Mi nombre es Eleazar Trujillo García, nací en un poblado llamado Omeapan, que pertenece al Municipio de Tlacolulan (lugar de los escribientes, en tiempos de los aztecas fue un lugar de recolección de tributos), Veracruz, México, el 5 de noviembre de 1983, ese lugar ubicado en la sierra aun lado del Cofre de Perote, es un lugar fresco hace años las nevadas eran habituales, crecen confieras, especialmente el pino pero tambien el roble el encino y un árbol nativo de la región denominado Ichcalahuate, no es muy grande pero es de corteza y hojas de una tonalidad gris, a mi me cautiva el aspecto que ofrecen cuando sólo ellos pueblan una zona, resplandecen con la luz del sol. Mis padres por cuestiones de seguridad tuvieron que dejar ese hermoso lugar y asentarse en otro igualmente hermoso, La ciudad de Xalapa de Enríquez capital del estado de Veracruz-Llave, esta de clima más templado, esta llena de frescura, era conocida por su hermosa vegetación de la que aún quedan abundantes representantes, y por ello fue denominada “Ciudad de las Flores” (hay personas que creen que este es el significado de Xalapa), aunque Xalapa significa manantial en la arena (o manantial arenoso) en honor a un barrio indígena, al caminar por ella aún se notan abundantes árboles entre el desarrollo urbano, salpicándose unos a otros, es una ciudad asentada en las faldas del cerro Macuiltepec, toda ella, rodea este cerro, todo tapizado de frescos y verdes árboles, toda la orografía de Xalapa es accidentada. Además es denominada La Atenas Veracruzana, esto es por que durante mucho tiempo ah albergado la cultura del estado, debido, a sus escuelas, teatros, bibliotecas y la Universidad Veracruzana, en este lugar crecí, desde los 45 días de nacido, mis padres se asentaron definitivamente en este lugar.
Sólo para revisar lo poco que les quedaba en el rancho, lo visitaban los fines de semana, así que mi primera infancia la pase en Xalapa y visitando mi lugar de nacimiento ocasionalmente, esto genero en mi un profundo aprecio por la naturaleza y por las platicas de mis padres con migo (que eran abundantes, por el periodo en el que entraban, pues se aproximaban a los 50 años) donde hablaban con nostalgia de su estancia en la sierra, también me despertó ese aprecio por lo antiguo. Disculpen que me extienda, pero se dicen que el lugar habla mucho del tipo de personas que en el habitan.
Eh de aceptar que soy algo temperamental, por lo que una de mis metas es controlar plenamente mi carácter, así como me conduelo y comparto el dolor o la alegría ajena, también me enfado con facilidad.
Es a saber que mi alejamiento del cristianismo comenzó a mediados del 2001, con una investigación que regalaría a mis compañeros de clase (de la Facultad de Física) pues me consideraba un “misionero de la verdad” incluso la elección de la carrera de Física, fue con el objetivo de tener más bagaje para adquirirla (según yo verdad aparte demostrar que fe y razon no estan peleadas), pues detrás de mi, una profunda baja autoestima me impulsaba al reconocimiento de los demás, y por ello siempre me encantaba que mis interlocutores aceptasen mis aseveraciones, por ello me aventuré a realizar un panfleto en el que buscaba hacer demostraciones de mis “verdades”(o más bien defender).
Comencé tratando de mostrar de forma enciclopédica (y no por investigación directa) algunas de las evidencias del diluvio, después pasé por una escueta Historia de Israel (de interpretación cristiana), para según yo demostrar el por que “dios” había tenido la necesidad de hacer un nuevo pacto, para ello debía demostrar según yo que la venida de Ieshu, estaba profetizada y con toda exactitud, por los profetas de la verdad, por lo que, tomando las concordancias y otros panfletos cristianos donde por cada acción de Ieshu te remiten a un pasaje de los profetas, al hacer los seguimientos de estos, me empecé a dar cuenta de que todos ellos eran situaciones fuera de contexto, mis únicas bastiones eran para mí las 70 semanas de Daniel del capitulo 11, pero en ellas con libros de Historia en mano los cálculos no cuadraban por más que buscaba fechas la exactitud era grosera, para colmo al investigar las fechas del nacimiento de Ieshu era otro problema, por lo que los márgenes de error eran molestos, la otra bastión era el capitulo 53 de Isaías, pero encontraba serios problemas con palabras que me molestaban, si Ieshu era el hijo de dios ¿por qué razón lo denomina siervo? un hijo no es un siervo, eso no era propio. Mí temeridad me llevo a seguir con mi cometido, y al final terminé utilizando el manipuleo sentimental (era la única herramienta efectiva que me quedaba).
Les regale mi panfleto de unas 200 hojas con dedicación a mis amigos, pero con ello comenzó mi duda. Más adelante platicando con ellos, con sinceridad les manifesté, que si hubiese conocido directamente a Ieshu, no sería su seguidor, sólo que me demostrará sin ninguna duda que el era quien decía ser, y esto no con milagros sino con las Escrituras, uno de ellos sorprendido (pues no tenía mucho que les había regalado el panfleto) me dijo que me pasaba lo de los fariseos que por mucho estudiar, se confundían (el conocimiento libera de la falsedad). en un primer intento personal trate de justificar a Ieshu y creer que los malvados habían sido sus discípulos y Saulo de tarsis, poco a poco deje, de “orar” a Ieshu, y comencé a dirigirme al Dios de Israel, al asistir al templo cristiano en el que mi familia es cofundadora y al que yo fui asistente activo, deje entonar las alabanzas y me dedicaba a postrarme todo el culto, y solo dedicarme a orar, pues sus alabanzas eran palabras dolorosas parami, pues eran todas mentira.
Siempre había sido un ejemplo para los niños y jóvenes de esa iglesia, pues desde chico como tararilla repasaba los conceptos sin temor ante la gente, no me apenaba que me calificaran de fanático, para mi era un orgullo, la gente se sentía conmovida al escucharme hablar, pues siempre había manifestado habilidad para la oratoria y la improvisación, durante mi adolescencia no evidencie en publico mis crisis, sino todo lo contrario, algunos estudiantes de psicología al platicar con migo les llamaba la atención la madures que presentaba al platicar con ellos (esto es supongo por que mis padres de origen rural y de edades que rebasaban los 50 años y siendo el menor de todos mis hermanos mi convivencia con ellos era más intensa). A mi me elevaba el ego el escuchar tanto elogio desde los pulpitos y en las platicas con la gente, es curioso que cuando mis compañeros de bachiller, tenían problemas en sus hogares recurrían a mi, para recibir consejo o sólo para desahogarse y pedir que orara por ellos…