoria-de-restricciones

 

http://fulvida.com/identidad/breve-estudio-del-plano-emocional-y-participacion-noajida

 

http://fulvida.com/actualidad/participacion-oportunidad-para-dirigir-el-cambio

El Alzheimer del pueblo palestino

NMI Digital-Caracas. Un chiste macabro dice que la enfermedad de Alzheimer brinda un gran beneficio: sólo permite conocer gente nueva… Pero causa el enorme daño de borrar la propia historia. Y esto no es un chiste. La tragedia palestina, al marginar la historia, obtura sus vías de solución. Se ha dicho que los palestinos “no pierden la oportunidad de perder la oportunidad”. Y esto es así porque no recuerdan sus propios errores y, en consecuencia, no advierten que pueden hallar su independencia y prosperidad a la vuelta de la esquina.

¿Qué cosas tan importantes han olvidado? Por razones de espacio, sólo puedo brindar una síntesis.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Palestina estaba bajo el mandato colonial de Gran Bretaña. La comunidad judía profundizó su lucha emancipadora porque, desde finales del siglo XIX, venía construyendo su Estado y no aceptaba algo que no fuera la independencia. Había fundado centenares de kibutz, escuelas, hospitales, caminos, granjas, teatros, forestó yermos, canalizó el agua y hasta edificó Tel Aviv sobre dunas de arena.

Creó la primera universidad, la primera orquesta sinfónica y el primer instituto científico del Medio Oriente. Tenía aparato administrativo y fuerzas de defensa. Gran Bretaña, que contaba con el apoyo de la comunidad árabe de Palestina y de la Liga Árabe que ella misma había ayudado a fundar, elevó el problema a las Naciones Unidas con la esperanza de que condenasen las pretensiones judías y pudiese continuar su mandato.

Se formó un comité integrado por países neutrales que recomendó el fin del tiempo colonial británico y la partición de Palestina en dos Estados: uno árabe y otro judío. Las fronteras del Estado judío fueron dibujadas según las poblaciones predominantemente judías y el resto fue adjudicado al Estado árabe. Ambos se mantendrían unidos por cruces territoriales y la complementación económica.

¿Qué pasó? Los judíos aceptaron el veredicto. Aunque no se les hacía un regalo, porque Israel ya existía gracias al sudor de sus habitantes, se legitimaba su anhelo de soberanía. Los árabes, en cambio, rechazaron la oferta y proclamaron su intención de arrojar a todos los judíos al mar. En efecto, apenas Israel proclamó su independencia, siete ejércitos árabes violaron la decisión de las Naciones Unidas y se arrojaron sobre el exiguo territorio. Los judíos carecían de armas: nadie se las vendía porque consideraban imposible que pudiesen sobrevivir. El único país que accedió a proporcionárselas fue Checoslovaquia, porque suponía que el socialismo del flamante Estado lo llevaría a la órbita soviética.

En conclusión, si la agresión árabe hubiese triunfado, no existiría Israel. Pero la historia fue distinta. La guerra la quisieron y forzaron los árabes, no Israel. Y perdieron. Ahí comenzó la tragedia palestina. Por culpa de sus dirigentes. De haber actuado con sensatez, en 1947 ya hubieran tenido su Estado propio.

Luego de la derrota, los países vencidos se apoderaron de lo que quedaba de Palestina. Gaza pasó a ser administrada por Egipto y Cisjordania fue anexada al reino de Transjordania, que cambió su nombre por Jordania. En consecuencia, los territorios que hubieran correspondido al Estado árabe palestino fueron devorados por esos dos países, no por Israel. Pero durante dieciocho años ni una sola voz egipcia, jordana o palestina reclamó convertirlos en un Estado independiente, con Jerusalén Este de capital. Jerusalén Este había quedado en manos jordanas, pero no fue convertida en su capital ni fue a visitarla ningún jefe de Estado árabe; era un villorrio marginal donde, eso sí, se destruyeron las centenarias sinagogas, se arrancaron lápidas del Monte de los Olivos para construir letrinas y se prohibió el acceso de los judíos al Muro de las Lamentaciones.

Los palestinos perdieron otra vez la oportunidad de proclamar su Estado en Gaza y Cisjordania. Llegó el año de 1967. Los Estados árabes, impulsados por el entonces presidente de Egipto, Gamal Abdel Naser, decidieron terminar con Israel. Bloquearon el Golfo de Akaba y exigieron el retiro de las tropas de Naciones Unidas que evitaban el encontronazo de los enemigos. Pese a los desesperados ruegos de Israel, las Naciones Unidas se marcharon y dejaron libre la ruta de la matanza. Pero Israel, que no tenía ocasión suicida, no esperó a que fuera demasiado tarde, a que la mano del verdugo lo agarrase del cuello. Estalló la Guerra de los Seis Días.

La victoria israelí fue impresionante. Pero no cambió la realidad: Israel seguía siendo un pequeño Estado en medio del océano árabe. En consecuencia, tendió la mano a sus enemigos y ofreció negociaciones de paz que incluían la devolución de territorios. Los líderes árabes se reunieron en Jartum para dar su respuesta. Y la respuesta fueron los arrogantes y famosos “tres noes”: no al reconocimiento, no a las negociaciones y no a la paz con el Estado de Israel.

Los palestinos volvieron a perder esa oportunidad. Ahora olvidan que un halcón como Menahem Begín, para obtener la paz con Egipto, le reintegró generosamente hasta el último grano de arena del Sinaí. Y que además le obsequió pozos petrolíferos, rutas, aeropuertos, los complejos turísticos de Taba y Sharm El Sheik, desmantelando incluso la ciudad judía de Yamit, construida entre Gaza y el Sinaí. Vale la pena recordar que quien estuvo a cargo de la penosa tarea de sacar a los colonos israelíes de la península fue el entonces general Ariel Sharón.

Debo obviar otros hechos para referirme a la última, magnífica y ya olvidada oportunidad desperdiciada. Sucedió en Camp David II. El Primer Ministro israelí, Ehud Barak, más pacifísta que Rabin, le ofreció a la Autoridad Nacional Palestina todo lo que pretendía (menos la autodestrucción, por supuesto). Arafat replicaba con un monocorde no. Clinton le reprochó, irritado: “Basta de decir no: haga sus propias propuestas”. No las hubo. No las hubo porque habrían conducido a la paz.

El líder israelí volvió triste: había ofrecido sin resultado mucho más de lo que su pueblo aceptaría. Arafat volvió alegre porque continuaría la guerra que lo mantiene en la primera página de los diarios de todo el mundo. Su vida de combatiente le otorga más laureles que la aburrida administración de un país. Era obvio que pocos días después iba a lanzar la segunda, innecesaria y criminal Intifada.

Digámoslo sin cobardía: entre la creación de un Estado palestino pacífico y la promocionada Intifada, ¡Arafat eligió la Intifada! Si ahora no existe un Estado palestino independiente es por voluntad de la dirigencia palestina, no de Israel. Hay que denunciar esta verdad simple y dura. De lo contrario, se ahondará en la estéril tragedia que enluta al Medio Oriente y que demora una solución que está al alcance de la mano.

La enfermedad de Alzheimer impide recordar que esta Intifada fue decidida antes de Camp David, como confesó el ministro palestino de Comunicaciones.

No estalló contra Sharon, que ni siquiera era ministro, sino contra el pacifista Barak, quien durante los cinco meses que le quedaban en el gobierno recurrió a todas las declaraciones y negociaciones posibles, directas e indirectas, para que cesara la violencia y continuara el proceso de paz. No hubo caso, no hubo un solo día sin ataques palestinos y el efecto inevitable fue el triunfo electoral del Primer Ministro Ariel Sharón.

Desde hace décadas, en Israel actúa el Movimiento Paz Ahora, que dinamiza a un millón de adherentes. ¿Qué movimiento por la paz existe entre los palestinos? No pido que reúnan cien mil, ni diez mil. ¡Me conformaría con sólo mil! Pero eso no es posible porque su dirigencia ha estimulado la pérdida de memoria y un desmesurado crecimiento del odio. Los palestinos, después de cada nueva frustración, se dedican a matar judíos. “Habrá paz”, dijo Golda Meir, “cuando amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.

Esta también es una simple y dolorosa verdad.

Marcos Aguinis

Chistesitos de presidentes…

fernandovii.jpgDecía el Rey Fernando VII: “Una cosa es respetar la ley de la independencia de los movimientos y otra muy distinta el respetar los movimientos de independencia”

En cuba le preguntan a los alumnos en la escuela: “¿Quién es su madre?, todos a coro responden: ¡La Patria! luego: ¿Quién es su padre?, todos a coro responden: ¡Fidel! y al final: ¿Y qué quieren ser ustedes?, y todos a coro responden: ¡Huerfanos!fideltrocas.jpg

En un avión a punto de estrellarse solo hay 4 paracaídas para 5 pasajeros. El primer pasajero dice: Soy Steven Spielberg, tengo que terminar mi mejor película, y no puedo morir!” Coge un paracaídas y salta. El segundo pasajero dice: “Soy Hillary Clinton, ex-primera dama, senadora por Nueva York y posible presidenta de los EEUU, soy demasiado importante para morir”. Coge el segundo paracaídas y salta. El tercer pasajero dice: “Soy zapatero.jpgZapatero, el presidente mas inteligente y competente que ha tenido España, mis conciudadanos me aman, no puedo morir.” Y salta. Solo quedan en el avión Joseph Ratzinguer y un niño de 10 años. El Papa dice: “Soy viejo y no me queda mucho tiempo, como soy católico te doy el ultimo paracaídas, salta tú”. Y el niño le responde: “Tranquilo su Santidad, coja su paracaídas que el presidente Zapatero acaba de saltar con mi mochila del colegio”.

Saddam preguntó a Dios: ¿Cómo será IRAK de aquí a 4 años?chavez3.jpg
Dios respondió: Estará destruido por innumerables bombardeos norteamericanos.
Saddam se sentó y lloró.
Bush preguntó a Dios: ¿Cómo será los EUA de aquí a 4 años?
Dios respondió: Estará todo contaminado por innumerables ataques de bombas químicas de Osama Bin Laden.
Bush se sentó y lloró.
Chávez preguntó a Dios: ¿Cómo será Venezuela de aquí a 4 años, después de mi gobierno?
Dios se sentó y lloró…

Cuando chavez se muere no saben para donde enviarlo si para el cielo o para el infierno. Entonces el diablo y dios llegan a un acuerdo que va a estar 1 meses en el cielo y un mes en el infierno.
Pasa el mes en el cielo y es hora de que vaya al infierno; pasa un mes en el infierno, y casi 2 meses entonces Dios decide llamar al infierno por que creia q el diablo lo iba a tener 2 meses alla para despues darselo 2 meses a Dios, y cuando llama le pide a la secretaria que lo comunique con el diablo y ella le responde con cual de los 2 el de los cachos o el de la boina roja.

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 1

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"


 

Unidad 01: Introducción

Por: Gustavo Perednik

 

El sacerdote Edward Flannery, en el prólogo a su obra Veintitrés Siglos de Antisemitismo, revela que su interés por este tema nació cuando descubrió que la ignorancia al respecto es un abismo que separa a judíos de cristianos. "¿Cómo es posible que el judío – se pregunta Flannery- abrumado por la conciencia de la secular opresión que ha sufrido en el mundo cristiano, hable en igualdad de condiciones con el cristiano, que está sinceramente convencido de que su interlocutor otorga excesiva importancia a las persecuciones?"

Y bien, en ese sentido un curso como el nuestro podrá tender un puente sobre el abismo, permitiendo a más gente conocer páginas muy oscuras de la experiencia humana, y llamativamente poco investigadas.

Hasta 1879, el odio hacia los judíos no tenía siquiera un nombre especial. Ese año Wilhelm Marr acuñó el término "antisemitismo" a fin de distanciar el fenómeno de toda connotación religiosa. El panfleto de Marr, "La victoria del judaísmo sobre el germanismo considerada desde un punto de vista no-religioso" exhortaba a que se hostilizara a los judíos independientemente de sus inclinaciones religiosas. Pero el vocablo que Marr eligió tiene varios defectos.

En principio, "semitas" no hay. Puede hablarse de lenguas semíticas, o de grupos semitas de la remota antigüedad, pero suponer que, por ejemplo, un judío de Holanda, uno de Etiopía pertenecen a la misma "raza semita" junto con un árabe de Marruecos, es a todas luces absurdo.

En segundo lugar, y más importante aún, personas contra los semitas, no sólo que no hay, sino que nunca hubo. Jamás se crearon partidos, publicaciones, o ideas que combatieran a los "semitas". Es más, la voz se presta a juegos de palabras. En marzo de este año, el canciller egipcio Amer Musa respondió a una acusación preguntando: "¿Como vamos a ser antisemitas, si nosotros somos semitas?"

Lo lamentable es que el término acuñado por un judeófobo como Marr se difundió por doquier, aun cuando tres años después, un prestigioso pensador judío, León Pinsker, sugirió la más apropiada palabra, "judeofobia", para caracterizar el encono hacia los judíos.

"Judeofobia" es más precisa porque en el prefijo señala el verdadero destinatario de esta aversión, el judío, y en el sufijo alude a su carácter irracional. Es cierto que en psicología "fobia" también responde a su origen griego, "miedo". Y se habla de ailurofobia (miedo a los gatos), nictofobia (a la noche) o claustrofobia (a los lugares cerrados). Pero en ciencias sociales tiene un significado más cercano al odio (no al temor) como en "xenofobia" (odio a los extranjeros).

La judeofobia no es una forma de la xenofobia, puesto que los judíos no son extranjeros de los países en los que viven. Y si, como dijimos, tampoco son una raza, la judeofobia no es una especie del racismo. Es un fenómeno muy singular, y como tal vamos a estudiarlo.

Hemos ofrecido cinco justificaciones del término "judeofobia" en lugar del usual "antisemitismo". Estas incluyen motivos históricos, semánticos y lógicos. Pero si aún no están convencidos de que el uso de "judeofobia" sea el deseable, permítanme agregar un argumento más.

El prefijo "anti" combinado con el sufijo "ismo" sugiere una opinión que viene a oponerse a otra opinión, como en antimercantilismo, antidarwinismo o antiliberalismo. Pero la judeofobia no es una idea. Jean-Paul Sartre, en su famoso libro sobre el tema, sugiere que no le permitamos al judeófobo disfrazar su odio de "opinión". En la medida en que usemos "antisemitismo", los judeófobos podrán adornar a sus rencores con una aureola de criterio razonado, lo que además nos impide entender el fenómeno de la judeofobia con claridad.

La Singularidad de la Judeofobia 

Odios contra grupos siempre existieron. Pero en nuestro estudio partimos de la base de que el despecho contra los judíos es único. Los judíos fueron odiados en sociedades paganas, religiosas y seculares. En bloque, fueron acusados por los nacionalistas de ser comunistas, por los comunistas de ser capitalistas. Si viven en países no judíos, son acusados de dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Los judíos ricos fueron agredidos y los pobres maltratados. Cuando gastan su dinero son resentidos por ostentosos; cuando no lo gastan, son despreciados por avaros. Fueron llamados cosmopolitas sin raíces o chauvinistas étnicos. Si se asimilan al medio, son temidos por quintacolumnas; si no, son odiados por cerrarse en sí mismos. Cientos de millones de personas han creído por siglos, que los judíos beben la sangre de los no-judíos, que causan plagas y envenenan pozos de agua, que planean la conquista del mundo, o que asesinaron al mismísimo Dios.

En aras de ordenar la clase, digamos que no hay odio más antiguo, más generalizado, más permanente, profundo, obsesivo, peligroso y quimérico que la judeofobia. Veamos cada característica separadamente.

  1. Antiguo. Robert Wistrich tituló a su último libro sobre el tema "El odio más antiguo". Veremos enseguida las distintas posibilidades acerca de cuándo nació la judeofobia, pero adelantemos ya que se trata de un inquina que continuó más o menos durante dos milenios y medio. O como explica Shmuel Etinger, la judeofobia "es un fenómeno que se prolongó ininterrumpidamente, en lo fundamental, desde la época helénica hasta nuestros días, aunque asume características distintas en el curso de la historia. Precisamente, su continuidad histórica es un factor decisivo en su intensidad y en su capacidad de adaptarse a las cambiantes condiciones contemporáneas".
  2. Generalizado. De todos los países europeos en los que residieron, los judíos fueron expulsados alguna vez. Los ejemplos más recordados son Inglaterra en 1290, Francia en 1306 y en 1394, Hungría en 1349, Austria en 1421, numerosas localidades de Alemania entre los siglos XIV y XVI, Lituania en 1445 y en 1495, España en 1492, Portugal en 1497, y Bohemia y Moravia en 1744. En las más diversas situaciones históricas, los judíos fueron hostilizados en casi todos los países del mundo, aun aquellos en donde no estaban. El Japón de hoy es un ejemplo de cómo la judeofobia puede existir aun cuando la comunidad judía sea minúscula. Y China es frecuentemente citada como la excepción a esta regla de la universalidad de la judeofobia.
  3. Permanente. En la mayoría de los lugares, la judeofobia continúa años, décadas, e incluso siglos después de que los judíos han partido. El rey Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra en 1290, y su readmisión no se produjo hasta 1650. Es notable que Shakespeare pudo crear su estereotípico Shylock, el judío de "El Mercader de Venecia", después de tres siglos en los que en su país no había judíos. La audiencia podía despreciar al judío y burlarse de él, sin que ninguno de ellos, ni sus padres, ni sus abuelos, los hubieran conocido en persona.
    En el siglo XVII Francisco de Quevedo atacaba a su competidor literario, Luis de Góngora, aludiendo a su "nariz judía" y amenazando con que untaría sus poemas con tocino a fin de que los judíos no se los plagiaran… aunque éstos habían sido expulsados de su país hacía más de un siglo.
    En Latinoamérica, Julián Martel escribe su novela "La Bolsa" en la que se acusa a los judíos de haber hecho quebrar la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en 1890, una época en la que virtualmente no había judíos allí.
    Un último ejemplo: en 1968 el gobierno polaco lanzó una campaña por radio y televisión tendiente a "desenmascarar a los sionistas de Polonia". Casi treinta años después de que tres millones de judíos polacos fueran exterminados por los alemanes, en Polonia podía aún despertarse odio por una diminuta minoría que no alcanzaba al 1% de la población.
  4. Profundo. Como resultado de los atributos mencionados, los estereotipos mentales en contra de los judíos están hondamente arraigados. Si tenemos en cuenta que por siglos, cientos de millones de personas creyeron que los judíos transmiten la lepra, que matan niños cristianos para sus rituales, que dominan el mundo entero, que son una raza promiscua o criaturas diabólicas, que Dios desea que sufran, u otras variantes, entonces se ve por qué la judeofobia es tan fácil, por qué el judeófobo no debe invertir muchos esfuerzos en despertar antipatías contra el judío, ya que no tiene más que echar mano a la asociación mental apropiada a un momento determinado.
    Se dice de Goebbels, el ministro de propaganda alemán durante el régimen nazi, que había distribuido un cartel que mostraba a un hombre montado en un bicicleta con la leyenda "La desgracia de Alemania son los judíos y los ciclistas". El lector se preguntaba ingenuamente "¿Y por qué los ciclistas?" y así la propaganda había cumplido con su objetivo. La profundidad de la judeofobia había hecho una buena parte del trabajo.
  5. Obsesivo. Para el judeófobo los judíos no son un enemigo; son el enemigo. No ve satisfecho su impulso hasta que el judío no es quebrado del modo más total. Durante los siglos XIX y XX en el imperio ruso las palizas y asesinatos de judíos se difundieron a tal punto, que se acuñó el término "pogrom" para definirlos. Y eran vistos por sus perpetradores como el medio de salvar a la nación. "Byay Zhidov Spassai Rossiyu, Golpea al judío y salva a Rusia" era su lema.
    Ernest Cassirer reflexionó en "Modernos mitos políticos" acerca del discurso de despedida de Adolf Hitler a la nación alemana, antes de su suicidio el 30 de abril de 1945. ¿Cuál fue su mensaje? No recordó las glorias de Alemania, ni expresó dolor por la destrucción de su país; no se arrepintió del baño de sangre en el que acababa de sumir al mundo; ya no promete la conquista. Su atención sigue fija en un punto que lo obsesiona: los judíos, "el enemigo eterno". "Si soy vencido, la judeidad podrá celebrar"… Y si bien Hitler encarnó la judeofobia en su extremo máximo, la obsesividad es una característica reiterada.
  6. Peligroso. Debido a su profundidad, con mucha frecuencia la hostilidad contra los judíos desborda la discriminación y estalla en violencia física. En casi todos los países en donde los judíos viven o vivieron, fueron en algún momento sometidos a golpizas, tortura y muerte, por el único motivo de ser judíos. Por ello toda expresión judeofóbica es potencialmente más peligrosa que expresiones de aversión contra otros grupos. Por ejemplo, en todos los países hay chistes xenofóbicos en contra de minorías. En los EE.UU. son los chistes de polacos, en Inglaterra de irlandeses, en Brasil de portugueses, en la Argentina de gallegos, en Suecia de noruegos, etc. Los chistes de judíos pueden ser tan inofensivos como cualquiera de los otros. Sin embargo, si no hubieran existido habido chistes de judíos en Europa durante uno o dos siglos antes del Holocausto, la virulencia de la judeofobia podría haber sido menor, y los nazis habrian encontrado menor apoyo para su genocidio. Para las otras minorías mencionadas, no hubo hogueras, cámaras de gas y hornos crematorios. Y la judeofobia se transmite en gestos, en chistes y en generalizaciones, mucho más que en conferencias. Ulteriormente, cuando un prejuicio es tan peligroso, los chistes pueden ser letales.
  7. Quimérico. Este bien puede ser el rasgo esencial. El odio de grupo deriva usualmente de una incorrecta interpretación de la realidad. Si como hoy, un francés odia a los argelinos porque corrompen su cultura, o un alemán odia a los turcos porque le quitan sus puestos de trabajo, en ambos casos la realidad ha sido mal interpretada. Ciertamente hay desempleo en Alemania, pero no son los turcos los culpables de ello.
    El caso de la judefobia difiere de la xenofobia mencionada. No hay que confrontarse con una interpretación incorrecta, sino con mitos. Los judíos son odiados por comer no-judíos en el pasado, o por dominar el mundo en el presente, por haber matado a Dios, o por haber inventado el Holocausto, o por promover las guerras, la esclavitud, el mal.

No es fácil contender con argumentos de esta índole.

Incluso si hubiera odios que comparten una o dos de estas características, no se encontrará uno que, como la judeofobia, combine todas ellas. Que la encaremos de modo singular no significa, por supuesto, minimizar el sufrimiento de otros grupos, o condonar la persecución contra otras minorías cualesquiera. Todo aborrecimiento de grupo, todo racismo y persecución deben ser repudiadas. Pero la judeofobia sigue siendo el odio más antiguo, profundo, peligroso y quimérico, y si la diluimos en un mar de discriminaciones y prejuicios, la entenderemos menos. Empecemos por analizar cuándo se originó el fenómeno.

Seis Teorías sobre el Origen de la Judeofobia

Puede esgrimirse que la judeofobia comenzó:

  1. con los primeros hebreos, hace cuatro milenios;
  2. con la esclavitud egipcia hace algo más de tres milenios;
  3. con el Retorno a Sión, hace dos milenios y medio;
  4. con el helenismo alejandrino, hace veintitrés siglos;
  5. con el cristianismo, hace dos milenios;
  6. con el totalitarismo moderno, hace algo más de un siglo.

En esta lección intentaremos descartar las teorías 1,2,3 y 6. En la próxima nos concentraremos en la teoría 4, y en la lección subsiguiente en la 5.

Sobre la teoría 1, digamos que rastrear la judeofobia hasta la época patriarcal es incorrecto, tanto histórica como teóricamente. Desde el punto de vista histórico, no es cierto que los judíos hayan sufrido persecuciones por tanto tiempo. Aunque hay algunos versículos bíblicos que evidencian un tono judeofóbico, extraeremos de la Biblia solamente arquetipos que faciliten la comprensión, y no precisión histórica.

El primer ejemplo podría ser Abimelej, el rey de Guerar en el Neguev, quien espetó al patriarca Isaac: "Alejate de entre nosotros, puesto que te has hecho más poderoso que nosotros" (Génesis 26:16). Este es un arquetipo de los argumentos que emplea la judeofobia, especialmente porque el original hebreo puede leerse "Alejate de entre nosotros, porque has prosperado a costa nuestra".

Desde la teoría, sostener como Hermann Gunkel que con los primeros hebreos aparece la judeofobia, es dar por sentado que las meras diferencias son la fuente del odio, y no la intolerancia frente a la diferencias. Abraham no tenía por qué generar enemigos por el hecho de proponer la distinción monoteísta; la judeofobia comienza con los judeófobos, no con los judíos.

En cuanto a la teoría 2, quien sostenga con Charles Journet que la motivación del Faraón era judeofóbica, debe tomar la Biblia demasiado literalmente. Es cierto que el monarca egipcio expresa un tercer argumento habitualmente empleado por judeófobos: que los judíos son una quinta columna. Así lo enuncia el Faraón: "He aquí los hijos de Israel, son más que nosotros y más fuertes. Actuemos contra ellos con astucia para que no se multipliquen y, para que cuando nos acaezca una guerra, no se unan a nuestros enemigos para combatirnos" (Exodo 1:9-10). Pero sería más razonable atribuirle a los egipcios un intento xenofóbico de esclavizar a otros pueblos, una práctica usual de la antigüedad, y no un odio específico contra los judíos como tales.

Otros arquetipos de judeofobia que trae la Biblia son los pueblos que atacaron a los hebreos gratuitamente, durante la marcha hacia la Tierra Prometida. Los dos más destacados son Amalek y Midián, precisamente por la gratuidad del ataque. En esos dos casos, a diferencia de Moab, el trayecto de los hebreos no representaba amenaza alguna para ellos. Por ello el ataque fue generado por la saña y a mansalva. Pero la historicidad de esos combates es demasiado nebulosa como para que puedan considerarse comienzos de la judeofobia.

Descartadas las hipótesis 1 y 2, pasemos a explicar la 3, que señala el origen de la judeofobia en la época del Retorno judío a Sión durante el siglo V a.e.c. Probablemente, de esta época data el máximo arquetipo bíblico de la judeofobia, Hamán. En efecto, algunos historiadores relacionan a este personaje con el rey persa Jerjes I, quien habría sido el Ajashverosh (Asuero) del libro de Ester. De acuerdo con este texto, Hamán fue el visir del rey que planeó el genocido de todos los judíos del extenso reino. Y, otra vez, aun cuando la historicidad de los hechos no fue demostrada, las palabras de Hamán tuvieron eco en las de los judeófobos de todas las épocas: "Hay un pueblo disperso en todas las provincias… cuyas leyes son distintas de las del pueblo, y no observan las órdenes del rey… Escríbase que sean destruidos" (Ester 3:8).

Más allá de la Biblia, hay dos eventos de ese siglo V a.e.c. que sí podrían marcar la génesis de la judeofobia. Uno en la tierra de Israel (el ataque contra los que regresaban de Babilonia para reconstruir Jerusalem) y otro en la Diáspora (la destrucción del templo judío de Elefantina en Egipto).

Cuando Nejemías, en cumplimiento del permiso que otorgara el rey Ciro de Persia, lideró el Retorno a Sión en el año 445 a.e.c., debió confrontarse con la activa oposición de Sanbalat I "el enemigo" (Nejemías 6:1,16).

Tres décadas después, el templo que la comunidad judía había erigido en la pequeña isla de Elefantina en el Nilo, fue destruido. El templo se había levantado en el 590 a.e.c. y fue destruido en el 411 a.e.c. por los sacerdotes de Khnub con la ayuda del comandante persia Waidrang. Pero más que un estallido judeofóbico, aquella destrucción parece haber sido un acto fanático de egipcios que resentían el dominio persa.

Podemos concluir que los episodios de Sanbalat y de Waidrang fueron aislados, y no dejaron huellas en la historia de la judeofobia, que aún debía nacer. Esta conclusión nos deja con tres tesis, las 4, 5 y 6.

Esta última fue sostenida por Hannah Arendt, quien en "Los orígenes del totalitarismo" describe "el antisemitismo como una ideología secular evidentemente diferente" del odio religioso contra los judíos. Esta descripción es simplista. Por supuesto que los partidos políticos judeofóbicos se crearon en Alemania en el los años 1880s, y por entonces ocurrió por primera vez que un régimen utilizara la judeofobia como un medio calculado para obtener poder, pero lo importante no es cuándo la judeofobia fue por primera vez un instrumento político, sino cuando apareció.

Es cierto que el siglo XIX trajo consigo un nuevo tipo de judeofobia. Pero el fenómeno ya existía: es único precisamente por su adaptabilidad a distintos contextos históricos. Esta característica muestra tanto su permanencia como su singularidad.

Nos quedamos entonces, con las dos teorías más aceptables. Las raíces de la judeofobia están o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo. En las próximas dos clases analizaremos sendas posibilidades.

Bibliografía

La bibliografía general en la que se basa el curso es:

  • "Historia del antisemitismo" de León Poliakov, en cinco tomos.
  • "Antisemitismo" de James Parkes, Ed.Paidós, Bs.As., 1965.
  • "Veintitrés siglos de antisemitismo" de Edward Flannery, Ed. Paidós, Bs. As., 1964.
  • La bibliografía especial, se irá ofreciendo en cada una de las clases.

Resp. 85 – Sobre gentiles

Hola Yehuda, espero que esté muy bien… Tengo dos preguntas: Mis preguntas no tienen un doble sentido… No trato de ofender al pueblo de Israel, solo son dudas y trataré de ser un poco organizado, disculpe si no respeto las normas de espacio pero quiero ser muy preciso con mis cuestionamientos…
Yo soy un no-judío o un gentil (disculpe pero el término no me gusta, quisiera saber porqué soy gentil y no simplemente un mexicano):

 1.¿Dios escogió el término gentil para todos los demás pueblos diferentes del judío?

2.¿Por qué no debo considerar peyorativo el término gentil?

3Yo, gentil de México, ¿Tengo el mismo "status" que un "gentil" de Oceanía?

4¿Ser judío es más que ser gentil ante los ojos de Dios? (no tiene doble sentido esta pregunta, ni guarda ninguna ironía.)

5¿A Dios le importa si soy Judío o Gentil?

6.Una compañera de la universidad llamada Elinor Maguen David afirma ser israelita pero no judía, a mí me pareció una incoherencia, pero si no la fuera ¿Cual es la diferencia entre ser israelita y ser judío?

7.¿Existe alguna diferencia entre los términos israelita, israelí, judío y hebreo?

UBALDO GERARDO ESPARZA DEL VILLAR

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Algo de humor para variar…

Tenemos tiempo que no publicamos chistecitos buenos…

Un abogado tomaba el sol en un parque, cuando se le acerca una señora y le pregunta:
-¿Qué hace?
-Aquí, robándole unos rayitos al sol.
-Ud. abogado siempre trabajando a toda hora, ¿no?.

Se encuentran dos abogados y uno le dice al otro:
– ¿Vamos a tomar algo?
– Bueno, ¿De quién?

Entran 2 estudiantes a la sala de clase y la profesora le dice a uno de ellos:
-Alumno, ¿por qué llega tarde?
-Es que estaba soñando que viajaba por todas partes, conocí tantos países, y me desperté un poco tarde.
-Y usted, alumno? dirigiéndose al otro.
-¡Yo fui al aeropuerto a recibirlo!
En una ocasión se encontraron tres locos en un desierto. Llevaban varios días de recorrido y no habían encontrado nada para comer y mucho menos para beber. Después de cinco días, los tres locos encontraron un coche viejo en medio del desierto, uno de los locos pregunta:
-¿Para qué nos puede servir este coche?
El segundo le contesta:
-Yo no sé, pero tiene que servir para algo.
A lo que el tercero le responde:
-Yo me voy a llevar un asiento para sentarme cuando me canse.
Le dice el segundo:
-Yo me voy a llevar el radiador para tomar agua cuando tenga sed.
El primer loco dice:
-Pues, yo me voy a llevar una puerta.
Y los otros locos le dicen:
-¿Una puerta? ¿Y para qué?
A lo que el primer loco le contesta:
-¡Para bajar los cristales cuando tenga calor!
En la sala de espera de la maternidad, un joven recibe la noticia de que acaba de ser padre y cae al suelo redondo. Mientras la enfermera que le ha informado le atiende, sale el doctor con el recién nacido en brazos y sorprendido al ver al joven desmayado le pregunta a la enfermera:
¿Qué ha sucedido?
Creí que me preguntaba la hora y le dije 6.

– ¿Qué es el hardware?
– Lo que recibe los golpes cuando el software no funciona.
Se encuentra la tropa descansando, el sargento decide hacer una prueba a los soldados y pregunta:
– ¿Cuánto es 4 x 8?
El soldado Gómez responde con voz fuerte y clara:
– 48 mi sargento!
El sargento responde:
– ¡Así me gusta! ¡Bruto pero enérgico!
Un mesero le trae al cliente el bistec que el ordenó con un dedo puesto encima de la carne.
“¿Estas loco?” gritó el cliente, “¡con tu mano en el bistec!”
“¿Qué?” responde el mesero, “¿quiere que caiga al piso de nuevo?
En la guerra:
-soldado, ¿localizó al enemigo?
-Sí, están delante, detrás, a la izquierda y a la derecha, ¡esta vez si que no se escapan, mi capitán!
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.

El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios.

Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
-¡Mire amigo, jamás haga eso otra vez! ¡ Casi me mata del susto!
El pasajero, impresionado le pide disculpas y le dice:
-No pensé que se fuera asustar tanto si le tocaba el hombro.
El taxista le dice:
-Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista.
-¿y que hacía antes?
-¡Fui chofer de carroza funeraria durante 25 años!
¿Por qué el mar hecha espuma?
Porque la sirenita se llama Ariel

Cómo se manejan los conflictos internacionales en la ONU:
1. Si el problema es entre un país pequeño y una superpotencia, el país pequeño desaparecerá.
2. Si el conflicto es entre dos países pequeños, desaparecerá el problema.
3. Si la discusión es entre dos superpotencias, lo que desaparece es la ONU.

Catarsis

En un país donde la realidad socio-política es muy oscura, es necesario hacer de vez en cuando algo de Catarsis, darse un tiempo para "olvidar" lo hundidos que como sociedad estamos…

Recién hubo una actividad política muy importante en Venezuela, en apoyo al candidato opositor; estuve en dicha actividad, bien temprano salí de mi casa, me dirigí a uno de los puntos de encuentro; esperé, calenté motores, afiné mi silbato, pasee un rato por entre la multitud hasta ese momento aglutinada, dispuesta a salir marchando hasta el lugar del mitin; unos muchachos, miembros de un grupo político empezaron a crear "ambiente", tocando tambores y agitando banderas y estandartes, se podía respirar un clima de "bochinche", de ánimo festivo, la gente, conformada en grupos más pequeños de familias y amigos hablaban, algunos tenían tiempo sin verse y estaban actualizandose, otros reian, contaban chistes, algunos empezaban a cantar consignas, mientras los comerciantes ambulantes recorrían el lugar vendiendo material político-propagandista, silbatos, banderas, cintas, bandanas, gorras, camisas, en fin, todo un bazar, con una sola temática, apoyar la actividad política del candidato opositor.

Al fin, la hora de salir llegó, empezamos a marchar, tocando nuestros silbatos, consignas y cantando temas musicales referentes a la vida (o debiera decir: mala vida) socio-politica que llevamos; anduvimos algunas cuadras, llegamos a la autopista, recorrimos un trecho no tan largo y ya estábamos a unos pocos pasos de la tarima. una hora después el lugar de donde yo había salido estaba colmado de gente, y una hora más tarde más allá de ese lugar también estaba lleno de gente; gente que fue a hacer algo distinto, al bazar, como lo he llamado yo, en apoyo a un candidato de oposición…

La gente necesita drenar, necesita desahogarse, calmar la angustia, desmitificarse, tomar del ánimo del colectivo, creo que eso es lo que hicimos muchos cuando nos reunimos en ese acto; no lo ví como una concentración en contra de… sino más bien como una reunión a favor de… A favor de nosotros mismos, de nuestra tranquilidad, de nuestra salud mental, de nuestro ánimo de vida, de nuestra voluntad por seguir viviendo, viviendo en paz y libertad.

No escribo esto para descalificar a nadie, no escribo en nombre de nadie más que yo y mi conciencia, y creo que lo que escribo esta bien fundamentado en mi experiencia y opinión personales, garantizados por el derecho natural a la libertad de pensamiento y opinión.

Trato de transmitirme, y transmitirle a las personas que opinan igual a mi, lo que siento, yo, después, y antes, de ese encuentro inolvidable, sigo haciendo Catarsis… creo que es necesario, y hasta el 4 de Diciembre seguiré en las mismas.

D»s nos bendiga y nos cuide.