Archivo de la categoría: casa

Resp. 447 – Cual es la actitud correcta de la esposa?

gqg nos consulta:

tengo dos años de matrimonio, sin embargo en este tiempo he sufrido los embates del adulterio y de problemas economicos que han hecho que mi matrimonio practicamente colapse. Por cuestiones de trabajo, mi esposo y yo nos vemos una vez al mes, desde hace ya casi un año lo que ha incrementado nuestras fricciones. Tenemos dos hijos y este es mi segundo matrimonio, amo a mi esposo pero no se qeu hacer para salvar nuestro matrimonio que creo esta muy deteriorado.cual seria mi proceder como mujer noajida
gabriela, panamá

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Resp. 444 – ser un buen noajida o un mal judio?

yaacob nos consulta:

Estimado More,de casualidad llegue a este sitio,y me alegra ver que los noajidas se estan organizando.Hace 25 años me converti al judaismo con un beth din,pero cunado fui a Israel me dijeron que la conversion no servia…desde entonces muchas cosas pasaron.Durante un par de años me dedique a estudiar talmud,ponerme tefilin,comer casher,hablar con rabinos ortodoxos,pero ahora que veo ustedes estan y existen realmente,acaso no es mejor ser noajida?usted que opina?tengo 38 años,soltero…saludos.
lisandro lenski,38,comerciante,mexico

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Algo sobre mi… pasado.

Como supongo de la mayoría de Uds, también tuve mi pasado cristiano, con algunos agravantes como ir al colegio del Sagrado Corazón (del colgado). Como suele pasar con los niños, nunca las buenas ideas que surgen de éstos (aunque los mayores deberían escucharlos con más atención) son tenidas en cuenta… (Yo quería ir a jugar a la casa de mis compañeritos, no ir a catequesis ¡ufa!)

Nunca se debe culpar a los padres de lo que dicen o hacen, porque uno sabe que hacen lo mejor que pueden y saben con amor de padres. Así que por esa razón no culparé a mi madre por haberme llevado a catequesis, porque su educación le determinaba que yo «debía» tomar la comunión. Mi padre, del que hablaré en otra oportunidad, estaba al margen del asunto.

El cura de la iglesia, asustaba. Era alemán y tenía cara de loco. Más aún, en el sermón de la misa solía enojarse con la feligresía y corría por la nave central, vociferando en alemán… En fin. La cuestión es que mis problemas empezaron pronto. «Jexux murió en la cruz para salvarnos del pecado» – dijo el cura. No entendí y pregunté. Es que cuando se habla de un salvador la primera idea que viene a la mente es la del guardavidas. Si el guardavidas se ahoga queriendo rescatar al ahogado, eso no es un rescate ¡es un desastre! «¡No hay que entender, hay que creer!» – sentenció (por suerte, en castellano, sino tampoco lo habría entendido).

Tuve otros choques con el cura cuando quise que me explicara otros conceptos, mandamientos y misterios. Claro, yo no entendía nada, el cura se cabreaba cada vez que yo preguntaba y mis compañeros, muertos de risa de la situación. Así fue que cuando acabó el «curso», el cura le dió a mi madre la triste noticia que yo, ese año no tomaría la comunión porque «no estaba preparado». O sea, tuve que repetir la catequesis. Mi madre que casi me quería acogotar «¿cómo tus compañeritos toman la comunión y vos no? ¡a estudiar!». Más aún, la sugerencia del cura era que ir a un colegio religioso iba a ser muy positivo para mi «educación». En fin… otra vez catequesis. Esta vez, estudié de memoria todo, hasta la fecha de impresión del NT. Ahora sí que el cura saltaba en una pata: me había convertido en el cristiano perfecto… Patético.

Después vino la escuela secundaria… con más curas. Entendamos el cuadro de situación: colegio de curas y adolescentes con las hormonas despiertas y alteradas. Un caos. Los curas hablando de la visión cristiana de la vida y las relaciones y nosotros haciendo preguntas escabrosas (para los curas). Más aún, aprendés Historia y todo comienza a oler rancio y podrido. Te empezás a dar cuenta de algunas inconsistencias, dobles dircursos e hipocresías. Y no entendés. O peor, empezás a aborrecer estar ahí. En un momento, lo comprendés: estudio lo que me gusta (escuela técnica), pero el lugar apesta. Entonces tomás una decisión: me recibo y todos se van a LPMQLP (lugar poco recomendable para visitar, que encima está lleno de curas).

Y así fue. Hace 23 años metí en una bolsa a la Iglesia, los curas, las biblias, las mentiras, las hipocresías, etc., arrojé la bolsa lejos y me quedé con D»s que sé que es el único, real y verdadero de toda esta historieta.

PD: «Jexux murió en la cruz para salvarnos del pecado». Sigo sin entenderlo… y tampoco me importa.

Un curioso principito.

Uno de los cuentos que más he disfrutado al leerlo  ha sido El Principito, del aviador y novelista, Antoine de Saint- Exupéry.En él cuenta  la historia de un aviador, que, perdido en el Sahara, conoce a un pequeño niño que dice ser de otro planeta, al que abandonó para explorar otros mundos debido a lo contradictoria que era una flor a la que el amaba. Cada uno de estos lugares representaba el mundo interno de los personajes (a ) con los que el principito interactuaba.

El primer planeta estaba habitado únicamente por un rey  que decía tener poder sobretodo lo que le rodeaba y que pese a eso no tenía a quien gobernar realmente. Sin embargo, sí entendía con claridad lo que era la autoridad:

«Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar -continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.»(Capítulo x)

Un verdadero líder dirige a sus compañeros con prudencia .No les delega responsabilidades que sobrepasen sus capacidades, pues sabe que las capacidades de cada uno son diferentes así como también que cada uno tiene limitaciones. No actúa con soberbia, sino con humildad y justicia. Sabe cuando ser estricto y corregir, y no abusa del poder que le ha sido otorgado, sino que da órdenes razonables que no atenten contra la integridad de su prójimo. Jamás se vanagloria  y escucha a quien le habla. Es respetuoso de los diferentes puntos de vista y no atropella a los demás tratando de imponer por la fuerza el suyo.

Antes de terminar este punto recordé un detalle.El Eterno, en su infinita sabiduría, nos ha dado, tanto a judíos como a noájidas, preceptos que no son imposibles de cumplir. No son mandatos caprichosos sustentados por la irracionalidad. Como está escrito en la Torá dada la pueblo de Israel:

«Porque este mandamiento que te ordeno hoy no es superior a tus fuerzas ni está lejos de ti» Deuteronomio/ Devarim 30:11

Después de esto, el principito  llegó al mundo del vanidoso, que necesitaba ser admirado para sentirse valioso. En el se refleja lo vacío de la vanidad; del alarde de lo que es falso. Es una inseguridad que permanece cubierta por el engaño; una falta de identidad de propia, que busca llenarse con las opiniones del prójimo.

Luego conoció el planeta del borracho, que bebía para olvidar la vergüenza…de beber. La imagen del bebedor representa la falta de voluntad para abandonar aquello que nos es perjudicial; del deseo de superación (a). Es estar atrapado en el fango; encerrado en un círculo que nos desgata tanto física como espiritualmente. Tal  como lo señalara el sabio por excelencia:

«Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad. » Proverbios/ Mishlei 26:11

Ante esto, el pequeño dijo:

«No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas» (capítulo xii), al ver la ridiculez del hombre.

Su siguiente destino fue el mundo de un ocupado hombre de negocios que dedicaba su tiempo a contar las estrellas que decía tener, pero que no podía palpar:

—Yo   —dijo el principito- tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas…El hombre de negocios abrió la boca, pero no encontró respuesta.( capítulo xiii)

La metáfora del hombre de negocios nos habla del ser humano ambicioso, que se afana en obtener riquezas sin tener tiempo para vivir (a) y disfrutar de las cosas bellas de la vida. En este sentido, es la antítesis del pequeño, que es feliz con las cosas simples. No busca poder ni fortuna sólo vivir tranquilo con lo que le rodea. En realidad el hombre de negocios era un ser miserable ya que no se siente conforme con lo que posee y siempre busca tener más, aun cuando sea dueño de mucho. Este personaje me trae a la mente lo dicho por el salmista:

 «1Si el  Eterno no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. 
   Si el  Eterno no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
  2En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.» (Salmo/ Tehilim 127: 1-2)

Es decir ¿de qué sirve afligirse por acumular ganancias si el Eterno no nos permite disfrutar de ellas? ¿No sería mejor recordar que » el hombre propone y Dios dispone» (Proverbios/ Tehilim 16:1)?

Una vez abandonado este lugar, el niño llegó al planeta más pequeño de su viaje, habitado por un  farolero, dedicado a su trabajo, del cual se sntía esclavizado, ya que tenía que encender y apagar el farol en cada minuto que transcurría. Este personaje logró ganarse el afecto del pequeño visitante. Es el único que no le parece ridículo, «quizás porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo.»( Capítulo xiv)

El farolero  es el ser humano dedicado a su trabajo; con vocación por lo que hace, pero que termina siendo consumido por la rutina. A diferencia del hombre de negocios, no busca riquezas sino servir, aun cuando resulte tortuoso para sí.

El lugar que seguía lo ocupaba un geógrafo. Era un erudito que aprendía de la información proporcionada por los exploradores, sin conocer el mismo lo han visto sus informantes. Pese a ello su actitud no es crédula y se cercioraba de la veracidad del testigo pidiendo evidencias que lo respaldasen. Con él, el principito aprende sobre lo transitorio de la existencia, al darse cuenta que su flor estaba «amenazada de próxima desaparición» (capítulo xv) y se arrepiente de haberla dejado, pero al recuperarse le pregunta al hombre sobre cual debía ser su próximo destino, quien le sugirió visitase la Tierra.

El geógrafo representa al noájida deseoso de adquirir conocimientos a partir de la experiencia, no propia sino ajena. Es crítico y selectivo, pero no experimenta con sus sentidos lo que deleita a su intelecto. Sabe lo que es correcto; conoce los preceptos de Hashem, pero no los pone en práctica. Almacena conocimientos, pero no los aprende, pues el aprendizaje es un proceso activo que, además de adquirir una información, implica procesarla, entenderla y saber cuando usarla.

Finalmente, el principito llegó a la Tierra, donde conoce a varios personajes, de los cuales el más significativo es el zorro. El pequeño lo conoce cuando siente tristeza al darse cuenta que lo que para él era especial, aparentemente era común para la mayoría. El animalito es quien le enseña sobre el verdadero sentido de la amistad y las relaciones humanas.(a)

La primera enseñanza dada por el zorro fue la de «domesticar» al otro:

¿Qué significa domesticar?,-preguntaba el principito-

-Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa «crear vínculos… “y después añade:

«Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…» (Capítulo xxi)

Creo que a veces en el trabajo y la universidad la gente se dedica meramente a cumplir con sus deberes sin darse la oportunidad de conocer a otros. El ritmo de vida actual exige competencias (de hecho, yo me considero muy competitivo, aunque gralte. conmigo mismo). Pero somos seres sociales y necesitamos interactuar con otros. No somos máquinas sin emociones, sino seres vivos que sienten. Cada uno de nosotros tiene algo que lo hace único. Podemos tener cosas comunes con el resto, pero hay un «algo» que marca la diferencia. Y es necesario descubrir lo que es propio para así distinguirnos del resto y también compartirlo con ellos.

Quizás la reflexión más recordada por todos sea el regalo dado por el zorro al principito antes de despedirse de él:

«Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.»                (Capítulo xxi)

A veces nos dejamos guiar por las apariencias y desaprovechamos apersonas valiosas. Sólo vemos una cara de la moneda, que suelen ser lo defectos. Y no reconocemos que nosotros también tenemos errores e incluso más defectos que los del resto. En realidad lo que vale en una persona no es cuan «perfecta» sea, sino que tenga la capacidad de reconocer sus limitaciones y que se esfuerce por superarlas.

Antes de terminar, quisiera plantear las siguientes preguntas: ¿En cuál de los mundos visitados por el principito nos encontramos ahora? y ¿qué hemos hecho por mejorar? Dios los bendiga. Shalom

                                                                                      F.P.S.M.

 Notas:

(a)    Esta interpretaciones, en parte, se corresponden con la hecha en :http://es.wikipedia.org/wiki/El_principito. El resto fueron hechas por mí.

(b)   La versión en línea de “ El principito» fue tomada de : www.agirregabiria.net/g/sylvainaitor/principito.pdf

Resp. 437 – Como llevar la diversion

Kafka nos consulta:

Roberto Martinez, 34, M.B.A., Caracas, Venezuela

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Entre el peligro y la pérdida de tiempo

Hace poco conté como anécdota la vez que viajando en el tren se me sentó al lado una misionera. Morocha, delgadita y con una mirada tan dulce, que el corolario perfecto era una declaración de amor. Pero no, su misión era anunciarme que el colgado quería salvarme. Una desilusión. Resumiendo, se ofendió porque no quise aceptar a que el colgado entrara en mi vida, y se retiró por donde vino. Fin del asunto.

En una oportunidad, en la fila para un trámite (uno suele hablar con las gente para pasar el rato mientras espera su turno), después de un bache en la conversación, el chico que estaba detrás me pregunta si creía en el colgado. Como le dije que no, sacó un folleto de su carpeta y me insistió que concurriera a ese lugar para así que el colgado entrara en mi vida. Guardé el folleto, diciéndole que lo leería más tarde (en realidad, fue a parar al papelero. Estuve tentado a hacer un avioncito, me encanta hacer avioncitos de papel, pero no es bueno ensuciar la calle). Fin del asunto.

Estas dos personas tenían varias cosas en común: pocas palabras, de aspecto sencillo, introvertidos, con el mismo guión (la misma forma de expresarse, las mismas palabras – por supuesto, no le decían colgado). Aquí en Buenos Aires existe la figura del volantero, que es generalmente un(a) joven que reparte en mano volantes publicitarios en la calle. Esa era su misión.

En la universidad tuve un compañero que era Testigo de Jehová (TdJ). Debo decir que se comportaba raro y en razón de ello lo habían bautizado «el pastor». A diferencia de los casos anteriores, dejaba el tema religioso de lado. En una ocasión tuve que ir a su casa a estudiar y la verdad que el panorama era preocupante: cuadros y afiches en las paredes con citas del nuevo testamento, libros y biblias por doquier… En un momento, llega uno de sus hermanos, de traje y con maletín y se me ocurre decir «ahh, viene de trabajar» y la respuesta fue «no, de predicar» (¡ouch!). Toda la familia era muy religiosa y en parte aclaraba su comportamiento en la universidad. Hablando de ello, me explicó que él (como todos en la familia) salían a predicar, pero que él había desarrollado una estrategia, que consistía en analizar a la persona para ver si era permeable a la palabra y por ello en la universidad no hablaba del tema para que no se burlaran de él.

Después de preguntarle en que cree un TdJ, estuvimos hablando del tema. Es interesante ver cómo los preparan para responder (a lo que entiendo) son preguntas típicas, cuestionamientos básicos, desarrollando una estrategia de respuesta que conduce a planteos como «si el colgado, el mismísimo hijo de D»s murió por vos ¿cómo te vas a negar hacer XXX?». Claro ¿quien puede soportar semejante coacción? Parecería que uno tiene la obligación moral de cumplir… Y remata:

– Ahora me voy al templo ¿venís?
– No. Solo te pregunté en que creés.

Fin del asunto.

Este último caso es más complejo, peligroso, porque no es un «volantero» que solamente hace contacto para atraer un posible candidato, sino una mente fría con un claro propósito, que en todo momento está midiendo la reacción de su víctima.

Mi padre, tan pragmático como era, sostenía que detenerse a hablar con un misionero era, cuando menos, una pérdida de tiempo.

Consejo para la felicidad

Una vez llego un alumno y le preguntó al maestro: “¿Cual es el mayor acto que se puede hacer para encontrar la felicidad?
“Sentarse a meditar “, respondió el maestro.
Pero curiosamente el alumno casi nunca veía al maestro sentado meditando, pues estaba constantemente ocupado trabajando con su negocio, reunido con otras personas o escribiendo. Incluso había tomado un trabajo extra llevando las contabilidades de algunos amigos.
“Pero maestro, ¿entonces porque pasas todo el día trabajando?”
“Cuando uno trabaja no tiene necesidad de suspender el trabajo para sentarse a meditar”, dijo el maestro alejándose para seguir trabajando.
Parece extraña esta historia si vemos como un maestro recomienda algo que ni el mismo hace. Pero lo más impresionante es que es todo lo contrario; solo que en este caso el alumno no lo entendía. Porque el maestro sí meditaba todo el día nada más que no lo hacía sentado.
Meterse en la batalla de la vida; no importa lo que se haga, sea en la casa o fuera de ella, sea en una oficina o al aire libre puede convertirse en una completa meditación. Cuando entendemos que somos creaciones que estamos en este universo para hacer la voluntad de D-is y que en cada instante podemos hacer algo para cambiar el mundo y hacerlo un poquito mejor de lo que ya es, entonces cada segundo es meditación pura.
Recordemos siempre que estamos aquí trabajando no para nosotros, ni para nuestros jefes, mucho menos para el gobierno. Estamos trabajando para el Patrón del universo, y cuando tratamos de ser consientes a cada instante de que somos tan importantes para E-L que nos confió Su universo para mejorarlo eso nos hace muy felices.
Agradece cada día por las cosas que no puedes cambiar, pero lucha hasta que el alma se vaya por las cosas que aunque sea un poquito tienes la posibilidad de cambiarlas y cuando luchas así te darás cuenta que las que creías que no podías cambiar ya han cambiado.
Bendiciones!!!

Resp. 431 – Un consejo para tomar con pinzas… matrimonio en iglesia

Buen día Rabino:
Mi nombre es …, hoy le escribo es para pedir su consejo y opinión acerca de una situación difícil por la que me encuetro pasando en estos momentos y le agradecería profundamente su apoyo. En primer lugar debo mencionarle que no soy practicante de ninguna religión, es decir no asisto al templo, iglesia, etc., ni pertenezco a ningún grupo de estudio.
Sin embargo, creo en Hashem Creador del universo yo sigo amando y amaré a Hashem y se que no hay otro aparte de ÉL.
1- Mi situación hoy en día es que estoy a punto de casarme, no con alguien con mis propias creencias, pues debido a que no pertenezco a ninguna comunidad, no conozco a nadie más que comparta mi credo.
2- Mi pareja es católica y desea tener una boda religiosa, lo cual yo no le puedo ofrecer al no tener una religión o una comunidad.
3- Mi novio desea que nos casemos por la iglesia católica, pues dice que practicamente yo le ofrezco cambiarse de tener una religión a no ser nada, y por supuesto el cree que si no estamos los dos en un solo estilo de vida o religión, vamos a ser muy infelices, pues no sabremos como educar a nuestros hijos.
4- Lo que le ruego que me aconseje es que puede hacer una persona en mi situación, yo sé quien es El Eterno, y yo le alabo y me dirijo a ÉL.
5- Cómo podría ir a adorar ídolos, incarme frente a una imagen que se que es abominación. y por otro lado si no lo hago tendría que terminar mi relación con mi novio.
Le suplico me aconseje Rabino, me encuentro realmente deprimida pues cualquiera de las dos cosas que elija me rompe el alma, recurro a usted con la esperanza de tener un consejo de alguien verdaderamente cercano Al Eterno y a su Torá.
Que Hashem le Bendiga.
Shalom
Soy de la ciudad de Pachuca, Hidalgo en México. Tengo 25 años.

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Resp. 412 – Entender más… ¿de qué?

paku nos consulta:

Shalom apreciado maestro nuevamente quisiera mas de su conocimiento, con respecto a lo que ud. enumero como 2 en la respuesta numero 403
1- en deuteronomio 10; 12 al 14 devarim habla de esto amaras a tu Dios con toda tu mente corazon y fuerzas, tambien lo que dice con respecto al pueblo de Israel en el mismo libro en el cap. 7 del 6 al 7 como ud. lo interpreta?
2- y como lo deberia entenderlo yo?
3- y por ultimo hay dos casas en el pueblo de Israel el del norte Efraim y el del sur Judea
gracias More
Antonio Garcia 44 años Paraguay

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Un relato para aprender

Los Sabios de la Verdad quisieron dejar en la memoria colectiva este hecho ocurrido en la vida particular de uno de ellos.
Atendamos con sumo cuidado, para aprender todas las facetas de este relato midráshico (Vaikrá Raba 9).

Aconteció que Rabí Ianai estaba andando en el camino cuando se encontró con un hombre muy noblemente vestido.
Le dijo Rabí Ianai: ¿Acaso el Rabi quisiera ser invitado a mi casa?
Contestó: Sí.
Lo llevó a su casa y lo agasajó con comida y bebida.
Luego de que el invitado comió y bebió, trató de estudiar Torá Rabí Ianai con él.
Indagó en Torá escrita, pero el convidado no sabía.
Indagó en Mishná (leyes), pero tampoco sabía.
Relatos de la tradición, tampoco.
Talmud (profundización en Torá), tampoco.
Entonces dijo Rabí Ianai: Enjuaga tus manos y bendice la bendición final por las comidas.
A lo que el visitante dijo: Que bendiga Ianai en su casa. (Tampoco sabía este servicio cotidiano y simple, y de uso para ejercicio de los invitados).
Entonces dijo Rabí Ianai: ¿Al menos puedes decir detrás de mí lo que yo diga?
Respondió: Sí.
Dijo Rabí Ianai: Dí: Comió un perro de la comida de Ianai.
Se levantó el invitado y tomó con fuerza a Rabí Ianai y le dijo con vehemencia: Tienes en tu poder algo que me pertenece, y tú no me lo quieres dar.
Le dijo Rabí Ianai: ¿Qué tengo de ti?
Dijo: Una vez pasé delante de un colegio y escuche que los niños decían: «La Torá nos fue ordenada por Moshé, a nosotros como herencia eterna, a la comunidad de Iaacov». No dijeron «la comunidad de Ianai», dijeron de «Iaacov». La Torá es de toda la comunidad judía.
Entonces le dijo Rabí Ianai: ¿Cuál mérito tienes a tu favor para haber sido invitado a comer en mi casa?
Le dijo el invitado: Jamás he sido participe de murmuraciones y chismes. Y jamás pude ver a dos que estaban peleados y no hacer lo posible para que hubiera paz entre ellos.
Le dijo Rabí Ianai: ¡Cuánta ética (derej eretz) hay en ti y te llamé perro!

¿Qué aprendes de valioso para tu vida como noájida?