Todos hemos escuchado que existen obras de arte, pinturas, esculturas, composiciones poéticas o literarias, música clásica, etc.
También sabemos que quien logra tener una de estas obra de arte, por lo general paga mucho dinero y lo considera uno de sus máximos logros y tesoros, tiene un lugar especial en su casa y con toda seguridad tiene un sistema de seguridad para que nadie lo pueda maltratar dañar o inclusive robar, aunque es un tesoro familiar no todos le dan la misma importancia, hay quien se deleita observándolo, quien procura mantenerlo libre de polvo, quien lo presume pomposamente y quien no le da importancia, pues piensa que es un articulo mas de la decoración de la casa.
Pero todos están de acuerdo que es un objeto único, pues el autor solamente hizo uno y nadie mas en el mundo tiene uno igual. Seguir leyendo Tienes tu obra de arte
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La elección de los judíos
Este texto lo he publicado hace un tiempo atrás, creo que es provechoso tenerlo en cuenta ahora.
Relacionado con este otro texto, que se ha publicado recién en FULVIDA.com.
Pregunta: Quisiera saber porque D´s elijió a nuestro pueblo y no a cualquier otro pueblo.
Shalom.
Gracias por escribirme.
Brian querido, hay varias posibles respuestas válidas.
En esta oportunidad te daré solamente tres, que espero te sirvan para continuar profundizando en tus estudios.
Pero antes quiero recordarte algo fundamental.
Cuando los judíos hablamos de ser el «Pueblo escogido» por Dios, lo único que estamos queriendo decir es que Dios nos escogió a los judíos entre el resto de las naciones para que nos hagamos cargo de cumplir con 606 mandamientos más que los demás.
Es decir, es una elección que te da mayor trabajo y responsabilidad, y no una elección que sirve como título de nobleza o como tonta excusa para menospreciar a los ajenos.
Ahora que queda claro esto, pasemos a las posibles respuestas:
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«Las cosas secretas pertenecen al Eterno nuestro Elokim, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta Torá.»
(Devarim / Deuteronomio 29:28)Las personas no tenemos la capacidad de comprender exactamente todo lo que Dios piensa, actúa o decide.
Apenas si conocemos lo poco que Él nos descubre de Sí Mismo en Su Torá perfecta.
Por lo cual, si Él escogió a una única nación para hacerla receptora exclusiva de la Torá y para hacerla responsable de cumplir con 606 mandamientos más que el resto de las naciones de la Tierra, solamente Él sabe exactamente Sus motivos.
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«Pero el Eterno se agradó sólo de vuestros padres para amarles, y después de ellos eligió a su descendencia de entre todos los pueblos, es decir, a vosotros, como en el día de hoy.«
(Devarim / Deuteronomio 10:15)Tras el Diluvio, Dios le había dado a toda la especie humana siete simples mandamientos para que todas las personas respetaran por siempre, los que son conocidos como «Los Siete Mandamientos Universales o de Noaj«.
Son mandamientos muy sencillos de cumplir y básicos para sostener una sociedad ordenada y progresista.
Durante unas pocas décadas las personas fueron fieles a estos principios, pero bien pronto empezaron a abandonar a Dios y se fueron involucrando más y más en una vida de pecado y alejamiento de lo que es Bueno.
Tras de no mucho tiempo, la gente olvidó a Dios, borró de sus memorias el pacto que habían sellado de cumplir con los siete mandamientos universales, y se dedicaron por completo a la idolatría, el vicio y las cosas negativas.
En medio de la podredumbre de valores y metas nació un niño, que fue conocido como Avraham.
Y este niño reconoció que los dioses falsos en nada se comparan con el Uno y Único Dios.
Y este niño entendió que no se logra nada realmente valioso andando por caminos que son desagradables para Dios.
Y este niño comprendió que él era responsable de promover un cambio en el mundo, de devolver a las personas el recuerdo de la existencia de Dios y el compromiso por cumplir con Sus mandamientos.
Y este niño fue despreciado por casi todos, fue rechazado, lo intentaron silenciar y luego asesinar.
Y cuando el niño creció, pocos eran los que habían aprendido la Verdad que él enseñaba, y por lo tanto, muchos (casi todos) eran los que continuaban esclavos de la idolatría y los principios de vida errados.
Pasó el tiempo y Avraham se constituyó en el primer patriarca de la familia de Israel, es decir, en el mundo había una familia dedicada a servir exclusivamente a Dios y a esforzarse por hacer lo que a Él agrada (que en aquel tiempo era cumplir básicamente con los siete mandamientos universales).
Cuando Dios decidió que había llegado el momento oportuno para entregar al mundo Su Torá, observó a todas las naciones, las sopesó, y reconoció que solamente una familia era capaz de hacerse responsable y comprometerse a cuidar la Torá y de cumplir con sus preceptos, tal como hasta entonces se habían mantenido fieles a los mandamientos universales a pesar de las enormes dificultades que debieron soportar.
Esa única familia eran los hebreos.
Por lo cual, Dios escogió a aquellos que por sus propios méritos habían escogido ser fieles constantemente a Dios.
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«No porque vosotros seáis más numerosos que todos los pueblos, el Eterno os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos.» (Devarim / Deuteronomio 7:7).
Dios quiere que las personas seamos libres para escoger el rumbo de nuestras vidas, y así ser responsables de nuestros logros y/o fracasos.
Él no creó humanos marionetas, sino seres humanos con voluntad y determinación.
Por esto mismo Dios permanece oculto y solamente Se revela con disimulo, pues si fuera evidente para todos Su existencia ¿acaso alguno siquiera pensaría en pecar sabiendo que Él existe y castiga el pecado?
Entonces, si Dios hubiera dado Su Torá con los 613 preceptos a alguna nación poderosa del pasado, o del presente, ésta hubiera asumido la misión de convertir incluso por la fuerza a los demás a sus ideas y costumbres (tal como ocurre habitualmente, los imperios militar y económicamente poderosos también expanden su poderío mediante la difusión de sus valores, doctrinas y pensamientos. Mira los ejemplos de Grecia, Roma, Británicos, Germanos, Estados Unidos, cristianismo, etc., que intentaron y tratan de imponerse a como dé lugar, sea por las buenas o por las malas).
Por tanto, Dios no le podía/quería entregar la Torá (y hacer pueblo escogido) a ninguna nación que fuera numerosa y poderosa, ni en el momento de la entrega de la Torá, ni posteriormente.
Dios quiso dar la Torá y sus preceptos a un pueblo materialmente débil, relativamente escaso en número, con un pasado tormentoso, de personas humildes y humilladas, solitario entre las naciones… a los judíos.
¿Para qué?
Pues, para que la Verdad (Dios y Su Torá) estuviera al alcance del que sinceramente la buscase (y la halle en el seno del judaísmo), y no para que fuera impuesta por medio de amenazas, torturas u opresiones de otro tipo.
En síntesis, el ser un pueblo frágil y descendiente de esclavos es un buen motivo para haber sido escogido por Dios para convertirse en Sus siervos más trabajadores, así Dios puede ser hallado libremente por todo aquel que honestamente Le está buscando.
Evidentemente que esta elección particular que Dios hizo, y hace a perpetuidad, por los judíos no implica que Dios rechaza a los gentiles, sino que cada cual tiene una función distinta que cumplir en el Plan de Dios.
Quedo a tus órdenes para lo que te pueda ayudar.
Te deseo lo mejor, y te recuerdo que nuestro sitio se mantiene gracias a la colaboración de los generosos visitantes.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H’.
Yehuda Ribco
Caminos errados
Nuestro espíritu busca activamente al Eterno, en todo momento y ocasión.
Es tan poderosa la "pasión", la sed, por el Padre celestial, que muchos confunden la vía y se pierden detrás de "otros" dioses, es decir, de deidades que nos hacen "otros" a nosotros.
Así están los que endiosan sus pensamientos, o las ideas de otros. Entre estos se cuentan ateos, filósofos, científicos, pensadores de todo color y calaña. Estas personas creen encontrar a Dios entre las telarañas de la mente, sea que tenga racionalidad o no.
Hay otro grupo que idolatran objetos o personas socialmente valorados. Siguen como corderos al líder, aunque sea a cosas absolutamente idiotizantes o perversas. Repiten lemas y frases con unción religiosa, aunque sean disparates sin sentido. Hacen lo que el resto hace, sin salirse de la masa, puesto que el de fuera es un hereje que es merecedor de repudio y condena.
Adoran y sirven deidades que son socialmente valoradas, que su grupo o grupito sostienen y avalan.
La secta con sus dogmas es lo que conduce sus vidas, lo que ocupa el lugar del Eterno y Sus mandamientos.
Hay otro grupo que endiosan a las personas u objetos que las hacen sentir especiales. Son las mujeres y hombres que sienten que su pareja es perfecta, que se encierran en una relación en la cual parecen gozar de sus cadenas. Son adictos, enviciados, apasionados al grado de perder contacto con la realidad, y si pudieran expresar el motivo, no habría palabras sino una sensación de perderse en una infinita simbiosis con ese otro idolatrado.
Es un deseo de pegarse, de fusionarse, de ser uno con el otro amado.
Muchas de las religiones que pululan por aquí se basan en este tipo de idolatría, en la cual hay un "dios personal" que es capaz de sacrificios por su amado esclavo, y que exige absoluta sumisión a cambio de ridículas e imposibles promesas.
Es que el pensamiento está paralizado, el sentido común chamuscado, queda solamente la pasión en lugar de Dios.
Están también los que convierten lo material en su deidad. Los ambiciosos, que no ambicionan otra fortuna que el metal, el poder material, ni la gloria ni el renombre, sino el dinero y el poder material que este brinda.
Están los ególatras, que se adoran a sí mismos, narcisos que pueden ser muy seductores hacia fuera, pero que solamente tienen ojos y oídos para sí mismos.
Gente que eleva en sus altares el oro y la plata, el yo con todas sus implicancias.
De este último grupo es el Jesús, ese de los cuentos de los evangelios. Un pedante e ignorante que solamente sabía de autoalabarse, autoglorificarse, autodesignarse deidad.
Del grupo anterior, son la mayoría de los que asisten a sectas, iglesias, templos, etc. que buscan confort emocional, una relación pasional, sometimiento a un otro al que sienten dominante y poderoso.
Del grupo aún anterior se encuentran ciertas anquilosadas iglesias y religiones, que están tan petrificadas que solamente se sustentan en base a manipulación y zoncera de sus seguidores.
También los que deifican figuras públicas, sean actores, cantantes, futbolistas, políticos, etc.
Por último, son los que hacen de la ciencia (o seudo ciencias) una especie de religión, en la cual la ciencia (o naturaleza) es ese dios benigno y todopoderoso al que hay que reverenciar.
Tales son los extraviados del buen camino a causa de no encontrar las referencias que los mantienen en la senda pura que comunica con el Eterno.
¿Tú en cual crees que estás en este momento?
Distinto Collar
“Clases de preparación para el parto”. Puede ser una buena idea, pensé. Allì vamos. Después de todo, algo fuera del entorno médico podrìa ser interesante.
Desconozco el panorama en otros paìses latinoamericanos, pero aventuro que todo el asunto del embarazo y parto està igual de deformado en vuestros paìses que en el mìo. Aquí estar embarazada es un peligro, y parir es una tarea para la que se necesita un hombre, llamado ginecólogo. La mayoría de las veces es él el verdadero héroe del evento, ya que gran parte de los partos terminan siendo cesàreas, o más bien, innecesáreas. El médico es una especie de deidad que le explica a las personas cómo funciona , y peor aun, cómo debería funcionar, su cuerpo y el de sus bebés. Es el dueño del tiempo, decidiendo hasta cuándo se espera y cuándo se actúa y decretando cuándo es momento de quedarse quieto, empujar, respirar, no respirar, etc.
Y los pacientes (bastante bien elegido el término, diría yo) le siguen y adoran “como corresponde”. Hasta que uno de ellos, con la ayuda de alguno de sus sumamente falibles instrumentos adivinatorios, decreta que no hay complicaciones, las futuras madres temen lo peor y se preocupan por el bienestar de sus hijos. Cuando habla “el doctor”, es palabra “santa”.
Y francamente, a uno a veces le cansa tanta idolatrìa. O se acostumbra, pero prefiere no comer todas las hostias que encuentre a su paso. Entonces piensa “ Clases de preparación para el parto. ¿Porqué no? A ver si recupero un poquito el lugar que me corresponde en este asunto de traer hijos al mundo.”
En la primera sesión, una mujer de unos cuarenta años, con la molesta calma de un monje budista, repite algunos de estos conceptos sobre cómo el parto se ha convertido en un acto médico, cómo antes no lo era (todas aquellas personas que ahora mismo piensen que menos mal porque antes las mujeres se morían, tengan a bien educarse sobre, por ejemplo, la relación directísima entre esas muertes y la ausencia de la sencilla práctica de lavarse las manos por parte de quienes atendían los partos), cómo hoy en día en cualquier jardín de infantes el 80% de los niños ha nacido por cesárea y cómo las personas depositan equivocadamente su fe en los médicos.
Estaba tan de acuerdo con la señora que podía ignorar su aspecto desprolijo y descuidado, su vocabulario casi soez, su sonrisa muy, pero muy poco confiable y el persistente olor a incienso que todo lo invadía. Me encantaba que alguien dijera que depositar nuestra fe en cualquiera menos en Él, estaba de lo más espantoso. Ella nos pedía respirar hondo, y nosotros lo hacíamos. Hasta que empieza la parte de la “visualización”.
Al principio era solamente un poco cursi de más, un tanto hippie, nada grave. Imaginar un lugar donde nos sentíamos cómodas, visualizar , decía ella, el parto que queríamos, bla bla. Y en un momento, zás!, una especie de invocación a antepasados que nos acompañaban en ese momento, el espíritu de nuestras abuelas y a mí se me revolvía el estómago en un fenómeno que nada tenía que ver con el embarazo en sí. Todavía faltaba lo peor. Yo no lo sabía. Yo pensaba que lo peor era jugar a la tabla ouija para imaginar el parto ideal.
Mientras la concurrencia volvía en sí, yo me preguntaba por qué habría de necesitar la ayuda y protección de gente muerta al momento de la llegada de una nueva vida tan profundamente que no reparé en que la partera daba paso a una de sus asistentes, quien – de rigurosa solerita hindú y más fragancia a patchouli- nos advertía que antes de comenzar su parte debíamos tener a bien agradecerle al sol y a la luna por estar allí, por el regalo de una nueva vida, y –supongo- por la ingenuidad de todos los que se levantaban estirándose en desesperados intentos por alcanzar al objeto de su adoración y pedirles permiso (sí, sí, al sol y a la luna) para no sé que cosa de la energía.
Nosotros, que por ahora no solemos entablar conversaciones con estrella ni satélite alguno, nos levantamos y acusando un dolorcito de cabeza, nos volvimos a casa sin decir palabra.
Y pensando en lo amplio de la gama de posibilidades de ser un idólatra. En ocasiones, también de ser un payaso. Suelen venir juntas esas dos. No se trata solamente de Pastor chanta, también tenemos Doctor vanidoso, Profesor soberbio y ahora, Partera ridícula.
En fin.
¿Presidente?
Hace más de un año nació FULVIDA, y ha crecido en este tiempo.
Se ha extendido a varios países.
Hasta donde sé, son centenares las personas que se han beneficiado a través de FULVIDA y de FULVIDA.com.
Muchos han roto por fin las cadenas de la esclavitud de las religiones, se han podido acercar al fin con libertad y pureza al abrazo con el Padre celestial.
Otros aún están secuestrados en esas sectas, iglesias y denominaciones; pero gracias a nuestra labor han visto un rayo de Luz, que seguramente seguirá aclarando sus vidas sumidas en oscuridad.
El trabajo aún no ha finalizado, es muchísimo todavía lo que tenemos por delante.
Debemos llevar el mensaje del noajísmo a todos los confines de la tierra, al menos a los de habla hispana. Es un imperativo que desde Arriba nos han dado. Difundir la existencia de las Siete Leyes Universales, declarar la falsedad de las religiones, colaborar con la liberación de nuestros hermanos y hermanas.
Tenemos mucho por delante.
A todo esto, he sido motor de FULVIDA, participé en su creación y fui electo como presidente honorario de la misma.
Rehuyo los honores, detesto la gloria, prefiero la simpleza, tal como los que me conocen pueden confirmar.
Soy simplemente Yehuda, que por razones de presentación o laborales emplea títulos tales como Profesor, Moré, Licenciado o Presidente de FULVIDA.
No preciso del vano honor de la lisonja ni del aplauso para sentir que estoy haciendo lo correcto.
Ni lo quiero, ni lo admito.
Pero, me pregunto en este momento:
¿Por qué NO recibo con frecuencia mensajes de los coordinadores o de los miembros de FULVIDA?
¿Por qué tengo que estar detrás de muchos para que hagan algo de lo que pueden hacer?
¿Por qué NO me envían preguntas interesantes que hagan a la cuestión de la vida noájica?
¿Por qué nunca nadie me invitó, aunque sea solo por cortesía, a su boda, compromiso o de la triste noticia de una defunción?
¿Por qué en FULVIDA.com somos bien pocos los que ponemos el hombro, con tal de que los demás estén informados y nutridos en varios planos?
¿Por qué cuando solicite una módica colaboración económica para sostener el funcionamiento de este sitio, solamente un par de personas respondieron y aportaron con nobleza?
¿Por qué gente que regalaba sus autos, malvendía sus casas, regalaba sus joyas a sus pastores de perdición ahora se enojan cuando solicito algún razonable y necesario aporte económico para el funcionamiento de la Fundación?
¿Por qué ‘líderes’ de FULVIDA desaparecen sin dar señales de vida?
¿Por qué muchos prometen muchas cosas, pero a la hora de demostrar con hechos, se esfuman?
¿Por qué cuando pido algo, nadie (o casi nadie) responde, pero luego exigen y demandan como si tuvieran derechos divinos para hacerlo? ¿Acaso olvidan las miles de preguntas que respondí para su beneficio gratuitamente en serjudio.com, y gracias a lo cual pudieron romper con sus ataduras idolátricas?
¿Por qué me siento tan solo en todo esto?
Y son otras preguntas más que me surgen, pero no quiero cansarlos.
Yo sé que una de las respuestas podría ser: porque a nadie le interesa lo que estás haciendo.
Pero, no sé… tengo constancia de que hay al menos cientos de personas interesadas en esta causa… así que busco respuestas, pero especialmente quiero encontrar soluciones.
No quiero excusas, ni promesas, ni avivados, ni borrados (gente que se esconde), sino que quiero soluciones para hacer funcionar a FULVIDA a pleno.
Quiero soluciones, ahora, porque estoy cansado de esperar y de dar.
Quiero soluciones, porque son ustedes, queridos noájidas, los que están perdiendo el tiempo al no participar, al no activar, al estar ausentes.
Quiero soluciones, porque estoy cansado de estar solo.
Quizás me lo merezco… Seguir leyendo ¿Presidente?
Ganar una pelea
Si el problema es entre tú y yo lo arreglamos tú y yo. Queda prohibido hacer partícipes a otros o discutir en presencia de otros.
Cuando hay testigos en la disputa el ego crece, el orgullo se hincha, lo que se persigue no es la solución de un problema determinado sino demostrar ante los espectadores quién es más fuerte y dominante. Un testigo físico o mental nos motivará, sin darnos cuenta, a tratar de mantener cierta imagen y eso bloqueará la sencillez y la humildad indispensables para llegar a un acuerdo con quien realmente importa. Por experiencia de varios psicólogos, los tres principales factores que causan la desintegración conyugal son el alcohol, la infidelidad y la intervención de los familiares políticos.
El cariño y la lealtad son conceptos no negociables, por lo tanto queda terminantemente prohibido proferir amenazas terminales.
En toda relación humana que se pretenda duradera debe haber algo intocable, algo que no puede por ningún motivo entrar a la mesa de discusión: el cariño. La pareja podrá negociar cualquier cosa, pelear encarnizadamente por resolver las diferencias, pero siempre protegiendo bajo una campana de acero blindado el concepto de su amor; éste no se perjudicará con los resultados. Amenazas como "si no cambias me largo" o "te advierto que si no accedes nos divorciaremos" o "lo que dijiste acaba de matar mi cariño por ti", ocasiona que la discusión se torne peligrosamente terminal.
Queda prohibido tener actitudes extremas. Si la persona pierde el control, deberá alejarse, pero nunca realizar escenas que la hagan poco confiable para siempre.
Cuando a Einsten le preguntaron si existía algún arma para combatir la mortífera bomba atómica, él contestó que sí, que había una muy poderosa e infalible: La Paz. Todos los seres humanos poseemos un arsenal de alto calibre que por ningún motivo debe usarse con nuestros seres queridos. Esas armas son: gritar, golpear, insultar, romper cosas, maldecir, injuriar a los familiares del otro, azotar puertas, emborracharse, cometer adulterio, etc. Estos recursos hieren y hacen perder la visión de lo que se discute. Las partes se concentran en devolver sus lanzas con el único fin de lastimar al contrincante. Las actitudes extremas son como un veneno que daña la relación para siempre.
Se debe discutir una sola cosa a la vez.
Al enfadarse se pondrá sobre la mesa de combate solamente el asunto que haya causado la emoción negativa. Cuando no se sabe pelear es muy común comenzar reclamando un tema "A" y terminar disputando uno "Z" totalmente diferente, después de haber pasado por veintisiete incisos, todos ellos sin relación, unos hirientes, otros incoherentes, otros extremadamente añejos, pero todos esgrimidos para lesionar al contrincante y hacerlo sentir culpable de cuanto malo pasa entre ellos. Una discusión así no tiene ni pies ni cabeza; el asunto inicial se complica y se deforma al grado que la pareja se siente furiosa y el pleito no tiene solución.
Prohibido quedarse con cuentas pendientes; si algo no es lo suficientemente grave para discutirse en el momento, deberá tolerarse para siempre.
Al departir no deben traerse a colación asuntos que ya pasaron, que ya se discutieron y que no tiene ningún caso revivir. Hacer eso es como meter el dedo en heridas viejas. Si el asunto es grave se debe hablar con la persona lo que nos molesta y dejar bien establecido que por el amor que le tenemos estamos dispuestos a tolerarlo. Esa es la mejor estrategia para que un familiar cambie, la que se basa en la premisa de que aunque no cambie lo seguiremos amando. Al percibir eso él, a su vez, tarde o temprano también deseará darnos gusto.
Sonidos del silencio
¿Quién de nosotros no tuvo un momento de extremo dolor? ¿Quién nunca sintió, en algún momento de la vida, ganas de desistir?
¿Quién todavía no se sintió sólo, extremadamente sólo, y tuvo la sensación de haber perdido la dirección de la esperanza?
Ni las personas famosas, ricas, importantes, están libres de tener sus momentos de soledad y de profunda amargura.
Fue lo que le ocurrió a uno de los reconocidos compositores de todos los tiempos, llamado Ludwig Van Beethoven, que nació en 1770, en Bonn, Alemania, y murió en 1827, en Viena, Austria.
Beethoven vivía uno de esos días tristes, sin brillo y sin luz. Estaba muy abatido por el fallecimento de un príncipe de Alemania, que era como un padre para él.
El jóven compositor sufría de una gran carencia afectiva. Su padre era alcohólico y lo agredía fisicamente. Falleció en la calle, por esa causa.
Su madre murió muy jóven. Su hermano biológico nunca lo ayudó en nada, y, súmese a todo esto, el agravamiento de su enfermedad. Síntomas de sordera, comenzaban a perturbarlo, al punto de dejarlo nervioso e irritado.
Beethoven solamente podía oír usando una especie de trombón acústico en el oído. El llevaba siempre consigo un papel o un cuaderno, para que las personas escribiesen sus ideas y así poderse comunicar, pero no todas tenían paciencia para eso, ni para leer sus labios.
Notando que nadie entendía, ni lo ayudaba, Bethoven se retrajo y se aisló. Por eso ganó la fama de misántropo. Fue por todas estas razones, que el compositor cayó en una profunda depresión. Llegó a escribir un testamento, diciendo que se iba a suicidar.
Pero como ningún hijo de Dios está olvidado, llegó la ayuda espiritual, a través de una muchacha ciega, que vivía en la misma modesta pensión, donde Beethoven se había mudado, y que le dijo casi gritando: "Yo daría todo por poder ver una noche de luna".
Al oírla, Beethoven se emociona hasta las lágrimas. Al fin y al cabo , él podia ver. El podía poner su arte en sus composiciones.
Las ganas de vivir se renovaron y entonces compuso una de las piezas más hermosas de la humanidad: "Sonata Claro de Luna".
En su tema, la melodía imita los pasos lentos de algunas personas, posiblemente, los suyos o los de otros, que llevaban el cajón mortuorio del príncipe, su protector.
Mirando al cielo plateado por la luna, y recordando a la muchacha ciega, como al preguntarse el por qué de la muerte de un mecenas tan querido, él se deja sumergir en un momento de profunda meditación transcendental.
Algunos estudiosos de música dicen que las tres notas que se repiten, insistentemente, en el tema principal del 1º movimento de la Sonata, son las tres sílabas de la palabra "why"? u otra palabra sinónima, en alemán.
Años después de haber superado el sufrimiento, llegaría el incomparable Himno a la Alegria, la 9ª sinfonia, que corona la misión de este compositor, ya totalmente sordo.Himno a la Alegria expresa su gratitud a la vida y a Dios, por no haberse suicidado.
Todo gracias a aquella muchacha ciega, que le inspiró el deseo de traducir, en notas musicales, una noche de luna.
Usando su sensibilidad, Beethoven retrató, a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía ver con los ojos físicos.
Enrique Baldovino
(Recibido por email)
Corrupción
Como noájida tienes obligaciones ante el Padre celestial.
Una de ellas es la de impulsar el establecimiento de la Ley, la Justicia y el Orden en tu sociedad.
Compréndelo bien.
No es meramente un imperativo moral, algo que te nace en tu interior.
Tampoco es solamente un llamado social, hacia un mundo utópico de bienestar personal y colectivo.
Es también un deber que tienes espiritualmente, pues es un decreto dado por el Creador del Universo.
La corrupción se encuentra en todos los niveles de la sociedad.
Desde los altos cargos, hasta la vida cotidiana, en cada capa de la sociedad, en todas las épocas la corrupción es una constante.
Cuando cruzas con luz roja, aunque seas peatón, estás siendo parte de la maquinaria de la corrupción.
Cuando no pagas tu impuestos, porque eres muy "vivo".
Cuando arreglas con una "mordida" o "coima" al inspector de tránsito.
Cuando te cuelas en la fila, porque tienes un conocido en esa oficina.
Cuando sacas fotocopias para tus fines personales a costas de la empresa para la cual trabajas.
Cuando llamas por teléfono, para asuntos personales, desde tu trabajo.
Cuando llegas tarde a trabajar sin justificación.
Cuando… son tantas y tantas las ocasiones para ser parte de esto.
Es hora que comencemos a respetarnos y a respetar nuestro patrimonio espiritual.
Para hacerlo no es necesario templos, congregaciones, altisonantes prédicas, ropajes deslumbrantes, títulos pomposos, tufillo a religioso.
Para llevar una vida de espiritualidad precisamos de compromiso y responsabilidad, vivir de acuerdo a aquellos mandamientos que el Eterno nos ha dado para cumplir.
Cuando vives de acuerdo a los dictados del Eterno, no solamente extirpas la corrupción, sino que además realmente estás siendo espiritual, y por tanto socio del Creador en la obra de perfeccionamiento del mundo.
Has que tus actos sean tu templo, permite que el Eterno more en ti.
Y entonces notarás que el mundo es un lugar bello, muy bueno y cada vez menos corrupto.
Misterio de vida y misterio de muerte
Hay dos aspectos de la vida (humana) que han estado velados en casi todas las culturas, desde las más primitivas hasta las más sofisticadas, en casi todas las épocas, desde la expulsión del Edén hasta la actualidad:
1- el misterio de la vida, y
2- el misterio de la muerte.
Comencemos por el segundo.
¿No se han puesto ha pensar cuándo, dónde, por qué surgió la costumbre de enterrar los cadáveres humanos, o hacerlos desaparecer de algún modo de la vista de la sociedad?
Ciertamente que existe un motivo práctico, el olor y las enfermedades que surgen o se trasladan a partir del cuerpo que se va corrompiendo.
Pero existe un motivo íntimo, psicológico, que es el negar de cierto modo la muerte, o al menos encubrirla, que no sea tan evidente, que no sea una presencia constante en la vida de la gente.
Es que, la muerte representa un enorme misterio para la mente humana.
¿Cómo entender que alguien está gozoso, en plenitud, infatigable, para que al minuto siguiente este exánime, inanimado, similar a un roca que se corroe con el viento?
¿Qué poderosa fuerza se evidencia con la presencia de la muerte, o a la inversa, que fuerza está ausente en un cadáver?
Por supuesto que se tejieron historias, se edificaron mitos, religiones crecieron a partir del terreno fertilizado por el misterio de la muerte y las pretendidas doctrinas que la explican, o al menos hacen sobrellevadera.
El antiguo Egipto giraba en buena medida en torno a la muerte, el cristianismo hace un monumental culto de la muerte, el Islam rota en torno a la muerte, la Nueva Era se alimenta de muerte… en fin, la muerte con su misterio está ahí, pero la persona la oculta, la obvia, la tapa, en tanto inventa narrativas y teorías.
El otro gran misterio, el de la vida.
Ciertamente inaccesible para la mente primitiva, recién desalojada del Edén.
¿Cómo comprender que de un cuerpo, que por lo general permanece más o menos similar a sí mismo, de pronto surge una nueva vida, complemente diferente, totalmente otra?
¿Como penetrar ese misterioso fenómeno natural, que sin dudas es milagroso?
Así pues, los primeros papis no inventaron el cuento de la cigüeña que viene de París para engañar a los niños, o por pudor, o vergüenza. Lo pergeñaron porque en cierto modo ellos creían un mito similar.
Es que, la mente humana busca la "buena forma", el orden, que los cabos sueltos cierren en algo con cierto sentido. Y, el misterio de la vida es tan oscuro, tan lejano, tan imposible de develar, que se recurre a todo tipo de sortilegios, supersticiones, doctrinas, religiosidades, etc.
Y por ser misterioso, y por tanto asociado a algo considerado sagrado, se convirtió en tabú.
De "eso" no se habla, no se lo ve, no se lo representa; tal como se hace con la muerte, se lo deja apartado, escondido, accesible solo para algunos.
Solamente de tanto en tanto, o con ciertas licencias se hacía visible, lícito, ubicable.
Así nacieron las religiones "sexuales", sean los cultos a Venus, Astarté o incluso las seudo religiones monoteístas actuales (cristianismo e Islam) que tienen altas dosis de mito mistérico sexual.
Vida y muerte, dos misterios.
Dos hitos ineludibles en la existencia.
Dos aspectos generadores de ansiedades, provocadores, desafiantes, amenazantes.
Dos conceptos que fueron motivo para el surgimiento de dogmas y doctrinas, creencias y religiones, ideas y preconceptos.
¿Tienes idea cómo encarar estos dos asuntos como un fiel al Eterno, de acuerdo a tu identidad espiritual noájica?
Cuidado con la citas
El Tanaj, el erróneamente denominado "antiguo testamento", es una compilación de numerosos textos, obra de diversos autores. Contiene decenas de miles de versículos, millones de palabras.
Es muy simple encontrar en ese océano literario frases aisladas o retazos de frase que pueden ser usados para sostener cualquier idea, por más bizarra, ofensiva o contraria a Dios que ésta sea.
Este es uno de los métodos que emplean algunos de los piratas de la fe, los evangelios, los apóstoles, los misioneros, falsos judíos mesiánicos, etc., para confundir a las personas incautas.
Recortan algunas palabras que parecen apoyar sus retorcidas y falsas doctrinas, las presentan sin su contexto, y muchas veces incorrectamente traducidas, de modo tal que parece ser evidencias "bíblicas" que confirman sus creencias estrafalarias.
Por esto te aconsejo que andes con cuidado con las citas, ya que virtualmente cualquier cosa es demostrable por medio de citas del Tanaj fuera de contexto.
Cuando te presenten alguna cita que parece indicar algo que va en contra del espíritu de la Torá, entonces, tómate tu tiempo, analiza la frase en su contexto, en lo posible mediante el texto original hebreo o en su defecto con una traducción de eruditos judíos.
Prontamente descubrirás que aquellas "evidencias bíblicas" no son tales, sino que son solamente manipulaciones viles de los canallas de siempre.
Por otra parte, en muy escasas situaciones te presentan frases correctas, e incluso en su contexto acertado, y quieren con eso demostrar que un pecador es un dios, o que un pordiosero fue rey de Israel.
Atiende bien.
Si tú lanzas tu red al océano y "pescas" un zapato, eso no implica que debajo de TODO el océano hay zapatos nadando, sino que solamente has pescado un zapato.
Cuando los estafadores de la fe te muestran una pequeña APARIENCIA de acierto, no te olvides que todo el resto de su edificio se basa en mentiras, falsedades, citas sacadas de contexto, falaces traducciones, citas inventadas, etc.
Por tanto, ni siquiera esa apariencia de "acierto" tiene algún valor.
Por otra parte, recuerda que los estafadores de la fe escribieron sus relatos mitológicos con las cartas a la vista, es decir, inventaron un cuentito que calzaba perfectamente con las profecías que siglos antes ya habían sido declaradas por profetas verdaderos.
Así crearon personajes ficticios que guardaban similitud con lo esperable de acuerdo a las profecías, confeccionaron historias que suenan a veces a reales, hicieron un delictivo ejercicio literario de entremezclar datos certeros con sus propias invenciones.
Así pareciera que todo el cuento es real… pero las evidencias en contra son monumentales, desde lo ideológico hasta las pruebas históricas y físicas, todo está de acuerdo para afirmar que el cuento de Jesús no es otra cosa que eso… un cuento…
Recuérdalo, y no caigas en error.
Guarda este consejo junto a corazón para que no tropieces, por favor.