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Jánuca y los Noajidas

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Januca, la fiesta de las luminarias, es de origen judío y por lo tanto una fiesta netamente judía. Pero con un mensaje que no solo parte para el pueblo de Israel sino también para los gentiles, los hijos de Noaj.

La historia de Januca.

Jánuca es una celebración que se lleva a cabo por un hecho que aconteció en épocas del segundo Templo Sagrado, cuando el reinado se encontraba en poder de los griegos. Ellos decretaron severos decretos sobre Israel, entre los cuales constaba la prohibición de ejercer el judaísmo. Sumado a ello, los griegos robaron el dinero y los bienes de los Hijos de Israel, y echaron mano a las hijas de ellos. También ingresaron al Templo Sagrado y lo profanaron, impurificando todo lo que estaba puro. Después de esto, los hijos de Jashmonai enfrentaron al enemigo, y lo derrotaron, volviendo de este modo el reinado a estar bajo el poder de Israel.

Cuando los Hijos de Israel derrotaron a los invasores, era el día 25 de Kislev. Luego de la rotunda victoria, ingresaron al Templo Sagrado, y no encontraron la cantidad de aceite puro necesario para encender el candelabro durante los días que se requerían hasta que sea elaborado nuevo aceite puro. Sólo hallaron un único frasco que estaba intacto, y sellado por el Sumo Sacerdote, lo cual constataba que ese aceite estaba puro. Este aceite hallado alcanzaba para encender la Menorá por espacio de un sólo día. Sin embargo, aconteció un milagro, y con el aceite de ese frasco encendieron la Menorá durante ocho días, hasta que prensaron nuevas aceitunas, y elaboraron aceite puro. Por este motivo decretaron los sabios de aquella época, que sean esos días que comienzan el 25 de Kislev, días de alegría y alabanza a Dios.

Januca y los gentiles.

La historia de Januca nos enseña como Dios ayuda a quienes depositan su confianza en El y en nadie más. Fueron pocos al principio los que despertaron voluntad en los demás para que  sirvan a Dios con respeto, voluntad y luchen por Su causa por el solo hecho de que el Pacto  así lo establece. Y así lucharon contra los idolatras y malintencionados rufianes e ignorantes de los griegos y vencieron. Cada uno de ellos fue una luz para la humanidad y mucho más para el Pueblo de Israel.

En la actualidad una minoría esta despertando y tratando de seguir la tradición pérdida y cumplir el Pacto Noajico, así influenciar y despertar la voluntad en los demás para que cada uno se esfuerce al máximo en servir a Dios.

Cada uno de nosotros, los gentiles o hijos de Noaj, funcionamos como un frasco de aceite puro que sirve para iluminar muchas personas y compartir de la luz que cada uno en sí contiene. Así como una vela puede encender muchas otras sin perder de su llama ni un poquito de luz, de igual manera cada uno de los hijos de Noaj tiene el potencial para iluminar y dar de su luz para crear muchas más luces y mantener la causa de Hashem.

El frasco de aceite puro refleja la sabiduría, la astucia e inteligencia, el ejemplo que uno debe tener para funcionar como el emisor que no solo logra mantener encendida algunas velas. Sino que sumando la confianza en Hashem, el regocijo y la alegría al aceptar y luchar por el Pacto Noajico, la identidad espiritual que Dios otorgo a las naciones, entonces uno logra mantener encendida la llama Noajida por largos días. Y así se van sumando nuevos aceites, nuevas personas que logran vivificar y hacer del Noajismo una luz que irradie por la eternidad.

¿A quien le compartirás de tu luz en este día?

Saludos!




Kislev: Rayos de Luz

Época tenebrosa
Ubiquémonos en el Hemisferio Norte.
La época es ésta, el mes de Kislev
Cuando ocurre anualmente el solsticio de invierno, cuando los dí­­as son cortos y las noches extensas.
Época de oscuridad, de sombras, de penumbras, de frí­­os, de soledad.
Época tenebrosa, de recogimiento, de apatí­­a.
Época de desolación, de encierro.
Época en la cual parece que el sol desaparece de a poco para no volver, engullido por un manto de noche.
Época de silencio, de monotoní­­a, de quietud, de muerte.

Pero, lo noájidas y los judí­­os tenemos nuestras armas para traer Luz al mundo, para evaporar las sombras de terror, para quitar el miedo y la desesperanza.
Los fieles al Eterno, noájidas y judí­­os, hemos sido provistos de instrumentos para alumbrar, corregir y edificar.
Para convertir el desierto en un tupido vergel, para dar agua al sediento, calma al angustiado, vida al exánime.

¿Cuáles son estas herramientas de liberación?

Siete Luces de Una Luz
El Diluvio asoló la tierra.
El pecado de la humanidad habí­­a provocado la mayor devastación de la Historia.
Un gentl justo con su familia fue salvado por la Misericordia divina, y sirvió como salvador de la vida en la tierra: Noaj / Noé era su nombre.
El 27 de Jeshvan, un par de dí­­as antes del comienzo del mes de Kislev, abrió las puertas del arca de la salvación.
Y su mirada vagó por un mundo destruí­­do, por la desolación, por el desierto, por el dolor que le hizo brotar lagrimones de sus ojos.
Hací­­a un año aquel mundo era prolí­­fico, gastado por la contaminación, herido por el pecado, manchado por la corrupción, pero lleno de vidas, de diversidad, de colores, de fauna y flora.
Ahora el vací­­o, la nada, la desesperación, la soledad.
La noche del Diluvio habí­­a terminado, pero se extendí­­an aún sus efectos destructivos.
Noaj, en medio de su angustia existencial, de su desesperación, ofrendó animales como sacrificio al Eterno.
Era su precaria manera de simbolizar su quebrantamiento interno, su angustia, su dolor de muerte emocional.
Pero también, como pudo, como supo, quiso demostrar al Creador que él, Noaj, estaba dispuesto a trabajar para construir el Shalom, que estaba listo para sacrificarse si era necesario con tal de que el mundo no conociera nuevamente la destrucción total.
Así­­ pues, al comenzar el mes de Kislev el Eterno selló un Pacto eterno con los noájidas.
Él les instruyó los siete mandamientos unviersales, que son fundamento de la vida de edificación.
Y como señal de ese pacto eterno tomó al Arcoiris.
Hasta ese momento el arcoiris no tení­­a ningún simbolismo particular, era un efecto óptico de la refracción y dispersión de luz solar y gotas de agua en suspensión.
Pero, a partir de se momento ya no serí­­a solamente un efecto óptico, sino que serí­­a también un sí­­mbolo, y una señal perenne del pacto entre Dios y la humanidad.
Ese arco que consiste en siete colores diferentes, pero que todos proceden del mismo haz de luz.
Es una clara simbologí­­a de la Luz de la Verdad que proviene de lo Alto, que luego es dispersada entre las personas, para que cada cual la manifiesta de acuerdo a su carácter y forma de ser.
Están los menos refractarios, los más próximos a la Luz original, que son los «rojos». Y en el otro extremo de esa gama están los violetas, que son los más lejanos, los más refractarios. Sin embargo, todos ellos forman parte del mismo sistema, de la misma realidad. Todos ellos son hijos, derivados, criaturas del mismo haz de Luz original.
Lo lejanos, los medios y los cercanos, todos hijos; aunque algunos no quieran reconocerse como tales, aunque opten por servir y adorar a la oscuridad, su alma impoluta sigue estando vinculada a la pura Luz que le da vida.
Así­­ pues, el mundo estaba en oscuridad, destruí­­do, pero el Eterno enví­­o Su rayo de Luz, Su hálito de vida que se dividió en siete ramales, en los siete mandamientos universales y sus derivados.
Para enseñarnos que solamente la Luz de la Verdad, la Luz de la Vida, es la que tiene el poder de extirpar la soledad, la muerte, la miseria, la injusticia, la podredumbre, la idolatrí­­a.
Tú, hermano noájida, levanta con orgullo tu estandarte noájico, ese que lleva los siete colores del Arcoiris, pues es manifestación de la unidad dentro de la diversidad, de la fidelidad al Uno y Único a través del variado repertorio de acciones edificantes que puedes y debes hacer.
Tenlo presente.

Siete Luces para Ocho Dí­­as
Y en la Historia, encontramos otro fogonazo esplendoroso de Luz en mitad de la tétrica oscuridad.
La cultura helenista se habí­­a instalado en el mundo.
Amenazaba la integridad espiritual, y luego la fí­­sica de los judí­­os.
La destrucción del judaí­­smo era un hecho casi consumado, pues muchos eran los que se asimilaban a esa cultura tan atractiva pero tan falta de espiritualidad.
Muchos eran los tormentos y privaciones que debí­­an sufrir los nobles y fieles del Eterno a manos de los esbirros de la oscuridad disfrazada de luminaria.
Como sí­­mbolo, el imperio habí­­a quitado la Menorá del Santo Templo de Jerusalén, habí­­a hecho desaparacer la llama que debiera ser perenne en el Templo, que representa la divina Presencia en nuestras vidas.
No habí­­a luz en el Templo, para simbolizar que no habí­­a Luz en el Mundo.
Pero los pocos y débiles vencieron a los muchos y poderosos.
Un puñado de fieles del Eterno combatió en contra de la tiraní­­a, en contra de la idoaltrí­­a, en contra de la falsedad, en contra de la muerte, en contra de la oscuridad, hasta que finalmente vencieron.
Un triunfo impensable se proclamó.
Y ocurrió otro milagro cuando los judí­­os gloriosamente vencedores encendieron nuevamente las siete luces puras en el Templo. El aceite que usaron como combustible serví­­a para mantener encendida las lámparas por un dí­­a, pero milagrosamente perduraron por ocho dí­­as, hasta que llegó nuevo aceite, nuevas energí­­as para expandir el mensaje de salvación por el mundo.
Nuevamente, en Kislev, en el perí­­odo de opresión, de lóbrego pesimismo, de aniquilación, es cuando la Luz resplandece con mayor potencia.
No en vano la Menorá se constituyó en el sí­­mbolo nacional judí­­o.
Esa lámpara bruñida en un solo bloque de oro macizo, que se divide en siete brazos para sostener las llamas de la luz que representan la Luz de la Torá y los mandamientos, la Luz del Eterno, que vivifica y salva.
No en vano es en Kislev que celebramos Januca, la festividad de las luces.
Lo hacemos como sí­­mbolo de que en la vida tendremos que afrontar momentos oscuros, que la noche es parte integrante de la existencia, pero que incluso allí­­ la Luz del Eterno es lo que prevalece.
Esa Luz que se simboliza en el Arcoiris noájico o en la Menorá de los judí­­os.
Esa Luz que toma distintas tonalidades y se manifiesta de diversas maneras, pero que siempre se vincula a la unidad, al Uno y Único que es Dios.

Tenemos ante nosotros un mundo con mucha oscuridad.
El dolor, la idolatrí­­a, la corrupción, la miseria, la injustiia, el mal, la mentira abundan.
Pareciera como si la noche fuera a imperar.
Los imperios del mal se muestran orgullosos con todas sus posesiones.
Pero, nosotros podemos estar confiados de que tenemos una Luz que nos alumbra en toda ocasión, que tenemos un Padre que no nos desampara, que tenemos una misión para llevar a cabo y nadie nos podrá detener.

Festejemos Januca los judí­­os, celebremos junto a nuestros hermanos noájidas la resurrección del mundo en estos dí­­as.
Trabajemos juntos para construir Shalom, por medio de los mandamientos que nos iluminan.
Todos unidos en nuestra diversidad, todos unidos a la raí­­z común, en unidad para conseguir que la Luz brille sin manchas.

Feliz Januca, feliz compromiso a traer más Luz a este mundo.

(Publicado originalmente 2/12/06)

Resp. 675 – Navidad, idolatrías, fiestas de luz y asuntos familiares

«El arbol de espejismos»
Buenos días Licenciado Yehuda…..esperando que se encuentre bien de salud junto a su familia, le consulto lo sgte:
Necesito de su ayuda, ya que no se como enfrentar un pequeño problema familiar respecto al próximo mes de diciembre que tiene tanto ajetreo.
Resulta que mi señora esta en completo conocimiento de su identidad noajica, pero, hay algo que ella no quiere dejar atrás, ella me pide que armemos el árbol de navidad,
1- yo le digo que no corresponde por que nosotros no tenemos por que celebrar algo que no nos corresponde y menos si se trata de espejismo, leyenda, mitología, etc. como lo es la navidad.
2- Ella me dice que esta de acuerdo que todo se trata de una gran mentira, pero, que ella quiere armar solamente el árbol para que nuestro bebe de 2 meses lo admire, vea lo hermoso que se ve,
3- yo le digo que no debemos ilusionar a nuestro hijo con mentiras, y que el cuando sea grande lo va a comprender y lo va a agradecer,
4- que es ahora que témenos la oportunidad de educarlo por el camino correcto, del bien, de la verdad, etc.,
5- lo otro que le digo es que al tener el árbol armado no enseñamos con el ejemplo a los demás seres humanos a apartarse de la Idolatría, en la cual se encuentran presos durante toda su vida,
6- ella me dice que lo que importa es creer en Dios y cumplir con Él,
7- a lo que yo le digo que también hay que ayudar al prójimo, para sacarlo de pozo onda en el que se encuentran,
8- pero ella se enoja conmigo, a toda costa quiere armar el árbol.
9- ¿se puede armar el arbol con adornos que no sean idolatricos? ¿como cuales?
10- Lo que yo le propuse es que en la fiesta de fin de año (civil), cenamos en familia y nos hacemos un regalito por el gran esfuerzo que dedicamos en el año y deciar que el próximo año sea mejor y lleno de bendición, que celebremos el amor, la amistad, la comprensión, etc., también hablar sobre Noajismo, sobre las falsas enseñanzas de la religiones paganas, etc.
11- lo otro que se me ocurre es que celebremos la fiesta de Januca, pero leyendo sus comentarios, me entero de que es una fiesta que no nos corresponde ¿realmente un Noajida no puede celebrar Januca?
12- Y si se puede ¿de que manera lo podemos hacer?, ya que se que no debemos hacerlo como lo hacen el pueblo de Israel.
13- Usted habla de que los Noajidas podemos celebrar otra cosa, y nos cita el estudio Kislev: Rayos de Luz , pero no logro entender que ¿cual es el día que debemos celebrar?,
14- ya que no se en que fecha exacta se concreto el pacto Noajico, ni tampoco se ¿Cuál es el nombre del día que debemos celebrar?
15- Antes de terminar me gustaría preguntar también ¿de que manera le puedo hablar a mi hijo de 14 años sobre Noajismo y las mentiras paganas en el momento que estemos festejando lo que nos corresponde? (el ya sabe que no debe creer en Jesús, etc.….pero me toca explicarle bien el ¿porque?),
16- ya que el esta en una etapa que no tiene mucha paciencia para bancarse tantas palabras, y no quiero ser canzón como me lo dijo una vez usted mismo,
17- yo estoy preparando un resumen lo mas corto posible,
18- ¿Qué palabras precisas le puedo decir?
19- Esperando me pueda ayudar, de ante mano muchísimas gracias, y que pase unas felices fiestas de Januca, bendiciones y Shalom.
Esteban Vargas, Santiago, Chile

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Alegría en tiempos de duelo

sad_happy_facesA partir de ayer en el calendario hebreo (17 de Tamuz), se ingresa a un periodo de duelo que recuerda la caída de Jerusalén y la destrucción del centro de energía espiritual del universo, el Beit Hamikdash (templo). Pero al mismo tiempo se nos presenta una gran interrogante y es la que nos dice que la mejor manera de crecer, de alcanzar los logros físicos y espirituales que deseamos es con alegría; pero la alegría y la tristeza son totalmente opuestas, como podemos entonces recordar eventos tan tristes y al mismo tiempo vivir alegremente.

Bueno, veamos que interesante. El salmo 79 comienza de la siguiente forma: “Canto de Asaf. D-is, los paganos han entrado en Tu herencia, profanando Tu santo Templo…

Los sabios hacen una pregunta lógica, pero que pasa desapercibida por nuestras mentes limitadas: ¿Por qué este salmo es llamado canto?, no sería mejor ser llamado lamento de Asaf, gemido de Asaf, suspiro de Asaf, etc.

Continúan los sabios en el análisis y nos explican que cuando D-is descargó Su ira sobre las piedras, la madera y los demás componentes del santuario, D-is protegió al pueblo de Israel de ser destruido y por ende al mundo entero de dejar de existir.

Este simple hecho de que E-l prefiriera que Su preciado lugar quedara en ruinas solo por no destruir a Su pueblo y al mundo, solo por ese infinito amor que sabe el mundo que Su creador tiene por el, vale la pena cantar y seguir cantando.

Así, en este inicio de un periodo no muy alegre del calendario espiritual del mundo, debemos aprender a no abandonar la alegría, ni siquiera en los momentos más duros y amargos.

Así como el pueblo santo nos enseña a cantar mientras cura sus heridas, así nosotros debemos aprender a encontrar la alegría entre las ruinas de cualquier situación adversa que vivamos.

Así, los que nos lamentamos en estas 3 semanas, debemos todos los días decir: “Un canto de Asaf” y seguir adelante encontrando razones para tener alegría y con mucha más razón conociendo que la idolatría ya es cosa de nuestro pasado y estamos actuando en agrado del Creador.
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Porque estos días serán convertidos en días de alegría y regocijo con la pronta llegada del Santo Mashiaj. Amén.

La causa del mal

Si con toda inocencia tu hijito te preguntara cuáles son los males humanos en este mundo, ¿qué le contestarías?
Te confieso que yo señalaría cosas tales como: idolatría, perversiones, corrupción, crímenes, mentiras, violencia, infidelidad, falta de responsabilidad y compromiso y quizás alguna cosa más.
¿Tú quitarías o añadirías algo a esto?

Si mi hijito con más profundidad insistiera y preguntara qué es lo que tienen en común a todos estos males, ¿qué le responderías?

La Tradición judía, con su sabiduría celestial, nos brinda con frescura y claridad la respuesta justa.
En la base de todos, absolutamente todos los males provocados por la persona, se encuentra el así llamado Ietzer HaRá, que significa la «tendencia hacia lo negativo«. Nosotros, en este sagrado HOGAR le damos el nombre de EGO.
Quizás sea más comprensible si piensas en egoísmo, aunque no sea exactamente lo mismo.

El EGO es la raíz y la finalidad de todas las acciones y actitudes negativas humanas.
Medítalo un instante, busca ejemplos en las cosas cotidianas así como en los grandes eventos de la historia, y terminarás por reconocer que allí está esa presencia oscura que llamamos «egoísmo».

Tengo que mencionarte que existen dos modalidades del egoísmo, una constructiva y la otra nociva.
El egoísmo constructivo es aquel que nos mueve a preservarnos, a buscar alimento, refugio, a procrear, etc. Este tipo de egoísmo, al que se le puede denominar «tendencia negativa canalizada hacia fines positivos», es en absolutamente necesario y bueno.
Pero, el egoísmo nocivo, el que apabulla al otro, el que succiona para sí atributos ajenos, el que rechaza o es indiferente a las necesidades justas de otra persona, ese egoísmo es un cáncer emocional y espiritual, que debilita y acaba con la vida del que lo padece y probablemente de quien esté a su alcance.

Piénsalo, encuentra ejemplos de conductas o actitudes negativas, mientras tienes presente que detrás de todo esto se encuentra el egoísmo, y de pronto podrás descubrir el «secreto» para tanto dolor y sufrimiento.

¿Cuál es la sana cura para este mal corrosivo?
La respuesta la brinda nuestra Tradición, la Torá, la instrucción sagrada, revelada por Dios a los hombres, es el antídoto para el mal del egoísmo.
La Torá judías para los judíos.
La Torá noájida, para los gentiles.

Ciertamente ésta es la única manera de combatir o de canalizar con bendición ese pesado flagelo que es el egoísmo.
Cuanto más instrucción sagrada apliquemos a nuestra vida (de aquello que nos está permitido), de acuerdo a cuanto vayamos aprendiendo y asumiendo, más Luz estaremos posibilitados de traer al mundo. Primero en nuestro interior, luego derramándola en nuestro entorno.
Con la Luz del Eterno el predominio del bien y la justicia se va estableciendo.
Es un trabajo indispensable, armonizar nuestras dimensiones, recobrar la identidad sagrada que se esconde detrás de las máscaras que vamos usando.
Ésta es nuestra parte en la labor del advenimiento de la Era Mesiánica, hacer lo que está a nuestro alcance, con entereza y pujanza, para quitar la pesada piedra que es el egoísmo de nuestro corazón y dar un nuevo corazón vital a nuestra existencia (individual y colectiva).

Al comienzo el romper la cadena de la esclavitud del Ego es dificultosa, muchas son las cosas para aprender y reparar, mucho lo que se debe evitar el continuar ciegamente detrás de hábitos que ya forman como una dura costra en nuestro ser.
Pero de a poco, con paciencia y sin ansiedad, con tenacidad, con integridad, de a poco, se va alcanzando nuevas escalas de libertad para alumbrar nuestra vida y la de nuestro mundo.

Gradualmente debemos ir reconociendo nuestras fallas y nuestras virtudes, nuestros apegos del Ego, para irlos modificando en procura de alcanzar una estatura espiritual inmensa, desde la cual la esclavitud del Ego ya no nos manipula.

Tienes mucho más para aprender, para disfrutar para obtener en los textos que encuentras aquí: EGO.

 

Día de extraña alegría?

Este próximo martes se celebra un día de gran alegría y regocijo; se celebra (entre otras cosas) el aniversario del fallecimiento de Rabí Shimon bar Yojai. Si, aunque parezca extraño y sin sentido, ese día celebramos el momento de la partida de este gran sabio.

Aunque generalmente los días de desaparición física de los justos se conmemoran con rezos, reflexiones o tristeza; la voluntad de Rashbi (como se le llama) fue que su partida fuera recordada con mucha alegría y regocijo.

Nos cuentan los sabios que Rashbí llego a ser un Tzadik (justo) perfecto, de un nivel tan grande que incluso fue escogido para traer al mundo un conocimiento místico y oculto de la Torá inigualable, por medio del cual la redención final se iba a facilitar y el mundo material se iba a convertir en energía trascendente para poder lograr la infinita felicidad que todos deseamos.

Pero lo que sucede aquí es que si Rabí Shimon era tan, tan grande, ¿como podemos celebrar y hasta bailar en su memoria?, si muy claro dicen los sabios que “el fallecimiento de un justo es más severo que la destrucción del templo”. Debería ser un día de tristeza, recogimiento y meditación; o por lo menos de un estudio serio y silencioso basado en sus enseñanzas.

El Tzadik en este mundo sabe que su trabajo es ayudar a la humanidad y traer el bien. El Tzadik permite que el mundo reciba bendición constante, tanto material como espiritual. Sabe que cada una de sus palabras pueden hacer que el ser humano regrese a su creador y encamine su andar, sabe que una palabra suya puede cambiar un decreto, puede traer salud, riqueza y esperanza.

Pero el Tzadik también sabe que hay algo que limita su alma, que existe un pequeño detalle que no permite permear de Su luz todo cuanto el desea. Ese limitante es el cuerpo, y mientras el alma de un Tzadik(o de cualquier persona) este atrapada en los limitantes físicos de un ser humano, su elevación siempre va a estar limitada hasta cierto punto; y por consiguiente toda la bendición y la luz que puede generar para el mundo tendrá sus límites también; y hasta que el alma no logre liberarse no generará toda la luz espiritual que podría.

Y esta es la razón por la cual celebramos en su aniversario. Porque aunque físicamente no este, su obra, sus meritos, su energía, su fuerza, sus enseñanzas, su alma ya no están limitadas a un cuerpo, ya no tienen nada que las detenga, ya han llegado a niveles que nuestra mente finita no entiende y que ese día se manifiestan en este mundo con más fuerza que siempre.

Por lo tanto este próximo martes(desde el lunes en la noche), alegrate, celebra, busca un poco sobre este gran sabio y se parte del precioso mensaje que nos trajo hace tanto tiempo, pero vigente aun en nuestros días.

Cabe agregar que este día no corresponde al noajida, pero no es negativo que un noajida aprenda sobre este día y busque como atrapar un poquito de lo que se puede obtener en un día tan especial.

Sigannos apoyando, enciende tu luz y compártela.
http://www.youtube.com/OR7Noajidas

Celebra con los árboles

arbolEste 15 de Shvat se celebra el año nuevo de los árboles, si, los arboles tienen su propio año nuevo pero que tiene que ver eso con nosotros, que lo celebren ellos y ya; pues en realidad tiene que ver mucho hasta la misma Torá nos dice: “el hombre es un árbol del campo” ( Deut. 20:19). Por lo tanto algo significativo para nuestra vida podemos aprender de los árboles, trataremos de aprender un pequeño mensaje que los árboles nos pueden dar para mejorar nuestra vida y para reavivar nuestro compromiso con El Eterno.

Curiosamente los arboles para poder sobrevivir necesitan de los cuatro elementos básicos del universo; tierra, agua, aire y fuego (en este caso luz solar). Pero nosotros tal vez sin saberlo requerimos de esos mismos cuatro elementos para poder vivir de una forma plena y llena de sentido.

Tierra: En el caso del árbol, la tierra se encarga de absorber la nutrición que este va a recibir, va a darle el agarre o fuerza para poder resistir los vientos y le dará lugar para que sus raíces se expandan. En el caso del nosotros la tierra son nuestras bases morales, la belleza de las siete leyes las cuales permiten que cada día nos nutramos más de energía, bondad y autorrealización. Al mismo tiempo cuando los vientos tormentosos de la vida nos golpeen, saber que nuestro Padre está haciéndolo por nuestro bien nos da la fuerza para no dejarnos doblar, sino resistir y ver como todo pasa, y por último las raíces que son el filtro que permite nutrir cada parte del árbol, es esa filtración que hacemos ante cada situación de la vida preguntándonos que dice nuestro código de conducta acerca de esto que voy a hacer, para saber que cada acción de nuestras vidas tiene un propósito más elevado.

Agua: Las raíces toman el agua y la transportan a cada hoja, rama y fruto del árbol, sin agua el árbol terminaría secándose y muriendo. Las enseñanza de nuestros maestros se comparan con el agua, cada palabra de un maestro es una gota de agua que llena nutre nuestras vidas, que hace que nuestros frutos sean mejores, etc. El maestro de maestros Moisés dijo: “Goteará como la lluvia mi enseñanza. Fluirá como el rocío mi dicho.”(Deut 32:2). Sin esas palabras de nuestros guías nos desorientaríamos y estaríamos cerca de la muerte espiritual, hasta el punto de ni siquiera reconocer quien es nuestro Padre en el cielo, como le pasa a muchos.

Aire: El árbol necesita oxigeno para respirar y dióxido de carbono para su proceso de fotosíntesis. La Torá nos dice que D-is insufló en el hombre aliento (aire) de vida(Gen 2:7); nuestras fuerzas espirituales vienen de ese aliento de vida , de ese pedacito Divino que El Todopoderoso nos regalo; cuando nosotros logramos entender que somos más que un cuerpo, que hay un alma, que hay un parte Eterna en nosotros siempre, entonces nuestra perspectiva cambia, nuestras acciones son en aras de algo más, por lo tanto ese aire de D-is es el que nos da vida cada instante.

Fuego: El árbol necesita absorber la luz solar para activar reacciones químicas que permiten el siclo de fotosíntesis y le dan salud y vida. Nosotros también necesitamos fuego, que en este caso es el calor, la calidez y la hermandad que nos podemos dar entre nosotros los noájidas. Una calidez única que nos va a permitir ser cada día más grandes, mas fuertes; esa calidez que te permite equivocarte y no te juzga, no te condena; esa calidez que te respeta aunque tengas diferentes opiniones en un mismo tema.
Todos somos arboles; algunos con mas frutos que otros, otros sin frutos, otros apenas sembrados, otros ya viejos. Pero lo importante de este día es que nos preguntemos si estamos utilizando esos 4 elementos para alimentar nuestras vidas y si no es así empezar a trabajar para lograrlo.
Que sigamos trabajando para convertir este mundo en el jardín del edén que todos queremos; lleno de muchos árboles con grandes y bellos frutos, junto al Mashiaj, por siempre, amén.

Agradecer a quien corresponde. Otra diferencia entre Januca y navidad

Conversaba con mis pequeños hijos antes de que durmieran.
Tenemos un procedimiento diario que incluye recuento del día de cada uno, planes para mañana, cantos, algunos rezos, besos y cariños.
Conversaba con ellos, 4 y 5 años, entonces ella me pregunta: ¿No verdad que papá Noel no existe?
Y le respondí lo que ya le había dicho: No niña linda, papá Noel no existe. Algunos papás les dan regalos a sus hijos pero les hacen creer que un gordito disfrazado de rojo es quien se los trae. Pero a nosotros no nos gusta la mentira, ¿verdad? A nosotros nos gusta decir la verdad y si papá y mamá te dan un regalo, está bueno que le agradezcas a papá y mamá. ¿Por qué agradecerle a un gordito que no existe?
Entonces mi hijo participa y agrega: Sí, hay que decir gracias al que nos da el regalo de verdad y no a otros. Y… ¿por qué… por qué… no dicen los papás que son ellos los que dan los regalos y por qué inventan a papá Noel?
Le contesté: No sé, pero nosotros vamos mañana a comprar regalitos para ustedes, los regalos de…
Ellos en coro: DE JANUCA.
Yo quiero esto y yo aquello y quiero y además…

Así conversamos anoche con mis hijos.
Por supuesto que en esta anécdota se esconde una enorme interrogante, pero que sus respuestas pueden revelar los oscuros procesos que intervienen en el sometimiento y enceguecimiento de nuestra sociedad.

Los imperialistas usan la «fe» como un mecanismo de dominación.
A diferencia de ellos, los que somos fieles al Eterno (y por tanto ajenos al anhelo imperialista, usurpador o estafador) andamos con la Luz del Eterno, con la Palabra de la Torá, con bondad y justicia.
Pero especialmente con el agradecimiento sincero, dirigido hacia quien corresponde y no hacia falsos dioses, falsos redentores, falsos donadores, falsos líderes…

Aprendemos a decir gracias, que es aprender a reconocer a la Fuente de los bienes que recibimos, así como a Sus canales por medio de los cuales nos llega la bendición.
Ser agradecidos, en verdad, es algo que falta (y mucho).

Mientras tanto, espero vuestras respuestas aquí abajo a la pregunta que dejó flotando mi hijo…

Feliz Januca, feliz fiesta de las luces.

El ejemplo de los héroes de Januca

En unos días comenzaremos (los judíos) a celebrar una muy bella festividad.
Durante ocho días iremos encendiendo un candelabro, de ocho brazos. Cada día añadiremos una luz más, hasta completar al final las ocho flamas irradiando luz.
Esta festividad se denomina JANUCA.
Los noájidas también pueden celebrarla, a su manera, según ya hemos explicado en oportunidades anteriores.

Lo que quiero resaltar hoy de esta festividad y que tiene gran impacto en la actualidad noájica es lo siguiente.
Januca es la victoria de la luz sobre la oscuridad, de los pocos sobre la muchedumbre, de los débiles sobre los poderosos, de los fieles al Eterno sobre los déspotas y libertinos que eran amos de un enorme imperio del mal.

Januca es la fiesta de la luz, de la probabilidad adversa que se transforma en éxito, de la opresión que se termina para dar paso a la redención.

Januca es símbolo de luz, de esperanza productiva, de bendición por actuar conforme a lo ordenado por el Eterno, aunque las chances fueran contrarias, aunque pareciera que no había opción para conquistar la libertad y la identidad.

Hoy en día estamos gozando del lento despertar de la conciencia noájica.
Son pocos y lentamente los que van reconociendo la falsedad de las religiones, la tétrica oscuridad de la vida sometida a los ídolos.
Somos pocos los leales al Eterno, en un mundo oscurecido, embrutecido, dominado por un poderoso y maligno imperio llamado idolatría, cuyo mayor exponente son las religiones y sectas que tienen a Jesús (con cualquiera de sus alias) como centro.

Somos pocos los que, lentamente y con altibajos, estamos construyendo shalom.
Los contras son muchos y variados.
El mayor contra es el EGO, que no es un enemigo externo, sino en nuestro propio seno.
Es el primer adversario a vencer.
El EGO tiene una finalidad positiva, siempre y cuando sea el siervo del Yo Auténtico y no se constituya en el amo de nuestra vida.
Pues el EGO como amo, es someterse a la esclavitud, es quedar en las zarpas del faraón, es afiliarse a las huestes del mal.

Estamos a días de la festividad de la luz, es momento de traer una pequeña lámpara a nuestro interior para quitar telarañas, correr prejuicios, botar malas conductas aprendidas y evolucionar para constituirnos en héroes, en constructores de shalom.

Construir shalom no es solamente un lema. No es una mera frase. Es un medio y una finalidad.
No podemos perder más tiempo con excusas, con meditabundos que nos impiden avanzar.
Debemos cortar las pesadas cadenas que nos anquilosan, que nos retienen y no nos dejan avanzar.

Debemos atraer la luz, para que haya más luz.
Y allí en donde no la haya, encenderla.

¿A qué vamos a esperar?
¿Al permiso del EGO?
¿A las proclamas de los moribundos?
¿A las voces de los quejumbrosos?
¿Al mesías?

Los héroes que vencieron al imperio, y que miles de años después recordamos en Januca, no esperaron al milagro, no dieron excusas, no lloraron por su debilidad. Con sus armas lucharon, con sus armas volvieron a traer luz al Templo y al mundo.

Aquellos combatientes de la luz siguen vivos en nuestro recuerdo, y mejor aún, siguen irradiando su luz en la Eternidad.

Podemos nosotros ser como ellos.
O podemos ser parte de los que medran y perecen en las sombras del EGO.

Feliz Januca.

NO HABRÁ SHALOM PARA LOS MALOS

En realidad es preocupante dicha afirmación Divina y que se encuentra en Isaías 57:21; una de tantas versiones pirateadas dice: » no habrá paz para los impíos».

lo que hace SHALOM es» equilibrar el desbalance, promover la justicia y la integra equidad», según palabras del Moré Ribco. Entonces lo que me pone intranquilo es que no percibo mucha dinámica para » hacer saber a los adoradores de falsas deidades, pecadores, inescrupulosos, rebeldes, profanadores de la verdad, mentirosos, terrorists, ajenos a D-s»,- volviendo a citar las palabras del Moré.

No saben que quiere decir eso ni como se siente realmente; pero me continúa inquietando porque tengo 2 casos de mi convulsionado El Salvador:

1.- Un juez,- establecedores de Cortes de Justicia,- es acusado de actos de corrupción y es procesado, le conceden arresto domiciliario y soporta el descrédito al irse le comprobando dichos vergonzosos actos; comparece audiencia y le manifiestan que le serán embargado sus bienes. Esa situación de que le expropiarán su vivienda y otros haberes no lo soporta y en la quietud de su casa sin que hayan percatado los policías que tenía un arma se priva la vida disparándose en la sien.

2.- El día de ayer una madre al ir a recoger a sus hijas a la escuela es asesinada frente a toda la población escolar de dicho centro de estudios; presencian dicho asesinato de siete disparos sus 2 hijas. El parte policial indica que hay fuertes sospechas que dicha ejecución ha sido debida a que dicha víctima era hermana de un pandillero y que por dichas rencillas entre bandas era privada de la vida, nada más por tener dicho vínculo familiar.

Ayúdeme querido lector a aclarar mi mente o decirme si estoy equivocado porque quiero que difundamos la cultura de SHALOM y evitar los casos como los que le he descrito, o continuamos lucubrando respecto a difundir o no SHALOM.